Jessica llegó pronto a su departamento, aún no lograba salir de su asombro por lo que pasó con Yuri, la besó y fue el mejor beso que le habían dado en toda su vida, pero… ¿Por qué lo correspondió? ¿Por qué no evitó que la besara? Ni ella lo sabía, se fue directo a su recamara, se recostó en la cama y poco a poco fue cayendo en los brazos de Morfeo pero sin poder sacarse de la cabeza la imagen de aquella hermosa pelinegra, cuando despertó ya era bastante tarde, se sentó en la orilla de la cama y entonces empezó a recordar lo que vio en aquel lugar, pero…lo extraño fue que no lloró, simplemente lo recordó con algo de dolor y tristeza pero llorar…no, tal vez…sólo tal vez su amiga tenía razón…y ya no amaba a Yoona y lo que sentía por ella era miedo, lástima, lo que sea, pero amor…amor ya no. La castaña seguía ensimismada en sus pensamientos hasta que el sonar del teléfono la sacó de su mundo.
-¿Diga?
-¡Hey, Jess! ¿Cómo estás? –Reconocería esa voz en cualquier lugar
-Hola Tiff, estoy bien, gracias ¿Y tú qué haces?
-Nada, descansando
-¿Descansando? –No entendía
-Sí, Tae y yo estábamos terminando de desempacar pero después ella empezó a tontear y terminamos haciendo…
-¡Basta! No quiero saber –La castaña no la dejó terminar –Bastantes traumas tengo de cuando las sorprendí haciéndolo en tu garaje, como para que ahora quieras contarme con lujo de detalle sus intimidades –Hablaba demasiado rápido
-¡Ok, ok! Pero no te exaltes –La pelirroja soltó una leve risita al recordar el rostro de su mejor amiga cuando las encontró “jugando” aquella vez –La verdad es que el motivo de mi llamada es otro
-Tú dirás –Contesto ya más tranquila
-Bueno yo…yo…quería…basta Tae, déjame hablar –Las chicas aún se encontraban en la cama y al parecer Taeyeon quería una segunda ronda
-Dile a tu pervertida novia que te deje decirme lo que quieres y que luego siga con sus perversiones –Jess empezaba a frustrarse, pues claramente podía oír los besos que Tae le daba a su amiga y cómo ésta empezaba a estremecerse por dicho acto
-¡Hey! Yo no soy ninguna pervertida –Se pudo escuchar al otro lado de la bocina
-Jess tiene razón, primero déjame hablar con ella y después seguimos
-¡Oigan par de calenturientas! Se les olvida que sigo aquí ¿O qué? –Era un hecho, ahora sí estaba molesta
-Perdón Jess, como te decía, te llamé para invitarte a cenar mañana, ¿Qué dices?
-Mmm…no sé Tiff, la verdad es que por ahora no tengo ganas de nada, ni de salir, ni de nada
-¡Oh! Vamos, además así conocerás nuestra nueva casa, anda Jess, di que sí, ¿Sííí? –Rogaba la pelirroja
-Está bien, tú ganas –Terminó cediendo
-Ok, entonces mañana a primera hora te mando un mensaje con la nueva dirección, ¿Bien?
-De acuerdo
-Ok, bye Jess
-Bye Tiff –Sin más ánimos colgó
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Por las calles de aquella ajetreada ciudad se encontraba caminando una pequeña rubia, iba muy concentrada recordando lo que su jefa había hablado con ella…
Flash Back ON
Una Sooyoung bastante molesta entró a su oficina azotando la puerta, logrando que la rubia que se encontraba dándole la espalda, sentada frente al escritorio, se asustara por tal acción dando un pequeño brinco en su asiento.
-Diga señorita Choi, aquí estoy como me lo ordenó –Se levantó de su asiento
Soo fue hasta su escritorio y se sentó haciendo un ademan con la mano para hacer entender a su secretaría que volviera a sentarse.
-Sunny, esto te lo voy a decir una vez y sólo una vez, así que pon mucha atención –La azabache veía directamente a los ojos a su rubia preferida –Aléjate de Yoona, ella…ella no es lo que tú crees, es mi amiga pero hasta yo sé que no es la mejor persona de este mundo –Pronto la joven se levantó de su asiento y le dio la espalda a la rubia, viendo el paisaje a través del gran ventanal de su oficina –Ella sólo juega con las personas y siempre termina lastimándolas más de la cuenta
La chica no sabía qué decir, no sabía el por qué su jefa se tomaba tantas molestias por ella, al final de cuentas era muy su problema si decidía meterse con Yoona ¿O no?, pronto la joven volvió a girarse viendo a Sunny, acercándose hasta ella y sentándose a su lado
-Dime Sunny, ¿Sabías que Yoona tiene novia?
-Yo…sí…lo sabía –Sun bajo la mirada, se sentía realmente avergonzada –La he visto venir un par de veces, le trae el almuerzo o la comida a Yoo… digo, a la señorita Im
Soo se quedó muda, estaba enojada, desilusionada de la rubia, no podía creer que ella fuera como todas aquellas secretarías y demás personal de la empresa que habían tenido o querían una aventura con la castaña, trató de controlarse, de ocultar su enojo, respiró profundo y continuó.
-Sabes Sunny, cuando Yoona entró a ésta empresa, yo…yo también me enamoré de ella, sí, así como lo oyes, bueno, la verdad no era amor, más bien una atracción enorme –La rubia estaba realmente asombrada por tal confesión –Por eso no te puedo culpar de sentirte atraída por ella, Yoona podría enamorar a cualquiera, es hermosa, inteligente, elegante y digamos que profesionalmente exitosa, pero nada de eso borra lo malo que tiene, por eso…con el tiempo y al ver su actitud, aquel encanto se fue, aun así poco a poco nos hicimos buenas amigas, pero yo seguía sin comprender su actitud hacía la vida, hasta que un día me contó el motivo de su comportamiento, motivo que por respeto a nuestra amistad no te puedo contar –Tomó las manos de la rubia –El punto Sun, es que entre más lejos estés de Yoona, será mejor, créeme, si caes en su juego sólo sufrirás –Sunny le dedicó una cálida sonrisa, gesto que devolvió
-Gracias…por todo…y por tenerme la confianza suficiente para contarme esto –Abrazó a su jefa –Y también gracias por preocuparse por mí
-No tienes nada que agradecer – Soo la abrazó aún más fuerte
La rubia deshizo el abrazo, se levantó de su asiento y se dirigió a la salida, pero cuando estaba a punto de cruzar la puerta, se detuvo.
¿Por qué? –Salió la pregunta de la nada
-Porque ¿Qué? Sun
-¿Por qué preocuparse por mí de ésta manera?
-Bueno yo… –No sabía qué contestar, estaba muy nerviosa –Yo sólo quiero tu bienestar y felicidad, por eso
-De nuevo…gracias –Sun volvió a sonreír y salió por completo de aquella oficina
Flash Back OFF.
La rubia seguía pensando…si realmente esos eran los motivos de su jefa o…ella estaba…no, esperen, eso sería imposible, su jefa no podía estar enamorada de ella, una mujer como Sooyoung jamás podría fijarse en una chica como ella, digo, si Yoona estaba fuera de su alcance, su jefa…su jefa era “un imposible”, no, de seguro la rubia estaba equivocada… ¿Verdad?
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En un departamento algo desordenado y con una maleta a medio desempacar, se encontraba una morena haciendo arduamente su rutina de ejercicios, con los cuales mantenía esa bella figura digna de causar un paro cardiaco a cualquiera que la viera, y más aún con el atuendo que traía puesto: un short de color negro que dejaba ver esas hermosas y bien torneadas piernas, un top del mismo color con el cual se podía observar como subía y bajaba de manera arrítmica su busto debido al ejercicio efectuado, y también dejaba al descubierto esos grandiosos abdominales dignos de una diosa griega y a eso aumentémosle las gotas de sudor que corrían por todo su cuerpo, bueno…cualquiera caería a sus pies, sin embargo la chica estaba bastante distraída, tanto que ya había repetido su rutina 3 veces, pues su distracción era tan grande que perdía la cuenta y tenía que empezar de nuevo, pero es que simplemente no lograba sacar de su cabeza a aquella castaña, la misma que en menos de un día logró cautivarla como nadie más. La morena seguía concentrada en sus pensamientos hasta que alguien tocó el timbre de su apartamento, al abrir se encontró un rostro más que conocido para ella.
-¡Vaya! Hasta que por fin te encuentro –Una chica de estatura promedio, con el cabello rubio, pasaba al lugar con toda confianza –Te he estado llamando todo el día y tú simplemente no me contestas
-Sí, lo siento, salí a comprar algunas cosas que me hacían falta y me olvide del móvil, pero dime, ¿Qué pasa?
-Bueno, por fin tenemos fecha oficial para la conferencia –Decía la chica con singular alegría
-¡Genial! Por eso te adoro Hyo –Abrazó fuertemente a su amiga y representante –Y ¿Para cuándo?
-La próxima semana
-Ok, me parece perfecto, ¿Te quedas a cenar?
-Me estas invitando a cenar porque ¿Quieres pasar tiempo conmigo o porque quieres que cocine para ti? –Hyoyeon miraba incrédulamente a su amiga
-Ambas –Contestó simple y sonreía divertida
-Ay Yul, eres de lo peor
-Lo sé
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Yoona regresaba a casa después de un largo y muy…interesante día de trabajo, hoy había logrado besar a Sunny, y para ella de un beso a la cama sólo faltaba un pequeño paso…o eso pensaba ella, pues con todas sus aventuras sólo eso era necesario, un beso…un beso y la próxima parada era la cama de un barato motel o en la propia casa de la ingenua que caía en sus redes, aunque después de lo que sucedió con su amiga, ya no sabía si seguir con sus planes o no, aunque no lo crean a ella sí le importaba su amistad con Sooyoung, pero es que no veía por qué tanto alboroto por la rubia. Para ella, Sunny era una más como el resto de chicas con las que se había metido anteriormente, sólo basto que le dijera un par de palabras bonitas para que callera a sus pies…pero por su puesto ninguna de “esas” se le asemejaba a Jessica, no le llegaban ni a los talones…pero entonces… ¿Por qué la trataba así? Ni ella misma lo sabía…no esperen, sí lo sabía, sabía perfectamente por qué lo hacía, ella no era así en el pasado, lo reconocía, era muy diferente, pero todo cambió aquel día en el que su padre le contó la verdad, una verdad que le dolió en el alma. Sin embargo de nuevo se volvía a preguntar si dejaría en paz a Sunny y mantener su amistad con Soo o ignoraría la advertencia de ésta y haría con la rubia lo que tenía planeado desde hace mucho. Regresó a su realidad al estar frente a la puerta de su departamento, al entrar se encontró con una castaña clara frente al televisor cambiando de canal una y otra vez sin mucho afán de ver algo en realidad.
-Estoy muy cansada, sólo dame de comer y me iré a dormir –Le hablaba fríamente, bueno, eso ya era costumbre
-Hoy no tuve tiempo de cocinar así que comerás lo que halla en la nevera –Jess se levantaba de su lugar y se dirigía a la cocina sin siquiera voltear a verla
-¿Qué dices? Bueno, no cabe duda de que cada vez eres más inútil –Iba de tras de ella – ¡Mírame cuando te hablo! –Empezó a elevar la voz
Jessica seguía sin voltear a verla, abrió el refrigerador y empezó a sacar lo primero que encontraba, de pronto sintió cómo su novia la jaloneaba para que volteara a verla.
-¡Te dije que me mires! –Zangoloteaba a la castaña –Está claro, no sirves para nada
-Tienes razón, no sirvo para nada –Se zafó de su agarre y agacho la cabeza –Soy tan inútil que ni siquiera te pude retener a mi lado –Empezaba a alterarse – ¡Tan buena para nada que tuviste que refugiarte en los brazos de alguien más! –Levantó la mirada, en ella se notaba la furia que sentía y como corrían las lágrimas por su rostro –No sé en qué te falle, qué hice mal, pero lo que sí sé es que tú ya no me amas
-No…no sé de qué hablas –Fingía amnesia
-De que hoy te vi, te vi con esa mujer rubia que iba “colgada” de ti y tú…tú la besaste…como hace mucho no me besas a mí –La castaña clara estaba hecha un mar de lágrimas –Por eso…por eso creo que lo mejor es que terminemos –La última palabra la dijo casi en un susurro pero lo suficientemente alto para que su novia la escuchara
-Sica, yo…yo…lo siento mi amor, de verdad lo siento –De repente Yoona se arrodilló frente a ella, abrazándola fuertemente de las piernas y empezando a llorar –Perdóname, te juro que no volverá a pasar, esa chica no significa nada para mí, perdóname mi vida…perdóname –La castaña oscura se incorporó y tomó las manos de Jess –Te prometo que todo esto va a cambiar, yo voy a cambiar pero por favor no me dejes –Limpio las lágrimas de su novia y la empezó a besar
-No…no te creo –Decía ya no muy convencida de sí misma
-Te lo juro, cambiare
-¿Me lo prometes? –Hablaba entre beso y beso
-Te lo prometo…te amo –Lo dijo sin titubear y la volvió a besar
Y así la mejor mentirosa de todo el mundo volvió a convencer a su novia de que todo cambiaría, llevándola a su alcoba y haciéndole el amor como hace mucho no lo hacía.
-Te amo –Decía la castaña oscura a su novia, ambas descansaban después de lo sucedido
-Y yo a ti –Sonó no muy convencida, descansando en el pecho de Yoong
-Eso no me convence –Tomó el rostro de Jess con ambas manos y la veía con un lindo puchero, cuando se lo proponía podía ser la novia más amorosa y dulce del planeta –Dime las palabras exactas –Pidió inflando sus mejillas
Jessica sonrío al ver a la castaña, recordando cuando era así todo el tiempo, antes…antes de que su cuento de hadas se volviera uno de terror.
-Te amo –Contestó, besando de nuevo a la joven frente a ella, pero por su mente paso la imagen de cierta pelinegra –Te amo Yoong –Volvió a repetir con la intención de sonar completamente segura, más para ella misma que para la chica que tenía a su lado
-Y yo a ti, te juro que lo que viste hoy, no volverá a suceder –Abrazó fuerte y necesitadamente a la castaña clara –Te lo juro –Jess sólo sonrió tratando de alegrarse por las palabras de su novia
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Una somnolienta doctora entro a su oficina, con ella llevaba un café bien cargado y un par de papeles que tenía que revisar, sin notar que alguien ya la esperaba dentro.
-Buenos días doctora Kim, ¿Durmió bien? –Decía con algo de picardía en su voz
-Cállate Wooyoung, si no fuera porque ahora tengo demasiado sueño, te partía la cara –Daba un gran bostezo
-¡Uy! Que agresiva, yo no tengo la culpa de que tu “casi” esposa te deje en ese estado…Tae, si sigues “complaciendo” a tu mujer todas las noches hasta las cuatro de la madrugada, dile que vas a terminar en una de las habitaciones de aquí por agotamiento –El chico se divertía con la plática
-¡Idiota! –Taeyeon tomó asiento tras su escritorio
-¡Ja! Tal vez, pero yo no llego todos los días en ese estado –La señaló
-¡Ja! Pero quisieras, al final fui yo la que logró conquistar a Tiffany –Mostraba una sonrisa triunfante
-En eso tienes razón, tú fuiste quien se llevó el premio a casa
-¡Oye! No hables de mi mujer como si fuera un trofeo o algo por el estilo
-Tú fuiste la que sacó el tema, así que no te enojes –El pelinegro seguía divertido con dicha conversación
-Como sea, dime ¿Qué quieres? –Cambió por completo el tema
-Ah, sí eso, sólo venía a avisarte que hay alguien esperándote afuera
-¿Afuera?, pero si yo no vi a nadie
-Bueno, para ser exacto, está en mi oficina
-Y si viene a verme a mí, ¿Por qué esta en tu oficina?
-Porque no podía perder la oportunidad de cruzar palabra con esa hermosa y sexy mujer, y cuando oí que te buscaba, le dije que esperara en mi oficina, que yo te avisaría
-¡Vaya! Así que mi visita es mujer –Pensaba quién podría ser
-Así es…y que mujer –Woo sí que estaba impresionado con la chica
-Y bueno ¿Qué esperas?, tráela
-Ah…sí, ahora mismo –Antes de salir, volteó a ver a su amiga –Tae, si la conoces y es soltera, ¿Me la presentas? –La miró entusiasmado
-Woo, primero deja ver quién es y luego hablamos –Reía divertida, su amigo no tenía remedio
-Ok –Sin más, el chico salió y alrededor de unos cinco minutos regreso con la misteriosa visita, tocó la puerta y al escuchar el “pase”, abrió caballerosamente para dejar pasar a la chica –Tae, aquí está la señorita que te busca
-Sí, gracias Woo, déjanos solas –La rubia revisaba detalladamente unos documentos por lo cual no vio a la recién llegada
-Sí, con permiso –El pelinegro sonrío seductoramente a la joven antes de salir del lugar
-Tome asiento y dígame en ¿Qué la puedo ayudar? –Seguía sin despegar la vista de aquellos papeles
-Ahora así recibes a tu mejor amiga, ¿De esa manera tan fría? –Tae levantó la mirada inmediatamente al escuchar aquella voz...