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Relaciones toxicas por Chiaki28

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Notas del capitulo:

Hola chicos!!

Tengo un par de miseros minutos de internet!! Ven porque no me gustan las vacaciones¡??!

Y pues hacer la revision fue la cosa más estresante del mundo porque yo reviso en dos horas y en voz alta...digamos que este capitulo ademas de ser vergonzoso y largo fue medio cursi y pues lo tuve que hacer frente a mi hermano porque compartimos pieza ahora...las tres horas más largas de mi vida T_T

Este capitulo es para Takano90, mi linda sensei me ha ayudado mucho el ritmo que va tomando esta historia, realmente aprecio todo su apoyo y animo.

Espero que les guste <3 <3

Takano Pov

Verlo así de frágil, sentirlo así de temeroso, apreciar como un par de cristalinas lágrimas descendían por esas suaves mejillas para sentenciar mi relación, nunca pensé que las reacciones de Ritsu me podrían afectar así.

 Estoy agotado con esa relación tan toxica que mantiene, puedo percibir como el veneno se mete en sus entrañas para destrozarlo, como las malintencionadas palabras de Shin le destruyen sus sueños, como mi primo pierde sus escrúpulos para poder continuar manejando los hilos de su vida ¡Esto nos está consumiendo!

Yo no quería que ese romance me absorbiera, tan solo codiciaba ayudar al castaño, sin embargo, he caído en mi propio juego y ahora luzco como un loco enamorado; no pude evitar que ese ingenuo chico me embelesara y ahora lo único que codicio es poder salvarlo de ese desgarrador amorío, ver una sonrisa genuina sobre esos labios de almíbar y arrebatárselo a Haitani de las garras.

Mi primo no lo merece, el golpe fue la maldita gota que rebasó el vaso de mi paciente; fue la chispa negra que gatilló toda mi furia ¿Cómo mierda puede ser tan insensible para lastimarlo de esa manera? No me interesa si solo soy un intruso en su miserable historia, si ante sus ojos  no soy más que una insignificante escoria, si le repudio como un enfermo leproso; eso desgarró mi cordura, yo vengo para quitarle al castaño.

Con esa clase de enfurecidos pensamientos pude percibir como los músculos se me calentaban de la rabia mientras mis manos acunaban el frágil cuerpo del castaño cerca de mi pecho; recorriendo su espalda como si esas curvas me pertenecieran, aspirando su aroma deseando ser el único, besando esos labios sin que él lo sepa.

Después de esa conmoción con mi primo le prohibí que saliera de la habitación y nos encerré en el apartamento para ver alguna película fastidiosa mientras esperábamos la noche para poder ir al dichoso evento de la librería; Ritsu ante el aburrimiento que le causó el film de romance que escogí se quedó dormido entre mis brazos y desde ese momento no le he podido quitar los ojos encima.

Una tonta risa salió de mi garganta mientras trataba de acomodarme en el suelo y devolverle la sensibilidad a mis rígidas piernas; debo parecer un  demente al hacer estas cosas, al tratar de memorizar cada una de sus facciones, acariciar su rostro, aferrarme con fuerza a él como si le pudiera otorgar alivio entre sueño; debo parecer un idiota perdido en el amor.

Yo permití que este juego subiera a esta intensidad, yo desafié la cordura de mi primo logrando que derramará la última gota de paciencia, que su rabia me fulminara y el precio de ese insoportable ambiente que nos asfixiaba como una soga al cuello lo está pagando Ritsu.

Un par de ruidos incoherentes llamaron mi atención; con curiosidad me centre en el castaño quien se removía en mi pecho como un torpe intento por parpadear y estirarse “Ritsu” Lo llamé consiguiendo que sus pestañas se alzaran.

“Takano” Me respondió con una pequeña sonrisa que heló mi sangre “Perdón, supongo que la película estaba”

“¿Muy aburrida?” Le pregunte levantando una ceja, el más bajo con vergüenza asintió ruborizándose tenuemente; ¿Cómo alguien puede ser tan lindo? ¿Cómo alguien puede despedazarme de esta manera?

“Debes levantarte, en casi una hora tenemos el estúpido evento de la librería, no quiero que sensei se enfade con nosotros por la impuntualidad” Él se limitó a asentir estirando sus brazos sobre su cabeza como un gato; revelando sin percatarse su desnudo vientre debajo de la camisa; logrando que lo deseara aún más.

“Me ponen un poco nervioso estas juntas pero son grandiosas oportunidades para que el negocio crezca” Me indico levantándose del suelo con una brillante mirada; mis cejas se arquearon al apreciar como la mancha roja sobre esos perfectos y tentadores labios opacaba toda aura de dicha y gloria.

“Yo voy a salir a buscarte un traje, no quiero por ningún motivo que te encuentres con Haitani” Gruñí con dominancia parándome de las alfombras para someterlo bajo mi tacto visual siendo el único hipnotizado por esas orbes.

“Takano los tres vivimos en el mismo apartamento, va a ser bastante complicado no verlo” Su voz se escuchaba con un ligero tono de burla, sin embargo; en esos preciosos ojos solo había reflejada una gran melancolía.

“Ya veremos cómo evitarlo” Farfullé con los puños apretados, dándome vueltas para encarar al diablo con pesadez; un tímido agarre en la manga de mi camisa freno mis pasos.

“Yo no quiero defenderlo pero estoy seguro que lo hizo por impulso, no seas tan duro con él, es más sensible de lo que parece” ¿Sensible? ¿Ese bruto tener emociones?

Lo único que ha hecho mi primó es torturarme con sus irritantes méritos; sacarme en cara su exitosa y ostentosa vida, escupirme en el rostro la venenosa realidad; yo tengo un gran apartamento lujoso, tengo un empleo soñado, ahorros para salir de vacaciones, una educación privilegiada, en mi familia me adoran, me codeo con el renombre de mis amigos, tengo a Ritsu y tú no; estoy más que enfermo de eso.

Onodera siempre va a defender a ese imbécil porque lo ama, aunque me duele y me pulverice el corazón admitirlo sus focos están centrados en esos distorsionados ojos escarlata; por eso yo soy el único capaz de quitarle el antifaz al monstruo y dejarlo expuesto como el parásito que es; como el abusivo quien se ha convertido en la razón de mis tormentas.

“Ritsu no te permitas cegar por él” Fue el frágil hilo que escapó de mi garganta “Sé que estás enamorado pero no por eso debes aceptar esa clase de deslices”

“No los acepto” Protesto con seguridad forzándome a verlo al aprisionar mis mejillas “Pero por el cariño que le tengo no lo dejo como una bestia sin corazón, solo ten cuidado con lo que le dices” Me pidió descendiendo sus manos por mi pecho; logrando que toda mi piel ardiera con las cosquillas en mi estómago.

“Lo haré” Musite besando fugazmente esos pecaminosos labios, riendo ante la linda expresión satisfecha que había grabado en su cara.

Sin intercambiar otra palabra con el más bajo abrí la puerta para incorporarme por los grandes pasillos de un lujoso apartamento adornado por las mentiras y los engaños hasta la pieza del petulante en donde el dueño de mis quebrajados pensamientos guardaba sus prendas.

Al incorporarme observe como el de cabellos rojizos me fulminaba con la mirada sobre la cama mientras apretaba con cólera el desordenado cubre; ignorando sus expresiones me encamine al armario para sacar el traje del menor y poder irnos a esa trampa comercial disfrazada de una embustera fiesta.

“Takano tú” Le hice una seña con la mano para que se callara.

“Me importa una mierda lo que tienes que decir” Proclame con gélido sacando un pequeño traje negro de elegantes terminaciones “Entre nosotros no hay ningún tema a tratar”

“¡Quiero a Ritsu de regreso!” Me gritó con frustración levantándose de la cama para aprisionar el cuello de mi camisa “No sé qué le hiciste, no tengo idea de que mentiras le dijiste para que se pusiera en mi contra pero no lo voy a permitir, es mío Takano; llevamos cinco años de relación, no lo vengas a destrozar todo” Mi primo parecía que me quemaba con esa ardiente mirada de odio; nunca lo había visto tan alterado y necesitado.

“Yo no le dije nada más que la verdad” Conteste con una torcida sonrisa “Tú no lo mereces, tan solo te gustaba poder marcarlo como de tu propiedad, si solo querías sexo debiste ir a pasar la noche a algún bar” El desprecio se intensifico en sus orbes ante cada una de mis frases al igual que su agarre.

“No era solamente sexo” Bramó respirando como un toro furioso sobre mi cara, chocando su asqueroso aliento de cerveza en contra de mi nariz “Lo amo, yo lo amo” Una risa irónica fue lo que resonó por las paredes del apartamento.

“¿Es enserio?” Le pregunte elevando una ceja, golpeando sus brazos para que me liberara “Te tardaste bastantes semanas en admitir lo que sentías después de las oportunidades que te di” Le confesé con decepción.

“Era un tema complicado, sabes que” Tapé con brusquedad sus venenoso labios al no tolerar una más de sus grotescas excusas.

“Esas dáselas a alguien que te crea” Brame con seriedad empujándolo sobre la cama para poder salir de esa red de falsedad en la que él nos codiciada consumir.

Tiré con fuerza mis cabellos en seña de rabia; cada una de sus mentiras es una amenaza que más abajo condena a Ritsu ¿Cuánto más muerte debe estar ese chico para que el peli rojo se aprecie satisfecho? ¿Cuántas más lagrimas le bastan para alimentar ese insaciable ego? Me cansé de esto, me salgo de este ridículo juego; esta vez voy muy enserio con el castaño.

Me metí en mi habitación encontrándome con un exaltado Ritsu quien revisaba con curiosidad su teléfono, cuando nuestras miradas chocaron y una corriente agolpo cada uno de mis sentidos él se limitó a decir “Este año parece que tenemos más presupuesto, la fiesta se hará en la recepción del hotel que hay en el centro”

“¿Cómo?” El más bajo me sonrió como si leyera mi mente para contestarme.

“Kisa me acaba de escribir, al parecer intentamos hacer un convenio con las librerías Marimo y a Sumi sensei le gusta impresionar” Asentí con torpeza con la cabeza extendiéndole el traje para que nos pudiéramos ir.

Ritsu agradecido lo recibió despojándose de las prendas al frente de mi hambrienta mirada, enseñándome esa piel que tenía prohibido marcar como mía; aturdiéndome con esa figura que tantas noches he soñado, tentando mi instinto animal con su deliciosa carne.

Negando con la cabeza me quite mis ropas para cambiarme y ponerme el traje que use para la graduación de la universidad; peine con mis dedos un par de rebeldes mechones para extender las manos y permitir que el castaño me repasará con esos hermosos ojos curiosos.

“Te queda un poco corto” Se burló al extender mi brazo y ver que me la manga me llegaba hasta las muñecas “Pero pasa desapercibido”

“Vámonos antes de que pierda el valor” Le pedí entrelazando mis dedos con los suyos, consiguiendo que su aliento fuera robado al tener la certeza de que esas excusas de niños con las que estábamos dando vueltas acaban de ser destrozadas.

Ritsu y yo salimos del apartamento sin tener más señas del arrogante para tomar un taxi hacia el lujoso hotel y trabajar un día extra sin paga; debo confesar que aunque este empleo no fue por lo que vine a tolerar el insoportable carácter de ese insufrible cínico ha sido divertido; he quedado encantado con esa pequeña librería.

Siento que de alguna manera es trabajar en lo que estudié, es acercarme a mi sueño con sutiles pasos, es golpear la realidad con una historia de esfuerzo, a mí jamás me entregaron las cosas en bandeja de plata a diferencia de Haitani; por eso valoro cada gota de sudor y aprecio las heridas de batalla entre mis manos.

Con la mirada perdida en la ventana y el castaño aferrado a mi brazo con nervios me acomodé en los toscos asientos del taxi para sonreír de manera infantil ante esta oportunidad que me ofrecía el destino torcido; sumido en mis pasiones no me percaté del largo transcurso ni la de curiosa mirada esmeralda hasta llegar al gigantesco edificio.

Luego de pagarle al conductor caminamos a la recepción del salón quedando sin aliento; las brillantes luces colgadas en el techo; las poderosas estructuras de mármol simulando ser pilares, el elegante y embriagador ambiente, la música lenta pero agradable, las ropas de las personas, la comida, los serios intercambios; nunca había estado en un lugar así.

“Ritsu” La voz de nuestro jefe me saco de mis fantasías para ver al hombre de expresivos ojos cafés y platinados cabellos “Veo que también vino el nuevo” Murmullo con una pequeña sonrisa “Me gusta que te tomes tu trabajo enserio”

“Sensei repasé los últimos títulos como me lo pidió, estamos listo para ofrecer lo mejor que tenemos” Confeso el más bajo con una reluciente expresión sobre sus facciones.

“No esperaba menos de ti” Se mofo con una sutil risa “Ya envié a Shouta para que hablara con el encargado de la librería Marimo, si llegamos a este convenio entre ambas el mercado será oficialmente nuestro, necesitamos persuadir bien”

“¿Qué es lo que sugiere que hagamos yo y Takano?” Mi atención se centró en el mayor esperando con expectación la respuesta.

“Por el momento solamente quiero que saluden a un par de autores y los trates de convencer de que firmen exclusividad con nuestra empresa, que nos permitan ser los que guiemos sus pasos y su progreso” El chico de mirada jade  guardo silencio mordiéndose el labio; perdiéndose en el mar de confusiones del que me tiende a privar.

“¿Qué hay de la negociación a la venta en las universidades?” Una sonrisa se ensancho en el de cabellos blancos.

“Tuvimos suerte,  al parecer tu amigo Hiroki represento a su universidad y no ha sido muy complicado para convencer, a ese hombre le agradan los libros que vendemos” Sensei desvió su mirada a mis ojos para entregarme una cálida sonrisa “Solo preocúpense de los autores y después disfruten de la noche”

“Está bien” Fue la torpe respuesta que le di para seguir al castaño hacia los presuntuosos escritores.

“No te pongas nervioso ni los alabes mucho, no les gusta que los llenen de piropos porque se sienten hostigados” Murmulló tensándose al percibir como mis manos acariciaban las suyas en busca de seguridad.

“Tratare de dar intervenciones prudentes” Con un último asentimiento ambos nos dirigimos a nuestros objetivos.

Todas mis expectativas fueron destrozadas con los discursos que entregaba el castaño, él lucia tan carismático, amable, inteligente, experto, se manejaba con gracia entre los temas de la empresa, aunque yo los había estudiado mi habilidad jamás se asemejaría a eso.

Ritsu se ganaba la confianza de ellos con rapidez para luego exhibir con orgullo nuestros méritos; en toda la velada mantuvo una radiante sonrisa y una mirada resplandeciente; es curioso como a pesar de sentirse decepcionado por su empleo resalta de esa forma cuando habla de los libros de sensei; si fuera más honesto consigo las cosas serían más sencillas.

Cuando por fin tuvimos contacto con todos los autores de la empresa el más bajo libero un satisfecho suspiro acercándose a la barra del hotel para pedir un ligero trago en busca de relajarse y despejarse.

“Eso fue increíble” Musite con sinceridad tomando la copa con el burbujeante liquido entre mis manos “Tienes mucha habilidad” El menor negó con la cabeza.

“Solo soy un hablador” Rio tomando del vaso “Adoro cada uno de los trabajos que nos llegan y que edita la empresa de Sumi-sensei, por eso le pongo tanto empeño, mis verdaderos motivos son un tanto egoísta”

“¿Por qué tiendes a subestimarte tanto?” Los relucientes ojos de Ritsu se encontraron con los míos paralizando mis acciones.

“Recuerdo que cuando conseguí este empleo por la sobreexplotación de mi campo laboral para Shin fue una deshonra, una vergüenza, una decepción al romper con sus perfectas apariencias” Una mueca de aflicción intento ser escondida en vano sobre sus labios “Solía pensar que este empleo era muy pequeño para mí, sin embargo, al desempeñar bien mis roles he aprendido que yo soy el pequeño para el empleo”

“Eres tan lindo” Balbuceé revolviendo sus cabellos, logrando que sus mejillas se encendieran.

“Takano eso que me dijiste anoche” Sabia a lo que se refería; estaba consciente de las incoherencias que mi corazón grito ante su estado “¿Tú me amas?”

“¡Ritchan!” Con frustración presione mis dientes ante la inoportuna presencia del chico de cabellos negros acompañado del castaño quien me observo con desdén al encontrarnos “Tengo que cerrar el trato con la librería Marimo pero no me manejo en ciertas áreas del trato; por favor ayúdame” La suplicante voz de su infantil amigo con un aprensivo agarre me hirvió la sangre.

“¿Por qué no lo hizo Hiroki?” Farfulló con molestia el más bajo.

“Oye no porque yo me maneje mejor que ustedes en su negocio quiere decir que lo comprendo todo, vengo en representación a mi facultad no a su librería” Se quejó apoyándose en la barra del bar con una falsa aura de grandeza.

“Takano regresó en un par de minutos” Se excusó el castaño antes de ser apartado de mi lado por su infantil amigo; dejándome en un ambiente lleno de incomodidad con su confidente.

“Así que” Un ligero tartamudeo salió en mis penosos intentos por establecer conversación; el hombre de mirada avellana presiono sus ojos echando la cabeza para atrás como si se encontrara hastiado.

“Las intenciones que tienes con Ritsu me quedaron más que claras” Proclamo de improvisto consiguiendo que mis músculos se tensaran “Tus emociones por él también”

“¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?” Le pregunte logrando que una risa sarcástica fuera liberada de su garganta.

“Lo miras con tanto cariño” Musito alzando sus pestañas “Tú estás enamorado de mi amigo, y por lo que me han contado tu relación con Haitani no es de las mejores”

“Mi primo y yo jamás compartimos muchos gustos, nunca nos llevamos bien” El castaño pareció relajarse con mis palabras entablando un ambiente más íntimo y amigable.

“Yo conocí a Ritsu antes de que iniciara un amorío con ese hombre, conozco bien los trucos que usa esa rata para manipularlo; lo que dice para darle esperanzas y luego esconderlo como si le diera vergüenza” El más bajo encogió los hombros dirigiendo su mirada al suelo “Lo único que puedes hacer tú es ser sincero; atrévete a darlas todas por él y te aseguro que te corresponderá”

“Pensé que te caía mal” Bromeé logrando que la confianza se estrellara.

“Lo haces” Respondió sin vacilar “Pero Kisa y yo pensamos que eres el menos terrible de los dos; por eso supongo que te doy mi apoyo, porque el terco de Ritsu no va a entender ni aunque se lo tatué en el brazo” Una tímida risa fue intercambiada antes de que apoyara mi mano sobre su hombro en señal de confianza.

“Gracias” Murmulle asintiendo con la cabeza.

“Ritsu es un buen chico, es modesto, es dulce, es inteligente, merece a alguien que lo trate con la dignidad que tiene, a veces puede llegar a ser un poco insoportable con su obsesión con Haitani” Una mueca de asco se trazó sobre mis facciones ante ese nombre “Pero pienso que ese amor hace mucho murió; Ritsu ya no es el mismo iluso revoloteando a su alrededor”

“Eso pasa cuando lo niegas por años” Farfullé cruzándome lo brazos indagando, enarcando las cejas ante un golpe en mi cabeza.

“Cuídalo como se debe y aprovecha esta oportunidad” Me ordenó con una sutil sonrisa apartándose de mi lado para hablar con un par de hombre quienes supuse que eran su siguiente objetivo a convencer.

Me apoyé en la barra analizando a Onodera con la mirada; él se encontraba junto a un chico de apariencia principesca y Kisa revisando un par de papeles; él es increíble, mientras más lo conozco más me gusta y más sumido en la codicia me condeno, más deseos yacen un mi interior para protegerlo.

“Estoy completamente perdido por él” Fue lo último que murmure antes de limitarme a seguir sus movimientos en silencio con una tonta sonrisa.

Después de unos eternos minutos el más bajo regreso indicándome que se encontraba exhausto por los nervios y deseaba ir a descansar; al no querer que el idiota de Haitani acariciara sus cabellos con una sumisión de mierda y le mintiera rogándole que lo perdonara rente una de las habitaciones del hotel para dormir en paz.

Estaba asqueado de tener que escuchar las palabras de clemencia de mi primo; si tanto lo siente, si tanto lo lamenta, si llora, si sufre como nosotros, que haga algo, que detenga su egocentrismo; que reflexione, pero nosotros no somos sus marionetas de desahogo, sí él no está dispuesto a cambiar yo rescatare al más bajo; me convertiré en el valiente caballero que derrocará al dragón escarlata para reclamar su corazón.

“No debería decirte esto” Murmulló mientras ingresábamos al ascensor camino al cuarto “Pero dejaste impresionado a sensei”

“¿Yo?” Balbuceé sin disimular mi sorpresa.

“Fuiste bastante convincente con todo” Musito bajando el rostro “El acomodar las estadísticas de venta y sus crecimiento por tres años es algo que a mí nunca se me había ocurrido” Una tonta sonrisa fue la que dibuje.

“¿De quién crees que aprendí?” Le rebatí tomando su mentón “Ritsu me has estado entrenando bien, yo solo quería que te sintieras orgulloso” El nombrado abrió los labios permitiendo que el aire se escapara de sus pulmones.

“Lo estoy” Proclamo antes de salir con una mirada irresistible del elevador y encaminarnos a nuestro cuarto.

No me atreví a romper ese agradable ambiente que había entre nosotros al guardar silencio; con el rabillo de mi ojo observé como el castaño se despojaba de las prendas para quedar solamente con su camisa y ropa interior acomodándose entre las sabanas.

Trague con dificultad para acostarme a su lado solamente con mi bóxer sin lograr que mis latidos fueran silenciados al resonar ansiosos por las paredes de la habitación ni conseguir que mi tonta sonrisa de iluso desapareciera.

El más bajo me dio la espalda acurrucándose en uno de los extremos de la enorme cama; ignorándome al tener una intensa batalla interna con su moralidad sobre los misteriosos ojos escarlata de un traidor.

Sabía que era mala idea presionarlo; nosotros recién estábamos tratando de enamorarnos, de dejar nuestras mascaras para quedar expuesto, romper una pretenciosa y utópica relación para confrontar nuestra fría realidad, perdernos en la tormenta de nuestros temores, pero…

“Takano” Yo no podía resistir cuando él me decía “Gracias por todo el apoyo que me entregas, la verdad estaba un poco asustado de venir y tú me diste mucha seguridad, gracias por protegerme” Esa clase de cosas.

“Ritsu” Murmuré aferrándome a su cintura, apreciando como su cuerpo se tensaba ante mis agarres “Cuida tus palabras”

“Lo digo enserio” Se defendió atreviéndose a darme el rostro “Aunque llevó años trabajando en ese lugar siempre tengo miedo de decepcionar a sensei y hoy cuando me iba a equivocar o no lograba convencerlos como deseaba tú estuviste para entregarme tu apoyo, tú me salvaste” Confeso con una tierna sonrisa “Gracias Takano”

“No lo digo por eso” Susurré acercando mis labios a los suyos “Lo digo porque me estas provocando con esas palabras” Murmure en su oreja consiguiendo que se tiñeran de escarlata.

“¡Yo no trato de hacer eso!” Se defendió con las cejas arqueadas resaltando la terquedad de su carácter “Yo” Callando sus incoherencias me subí arriba de él acomodando mis piernas entre las suyas, apoyando mis manos sobre su pecho.

“Me he estado reprimiendo para no hacerte nada” Declaré logrando que sus orbes se abrieran con sorpresa “Pero ya no lo tolero; me enfada la idea de que un hombre como Haitani te haya tocado sin valor alguno; me enferma que él te haya tenido, me da mucha rabia” Farfullé tomando sus mejillas para que no desviara la mirada.

“Pero” Presione sus labios para que guardara silencio.

“Ritsu yo no quiero tener sexo contigo” Mi mirada no vacilo al igual que mis labios “Yo quiero ser el primero que te haga el amor” Las mejillas del castaño enrojecieron con descaro ante mis palabras mientras su boca se movía de manera nerviosa.

“Yo no” Besé superficialmente sus labios pasando mi lengua con recelo arriba de estos.

“Solo dame una oportunidad para amarte” Le rogué besando su frente “Déjame mostrarte lo que es ser amado” Mis manos acariciaron su nervioso pecho sorprendiéndome por la velocidad de sus latidos; sus ojos se cerraron con angustia mientras el aire se le escapaba.

“Está bien” Musito con un débil hilo de voz “Yo quiero amarte Takano” Confeso gatillando el inicio de la locura.

Mis labios se unieron a los suyos en un frenético beso; mis manos se apoyaron sobre sus cabellos; la piel me comenzó a cosquillear mientras me perdía en la toxica esencia a la que sin salvación me había vuelto adicto.

Mi lengua acaricio cada parte de su cavidad; con recelo se encontró con la suya para comenzar una intensa batalla guiado por las descargas eléctricas con las que se encendía mi sangre, la respiración de él estaba agitada, su rostro se había adornado de escarlata; yo codicio ser el único que lo ponga en este estado; fundirme con él para que nunca nadie más lo tuviera.

Nuestros labios se solaparon con necesidad, las salivas se habían fundido en una; su sensual aliento con un vicioso dulzor golpeaba mi rostro; lo único que pude hacer fue aferrarme a su nuca para profundizar más esa venenosa muerte.

Ritsu abrazo con sus manos  mi desnuda espalda logrando que toda mi piel se erizara y los músculos me rogaran por poseerlo; con suaves movimientos de lengua nos aparte ante la escasez de aire que era reclamada en mis pulmones.

Con lentitud me separé de él limpiando de la comisura de sus labios un tenue hilo de saliva; sonreí en señal de victoria ante su excitada expresión de entrega; era realmente lindo; él sabía cómo hacerme explotar, mis manos comenzaron a desabrochar los botones de esa fina camisa para dejar expuesto su desnudo pecho; él era perfecto.

Con un par de tierno besos descendí por su pecho mordiendo ligeramente la piel de esta; succionando su carne para enrojecerla y escuchar un par de lujuriosos jadeos escapar de esos pecaminosos labios.

Con mis dedos comencé a pellizcar sus sensibles pezones provocando que el más bajo diera un pequeño salto en la cama haciendo rechinar el colchón; las sabanas descendían por nuestros cuerpos ante la insoportable temperatura que nos consumía.

Me dedique a succionar; morder, probar, marcar cada sección de ese pecado que él se había vuelto con la respiración intensa amenazando con cortar el hilo de mi vida “T…Takano” Ese jadeo tan lascivo y lujurioso, lleno de cariño y éxtasis encendió algo en mis entrañas.

Ingresé con ansiedad mi mano en su ropa interior provocando que un espasmo azotara su cuerpo; con la punta de mis dedos comencé a recorrer su erección con lentitud sin despejar la mirada de esas únicas expresiones.

El castaño se mordió el labio callando esos dulces sonidos para apretar con fuerza mis brazos como si me rogara por más en silencio; presiono sus parpados liberando un acelerado suspiro mientras sus piernas temblaban.

“N…No hagas eso” Un gemido salió con esas frases; sin ser capaz de controlar mi razón tome una de sus manos para llevarla hacia mi ropa interior para que atendiera mi excitada hombría con sus caricias.

Sus grandes ojos verdes se abrieron con sorpresa al sentirme “Quiero que tú también me toques” Murmure con la voz ronca en su oreja depositando un tierno beso sobre su enrojecida nariz; el castaño de despeinados cabellos asintió comenzando a mover mi hombría con su mano.

Con mis dedos me dedique a recorrer su erección consiguiendo que mi nombre fuera pronunciado con un lascivo tono; pronto me encontraba masturbando con brusquedad la caliente excitación de mi Ritsu mientras él me hacía enloquecer con sus toques.

Tenerlo era el mismo éxtasis, era subir al cielo para descender en un infierno de placer; tocar la locura mientras él era mi salvación, todo mi cuerpo era recorrido por la estática mientras la sangre me ardía como si fuera lava por las venas, calcinando todo a su paso.

El más bajo se aferró con su mano libre a mi cuello intentado acercar sus labios a los míos; como el adicto que era de ellos me dedique a profanar su sabor sin detener los calientes movimientos de este encuentro.

Una dolorosa presión se hizo presente en mi hombría; cientos de escalofríos azotaban cada uno de mis músculos; movía con rapidez mis labios al compás de los suyos marcando a ese chico como mío sin dejar de masturbarlo.

Ritsu se aferró con fuerza a mi espalda tirando de los cabellos que descendían por mi cuello para liberar mis labios y terminar sobre mi mano intentando calmar su respiración sobre la cama; apoyando su palma derecha en su pecho en busca de descanso.

Con su esencia me dedique a lubricar su entrada sin quitarle en ningún instante la vista de encima; separe sus piernas para incorporarme entre estas mordiendo sus muslos con la intención de que se relajara; tome su trasero para comenzar a adentrarme en él.

Un sensual gemido salió de sus labios; con lentitud me introduje en su entrada siendo presa de una exquisita presión acompañada de un infernal calor; con la excitación rebasando mis sentidos mire al castaño quien tenía todo el cuerpo adornado por el sudor y una mirada empañada de cariño y lujuria; era la primera vez que lo veía de ese modo.

“Si quieres puedes moverte” Jadeo sin romper el intenso tacto visual que teníamos.

“No quiero ser muy brusco” Murmullé sorprendido al apreciar como él se inclinaba para aferrarse a mi cuello y quedar sobre mi regazo.

“Porque eres tú puedo decirlo” Musito en mi oreja permitiendo que aspirara ese embriagador aroma; intoxicándome con los besos que dejaba en mis mejillas de improviso.

Con esas órdenes comencé a embestir al más bajo consiguiendo que sus piernas temblaran y su abrazo se intensificara; la temperatura entre nosotros creció al igual que la estática entre nuestros cuerpos; mis manos recorrían ansiosas su húmeda piel hacia su rostro para acunar sus ruborizadas mejillas con mis manos y esparcir un par de besos alrededor de estas.

“Te amo Ritsu” Confesé logrando que la sorpresa inundara esos relucientes ojos; el seductor muchacho con una linda sonrisa tomo mis pómulos para unir nuestros labios en un lento y amoroso encuentro de pasión.

La velocidad de mis embestidas aumentaban; las incomparables sensaciones me paralizaban; el calor, la electricidad, la estática, cada uno de mis poros se encontraba erizado, estar dentro de él; fundirme con su alma, ser uno, era incomparable, la sensación más exquisita y placentera de la que he sido víctima.

Sus paredes se comenzaron a contraer sobre mi excitada erección; sus tóxicos labios se impregnaban en mi piel; sus manos acariciando mi cuello me cegaban; estaba perdido, estaba perdido en este mar de amor del que no podía salir.

Con mi mano izquierda volví a masturbar la despertada hombría del castaño para recorrer esa caliente y palpitante erección forzándolo a descender a este infierno conmigo, mi corazón se agitaba con intensidad, podía sentir como el sudor recorría todo mi cuerpo mientras la ensordecedora tensión me volvía un demente.

Con un par de rápidos movimientos el más bajo apretó con fuerza mi nuca juntando con brusquedad nuestros labios; un último jadeo fue liberando antes de que se corriera en mi mano con las piernas temblando y el cuerpo azotado por espasmos.

Cuando la estática se hizo imposible de soportar al verme apresado por esas ardientes y estrechas paredes; la presión en mis nervios y un escalofrío golpeando mi columna; esas viciosas sensaciones provocaron que la explosión llegará y acabará en el interior de Ritsu relajando cada uno de mis músculos ante el repentino alivio.

Con lentitud me separe de su boca lamiéndola una última vez, sonriendo ante lo hinchados que los había dejado; acariciando con confianza su vientre como si él ya me pertenecería “Eres increíble Ritsu” Confesé con ilusión sin ocultar mi tonta sonrisa de hombre enamorado.

“Eso fue” Sus palabras se detuvieron mientras sus manos recorrían mis brazos con el rostro ardiendo de la  pena “Se sintió muy bien” Confeso ocultándose en mi hombro con vergüenza “Es la primera vez que me tocan con ese cuidado”

“Se llama cariño” Murmulle divertido saliendo de su interior para acostarnos sobre las desordenadas sabanas “Es algo aprenderás todos los días conmigo” El más bajo me sonrió con dulzura acomodándose sobre mi pecho.

“Estoy ansioso por aprender, por ser solo tuyo Takano” Se burló consintiendo que mis manos acariciaran sus sedosos cabellos y nuestras piernas juguetearan debajo de las sabanas en un juego que hace mucho perdí.

Notas finales:

Bueno para Ritsu cosas como entregarse significan mucho considerando que solo ha tenido una pareja; pero que haya aceptado darle su corazoncito asi a Takano...eso lo dice todo y gatillo más de alguna tormentosa confusion en esa cabecita llena de conmociones.

Bueno el te amo de Shin como que no sirvio de mucho a estas alturas, pierde el toque ese gesto si se aplaza mucho.

Espero que les haya gustado, ojala comenten y mil gracias por leer <3 <3


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