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Relaciones toxicas por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Les traigo una amorosa continuación, espero que les guste y una que otra aclaracion abajo <3 <3

Takano Pov

¿Guerra? ¿A eso se reduciría Ritsu? ¿A tratarlo como un simple trofeo? Yo no pretendo ser igual que el arrogante de mi primo; no me quiero convertir en ese cínico que escupe su letal veneno sin si quiera contemplan a quien daña, yo no me codicio transformar en una escoria sin rostro como lo es Shin.

Sin embargo; sí lo que deseo es obtener el cariño del castaño por esta vez me debo tragar mi orgullo y seguir sus reglas; aunque me enferme tener que negociar el corazón de ese dulce chico es algo que preciso hacer para ganarle a Haitani en su torcido juego y arrebatarle de las manos ese valioso tesoro del que jamás será merecedor, no permitiré que ese despreciable hombre siga sometiendo a alguien tan brillante como Onodera.

Sé que no será sencillo liberar de esas cadenas a Ritsu; conseguir que sus ojos centren su atención en los míos y sus labios me ansíen; será una misión bastante complicada ganarme su afecto, abandonar cada uno de mis temores para saltar al vacío y esperar que sean sus pequeñas manos las que me sostengan impidiendo que me fragmenté en contra de los duros y gélidos pavimentos de la realidad.

Con una última mirada letal dirigida al altanero de mi primo desaparecí de la sala de estar para encerrarme en la pieza con Ritsu y repasar los títulos más famosos que nos llegarían;  el orden de los estantes, las estadísticas, las mínimas ganancias, un par de reglas de convivencia, los turnos, el trato a los clientes y toda esa información necesaria para poder manejar el negocio.

En ningún instante me pude apartar del lado del castaño en la cama; en ningún  momento mi mirada consiguió dejar de repasar sus facciones acelerando mi cándido latir, ni fui capaz de dejar de abrazar con recelo su cintura en busca de seguridad perdiéndome en las letras que con tanto esmero sostenía en su regazo.

Quería hacer las cosas bien en este empleo, conseguir un par de ahorros para sacarnos de este infernal apartamento, tener algo de dinero para entregarle un sincero regalo; impresionarlo con mis capacidades, transformarme en un hombre lo suficientemente fuerte como para abrazarlo en sus caídas y apoyarlo para que sus alas se abran y él logre volar.

“Perdí el juego” Esa era la frase que se había grabado en mi mente cada vez que mi mano acariciaba la fina piel de Ritsu; sin poder evitarlo dejé que la actuación me consumiera y mis emociones por ese chico se desbordaran convirtiéndose en mi silenciosa condena.

Al apreciar el entusiasmo con el que el menor me hablaba de los nuevos títulos que llegarían para adornar los lustrosos estantes de la pequeña librería solté una divertida risa consiguiendo que su ceño se arqueara y un sutil puchero se trazara sobre sus labios; ante mis ojos él era adorable.

 “No te rías si tú también los vas a tener que memorizar” Se quejó apartando su rostro con molestia; apretando el cuaderno de  infantiles apuntes con suavidad.

“No me estoy burlando” Lo contradije acariciando su hombro con confianza, intentando que el ambiente se aligerara y mi pecho se dejara de agitar ante cada una de sus palabras y movimientos en vano.

“¿Entonces?” Musito entrelazando nuestras miradas.

“Te ves tan feliz cuando hablas de esto, supongo que te gusta mucho tu trabajo” El más bajo esbozo una traviesa sonrisa observando con melancolía un punto al azar en las gastadas alfombras de mi habitación.

“Aunque me dio mucha rabia no haber conseguido empleo en lo que quería me hace muy feliz estar cerca de los libros, a pesar de que no sea una tarea tan relevante si estoy todo el día rodeado de ellos me siento participe en su venta y creación” Suspiro perdido en sus pensamientos sin borrar esa hermosa expresión.

“Eso es algo muy tierno” Musite embelesado por su actitud consiguiendo que sus mejillas fueran adornadas por un sutil color escarlata.

“Pero bueno; son deseos algo tontos e infantiles, no me hagas mucho caso” Me pidió negando consecutivamente con la cabeza.

“No es tonto” Dije con certeza tomando una de sus manos para captar su atención “Me parece envidiable esa pasión que tienes” El menor abrió sus ojos con expectación al igual que sus seductores labios.

“Shin siempre se mofó un poco de eso” Confeso sin romper el profundo contacto visual en el que me estaba perdiendo.

“Haitani siempre ha sido un imbécil” Mascullé para mí mismo “¿Te gustaron esas extravagantes flores que él te regalo?”

“¿Eh?” Al apreciar la confundida expresión que se había dibujado en el rostro de mi acompañante me arrepentí por haberme permitido enseñar mis irracionales celos y posesivos deseos.

“Parecías muy feliz cuando él te las dio” Bramé liberando su mano para aferrarme a la áspera tela  de mi pantalón y apretar mis rodillas en busca de disipar la tensión.

“Sí; me sentía feliz cuando me las dio, Shin nunca ha sido un hombre detallista; para serte sincero estoy seguro que no conoce ni mi color favorito, pero cuando tiene estas muestras de afecto tan lindas no puedo perder las esperanzas” Murmuro con una reluciente sonrisa mientras se dejaba caer en sobre mis desordenadas sabanas.

“Al parecer el plan esta funcionado; que maravilla” Farfullé con amargura y sarcasmo recostándome a su lado sin dejar de verlo.

“Takano” Me llamó con suavidad acercándose a mi cuerpo entre los ásperos cubres “¿Por qué a veces pones esta clase de caras?”

“¿Qué clase de?” El menor no me permitió seguir con mis patéticos intentos por resguarda mis inseguridades al apoyar su delicada mano sobre una de mis mejillas acelerando mí temblorosa respiración con sus sentimentales y preocupadas miradas; al final soy yo el único que no puede perder la esperanza con esta clase de acciones.

“Estas” Musito “Pareces afligido y dolido cuando yo hablo de Shin y no comprendo la razón, si queremos llegar a ser algo así como amigos no deberías mentirme o guardártelas para ti mismo” Las palabras de Ritsu sonaban tiernas y sinceras; dulces y calmadas, tenía deseos de confesarle cada una de mis penurias, sin embargo, por temor no pude hacerlo.

“Es porque odio como mi primo te desvaloriza” Me limite a decir tratando de lidiar con la dolorosa opresión que había nacido en mi pecho.

“Ya te he dicho que él no es mala persona; Shin es un hombre complicado con quien tratar, a veces puede ser egoísta y muchas veces es un desconsiderado pero aun así lo amo” Esa declaración rompió algo en mi interior; podía escuchar como mis lamentos morían en mi desgarrada garganta mientras este pulverizado corazón comenzaba a llorar gotas de sangre.

Sin mediar las consecuencias agarré al castaño de la cintura arrojándolo sobre el colchón para posicionarme arriba de él; mis rodillas presionaron sus piernas imposibilitándole los movimientos, mis manos agarraron sus finas muñecas hundiéndolas en los cubres  mientras mis ojos codiciaban ser espectadores de sus ocultas expresiones.

“Te he dicho que soy tu pareja; es a mí a quien debes decirle esa clase de cosas” Le ordené acercándome hasta su rostro, aspirando con necesidad su aroma.

“¿Takano?” Me llamo con angustia intentando forcejear debajo mío “¿Qué crees que estás haciendo?”

“Trato de recordarte a quien debes amar” Le indique rozando sus labios contra los míos; acariciando cegado por el vicio su perfecta y seductora piel.

Codiciaba obtener todo lo que implicará esta persona; ser el único digno en tocar cada rincón de su anatomía y transformarme en el confidente que escuchará hasta sus más ridículos temores, ansiaba llegar más lejos con este chico para que su adicción me condenará.

Con esa clase de pensamiento anhelaba robarme el aliento de sus labios; sin embargo, al apreciar la temerosa y frágil mirada que mi pareja me arrojaba yo me desconocí y decidí aflojar sus agarres para calmar mis pasiones y mover mis piezas con inteligencia y paciencia; enamorarlo de la manera correcta.

“Tú sí que eres buen actor, a veces suenas tan serio que me asustas” Susurro apoyando sus manos sobre mi acelerado pecho.

“Ritsu” Murmulle liberando sus piernas para incorporarme entre estas “Te quiero más de lo que te imaginas” El castaño parpadeo confundido ladeando la cabeza como si intentara leer entre mis emociones y analizar mis movimientos.

“Debería ir a ducharme, mañana tenemos un día agitado” Me indico tratando de apartarse de las sabanas para escaparse de mi lado.

“Supongo” Me levante con pesadumbre de mi pareja quien tenía las mejillas enrojecidas sin razón aparente y una extraña mirada brillosa.

“Takano solo para que conste yo pues” Balbuceo mientras caminaba hasta la puerta sin dejar de darme la espalda.

“¿Tú que?” Le pregunte sin moverme del lugar, sonriendo al percatarme como su cuerpo temblaba ligeramente por sus propios sentimientos.

“Tú también eres alguien muy importante para mí y creo que también te quiero” Susurro apenado subiendo una de sus manos hasta su boca “Bien ahora me iré a duchar” Proclamo con una risa nerviosa retirándose de la habitación.

Una sonrisa de idiota se había estampado sobre mis labios, presioné mis parpados sin ocultar mi felicidad ni  dejar de suspirar por culpa de ese chico quien me quitaba con descaro la respiración y se adueñaba de mis emociones; cada una de sus palabras me alienta a luchar con más intensidad por poseer su espíritu y rescatarlo de esa venenosa relación a la que mi primo lo ha sentenciado.

Comprendo que Ritsu tenga esta dañina dependencia por el abusivo de Haitani; entiendo que no sea tan sencillo liberarse de las espinas que ese hipócrita ha clavado en sus sueños para marcarlo como suyo y olvidar esas gélidas mentiras que fueron pronunciadas como falsas promesas debajo de una ilusa luz de luna; soy tolerante con los temores del castaño porque lo quiero y seré yo quien se encargué de  borrar los cínicos recuerdos de mi embustero familiar y  conquistarlo; yo lo rescatare de esa toxica relación.

Con esa clase de ingenuas reflexiones en mente tomé un par de prendas al azar para seguir a mi pareja hasta el baño y poder entablar un romance más cercano e íntimo;  aunque no lo forzaría a nada ansiaba indagar más sobre él.

Mis cejas se arquearon con  cólera al observar como el petulante de Haitani vacilaba sobre abrir la puerta del baño para atacar a lo que yo había proclamado como mío; como si fuera un animal furioso me acerqué hasta el pasillo para encararlo y proteger a mi castaño; cada día Shin me parece más patético.

Al encontrarme a su lado sin permitirle refutar agarré con rabia su camisa para empujarlo con poderío en contra de la pared e ingresar en la habitación con una sonrisa burlona cerrando con llave el pórtico con la evidente intención de no ser interrumpidos.

“¿Takano?” La avergonzada y enfada voz del castaño me forzó a alzar la mirada; una pequeña risa escapo de mi garganta al ver como trataba de cubrirse con las manos su desnudo pecho mientras los pantalones aun los tenía a la mitad de la rodilla “¿Pero qué diablos haces acá?”

“Se supone que tratamos de mantener el teatro todo el tiempo” Respondí con una traviesa mueca mientras me desabrochaba la camisa debajo de la frustrada expresión del menor.

“Pero esto es demasiado extraño” Se quejó retrocediendo ante mis insistentes pasos y mi intensa mirada.

“Ritsu; la racionalidad de Haitani está pendiendo de un hilo, yo creo que este es el momento para que lo entreguemos todo”  El castaño libero un suspiro agobiado mientras presionaba levemente sus parpados y proseguía para desvestirse.

“No creas que me lo quitare todo, no tendría cara para después verte si vamos a seguir siendo amigos” Esa infantil acción consiguió que todo mi ser se estremeciera y mis manos me continuaran desvistiendo expectante y ansioso.

“Está bien” Murmuré dejando sobre el suelo mis desordenadas prendas quedando solamente con un bóxer negro “Pero de igual forma eres un hombre, no tienes nada que no haya visto”

“Eres un idiota” Masculló con las mejillas completamente sonrojadas ingresando con pena a la ducha.

Me metí sin pudor en la regadera junto al castaño para consentir que el agua caliente rozará nuestros cuerpos desvergonzadamente; sin esperar la reacción de Ritsu alcé mi mano para tomar el pequeño frasco de shampoo y esparcirlo sobre sus sedoso cabellos causando que temblara con sutileza.

Una sonrisa se ensancho sobre mis labios al ver el apenado semblante de mi pareja, por inercia mi cuerpo se apegó al suyo ansioso de poder fundirme con su calor e impregnarme con su dulce perfume natural; el más bajo con dificultad trató de comenzar a enjabonar mi pecho sin entrelazar nuestras miradas.

Sus manos aceleraban mi corazón, sus gestos descompasaban mi respiración, sus fugaces miradas me dejaban sin emociones y sus roces me hipnotizaban ¿Cuándo se metió así de profundo en mis pensamientos? No lo sé, pero no lo quiero dejar ir.

Algo incómodo al tener la ropa interior pegada al cuerpo arrincone al castaño en uno de los extremos de la ducha, mis ojos recorrían embelesados sus facciones, como sus cabellos caían pegados a su frente, el brillo en sus orbes jades, las perfectas curvas de su delicado aunque masculino cuerpo; él era simplemente hermoso.

“Me gusta el aroma de tu cabello” Confesé repasando por última vez con mis manos esos rebeldes mechones.

“¿Por qué me dices esa clase de cosas ahora?” Se quejó con el rostro encendido tratando de apartarse en vano al chocar con una de las paredes de la regadera.

“Porque es la verdad, tiene un sutil toque dulce sin llegar a ser empalagoso, me gusta” Susurre recorriendo con mi mano su espalda.

“Es solo la esencia del bálsamo, no es la gran cosa” Murmullo encogiéndose los hombros; sin poder resistir la tentadora imagen tomé su mentón para besar con lentitud esos labios que han sellado mi perdición.

Fue un lento toque en el que me dedique a saborear los deliciosos y adictivos labios de mi pareja, fue un sutil tacto en donde nuestros cuerpos perdieron el miedo y se buscaron con necesidad abrazados con ternura, fue un irresponsable acto de sentimentalismo en el cual mi novio se aferró a mi cuello con valentía mientras mis manos no dejaban de acariciar con devoción su cintura.

Cada movimiento con el que el castaño nos acercaba nublaba mis pensamientos, mi estructura ya no me respondía sino que era esclava de esas tortuosas corrientes eléctricas que solo su piel sabía trasmitir; mi respiración se encontraba completamente agitada y a pesar de estar bañados en agua fría mi cuerpo con cada segundo que transcurría ardía como si estuviera en el infierno.

Disfrutando las sensaciones de las gotas acompasadas de esas manos recorriendo mi espalda, aspiré con intensidad el aroma de sus cabellos con los ojos completamente cerrados y mis labios siendo saboreados en lentitud.

Nos separamos despacio entrelazando nuestras miradas con ternura; mi pareja libero una pequeña risa ante sus acciones tratando de ocultar su rostro en mi mojado y formado pecho; antes de intercambiar alguna palabra para romper el mágico ambiente que habíamos creado acaricié de manera superficial su frente.

“Takano cuando tú haces eso yo no sé qué pensar” Musito permitiendo que apoyará una de mis manos sobre su cadera.

“Solo piensa en cuanto te gusta que te bese con ese cariño” Respondí deseando que ese tacto fuera para él tan especial como para este demente hombre en busca de un romance imposible custodiado por un imponente dragón escarlata.

“Sabes que a mí me gustan los hombres, cuando tú haces esas cosas yo me pongo nervioso por eso trato de no meterme mucho en esta actuación” Una mueca arrogante se grabó en mis facciones con sus palabras.

“¿Estás diciéndome que te pongo nervioso porque te gusto?” Ante esa expresión no fue necesaria una respuesta; los labios de Ritsu temblaban, sus ojos reflejaban una inmensa confusión, su mirada me evitaba pero su corazón se encontraba golpeando acelerado su pecho.

“No es lo que quise decir; no lo interpretes a tu gusto” Bramó como evasiva cortando el paso del agua para salir de la duchar y vestirse.

“No hay problema” Murmulle siguiendo sus pasos; tomando una gran toalla blanca entre mis manos para secarme “Porque tú también me gustas”

“¿Takano?” Farfulló con el ceño arqueado acogiendo con molestia las prendas que había traído para vestirnos “Si nosotros compartimos habitación ¿Por qué solo trajiste de tu ropa?” Un infantil suspiro escapo de mi garganta ante esa actitud; cada uno de sus gestos me atrapa, ya no tengo salvación en esto.

“Porque así hacemos más creíble la actuación, además no es la primera vez que la usas” Lo rebatí repasando todo mi cuerpo con la toalla para comentarme a vestir con las azarosas y viejas ropas que había traído.

“Supongo que si lo hace más convincente” Especulo tratando de tragarse su orgullo “Gracias por también buscarme ropa”

Sin intercambiar otra palabras ambos nos limitamos a vestirnos; mis ojos por inercia se centraron en cada una de las acciones de mi pareja, el cómo las finas gotas dejaban de adornar su tentadora piel, la manera en que sus cabellos se revelaban curvándose sutilmente sobre su frente, lo adorable que lucía con una de mis camisas; no perderé esta guerra.

Al estar ambos vestidos con un par de sueltas y cómodas prendas fuimos a la sala de estar en donde le ofrecía al castaño probar algo de mí improvisada cocina como un desesperado intento por seducirlo.

Con dificultad remojé el arroz para ponerlo a hervir con una embustera maestría sobre la exageradamente grande olla que compró Haitani para aparentar estatus; con nervios prepare algo de carne en el sartén deseando que su sabor esbozara un tierno mohín sobre su boca.

Cuando la comida tenía un aspecto aceptable nos ubicamos en la mesa para comenzar a degustar; cuando el menor probó por primera vez mis alimentos una tímida sonrisa fue la que apareció en sus labios mientras asentía sutilmente.

“Está bastante buena” Musito llevándose otro bocado de arroz a la boca “La verdad pensé que se te quemaría”

“Gracias por tenerme tanta fe” Le reclame con sarcasmo probando mis propios alimento; percatándome de lo amargos que estos me habían quedado “Perdón, supongo que les faltaron más condimentos”

“Pienso que te quedo bien de esta manera” Me contradijo “Además esta es la primera vez que alguien cocina para mi” Esas declaraciones me forzaron a frenar todos mis movimientos y a mirar expectante a mi pareja.

“¿Me quieres decir que en estos cinco años el vago de mi primo no fue capaz de hacer nada?” Mascullé atónito.

“A Shin jamás le agrado como yo cocinaba; por eso casi siempre terminábamos ordenando por teléfono o saliendo afuera” Recordó con cierto toque de nostalgia en sus destrozadas y desilusionadas verdades.

“Cada día me decepciona más ese hombre” Bufé con molestia tragando con ira mi mal preparado platillo “Ritsu ¿Por qué no te vas con una persona que realmente e valore?” El más bajo ladeo el rostro confundido.

“¿Alguien que me valore? ¿A qué te refieres?” Sin poder esconder mi furia presioné mi mandíbula y apreté mis puños ¿Qué tan bajo le había enterrado mi primo la confianza?

“Un hombre que te quiera; que te cuide, alguien que no se avergüence de su relación y la grite a los cuatro vientos, un chico que te pueda tomar de las manos en público” Respondí con seguridad entrelazando mis dedos con los suyos sobre la mesa “Alguien que te mire a los ojos y te diga que te ama sin vacilar”

“Eso suena muy hermoso ¿Cierto?” Me pregunto con una forzada sonrisa intensificando el agarre entre nuestras manos “Pero es difícil encontrar a alguien así”

“Quizás lo tienes más cerca de lo que crees” Le insinué sin dejar de acariciar su delicada piel.

“Eso no es posible; después de todo las personas que se encuentran a mi lado lo hacen por obligación o falsedad, odio esta clase de desórdenes en mis pensamientos” Confeso tratando de esconder su rostro debajo de su húmedo y despeinado flequillo.

“Tal vez al actor se le haya caído la máscara” Mi supuesta pareja alzó la mirada pasmado con los labios abiertos y la respiración cortada.

“¿Que?” Pregunto con un tierno rubor sobre sus facciones.

Antes de que le pudiera responder el estruendoso sonido del agua hirviendo desplomó cada uno de mis avances consiguiendo que un gruñido lleno de frustración saliera de mi garganta “Vuelvo enseguida” Le indique.

Con molestia camine hasta la habitación en donde apague con pesadumbre el hervidor; me maldecí internamente por no tener el suficiente coraje para expresarle mis verdaderas pasiones de manera directa; si tan solo le pudiera decir lo mucho que me gusta, si tan solo tuviera la certeza de que él me corresponde las cosas serían más sencillas.

Me revolví los cabellos con cansancio para dirigirme al comedor, mi cuerpo se tensó al apreciar como mi arrogante primo se encontraba sentado al lado del castaño cuyos gestos parecían bastante afligidos.

“Por eso no es necesario que lo sigas ¿Qué me dices?” Fueron las palabras que escuché que salieron de la venenosa boca de mi primo.

“Shin detén esto; ambos sabemos que no acabaremos bien” Le pidió el castaño tratando de relajarse en el respaldo de la silla en vano.

“Takano ni si quiera es de tu tipo” Pregono fastidiado alzando una ceja “Ritsu lo lamento mucho, siento todo lo que te hice pasar” El menor encogió sus hombros bajando su mirada con una repentina sumisión.

“No estoy enfadado contigo por lo que me hiciste pasar; está bien” Una tonta sonrisa se trazó sobre las facciones del de cabellos rojizos.

“Comencemos de cero; está vez hagamos las cosas bien” La sangre me hirvió al apreciar como el más alto trataba de acariciar las mejilla de mi pareja.

“No te quiero perder en mi vida y haré lo que sea para que este apartamento no se transformé en zona de guerra, enserio debes aprender a llevarte mejor con tu primo; Takano es una persona muy bondadosa” Esas palabras estremecieron mi ser y consiguieron que un agradable cosquilleó recorriera toda mi piel.

“Tú lo sigues defendiendo” Se quejó con molestia disimulada “Pero eso no importar, ahora lo único que me interesa es saber si aceptas ir a teatro conmigo” Antes de que mi novio respondiera el mayor lo interrumpió “Es tu obra favorita, recuerda que planificamos semanas ir a verlas antes de que llegara mi primo”

“Es cierto” Río relajándose en el respaldo “Pero ya no puedo Shin, no haré cosas que puedan herir a Takano”

“Está bien” Murmuro caminando hasta el castaño “Haré las cosas a tu ritmo y a tu manera” Dijo con un tranquilo tono de voz que heló mi sangre.

“Gracias” Apreté con fuerza mis puños ante el cinismo que había en las palabras de mi Haitani.

“Ritsu” EL nombrado elevo el rostro nervioso “Te amo, no lo olvides” Luego de esas confesiones el castaño abrió la boca con sorpresa.

“Lo dijiste” Murmullo extasiado con un fuerte rubor sobre sus mejillas “Hace años no te escuchaba decir esas palabras” Cuando vi como mi primo se trataba de acercar hasta el rostro de mi Ritsu salí de mi escondite para detener sus movimientos y apartarlos.

“¿Qué te pasa Takano? Pareces afligido” Pregono divertido el más alto llevándose una de sus manos hasta la cadera.

“¿Pero qué mierda te pasa Haitani? Literalmente aprovechas cada minuto que nos separamos para seducirlo con más mentiras” Presione con rabia mis dientes liberando un par de quejidos enfadados por su arrogante semblante.

“Tienes razón, supongo que debería aprovechar cada momento que tengo para atacar lo que es mío” Musito con malicia tratado de acercarse a mi pareja en vano.

“¿Qué es lo que pretendes con esa clase de tácticas? ¿Para qué quieres que Ritsu regrese contigo si solo lo vas a negar?” El castaño se levantó nervioso de la silla aferrándose a mi brazo para detener mis tensos y dolidos movimientos.

“Porque lo amo y no lo perderé delante de un patético rival” Antes de que pudiera golpear al arrogante de mi primo el castaño me arrastró hasta nuestra habitación sin borrar un embustero ceño fruncido el cual trataba de ocultar sus nervios.

“Dejen de confrontarse por todo Takano; aunque no te guste es tu familia, es alguien a quien deberías querer, Shin te acogió en su hogar a pesar de todo” Esas palabras calcinaron mis músculos e hirvieron mis emociones.

“¿Por qué lo estas defendiendo?” El más bajo suavizo sus facciones ante mi derrotado tono de voz para acercarse hasta mi rostro y acariciarme con esas destructivas manos.

“No me quiero poner de ningún lado pero que se comporten de esta manera cuando en el fondo ambos se necesitan me duele, yo no tengo hermanos, vengo de una familia muy pequeña sin parientes y me hubiera gustado mucho tener un apoyo así” Declaro entrelazando con ternura nuestras miradas.

“Parecías muy feliz con las palabras de Haitani” Mascullé cegado por los celos.

“Hace tres años él no me decía esas palabras, después de que comenzamos a salir dejó de portarse cariñoso conmigo, por eso es tan raro verlo así de vulnerable” Quería escupirle en el rostro al petulante de ojos escarlata por su descaro, deseaba llevarme a Ritsu lejos de todo este infierno al que lo sometieron y mostrarle lo que era un puro amar.

“¿No crees que es demasiado tiempo?” Le pregunte acariciando los delicados mechones que recorrían su cuello.

“Sí lo fue” Susurro con amargura “Creo que sí está reaccionando ante este extraño plan tuyo; no puedo creer que esté funcionando”

“Ritsu” Lo llame acariciando su rostro “Prométeme que pasé lo que pasé no me dejaras y me seguirás en esta falsa relación” El castaño parpadeo confundido y se mordió el labio analizando los posibles y desastrosos escenarios.

“Me has apoyado en todo; no puedo negarte mi ayuda cuando la necesitas” Exclamo logrando que mis manos se aferraran con fuerza a su espalda y mi corazón se desbordara por los latidos que ese chico me provocaba.

Notas finales:

Bien; quiero explicar un poco...

Ritsu y Shin llevan una relacion de cinco años; un amorio en el que los primeros meses fueron magicos y tiernos, pero el peli rojo despues comenzo a dar por sentado el amor del castaño y lo descuido cambiando su misma vision del amor.

¿Que pasa si se vuelve de repente más afectuoso y así de afectivo? Le da ilusiones, le da la esperanza de que puede cambiar y confesar su amor.

Aca la gran ventaja que tiene Shin sobre Takano es que sabe perfectamente como manipular al castaño, sabe que decir, que hacer, que expresiones poner para que Ritsu corra a socorrerlo.

Pero como se habran dado cuenta con las continuas defensas del castaño al primo de su ex..Takano tiene un lugar cada vez más importante.

Asi que chicos; esto es guerra.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


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