Al entrar Yuri y Seo al departamento, vieron una maleta a lado de la entrada, era evidente que pertenecía a Tiffany. La pelirroja al escuchar su llegada, salió a su encuentro.
-¿Tiff? –Preguntó la morena algo confundida, volteando a ver a su amiga
-Me voy Yul –Dijo serenamente
-No tienes por qué irte, yo no he pedido que te vayas
-Lo sé y te lo agradezco, sin embargo te pedí quedarme sólo una noche y es justo que ahora me vaya –Dijo mirando a ambas
-Pero puedes quedarte todo el tiempo que sea necesario –Sonrió condescendiente
-Lo sé Yul, y te lo vuelvo a agradecer, pero ya no es necesario, voy a regresar a casa –Continuó antes de que su amiga sacara conclusiones –Taeyeon no estará allí, ella se quedará en su antiguo departamento –Explico rápidamente
-Entonces… ¿No hablaron?
-Sí…pero…
-Pero ¿Qué? –Insistió la pelinegra
-Digamos que…decidimos darle un tiempo a la relación…y el mismo tiempo es el que decidirá –Su tristeza era evidente –Hasta luego Yul, y gracias –Se despidió con un beso en la mejilla –Bye Seo, fue un gusto conocerte –Sonrió a la azabache
-Ciao Tiffany –Vio cómo la pelirroja tomaba su maleta y se iba –Al parecer no arreglaron mucho las cosas –Volteó a ver a su hermana
-No, al parecer no –Dijo pensativa
-Mmm…ya verás que pronto se arreglarán
-Eso espero –Contestó aun algo distraída
-En fin…ahora tú me vas a decir: ¿Qué te traes con la vecina? –Preguntó de repente
-¿Qué? ¿Con Jessica? –Era obvio su nerviosismo
-Claro que con ella, ¿Con quién más?
-Bueno yo…ella…nada, sólo somos amigas
-¡Aja! Y yo soy Katy Perry –Soltó molesta
-¿Ah? –Dijo sin entender
-¡Ay! Nada, que yo no me trago ese cuento de que son sólo amigas. Mira, para empezar; te cocina, pone ojos de borreguito a medio morir cada que habla contigo, al estar cerca tuyo tiembla cual gelatina, además tartamudea y…
-¡Wow! ¿Todo eso notaste con sólo estar un par de horas con nosotras? –Pregunto incrédula
-Por algo soy psicóloga –Fingió aires de grandeza
-Aun no hermanita –Movió su dedo índice en desaprobación –Aun te falta un año
-Como sea, es evidente que le gustas y ella a ti, vamos Yul, dime ¿Qué pasa entre ustedes dos?
Cuando Yuri vio la determinación en los ojos de su hermana, sabía a la perfección que no se quedaría tan conforme al decirle que ella y Jessica eran sólo amigas, pero tampoco podía contarle la verdad. No podía contarle que se metió con Jess sabiendo que tenía una relación, que llegó a pelearse a golpes con la novia de ésta por defenderla, y lo peor de todo…que se había enamorado de ella, de una mujer que no era libre, en fin…digamos que le contaría una verdad a medias. Seo escuchaba sin hacer una sola interrupción, atenta a cada cosa que le contaba su hermana, cuando Yuri terminó por contarle todo, lo pensó unos segundos, pero inevitablemente le vino a la cabeza una pregunta que no pudo evitar hacer.
-Y si se gustan y tú ya le declaraste tu amor, ¿Por qué no son nada?
¡Ups! Yuri empezó a sudar frío, ¿Qué le diría a su hermanita? ¿Aceptaría que se había metido con una mujer con compromiso?… ¡No! ¡Eso nunca!
*Bip, bip*
¡Bendito celular! Vio el número del llamante, pidió un momento a su hermana y contestó.
¿Qué pasa Hyo?
-Podrías…venir a verme…por favor –Pidió la rubia, evidentemente mal
-Pero ¿Qué pasa? ¿Estás bien? –Se preocupó al escuchar así a su amiga
-Sí, sólo…ven ¿Sí? –Volvió a pedir
-Claro, ahora mismo –Colgó apresurada –Lo siento Seo, tengo que salir, ¿Te importa si te dejo un rato sola?
-No, para nada, ve…pero ¿Todo está bien?
-No lo sé, Hyo estaba…llorando…creo, y me pidió que vaya a verla, de verdad ¿No te importa? –Insistió
-Claro que no, ve, Hyoyeon te necesita –Comprendió la azabache
-Ok hermanita. Regreso pronto, ciao
-Ciao –Contestó viendo salir a su hermana del departamento
Yuri condujo lo más rápido que pudo al hotel donde se hospedaba su amiga, al llegar, subió al piso en el que se encontraba la habitación, llamó unas dos veces y por fin abrieron, la rubia estaba hecha un mar de lágrimas.
-Hyo, ¿Qué pasa? –Entró al lugar, abrazando a su amiga –Ven –Se sentaron en un sofá, frente al ventanal que dejaba ver una bella imagen de aquella ciudad
-Sooyoung cortó conmigo –Por fin habló
Flash Back ON
-Hyoyeon, te cité aquí porque quiero hablar contigo –Se encontraban en la casa de la azabache
-Dime, ¿Qué pasa? –La rubia estaba temiendo lo que ya sospechaba un par de días atrás
-Hyo, yo…estos días contigo han sido geniales…pero –Y con esas palabras sus sospechas fueron concretadas
-No, no sigas, ya sé a dónde va todo esto –Sonrió amargamente –Quieres terminar conmigo
Soo se sorprendió al oír aquellas palabras, la rubia descubrió sus intenciones…muy fácil.
-Co…cómo lo…
-¿Cómo lo supe? –Terminó por ella –Fácil, siempre supe que tú no me querías de la forma que yo a ti, tú sólo me veías como una amiga… ¿Y cuándo lo supe? Aún más fácil, cuando conocí a Sunny aquel día en el restaurante –Explicó simple
-Pero ese día tú y yo nos…
-Así es…y por eso lo hice, por eso te hice esa invitación en un acto desesperado de que te dieras cuenta que yo quería ser algo más que una amiga, ese día, al ver como miraste a Sunny y luego a la chica que la acompañaba, comprendí todo –Hizo una pausa caminando hacía la terraza que se encontraba cerca de la sala –Tú estás locamente enamorada de ella, ¿No es así?
-Yo…yo –La azabache no sabía qué decir, al parecer la rubia supo desde un principio de sus sentimientos hacía Sunny. O la chica era muy suspicaz, o ella era muy obvia
-No es necesario que contestes, ya sé la respuesta –Dijo al notar la consternación de Soo –Y luego, aquel día –Continuó –Cuando fui a buscarte a tu oficina, fue para decirte que no pasaba nada, que yo entendía que no quisieras verme más y no precisamente porque haya hecho algo malo, sino porque sabía perfectamente lo que sentías por Sunny…pero tú, de pronto me pediste que saliéramos formalmente y aunque mi mente me decía que no, que era mala idea, que sólo me utilizarías para tratar de olvidarte de ella, acepté…acepté creyendo que podía hacer que la olvidaras y que empezaras a quererme a mí, pero no fue así. Y claro, a todo eso agrégale que cuando estabas conmigo siempre te encontrabas distraída, como pensando en algo, o más bien en alguien – Volteó a verla –Y ahora que me citas aquí empezando con el clásico: “estos días que he pasado contigo han sido geniales”, bueno…era más que obvio que terminarías conmigo –Sonrió amargamente
-Yo…lo siento –Fue lo único que atinó a decir –No quise lastimarte
-No tienes que disculparte, aquí la única que se engañó sola fui yo…yo al creer que podía hacer que me quisieras como a ella –Acarició el rostro de la joven –Adiós Soo, cuídate y…se feliz –Salió del lugar, soltando todas las lágrimas que retuvo desde que escuchó las palabras de la azabache
Flash Back OFF.
-Lo siento Hyo –No dejaba de abrazar a su amiga –Pero creo que estuvo mal que te aferraras a una relación a la cual tu sabías perfectamente que en cualquier momento sufrirías
-Lo sé, pero creí que tal vez si lo intentaba…lo podría lograr
De nuevo el celular de Yuri comenzó a sonar, no reconoció el número, pero aun así decidió contestar.
-Sí, ¿Diga?
-Buenas noches señorita, disculpe la molestia, pero la llamó para ver si podría venir por la señorita Taeyeon, ella…
-¿Qué le pasa a Tae? ¿Está bien? –Se preocupó
-Sí señorita, no se altere. Lo que pasa es que la señorita Taeyeon vino al bar a tomar unos tragos, pero tomó tanto que ha quedado inconsciente, la mandaría a su casa en un taxi pero no creo que sea seguro. Llamé al primer número que aparecía en la lista de contactos, una tal Fanny, pero no contestó, así que decidí llamar al número con quién tuvo la última llamada y ha sido éste –Explicó lo más rápido que pudo
-Ok, entonces dígame dónde se encuentra ese bar y ahí estaré
-Sí, claro –Dio la dirección
-Ya lo tengo, muchas gracias, ahora mismo voy para allá –Colgó, volteando a ver a Hyo –Taeyeon tomó en un bar hasta quedar inconsciente, tengo que ir por ella
-¿Cómo? ¿Por qué?
-Por qué más, por Tiffany –Explicó simple
-Claro, por lo que pasó con su compañera de trabajo, ¿No?
-Sí. Lo siento Hyo, pero me tengo que ir
-Espera –Detuvo la salida de su amiga –Voy contigo –Tomó su chaqueta y alcanzó a Yul
-Pero Hyo, tú…
-Yo estoy mejor –Sonrió nostálgica –Ahora la que nos necesita es Tae
Pronto, ambas subieron al auto de Yuri, ésta condujo lo más rápido que pudo y por fin llegaron a dicho lugar. Al entrar, se acercaron a la barra.
-Disculpe, vengo a buscar a una amiga y…
-Oh claro –Interrumpió –Usted debe ser la mujer con la que hablé por teléfono, ¿No es así?
-Sí, dime ¿Dónde está Taeyeon?
-Al otro lado de la barra –Señaló el hombre
Las dos caminaron hacia el lugar indicado, y ahí estaba la rubia, efectivamente inconsciente, sentada en un banco, con la cabeza y brazos recostados en la barra. El joven volvió a acercarse a ellas.
-¿Desde qué hora está aquí? –Preguntó la pelinegra, volteando a ver al chico
-Desde la tarde, al principio no me extrañó, pues todos los viernes viene con algunos colegas a tomar unos tragos, pero al pasar las horas, nadie más llegó. Después de unos cuantos tragos, pidió la botella entera de whisky, luego una de soju y por último una de vodka –Señaló dichas botellas –Se las tomó todas
-Ya veo –La rubia miró las botellas completamente vacías –Gracias por todo –Volteó a mirar al tipo
-No es nada, la verdad es que la señorita Taeyeon es muy buena persona. No sé por qué tomo así, sólo espero que sea lo que sea que esté pasando en su vida…se arregle –Y con eso, el hombre se retiró
-Vamos Tae, despierta –La pelinegra movía a su amiga
-No creo que despierte, ha tomado demasiado –Comentó Hyoyeon, pero en ese momento la chica despertó evidentemente tomada
-¡Hyo! –Cantó alegre al ver a su amiga –No sabes las ganas que tenía de verte –Se levantó para abrazarla, pero terminó colgándose de ella para mantenerse en pie
-A mí también me da gusto verte Tae –Sostuvo a la rubia más baja que ella –Aunque me hubiera gustado verte en otras condiciones –Susurró
-Bueno, vamos –Yuri ayudó a Hyoyeon
-Espera Yul, tal vez hay que pagar la cuenta, no sabemos si Tae pagó –Dijo mientras la enana seguía balbuceando cosas sin sentido
-Tienes razón –Se acercaron de nuevo a aquel chico
-Disculpa… ¿Hay que pagar algo?
-¿Eh?...oh no, alguien más ya lo hizo
-¿En serio? –Dijeron en unisonó, excepto la borracha
-Sí, cuando la señorita Taeyeon llevaba aquí como unas tres horas, una joven alta de pelo castaño trató de llevársela, pero la señorita no quiso –Señaló a la rubia –Entonces la mujer se acercó a mí, pagó los tragos y las botellas, y me pidió que no le sirviera más, después de eso se fue –Explicó
-¿Y no te dijo su nombre? ¿Nada? –Volvió a preguntar la pelinegra
-No, pero cuando hablaba son la señorita Taeyeon, ésta pronuncio su nombre, era…mmm –Trataba de recordar –Min…Minha, sí, eso…Minha
-Entiendo –Contestó la morena –De nuevo gracias –Y ambas salieron prácticamente cargando a la rubia, la subieron a la parte trasera del auto y luego subieron ellas
-¿Y ahora qué hacemos? –Preguntó Hyoyeon
-No sé
-¿Y si llamamos a Tiffany? –Volvió a preguntar
-Eso no es muy buena idea que digamos
-Sí, tienes razón, pero no sabemos dónde vive ahora
-Lo sé –Pensó por un rato –Creo que se quedará conmigo –Dijo resignada
-No, eso tampoco es buena idea, Seo está allí y ella la admira mucho, ¿No? –Su amiga asintió sin comprender del todo – ¿Y no crees que se va a desilusionar si la ve en ese estado?
-Cierto…pero ¿Entonces qué hacemos?
-Entonces llévanos a mi hotel, pasará la noche conmigo, ya mañana yo la llevo a su casa –Habló simple y resignada
-¿Estás segura?
-Sí, anda, has lo que digo
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX
Seohyun seguía preguntándose el por qué su hermana no salía con la bella castaña que tenía por vecina, si era obvio que ese par se gustaba y más que eso, su hermana estaba enamorada de aquella chica, o por lo menos eso le contó.
La azabache regresaba al departamento. Al pasar más de dos horas y media esperando a Yuri, comprendió que está no regresaría tan pronto como había dicho, así que decidió salir y hacer algunas compras de cosas que hacían falta, dobló la esquina y pronto estaba en la entrada de aquel enorme edificio, pero seguía tan sumida en su pensamientos que no notó a una castaña aproximadamente de su misma estatura, acercándose a la entrada, lo que provocó que chocaran.
-Lo siento –Dijo apenada
-Tenga más cuidado para la… –Cuando la castaña miró a la chica, se quedó un poco anonadada por la belleza de ésta –Miren nada más lo que me encontré. Estoy segura que muy pronto te tendré en mi cama, hermosa…no se preocupe, también fue mi culpa –Cambió su actitud de inmediato
-No, insisto, yo venía distraída –Se sonrojó al notar como la miraba la castaña
-Vale, que no importa, pero…no la había visto antes, es nueva en el vecindario, ¿Verdad?
-Sí, bueno algo así. La verdad es que vine a visitar a mi hermana, y…háblame de tú, que no soy tan vieja –Bromeó
-Tienes razón, lo siento –Sonrió junto a la chica –Por cierto, soy Im Yoona –Ofreció su mano a la azabache
-Mucho gusto Yoona, yo soy Seohyun
-¿Seohyun a secas? –Bromeó
-No, claro que no –Rió con gracia y elegancia –Soy Kwon, Kwon Seohyun –Respondió, tomando gustosa la mano de Yoona
-¿Kwon? –Se sorprendió –Entonces la hermana a la que viniste a visitar es…
-Exacto Im –Una voz habló de tras de ella –Así que aleja tu asquerosa mano de la de mi hermana
-Yuri –Con algo de extrañeza, Seo vio a su hermana a espaldas de Yoona – ¿Se conocen?
-Sí, yo soy…su vecina –Contestó la castaña por ambas
-Ya veo, entonces tú vives en el 304 –Dijo la azabache
-No, vivo en el 302 con mi novia –Y eso fue lo que Yuri no hubiera querido que su hermana escuchara…nunca
-¿Cómo? En el 302 vive Jessica, ¿No? –Volteó a ver a la pelinegra, quien empezaba a sudar frío
-Espera, ¿Conoces a Sica?
-Sí, hoy nos la encontramos Yuri y yo en el centro comercial junto a su hermana –Decía sin quitarle la mirada de encima a la morena
-Oh, entiendo…sí, yo vivo con Jessica, ella es mi novia –Y eso fue la gota que derramó el vaso
Yuri veía a su hermana abrir los ojos como platos al escuchar las palabras de Yoona, luego la azabache volteó a verla a ella, fulminándola con la mirada.
-Seo, déjame explicarte, yo…
-No necesito que me expliques ¡Nada! –Entró corriendo al edificio, dejando confundida a la castaña
-¡Seo, espera! –Gritó la pelinegra, pero antes de entrar, volteó hacia Yoona –Aléjate de ella Im, ¿Entendiste? –La amenazó, y sin dejarla contestar, entró
La castaña no dijo nada al escucharla, procesó todo por un momento y cuando al fin perdió de vista a ambas, empezó a sonreír.
-¡Touche, Kwon Yuri! Ahora sé cómo me las vas a pagar. Y de paso…me divertiré un poco –Sin más, entró al lugar