Yuri y Jessica regresaban al edificio, platicaban de cosas sin importancia, hasta que de pronto un pelinegro se detuvo frente a ellas.
-Hola Yuri –Saludó el chico ignorando por completo a la castaña, y dando un beso en la mejilla a la morena
-Ho…hola Wooyoung, ¿Qué haces por aquí? –Habló torpe por la acción del joven
-Vine a dar una consulta a domicilio –Eso significaba haberse escapado de sus horas de trabajo para ir a revolcarse con alguna tipa, claro que de esto nadie sabía, excepto…Tae
-Ya veo…mira, te presento a Jessica Jung. Jess te presento a Wooyoung Jang, un amigo y colega de Taeyeon
-Mucho gusto –Contestaron al unisonó con una sonrisa hipócrita, ese par no se cayó nada bien
-Pero…creo que ya nos conocemos –Dijo la castaña
-Creo que sí, nos hemos visto un par de veces en el hospital –Explicó él, a lo que Jessica asintió –Como sea…Yul, quería ver si aceptas salir de nuevo conmigo, ¿Qué dices? –Preguntó guiñándole el ojo a la pelinegra, lo que provocó la molestia de la castaña
Yuri respiró profundo, sabía que era hora de ser sincera con aquel hombre y decirle que a ella no le interesaba para nada.
-Wooyoung, yo… –Tomó del brazo al chico, alejándose un poco de Jessica –No puedo seguir aceptando tus invitaciones
-Pero… ¿Por qué? ¿Acaso hice algo mal? ¿Te incomodé, te ofendí?
-No, nada de eso…mira, se perfectamente que intenciones tienes al hacerme todas esas invitaciones…y la verdad yo no estoy interesada en ti –Al fin lo dijo –Además…
-Además ¿Qué? –Preguntó molesto, era la primera vez en su vida que una mujer lo estaba rechazando
-Además tiene novia –Contesto la castaña acercándose, al parecer estuvo pendiente de la charla todo el tiempo –Ahora si nos permites –Entrelazó su mano con la de Yul y sin siquiera dejarlo contestar, jaló a la morena consigo, dejando al pelinegro con cara de pocos amigos
-¡Ciao Woo! –Fue todo lo que pudo decir Yuri antes de perderse de vista de aquel tipo
-¿Woo? ¿¡Woo!?...Vaya confiancitas –Jessica estaba furiosa
Ya estando lejos del lugar donde se encontraron con el pelinegro, Yuri decidió preguntarle a la castaña por qué su actitud tan “agresiva” con aquel chico.
-Jess
-¿Mmm? –Apenas musitó, aun tomada de la mano de la pelinegra
-¿Por qué le dijiste eso a Woo?
-Porque…no quería que te molestara más, al parecer quería insistir con eso de que salieras con él –Se trató de justificar…aunque fallando en el intento
-Bueno…sí, pero Woo es buena persona y…
-Woo, Woo, Woo, ¡Basta! Se llama Wooyoung –Era un hecho, estaba furiosa
-Pero por qué te pones…espera, acaso tú…no, debo estar mal, o… ¿Sí?
-¿Qué? –Seguía en la misma actitud
-¡Oh por Dios! Estás celosa
-¿Yo celosa?...Claro que no
-Claro que sí, no lo niegues –Sonreía sínica –Da igual, no tienes por qué estarlo, yo…
-Ya te dije que no estoy celosa –Insistió con la mentira
-Vale, está bien
Yuri no dejaba de ver a Jessica, que seguía con el ceño fruncido. La pelinegra estaba más que divertida con la situación, sabía que la castaña estaba celosa, y no descansaría hasta que lo aceptara. Siguieron caminado aun tomadas de la mano, cuando de pronto a Yuri se le ocurrió algo para que Jessica aceptara sus celos.
-¿Sabes?… Ahora que lo pienso, debí haber aceptado la invitación de Woo –Dijo en el tono más creíble que pudo
-¿¡Qué!? –La castaña por su parte, se enojaba cada vez más
-Sí. Él es el tipo ideal: inteligente, exitoso, guapo… ¡Ah! Y además divertido –Trataba de no reír al ver la cara de pocos amigos que tenía su acompañante –Sí, definitivamente es el ideal, al llegar a casa lo llamaré para decirle que acepto su invitación
-¡NO!
-¿Por qué no? –Fingía inocencia
-Porque eres ¡MÍA! –Gritó sin pensar
-¿¡Qué!? –Preguntó emocionada y confundida. Lo que empezó como una broma por parte de la morena, se estaba tornando serio
-Yo…Yo… –Su cara parecía un jitomate. No sabía qué contestar, pero es que de sólo imaginarse a Yuri con ese tipo…no, eso sí que no –Yo…es que tú
-No digas más –La tomó por la cintura y la besó. Se quedaron así por un buen rato, el beso era tierno, dulce, delicado, pero con necesidad y un toque de pasión. Se separaron debido a la falta de oxígeno, el bendito oxígeno –Eso quiere decir ¿Qué ya sabes lo que sientes por mí? –Sonrió hablándole al oído
-Creo que lo supe desde el momento en que te vi, sólo…era cuestión de aceptarlo –Le devolvió la sonrisa
-Entonces… ¿Aceptas que estabas celosa? –Volvió con su juego
-OK, tú ganas, estaba celosa –Suspiró resignada
-¡Lo sabía! –Sonrió triunfante –Pero… –Su rostro se tornó serio – ¿Qué pasará con Yoona?
La castaña no pudo evitar preocuparse al escuchar aquella pregunta, lo pensó unos segundos y después miró a los ojos a la morena.
-Creo que es obvio lo que sentimos ambas –Sonrió –Y también que queremos estar juntas, ¿No? –Yuri asintió –Entonces te pido tiempo –La pelinegra lo meditó y ladeó un poco la cabeza tratando de entender, pues la idea no le gustaba del todo –No me mires así…y no lo malinterpretes, pero entiende, tengo una relación con Yoona de años…y no sería justo para ella que yo terminara la relación así de la nada
-¿Justo? –Habló con ironía – ¿Justo es todo lo que ella te ha hecho?
-Ella… –Sabía que Yuri tenía razón, cómo ser justa con una persona que no lo ha sido contigo –Yo…
-No dices nada porque sabes que tengo razón
-Yul, escúchame, sé que te duele el no poder estar conmigo, y a mí también, pero sólo te pido que me des tiempo para decirle lo que está sucediendo –Tomó el rostro de la joven con ambas manos –Por favor, sólo te pido eso
-¿Y crees que diciéndoselo de cierta manera, va a reaccionar diferente? –Apartó las manos de la castaña de su cara –Jessica, se realista. Sea cual sea la manera en que se lo digas, reaccionará mal…y reaccionará aun peor cuando se entere que yo soy la causa de su separación
-Tal vez tengas razón…sin embargo, te lo pido de nuevo…dame tiempo
-Quieres tiempo ¿Para decirle lo que pasa o porque no encuentras la manera de decirme a mí que nunca la vas a dejar? –Preguntó con cierto rencor
-¿Qué?... ¿De qué hablas?
-Lo que escuchaste, ¡Anda Jessica! Dilo –Empezó a alterarse –Di que soy un juguete para ti, que soy una diversión, algo que le da adrenalina y aventura a tu relación, di que no te importo y que lo nuestro es sólo un juego, anda, ¡DILO! –Al parecer el subconsciente de Yuri había hablado por ella…desahogándose de esa manera
-¿De verdad crees eso? –Se acercó de nuevo, tomó la mano de la pelinegra y la puso en su propio pecho – ¿Lo sientes? Él no latía así desde hace mucho tiempo…Yul, ¿No te das cuenta? Yo realmente siento algo muy fuerte por ti, y no voy a descansar hasta estar a tu lado –Con su mano libre acarició el rostro de la chica –Y si es necesario que lo diga con todas sus letras, lo haré…te amo, TE AMO KWON YURI –Gritó a todo pulmón
Y eso fue más que suficiente para calmar los tontos pensamientos de la morena. Sonrió, era una tonta al creer que la castaña tomaba a juego lo que tenían. Ambas volvieron a sonreír.
-Si supieras lo difícil que es para mí saber que todos los días estás con ella y que en las noches duermes a su lado y no conmigo, yo…
-Si te hace sentir mejor, desde el día que le conté lo que pasó entre nosotras, no ha hecho ni siquiera el intento de acercarse, no hay besos, abrazos, caricias, mucho menos intimidad…y por mí está mucho mejor así
-En ese caso te daré todo el tiempo que necesites –Bromeó
-¿Tanto te mortifica que esté con ella? –Rió por lo bajo
-Sí –Aceptó avergonzada –Pero no por eso creas que no reconozco mi error –Decía seria
-¿Error?
-Sí. Sé que no hice bien en entrometerme en tu relación, provocar todo esto…si yo no hubiera llegado, simplemente no estarías a punto de separarte de ella –Era evidente que sentía culpa
-No, te equivocas. Mi relación con Yoona ya estaba muy deteriorada mucho antes de conocerte a ti, pero si crees que fue un error, entonces…bendito error que llegó a mí –Volvió a besarla
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-No estás hablando en serio, ¿Verdad Yoona?
-¿Por qué no? Ella se metió con mi novia, yo me meteré con su hermana –Sonrió y contestó simple –Diente por diente, amiga mía –Era completamente sínica
-Por favor piensa lo que vas a hacer, date cuenta, esa chica no tiene por qué pagar el error de su hermana –Subió un poco su tono de voz
-Qué pena, pero eso le pasa por el simple hecho de ser hermana de Kwon, de verdad lo siento porque se nota que es una buena chica, pero…ni modo, en la guerra y en el amor todo se vale
-En serio me niego a creer hasta dónde puede llegar tu sed de venganza –Dijo con tristeza al escuchar a su amiga – ¿Por qué no te desquitas directamente con ella? ¿Por qué no eres lo suficientemente valiente para enfrentarla cara a cara? ¿¡Por qué eres tan cobarde!? –Era obvio que Sooyoung no estaba de acuerdo con la castaña
-No es cuestión de cobardía o valentía –Seguía demasiado tranquila –Es cuestión de darle donde más le duele, y si su hermanita es su talón de Aquiles, no hay más que decir, ¿O sí? –Sonrió de nuevo con malicia, sin embargo pronto volvió a su postura –Kwon se metió con lo que más amo y eso no se lo voy a perdonar nunca… ¡Nunca! –Golpeó el escritorio con su puño
-¡Ja! –Rió con ironía –Amar…claro, la amas tanto que la maltratas, golpeas, humillas… ¡Ah! Y por supuesto la engañas con cuanta mujer se te pone en frente –Rió una vez más del mismo modo –Si para ti eso es amar, entonces ¡Vaya que la amas!
-¡TÚ NO ENTIENDES! –Se levantó de su asiento
-¡NO! ¡La que no entiende eres tú! Yo te dije una y mil veces que si no cambiabas tu forma de ser, lo único que lograrías es que Jessica se alejara de ti, o aun peor que llegara alguien que la tratara mucho mejor que tú…y por lo visto ese ALGUIEN ya llegó –Se dirigió a la salida –Yo siempre te he apoyado Yoong, pero ésta vez…no cuentes conmigo –Sin más, salió del lugar
La castaña pensaba seriamente en las palabras de su amiga, y aunque le dolía reconocerlo, sabía que tenía razón. La única culpable de todo era ella; que Jess se fijara en alguien más, que la engañara, que ya no la quisiera como antes, en fin. Sabía que el querer desquitarse con la hermana de Yuri realmente era un acto muy cobarde de su parte, pues de nuevo Soo tenía razón y Seohyun no tenía la culpa de nada, ni siquiera Kwon, ésta simplemente llegó en el momento justo cuando Jessica se estaba hartando. La cabeza le daba vueltas, no sabía qué hacer, ¿Realmente dejaría que la persona a la que alguna vez llamo el amor de su vida, se alejara de ella? ¿O lucharía por volver a enamorarla? No lo sabía, pero lo que sí sabía era que tenía que salir de aquel lugar, despejar su mente y pensar mucho mejor las cosas. Manejó por mucho tiempo hasta llegar a la carretera, cuando decidió que ya era bastante, bajó del vehículo, corrió hacia la nada, se dejó caer de rodillas y gritó con todas sus fuerzas. Al parecer la chica quería sacar todas sus frustraciones, enojos y resentimientos en aquel grito. Comenzó a llorar, enterraba sus manos en la hierba y la arrancaba con furia, volvió a gritar y por dentro agradecía que al rededor no hubiera absolutamente nada o cualquier persona que la viera creería que estaba loca. Seguía llorando amargamente, aunque de un momento a otro una brisa removió su cabello e hizo contacto con su rostro, simulando una caricia, como si alguien tratara de consolarla, entonces una vaga imagen apareció en su mente.: Una joven madre cargaba a su hija de alrededor de tres años, sobaba su rodilla lastimada y cantaba una canción infantil para calmar a la criatura que lloraba por el dolor, aquella mujer le sonreía tiernamente y…
La imagen empezó a desvanecerse en su mente y ella regresó a la realidad. Aquella imagen se le hizo un poco extraña, y aunque el rostro de aquella mujer estaba algo borroso, sabía que lo había visto antes, pero… ¿Dónde? Decidió volver a su auto, limpió sus lágrimas y condujo de nuevo a la ciudad. Llegando al estacionamiento del edificio donde vivía, notó que también llegaba el auto de Kwon, hizo una expresión de molestia, pero se sorprendió al ver que quien bajaba de éste, no era Yuri sino la bella Seohyun que al parecer no la vio, pues siguió su camino al edificio hasta que el sonido de un claxon la hizo voltear en su dirección. La chica al ver de quien se trataba, se acercó.
-Hola Yoona –Sonrió dulcemente
-Hola Seohyun
-¿Día difícil? –Preguntó notando la evidente frustración en el rostro de la castaña
-Algo así –Trató de sonreír –Mucho trabajo
-Me imagino…en fin, fue agradable verte de nuevo, ahora no te quito más el tiempo, de seguro vienes a comer con tu novia y…
-No –La cortó –La verdad es que salí temprano del trabajo porque me sentía un poco mal –Por qué demonios le estaba dando explicaciones –Además dudo mucho que Sica esté en casa, lo más seguro es que aun esté en la universidad –Recordó con enojo aquel día que Jessica le contó regresaría a la escuela, y aunque ella se opuso, su novia le aclaro que era un aviso, no un permiso
-¡Oh!... Entonces ¿A decidió retomar su carrera?
-Sí, pero tú cómo sab…
-Oh, claro. ¿Recuerdas que te dije que mi hermana y yo la encontramos en el centro comercial?
-Sí… –Unió los hechos antes de que Seo terminará de explicarle –Ya veo, supongo que les contó que estaba estudiando gastronomía
-Así es…pero regresando a lo de antes, ¿Te sientes muy mal? ¿Te duele algo? –Preguntó con preocupación
-¿Eh?...No, nada en especial, no te preocupes, sólo fue un poco de dolor de cabeza, eso es todo…Vamos Yoona, ¿Qué te pasa? ¿Desde cuándo le das tantas explicaciones a ésta chica? Es la hermana de Kwon…de KWON, recuérdalo –Se reprochaba –Pero dime, ¿Tú ya comiste? –La azabache negó – ¿Qué demonios haces?...Entonces sube, te invito a comer –Sonrió – ¿¡Qué!? Reacciona Yoona, no debes de comportarte así con ella, sólo vas a divertirte, nada más, no tienes por qué tener atenciones con ella
-¿De verdad?
-¡NO! –Gritó su mente –Claro, sube… ¡Por Dios! ¿Qué me pasa?...Pero es que…esos ojos, esos labios, esa voz
La azabache subió y la castaña condujo tranquilamente hasta llegar al lugar indicado. Pasaron un buen rato platicando, bromeando y Yoona por primera vez en mucho tiempo se estaba comportando, en ningún momento trató de hacer una propuesta indecorosa a la menor. Le contó de su trabajo, de cuando llegó a la ciudad con Jessica, y de su mejor amiga Sooyoung y sus conflictos amorosos. La azabache por su parte le contó a qué se debía la visita a su hermana, que su madre se casaría muy pronto y que debido a que el novio era de allí, lo más seguro es que se quedaran a vivir en el país definitivamente. Después de un buen rato, decidieron salir de aquel restaurante regresando a casa, de nuevo en aquel estacionamiento las chicas se quedaron platicando un rato más. Yoona miraba a Seohyun directamente a los ojos, se fue acercando poco a poco y ya estando a pocos centímetros de ella, la azabache la detuvo.
-Qué… ¿Qué haces?
-Nada…tranquila, sólo voy a desabrocharte el cinturón –Señaló el cinturón de seguridad
-¡Oh! –Sonrió. Ella y sus malos pensamientos, cómo fue capaz de creer que la castaña la besaría
-Perdón si te hice pensar otra cosa –Devolvió la sonrisa
-¿Ah?...No, no te preocupes, sólo…me tomó por sorpresa
Ambas descendieron del auto y tomaron el ascensor. Ya en el pasillo, frente a la puerta de Seohyun, se despidieron.
-Gracias por la invitación
-Gracias por aceptarla, fue un placer pasar tiempo contigo –Vaya que estaba siendo atenta, si fuera cualquier otra chica ya se hubiera ido dejándola con la palabra en la boca, así era ella, sólo se divertía con las mujeres, no más – Espero que algún día se vuelva a repetir
-Claro que sí…y gracias de nuevo
-Hasta luego Seo –Se acercó a ella
-Hasta luego Yoona –Cuando estaban a punto de despedirse con un beso en la mejilla, la puerta se abrió
-¿Qué crees que haces Im? –La pelinegra mataba con la mirada a la castaña
-Kwon –Sonrió sínica –Buenas tardes
-Te lo repito, ¿Qué crees que haces? –Ignoró su saludo
-Nada, simplemente me estaba despidiendo de Seo –Seguía con la misma sonrisa
-Sí Yul, no tienes por qué tratar así a Yoona, ella fue muy atenta al invitarme a comer
-¿¡Qué!? ¿Tú saliste a comer con ésta? –Señaló a la castaña
-¡Yuri! –Advirtió la azabache
-Déjala Seohyun, es normal que esté molesta, no le avisaste que saldrías conmigo –Aquella chica era excelente a la hora de actuar, en su otra vida pudo ser actriz
-No tengo por qué, ya no tengo cinco años – Molesta volteó a ver a su hermana
-Aun así tiene motivos, de seguro estaba preocupada al no saber dónde estabas, ¿No es así Yuri? –Por primera vez la llamó por su nombre, siguiendo con la misma sonrisa en su rostro
-Como sea, no tiene por qué tratarte así
-Olvídalo Seo, mejor me voy, ciao –Miró a la azabache –Hasta luego…Yuri –Vio a la morena, sonrió con malicia y entró a su departamento –Im uno, Kwon cero
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A la mañana siguiente, las hermanas Kwon corrían desesperadas por todo el departamento, se les había hecho tarde para el desayuno con su madre y su prometido.
-¡Vamos Yuri, apresúrate! –Gritó desesperada
-¡Ya voy! –Contestó desde su habitación
-Date prisa, ya sabes que mamá es muy puntual y si llegamos tarde nos mata
-Ya lo sé, sólo dame cinco minutos
-Tres
Por fin terminaron de arreglarse, subieron al auto y Yuri condujo lo más rápido que pudo. Pronto llegaron a su destino, el lugar era un pequeño pero lujoso restaurante. Fueron en busca de su madre, y al verla, ambas corrieron hacia ella.
-¡Mamá! –Yuri la abrazó fuertemente –Te extrañé tanto
-Y yo a ti cariño –Sonrió –Éste mes sin verte se me ha hecho una eternidad –Volteó a ver al hombre que la acompañaba –Cariño, ella es Yuri –Presentó a su hija –Y bueno, a Seohyun ya la conoces –El hombre saludó amablemente a ambas chicas
-Un gusto conocerte Yuri, tu madre me ha hablado mucho de ti –Sonrió
-El gusto es mío –Devolvió el saludo
-Bien, entonces tomemos asiento, pidamos algo y…
-Espera amor, yo también invité a alguien…mi hija
-¿Hija? ¿No dijiste que tenía un hijo? –Preguntó Yuri a su hermana en un susurro
-Tal vez escuché mal
-¡Oh! Es más, ahí viene –Volteó hacia a la entrada del lugar
-¡Padre! –Lo abrazó como si no hubiera mañana
-¡Princesa! –Respondió el abrazo –Mira, te presento a…
-¿¡Tiffany!? –Se escuchó al mismo tiempo a las hermanas Kwon
-¿Yul? ¿Seo?