Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mascaras. por niky-cham

[Reviews - 181]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es mi primer fic O.O ... ¡Jajajaja, NO, no mujer, no mientas! Es mi primer fic Aoki, eso si que es verdad, y tambien es el primero que escribo de este anime.

Tenia muchas granas de escribirlo, ahora me siento bastante complacida. Me encanta esta pareja y pocas veces encuentro fics sobre ellos como los principales. He encontrado buenos fics, pero luego quedan abandonados y buehhh... Aqui estoy, escribiendo mi propio Aoki con juegos de azar y mujerzuela xD

Espero que lo disfruten y me acompañen en esta nueva aventura :3

 

Notas del capitulo:

Nada que decir sobre este capitulo, espero que lo disfruten :)

Mascaras

 

Capítulo 1: Modulo de Young.

Luego de la Winter cup muchas cosas han cambiado… La presión crecía. Pronto voy a ser aplastado.

-¿Qué estás haciendo aquí Kise? ¡No puedes entrenar aun! –Exclamo al verme ingresar a la cancha en medio entrenamiento.

-¡Mooo, que malo Kasamatsu-sempai! –Respondo a mi superior. Parte del equipo nos observa, sin embargo ambos nos mantenemos enfrascados en nuestra discusión– ¡Estar solo es aburrido! –Rezongué con gestos infantiles –Al menos déjeme mirar –Junto mis palmas delante del rostro con mi mejor cara de súplica.

-No. Distraes al resto del equipo. Vete a casa de una vez –Externo con total seriedad, luego hizo un gesto con la cabeza indicándome la salida.

Yo solo inflo los mofletes y me marcho. ¡No se puede pelear con Kasamatsu-sempai! ¡Él siempre quiere ganar!

Mis pasos se conducen indecisos hacia el centro de la ciudad, realmente no tengo nada que hacer allí, pero tampoco deseo regresar a casa. Estas son las últimas semanas de entrenamiento y me las estoy perdiendo por este estúpido tobillo, espero que Haizaki se pudra por haberme provocado esta lesión.

El atardecer comienza a hacerse notorio, junto este varias vitrinas se iluminan, haciendo sus productos más deseables o apetitosos… Vuelvo a suspirar. No puedo hacer ejercicios, por lo que debo llevar una dieta reducida en carbohidratos por algún tiempo, la vida glamurosa de modelo, no es tan agradable como todos creen.

-Tiempo sin verte Kise-kun –Primero me estremecí, luego pegue un salto. ¿Desde cuándo estaba allí? ¡Maldición! Si algo odiaba de Kuroko, era que los peores sustos de mi vida, me los había llevado por su falta de presencia.

-¡No me asustes Kurokocchi! –Exclamo fingiendo molestia. El no parece inmutarse, solo encoge sus hombros un poco y me mira.

-¿Vas a entrar? –Al principio me cuesta comprender, de hecho tardo varios segundos antes de notar que estoy parado frente a la puerta de un local de comida rápida. Él continúa mirando expectante.

-¡Oh, no, no iba a entrar! Pero… ¿Puedo acompañarte? –Espero que diga que sí, odio quedarme solo.

-¿Eh? Por mi está bien, pero viene Kagami-kun en camino, se encontró con Tatsuya-kun hace un momento, yo me adelante para pedir lo de siempre. –

“Lo de siempre”, Kurokocchi todo el tiempo ha sido así, mentiría al negar que no siento envidia, a pesar de su actitud indiferente, desde que le conozco ha poseído ese don, ese don que yo no tengo, la capacidad de penetrar profundo en la vida de sus compañeros, primero fue Aomine, ahora es Kagami y no dudo que en el futuro Kuroko se vuelva un pilar fundamental en la vida de muchos otros.

-¡Kagamicchi también, que alegría, hace mucho que no lo veo! –Kuroko no dice nada, solo observa mi actuación y se dispone a abrir de una vez la puerta.

-¡Oi, Kuroko! –Exclama el pelirrojo desde la esquina –Kise… ¿Cómo estás? –Intenta disimular su inspección en mi tobillo, yo lo noto, pero decido hacerme el desentendido.

-¡Kagamicchi! –Exclamo colgándome a su cuello –Estoy bien –Él pone sus manos sobre mis hombro y me empuja hacia abajo para que me suelte, yo insisto un poco a modo de juego, pero luego cedo, dejándome caer sobre el pavimento con gracia, aunque debo reconocer que me ha molestado un poco el tobillo. –Que cruel Kagamicchi, yo solo quería un abrazo, hace mucho que no nos vemos –Reclamo con lágrimas de cocodrilo.

El solo desvía la mirada… Supongo que es un tanto incomodo mencionar nuestro último encuentro. Si no mal recuerdo yo iba llorando agarrado de mi sempai, mientras ellos celebraban su victoria ante nosotros. Aun me produce dolor recordarlo, tanto esfuerzo para nada.

 -Bueno ¿Entraran o pretenden quedarse parados aquí el resto delo día? –Kagami cambia de tema, Kuroko le observa con la vista hacia arriba, yo en cambio aprieto los labios y me quedo parado tras de ellos.

-¿Otra vez comerás una montaña de hamburguesas? –Pronuncia mi excompañero de ojos celestes.

-Y tu un batido de vainilla –Suelta Kagamicchi.

Ellos comienzas a avanzar enfrascados en sus propias discusiones, yo mantengo mi atención unos segundos. Kagami se exaspera mucho más al discutir, Kuroko en cambio luce su rostro sereno, sin el más mínimo cambio de en sus matices, quizás, y solo quizás, de vez en cuando deja aparecer una casi imperceptible sonrisa.

Inspiro con fuerza, animándome a dar el primer paso, vuelvo a observarlos y me arrepiento… No hay espacio para mí en una “amistad” como esta.

-¿No vienes rubio? –Kagami intenta llamar mi atención, yo muerdo mis labios internamente y me dispongo a mostrar una sonrisa.

-Bueno… –Arrastro las letras y con una mano rasco mi nuca –Acabo de recordar que tengo otra cosa que hacer –Ellos se observan entre sí, y luego vuelven a posar su vista encima mío – ¡Lo siento muchachos! –Pongo mis palma delante de rostro y agacho la cabeza con “arrepentimiento” –Sera en otra ocasión, pero me alegro de habérmelos encontrado… ¡Good bye! –Exclamo guiñando un ojo antes de salir corriendo.

-“Tan despistado como siempre” –

-“Así es Kise –kun” –

Camino rápido, sin ánimos de detenerme, espero a la vez no encontrarme a nadie en mi camino… Ya no quiero fingir más, revuelvo mis cabellos y pego mi espalda a la muralla de un pequeño callejón, intento serenarme atreves de las respiraciones, pero creo que nada en este momento puede calmar mi dolor. Odio escuchar ese tipo de cosas, odio que todos crean saber quién soy, odio toda esta farsa.

Un poco más desanimado, comienzo a caminar por el centro comercial, ahora no solo relucen las brillantes vitrinas, también han comenzado a encender los faroles, yo camino distraído, ahora que lo pienso, no hay nada que necesite del centro comercial. Quizás sea momento de regresar a casa.

Está bien, me rindo, regresare a mi hogar, no tengo deberes, por lo que pretendo darme una ducha rápida y ver algo de televisión, con suerte me quedare dormido antes de que mi hermana llegue a casa.

Siempre el mismo camino, es el más largo, pero no puedo evitarlo, me gusta hacer este recorrido, aun no si este se encuentra cargado de recuerdos y sentimientos. Estas son las  calles que tomaba cuando aún estudiaba en Teiko. Recuerdo que todos caminábamos juntos, Midorima aprovechaba de leer el horóscopo, en busca de su objeto de la surte para el próximo día, Murasakibara carga en sus brazos una buena porción de dulces y frituras, muy de vez en cuando agarraba un puñado de ellas y se las echaba a la boca, Momoi siempre colgada al cuello de Kuroko, y este en tanto, caminaba sereno, mientras oía los locos desvaríos de Aominecchi, Akashi se mantenía distante de todo eso, yo al contrario intentaba incluirme, pero nadie estaba realmente interesado en mi presencia. Había una intersección, en la que casi todos nos separábamos, algunos seguían caminando en parejas, yo y Murasakibara éramos los únicos que debíamos continuar nuestros caminos en soledad, obviamente debido a la ubicación de nuestros hogares.

El sonido de los rebotes me detiene… ¿Cuántas veces nos habíamos detenido a jugar en este lugar? Levanto la vista y me sumerjo unos segundos en esos reconfortantes recuerdos. Luego vuelvo a poner oído en la cancha… seguro las nuevas generaciones ahora gozaban de esos momentos en equipo.

Decido avanzar, espero que un buen partido de básquet me levante el ánimo. No tiene que ser emocionante, ni reñido, me conformo con observar la complicidad del equipo y la diversión de jugar por gusto, sin presiones.

Inmensa es mi sorpresa al encontrarme un panorama muy diferente al esperado, Aomine juega solo en el centro de la cancha… Aunque se mueve tan rápido que fácilmente se podría confundir con un equipo completo. De un momento a otro planta ambos pies en el suelo, botea solo un par de veces y lanza el balón en uno de sus característicos tiros sin forma. Mi corazón se estremece, el recuerdo de esa primera vez regresa a mi mente como un látigo despiadado. Ese día, el día en que encontré un reto, el día en que me creí salvado por el básquet, el día en que me enamore de Aomine Daiki.

Todo, todo regresa a mí, la pasión de ese amor no correspondido, los besos soñados, los celos hacia la sombra que poseía todo lo que yo deseaba tener. Mi corazón volvió a estremecerse y me vi obligado a retroceder un paso para no perder el equilibrio. Poco a poco comienzo a recomponerme, vuelvo a respirar pausado, y aunque mis latidos no logran agarrar un ritmo normal, al menos logro superar el potente efecto de la taquicardia.

Mi mente me dice que no lo haga, que debo evitarle y marcharme pronto a casa, rápido, tan veloz como me sea posible, escapar de esto antes de que termine haciéndome más daño. Pero no puedo, necesito acercarme, necesito saludarle, sentir al menos que respiro el mismo aire que él, saber que por lo menos puedo compartir un poco de su vida con la mía y viceversa, con eso es suficiente, con eso me conformo.

-¡Aomi… necchi! –El grito que comenzó potente y animado, se apaga inesperadamente. Mi mano queda alzada en el aire, aunque segundos después la necesito para agarrar sobre mi pecho, apretarlo con fuerza, necesito comprobar que no se ha roto, que sigue allí, que aún puede funcionar.

Ella siempre estuvo en ese lugar, pero mis ojos estaban tan concentrados en Aomine que no pude verla. Ahora era mucho más claro, ella se levantó contorneando las caderas, mientras que su pelo lacio y negro callo hasta poco más debajo de su cintura, Aomine le observa sonreído y ella también lo hace, pronto la bestia ataca, devora los labios de la joven con uniforme del instituto Too.

No puedo observar más, en este momento ya no es solo una obligación, se vuelve una necesidad. Necesito volver a casa en este instante. Corro, corro tan rápido como puedo, y en cosa de minutos logro divisar el antejardín de mi hogar. Me apresuro en buscar las llaves y no tardo en hacerlo, al entrar agradezco que como siempre no haya nadie en este solitario lugar. Subo las escaleras con rapidez, saltándome a veces hasta más de dos escalones, abro la puerta de mi habitación  y entro en la ducha, no me tomado siquiera la molestia de quitarme la ropa. El agua esta fría, tanto que incluso llega a doler, pero soy capaz de abrir el agua caliente, así está bien, este dolor logra distraerme en parte de mi sufrimiento mental, aunque no por mucho tiempo.

Me deshago de la ropa y dejándola toda apilada en una esquina, más tarde me tomaría la molestia de ordenarla y secarla como corresponde, en este momento solo necesitaba limpiar mi dolor, solo con eso me bastaba.

No tome el tiempo exactamente, pero podría apostar a que fueron más de veinte minutos. Cuando salgo de la ducha me noto pálido, mi cuerpo tiembla y mis labios están levemente azulados. Yo niego con la cabeza, solo necesito abrigarme, y así lo hago.

Podría intentar reconformarme de muchas maneras, pero me es imposible, la verdad es que no puedo contra ella, jamás a los ojos de Aomine yo podría ser más que esa muchacha, la cual componía todas las estúpidas divagaciones del moreno, cintura angosta y buenas nalgas, la piel nívea, sus cabellos lacio y lustrosos, buenos pechos, sin duda eso era lo primordial y algo que yo nunca tendría.

Intento despejarme buscando algo de cenar, decido cocinar para tardar un poco más de tiempo y mantener mi mente ocupada, pero no lo consigo, los recuerdos son dolorosos y amargos…

“Nadie te necesita en esta vida” “¿Crees que alguien sufre en este momento por no estar contigo”.

Kasamatsu me corrió del entrenamiento, nadie se negó a ello, Kuroko debe estar con Kagami, Murasakibara con Akashi, Midorima con Takao, estoy seguro de que Momoi también tiene a alguien en su vida, y por supuesto no podemos dejar fuera a Aominecchi, el también ha encontrado lo que necesita.

Sé que he dejado las verduras en la olla y no me importa mucho.

Siempre me he sentido agobiado, sin embargo nunca lo suficiente como para que esta idea abordara mi cabeza. En estos momentos no me importa demasiado, creo que el peso sobre mis hombros es más fuerte que mi amor por la vida.

Mi hermana no puede dormir bien, espero que no se moleste conmigo por acabarme su frasco de somníferos ya que ella es a la única que espero llorando mi perdida.

Siento la mente nublada ¿Qué estaba haciendo antes de esto? Ya no creo que importe.

-“No te preocupes, él es un cabeza hueca” –

-“¡Ya deja de hacer el tonto!” –

-“Tan despistado como siempre” –

-“No importa lo que digas. Kise siempre va a sonreír como un bobo” –

No es verdad. Sonreír se hace cada vez más pesado, más doloroso, más desagradable.

-“Así es Kise-kun” –

¡No, yo no soy así! No es verdad, todo eso no es verdad, es un teatro, una mentira, fingir ser el payaso del grupo, alegrar a todos en sus momentos difíciles ¿Para conseguir amigos? ¡Ja! Nadie ha estado a mi lado cuando me derrumbo, nadie.

Siempre creí que era el más indicado para cargar con ese peso, pero creo que también siempre estuve equivocado, nunca fui lo que demostré ser, nunca tuve la valentía para mostrarme verdaderamente. Esa mentira se apodero de mi vida, la máscara que esconde todo lo que tengo miedo a mostrar… Si, este es el momento de acabar con todo, espero que ellos no se sientan decepcionados.

-“Otra vez con tus tonterías Kise, el único que puede vencerme soy yo”. –

Siento el tibio roce de una lagrima descender por mi mejilla.

-Aominecchi –Susurran mis labios. Segundos después el frasco vacío se desliza entre mis dedos… Ya puedo sentir el fin.

Notas finales:

¿Les gusto? Lo se, fue un capitulo muy intenso, quizas demasiado para ser el primero, pero era demasiado tentador escribirlo de esta forma :D

Dejenme sus comentarios, dentro de mi perfil se encuentra mi facebook como escritora y pagina, es un buen lugar,alli pueden contactarme, enterarse de mis movimientos como autora y muchas cosas mas


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).