—¿Has visto a Tao?— preguntó cuando caminó hasta quedar al lado de Baekhyun.
Hacía más de una semana desde que lo enfrentó en la reunión de la manada y no lo había visto desde entonces. Aunque le había dicho que no se preocupara, no podía dejar de preguntarse cómo estaba. Baekhyun frunció el ceño y miró a la multitud reunida. No era una reunión obligatoria, pero la manada había comenzado a reunirse todas las tardes de sábado para una comida en el parque que había sido construido donde solia estar la casa del alfa Taeyang. Fue una perfecta manera para la manada de mezclarse y conocerse mejor unos a otros, algo que habían sentido en falta cuando el alfa Taeyang era responsable.
—Ahora que lo mencionas— murmuro Baekhyun —no veo a Tao hace días.
Sintió un gruñido comenzar a construirse en su garganta. No le gustaba eso. No le gustaba nada. Considerando la situacion, comprendia que podría querer evitarlo, pero no debería estar evitando al alfa o a la manada. Y no lo haría a menos que hubiera algo mal.
—Voy a buscarlo.
Kris comenzó a alejarse, con la intención de ir directo hacia la casa de Tao, cuando sintió una mano en su brazo. Apretó los labios para no gruñirle a Baekhyun, sabiendo que su alfa estaba intentando detenerlo.
—Baekhyun.
—Allí está.
Siguió la dirección que Baek estaba señalando y esta vez no pudo reprimir el rugido profundo que venía creciendo dentro de él. El sonido salió bajo y letal, advirtiendo a cualquiera dentro del alcance auditivo que el beta de la manada estaba enfurecido.
Tao estaba tan pálido que parecía un fantasma. Su piel estaba prácticamente traslúcida, excepto por los hematomas rojo oscuro casi escondidos por sus cabellos. Era obvio que estaba intentando esconderlos. Tenía la cabeza inclinada hacia abajo, mientras colocaba su cabeza hacia el frente para cubrir su rostro.
—Kris, ahora no…
Se giro hacia Baekhyun incapaz de contener su gruñido aunque fuera para el hombre que respetaba por encima de cualquiera. Vio la sorpresa en los ojos agrandados de Baek cuando el alfa lo soltó y levantó la mano en señal de paz, mostrándole que no iba detenerlo.
—No hagas nada de lo que te puedas arrepentir más tarde Kris— los ojos de Baekhyun se posaron nuevamente en Tao, el ceño fruncido en la pequeña cabeza. —esto es suficientemente duro para él. No lo vuelvas peor.
—No estoy tratando de volverlo peor— estalló —estoy cumpliendo mi deber con un miembro de la manada. Y voy a descubrir quién está lastimando a Tao.
No esperó a que Baekhyun dijera otra palabra. Mantuvo a Tao en su visión mientras se acercaba al hombre del otro lado del parque. Cuando llegó hasta él, gentilmente lo agarró por el brazo y comenzó alejarlo de la multitud para poder hablar en privado. No se perdió como Tao se encogió cuando se movió y tenía un ligero cojear en su caminar. Tampoco se perdió la forma en que los ojos de Tao se volvían frenéticamente mirando alrededor procurando algo o alguien.
Apenas acompañó a Tao para los árboles del otro lado del parque, enseguida deslizó los ojos de arriba a abajo por su cuerpo buscando daños, y parecía haber mucho de eso. Además de la grande y púrpura mancha en el rostro de Tao, había hematomas desvaneciéndose alrededor de su cuello y en las muñecas. Tenía certeza de que si lo desnudaba encontraría mucho más. Obviamente había sido apaleado, y Kris quería saber quien le había hecho eso porque iba a matar al desgraciado.
—¿Quien te hizo esto Tao?
—Me caí— susurró él. Las cejas de Kris subieron hasta su cabeza.
—¿Tú qué?
Los ojos de Tao fueron más allá de él no sin antes mostrar la vergüenza en ellos.
—Me caí.
—Mentira.— Tao estaba mintiendo descaradamente, ambos lo sabían. Kris solo no entendía por qué lo estaba haciendo. ¿A caso no entendía que quería protegerlo?
—Las caídas no dejarian marcas de huellas digitales en tu garganta. Inténtalo de nuevo.
—No, en serio— dijo Tao. Miro sus dedos mientras los torcia —Me caí. ¿Eso es todo?
Los ojos de Kris se estrecharon. Extendió la mano hacia Tao dejándola en el aire a una pulgada de su rostro cuando se encogió. Eso le hizo asegurarse de que alguien lo estaba lastimando.
—Tao— dijo más suave, tratando de hablar con voz mas calmada —no puedo ayudarte si no me dices la verdad.
Los grandes ojos gris pálido de Tao brillaron hacia él un momento. Enseguida se llenaron de lágrimas y algo como desesperación. Aunque rápidamente miró lejos antes de que Kris pudiera estar seguro.
—Estoy diciendo la verdad— susurró mientras volvía a mirar sus manos. —Me caí.
—Tao…
—¿Puedo irme ahora, beta Kris?
Kris cerró la boca, asintiendo con la cabeza y dejó al hombre irse contra su buen sentido común. La necesidad de mimar a Tao y esconderlo del mundo, protegerlo, estaba reclamándolo. Pero si el hombre no quería su ayuda, no había nada que pudiera hacer.
Mientras observaba a Tao ir deprisa dentro de la floresta, en dirección a su casa una vez más, Kris sabía que no había nada que pudiera hacer, pero había algo que su alfa podría. Baekhyun estaría furioso si supiera que uno de los miembros de su manada estaba sufriendo. Movería cielo y tierra para ayudar a Tao. Y si esa era la única manera en que podía protegerlo entonces que así fuera. Observó hasta que Tao desapareció entre los árboles y enseguida hizo el camino de vuelta hacia Baekhyun.
No pudo evitar apretar sus manos cuando la rabia transformó su visión en monocromática. Significaba que su lobo no estaba lejos de la superficie, esperando para atacar a cualquiera que fuera la amenaza contra Tao. Eso no era una buena señal. Al perder el control de su lobo, un montón de gente podría ser herida. El era un lobo fuerte. No tan fuerte o tan grande como era Baek, nadie era tan poderoso como Byun Baekhyun. Pero Kris era suficientemente fuerte.
—Tao está en apuros— dijo cuando estaba al lado de Baekhyun —No va a admitirlo, pero alguien está golpeándolo. Tiene hematomas por todas partes, incluyendo huellas digitales del tamaño de contusiones en torno a su garganta.
Baekhyun se endureció en indignación instantáneamente y sus ojos se volvieron oscuros como sabía qué pasaría. Baekhyun era un buen alfa y cuidaba de cada miembro de su manada. La mirada de Baek se dirigio a los árboles por donde Tao había desaparecido.
—¿Dijo quien lo estaba haciendo?
Kris enrolló su labio cuando la rabia renovada lo quemó por la mentira que había caído tan fácilmente de los labios de Tao.
—Dice que se cayó. Está mintiendo.
La cabeza de Baekhyun se volvió con una mirada profunda de alfa tan penetrante que lo perforó. —¿Estás seguro de que está mintiendo? Podrías estar viendo algo que no existe.
—Yo sé lo que vi Baek— estalló. —Alguien está lastimando a Tao y si no vas a hacer nada sobre eso, yo voy a hacerlo.
—Kris cálmate. Perder el control de tu lobo no va a ayudar a Tao.
Dio un suspiro e hizo todo lo que pudo por calmarse. No tenía opción. Baekhyun estaba usando su voz de alfa, algo que cada miembro de la manada estaba obligado a obedecer. No era que Baek usara mucho esa voz de alfa en él, de hecho nunca lo hacía. Probablemente podía contar todas las veces, con una mano. Pero si Baekhyun sintió la necesidad usar esa voz de autoridad, sabía que realmente parecía que estaba a punto de perder el control de su lobo.
—Mis disculpas, Baekhyun. Mi preocupación por Tao está afectándome.
—Lo sé mi amigo.— Baekhyun sonrió cuando palmeó sobre su musculoso brazo. —Yo necesito quedarme aquí y vigilar la manada en caso de que sea algo más qué sobre Tao y ambos sabemos que Chanyeol no va a alejarse de mí.
Todo el mundo sabía eso. Yeol consideraba su primer deber cuidar de Baekhyun. La manada y todos los otros venían después del pequeño alfa. A pesar del hecho de que Baek podía limpiar el piso con cualquiera de ellos, Chanyeol era muy protector con su compañero.
—Tú ve, descubre lo que puedas y me informas inmediatamente. Si descubres quién está haciendo eso, no lo enfrentes sin contarme a mí primero, a menos que tu vida o la de Tao estén en peligro. Quiero saber con qué estamos tratando antes de atacar.
Kris frunció el ceño cuando consideró las palabras Baek. Había estado tan preocupado por Tao que nunca pensó que hubiera algo más pasando además que solo alguien maltratando a un miembro de la manada.
—¿Piensas que alguien está invadiendo nuestro territorio?
Baekhyun parecía pensativo, frunciendo el ceño por un momento antes de balancear la cabeza. —No, realmente no. No creo que Tao mintiera sobre alguien intentando dañar a la manada entera. El nos avisaría si la manada estuviera en peligro. Creo que es sólo sobre él. Pero nunca está de más tener cuidado.
No parecía haber nada más que decir. Kris asintió respetuosamente hacia Baekhyun.
—Quédate cerca de Chanyeol. Yo volveré.
—Llámame si me necesitas, Kris.
Asintió de nuevo, entonces comenzó a atravesar el parque en dirección a la misma línea de árboles por la que Tao se había ido. No tomó las palabras de Baek como un ataque contra sus habilidades, sino como una forma de hacerle saber que era un miembro vital de la manada. Baekhyun sabía que podía cuidarse a sí mismo, probablemente más que cualquiera. Ellos estuvieron luchando lado a lado por más de un siglo. Baek estaba completamente consciente del hecho que Kris era un luchador peligroso y letal cuando necesitaba serlo.
A pesar del hecho de que Baekhyun era un lobo más fuerte y más poderoso, Kris generalmente asumía cualquier adversario que fuera contra él. Tan fuerte como su lobo era, era difícil para Baekhyun controlarlo. En una lucha, su lobo iba sin piedad. Era más fácil para ambos si Kris actuaba como los músculos la mayor parte del tiempo.
Hizo su camino a través de la densa floresta hasta la casa de Tao desde el parque de la manada. Al aproximarse a la casa disminuyó la velocidad y estudió el área circundante, por señales de intrusos. Parte de él esperaba que sólo fuese algo que le estuviera pasando a Tao y otra parte esperaba que fuese un ataque total de la manada. De cualquier forma, Tao estaba siendo herido.
La opción número uno no le dejaba mucho contra en quien tirar su rabia. La opción número dos lo colocaba en posición de tener que proteger a toda su manada entera, y eso significaba que él podría dejar la cólera manos de su lobo.
La pequeña casa de madera estaba entre los árboles no muy lejos del margen del lago. Debido al uso de madera natural, el exterior del edificio, quedaba bien escondido entre el follaje. No parecía haber nada fuera de lugar, pero Kris no podía tener esa certeza.
Nunca había tenido la oportunidad de visitar la casa de Tao antes. No sabía lo que estaba o no estaba fuera de lugar. Aun así, no olía nada fuera de lo normal en el aire, cuando levantó la nariz y olió. Había un ligero aroma que era vagamente familiar, pero no levantó sospechas para Kris. Sólo podía suponer que era el aroma de otro miembro de la manada. De lo contrario, su lobo estaría mordiendo y arañando para salir y proteger el territorio de la manada.
Kris podía percibir el perfume de Tao, aunque sabía que el menor había pasado recientemente por ese camino. Cuanto más cerca de la casa de estaba, más fuerte se tornó el perfume de miedo de Tao. Kris siguió el pútrido aroma a través de la puerta del frente, frunciendo el ceño con furia fría a cada paso que daba. Tao estaba aterrorizado. Podía percibir el olor.
Se debatía entre romper o no la puerta del frente, pero un pequeño gemido desde adentro decidió por él. Movió la manija de la puerta, empujando su cuerpo contra la madera pesada cuando la puerta no se abrió inmediatamente. La puerta se abrió bajo su peso y tropezó dentro. Le llevó dos segundos inspeccionar la sala y ver todo dentro, demoró un segundo para perder el control de su lobo, cuando vio una forma ensangrentada encogida en el piso, cerca de la sala de estar. Gruño cuando dio voz a la rabia rasgándolo por dentro. Su grito fue tan alto que las ventanas estremecieron. A pesar de la distancia, sabía que su alfa la escucharía y vendría en su auxilio. Kris no sintió que sus pies se movieron hasta que se vio al lado del lobo herido.
El gemido que salió del lobo de Tao cuando se arrodilló a su lado rasgó el alma de Kris. Tao estaba herido, y estaba aterrorizado. Ni siquiera su lobo tenía certeza de si podía confiar en él. Pudo verlo en la mirada que el lobo le dio.
—No voy a lastimarte Tao— dijo con tanta calma como pudo. Sus ojos se movieron para identificar una gruesa madera saliendo de su costado.
Lentamente extendió la mano, sus ojos deslizándose de la madera al rostro del chico de ojeras —Tengo que quitarte la estaca para que puedas cambiar y curarte.
El corazón de Kris latió fuertemente cuando pasó los dedos alrededor de la punta de la madera. Colocó la otra mano en el costado de Tao, apretando los dedos en el pelaje suave del lobo marrón. Sus cejas se unieron en una expresión angustiada cuando tomó la estaca y la arrancó fuera. Tao gimió, pero no se movió. Era una prueba de qué tan herido estaba realmente, y eso hizo que su corazón doliera. Si Tao hubiera estado apenas con un poco de dolor, habría cambiado de inmediato para iniciar el proceso de curacion. Solamente los lobos que estaban gravemente heridos se quedaban en forma de lobo. Era necesaria mucha energía para cambiar y un lobo herido necesitaba de toda esa energía para curarse.
—Tengo que parar el sangrado.— esperaba que Tao estuviera en algún lugar dentro de los ojos salvajes que miraban hacia él.
La herida que causó la estaca sangraba profusamentey el sangrado tenía que ser detenido antes de que empeorara. No sabía qué otras lesiones tendría, pero esa era la que le preocupaba en ese momento. Rápidamente se quitó sus ropas, entonces cambió a su forma de lobo. Comenzó a lamer la herida, limpiando la sangre y después trabajando directamente en el corte irregular hecho por la madera hasta que empezó a cerrarse.
Los cambiaformas lobo tenían un bálsamo curativo en su saliva, que ayudaba con la sanación. Kris solo esperaba ser capaz de curar lo suficiente a Tao para que pudiese cambiar de vuelta a su forma humana, y después continuar la cura a partir de allí. Continuó lamiendo el cuerpo peludo de Tao con su larga lengua. Encontró otra pequeña herida más arriba en su cuerpo, cerca de su hombro. Además de eso, había varios arañazos profundos y laceraciones. Cada marca hacía su rabia crecer hasta que apenas podía mantenerla bajo control.
Una vez seguro que había lamido todas las heridas en el cuerpo de Tao, cambió de vuelta a su forma humana y se vistió. Rápidamente revisó alrededor hasta que sus ojos encontraron un cobertor doblado detrás del sofá. Lo tomó y lo extendió sobre el cuerpo del lobo.
—Te tengo cachorro— dijo suavemente cuando Tao se lamentó. Levantó al lobo en sus brazos y se aseguró el pequeño paquete cerca del pecho. —Estás seguro ahora. Nadie va a lastimarte, mientras yo esté cerca.
Escuchó la puerta del frente comenzar a abrirse. Se puso rigído y apretó a Tao contra su pecho, un bajo gruñido salió de su garganta hasta que vio a Baekhyun y Chanyeol pasando por la puerta. Esperó que la rabia disminuyera en presencia de su alfa, pero para su sorpresa, eso no sucedió.
Cuando Baekhyun avanzó, no pudo reprimir el pequeño gruñido que escapó de sus labios. No estaba seguro de quién estaba más sorprendido, si él oBaek. Nunca le habia gruñido a su alfa antes, no con rabia de verdad. Eso era exactamente lo que estaba sintiendo, rabia. Estaba furioso de que alguien se atrevió a su colocar una mano en alguien tan dulce y gentil como Tao.
Él debería ser uno de los miembros más protegidos de la manada. En vez de eso, alguien había sido autorizado a abusar de él de formas que apenas quería contemplar. Había visto las heridas, hematomas y moretones de dientes que habían lastimado la perfecta piel del hombre pálido. Parecía que alguien había usado el cuerpo de Tao como un juguete, saco de boxeo, y… ¡No! no quería pensar sobre qué más le habían hecho. No quería pensar en eso aunque inconscientemente, reconoció que había pasado.
Tendria que luchar con la rabia, cuando estuviera sólo, en algún lugar en el que Tao no pudiese ver su reacción. No lo necesitaba.
—¿Está vivo?— preguntó Baekhyun con los ojos en el cobertor que cubria al lobo en sus brazos.
—Apenas— gruño. Asintio con la cabeza en dirección a la estaca que había tirado después de sacarla del costado de Tao —Quien hizo eso, intentó matarlo, Baek. Descubrí la estaca clavada en su costado y es solo una de sus heridas.
Sintió algo próximo al pesar en su garganta cuando miró hacia el lobo que aseguraba contra su pecho. Eso era su culpa, tan cierto como si hubiera dado el golpe él mismo. Tao necesitaba de alguien para cuidarlo y mantenerlo seguro, y Kris lo había alejado pensando solamente en su libertad. Él podría muy bien haber colocado a Tao directamente en el camino de su agresor.
—Fue atacado Baekhyun— susurró cuando las palabras apenas le salían. Tao estaba despierto. Podía sentirlo en la rigidez de su cuerpo. No se estaba moviendo ni haciendo cualquier sonido. No sabía si era por el dolor o porque los otros estaban en la sala. Sólo sabía que necesitaba llevar a Tao a un lugar seguro. —Voy a llevarlo para la casa y cuidar de él.
—¿Por qué no me dejas hacerlo mientras tú y Chanyeol vigilan por aquí?— Baekhyun extendió los brazos mientras caminaba hacia Kris y Tao.
Y dos cosas pasaron al mismo tiempo.
Kris solto un bajo gruñido cuando sus brazos se apretaron alrededor de Tao negándose a dejarlo al cuidado del hombre aunque fuera su mismo alfa. La segunda cosa que sucedió fue una que quebró la última contención dentro de él. Tao cambió. No fue en un abrir y cerrar de ojos como estaba acostumbrado a ver, era una cosa dolorosa de asistir. El lobo de Tao aullaba de angustia mientras la piel de su cuerpo comenzó a ondular y regenerarse hasta que una piel firme y lisa fue revelada. Hubo un estallido de huesos mientras se remodelaban. De repente se vio asegurando a un hombre desnudo en el cobertor en lugar de un lobo peludo. Su agarre sobre Tao casi falló cuando un rostro manchado de lágrimas apareció frente a él, y unos ojos grises llenos de dolor le imploraban silenciosamente no dejarlo ir.
—Voy a llevarlo— dijo con una voz tan feroz que hasta él mismo se sorprendió.
—Está bien Kris— dijo Baekhyun lentamente mientras retrocedía. —Chanyeol y yo vamos a quedarnos aquí y ver qué podemos descubrir. Si Tao quiere hablar, entonces, quiero saber quién hizo esto. Necesito saber si está en peligro la manada.
Kris tragó en seco y asintió, aunque no fue capaz de alejar la mirada del rostro de Tao. —Hablaré con él.