Ritsu Pov
Estaba desesperado cuando Takano me encontró; me estaba hundiendo en lo más profundo en mi mar de lamentos y soledad cuando él me ofreció una mano para liberarme de esas cadenas que Shin me había impuesto sin mi consentimiento.
Jamás ha sido sencillo sobrellevar una relación oculta; desde que comenzamos a salir me he visto forzado a reprimir mis emociones para que mi novio no se profese angustiado; puedo percibir como de a poco me estoy convirtiendo en una estatua que no hace más que desvivirse por un par de ojos escarlata que no aprecian todo ese sacrificio que empleo por ellos.
Aunque suene egoísta yo quiero ser el protagónico en cada uno de sus pensamientos; en sus prioridades, en sus anhelos, deseo que sostenga mi mano en público sin temor a las ajenas miradas punzante, ya no tolero más esta situación; ya no puedo seguir sustentando el miedo que carcome a Haitani sin motivo que lo fundamente.
Ni si quiera me di cuenta en lo que me estaba transformando; de cómo yo mismo había enterrado mis anhelos para anteponer al hombre de cabellos rojizos; como mis manos se rompieron intentando darle una seguridad inexistente, como me había convertido en una maldita broma para él al no tener si quiera el renombre que merezco.
Por eso aunque esto sea irresponsable, impulsivo, tonto y carente de todo sentido; yo estoy dispuesto a llevar este demente plan para que mi pareja reaccione, para que se dé cuenta de que lo que tenemos es hermoso y no se romperá por las palabras venenosas de quienes hozan hacerse llamar nuestros amigos.
Ya no quiero seguir viendo una mentira, Takano tiene razón; no vale la pena continuar con este eterno ciclo de tortura; por eso cuando Shin deje esa cobardía y admita sus errores; el instante en que él sea capaz de aceptar lo que realmente somos y las mentiras se quiebren entre sus manos podremos avanzar y tener ese anhelado final de novela romántica que tanto espero.
El primo de mi novio es un hombre sumamente bondadoso; no comprendo lo que él gana al apoyarme de esta manera con Shin; pero me gusta pensar que lo hace por el brillo que irradian sus ojos miel, sin interés de por medio, porque también desea que Haitani se profese pleno a mi lado en lugar de temeroso.
Esta extraña cercanía que estoy desarrollando con Takano me incomoda; es difícil pretender que le estoy dando una oportunidad a un hombre que no amo; verme forzado a dormir en su habitación cuando extraño el aroma de Shin en lo más aterrador y penetrante de la oscura noche; tener que limitar mis diálogos con mi novio para entablar una hipócrita cercanía con el azabache no es algo sencillo.
Puedo percibir como esto también irrita al chico de ojos miel; como su cuerpo se tensa cuando me tiene que abrazar y regalar falsos piropos de afecto y dulzura, como su mano tiembla al momento de sostener la mía; y aun así él es capaz de enmascarar un perfecto semblante de seguridad cuando confronta a su primo en busca de regalarme alguna especia de red en donde caer para no romperme debajo de esos hipnóticos ojos.
Ya no quiero vivir con miedo, ambiciono abandonar el rencor y dejar ir cada uno de los amargos recuerdos en donde mi propia pareja se mofaba de mi al momento de presentarme; sé que no podré hacer esto solo; por eso codicio de la ayuda del misterioso azabache para salir de toda esta miseria, me da rabia tener que depender así de un desconocido, no obstante, en estos cinco años ya agote cada una de mis opciones; esta es una medida desesperada.
“Te ves muy angustiado ¿Ocurre algo?” Me pregunto con preocupación el más alto levantándose de la silla que estaba al frente de su escritorio para prestarme atención.
“No es nada Takano” Mentí de manera descarada apretando con fuerza el libro que se encontraba entre mis manos.
“No tienes por qué tratar de engañarme” Proclamo sentándose junto a mí en el suelo de su desordenada habitación “Además eres realmente malo mintiendo; llevas horas en la misma página de la novela sin avanzar” Pude apreciar como mis mejillas se calentaron levemente ante lo obvio que resultaron ser mis preocupaciones.
“Es que esto es tan raro; no comprendo cómo no te incomoda tener que compartir todo tu espacio con un extraño” Confesé resignado cerrando el libro entre mis manos para poder centrar mi atención en cada uno de los movimientos del más alto.
“Si eres tú no me molesta” Confeso algo apenado sin vacilar en sus palabras o esconder sus expresiones debajo de su cabello.
“Eres demasiado amable conmigo; nosotros no tenemos ningún vinculo u obligación afectiva” Musite con desconfianza mientras el mayor acercaba su cálida mano hacia la mía para entrelazar nuestros dedos de manera juguetona e infantil.
“Pero me agradas” Confeso con seguridad “SI quieres que te sea sincero Shin y yo jamás nos llevamos bien, pero como sonríe cuando está contigo es una imagen única, yo quiero que él sea feliz y deje ese falso semblante de arrogancia que adora emanar” Se burló provocando que una traviesa risa escapara de mi boca.
“Él no es una mala persona, tan solo es más inseguro de lo que te imaginas” Le explique con un mohín cómplice.
“Además pienso que tú mereces ser feliz con la persona que amas; has sido el único de los dos que se ha esforzado porque mi estancia no sea tan hostil; por eso quiero ayudarte para que tengas la relación que mereces con ese odioso hombre” Sin poder evitarlo golpee con falso enfado el hombro de mi supuesto novio en forma de reproche.
“No hables así de él” Me queje inspirando en busca de paciencia “Shin tiene una faceta dulce y tierna que enamora a cualquiera que lo conozca, por eso sentía tanto miedo a su lado” Le explique permitiendo que conociera con mayor profundidad mi extraña personalidad.
“Creo que tenemos visiones bastante opuestas del mismo sujeto” Mascullo con sarcasmo el azabache sin liberar su mano de la mía.
“Lo digo con sinceridad” Me queje intentando deshacer el agarre en vano “Me daban muchos celos cuando Shin hablaba de manera afectuosa con alguna muchacha; tener que soportar como estás se le insinuaban descaradamente sin poder hacer nada porque tan solo era su pareja renegada; todo eso me enfadaba tanto” Pregone con ira apretando por inercia el enigmático agarre que habíamos creado.
“Eso es lo que vamos a cambiar” Proclamo con frustración “Para que jamás vuelvas a sentir esa rabia que te carcomía debes acostumbrarte a esto” Me indico llevándose mi mano derecha hasta su boca para depositar un beso sobre la palma.
“Ya sé que necesitamos ser más convincentes, pasar más tiempo juntos y hacer esas cosas vergonzosas de pareja como andar acaramelados todo el día” Murmure con nervios sin atreverme a ver al más alto a los ojos “Pero es difícil”
“Si es complicado entonces tendremos que pasar más tiempo juntos hasta que te logres acostumbrar a todo lo que soy” Pregono liberándome de su agarre para tomar mis mejillas entre sus manos.
“Supongo que no queda de otra más que practicar hasta que salga convincente” Especule temblando ligeramente por la felina mirada que el primo de Shin me ofrecía tocando con afecto mi rostro.
“¿Sabes que tendremos que darnos un beso y hacer esas cosas?” Me pregunto de manera arrogante alzando una de sus cejas con ímpetu ante la incertidumbre que se grabó en cada una de mis facciones.
“Ya lo sé Takano” Me queje apoyando una de mis manos sobre su pecho para entablar una distancia prudente “Pero ya habrá tiempo para eso” Algo en mi interior se apreso sutilmente al observar la expresión que el más alto me ofrecía.
El parecía bastante dolido con mi comentario; su rostro había abandonado aquella sonrisa socarrona que hace poco me había entregado, sus manos ya no se aferraban a las mías, sus ojos se habían apagado, no comprendí a este hombre ¿Por qué parecía tan decepcionado con nuestra extraña realidad?
“Ritsu yo voy al baño” Anuncio con pesadumbre levantándose de mi lado para caminar hasta la puerta de su dormitorio “Creo que aun debemos aclarar un par de cosas si queremos que este juego resulte convincente” Proclamo con angustia privándome de sus temores al ocultarse debajo de ese brillante cabello negro.
“Claro” Susurre sin saber cómo corresponder a su amabilidad limitándome a encoger mis hombros con impotencia.
Takano ha sido muy amable conmigo; en estos días que llevamos “Saliendo” él me ha permitido dormir en su cama mientras él pasa frío en las noches al recostarse en el suelo, se ha preocupado de conocer cada uno de mis gustos personales con detalle con la excusa de que nuestra actuación debe ser convincente; ha reprimido su desagrado al tener que acariciar a un hombre para persuadir a Shin sobre nuestra relación.
“Soy un desconsiderado” Musite en voz alta para mí mismo mientras apoyaba mi espalda sobre la cama del azabache como si la textura de sus frazadas me pudieran ayudar a olvidarme de todos mis conflictos emocionales.
Tan solo codicio que mi novio me corresponda como se debe; que deje de escupirme en el rostro sus miserables cinismo, que me dé la relevancia que poseo; que se atreva a sacrificar su orgullo por alguien que renuncio a cada una de sus esperanzas por poder permanecer a su lado; que me regale más que sus frívolos reproches.
El ruido de la puerta rompió el profundo y reflexivo ambiente en el que me quería encerrar, mi cuerpo se tensó al encontrarme con las enfadadas orbes escarlata de quien profesaba como el amor de mi vida, sin poder reaccionar permití que el cuerpo del mayor me abrazara con necesidad aferrándose a mi cintura.
“No sabes las horas que llevaba esperando que el imbécil de mi primo saliera de su cuarto para poder hablar en privado contigo” Murmuro aspirando con necesidad el aroma que desprendía mi cuello.
“Shin; las cosas ya quedaron más que claras ente nosotros dos” Pregone con gélido intentando mantenerme fuerte para no decaer otra vez por el hombre que me ha enseñado que la felicidad se logra con dolorosos sacrificios y amargas lágrimas.
“Te he extrañado tanto Ritsu; han sido tan solo un par de días pero me haces tanta falta” Proclamo con una seguridad que estremeció todo mi cuerpo debajo de su fuerte y varonil pecho; aunque detestara admitirlo yo también lo había extrañado.
“¿Porque?” Pregunte con coraje hastiado de revivir esta escena para acabar con falsas promesas que se esfumarían con una leve brisa invernal “Después de todo tú y yo tan solo fuimos amigos del sexo” El hombre de cabellos rojizos se separó de mi cuerpo con una mirada angustiada que oprimió con descaro mi pecho.
“Sabes que no fuimos solo eso ¿Desde cuándo te dejaron de importa los cinco maravillosos años de entrega que tuvimos?” Me interrogo acariciando con ternura mi sonrojada mejilla para acercarse y permitir que su aliento de menta me envolviera.
“Desde que le dijiste a Takano que no te importaba si yo salía con alguien más, desde que profesaste que nunca te podrías enamorar de un hombre” Proclame con frustración apretando con cólera su camisa.
“Sabes que esas palabras solo se las di a él porque no quería que descubriera lo nuestro” Levante mi mirada con determinación para entrelazarla con la suya.
“Yo no soy tu sucio secreto” Pregone con asco mientras mis labios se deformaban “Yo no soy ni tu puta ni tu desahogo nocturno” El más alto tembló ligeramente ante mis palabras intentando con desesperación trasmitirme sus pasiones.
“Por supuesto que no” Proclamo con seguridad “Tú eres mi novio; eres la persona que posee todo mi afecto” Sin desear escuchar más de esas hipocresías lleve mi mano hasta los adictivos labios de mi novio para indicarle que guardara silencio.
“Llevo cinco años esperando que adquieras el coraje y valor necesario para confesar nuestro amorío; no perderé otro par de años en vano” Declare con una engañosa seguridad mientras mi corazón intentaba dejar de latir con ímpetu ante sus tactos.
“¿Qué significa eso?” Me pregunto con angustia negándose a liberarme de sus afectuosos pero embusteros brazos.
“Que esto se acabó; Takano es un chico tierno quien está dispuesto a entregarme lo que tú jamás pudiste, mejor dejémoslo como que tan solo fuimos amigos con ventaja y ya; no nos compliquemos más las cosas” Le explique mientras mi voz se quebraba al tener la certeza de la clase de tortura voluntaria a la que me estaba sometiendo.
“Ese desempleado idiota no te entregara nada; yo te quiero Ritsu” Me rogo aprisionando mis manos con devoción.
“Me quieres en tus noches, me quieres cuando nadie más nos ve, yo ya no quiero seguir sufriendo eso; si no eres capaz de darme la seguridad que requiero es mejor acabar acá” Sin que el más alto me pudiera contestar el fuerte estruendo de la puerta destrozo el romántico ambiente que habíamos creado.
“Esto es el colmo Shin” Se quejó el azabache separándonos con ira “Tú sabes que a mí me gusta Ritsu y no eres capaz de respetarme atacándolo cuando voy al baño” Se quejó “Mi pareja” rodeándome de manera recelosa.
“No creo que tus palabras sean sinceras, no pienso que de verdad tú intentes algo serio con mi amigo especial” Rodee los ojos negando con la cabeza ante la terquedad que enseñaba el joven de orbes escarlata al rechazarme con descaro.
“Pues claro que voy enserio con él; me gusta” Titubeo el azabache con una quebrajaba confianza mientras sus poderosos agarres perdían fuerza al sostenerme de manera temerosa.
“Es mentira Takano; a ti jamás te han gustado o atraído los hombres, tan solo me quieres joder a donde más me duele” Especulo Shin descubriendo de a poco nuestro extraño e improvisado plan por salvar esta demente relación.
“Pero yo no tengo prejuicios con el amor” Proclamo Takano levantando mi mentón para que lo observara “Me gusta mucho Ritsu; yo me asegurare de darle todo lo que tú jamás le pudiste entregar, me encargare de quererlo como se debe” Profeso acercándose hasta mi rostro con unos destacables nervios.
“No te atrevas a ponerle un solo dedo encima a Ritsu; no te permitiré que me faltes el respeto así en mi casa” Ordeno el chico de cabellos rojizos de manera agresiva mientras mi sangre comenzaba a arder al ser un simple espectador de como esos dos hombres hablaban de mí como si fuera alguna clase de posesión que se pudieran quedar; aunque yo sea una persona bastante sumisa por todo lo que he vivido; ya es hora de darme mi lugar.
“YA PAREN USTEDES DOS” Grite frustrado liberándome de los brazos del más alto para poner orden en esta desastrosa familia “Shin yo pague la mitad de apartamento; no me iré solo porque las cosas se han puesto incomodas entre nosotros dos, no echaras a tu primo solo porque se llevan bien y no tendremos estas estúpidas peleas todos los días” Decrete con el ceño fruncido mientras mi postura se tensaba ante sus sorprendidas miradas.
“Lo lamento” Se disculpó mi supuesta pareja para pararse al frente mío con una expresión apenada y arrepentida.
“Haitani; tú y yo somos amigos y ya; perdiste tu oportunidad con tus mentiras” Pregone con una cínica seguridad “He decidió darle una oportunidad a Takano para salir con él porque también me gusta y además él no teme presentarme como lo que soy; espero que respetes eso por todo el cariño que compartimos estos años” Le pedí relajando mis expresiones al contemplar el agobio que se reflejaba en sus ojos.
“Las cosas no se van a quedar de esta manera, esta disputa no se ha acabado primo; pronto borrare esa sonrisa de imbécil que tienes” Mascullo con impotencia el más alto fulminándonos con la mirada para salir de la habitación de Takano.
“Esa fue una impresionante actuación” Musito con torpeza el de ojos miel entrelazando nuestros dedos con timidez “Lamento no haber reaccionado de la mejor manera, es que yo tampoco sé cómo debe actuar un novio protector y receloso así que deje que mis impulsos me cegaran” Se disculpó con una sonrisa sincera que erizo cada uno de mis poros.
“No te preocupes por eso” Le pedí con gentileza permitiendo que mi respiración se regularizará y mis suspiros escaparan de mis labios.
“Yo no soy la clase de pareja que es posesiva, pero siento que es lo que debo hacer para que Shin se trague la actuación, ya viste que sospecha sobre nuestra cercanía” Proclamo irritado el azabache sentándose con pesadumbre sobre su gastado colchón.
“Eso es porque salimos cinco años, es bastante extraño que yo muestre interés por otra persona que no sea él” Especule en voz alta imitando el gesto de mi embustero novio con la intensión de disipar la tensión del ambiente.
“Entonces habrá que actuar de manera más creíble” Concluyo el azabache llevándose la mano derecha hasta el mentón para comenzar a maquinar algún nuevo intento exasperado por engañar a Haitani.
“Es más sencillo decirlo que hacerlo” Murmure de manera burlona entrelazando nuestras miradas con confianza.
“Bien Ritsu; si queremos que las cosas comiencen a fluir como se deben necesito que me digas cada cosa de ti; estos días me has dado la información necesaria para que conozcas tus gustos básicos pero yo necesito saber mucho más de ti para convencerlo; preciso que bajes tus barreras y me permitas ingresar hasta donde Shin jamás llego” Mis mejillas se calentaron levemente ante la desvergonzada sonrisa que me entregaba el más alto.
“Ya te dije todo lo que querías saber; no soy una persona complicada” Murmure de manera angustiada apretando con impotencia la tela de mi pantalón.
“¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué es lo que más quiere? Tus temores, tus inseguridades, tu personalidad, lo que te desagrada, lo quiero saber absolutamente todo” Me pidió tomando mis hombros para crear una nueva cercanía entre nuestro cuerpo.
“No tengo aspiraciones muy importantes y revolucionarias, soy una persona fácil de descifrar con sueños mediocres” Pregone con seguridad tensándome al apreciar como el ceño del más alto se arqueaba ligeramente por mis palabras.
“No evadas mi pregunta” Me pidió de manera recelosa sin permitirme liberarme de esa hipnótica mirada que me ofrecía.
“Estudie literatura en la universidad, lo que más aspiro es poder trabajar haciendo lo que amo, lo que más codicio es salir de aquella librería en donde ahora estoy de vacaciones para poder enseñarle a los jóvenes lo que significa la pasión tal como lo hace mi mejor amigo Hiroki” Proclame con una fugaz sonrisa sobre mis labios.
“¿Y eso te parece mediocre?” Me pregunto tomando mi mejilla con cariño “¿Sabes? A mí me parece que ese es un sueño bastante lindo e iluso; aunque no amenaces con cambiar el mundo lo deseas hacer a tu manera y eso es algo admirable ante mis ojos” Proclamo el mayor provocando que todo mi cuerpo se estremeciera.
“Gracias” Musite con timidez dándome el valor para proseguir con esta ridícula instancia que habíamos entablado “Lo que más quiero es lo que mi amigo tiene; su novio y él llevan tan solo una semana saliendo y el de cabellos negros lo presenta con orgullo a cada persona que pase al frente de ellos; en verdad me gustaría que alguien me mirara de esa forma en público; que me abrazara sin temor alguno” Suspire de forma ilusa sobresaltándome sutilmente debajo de la amigable sonrisa que me entregaba Takano.
“Esas no son cosas que tú deberías pedir como si te estuvieran haciendo un favor, tú te mereces un romance así Ritsu; prometo ayudarte a lograrlo” Pregono revolviendo con cariño mis desordenados y rebeldes mechones castaños.
“Mi mayor temor es aceptar que toda la amargura que he pasado por Shin no valga la pena, ver que las cosas jamás cambiaran y admitir la derrota; lo que me molestan son las mentiras y las hipocresías, tener que reprimir mis emociones porque alguien más me lo pide, me gusta ser yo mismo sin sentir vergüenza o repulsión sobre mi reflejo” Le explique con algo de angustia siendo arrastrada en cada una de mis palabras.
“Ritsu” Me llamo el más alto rozando con devoción mi rostro “Ya no llores por él por favor” Me pidió logrando que mis ojos se abrieran con incertidumbre y mis manos por inercia tocaran mi húmeda mejilla.
“Ni si quiera me había dado cuenta” Murmure con torpeza liberando una risita nerviosa “Lo lamento mucho; debe ser patético ver a un hombre llorar de esta manera por otro, te debe de dar un poco de asco” Especule con los antecedentes que mi pareja me había tatuado en todos estos años de toxinas y venenos.
“Jamás vuelvas a decir algo así” Me pidió acercando sus labios para rozar los míos en un fino y tierno tacto que paralizo todo mi cuerpo.
Nuestras bocas apenas se tocaron; pero el sabor que Takano me ofrecía apago toda gota de razón que tenía y provoco que mi respiración se cortara sin motivo alguno mientras mis manos se relejaban sobre mi regazo y mis ojos por inercia se cerraban.
La manera en que me tocaba era tan diferente a lo que pasaba con Shin; sabía que aquel beso tan solo era una medida angustiada por calmarme y lograr que nos acostumbráramos a la presencia del otro; no obstante; preferí ignorar las razones para flotar sobre sus labios hasta que el extraño momento se rompió.
“No me desagradas y me enfada que pienses eso solo por las idioteces que te metió en la cabeza mi primo; jamás te atrevas a desvalorizarte de esa manera Ritsu” Me ordene de manera autoritaria sujetando con seguridad mi rostro entre sus manos.
“¿Por qué acabas de?” Pregunte por inercia mientras percibía como la sangre me comenzaba a hervir de manera agradable.
“Porque necesito convertirme en alguien cercano a tu corazón para que la actuación sea más convincente, además no me gusta verte llorar por alguien que no vale la pena” Me explico limpiando por ultimas vez mis ojos “Prométeme jamás volver a derramar una sola maldita lagrima por ese imbécil”
“No tienes que actuar ahora que Shin ya no se encuentra en la habitación” Le explique apenado intentando desviar la mirada en vano al haber sido atrapado por esas misteriosos y resplandecientes orbes miel.
“No estoy actuando” Proclamo con seriedad sin separarse de mi cuerpo “No te estoy mintiendo; quizás no estemos enamorados pero de verdad quiero llegar a conocerte mejor; quizás podamos ser buenos amigos” Con una pequeña sonrisa apoye una de mis manos sobre su pecho para crear una extraña distancia entre nosotros dos.
“Esa sería una muy peculiar amistad entre dos extraños” Me burle intentando romper el ambiente que habíamos creado “Takano; realmente ¿Por qué me estas ayudando? ¿Qué es lo que ganas con todo esto? Puedo ver que no lo haces por Haitani; él no te agrada y no tiene sentido alguno que te estés esforzando por mí; si quieres que yo me abra tú tendrás que hacer lo mismo y ser sincero” Declare con determinación observándome de manera expectante sus ojos.
“¿No me crees?” Me interrogo con unos destacables nervios siendo pronunciados en cada una de sus frases.
“No” Le respondí con algo de gélido “Sí Shin tiene razón a ti no te gustan los hombre; debe ser complicado para ti pretender que te has enamorado de uno; y no creo que hagas esto por cualquier desconocido que se te cruce” Le explique con desconfianza en busca de una inexistente explicación racional.
“Es cierto; yo antes de venir acá solo he tenido un par de novias nada más” Me confeso con certeza bajando sus barreras delante de mis ojos “Y la verdad es que Shin me desagrada como nadie lo hace; yo estoy haciendo esto solo por ti” Proclamo con sinceridad llevando una de sus manos sobre mi regazo con timidez.
“No tienes sentido que lo hagas por mi” Lo contradije poniéndome a la defensiva por los sospechosos hilos que movían su actuar.
“Ya sé que esto es bastante irracional pero algo dentro de mí me dice que te debo ayudar; algo que ni si quiera comprendo me lastima cuando te veo tan triste por alguien que no vale la pena; por eso intento a mi extravagante manera serte de utilidad en esta torcida relación que intentas mantener con Haitani” Me explico sin vacilar con sus palabras mientras su respiración se irregularizaba sin algún motivo evidente.
“¿Estás seguro de que es solo eso?” Lo interrogue al no hallarme satisfecho con esa repuesta poética que me había entregado.
“¿Quieres saber qué fue lo que pensé la primera vez que te vi?” Me pregunto el más alto acercándose con cuidado hasta mi espacio personal.
“¿Qué fue lo que pensaste la primera vez que me conociste?” El azabache me observo con una melancolía que no comprendí en esos momentos pero logro que cada uno de mis pensamientos fueran absorbidos por él para centrarse en sus acciones.
“Pensé; Shin tiene tanta suerte al tener una pareja que lo ame tanto como para sacrificarse de esa manera por él; pero que afortunadas son aquellas personas a las que se les entrega el amor de su vida al frente de sus ojos y aun así se niegan a verlos; pero que dichoso es el malagradecido de mi primo porque yo lo daría todo por tener a alguien así” Mis labios temblaron liberando incoherencias al no ser capaz de articularizar una palabra.
“¿Tu tuviste una decepción amorosa o algo así?” Analice en voz alta sin poder dejar de sentir como un extraño escalofrío se clavaba en mi columna.
“No; a mí nadie me rompió el corazón pero tampoco me entregaron lo que yo estaba esperando, jamás me devolvieron el cariño que yo deseaba ni me valoraran como tú lo haces por alguien que te toca tan solo en la oscuridad” Declaro con sinceridad inspirando con angustia en busca de continuar con sus palabras.
“¿Qué es lo que pretendes con todo esto? Takano; no lo comprendo ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué estas esperando de mí?” Le pregunte irritado tensándome al percibir como sus ojos se encendían ante mis dudas.
“Tan solo quiero tenerte en mi vida” Pregono con naturalidad levantándose de la cama “Tan solo quiero que tú seas feliz con el idiota de mi primo; pero te mantengas a mi lado como si fueras alguien incondicional; me hace falta tener a alguien como tú” Explico con algo de vergüenza bajando su mirada.
“Entonces acepto tu ridícula propuesta de crear una extraña amistad a tu lado” Conteste de manera energética levantándome junto a él.
“Ritsu; quiero ir a una cita contigo; quiero conocerte de manera más personal para hacer todo este teatro más creíble y crear un verdadero vinculo; déjame pasar más tiempo a tu lado” Me pidió con galantería el mayor consiguiendo que mi estructura se estremeciera.
“Está bien; si es una salida amistosa que despejara las sospechas de Shin y hará que todo este drama se sostenga con más fuerza; acepto” Respondí con altanería sin tomarle el peso a las confusiones en las que me estaba metiendo por voluntad propia.