Ritsu Pov
¿Cuánto más me falta para satisfacerlo? ¿Cuánto más perfecto debo ser para que él no se avergüence de tenerme a su lado? Yo lo he hecho todo por Shin; me he convertido en una persona que vive por pensar en él; que se arrastra con tal de verlo sonreír, que se corta el corazón para que él se sienta cómodo; que se martiriza todos los días en una dolorosa travesía de arrepentimiento con tal de que sus ojos se iluminen.
¿Cuándo más le debo dar para que vea lo loco de amor que estoy por él? Cuando Haitani se sentía solo yo deje a mi familia y me mude con él; cuando las deudas lo alcanzaron conseguí otro empleo para poder pagar su lujoso departamento; me he escondido como su fuera una repulsiva paria de la sociedad para que él no se perciba presionado por nuestra relación; he aprendido a atender cada maldita necesidad que él requiere; me estoy convirtiendo de a poco en una especie de muñeco sin vida y emociones por su culpa.
Me duele; mierda; me lástima que solo me acaricie cuando el manto de la noche nos cubre y me bese al estar borracho; que se me acerque con el alma solo cuando estamos desnudos; ¿Qué se supone que piense con esta clase de comportamiento? Estoy tan desesperado, cada vez caigo más bajo en esta depresión por su culpa, me estoy rompiendo, no soy tan fuerte como para soportar esta clase de repudio.
Dije que sería fuerte por nuestro amor, jure con mis propias respiración que me mantendría a su lado de manera incondicional, que me arrastraría sacrificando cada una de mis sonrisas para jamás ver sus lágrimas; pregone que él era lo más importante para mí; eso ya lo sé; pero; aunque suene egoísta me gustaría recibir un poco de lo que le entrego.
Porque me siento como una puta con cada uno de sus tratos; como si solo quisiera desahogarse un par de minutos perdido en la pasión, como si sus besos fueran de hielo y sus caricias sin cariño; ya no sé qué pensar de Shin, no puedo creer que me haya negado después de tanto tiempo juntos; luego de todas las locuras que he cometido por su amor.
Yo he permitido que me escupa en el rostro y reniegue sin descaro de mi existencia por años; han sido demasiados meses en los que he reprimido todos mis lastimeros lamentos y me he perdido en esa mentira, me he cegado a propósito para no admitir que esta relación ha sido en vano; para no tener que observar como todos mis sacrificios solo me han herido a mí ante la indiferencia de mi egocéntrico novio.
Como ansiaría poderlo poner en su lugar; irme por siempre de su vida para que se retuerza en mi ausencia, lograr que me valore como lo merezco, sin embargo, no puedo hacer nada de esto porque me muero sin él; porque lo amo demasiado como para lastimarlo severamente; porque necesito de su dulce veneno para seguir con este tortuoso martirio que yo mismo me he impuesto; este romance ha llegado a un cruel punto obsesivo del cual ya no puedo salir.
Sé que mis palabras dolidas escaparon como un fuerte aullido de mis sollozos en busca de comprensión expresando cada uno de mis deseos; pese a esto; también estoy seguro que estas peleas no lograran que lleguemos a un acuerdo porque en un par de horas gracias al remordimiento volveré con una sonrisa torcida, los ojos enrojecidos y un poco más muerto arrastrándome por más de su indiferencia.
El primero que se enamora siempre es el que pierde; yo ya sabía eso; aunque jamás imagine que desempeñar este papel conllevaría consigo tantos sabores amargos y pesadillas hechas realidad; esto es más de lo que mi magullado corazón puede soportar; yo sé que no ha sido mi error esta discusión; no obstante; también tengo la certeza de que mi pareja es muy orgullosa como para disculparse; al final tan solo es un repulsivo cobarde que me susurra dulces mentiras que me trago sin pudor alguno.
Sin pensarlo después de aquella discurso corrí hasta el único lugar en donde me recibirían; hasta la casa de mi mejor amigo; mi confidente, mi compañero de la universidad y la única persona que sabe de mi relación con Shin; Hiroki Kamijou, él ha sido un gran apoyo en toda esta condena que he tenido que pasar.
Hiroki un día sé quedo a estudiar a mi casa cuando Shin y yo recién salíamos; mi pareja llego de manera repentina teniendo ansias de tener una noche de placer conmigo; la cual con vergüenza acepte tener esperando que el castaño no se diera cuenta de nuestra cercanía, pero el hombre de ojos avellana al tener un pequeño dolor de estómago acabó levantándose a mitad de la noche escuchando cosas que no debía, observando imágenes que no necesitaba contempla y mentiras que no correspondía descubrir; desde ese día él me obligo a confiarle mis secretos con el peli rojo jurándome que jamás se lo contaría a nadie.
Han pasado cuatro años desde ese entonces; tiempo en el que mi único confidente ha tenido que secar mis amargas lágrimas en lugar de reprocharme entregándome la comprensión que tanto necesitaba; yo sé que sin él me habría desmoronado hace mucho tiempo al haber explotado con todos mis padecimientos.
Me agarre los cabellos con rabia recordando la mirada llena de súplica que me arrojaron esos irresistibles ojos escarlata pidiéndole que no me fuera de su vida “Mentiroso” Masculle con rabia dándome el valor para golpear la puerta de mi amigo y ser recibido por sus cálidos y cariñosos brazos.
Después de un par de segundos el más alto me abrió enseñándome un ceño fruncido por mi repentina intromisión; expresión que se relajó al observar el masacrado rostro que le enseñaba gracias al peso que me ha cargado esta relación; sin poder contenerme más acabe derramando gotas acidas de mis ojos y arrojándome a sus brazos en busca de su reconfortante; acogedora y familiar calidez.
EL mayor sin hacerme preguntas me permitió ingresar a su apartamento para que nos sentáramos en el sillón y le diera la explicación que él merecía, con vergüenza me limpie las lágrimas intentado reprimir la fuerte punzada que se hacía presente en mi corazón al recordar todos estos engaños; falsedades, hipocresías que me han ofrecido los labios que me juran amor eterno; esta relación me está matando.
“Y bien ¿Me vas a contar lo que te paso o debo suponerlo?” Hipee levemente frotándome la frente con mucha rabia e impotencia mientras apretaba mis dientes en busca de provocar un dolor más grande para así olvidar todo el daño que me ha causado mi novio.
“Shin me negó” Musite con un apenas audible hilo de voz; aquellas palabras quemaban mi garganta, a pesar de ya haber vivido múltiples veces este momento; siento como cada día me marchito más por su culpa, por no recibir el amor por el que tanto he clamado, por no ser capaz de liberarme de sus toxicas palabras y malévolas caricias; estoy entre sus garras.
“Ritsu te quiero; pero eso no es novedad” Pregono con una mirada compasiva el más alto acariciarme el hombro “¿Cuántas veces hemos vivido esta escena?” Me interrogo con seriedad provocando que mi boca se deformara al instante al conmemorar cada una de las letales lágrimas que he derramado por su dañino nombre.
“Lamento que tú tengas que ser el daño colateral y soportarme, pero no me quería quedar en mi apartamento; no hasta que anochezca y sepa que él está durmiendo” El castaño suspiro de manera resignada tensándose levemente ante el repentino abrazo que le di; Hiroki no es una persona muy expresiva por eso valoro mucho estos momentos en que se abre y deja de lado su orgullo para exponerse conmigo.
“Esta vez suenas más dolido que de costumbre” Especulo revolviendo mis cabellos con cariño “¿Qué fue lo que paso?” Con frustración arquee levemente mis cejas mientas apretaba con ira mis labios en señal de debilidad.
“Él me invito a ir a nuestro café porque se sentía mal al no haber salido en mucho tiempo” Declare sin poder ocultar el asco que había en mi voz ante las tortuosas imágenes que se repentina sin cesar en mi mente.
“Déjame adivinar” Me silencio el joven de ojos avellana arqueando una de sus cejas “Te llevo por ese asqueroso callejón en donde nadie los ve; él mismo en donde casi te asaltan una vez por haberte dejado solo” Suspire cerrando los parpados separándome levemente del cuerpo del más alto para proseguir.
“Si” Proclame sin atreverme a verlo a los ojos “Pero esta vez; él me dio la mano y me abrazo, fue lindo; por unos instantes me pude sentir amado a su lado, vivo, fue feliz en ese engaño, yo sentía que finalmente nuestro amor había alcanzado la misma intensidad” Balbucee con una sonrisa melancólica.
“A juzgar por estos irritados ojos” Pregono acariciando mis mejillas con nostalgia “Eso no fue todo lo que paso” Me limite a negar con la cabeza mientras esta era poseída por un desgarrador dolor para seguir narrando mis temores.
“Nos encontramos de casualidad con un amigo de él; un viejo compañero de la universidad quien lo había extrañado mucho” Susurre apretando con rabia la tela de mi pantalón mientras encorvaba mi cuerpo “Él tenía un hombre de pareja; un pequeño castaño a quien nos presentó alegremente” Inspire dolido por mis propias palabras mientras mi garganta se quemaba ante tales proclamaciones.
“Ritsu” Me llamo el más alto sin comprender mis extrañas reacciones ante una escena que he vivido como si una sádica pesadilla que se repite cada una de mis noches.
“Debe ser tan lindo que alguien te presente así; que alguien te abrase sin miedo; te bese en público, te de la mano, te brinde seguridad; como los envidié Hiroki; pero que celos me dieron” Cerré con fuerza mis parpados no queriendo derramar otra penosa lagrima por ese hombre “Debe ser lindo no sentirte como una mierda asquerosa al estar en una relación con alguien” El castaño arqueo con intensidad el ceño golpeándome con poderío la cabeza.
“Ya basta de eso” Me ordeno con rigidez logrando que un escalofrió recorriera cada uno de mis poros “Tú sabias como ese bastardo reaccionaria, él jamás se ha sentido orgulloso de su inclinación sexual, no comprendo esta reacción tuya sino ha sido la primera vez” Sé que no fue su intención; él solo me estaba diciendo la verdad como él buen compañero que era pero; esas palabras destrozaron algo en mi interior, mataron aquel lado ingenuo que me esmeraba por conservar en toda esta sentencia.
Yo sí estaba consiente de los temores de mi novio; y prometí apoyarlos en ellos sin importar el tiempo que nos demoráramos en superar los obstáculos; sin embargo, al sentir las manos de Takano sosteniéndome al borde del colapso con esa mirada amigable y una sonrisa honesta pensé que Shin se atrevería.
No lo comprendo; esas excusas de que le apena ser homosexual y se encuentra paralizado por el miedo no son sinceras; porque lo que él en verdad teme es decir que esta enamorado de un hombre; no le importa que los demás crean que solo soy el prostituto con él que se desahoga, después de todo; todas las personas han sentido curiosidad alguna vez.
Pero me dulce que actué así; que yo jamás sea el protagónico en sus pensamientos y permita que su orgullo lo ciegue y me ate con más fuerza con estas cadenas que ya no logro arrastrar, con esa clase de actuar no puedo evitar pensar que todos los problemas de esta relación son mi culpa; porque yo soy quien lo asquea y lo avergüenza; por eso me debe tratar en lo más profundo de la noche cuando nadie está observando o me debe abrazar a escondidas para no manchar esa lustrosa reputación por la que se ha esmerado.
Me siento tan inútil; tan imbécil, engañado; como si fuera un juego, un repulsivo sucio secreto; yo debo ser tan masoquista para aun así querer correr otra vez a sus brazos y sentir su aroma, este amor me esta destrozando; ya ni si quiera divago con lógica y sé distinguir la verdad; yo estoy enloqueciendo por su falta, me estoy flagelando por algo que no es mi culpa; yo estoy cansado de tener que echarme peso que no me corresponde para proteger su poderoso orgullo; estoy tan agotado de esta mierda.
“Ya lo sé Hiroki” Proclame intentando relajarme en vano “Pero pensé que esta vez sería diferente porque ambos eran hombres; pensé que él me podría regalar las palabras por las que he estado esperando cinco jodidos años” Declare con asco escupiendo las frases de mi boca como si estas la quemaran.
“No te engañes” Me pidió el castaño sobando con ternura mi espalda mientras me brindaba una mirada cálida “Admítelo Ritsu; ese romance no va a ninguna parte” Libere un jadeo patético de mis labios al escuchar eso.
“No lo quiero admitir” Murmure dejando que mis pensamientos escaparan “NO quiero perder las esperanzas en Shin; yo lo amo; estoy muy enamorado de ese hombre, él siempre ha sido el único en mi mente; no lo puedo dejar ir” Masculle con ira permitiendo que los delgados brazos de mi amigo me reconfortaran.
“Como tu confidente tengo la obligación de repetirte que ese noviazgo no va a ninguna parte y tú lo sabes” Si lo sabía; han sido cinco años estáticos, pero aun así no puedo perder la fe en él; no cuando prometí estar siempre junto a él.
“Solo necesita más tiempo” Murmure traicionándome a mí mismo sin vergüenza alguna, siendo hipnotizado por las palabras de aquel cobarde.
“Ya le has dado cinco años para que reaccione” Negó el más alto separándose de mi cuerpo para entrelaza nuestras miradas y observarme con seriedad “¿De verdad quieres perder más años a su lado torturándote de esta manera?”
“Dirás que soy un masoquista pero si” Pregone percibiendo como mi corazón se estrujaba sin descaro alguno “Lo amo; por eso no me importa que me lastime o me destroce” Murmure para mí mismo con un pequeño suspiro “Además él me ama; lo puedo ver en sus ojos cuando me contempla o cuando me toca sin que los demás nos vean; Shin me ama; sino fuera así, no habría estado tanto tiempo a mi lado” Recordé con una penosa sonrisa que no logro engañar a mi perspicaz y rígido amigo.
“¿Eso es lo que crees o es lo que quiere poder creer?” Me pregunto alzando una ceja con duda ante mis palabras.
“Si él no sintiera nada por mí no habríamos pasado tanto juntos” Murmure intentando regularizar mi respiración “Él se pudo haber conseguido una linda novia o algo así; cualquier chica estaría feliz de estar a su lado; pero él me escogió a mi” Pregone más convencido de nuestra endeble relación intentándome convencerme de mis engaños.
“Esa es una manera muy conveniente de ver las cosas” Proclamo el mayor alejándose de mi cuerpo para cruzarse los brazos en señal de reproche “Cuando los descubrí esa noche y les pedí una explicación ¿Recuerdas lo que me dijo tu amado novio?” Me interrogo con algo de malicia el más alto.
“Dijo que me había torcido el pie en la ducha y él me estaba ayudando a revisar mi cuerpo” Murmure rodando los ojos ante las repetitivas charlas que tenía con mi confidente “Pero tú eras un completo desconocido para él; no sabía cómo reaccionarias al decirle que era mi pareja; Shin es un humano, también se equivoca” El joven de lucidas orbes avellanas abrió desconcertado sus ojos ladeando levemente su rostro.
“¿Pero qué carajo Ritsu?” Me pregunto con agresividad “Date cuando cómo te ha lavado el cerebro ese hombre, has estado tantos años sometido a esa clase de maltratos que ya has olvidado cómo se siente que alguien te amé de verdad” Declaro el castaño apartándose de mi lado para ponerse de pie en el salón.
“No comprendo de que me hablas” Murmure confundido jugueteando con mis dedos como si estos tuvieran la respuesta.
“Llegaste a mi casa llorando por ese imbécil y ahora lo defiendes como si tu vida dependiera de eso; hombre reacciona” Me pidió con algo de rabia reflejada en sus palabras el más alto mientras movía con impaciencia sus piernas.
“Tu empezaste a insultar a mi pareja” Me defendí subiendo todas mis barreras para poder cerrarme ante el castaño.
“Apuesto a que ni si quiera recuerdas como era sentirse seguro con alguien más; llevas mucho tiempo así y las cosas no van a cambiar Ritsu” Pregono con poderío el mayor alejándose de mi vista “Necesito tomar algo de agua para calmar mis nervios”
Inspire en busca de paciencia tratando de reprimir las desagradables sensaciones de las que era presa mi cuerpo al tener las palabras de Hiroki resonando como eco en mi mente, mientras se tatuaban en mi piel.
Yo sé que Shin es una persona conflictiva; me provoca más emociones de las que puedo comprender, aun me duele que me niegue y me enfada como miente y me obliga a rebajarme; sin embargo, a pesar de todo esto; yo lo amo; hemos luchado cinco años por estar juntos; él también me ha apoyado en lo que necesitaba y seria egoísta si me rindo ahora porque las cosas se han vuelto más tensas entre nosotros por la llegada de su primo.
Lo que yo necesito es hacerlo reaccionar; lograr que todo el cariño que me tiene florezca y callarle la boca a todos los que dicen que solo me usa; esa es la única forma en que podría estar en paz por fin teniendo la certeza de que me desea con el mismo fervor y desesperanza con la que yo suspiro su nombre.
“Si tan solo fuera tan fácil” Susurre con una destrozada sonrisa, tensándome al escuchar un par de torpes pasos provenientes de la habitación del castaño.
Con curiosidad voltee encontrándome con un alto hombre de cuerpo formado; cabellos negros desordenados y ojos soñolientos caminando aturdido hasta la sala central solamente vistiendo un amplio pijama; imagen que provoco que un fuerte rubor se posicionara en mis mejillas sin motivo alguno.
“Hiro-san fue cruel no despertarme solo porque me desvele estudiando” Musito el peli negro abriendo sus ojos con torpeza para observarme con curiosidad y luego regalarme un brillante sonrisa “Perdón por presentarme así; tú debes ser Ritsu” Especuló por mi imagen sentándose en el sofá a mi lado.
“Si” Murmure confundido tratando de disimular mi incomodidad “Perdona que sea tan directo pero ¿Tú quién eres?” Le pregunte regañándome mentalmente por la ineptitud de mis impulsivas palabras.
“Nowaki Kusama” Se presentó con galantería el chico más alto “Soy el novio de Hiro-san desde hace una hermosa semana” Una tierna sonrisa escapo de mi boca mientras esta era poseída por una divergente dulce amargura.
Me alegra mucho que mi amigo tenga a alguien tan sincero a su lado; me hace feliz que Hiroki por fin haya encontrado el amor, no obstante, de nuevo estos sentimientos negativos como los celos y la envidia me están carcomiendo.
Ellos llevan una semana saliendo y él lo admite con orgullo; yo llevo años martirizándome en la espera de que un cobarde obtenga una valentía inexistente; ¿Qué rayos es lo que debo hacer para que Shin reaccione?
“Los felicito” Murmure con sinceridad mientras escuchaba un fuerte golpe en la cocina seguido de un par de pasos acelerados para finalmente ver a un furioso castaño arqueando el ceño en forma de reproche.
“¿Te costaba mucho esperar a que las visitas se fueran?” Se quejó el mayor con un poderoso sonrojo apoderándose de todo su rostro.
“Quería conocer a los amigos de Hiro-san” Contesto aniñadamente el más alto acercándose a mi oreja “Él habla mucho de ti” Un torpe mohín se esbozó en mis labios al observar los evidentes nervios de mi amigo.
“NI modo, no los quería presentar en esta embarazosa situación, pero ya se conocieron” Bufo el más alto tragando con fuerza “Ahora lo sabes Ritsu; Nowaki es mi novio y te lo presento tal como es; porque lo amo” El hombre de ojos zafiros observo con calidez y orgullo a su pareja para acercarse hasta él y depositar un pequeño y tierno beso sobre sus cabellos.
“También te amo” Murmuro de manera seductora rodeando de protectoramente al joven de ojos avellana quien tembló levemente por el contacto; aquella dulce e inocente imagen provoco que liberara un risueño suspiro.
“Son tan lindos” Musite embobado por aquella relación “Que ambos se apoyen de esa manera; que no teman a mi rechazo, que se toquen sin temor eso es algo” Con tristeza baje mi rostro al ya no querer tener que seguir lidiando con esta clase de oscuros sentimientos “Eso es algo que yo quiero” Musite con rabia ante lo ególatra que se había trasformado mi personalidad; soy patético, ni si quiera me puedo alegrar por mi amigo.
“Oye” Me llamo el castaño separándose de los brazos del peli negro “Es obvio que no te convenceré de botar a ese pedazo de basura por la devoción y el amor que le tienes; pero al menos intenta hacerlo reaccionar de alguna manera” Me aconsejo el castaño revolviendo mis cabellos con una resaltable angustia.
“¿Cómo Hiroki?” Le pregunte conteniendo el llanto nuevamente; detesto que los demás me vean en un estado tan frágil y lastimero “¿CÓMO CARAJO LE HAGO ENTENDER LO QUE QUIERO SI JAMAS ME ESCUCHA?” El más alto suspiro como si intentara darse paciencia para acariciar con gentileza mis mejillas.
“Lo único que te puedo aconsejar es que hables con él; ponle tus términos; no lo sé Ritsu; no se me ocurren otras maneras” Proclamo con impotencia mi amigo para observarme con algo de compasión.
“Lo intentare” Murmure levantándome del sofá “Creo que me he quedado más de lo debido; realmente lo lamento” El mayor me sostuvo de la muñeca impidiendo que me fuera de su apartamento.
“Puedes quedarte a dormir” Me ofreció con una sonrisa falsa mientras su novio se limitaba a observar confundido la penosa situación.
“Ya se me hizo tarde y Shin debe estar preocupado” Pregone con seguridad liberándome de su agarre “Muchas gracias por ayudarme otra vez” Confesé caminando hasta la puerta y despedirme con una sonrisa llena de melancolía.
Con una mirada compasiva camine con lentitud hasta mi apartamento deseando que el camino jamás se acabaran al no profesarme capaz de confrontar con sinceridad los problemas que tengo con mi pareja; con angustia aspire intensamente el aire primaveral que me rodeaba deseando que este se metiera en lo más profundo de mi ser y me ayudara a despejar estas confusiones de las que soy presa.
Shin es todo lo que tengo; lo único que aspiro; la persona que está en cada uno de mis recuerdos, quien me hace perder el control; yo no lo puedo dejar solo, no sé que hacer, lo correcto sería seguir el consejo de Hiroki; hablar con él, sin embargo, bien sé que esto no servirá de nada después de cientos de charlas con promesas falsas.
Mi novio es complicado; él tiende a evadir los temas que le incomodan con palabras hermosas que me logran calmar por un par de minutos y estoy cansado de tener que golpearme con la misma táctica, de tener que cargar con esto como si no me lastimarme; todo esto me enferma, lo odio; yo necesito probar algo más; las conversaciones que ambos tenemos parecen una broma con lo repetidas que son.
Al llegar a mi hogar no pude ingresar al no estar listo para ver esos lastimados ojos escarlatas, suspire observando al tenue luz de la tarde para después sentarme en las escaleras al frente del pasillo y permitir que mis problemas me consumieran; finalmente dejar que mi cuerpo se relajara y liberar aquellas amargas lágrimas que me he forzado tanto en contener en este torcido juego sin victoria que intento sobrellevar.
Me revolví los cabellos con irritación sin importarme que las gotas acidas corrieran por mis mejillas; aun dolía, la herida cada vez se agrandaba más con cada uno de sus engaños y aun así; sabiendo que todo esto me esta destrozando no lo puedo dejar ir; no puedo.
“Ritsu” La voz del azabache me saco de mis pensamientos; con algo de vergüenza mire a mis espaldas encontrándome al primo de mi novio con una mirada que no pude descifrar parado en frente de mi apartamento.
“Takano” Pronuncie en un depresivo susurro “¿Qué haces aquí? ¿Ibas a comprar algo para cenar?” Le pregunte curioso mientras él se acercaba a mi lado en la escalera para sentarse y poder hablar conmigo.
“Te iba a ir a buscar” Pregono con una evidente preocupación siendo arrastrada en cada una de sus palabras.
“¿Porque?” Musite sin poder evitar ocultar las dudas de las que era víctima mi mente en esta extraña red de incertidumbre.
“Porque te demoraste mucho en regresar y ya estaba oscureciendo” Declaro con una pequeña sonrisa que erizo mi piel “Me alegra que que estas bien; estaba muy preocupado por ti” Musito con seriedad provocando que escondiera mi rostro debajo de mi flequillo.
“¿Qué paso con Shin? ¿Cómo está?” Pregunte con vergüenza al tener la certeza acerca del conocimiento que tenía Takano sobre nuestra relación “¿Esta muy enfadado con las reacciones que le entregue?”
“Ese imbécil” Mascullo con rabia el más alto apretando con fuerza sus puños; mire confundido al mayor sin lograr comprender su comportamiento “Es un asqueroso ególatra que no cambia” Farfullo resignado.
“Él me negó otra vez cuando me fui” No fue necesario preguntar aquellas palabras al observar la sorprendida expresión que me regalo el azabache quien con ternura se acercó a mi rostro para acariciar mi mejilla.
“Yo sé que te ama” Me animo de manera lastimera contemplándome unos instantes “Tan solo debemos hacerlo reaccionar” Proclamo con una sonrisa que ínsito a que un escalofrió recorriera todo mi cuerpo.