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Sueños Rotos por CelesNicole

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Notas del capitulo:

Ayer actualicé "El Dueño de Todo" y ya hoy les traigo un cap de esto!!! jaja me siento útil :3 :3 

Espero lo disfruten ^-^ 

Capítulo 7: Nuestra amistad

Permanecieron unos cuantos minutos así, solo llenándose con la fragancia del otro, sintiendo su calor… Lo disfrutaban; nunca habían tenido la oportunidad de dar un abrazo, de recibir ese tipo de cariño de alguien que no sea familiar. Extrañamente les gustaba estar juntos así, era una nueva sensación para ambos y no querían separase por nada.

Hasta que llegó el momento en que se separaron, con lentitud se alejaron y permanecieron unos segundos en silencio, ambos desviando la vista. No sabían cómo mirarse luego de ese contacto, era algo “extraño” ya que nunca lo habían sentido. Aún así, ambos sonreían.

-Vegeta, ¿Por qué… no eres como los demás? –Preguntó bastante interesado, sin retirar su alegre sonrisa. Vegeta miró hacia abajo, a sus manos, aún no se acostumbraba a sostenerle la mirada a otra persona.

-Supongo que por la educación que me dieron… Mis padres me criaron para respetar a los demás, sin importar el color de piel o… la orientación sexual, ni nada de eso. Me educaron para ser un buen hombre, no para discriminar a los demás. –Explicó tranquilamente, mostrando una leve sonrisa.

Goku miró hacia el frente, mientras flexionaba sus rodillas y apoyaba sus brazos sobre ellas. -Mi mamá también me enseñó lo mismo, ella piensa que no tenemos el derecho de juzgar a nadie… sin importar cómo sea… -

-Es algo irónico respetar cuando no nos respetan… -Susurró tristemente, ambos bajaron la cabeza un poco. Era difícil esa situación, ellos no se burlaban de nadie y les parecía muy injusto recibir el trato contrario. Vegeta suspiró pesadamente. - Pero ya no importa.

-Vegeta, ¿No me dirás… por qué te molestaban? –Preguntó en voz baja, Vegeta rápidamente lo miró, con una expresión algo nerviosa. -Yo no voy a molestarte si es lo que te preocupa… -Le dijo suavemente, intentando convencerlo. Vegeta bajó la mirada rápidamente.

-N-no es eso… No quiero que… me mires diferente… -Murmuró, abrazándose las rodillas. Sabía que Goku no se burlaría, pero tal vez lo miraría mal y cambiaría su forma de pensar sobre él. Suspiró, y antes de que Goku dijera algo él habló. -No es nada importante, algún día dejará de ser un problema para mí, algún día seré normal y esto ya no importará.

-Está bien…- Respondió Goku luego de unos segundos, bastante apenado. La verdad tenía mucha curiosidad, quería saber cuál era el secreto de Vegeta, por qué no se consideraba normal. No quería burlarse ni molestarlo, sea lo que sea simplemente quería saberlo y ayudarlo si le era posible.

Guardaron silencio unos pocos minutos. Goku estaba arrepentido de haberse entrometido tanto, cada persona tiene su secreto y él no podía forzarlo a contarle. Vegeta se encontraba abstraído con sus pensamientos, dudando entre contarle o no su “problema”. Le daba mucha vergüenza, él no quería ser gay pero no sabía cómo cambiar, y temía que Goku pudiera alejarse de él al saberlo.

-¿Y si jugamos un poco? – Sugirió el de cabellos en flama, Goku lo miró con incomprensión. - A mi mamá no le gusta que esté todo el día prendido a una pantalla, por eso me da esto. – Explicó mientras sacaba de su mochila una caja de cartas españolas. -¿Quieres jugar?

-Em… No sé cómo… -Contestó algo avergonzado, con una mano detrás de la nuca. Vegeta sonrió algo entusiasmado.

-Yo te enseño.

Vegeta se levantó y se sentó frente a Goku para iniciar el juego. Con sumo cuidado comenzó a enseñarle las reglas básicas del juego, y sin más comenzaron a jugar. No era un juego muy emocionante, pero ellos se sentían bastante alegres por el simple hecho de divertirse juntos, como amigos.

-Goku… ¿por qué tu madre eligió ese trabajo? –Preguntó curioso Vegeta, sin despegar la mirada del juego. Goku borró lentamente su sonrisa, mostrando una expresión algo seria.

-No lo eligió… fue su única opción… -Dijo en voz baja, Vegeta lo miró, algo preocupado por su expresión. -Cuando yo nací, mi padre nos abandonó y ella tuvo que buscar dinero fácil y rápido para cuidarnos… -Explicó entre triste y molesto, no le agradaba recordar esa historia tan dolorosa.

-Oh…- Se arrepintió de preguntar, ahora no sabía qué decir. Siguieron jugando, ignorando en tema por unos minutos. - ¿Tienes hermanos? –Preguntó Vegeta después de un rato, rompiendo ese silencio.

-Sí, un hermano mayor que se mudó a otra ciudad hace tiempo. – Respondió al instante, mostrando nuevamente una sonrisa. Vegeta se sintió aliviado de ya no estar sumergido en ese incómodo momento.

-¿Tu madre sabe lo que te hacen? – Volvió a interrogar, sin poder contener su interés. Goku dudó un poco antes de responder, hasta que negó con la cabeza. -¿No deberías decirle? –Goku volvió a negar, mientras bajaba la vista algo deprimido.

-No, nunca se lo dije y no quiero decírselo. Ella cree que solo se ríen de mí al igual que hacían con mi hermano. Y no quiero hacerla sufrir…ella hace mucho por mí, ella tiene suficientes problemas con su horrible trabajo como para cargarla con los míos… prefiero mentirle a preocuparla con mi problema, ella se pondría mal porque no hay solución…

-Entiendo… -Susurró, volviendo a prestar atención al juego. Esa situación era bastante difícil, no sabía qué decir por lo que prefirió quedarse callado. Cuando llegó el turno de jugar de Goku, Vegeta concentró su atención en los brazos del más alto. -¿Y esas muñequeras?

Goku se quedó algo petrificado ante la pregunta, se quedó mirando a Vegeta unos segundos, hasta que volvió a agachar la cabeza -Supongo que es obvio, ¿verdad? –Comentó algo sarcástico, aunque sin gracia. Vegeta se dio cuenta, y entre apenado e incómodo bajó la vista.

-…Solía hacerlo antes…-Murmuró Vegeta, captando la mirada de un sorprendido Goku - Fue hace dos años… Yo no toleraba el rechazo de todos mis amigos, no me gustaba ser humillado a cada movimiento y… quería morir. Pero mis padres se enteraron, y me ayudaron mucho… Fue gracias a ellos que entendí que no tenía sentido hacerme daño si todos me lo hacían…

Goku se mantuvo unos segundos solo viéndolo, pensando en lo que le acababa de decir. Tal vez era verdad eso que decía, tal vez solo había que ignorar… Vegeta seguía mirando hacia abajo, tratando de pasar por alto la mirada del otro, mientras jugaba.

- Tal vez… tengas razón… -Dijo en voz baja Goku, esbozando una leve sonrisa. Vegeta levantó la mirada, y le dedicó una sonrisa sincera.

Siguieron jugando solo unos minutos más…

-¡Gané! –Gritó entusiasta, mostrándole sus cartas a Goku. El de cabellos alborotados abrió la boca hasta el piso.

-¡Ahh! Es trampa, estaba distraído. –Se quejó haciendo un puchero, tirando sus cartas al piso.

-No me consta. – Rió victorioso, juntando todas las cartas para volverlas a mezclar.

-¿Tú tienes padre, Vegeta? – Se animó a preguntar, la verdad tenía mucha curiosidad pero también pensaba que tal vez Vegeta no tendría y se pondría mal. Pero se alivió cuando Vegeta lo miró.

-Sí, él es… idéntico a mí, solo que yo no me dejaré crecer la barba. –Comentó divertido -Trabaja fuera de la ciudad, aunque nunca recuerdo de qué.

-¿Y tus padres… saben que te juntas conmigo? –Preguntó tímidamente, bajando el tono de voz. Vegeta inició el juego, mostrando una sonrisa.

-Lo saben. Les conté de ti y no se opusieron a… nuestra amistad… -Las últimas dos palabras las pronuncio casi en un susurro, con un leve sonrojo en las mejillas. Aún no se acostumbraba al hecho de tener un amigo después de tanto, le avergonzaba un poco, pero ambos se sentían muy alegres por eso.

Siguieron jugando bastante rato más, hablando un poco de vez en cuando. Hasta que se escucharon fuera de la casa las risas de unos jóvenes.

-¿Qué fue eso? –Preguntó Vegeta, pero Goku rápidamente le hizo una seña para que guardara silencio.

-Quédate quieto. –Pidió en un susurro, levantándose sigilosamente y asomándose por una de las aberturas de la pared. Vegeta se estaba preocupando un poco, pero luego de unos segundos, Goku volvió hacia él. -Ya es la hora de salida, esperemos un poco y salimos.

Vegeta juntó sus cosas y se levantó, pero entonces recordó un pequeño detalle. -Pero… ¿Tengo marcas en el rostro? ¿Un ojo morado? –Preguntó con preocupación, no quería que sus padres lo vieran así.

Goku lo observó un poco -No… Solo tienes algunas marcas que pueden taparse, pero para esta cortada –Indicó, tocándole con suavidad la mejilla derecha - tendrás que inventar una excusa. –Avisó, alejándose para tomar su mejilla.

Vegeta sintió un cosquilleo ante el tacto, y agradeció que Goku volteara para que no notara que se había avergonzado por algo tan simple -Bueno, no fue tanto, las de mi cuerpo puedo cubrirlas con ropa. –Goku lo observó nuevamente, bastante culpable.

-Puedo cubrirte esas marcas para que tus padres no las vean –Ofreció, en un intento de aliviar su culpa. Vegeta lo miró con confusión.

-¿Cómo? –Preguntó con incomprensión, pero instantáneamente Goku sacó ciertos elementos de su mochila - ¿Maquillaje? –Dijo espantado, sin poder ocultar su sorpresa. Goku se levantó del suelo y se acercó a él con los productos en la mano.

-No se notará, ni tu madre se dará cuenta. –Vegeta dudó bastante, no quería usar maquillaje, sería lo más denigrante que le hubiese pasado en toda la vida. Pero tampoco podía permitir que sus padres lo vieran así, por lo que asintió resignado. –Siéntate.

Ambos volvieron a sentarse en el piso, Goku frente a Vegeta, y el de cabellos alborotados comenzó a aplicar con cuidado el maquillaje sobre la piel de Vegeta. Por suerte, Vegeta no tenía marcas muy serias en el rostro, solo algunas que se borrarían rápidamente. Vegeta se sorprendió, Goku parecía muy experto en lo que hacía.  

-Me siento estúpido –Susurró molesto Vegeta, algo decaído. Era el colmo, lo peor que le podría pasar. Si lo vieran usando maquillaje, seguro se burlarían mucho peor de él. No quería verse como mujer, y Goku logró notarlo.

-Lo sé, lo sé… Sé que es cosa de mujeres, pero es la única forma de taparlos rápidamente, en tu hogar puedes hacer cosas para que las marcas desaparezcan más rápido y así no tendrás que usar esto. –Intentó convencerlo suavemente, pero Vegeta suspiró molesto.

-Qué humillante. –Murmuró con cierta frustración. Pasaron unos minutos más, Goku había terminado con su obra maestra.

-Listo, mira que bien quedaste. –Le enseñó un espejo de mano, Vegeta lo miró y se sorprendió al notar su rostro tal y como estaba en la mañana. -Ni se nota. –Dijo sonriente Goku.

-Podrías trabajar en un salón de belleza. –Comentó algo sarcástico, devolviéndole el objeto. Goku volvió a tomar los productos, y se los entregó.

-Llévalos, así en la mañana lo haces tú mismo. ¿Recuerdas como lo hice? –Vegeta se mantuvo observando los productos, no quería aceptarlos, no quería verse en la humillación de maquillarse… pero terminó tomándolos.

-Sí, bueno… está bien. –Suspiró pesadamente.

Goku y Vegeta salieron de esa pequeña casa, con cuidado de no ser descubiertos. Comenzaron a caminar por la ciudad, en silencio, como siempre. Una vez llegaron a la casa del menor, se detuvieron.

-Nos vemos mañana. –Se despidió Goku con una tierna sonrisa, para después darse la vuelta y alejarse de Vegeta.

-Goku… -Llamó el de cabellos en forma de flama, Goku volteó a verlo. -Gracias por el maquillaje… A-adiós…- Se despidió alzando la mano, se dedicaron una última mirada antes de dirigirse a sus respectivos hogares…

**

Goku entró a su hogar. Su madre rápidamente llegó a recibirlo con una sonrisa, pero su expresión se volvió muy preocupada al notar marcas en el rostro de Goku.

-¡Goku, hijo! ¿Qué te pasó? –Se acercó a él y lo tomó del mentón para ver mejor, tenía marcas rojas en las mejillas y cerca de sus ojos, parecía que lo habían golpeado. Goku fingió una sonrisa.

-Un chico vino a molestarme, me enojé y… comenzamos a pelear. Pero no fue nada grave. –Mintió con una leve sonrisa, para no preocuparla. No quería que sepa que fue golpeado por tres salvajes, prefería decir que él comenzó el conflicto.

-Hijo, ¿qué te he dicho de meterte con brabucones? –Lo reprochó notablemente molesta, sin notar que su hijo mentía. Goku bajó la cabeza, fingiendo que estaba apenado.

-Lo sé, es que ese chico nunca se peleaba con nadie, vino a molestarme, discutimos y terminamos así. Pero solo son unos rasguños, no tengo nada más. No volverá a suceder. –Se explicó en voz baja, su madre lo observó un poco, hasta que suspiró pesadamente.

-Menos mal hijo, no quiero que sigas peleando así con nadie. –Dijo con cierta seriedad. Goku solo miraba el piso, se sentía mal por mentirle a su madre pero lo que más lo entristecía era que ella no se daba cuenta de la verdad, y tal vez pensaba que era un problemático.

-Iré a hacer tarea madre. –Avisó en voz baja, dirigiéndose a su cuarto para después encerrarse en él.

Arrojó su mochila a un lado, y se recostó en su cama mirando el techo.

-Siempre la misma historia…- Estaba cansado de que su madre no se diera cuenta de las cosas que le pasaban, estaba cansado de tener que fingir una sonrisa todas las tardes. Aunque también, en parte, se sentía arrepentido de siempre fingir, se arrepentía de ocultar la verdad… Pero tampoco quería decírselo, no quería preocuparla.

Simplemente, sus sentimientos estaban enredados, distorsionados. No entendía bien lo que debía hacer, no sabía qué quería o qué necesitaba y tampoco tenía la ayuda de nadie…

-Vegeta… - Inconscientemente sonrió al pensar en él. Era la primera persona que conocía en su vida que no se había burlado de él por ser hijo de una prostituta, que nunca se preocupó por mantener la distancia y que tampoco sintió asco por darle la mano.

Recordó todo lo que habían pasado ese mismo día, recordó cómo Vegeta se había quedado a su lado aguantando una golpiza que no le correspondía, recordó cómo se habían divertido juntos, como nunca antes se había podido divertir con alguien. Por un lado se sentía muy culpable, pero también se sentía muy ilusionado. –Sé que seremos grandes amigos.

Ya no tenía ganas de cortarse ni dejar de comer, ya ni siquiera quería seguir dibujando escenas sangrientas. Tenía muchas esperanzas, sentía que esa amistad duraría años, y tal vez sería para siempre.  

**

Unas horas más tarde, en la casa de Vegeta, los cuatro de encontraban cenando. Y de repente, su madre sacó un tema de conversación que descolocó a Vegeta…

-Un día de estos podrías invitar a tu nuevo amigo a cenar, Vegeta. Y también podría quedarse a dormir. – Propuso sonriente la mujer, pero Vegeta siguió mirando su plato de comida.

-¿Qué? ¿Estás loca? ¿Qué haré yo a solas con él? –Preguntaba bastante apenado. Nunca había invitado a un amigo a la casa, no sabía qué debían hacer ni mucho menos cómo entretenerlo.

-Vamos hijo, no tienes por qué ser tan tímido, todos los chicos de tu edad duermen en casa de amigos. –Intentó animar su padre, pero Vegeta levantó la vista para mirarlo molesto.

-Es fácil decirlo para ti que estuviste rodeado de amigos toda tu vida, yo no. – Respondió con voz grave y furiosa, bajando la vista rápidamente para seguir comiendo. Odiaba eso, odiaba sentir que sus padres le refregaban en la cara el hecho de no tener amigos, le dolía mucho.

Sus padres se mantuvieron en silencio, entristecidos por verlo tan dolido. Siguieron comiendo unos minutos más, hasta que el menor de la familia quiso animar la situación.

-Yo podría estar con ustedes, hermano –Se ofreció amablemente, con su vocecita chillona. Vegeta ni siquiera lo miró, solo esbozó una media sonrisa.

-Ni loco, tú le contarías un montón de cosas de mí, eres un chismoso. –Comentó con un tono divertido. Su hermano menor hizo un puchero.

-Pero los amigos no tienen secretos, los amigos de verdad se cuentan todo. – Se quejó cruzándose de brazos, haciendo un tierno puchero. Vegeta cambió su expresión por una más seria, y sus padres no tardaron en notarlo.

-… aún… ¿no le has dicho que eres gay, verdad? – Preguntó suavemente su madre. Vegeta dejó de lado su plato de comida y miró hacia la nada con una mirada neutra

-Nunca se lo diré, nadie lo sabrá jamás. Lo ocultaré hasta que sea mayor y luego me buscaré pareja por internet de forma anónima. –Respondió con tono aburrido, quitándole interés al asunto.

-Hijo, no puedes vivir así… -Dijo su padre con cierto tono de reproche. Vegeta arrugó el entrecejo y se levantó bruscamente de la silla.

-¡Claro que puedo! ¡Ustedes no saben que la vida para un homosexual es muy difícil allá afuera! –Gritó muy furioso, dejando perplejos a sus padres. Levantó su plato de la mesa y se dirigió a la cocina, siendo seguido por la mirada apenada de sus padres.

No les dio importancia, dejo su plato en el fregadero y subió corriendo a su habitación para después encerrarse en ella. Se tiró en su cama, hundiendo la cabeza en la almohada.  

-Quisiera ser normal…- No soportaba la presión, detestaba saber que sus padres deseaban que fuera normal pero él no podía darles el gusto. Odiaba pensar que era una decepción y que nunca lo aceptarían del todo. Detestaba recordar los malos tratos que le daban por el solo hecho de ser diferente.

Había admitido que era gay a los 11 años, aun lo recordaba perfectamente. Nadie se lo tomó a bien, sus padres se habían decepcionado bastante, su padre casi lo había rechazado como hijo. Sus amigos se alejaron de él, el chisme corrió por toda la escuela y ya no pudo ser como antes. Y siempre, cada día de su corta vida, pensaba en que podría existir una persona en ese mundo que lo comprendiera, por lo menos una.

-Goku… - Se levantó de la cama y se asomó por la ventana de su cuarto, la cual daba directamente a la casa del de cabellos alborotados. -Quisiera contártelo, yo sé que no te burlarías de mí… - Pensó con una leve esperanza, sonriendo a la nada. Tal vez con él todo sería diferente, tal vez si se enteraba no iba a mirarlo mal ni molestarlo… -Solo espero no enamorarme de ti…

Un rubor se colocó en sus mejillas ante ese pensamiento. Debía evitarlo, no podía enamorarse de su único amigo, debía cambiar en algún momento y convertirse en un “hombre” como siempre le decían. –No voy a fijarme en mi único amigo, no lo haré – Se aseguró con firmeza, aun manteniendo su sonrisa.

Y se sentía seguro de sí mismo, no se enamoraría de él, no pensaría nada que no debiera con él. Simplemente, formarían una gran amistad…

 

 

O eso creían ambos…

Notas finales:

Listo, oficialmente se terminó el relleno jaja

Maquillaje... ¿qué se sentirá para Vegeta utilizar maquillaje? :S debe ser traumatizante para él considerando que muchas veces le habrán dicho "mujer" 

Goku tiene un enriedo muy grande, no sabe qué debería hacer o qué pensar... Quiere que su madre sepa pero él no quiere decirle, pero a la vez se siente culpable de mentirle, pero lo cree necesario para no hacerla sentir mal...

Y Vegeta quiere ser "normal", según dice esa sociedad de porquería homofóbica

¿Ustedes qué piensan de todo esto? 

Bueno, eso es todo ^-^ Espero les haya gustado, críticas, sugerencias, opiniones, TODO en reviews :3

Saludoos ~~


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