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"Me perdiste y ahora soy feliz sin ti." por Makaxd-

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Notas del capitulo:

Hola, sé que demore demasiado y lo siento, esta es la primera vez que me pasa y sé que los defraude por no actualizar la semana pasada. El por qué no actualice es por inspiración y mi salud es asquerosa: la navidad estuve con fiebre y esta semana mí ojo derecho tiene orzuelo, me dolía tanto que ni siquiera ocupaba mi celular. Ahora que me siento "algo" mejor me obligue a mí misma a escribir la continuación del capítulo 17, y sé que a muchos les parecerá algo corto pero perdón creo que me sobre pase un poco con el esfuerzo que estoy haciendo ahora y mi ojo no pasa de lagrimear. Gracias por los comentario y espero que les guste el capítulo.

El frío, la humedad y el silencio se podían apreciar en cierto lugar, que era totalmente desconocido para el azabache que acababa de despertar. “¿En dónde me encuentro?” Fue su primer pensamiento.

La mirada azul empezó a recorrer todo el lugar; por las pocas ventanas ingresaba los rayos del sol del atardecer alumbraba claramente todo lo que le rodeaba, dándose cuenta de que se encontraba en una bodega abandonada.

Su instinto le decía que tenía que escapar cuanto antes, pero en el estado que estaba no ayudaba, ya que se encontraba atado de los pies y muñecas.

Con todas sus fuerzas trataba de desatar con sus dientes la cuerda que tenía en sus muñecas, dejándose marcas rojas en el proceso. Tanta era la desesperación de escapar que no se dio cuenta cuando ingresaron los mismos hombres que le secuestraron.

-Oh! La preciosura despertó y está intentando de liberarse- dijo uno de los hombres, mientras se acercaba al pelinegro- es mejor que no lo intentes ya que te estas lastimando tú mismo.

-¿Por qué me tienen aquí? – pregunta con voz firme el pelinegro, cosa que era todo lo contrario lo que en ese momento sentía.

-Eso no te tiene que importar, yo que tú me preocuparía de que te va a pasar- comento el sujeto, mirando morbosamente al oji azul.

-Capas que el jefe nos deje jugar un rato con él- Comenta otro de los secuestradores.

-S-si lo que quieren es dinero, les daré todo lo que quieran- se le notaba lo nervioso que estaba, pero si no hacía algo para salvarse estaría en graves problemas.

-Tan inocente eres que piensas que con tu dinero los vas a comprar- responde una voz conocida por el azabache que ingresaba a la bodega donde estaba él y sus secuestradores.

-A-Antonio…

-Tu expresión de asombro es única- se ríe, mientras se acercaba más al pelinegro hasta quedara tan solos unos metros de distancia- te diré una algo, si hubieras aceptado a casarte conmigo obedientemente esto no te estaría pasando.

-Nunca hubiera aceptado ese compromiso- le mira con odio.

-Es por ese imbécil con el que te vi la última vez, ¿cierto?- el semblante del ojo miel se le podía apreciar lo enojado que estaba. Demian desvió la mirada, no tenía con que responderle así que decidido guardar silencio- Al parecer es cierto, pero lamentablemente ese noviecito que tienes no podrá ayudarte- Antonio le sonrío malicioso y se le acerco cortando la poca distancia que había entre ellos dejando su cara a tan solo centímetros del doncel- quiero que firmes este documento-le mostro una hoja de papel- porque si no haces lo que te pido te ira peor de lo que te haremos ahora- se alejó y miro a sus hombres- háganlo.

El terror que sintió en ese instante sabía que nunca lo olvidaría. Veía como los sujetos que seguían las órdenes de ese hombre cruel se quitaban las chaquetas y se arremangaban las mangas de las camisas, mientras que caminaban a dirección del azabache.

Lo primero que sintió fue un golpe en su estómago, seguido de otros más. No había que ser inteligente para saber que con cada golpe le provocaba dolor al doncel, pero este no gritaba del sufrimiento que le causaban a su cuerpo, no quería darles la satisfacción a esos sujetos, que solo se satisfacían en dañar su cuerpo.

-Suficiente- les dijo el oji miel deteniendo a sus hombres, para luego mirar al cuerpo mal herido que estaba en el piso- te dejare un momento para que tomes una decisión al firmarme este documento, que en este se dice que tú que renuncias voluntariamente a la herencia de tu padre- sin nada más que decir, Antonio sale de la bodega en compañía de sus hombres dejando solo al de ojos azules. Este solo lloraba por la impotencia de no poder defenderse, quería que todo acabara y así al fin poder estar tranquilo…

A las afueras de donde se localizaba el azabache, cierto individuo se escondía lo más que podía para no ser visto por los sujetos que salían del lugar, mientras esperaba la oportunidad de entrar e ir a ayudar al doncel para que pudiera escapar de allí.

En otro lugar se encontraba cierto pelirrojo preocupado, frustrado y enojado en su despacho por no saber nada de su pareja. Hace un par de horas su pequeño había salido y aun no regresaba, el de cabellos rojizos al ver que se demoraba en volver se impaciento y le llamo a su celular, cosa que el azabache no le contesta su llamada. Tomo la decisión de ir a buscarle al lugar que había ido y cuando llego otra vez marco a su número celular y esta vez se llevó la sorpresa de que el aparato telefónico se hallaba tirado al lado de la calle. No perdió más el tiempo y se dirigió nuevamente a su casa para citar a todos sus hombres en su despacho, necesitaba encontrar cuanto antes a su pequeño doncel.

Cuando todos estaban en presencia de su jefe este les observaba con un semblante enojado, cosa que extraño a todos los presentes.

-Quiero saber porque dejaron sin protección alguna a mi pareja- les hablo con voz fuerte y cabreada.

-S-señor- hablo uno de sus hombres todo nervioso- p-por lo que nos dijo el señor Demian que no le siguiéramos, ya que u-usted mismo nos había dicho.

-¡Maldita sea! ¡Por ese estúpido error lo secuestraron!

Todos en la habitación estaban en silencio, de pronto todos los rostros de los miembros que pertenecía a la mafia estaban enojados. Ellos le tomaron un gran cariño a la pareja de su jefe por ser tan bueno y de buen corazón, la inocencia innata del doncel conquistaba los negros corazones que tenían en especial al de su líder. Es por eso que aparte de estar enojados se sentían inútiles, ya que era su deber en resguardar la seguridad de la familia principal.

-No es momento de lamentarse, estamos perdiendo el valioso tiempo que tenemos en encontrarle, así que quiero que busquen en cada rincón de esta ciudad hasta que lo hallen y quiero saber el maldito responsable de esto porque no quedara impune al castigo que le daré personalmente.

-¡Si señor!- todos se retiraron dejando solo al pelirrojo, mientras que este se alborotaba su cabello con desesperación.

-Pronto te encontrare amor, y juro que esta vez tendré que encerrarte para que nadie te vea…

Habían pasado tan solo unos minutos desde que se fueron sus agresores y su cuerpo le dolía horrores, pero tenía que reunir toda su fuerza de voluntad para escapar cuanto antes. Aun con el dolor latente se sentó en el suelo y se apresuró en liberar sus extremidades.

Una vez estando libre, se levantó lentamente y empezó a caminar precavidamente sin hacer algún ruido innecesario para no alentar a esos criminales, cosa que le resultaba difícil, ya que con cada movimiento que ejercía le dolía y tenía que morderse el labio inferior para acallar algún quejido.

Al ver que no encontraba otra salida -aparte de la que Antonio utilizo-, se detuvo un momento analizar detalladamente todo el lugar hasta que su vista se dirigió a una puerta escondida detrás de unas cajas. Se dirigió lo más rápido que podía hacia ella con la esperanza de salir rápidamente de ese lugar, pero cuando intento abrirla no pudo por el simple hecho que la salida de emergencia estaba cerrada. La desesperación le invadió nuevamente todo su ser, ya no sabía qué hacer.

-C-Carlos… p-perdóname por ser tan débil- sus lágrimas caían por sus mejillas rojizas por los golpe que le dieron en ellas. Su única esperanza se había destrozado en un par de segundos, pero cuando sintió un ruido detrás de la puerta sus ojos brillaron de la emoción al saber que alguien quería ingresar por la salida de emergencia de la bodega.

Por instinto se escondió entremedio de las cajas y esperaba impaciente a que al fin sería capaz de salir. En su mente se le cruzo el pensamiento de que Carlos era el que estaba afuera tratando de ingresar, eso provoco que se le formara una sonrisa en sus labios, que cuando al fin la puerta se abrió aquella sonrisa se le borro al ver a la persona que estaba ingresando.

-Joseph… -dijo en un susurro, que fue igualmente escuchado por el castaño y este dirigió su mirada al lugar en el que se encontraba

-Demian hay que irnos rápidamente de este lugar antes de que Antonio se dé cuenta de que ya no estas- dijo mientras se acercaba al azabache y le tomaba de la mano para que empezara a caminar. Demian en un movimiento rápido aparta su mano que era sujetada por el castaño.

-¿Qué haces aquí?- le pregunto mirándole con desconfianza.

-No es momento para que no confíes en mí, pero si lo que quieres saber el por qué estoy en este lugar solo te diré que escuche una conversación que tenía mi hermano con tu madrastra y  el fiel sirviente de él en la casa de mis padres- dice serio para luego proseguir hablando- Me pareció extraño que tu madrastra estuviera en mi casa, así que la seguí sin que nadie notase mi presencia, y cuando ella se adentró a la habitación de Antonio me puse detrás de su puerta para saber de qué hablaban,  y en su conversación me entere de que te había secuestrado y que estabas en esta bodega- el pelinegro quedo asombrado por lo dicho del castaño; y cuando le iba a responder fue interrumpido por una tercera voz.

-No sabía que espiabas a la gente detrás de las puertas, hermanito-  el de ojos miel estaba en la entrada principal acompañado con dos de sus hombres y al lado de él se encontraba su amante.

- ¡Maldita sea! Corre- dijo el castaño al del pelo negro

-Si yo fuera tu no correría, ya que haya afuera están otros de mis hombres esperándoles.

-En resumen no tienen escapatorias, ¿no es así querido?- dice la madrastra de Demian

-Tienes razón amor, y ahora hay que enseñarles una lección a esos chiquillos- sonríe de medio lado- el primero en ser castigado será mi inútil hermanito.

-¡No le hagas daño!- grito el azabache- si lo que quieres es que firme ese maldito documento, lo are, pero a él no lo involucres en esto

-Pero si el bastardo inútil a sacado sus agallas, valla sorpresa- dice Alicia riéndose- hice bien en venir hacia aquí para solo deleitarme de tu expresión, cuando te informe que tu querido padre está muerto- le dice riéndose, dejando perplejo al doncel por lo que acababa de escuchar.

-¿Q-qué?- pregunta sin poder creérselo

-Cariño al parecer con los golpes que le has dado a este inútil le ha afectado su audición y ahora hay que repetirles las cosas.

-Es que tú no tienes sutileza, amor, y se lo has dicho directamente, es razonable que reaccione así- dice mientras le acaricia la mejilla de su amante.

-Como es tan estúpido pensé que no entendería si le decía con sutileza, pero bueno es mejor no desviarnos de lo que le íbamos hacer a mi cuñadito- dice con sarcasmo- Además no creo que necesitemos ese documento firmado, podríamos nosotros mismo falsificar su firma.

-Es verdad, chicos hagan lo que quieran con esos dos- en eso los dos agresores y más los tres que estaban afuera de la salida de emergencia se acercaron a sus dos víctimas con sonrisas perversas.

-Voy a disfrutar de hacer lo que quiera con ese doncel- dice uno de los agresores.

-Y yo voy a disfrutar en matarte a ti y a todos los que se atrevieron a tocar lo que es mío- dijo una voz grave proveniente de la espalda de Antonio y Alicia.

-¡Carlos!

Notas finales:

Ahora si creen que Demian estaba embarazado jaja con esa golpiza que le dieron dudo que lo esté ahora xD (que malota soy) ahora... ¡¿Que hará Carlos?! Y ¿Se sorprendieron de la aparición de Joseph? Se con seguridad que una sola persona no se sorprendería de su aparición, ya que antes de salir de la universidad le hice un gran spoiler a esa persona solo para joderle la vida xD ajajaj


Déjenme sus opiniones y antes de despedirme les quiero decir que la historia esta por terminar solo quedan uno o dos capítulos. Ahora si me voy a descanzar nos vemos la próxima semana byebye


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