Ritsu Pov
El amor es un sentimiento que implica mucho sacrificio y empatía de uno de los dos lados; sin importar el cariño que ambos se tengan uno saldrá lastimado por el egoísmo del otro; después de todo siempre el que se enamora primero es quien sale perdiendo.
No es fácil sostener una relación con un hombre tan conflictivo como lo es mi novio; implica acumular mucha rabia y frustración, tener que dejar de lado el orgullo para anteponer sus deseos; pero lo hago porque lo amo, porque estoy locamente enamorado de ese peli rojo de mirada apasionada y frases poéticas; porque yo puedo ver más allá de sus cortantes sarcasmos e insultos que disimulan sus gritos de socorro.
Yo y Shin nos conocimos tomando un curso de escritura extra en la universidad; en esa época me encontraba muy nervioso por los exámenes y no era capaz de disimular mi angustia, por eso tendía a botar con torpeza todo lo que dejaba sobre la mesa; un afortunado día accidentalmente se me callo mi lápiz y Haitani lo recogió por mí; en ese momento nuestras miradas se entrelazaron en una fuerte conexión que poseyó todo mi cuerpo mientras mi corazón latía como si se fuera a detener; así supe que no quería pasar mi vida con nadie más que no fuera él; en ese instante sin poder evitarlo caí rendido a sus pies.
Con el tiempo el hombre de preciosos ojos escarlata y yo nos hicimos bastante cercanos; descubrimos que teníamos gustos similares, intereses en común, conversación divertidas, el tiempo no era suficiente cuando estábamos juntos, yo era inmensamente feliz con tan solo poder estar a su lado y verlo sonreír.
Yo no planeaba confesarme hacia él ni hablarle de mis emociones porque pensé que Shin era heterosexual y eso le causaría muchos problemas y quizás algo de asco con esta clase de sentimientos, sin embargo; una noche después una fiesta a la que volvimos juntos al dormitorio ambos acábanos cruzando la línea; perdiéndonos en una noche llena de placer y cariño en donde nos volvimos oficialmente una pareja de enamorados.
Mi vida a su lado ha sido maravillosa, he disfrutado cada instante que lo veo respirar, cada segundo que logra que toda mi piel arda, cada uno de sus besos los he atesorado, no hay cosa que me desagrade de mi novio excepto su cobardía; ese es el único defecto que logro encontrar debajo den esas perfectas facciones combinadas de una energética personalidad.
Shin no se atreve a decirle a nadie sobre la clase de relación que llevamos por temor a que los demás nos juzguen, por recelo a tener que vivir exiliado como si mereciera que lo marginaran; ese es un miedo que sin importar todas las palabras que le regale y las caricias que le otorgue no se lo puedo quitar.
Yo respeto que quiera mantener lo nuestro como un secreto; siendo su novio debo apoyarlo en todo lo que el ambicione y levantarlo cuando se sienta débil, no obstante, eso no disminuye el dolor que me causa tener que pretender frente a las miradas ególatras de la sociedad; porque me duele mucho fingir que solo soy un amigo, saber que llevo cinco años a su lado sin que los demás sepan de nuestro pasional romance.
Quizás sea egoísta de mi parte tener esta clase de deseos pero me enferma que me trate solo con cariño y respeto en nuestro apartamento; me siendo como si fuera alguna clase de prostituta barata a la cual deben ocultar por vergüenza, me concibo utilizado por mi novio con esta clase de acciones, yo sé que no es su intención hacerme sentir menos; pero me causa coraje y rabia saber que jamás seré quien sostenga su mano en público, que a diferencia de sus compañeros de trabajo nunca lo podre acompañar a alguna premiación y besarlo en la mejillas frente a los demás; me profeso inútil en esta clase de momentos.
Yo por Shin haría lo que fuera sin vacila, cuando él necesite amor yo correré para entregarle todo mi cariño hasta que deje mi cuerpo inerte y vacío, cuando me quiera yo me arrastrare por él en un camino lleno de vidrios soportando todo ese dolor para verlo sonreír; por mi novio haría lo que sea porque lo amo; sin embargo, siento que sin importar lo que dé en esta relación jamás es suficiente y siempre lo acabo avergonzando.
Me doy asco y lastima con esta clase de pensamientos; pero no lo puedo evitar; pienso que ese es el único motivo por el que solo me abraza cuando en las noches nadie nos ve o solo me acaricia debajo del manto de la oscuridad, como me dice que me ama cuando esta ebrio; al final él también es un cobarde más.
Yo pensé que con la llegada de Takano las cosas podrían cambiar, el azabache es un simpático hombre sin prejuicios que ya intuye nuestro romance; yo creí que Shin se atrevería a presentarme como lo que soy; pensé que por fin tendría mi anhelado final feliz, pero eso es solo fantasía; debo abrir los ojos y ver mi realidad, no importa con quien se encuentre mi pareja nunca me presentara como su novio, él siempre me ocultara como si fuera una especie de amante; ya debería estar acostumbrado después de tantos años de esta clase de tratos despectivos, pero no lo estoy, porque el sufrimiento no reduce con la experiencia.
Desearía poderlo hacer reacción, que despierte; que vea lo que tiene al frente suyo, que se percate del chico que lo mira con un profundo amor todas sus mañanas, el mismo que deja que lo aplasten como si fuera basura para no causar molestias o preocuparlo de más; desearía que Shin me valorara un poco.
“¿En qué piensas amor?” Me pregunto el dueño de mis delirios jugueteando con los rebeldes mechones que caían por mi frente.
“En ti” Proclame con sinceridad “Sabes que eres lo único que pienso” Murmure apenado escondiéndome en su pecho mientras sus manos recorrían mi cintura sin vergüenza alguna hasta llegar a mis caderas.
“Tienes una severa obsesión conmigo; Ritsu eso es enfermizo” Bromeo el más alto besando con delicadeza mi frente.
“Eso no tiene nada de malo si tú eres la cura de mi enfermedad” Musite aspirando con necesidad el varonil aroma que desprendía su cuerpo.
“Yo tengo mi remedio justo acá” Proclamo levando mi mentón para poder rosar sus labios en contra de los míos.
Cerré los ojos sin poder ocultar mis nervios y ansias mientras mis manos por inercia se aferraron a su cuello y mi boca dejaba que sus expertos y deliciosos labios de tabaco guiaran nuestros agraciados movimientos; acelerando nuestras respiraciones mientras la temperatura entre nosotros dos comenzaba a subir.
Un penoso gemido murió en mi garganta al sentir como las manos de mi pareja acariciaban sobre mi pantalón mi hombría con una chispa de lujuria guiando cada uno de sus movimientos; con torpeza trate de corresponder a su beso moviendo mis labios con sincronía mientras sus manos recorrían toda mi anatomía.
El mayor metió con descaro su lengua en mi boca recorriéndola de manera agresiva como si quisiera clavar su esencia en mi cuerpo y marcarme como suyo sin confrontar la necesidad de intercambiar palabras; suspire apenado al percibir como todo su sabor era el que poseía mis sentidos mientras mi cuerpo no dejaba de temblar.
Mi razón regreso cuando sentí como su fría mano se introducía por mi pantalón acariciando mi piel; en ese momento lo empuje lejos al encontrarme muy cansado y enfadado por sus constantes reprimendas hacia mí supuesta cercanía con su primo.
“Shin es de día; Takano está en el cuarto de al lado leyendo un libro, no tendremos sexo; nos escucharía” Proclame cruzando los bazos en señal de terquedad.
“Ritsu; tú me seduces de esa manera todo el tiempo ¿Cómo me contengo si eres tan lindo?” Me pregunto acercándose hasta mi oreja para morderla con persuasión mientras sus dedos bajaban por mi espalda.
“Paso todas las noches contigo y me voy en las mañanas al estúpido sillón, dame descanso cuando hay luz de día” Me queje sosteniendo mi opinión en frente de los ególatras deseos de mi pareja “Además me duele el cuerpo” Musite percibiendo como mis mejillas se calentaban al haber declarado tan penosas palabras.
“Me lo hubieras dicho antes amor” Murmuro el más alto besando con afecto mi frente sin dejar de abrazarme “Perdóname si he dio muy posesivo o bruto, pero tener al imbécil de mi primo rondando por acá me tiene nervioso” Esboce un pequeño puchero ante sus crueles palabras por quien se había vuelto mi amigo.
“No le digas así a Takano; si te molestaras en conocerlo sé que se llevarían bien” El hombre de cabellos rojizos bufo con molestia levándose de su cama para darme la mano y obligarme a imitar su accionar.
“Olvidémonos de ese intruso y vayamos a tomarnos un café; hace días que no salimos juntos y estoy desesperándome” Proclamo mi novio logrando que todo mi cuerpo se estremecía y mi corazón se acelerara con desesperanza.
“No iré si dices esa clase de cosas sin medir lo que provocas en mi” Susurre dejando que mis pensamiento escapara “A ti te encanta avergonzarme” Murmure escondiendo mi expresión debajo de mi flequillo; sin querer ver la torpe sonrisa de satisfacción que se había dibujado en los labios de mi pareja.
“Me fascina hacerlo porque te ves aún más adorable con esa clase de caras” Corroboro besando mi mejilla “Iremos por el camino abandonado para que nos podamos tomar las manos sin temor alguno” Me ofreció con un tono juguetón mientras su mano descendía hasta el bolsillo trasero de mi pantalón en donde se escabullo para descansar “Andaremos como los enamorados con las manos en los pantalones del otro”
“Tu si sabes cómo convencerme para salir de mi cómodo hogar en plenas vacaciones; aunque no hare esa clase de ridiculeces contigo” Murmure permitiendo que me abrazara de esa extraña manera para salir del apartamento.
MI relación con Shin es complicada, es conflictiva, es dolorosa, me lastima, me duele pero gracias a estos momentos de intimidad que tenemos sé que todo ha valido la pena; tengo la certeza de que mi lucha y mis lágrimas no se han derramado en vano y que solo lo debo esperar pacientemente para poder estar juntos en el futuro.
Ambos caminamos abrazados por las solitarias calles abandonadas sabiendo que nadie nos interceptaría en estos peligrosos callejones; una sonrisa ilusa estaba grabada en mis labios mientras mi corazón no podía dejar de golpear con ímpetu mi pecho y una gran calidez nacía en cada parte de mi alma al ser tocado en público por el hombre que amo.
Suspire ingenuamente sin importarme el desagradable paisaje nos acorralaba o el repulsivo aroma que nos rodeaba; porque lo único que necesito para poder seguir avanzando es tener a mi novio sosteniéndome la mano; con él a mi lado siento que puedo lograrlo todo; siento que podemos superar juntos estos prejuicios para enseñarles a los demás ignorantes que para amar no se necesita tener un sexo predeterminado porque eso nace del espíritu; para poder amar lo único que se necesita es tener un corazón.
Mi pareja beso con cariño mis cabellos mientras me apegaba más a su pecho de manera protectora, aunque él no lo admita jamás en voz alta sé que también le aterran esta clase de lugares solitarios; aun así ambos nos deleitamos con el frío viento que nos golpeaba mientras el camino hasta la modesta cafetería llegaba a su fin.
“¿Shin?” La voz de un tercero nos sacó de nuestro romántico trance, con temor ambos volteamos encontrándonos a un imponente hombre de cabellos plateados quien abrazaba posesivamente a un curioso castaño “Haitani Shin ¿Eres tú?” Pregunto una vez más logrando que mi novio reaccionara y saliera de su trace.
Una fuerte opresión en mi pecho se hizo presente al apreciar como liberaba con asco mi mano y me separaba de su cuerpo como si fuera un condena que lo vieran conmigo; con decepción desvíe mi mirada al suelo al querer regresar a casa; sin importar las veces que pase por esta sensación amarga y llena de vacío que implica que me nieguen el sufrimiento no se reduce.
Mire con envidia como esa pareja se mantenía abrazada a pesar de nuestras indiscretas miradas, suspire con ira sin dejar de preguntarme ¿Alguna vez él podrá hacer eso por mí? ¿Qué necesito hacer para que mi novio me trate con la misma dulzura? No entiendo que mierda me falta para ser perfecto para él; no comprendo que quiere de mí; pero me continuare esforzarnos, me martirizare si es por él, seguiré tragándome mi maldito orgullo para bajar mis humos y pretender ser su amigo, yo no me iré de su lado porque lo amo y lo apoyare, lo esperare como él me lo pidió sin importar lo mucho que me arda sentir como mi voluntad se desase.
“Usami Akihiko” Declaro mi novio con una sonrisa ignorando la rabia que carcomía cada uno de mis pensamientos ante ese cambio de actitud; yo no pretendo ser lo más importante para él; jamás le exigiré más de lo que me puede dar pero ¿Por qué al menos se esfuerza en pretender que le importo un poco?
“Mi viejo compañero de escuela, es raro encontrarte caminando por un callejón desértico” Se burló el más alto con una sonrisa seductora “Misaki y yo íbamos hacia la cafetería a tomarnos un café; sería un placer que nos acompañaran para ponernos al día con la agenda, no he sabido nada de ti en años hombre” El joven de ojos escarlata sin importarle la incomodidad de la que era víctima acabo aceptando para mantener apariencias.
Los cuatro caminamos en un agradable ambiente familiar hasta el pequeño local en donde todos pedimos un café caliente mientras yo me sentaba con unos notorios nervios al lado de mi novio quien aún no me explicaba quiénes eran esos personajes a los que trataba con tanta confianza y cariño.
Cuando los pedidos estuvieron listos el más alto con cariño rodeo con el brazo al chico de ojos esmeralda quien se ruborizo al instante, con poco disimulo tosí al haberme ahogado con el café por la sorpresa e impacto que me causa observar como esos dos hombres se demostraban afecto de manera pública sin importarle los prejuicios que crearan los desesperados espectadores; quienes solo se ven satisfechos al marcarnos con sus ofuscaciones.
“Perdón creo que no nos hemos presentado correctamente” Se excusó el mayor mientras yo tomaba con angustia un sorbo de mi café quemándome la lengua al restarle importancia a la temperatura de esté “Yo soy Usami Akihiko; Shin y yo éramos muy buenos amigo de jóvenes; se podría decir que él era mi compañero de travesuras antes de que nos tuviéramos que separar por la universidad” Declaro con galantería el hombre de cabellos plateados mirando con melancolía a mi novio.
“Sí claro; culpa de la universidad” Bufo con molestia mi pareja cruzándose los brazos en señal de indignación “Mejor dicho no había tiempo para mí; no con tus múltiples novias y con todas las actividades que llevabas” El castaño miro con nervios a su pareja quien no se inmuto por el malintencionado comentario de Shin.
“Sí; es cierto antes era un casanova que se la pasaba seduciendo a chicas en las fiestas, pero me enamore y ahora llevo tres años de relación con Misaki” Proclamo abiertamente besando la mejilla del más bajo “Creo firmemente que él es el amor de mi vida”
“Eso es tan lindo” Murmure ruborizándome al haber dejado que nuevamente mis pensamientos escaparan de mi garganta.
“Si lo es” Me apoyo el menor con una tierna sonrisa “Las cosas no han sido tan fáciles como hubiera querido por su terco e insoportable carácter, pero lo amo con todos sus defectos” Un suspiro nostálgico escapo de mis labios delante de los amigos de mi pareja; yo como desearía que Shin dijera algo así de tierno cuando está conmigo.
“¿Al final acabaste siendo escritor?” Pregunto el chico de ojos escarlata destruyendo la extraña atmosfera que se había creado entre nosotros cuatro.
“Si” Pregono con orgullo el mayor “Acabe siendo lo que siempre quise” EL hombre de enigmáticas orbes violetas centro su atención en mis movimientos repasándome con su atentan mirada logrando que mi cuerpo temblara levemente “Perdonen que lo pregunte pero ¿Qué son ustedes? Es que se ven muy cercanos y los encontramos abrazados en el callejón” Proclamo directamente el más alto logrando que mi novio y yo nos miráramos con pánico sin saber que contestar o como disimular nuestra incertidumbre.
“No se pongan nerviosos por favor” Nos pidió el más bajo liberando una risita divertida “Esta bien si son novios, sé que no es un tema fácil de hablar con los demás por todo eso de los prejuicios, pero en nosotros pueden confiar; de hecho yo creo que ustedes dos hacen una muy bonita pareja; se ven felices juntos” Un pequeño golpe se instaló en mi pecho al percibir la aceptación en los amigos de mi novio.
Mis ojos se iluminaron mientras todo mi cuerpo se calentó de manera agradable ante sus comprensivas miradas; con seguridad le di la mano a Shin para poder decir las palabras que tanto tiempo ansiaron escapar de mis labios, para finalmente poderlo abrazar en público y que todos sepan lo poderoso que es nuestro amor, para sentir que sí han valido la pena todas estas batallas que hemos tenido que lidiar en un campo minado.
“No digan tonteras, Ritsu es mi primo; nosotros estábamos tan cerca porque el perdió el equilibrio y ya, no te hagas ideas extrañas” No era la primera vez que me lo decía, sabía que tampoco sería la última que me negaría; pero gracias a esos lindos comentarios de sus amigos; sabiendo que teníamos la aceptación de sus cómplices, que me negara me destrozo.
Sin darle explicaciones a mi pareja y sin importarme la opinión de esa simpática pareja me levante furioso de la mesa para correr hasta mi apartamento; podía percibir como la ira carcomía todo mi cuerpo mientras mi odio cegaba cada una de mis pasiones, estaba furioso, me sentí triste, torpe, engañado, pequeño, todo era tan confuso.
Esto es una mierda; yo ya conozco el problema que tiene Shin pero pensé que sería diferente, ellos prácticamente se ofrecieron a ser nuestros confidentes, ellos sí se expusieron mientras mi novio es tan solo un repulsivo cobarde, lleve mi mano hasta mis cabellos para jalarlos con impotencia sin dejar de correr, ignorando como mi pareja me gritaba para que lo esperara del otro lado de la calle; lo último que quiero es escucharlo.
¿Siempre será así? ¿Siempre me amare solo en la oscuridad? ¿Siempre me tratara como si fuera alguna clase de sucio secreto? Yo no merezco esto, no es justo, yo le he dado todo lo que tengo, lo deje todo por él, me separe de mis amistades para cuidar de Shin, le ayude a pagar su ostentoso apartamento, he intentado abrirme espacio en su estoico corazón pero nada es suficiente ¿POR QUÉ JAMAS ES SUFICIENTE?
¿Cuánto más le debo dar para que este conforme? ¿Cuántas lágrimas más debo derramar por él? ¿Qué tan muertas deben estar mis ilusiones para que su ego se vea satisfecho? Yo llevo tanto haciendo esto; ya no puedo, no lo tolero, esto me enferma; odio tener que reprimirme de esta manera por amor; siempre soy yo el que lo ofrece todo, el que tiene que hacer los sacrificios, dejar de lado todo lo que quiere para privilegiar sus sonrisa pero ¿Dónde carajos está el amor que él dice tenerme?
Ingrese furioso limpiándome de manera brusca las fugaces lagrimas que cayeron de mis ojos como si estas estuvieran quemando mi piel con lentitud mientras mi carne era marcada por aquel egocéntrico hombre; me sentía como si fuera un simple ganado para él; sin poder evitarlo di un gran portazo logrando que los vidrios temblaran y se escuchara un fuerte golpe en una de las habitación.
Respire con angustia apretando mi pantalón mientras cerraba los parpados con rabia intentando que toda la ira se dispersara en lugar de encenderse en mi sangre lastimando cada una de mis músculos.
“¿Onodera?” Levante la mirada encontrándome con un preocupado Takano quien no vacilo en acercarse para abrazarme “¿Qué fue lo que paso? ¿Por qué estas así?” Sin poder responderle me aferre a su camisa permitiendo que mis penas la humedecieran y sus manos reconfortaran mi pulverizado corazón.
“Lindo; me dejas en ridículo delante de mis amigos y ahora te lanzas a los brazos de mi detestable y desempleado primo” Pregono el hombre de cabellos rojizos apoyándose en el marco de la puerta con aires de grandeza.
“¿Por qué mierda lo hiciste Shin?” Le pregunte con furia separándome del confundido azabache quien se negaba a apartarse de mi lado.
“¿Por qué hice qué? No discutiré esto contigo al frente del inepto de Masamune” Se excusó con las intenciones de encerrarse en su cuarto para rehuir peleas, acción que no le permití al tomar con violencia su muñeca.
“Ya me sobrepasaste” Le advertir con una sonrisa torcida apretando con rabia su brazo “Shin dime acá y ahora ¿Qué mierda te pasa conmigo?” Le exigí alterado sin despegar mi mirada de sus aterradas orbes de color escarlata.
“Ya sabes que no puedo hablar del tema, Ritsu tú conoces mis temores, sabes que me da miedo lo que los demás piensen de mí; no puedo hacerlo; si tú me amas como dices hacerlo respétame y se capaz de esperarme” Me dijo repitiendo sin pena alguna ese barato discurso lleno de engaños y falsedades el cual asesinaba una parte de mi alma cada vez que era invocado.
“MENTIRA” Grite con coraje dejando que Takano me sostuviera con incertidumbre “Akihiko era gay; él tenía un hombre de pareja y te lo presento sin prejuicios, ya deja de usar esa escusa, me presentaste como tu primo” Declare liberando cada uno de sus secretos como una venenosa traición silenciosa por la que ganaría su desprecio y rechazo “MALDICIÓN” Grite con rabia aferrándome al cuerpo del hombre de ojos miel.
“ME da vergüenza y lo sabes” se defendió el más alto intentando acercarse a mí con cautela “Pero tú sabes lo que siento por ti” Trague con dificultad secándome las lágrimas para ponerle una prueba final.
“No fuiste capaz de admitirlo en frente de Akihiko quien prácticamente nos descubrió, yo creo que Takano también se dio cuenta así que te la dejare fácil Shin” Le advertí acercándome hasta su rostro en forma suplicante “Dile a tu primo lo que somos; dile lo que me dices a mí en las noches, enséñame qué clase de persona eres” Musite con temor a que no me pudiera regalar aquellas confesiones que tanto tiempo he esperado.
“Yo no sé de qué” Con mi mano silencie al mayor negando con la cabeza dándole a entender de que no tenía paciencia para una respuesta cliché.
“Dime lo que quiero oír; me niegas y me iré” Le advertí con seriedad mientras mis piernas temblaban por los nervios de los que era presa y las manos del azabache me intentaban trasmitir una inexistente seguridad.
“Ya corta esta actuación” Exclamo el hombre de ojos miel sin poder contener más sus palabras “Los he escuchado en las noches, es obvio lo que tiene y sería muy cobarde si no te atreves a confesarlo; y está bien Haitani yo no le contare a nadie y no me molesta, Ritsu me agrada; es un buen chico y me hace feliz que hayas encontrado el amor en alguien tan tierno como él” Declaro el más alto acariciando con afecto mi espalda.
“¿Escuchar?” Pregunte por inercia encendiendo mis mejillas mientras mis manos cubrían mi rostro por el poco disimulo que tuvimos en las noches.
“Masamune te lo puedo explicar” Pregono mi novio mientras nosotros lo mirábamos de manera expectante “Ritsu y yo a veces tenemos sexo; pero nuestra relación no va más allá de eso; yo no soy un homosexual que podría llegar a amar a alguien de su clase” Esas palabras fueron la gota que rebasó mi paciencia y me termino desgarrando, esas gélidas declaración me mostraron que sin importar lo que hiciera Shin jamás cambiaria; él nunca me aceptaría, yo siempre sería su repugnante secreto vergonzoso.
“¿Así que soy tu puta ahora?” Le pregunte con rabia apretando mis puños; empujando de manera violenta a Takano para caminar hacia la puerta de nuestro apartamento “Me quedo todo muy claro Shin, cinco malditos años a tu lado y solo soy un agujero para ti” Masculle con el ceño fruncido apretando con intensidad mis dientes mientras todo mi pecho me ardía de manera dolorosa como si me estuvieran arrancando una parte de mi piel “Yo me voy” Pregone ignorando la mirada llena de súplica que me arrojaba con hipocresía mi pareja para salir de aquella red de mentiras en la que él nos había enterrado a todos.