Capítulo 20: Oh no…
Trunks no volteó a ver a su invitado, simplemente río, sin dejar de ver la expresión preocupada y aterrada del joven que tenía debajo de él..
-Llegaste en mal momento Goku, ¿Nadie te enseñó a tocar la puerta? -Preguntó chistoso, incorporándose lentamente, sin preocuparse por ver al pelinegro. Goku se enderezo, haciendo que aquella madera floja volviera a chillar. - No te muevas un centímetro o dispararé. -Amenazó fríamente Trunks, dándose la vuelta con una pistola en su mano derecha…
-Vine como me dijiste, deja ir a Vegeta -Goku tragó grueso al ver el arma, pero aún así no quiso demostrar sus nervios. Trunks volvió a reír, parecía muy a gusto con la situación.
-Ese no es el plan. Mejor quédate bien quieto en tu lugar. -Le apuntó directamente a la cabeza con su pistola, paralizando a Goku. Comenzó a acercarse a él, hasta que Goku sintió ese frío metálico chocar contra su frente.
-¿Qué quieres de nosotros? -Preguntó en voz baja, sin separar la vista del pelilila. Éste último le hizo señas para que se moviera, guiándolo lentamente para que quede contra una pared de la habitación.
-Quiero diversión. Venganza. Destruirlos. Y principalmente, destruirte a ti, enfermito. Espero acabar con lo que te queda de espíritu, agotar toda tu moral, desgastarte hasta el punto en que supliques que te desaparezca de este apestoso mundo. -Su respuesta sonó muy tétrica y siniestra, Goku miró aterrado la expresión del pelilila, parecía que se estaba volviendo loco…
Goku sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, pero mantuvo la calma en su voz
-¿Qué fue lo que te hice? Nunca estuve en tu contra, solo quiero que nos dejes en paz. – Se atrevió a decirle, decidido a salir de eso con vida…
Pero Trunks volvió a sonreír de esa manera tan macabra, dejándoles en claro a Goku y a Vegeta que en verdad estaba dispuesto a hacer cualquier cosa...
-Lástima, eso no pasará. -Aun sin dejar de sonreír, bajo su arma lentamente, para después sorprender a Goku con un fuerte puñetazo directo a la boca del estómago, quitándole el aliento -Te haré sufrir, te retorcerás como nunca antes, y saldrás de aquí en un ataúd.
Trunks estaba hablando muy en serio, Goku podía percibirlo.
-M-me quieres a mí… deja ir a Vegeta… -Susurró con la voz entrecortada por el dolor del golpe. Trunks negó con uno de sus dedos, sonriendo nuevamente y dirigiéndose a Vegeta, quien seguía sentado en el suelo cerca de ellos.
-Pero si él es la parte más divertida del juego, querido Goku. ¿Cuántos golpes crees que aguante antes de acompañarte al más allá? O mejor aún… - Paró justo frente a Vegeta, mirándolo desde arriba con una sonrisa muy siniestra. -¿La niñita aguantará una buena sesión de ejercicio sexual? – Soltó esto último agravando la voz, Vegeta sintió helarse su sangre ante tal amenaza…
Goku quedó boquiabierto -No te atreverías… -Murmuró tembloroso, pero Trunks se volteó cruzado de brazos, muy divertido, sin soltar su arma.
-¿Me estás retando?
…
**
En casa de Goku, Gine entró al cuarto de su hijo sin avisar, encontrándose con una escena que la perturbó… La ventana abierta de par en par, el celular de su hijo sobre la cama… y ni una señal del pelinegro..
Lo buscó por todas partes, y al no encontrarlo tomó el celular con desesperación para buscar alguna señal sobre el paradero de su hijo. Al ver el registro de llamadas, se llenó de sorpresa y salió disparada de la casa..
Mientras, en la casa de enfrente, el señor Vegeta casi atravesaba el teléfono al pulsar tan fuerte los botones debido a la prisa. Toda la tarde había estado llamando a sus contactos con la esperanza de encontrar algo, pero no pasaba nada.
La madre de Vegeta solo miraba por la ventana, rezando por ver pasar a su hijo por fuera..
-La policía no quiere actuar ya que deben pasar 24 horas antes de que se considere un secuestro. ¡Creen que mi hijo se escapó! – Gritó exaltado el padre de familia, colgando el teléfono con tanta fuerza que casi lo destroza con sus propias manos.
-Debemos salir a buscarlo – Sugirió Virginia mirando con seriedad al mayor, éste arrugó aún más el entrecejo
-¿¡Pero a dónde, mujer!? ¡Este pueblo no es tan pequeño como para ir puerta en puerta preguntando por Vegeta! Demonios. – Se sentó de mala gana, tomando su cabeza entre sus manos. Se sentía más que frustrado por no poder hacer nada, se sentía inútil…
-¡No podemos simplemente quedarnos de brazos cruzados! ¡Tu hijo está allá afuera, y Tú que eres el padre te quedas ahí sentado con tu celular como si alguien fuese a traértelo! -Le recriminó exaltada, sobrepasada por la situación.
-¿¡Y que mierda pretendes, que corra en círculos como imbécil, sabiendo que pueden tenerlo encerrado en un sótano o en un auto lejos de la ciudad!? ¡No sé qué hacer y tú no colaboras! – Le respondió del mismo modo. Ambos permanecieron en silencio, desviando sus miradas. -Lo siento, yo…
-Está bien, yo también estoy preocupada y…- De pronto sonó el timbre de la casa, Virginia suspiró y se dirigió a la puerta, dejando solo a su pensativo marido.
Vegeta presionó los puños con fuerza, sintiéndose muy impotente. Tantos años cuidando de sus hijos, creyendo que los tenía a resguardo, y de pronto uno de ellos fue secuestrado sin que él pudiera evitarlo. Era muy frustrante, ¿¡Tener hijos y no poder protegerlos!? Se sentía muy culpable, tal vez si llegaba más temprano del trabajo… tal vez..
Pero pronto su mujer apareció en la sala, acompañada por Gine.. Él las miró intrigado
-Vegeta, Goku también se fue, recibió una llamada de nuestro hijo y se fue. -Explicó rápidamente la madre de Vegeta, provocando que el otro bufe fastidiado.
-Maldita la hora en que elegí este pueblecito para vivir. Salgamos de aquí, vamos a recorrer la ciudad a ver si vemos algo sospechoso. No puedo seguir encerrado.
Sentenció, y pasó por un lado de las mujeres con dirección a su auto. No iba a quedarse esperando algo que no pasaría, tenía que intentar hacer algo. Las mujeres lo siguieron, sin tener ni idea de qué hacer, pero al menos así se sentirían más útiles que estando encerrados.
**
Krilin seguía solo en aquella esquina, sentado cerca de la calle. No podía parar de pensar en lo que había hecho, no sabía qué sería de él luego de haber abandonado a Trunks. Temía mucho por su vida, pero a la vez estaba muy preocupado por su amigo Zarbon…
Si algo llegaba a pasarles a los pelinegros, entonces su mejor amigo terminaría preso o en un correccional, y no quería que eso pasara…
-¿Qué puedo hacer? Si voy con la policía… me arrestan…pero debo salvar a Zarbon… Aunque Trunks me mataría… ¡Demonios! -Se cubrió el rostro con ambas manos lleno de frustración, en qué situación difícil se había metido, ¡Carajo! No podría salir de ahí con facilidad.
¿Qué debía hacer? Luego de meditarlo mucho, se levantó de la acera, con una idea en mente. -Creo que no me queda otra opción..
**
Las estrellas cubrían el cielo nocturno. La luz de la luna llena iluminaba esas calles oscuras..
Zarbon se quedó a un lado de la entrada de aquella casa vieja, mirando muy dubitativo el arma que llevaba en su mano. Sabía que si entraba, tal vez tendría que usarla… y manchar su expediente como Krillin le había advertido. Suspiró pesadamente, sin saber cómo demonios se había metido en semejante problema.
-Dinero… todo lo hago por el dinero… -Se recordó, intentando animarse. Gran parte de su vida había pasado por necesidades, y por eso no se negaba a la hora de cometer algún delito para obtener dinero fácil. Aunque, aun así, jamás había matado a nadie…
Pasó saliva, y sin pensarlo más, ingresó a aquel lugar, dispuesto a todo con tal de recibir su paga…
Al entrar, se encontró con una escena bastante divertida para él: Trunks estaba de pie en medio de la sala, con una gran sonrisa burlona, cruzado de brazos de forma arrogante, sin soltar su pistola, mientras que sus víctimas se encontraban juntos en el suelo, heridos y asustados…
-Zarbon, buen amigo, ven y ayúdame a decidir a quién disparar primero… y dónde… -Reía muy entretenido Trunks, zigzagueando su pistola entre ambos pelinegros, quienes solo podían seguirla con la vista, deseando que no se escape ningún balazo..
-Oye, déjame uno para mí también, tan solo con verles las caras aterradas me alegran la noche. -Comentó sádico, burlándose como siempre de la inseguridad que ellos sentían.
-¿Hiciste lo que te pedí? ¿Lo mataste? -Su sonrisa se borró por completo al oír la pregunta de Trunks. Tragó saliva y se cruzó de brazos, mirando hacia otra parte.
-Sí… Ya me ocupé de que no arruine nuestros planes. -Le respondió serio, intentando restarle importancia al asunto. Trunks lo miró dudoso unos segundos, a lo que Zarbon solo levantó los hombros con aburrimiento.
-No sé por qué no me convences. Pero ya qué, no arruinemos nuestra noche. -Trunks volvió la vista al pelinegro más bajo, sonriendo con perversidad - Vegeta, ¿Sabes? Eres el tipo de persona más hipócrita que conozco. Vas por la vida creyéndote rudo y fuerte, pero mírate ahora, débil, temblando de miedo ante mi pistola…- Se inclinó hacia él, paseando su pistola por una de las mejillas de Vegeta…- Sometido a mi voluntad… -Murmuró insinuante, Vegeta sintió más asco que miedo…
-Primero muerto antes que someterme a tus perversos deseos. -Le respondió con desprecio, girando el rostro para alejarse del arma. Trunks río nuevamente, al tiempo que se incorporaba. Nada podía quitarle su buen humor, nada.
-Está bien, entiendo que tengas vergüenza, seguro será tu primera vez. Dado que con tu carácter dudo que hayas tenido pareja en toda tu asquerosa vida. -Vegeta se molestó aún más por sus palabras, por lo que no pudo callarse..
- El único hipócrita aquí eres tú, ¿No que eras muy hombre? ¿No qué los homosexuales son escoria, subnormales, promiscuos? A fin de cuentas eres uno y reprimido, nuevamente podemos notar tu complejo de inferioridad.
-¿No te cansas de provocar, verdad? -Trunks borró su sonrisa, y frunció el ceño. Iba a apuntarle a Vegeta otra vez, pero Goku llamó su atención.
-¿Y tú no te cansas de fastidiar a otros? ¿Es tan grande tu trauma? ¿Qué pasó, tu padre te golpeaba, te violaron, te rechazaron todos los que querías, nadie te quiere o qué? ¿Por qué te desquitas con nosotros? -Comenzó a inquirir, ya entregado a su suerte. Trunks solo suspiró y se cruzó de brazos.
-Ay Gokusito, me pagarán muy bien por tu cabeza, ¿Qué otro motivo podría tener? Además, me divierte fastidiar a otros… y hablando de violar, nunca me pasó, pero será tu noviecito el que nos dirá qué se siente. -Respondió bajando el tono de voz, relamiéndose los labios. Vegeta no podía creer lo que oía, comenzaba a estremecerse
Goku presionó los puños con fuerza ante su declaración, ¡era inaudito! Juntó todo el coraje que tenía, y miró desafiante a Trunks. -No lo harás… -Casi pareció un susurro, pero los dos mayores lo escucharon perfectamente...
Trunks y Zarbon se miraron sorprendidos -¿Quién me lo impedirá? ¿Tú? – Ninguno pudo contener la risa, se burlaron a carcajadas de la osadía de Goku.
-Ven aquí enfermito -Dijo Zarbon, al mismo tiempo que lo tomaba con brusquedad de uno de sus brazos y lo obligaba a alejarse de Vegeta. Rodeo su cuello con uno de sus fuertes brazos, y con el otro le apuntaba en una sien… -Vas a ser testigo de todo.
-¡D-déjame! ¡Vegeta! -Gritó varias veces, intentando soltarse pero estaba muy bien agarrado…
Trunks aprovecho y levantó a Vegeta con fuerza para empujarlo contra una pared y dejarlo acorralado. -Vamos a ver quién es más hombre aquí...
-Quítame las manos de encima. ¡No!
Vegeta no iba a dejarse pisotear por ese infeliz, ¡eso era un hecho! Pero por mucho que intentaba quitárselo de encima, le era imposible… Trunks lo tenía sometido…
Goku seguía forcejeando con Zarbon, intentaba soltarse de su agarre con dificultad. Y lo peor, es que no podía hacer mucho ya que éste tenia su pistola en contra de su cabeza. Pero no podía quedarse viendo a Trunks aprovecharse de Vegeta, no quería permitírselo.
Recordó que aún tenía su navaja oculta entre sus pantalones. Aprovechó sus manos libres y la tomó, para incrustarla sin piedad en el muslo del mayor. Zarbon gritó adolorido, y bajó la guardia. Goku aprovecho para liberarse del agarre e intentar quitarle el arma de su mano…
Trunks escuchó el grito y se volteó rápidamente, pero antes de que lograra apuntarle a Goku, Vegeta lo golpeó en el rostro con toda su fuerza, dejándolo despistado unos pocos segundos…
El pelilila se recuperó pronto y se lanzó sobre el menor otra vez, más agresivo que antes...
Goku no pudo quitarle el arma a Zarbon, y aún peor, éste logró empujarlo y alejarlo de sí. Rápidamente le apuntó directo al pecho, dispuesto a vengarse por la puñalada, pero antes de que lo hiciera, alguien lo tomó con fuerza de la muñeca.
-¡No dejaré que lo hagas! – Krilin se apareció en el lugar, se paró delante de su amigo para llamar su atención. Zarbon no le hizo caso, y comenzó a pelear con el más bajo para recuperar el control de su arma. -¡No irás a la cárcel Zarbon, deja eso y vámonos!
Mientras el calvo intentaba sacarle el arma a su amigo y hacerlo entrar en razón, Goku se dirigió hacia donde estaban Vegeta y Trunks, sabiendo que podía recibir un tiro por la espalda pero ignorando esa posibilidad..
Vegeta obviamente estaba perdiendo la pelea, pero Goku llegó a ayudarlo. Trunks no podía estar más fastidiado, con todo su odio intentó apuntarle al pelinegro pero éste detuvo su muñeca, para intentar quitársela.
-¿Crees que podrás conmigo, flacucho? ¡Estás acabado! -Sonreía victorioso el pelilila, utilizando toda su fuerza para empujar al menor contra la pared. Pero Goku seguía sosteniendo su muñeca para que no le dispare
-¡Te dije que no le harás daño a Vegeta! – Le gritó con mucha seriedad, nunca antes vista por Trunks. Pero éste sonrió gustoso, continuando con el forcejeo que sabía ya tenía ganado.
-¡No me hagas reír, eres un debilucho! -Volvió a burlarse, sabiendo claramente que poseía toda la ventaja. Siguieron luchando, Trunks dominaba el juego, pero Goku no iba a dejarse vencer. No iba a permitir que algo malo le pasara a Vegeta…
A unos metros de ellos...
-¡Suéltame Krilin! -El peliverde empujó al más bajo haciéndolo caer al piso. Apuntó hacia donde su jefe forcejeaba con Goku e intentó disparar al pelinegro. Sin embargo, su amigo se levantó con rapidez y empujó su brazo apropósito…
Y la bala salió, pero con su dirección y blanco errados. No le habían dado a Goku... Zarbon y Krilin se llenaron de sorpresa y espanto al notar lo que habían hecho…
Trunks quedó inmóvil de repente, paralizado. Goku lo soltó al notar que había recibido un disparo directo al abdomen, el cuál rápidamente comenzó a sangrar. El de cabellos alborotados retrocedió 2 pasos desconcertado, mientras que Vegeta, a su lado, no quitaba la vista del pelilila herido..
-Son unos estúpidos… -Susurró Trunks en un hilo de voz, cayendo de rodillas cubriéndose la herida con una mano. Al verse la palma, notó mucha sangre. Pero lejos de molestarse, sonrió ladinamente. -N-no me iré solo…
Levantó el brazo en el cual tenía el arma, esté temblaba, no tenía mucha fuerza, pero sí la suficiente. Apuntó hacia Goku, pero antes de disparar, rápidamente cambió el blanco por Vegeta.
Goku giró la cabeza hacia su amigo, su compañero, su ser más querido, viéndolo paralizado…
Nadie pudo detener a Trunks, jaló el gatillo.
Todo parecía suceder en cámara lenta…
Luego del estruendoso ruido del balazo, el silencio se apoderó de la habitación.
Trunks río débilmente al notar que había acertado el tiro. Y cayó de bruces contra el piso, perdiendo la conciencia…
La sangre comenzó a fluir por la herida del pelinegro...
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