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Haré que me recuerdes por Dark_Gaara

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Notas del capitulo:

Hola otra vez n0n He tenido muy poco tiempo para escribir y poca inspiración u.u asíque espero poder actualziar más seguido a partir de ahora nwn Este cap recién lo termino de escribir y no lo revisé, espero que no esté muy feo xDDD 

 Aparece otro personaje....chan chan chaaaan (? En fin, espero que les guste n0n 

 Tomó aire y volvió a sumergir su cabeza en el agua. Una y otra vez, hasta que llegó al borde de la pileta. Estaba agitado, pero la agitación de su cuerpo no se comparaba con la de su corazón.

 Nadar lo tranquilizaba. Era curioso; hacía un tiempo no sabía ni hacerlo, y ahora era uno de sus momentos de escape y relax. Y todo había sido gracias al rubio, para variar.

 Al final, siempre volvía al mismo punto.

Makoto le sonrió desde fuera del agua, ya que estaba hablando con Gou. Él correspondió el gesto mientras recuperaba aire. Estaba agradecido de no sentirse tan solo en esa situación. Sus amigos mismos se lo habían remarcado apenas habían llegado a la piscina para las actividades del club.

 Había llegado con la cabeza baja hasta los vestidores. No había visto a sus compañeros del club en todo el día, ya que no había almorzado con ellos. Allí, Haruka y Makoto lo esperaban sin haberse cambiado todavía. Antes de que pudiera preguntarles si ocurría algo, el castaño lo interrumpió.

-Hola, Rei, ¿cómo te encuentras?

-Eh…Supongo que bien, Makoto-Sempai.- dijo distraídamente.

-Hey, Rei.- dijo Haru clavando sus ojos azules en él. Rei sintió como su mirada lo atravesaba, dejándolo indefenso.- No estás solo.

 El peliazul lo miró sin comprender.

-Lo que Haru quiere decir-explicó tranquilamente el de ojos verdes.- es que sabemos que todo esto es difícil para ti. Y también lo es para nosotros. Es cierto que Nagisa…nos recuerda-aquellas palabras se clavaron en su pecho-Pero no recuerda el tiempo más importante que pasamos todos juntos. Eso también nos deprime.

-Así que, no te alejes.

-Makoto-Sempai…Haruka-sempai…muchas gracias.-agradeció sonriendo y más calmado.

 Al menos ahora podía sentirse más seguro. Además, ellos tenían razón: Nagisa no recordaba los mejores momentos que habían pasado los cuatro. Aunque sí los recordase a ellos, le faltaba la parte más bella de la historia. No dejarían que las cosas quedaran así.

 Sus pensamientos se vieron interrumpidos por una voz un tanto aguda acompañada del sonido de pisadas.

 Nagisa había estado mirando a su club un rato antes de decidirse a acercarse. No es que dudase de saludarlos, por algo se había dirigido allí a pesar de saber que, por orden del médico, no podría nadar. Y tampoco se detuvo cuando vio a Makoto charlando con Gou y a Haruka nadando pacíficamente. Fue esa otra persona la que lo instó a detenerse. Por un momento pensó que, por alguna razón, no estaría allí. Pero enseguida distinguió su atlético cuerpo nadando en uno de los carriles. Su típica curiosidad no le permitió seguir caminando sin verlo. A fin de cuentas, ¿cómo nadaría ese lindo chico que se había unido a su club? Makoto había mencionado que habían ganado un torneo. Aunque después el de lentes admitió que él no había nadado, lo lógico sería pensar que estaba capacitado para hacerlo. Además, para alguien como Nagisa, que amaba la natación, la manera de nadar decía mucho de uno. Quizás si viese al de anteojos nadar podría conocerlo un poco más, recordarlo, o al menos comprender por qué su corazón se agitaba al estar cerca de él…

 Así fue que se detuvo para espiarlo. Y no pudo evitar maravillarse. Su cuerpo en el agua, los músculos que se marcaban en cada brazada y patada, la gracia con la que la cabeza salía a la superficie para tomar aire y luego volver a sumergirse. Era bello. Muy bello.

 Abrumado por aquellas sensaciones, decidió mostrase para distraerse.

-¡Mako-chan!-saludó alegremente mientras se acercaba a sus amigos.- ¡Oh, también estás aquí, Gou-chan!

-¡Es Kou!-retrucó molesta la muchacha hasta que volteó para ver quien se acercaba-¡Nagisa! Me alegra ver que estás bien.

-Kou es la mánager del club.-explicó Makoto-De hecho, ella fue la que se encargó de avisarle a tus padres y a la escuela…

-¿En serio? ¡Gracias, Gou-chan!

-Ahh-suspiró- Te la dejaré pasar sólo porque nos hiciste asustar mucho. Por cierto, ¿a qué has venido? No me digas que piensas retomar las actividades del club…

-Oh, claro que no. Los doctores me dijeron que debo pasar algún tiempo sin hacer actividad física para no ponerme en riesgo.

-¿Entonces?

-Luego de lo que me ha ido contando Makoto, tenía ganas de ver la piscina y el club.-respondió sonriendo.-¡Es realmente genial! ¡Incluso puedo ver a Haru-chan nadando otra vez!

-Es todo gracias a ti.-dijo el de ojos azules mientras salía a la superficie apoyando sus brazos en el borde de la piscina.-Así que procura no volver a resbalarte para poder nadar pronto.

 Los ojos magenta brillaron emocionados. Durante mucho tiempo, volver a nadar con sus amigos era lo que más había deseado. Y ahora parecía cosa de todos los días. Y, al parecer, era gracias a él. Realmente estaba agradecido con su yo del pasado, aunque no podía recordar cómo había logrado aquello. Le encantaría poder hacerlo.

-Oh, veo que ya estás bien. Supongo que no es tan fácil derribarte.-dijo desde el fondo una voz.

 A ellos se acercó un chico con el pelo rojo que vestía una campera negra de Samezuka. Sostenía una bolsa de manera despreocupada y sonreía mostrando sus dientes afilados.

-Hola, Rin.-dijo cortésmente el de ojos verdes.

-¡Hermano!

-¿Rin…chan?-dijo lentamente Nagisa, volteando a verlo.

 El aire se tensó repentinamente. Los ojos magentas chocaron con los rojos. No había señales de alegría en los primeros. Ni tampoco en la expresión del rubio, cuya usual sonrisa había sido reemplazada por unos labios cerrados firmemente y por un rostro inquisitivo. La sonrisa de Rin también se esfumó, mostrándose confundido. Comenzó a removerse, incómodo.

-Hey, ¿qué te pasa?-preguntó amenazadoramente, porque esa era su manera de preocuparse.- No es que pretenda que te tires molestosamente encima de mí sonriéndome pero…Bueno sí, eso pretendo. ¿Qué te picó?

-¿Para qué me quites con indiferencia y te mofes de nosotros como últimamente haces?-preguntó el rubio un tanto confundido pero también ofendido.

-¿Eh?-dijo descolocado el pelirrojo.- Pero si eso fue hace bastante tiempo…Creí que luego de todo ya estaba olvidado…

-Oh, cierto, Rin.-comentó Haru saliendo de la piscina parsimoniosamente.- Nagisa ha olvidado las cosas del último tiempo, incluyendo tu cambio de actitud.

-¡¿Qué?!-preguntó sorprendido. Miró fijamente al rubio.- ¡¿Eso es cierto?!

 Nagisa sólo desvió la mirada, sin saber muy bien qué decir.

-¡Haru! ¡¿Por qué no me dijiste nada?!-gritó enfurecido mirando al de ojos azules.

-Porque te ibas a poner exactamente así de histérico.-dijo tranquilamente.

-¿¡Y cómo quieres que me lo tome?! Te pregunté mil veces cómo estaba Nagisa, incluso te llamé al hospital diciendo de ir, ¡podrías haberlo mencionado!

-Te lo iba a decir, eventualmente…

 Mientras ambos discutían (o más bien Rin le gritaba a un inmutable Haru) Makoto se acercó a un confundido Nagisa.

-¿Es cierto lo que dice Rin-chan?

-Sí. Pasaron muchas cosas, pero Rin demostró que realmente le importábamos. No la pasó bien en Australia…Así que le costó un poco aceptar  que no estaba solo. Hace tiempo igual que las cosas volvieron a ser como antes, o mejor. Incuso, ¿recuerdas que te conté que nadamos un relevo? ¡Rin participó en él!-dijo alegremente.

-¿De verdad?-comentó intrigado.

-Sí. Es una historia un poco larga, pero lo cierto es que ya está todo bien con él. De hecho, es como le dijo a Haru; se preocupó mucho cuando se enteró lo del accidente. Aunque, viste como es él, no sabe muy bien demostrar lo que siente.

 El rubio escuchaba a su amigo atentamente. Volteó a ver a Rin, que aún se encontraba tratando de hacerle a entender a Haru lo ofendido que estaba. El de ojos azules se limitaba a suspirar y no prestarle atención más que para explicarle hasta dónde recordaba Nagisa. Y claro, la última imagen que tenía de él era la del encuetnro en su viejo club de natación antes de ser demolido, con su tono arrogante y su frialdad. Rin aún no podía –o no quería- creerlo. Después de todo lo que había ocurrido, el rubio no recordaba nada. Era lamentable.

-Incluso Haru-chan está hablando con él…-murmuró ensimismado Nagisa.

-Oh, sí. Desde que las cosas se arreglaron, Haru y Rin se han vuelto más cercanos aún.

 Nagisa sonrió. Es cierto que le había dolido la actitud de Rin con ellos, pero era sobretodo como había actuado con Haru lo que lo molestaba. Y ahora parecía estar todo muy bien entre ellos, a juzgar por como hablaban. Además, por lo que Rin había dicho, había sido con el de ojos azules con quien más contacto mantenía. Aquello lo alegró enormemente. Después de todo, habían logrado que Rin volviese a ser parte del equipo, y eso era otra de las cosas que más había querido. Estaban todos juntos otra vez.

-Ahh, como sea.-suspiró el tiburón.-Supongo que no cambia demasiado que no me lo hayas dicho.

-De cualquier manera-medió Makoto- ya le he comentado un poco a Nagisa lo ocurrido.

 Ante estas palabras, Rin volteó a ver al menor. Aunque enseguida desvió la mirada.

-Bueno…supongo que aún debes estar molesto conmigo. Lo entiendo. Por cierto, te traje esto…

 Le lanzó la bolsa que tenía en la mano, que cayó directamente en las del rubio, quien lo miró intrigado. Al abrirla, vio que tenía un pan al vapor con mermelada de fresa y chocolate, uno de sus favoritos.

-Sé que te gustan las cosas dulces, así que…

 Nagisa lo miró fijamente, para luego sonreír.

-¡Muchas gracias, Rin-Rin!-dijo emocionado lanzándose arriba del mencionado.

-¡He-hey! No me llames Rin-Rin, y no te lances…Arrg, supongo que está bien por esta vez.-murmuró sonrojado simulando molestia, aunque en realidad estaba más que feliz de que el rubio lo hubiese perdonado tan rápido a pesar de no recordar.

  Desde el agua, Rei les clavaba la vista, un tanto molesto. El corazón de Nagisa era muy noble, y perdonaba fácil si se trataba de un amigo. En unos pocos minutos, había hecho a un lado las acciones negativas de Rin para devolverle un espacio importante en su vida. Priorizaba su amistad con él y la de sus amigos. En cambio, no estaba enojado con Rei. No era por un perdón por lo cual tenía que luchar. Era mucho más complicado que eso. Y le molestaba. Allí estaban los cuatro, sonriendo y riendo juntos, y él volvía a sentirse excluido. Y la persona que siempre que lo asaltaba esa sensación lo incluía, estaba ahora del otro lado. Ya no le gritaría “Ven, Rei-chan” ni se le lanzaría encima, ni lo tomaría del brazo para acercarlo. Era él quien estaba inalcanzablemente lejos. Y el dolía de sobre manera. Sabía que podía ir, y que podía hablar con Makoto, o Haruka, o Rin. Pero quería que fuese Nagisa quien notase que faltaba, quien lo acercarse, quien se acercarse, como siempre. Como era antes.

- Hey, Rei, puedes unirte. No muerdo.

 Salió de sus pensamientos ante la voz de Rin.

-Eso ya lo sé, Rin-sempai.- dijo tratando de sonar divertido.

-¿Mmm? ¿Qué ocurre?-inquirió Rin dándose cuenta de que algo no estaba como siempre.

 Ante el pequeño silencio que se formó, Haru se vio en la obligación de responderle, mientras Nagisa miraba para otro lado, un poco incómodo.

-Ya te dije que Nagisa sólo recuerda hasta cuando estábamos pensando en formar el club de natación.

-¿Y?-preguntó Rin levantando una ceja.

-Bueno…eso no incluye a Rei.-dijo secamente Haru, porque era la única manera en que sabía decir las cosas.

 Entonces, Rin comenzó a entender lo que Haru decía. Nagisa no sólo no recordaba como había vuelto a ser amigable con ellos; no recordaba a nadie de Samekuza, ni las prácticas conjuntas, ni el relevo…ni a Rei. Aquel chico con el que estaban todo el tiempo juntos, que lo seguía en cualquier de sus locuras y que se encargaba, de alguna manera, de cuidarlo. Lo miró. Ahora entendía por qué se había mantenido al margen de su re encuentro. Y luego observó al rubio con la mirada en cualquier lado, sin comprender por qué había tanto revuelo ante su olvido del chico de anteojos.

-Hey, Nagisa, ¿en serio no recuerdas a Rei?-preguntó un tanto enojado.

-Yo…este….-como pocas veces ocurría, Nagisa no sabía cómo contestar, avergonzado.

-Escúchame bien, más te vale que lo hagas. Pronto.

-Rin, no le hables así…

-Déjame, Makoto.-lo interrumpió bruscamente. Nagisa lo miraba sorprendido. Rin clavó sus orbes rojos sin permitirle que desviase su mirada.- Puedo aceptar que no recuerdes cómo volvimos a ser amigos, porque me porté desastrosamente contigo y los demás, así que lo tomo como una especie de castigo divino. Pero…-se acercó a él amenazadoramente- Que no recuerdes a Rei, no te lo permitiré. Así que pon a trabajar esas neuronas tuyas, rebusca en tu cerebro todo lo que pueda ser un recuerdo donde él esté, lo más pronto que puedas.

-Basta, Rin. No deberías presionarlo.

-¿No debería? ¡Alguien debe hacerlo! Escúchame, Nagisa. No dejaré que te olvides de Rei, ni de la gente de Samezuka. Porque todos ellos se preocupan por ti, así que mínimamente merecen que sepas quiénes son. ¿Sabes por qué? Porque tú luchaste para que esas personas estén con nosotros hoy. Peleaste para ganarte su confianza, y debes hacerte cargo de ello. No puedes simplemente decir “no te recuerdo” y mirar para otro lado, porque todo lo que has  hecho se vería echado a perder. Y no creo que alguien como, tú, que pelea por lo que quiere hasta el punto de ser molesto, pueda querer eso.

 Nagisa había contenido la respiración hasta aquel momento. Quería asimilar cada palabra que Rin pronunciase. Porque no eran muchas las veces que el pelirrojo le hablaba de aquella manera, tan íntima y particular, así que sabía que debía escucharlo. Entonces, sintió una mano en su cabeza.

-Aunque tampoco te presiones.-dijo amablemente- Sé que eventualmente lo lograrás.

 Y volteó a ver a Rei, quien lo miraba sorprendido, y profundamente agradecido. Rin le sonrió ampliamente. Rei lo había ayudado mucho más de lo que podía decir. Además de hacerle decir lo que había ocurrido en realidad con Haru y los demás, lo que había sido un gran alivio, le había cedido su lugar en el ansiado relevo, sin pedirle nada a cambio. Sólo por su amistad con los demás, para verlos sonreír, para hacerlos felices. Había permitido que Rin ocupase su lugar, y eso era que había disfrutado demasiado como para no valorarlo. Sabía que Rei era así: era capaz de correrse a un lado para hacer felices a sus amigos. Y si pensaba que incomodaba a Nagisa estando cerca, se alejaría. Eso no le haría bien a nadie. Alguien debía decirlo. Era la manera en la que Rin podía agradecerle a Rei todo lo que había hecho por él. 

Notas finales:

Y aquí termina~ Por si no lo notaron, luego de Nagisa, Rin es mi personaje favorito de Free! (taaan tsundere él <3) asíque por eso quedó un poco heroico xDD Espero que les haya gustado nwn agradecería mucho que me dejen algún review para ver si les va gustando esta historia nwn

 Nos leemos~!


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