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Relaciones toxicas por Chiaki28

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Notas del capitulo:

HOla chicos!!

Yo estaba esta mañana "Genial hoy salgo más o menos temprano del trabajo a actualizar" (Estan un poco pesadas ahora las cosas porque va a ser 18 de septiembre en chile).....seria una lastima que en mi dia relativamente relajado se caiga la pagina en la mañana y haya un terremoto <////3

Porque?? que horror!! Comenzo super fuerte y yo saliendo con el computador salvando lo que escribir T_T Todos se burlaron de mi; pero ya enserio fue fuerte, las relplicas siguen y quizas me quede sin luz....asi que subo lo que tengo.

PAra los otros lectoras de alguna de mis otras historias...tenganme paciencia hasta el viernes, se los prometo <3

Espero que les guste <3 <4

Takano Pov

No lo comprendo; sin importar las veces que en mi mente repase las maneras de actuar de esa enigmática pareja no logro llegar a alguna conclusión coherente; ellos son tan diferentes, divergen en tantas cosas, es por esa razón que cada día me siento más confundido y fuera de lugar en este apartamento.

Yo conozco a la perfección la verdadera cínica y torcida personalidad de Shin; él es un ególatra quien no le interesa el daño que puede causar con sus insensibles palabras; es un hombre sin escrúpulos, sin compasión, sin piedad; alguien que no es capaz de amar a los demás y corresponder con sinceridad.

Jamás me ha agradado mi primo; siempre lo he detestado por las hipocresías con las que se ha esmerado por vendar a las personas; me enfada como se siente asqueado por el resto de la humanidad como si fuéramos insectos que merecen ser aplastados, me enferma que nos trate como si fuéramos unas escorias leprosas que deben ser dejadas en una isla para no contaminar a nadie más con su repulsiva presencia.

Shin nunca se ha preocupado por alguien más; él es egocéntrico, codicioso, mentiroso, egoísta, embustero y manipulador; desde que éramos niños él engañaba para poder salirse con la suya, me da rabia tener que lidiar con ese tipo de carácter sumado a sus detestables caprichos; me enoja saber que nunca nada cambia entre nosotros dos en nuestra lastimera relación, tener la certeza de que siempre me observara en menos sin importar lo que haga, que sus mofas y burlas no se detendrá, saber que él continuara esmerándose por someterme en un infierno bajo el renombre de sus supuestos méritos.

Esa clase de actitud tan frívola y arrogante, no me sorprende, después de todo ha sido el único lado de él que he conocido, sin embargo, si me extraña que también la sostenga con su dulce e inocente pareja.

En esta semana que me he hospedado en su hogar he comprendido muy bien dos cosas; la primera es que Shin sin importar con quien este; es un hombre repúgnate que se deleita aplastando a las demás personas como si torturarlas le trajera placer y satisfacción; y la segunda es que Onodera Ritsu es un chico perdidamente enamorado de mi primo; lo debe amar mucho para hacer todas esas idioteces por él.

En este lapsus viviendo juntos; en el que Haitani ha pretendido engañarme con sus inclinaciones sexuales fingiendo una relación de amistad con su novio; lo ha hecho dormir en el sofá cada una de las mañanas mientras posee su cuerpo sin descaro alguno por las noches; Shin en verdad es tonto, yo me habría dado cuenta de su sucio secreto por su incapacidad para reprimir sus impulsos; por tener sexo en la habitación contigua a la mía, por no bajar su orgullo y callar sus gritos roncos; han sido noches muy largas para mí.

Pero que se acuesten y lleven una relación no es lo que me enfada, sino la indiferencia con la que  trata despectivamente al castaño; puedo escuchar como lo fuerza salir a mitad de la noche de su pieza para que descanse en el sofá y al día siguiente yo crea que nada ocurrió entre ellos; mi primo es un maldito cobarde ¿Cómo puede hacer sufrir de esa manera a su novio sin remordimiento alguno? ¿Tan importante es su orgullo? ¿Qué acaso no le duele ver como los precios ojos verdes de Onodera se opacan cada día más? Me enfada, me molesta, me jode que haga eso Shin, es tan desconsiderado.

Siento tanta lastima por el más bajo; entregarse de esa manera alguien que no te valora es algo que corrompe el alma con lentitud; asesina con ímpetu las esperanzas, se delita con las desilusiones y carcome el espíritu rompiéndolo como si este estuviera hecho de un delicado cristal; yo puedo observar como cada mañana sus sonrisas se vuelven más falsas y sus risas menos sonoras; como detesto a mi primo, el maldito tiene a un chico que lo ama incondicionalmente y ni por él puede dejar su egocentrismo un par de minutos para priorizarlo; esto es repulsivo.

Me levante de la cama sin ánimo de continuar torturándome con esta clase de pensamientos para dirigirme al comedor; suspire observado como el menor sobre el sillón se acurrucaba por el frío que sentía en contra de la delgada frazada que cubría su cuerpo; Haitani ni si quiera se puede preocupar por cuidarlo como se debe, es un interesado.

“Oye Onodera” Lo llame removiéndolo delicadamente en el sofá para que se despertara “Ya es tarde, levántate para desayunar” Lo regañe sonriendo divertido al escuchar como un quejido salía de su garganta.

“No quiero” Murmuro dándome la espalda infantilmente; suspire observado como debajo en sus blanquecidos hombros había un enorme y visible chupón manchando su perfecta piel nieva como si fuera una marca de posesión; no comprendo a mi primo; si quiere ocultar las cosas entre ellos no tiene sentido que lo marque así.

“Si no te levantas te arrojare un vaso de agua” Le advertí logrando que él se escondiera con más fuerza debajo de su frazada.

“Aún estoy de vacaciones en el trabajo, tengo derecho a dormir” Musito algo atontado al percatarse de su situación.

“Onodera” Lo llame por última vez sobresaltándome al percibir como se levantaba aterrado de su improvisada cama para mirarme con las mejillas enrojecidas y unos notorios nervios aflorando en toda su piel; expresión que me pareció muy linda.

“Perdón, creí que eras Shin” Se excusó bajando su mirada con temor al profesarse apenado por aquella escena.

“No te preocupes, de seguro fue un noche muy agitada para ti y no pudiste dormir bien” Especule  provocando que sus orejas fueran poseídas por un seductor color carmín mientras sus palabras comenzaban a temblar.

“Algo así” Murmuro levantándose del sillón para enseñarme el enorme pijama de rayas que llevaba puesto “Ven; como compensación te voy a cocinar el desayuno, después de todo igual se lo tengo que hacer a Shin”  Mis cejas se arquearon automáticamente al escuchar ese molesto nombre ser pronunciado por la boca del menor.

Ambos caminamos hasta la cocina en donde el más bajo comenzó a freír un par de huevos con una sonrisa ilusa intentando encubrir sus penosas y notorias ojeras; él debe amar mucho a mi primo para mimarlo de esta manera; aunque sé que no es de mi incumbencia su relación no me parece justo que toda la carga recaiga sobre sus hombros; Haitani debería al menos tener el valor de encarar sus mentiras en lugar de traspasarle el peso a alguien más; mi primo siempre ha sido un parasito que se aprovecha de la bondad ajena.

El castaño me sonrió amenamente depositando al frente mío un plato con mi desayuno mientras se sentaba al lado mío con una inocente sonrisa; como si todo el dolor que le provoca el insensible peli rojo fuese algo que no le importara al poder permanecer a su lado.

“Y ¿En que trabajas?” Le pregunte llevándome un pequeño bocado hasta mis labios para esbozar una mueca de desagrado.

“Perdón; no soy bueno en la cocina, ya me lo han dicho” Musito con melancolía observado con algo de desprecio los alimentos.

“No te disculpes por eso; al menos cocinaste algo” Lo defendí de sí mismo devorando todo el platillo sin importar el exceso de sal que lo dominaba; a juzgar por esa actitud tan sumisa que tiene Haitani debe ser muy exigente con él y se debe enfadar con facilidad, me irrita que lo trate de esta manera, que lo empuje tan bajo, aunque quizás esto solo es una proyección de mi rencor hacia mi primo siendo deliberada en otra apersona.

“No tenías porque hacer eso” Me regaño molesto inflando levemente sus mejillas en señal de una falsa y engañosa ira.

“¿Se supone que esa es tu cara de odio?” Le pregunte divertido con una sonrisa seductora logrando que su cuerpo se estremeciera.

“Primero te burlas de mi desayuno y después de mi cara; tu sí que eres directo” Musito el menor entrelazando nuestras miradas con calidez “Respondiendo a tu pregunta; yo trabajo por ahora tiempo completo en una librería ubicada en el centro, pero lo que en verdad aspiro es postula en alguna universidad para hacer clases o en una editorial; aunque por la escases de empleo no he tenido mucho éxito” Un iluso mohín se esbozó en mis labios ante sus declaraciones mientras unas agradables cosquillas se posicionaban en mi pecho al finalmente verme comprendido en alguien más.

“Me paso exactamente lo mismo, en mi pueblo tampoco había empleos, por eso tuve que venir a vivir con el insoportable petulante” Mis insolentes palabras provocaron que el castaño liberara una tierna risa que erizo mi piel.

“Sí; es algo difícil el carácter de Shin” Musito con melancolía acariciándose el cuello para aflojar su cuerpo.

“Yo no sé cómo tú lo soportas” Murmure relajándome en el respaldo de mi silla sin poder despejar mis ojos de cada una de las acciones de la pareja de mi primo.

“Llevamos cinco años juntos” Proclamo con pánico mordiéndose el labio al haber permitido que sus pensamientos escaparan con vigor de su confundida mente “Digo; cinco años en esta extraña amistad en donde yo soy el amigo vago” Apreté con rabia mis puños al contemplar como ese mohín lleno de alegría e ilusión se borraba con desesperanza al pronunciar aquellas repulsivas mentiras que le impusieron.

“Eso es mucho tiempo” Pregone con ira deseando poder fulminar a mi primo al no valorar lo que tenía.

“¿De qué tanto hablan ustedes dos?” Pregunto el hombre de ojos escarlata mirando con lujuria a su nerviosa pareja; No puedo descifrar a Shin ¿Cómo mierda pueda ser tan cínico? ¿Cómo puede mirarlo después de que lo forzó a negar quién era?

“Te prepare el desayuno” Murmuro el menor bajando con angustia su mirada mientras su rostro era poseído por la vergüenza al sentir como mi primo le revolvía sin descaro alguno sus castaños y lacios cabellos.

“Gracias Ritsu” Musito sentándose a su lado para probar el dichoso platillo “Aun esta malo pero de a poco mejoras” Susurro con una delicada sonrisa logrando que el más bajo suspirara por el supuesto cariño que le tenía su novio.

“¿Hoy es tu día libre?” Le pregunte con pesadez a mi primo rompiendo el romancito ambiente que los rodeaba.

“Si” Proclamo estirando sus brazos “Por fin tengo un día de descanso en esa compañía del demonio, pero es el precio del éxito, de tener un gran empleo; no como tú mi fracasado y querido primo irresponsable” Rodee los ojos ante el intolerable carácter del peli rojo para después apoyar mi rostro en mi mano.

“Podríamos hacer algo juntos” Propuso el castaño mirándome de manera cómplice; como si me intentara ayudar indirectamente.

“Buena idea” Corroboro el mayor “Hace un par de semanas abrieron un nuevo bar, podríamos ir a conseguir un par de ligues, ahí van chica muy sensuales; fáciles y guapas; ya es hora de que tengamos una noche de diversión” El menor se tensó ante el desconsiderado comentario de Haitani; apreté con rabia mi servilleta intentando liberar la ira que me causaba ver como cada día aquella relación condenaba más a Onodera.

Yo no estoy enamorado o algo así de Ritsu; pero si me agrada, él es buena persona, es el único que se ha esmerado para que me sienta cómodo en este hostil ambiente que ha nacido entre mi primo y yo; es alguien muy dulce que me ha ayudado a sobrellevar mis pesadas cargas apoyándome inconscientemente con este ridículo sueño.

Es por eso que me enfurece que lo maltrate, que lo niegue, que lo use como si fuera un objeto, que lo lastime sin que su conciencia lo torture con sadismo; siento que cada instante que paso tiempo de calidad con Shin lo detesto un poco más; es como si las desagradables sorpresas jamás terminaran con ese hombre.

“¿Quieres ir a un bar a conquistar mujeres?” Le pregunte con ironía negando con la cabeza ante sus cinismo.

“Claro que sí; ¿Qué imbécil se resistiría a ese panorama?” Proclamo ignorando la decepción que mostraba el menor “Podríamos conseguir un par de acostones si tenemos suerte” El castaño ante el shock emocional en el que se encontraba libero accidentalmente el tenedor en contra del suelo; el cual sonó estruendosamente en contra de las elegantes baldosas como si estuviera haciendo eco por las vacías paredes del apartamento sin vida que me consumen con lentitud al asfixiarme con los supuestos éxitos y méritos que ha tenido mi primo.

“Perdón; creo que soy muy torpe con las cosas” Murmuro el castaño agachándose para recoger aquel cubierto perdido; suspire hincándome para tomar el tenedor y extendérselo de manera desinteresada.

“Onodera ¿Te sientes bien?” Lo interrogue preocupado al ver como sus ojos nuevamente comenzaban a reflejar la tristeza y decepción.

“Si” Musito escondiendo sus emociones debajo de su flequillo para regresar a la mesa y pretender que nada de eso había ocurrido.

“¿Por qué no mejor vemos un maratón de películas?” Le pregunte a mi molesto primo para que dejara de lastimar a su tierno novio; pero que afortunados son algunos que tienen a alguien incondicional a su lado mientras que la mayoría debemos conformarnos con soñar con ese tipo de relación de revistas.

“¿Te gustan las películas Takano?” Me pregunto el menor con interés ignorando a mi enfadado familiar; acción que me hizo reír burlonamente.

“Me encantan; en especial si son de terror” Conteste acercando con sutileza mi mano para dañar el egocéntrico carácter de mi primo.

“¿Enserio? A mi también me fascinan pero Shin casi nunca me deja verlas; ese género no es de su agrado; él prefiere más los films de guerra; carreras o de acción” Musito con un pequeño puchero que removió algo en mi interior logrando que una torpe sonrisa se instalara en mis labios ante tan linda expresión.

“Muy bien, si quieren su estúpido maratón de películas pues vamos al sofá” Ordeno irritado el hombre de cabellos rojizos agarrándonos de la muñeca para arrastrarnos hasta su enorme sala de estar y ponernos en frente de la televisión “Adelante; cancelemos mis fantásticos planes para ver estúpidas y aburridas películas de malos efectos” Pregono Haitani sentándose frustrado en la enorme butaca.

“No te enfades Shin” Murmuro el castaño acariciando con cariño su mejilla “Si te da miedo estaré a tu lado” El hombre de ojos escarlata sonrió iluso ante las tiernas palabras de su pareja para abrazarlo por la cintura y apoyarlo en su pecho olvidándose de mi presencia y del supuesto secreto que debían conservar.

“Pues yo la pondré” Declare sentándome en un sillón aparte al profesarme incomodo con el amoroso ambiente en el que ellos estaban inmersos.

Aparentando indiferencia delante de la pareja tome una de las películas que estaban acomodadas en el enorme librero detrás de la televisión para encender la cinta y poder perdernos en ella por un toda una tarde.

En todas las horas que estuvimos juntos en el maratón no me pude concentrar en la trama de las producciones de baja calidad por culpa del descaro de Shin; como me molestaba, cada segundo que trascurría mi sangre ardía sin piedad alguna encendiendo toda mi furia; obligándome a reprimir mis nacientes impulsos por golpearlo ante tan remarcable cinismo que nos regalaba a todos con su patética actuación.

No soportaba como le revolvía los cabellos con afecto al castaño quien reposaba amorosamente en su pecho deleitándose con el ritmo de su respiración; dándole la mano en las escenas de terror, besándole la nariz cuando él tenía miedo mientras las manos de mi primo buscaban acariciar su fino cuerpo con descaro; utilizándolo para satisfacer sus necesidades debajo de mi agresiva mirada sin que ellos los supieran.

Como aborrezco que mi Shin me subestime de esta manera, como piense que soy tan tonto como para no darme cuenta de la clase de relación que lleva; si no fuera por la empatía que siento con Ritsu hace mucho lo hubiera dejado en ridículo atacando con malicia esa debilidad que lo hace vulnerable.

El atrevido de mi primo en todas las películas me intento engañar de manera lastimera sin éxito alguno al tocar a Onodera con desesperanza e ímpetu; cuando las escenas de terror aparecían y el protagonista gritaba aterrado por el asesino, el maldito sin pudor alguno llevaba su mano hasta el trasero de su novio para apretarlo y hacerlo soltar un apenado gemido cubierto por los sollozos de los actores; cuando el escenario se tornaba opaco y oscuro en algún ambiente nocturno él aprovechaba para robarle un par de besos al ingenuo de Ritsu quien parecía estar feliz con tan solo poder estar a su lado.

Tengo una poderosa sospecha en la clase de relación que ellos llevan; siento que solo Ritsu es quien entrega en este torcido romance mientras Shin lo utiliza para calmar su lujuria, no puedo ver preocupación genuina en esos ojos escarlata, en ese mar de egocentrismo en el que se ha condenado, en esa sonrisa hipócrita que a todos nos ha regalado; mi primo no es un hombre que pueda devolver afecto sin interés alguno.

Cuando el tercer film acabo mire directamente a mi Haitani quien se relamía los labios sin dejar de contemplar al asustado castaño; el cual aún se encontraba aterrado por el final de la película de terror “Basada en hecho reales”

“Creo que ustedes si se asustaron mucho para terminar así de abrazados” Declare maliciosamente esperando alterar el inmenso ego del hombre de cabellos rojizos quien empujo sin consideración alguna al menor al otro lado del sillón.

“Es que Ritsu tiene esa mala costumbre de andar abrazando personas cuando se siente mal; no le hagas mucho caso a mi amigo vago, comete bastantes disparates, esta algo loco y es muy impulsivo conmigo; pero lo debo soportar con todos esos defectos” El más bajo libero un quejido molesto mientras esbozaba una mueca de desagrado por las penosas mentiras que salían de la boca de quien se supone que lo ama de manera incondicional.

“Si, tengo esa estúpida costumbre” Lo corroboro cansado dejando que su cuerpo se apoyara en el enorme sofá.

“No todos son tan hombre como tú para no gritar en las película de terror” Suspire irritado llevándome mi mano hasta mi frente para masajearla en busca de una inexistente paciencia para poder tratar con mi primo.

“Shin ¿Estas seguro que no me quiere decir nada? ¿Estás seguro que tú y Onodera son solo viejos amigos?” Le pregunte dándole una oportunidad para liberarse de todos estos engaños y darle un respiro al más bajo.

“¿Pero qué mierda insinúas?” Pregunto agresivamente mi primo levantándose de golpe del sillón para encararme con ira “¿Takano que carajos me quieres decir?” Me sobresalta al observar aquel semblante en Haitani; él nunca ha sido una persona de existencia pacifica pero jamás se altera de esta manera.

“Es que Onodera parece ser alguien importante para ti” Me excuse intentado aligerar la tensión “Y yo no soy una persona prejuiciosa, no pienso que para el amor se necesite sexo o algo” El más alto se paró al frente mío permitiendo que su frío aliento chocara en contra de mi nariz tensando todos mis poros.

“Yo no soy un homosexual si eso es lo que estas insinuando” Pregono con una mirada gélida “Yo y Ritsu solo somos amigos; que te quede bien claro” Proclamo reprimiendo su ira para no golpearme en frente de su novio “Me voy a dormir, se me quitaron todas las ganas de ir a festejar por culpa de un maldito desempleado ocioso que no tiene nada mejor que hacer que andar opinando sobre las vidas ajenas” El hombre de cabellos rojizos después de mirarme con desprecio salió de la sala de estar para encerrarse en su habitación.

“¿En verdad no eres prejuicioso?” Me pregunto con algo de temor y desconfianza el castaño quien parecía desilusionado por la reacción de Shin.

“Claro que no lo soy” Proclame ofendido sentándome a su lado “Pienso que el amor no tiene etiquetas; me parece tonto desperdiciar una oportunidad por ser del mismo sexo” Declare con sinceridad revolviendo de manera espontánea sus cabellos, sorprendiéndome por la agradable sensación que Ritsu me transmitía.

“Desearía que hubieran más personas como tú” Murmuro recostándose en mi hombro debido al cansancio que ha vivido toda esta semana con la desconsideración que le enseña mi primo “Shin debería aprender una o dos cosas de ti Takano; no le hagas caso a sus palabras, en el fondo si te quiere” Musito cerrando esas lindas orbes verdes para finalmente poder descansar del arrogante y egocéntrico joven de ojos escarlata.

En esos momentos lo único que hice fue acomodarme al lado de Onodera permitiendo que su calidez me envolviera y disolviera el profundo odio que crecía por mi insoportable primo; un verdadero insensible carente de consideración; quien lastima a los demás con tal de preservar su poderoso renombre y destacar sus méritos.

Notas finales:

el proximo capitulo lo narra mi pequeño Ritsu; lo subo con seguridad el viernes y por ahi las cosas toman su rumbo serio ¬¬ Haitani deberia dejar sus prejucios, lastima a mi pequeño.

Espero que les haya gustado; ojala comenten y mil gracias a todos los que leen <3 <3


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