Marilyn esperaba aburrida esperando a su primo, estaba dispuesta a irse a su casa, cuando vio a Joseph con su grupo de amigos riéndose y viendo un video. Eso la preocupó, sin pensarlo decidió volver nuevamente recinto buscando desesperadamente a Demian.
-¡Demian! ¿Dónde estás?- grita y no tenía respuesta, hasta que escucho en los basureros unos chillidos que provenían de allí, se dirigió hasta ellos y al abrir uno se topó con una imagen que le llegó a doler el corazón.
-Demian mi pequeño ¿qué te ha pasado?-
-M... Mary- el pequeño sólo lloraba y se quejaba de los golpes de esos matones
-Vamos, tenemos que ir a un hospital ahora- lo ayuda a salir de ese sitio. El oji azul solo se quejaba por los pocos movimientos que alcanzaba hacer. Al salir, colocó un brazo al rededor del cuello de Marilyn como soporte, comenzando a caminar a dirección al hospital.
Hospital~
-No tienes golpes en la cara, pero no puedo decir lo mismo en todo tu cuerpo, tienes moratones en el estómago, costillas y piernas, gracias a dios que no son graves y no te rompieron una costilla. Srta Marylin tendrá que cuidar a su primo, si esto sigue así puede traer problemas al futuro. Les recetaré medicamentos para el dolor e inflamación- el doctor mientras escribía el recetario, Mary me miraba con esos ojos críticos, dándome a entender que tendré que contarle todo sin peros- bueno, eso sería todo, cuídate muchacho-
-Gracias doctor- dijimos al mismo tiempo, nos retiramos de la consulta y hospital.
Ya estando en casa de Mary, precisamente en su habitación, ella me pregunta
-Y... ¿Acaso me dirás lo que paso?-
-¿Qué quieres que te diga? ¿Qué tenías razón? ¿Qué en realidad era un patán? Pues sí, tienes toda la razón El...-no pude seguir hablando, ya que sentí unos brazos rodearme cálida mente
-Desahógate todo lo que quieras, vota todo lo malo que tienes ahí adentro- y así lo hice, llore hasta grite, por suerte su madre no estaba en casa. Ya estando calmado le conté todo. Al principio me observaba atentamente, luego su expresión facial cambio a una de enojo.
-Ese maldito, me las pagará, ¿Qué muerda se cree ese canalla? Sólo porque su familia es rica le da derecho a tratar así a la gente. Además ni siquiera es su dinero, le pertenece a tu padrastro y el maldito no es el heredero si no su hermanastro. Ash!
Juro que el lunes no se salvará-
-¿Qué le harás?
-Lo enfrentaré, y le diré su par de verdades.
-No lo hagas, perderás tu tiempo.
-Me estás diciendo que no harás nada al respecto.
-Sólo no quiero que te metas en problema por mi culpa. Quiero olvidar todo esto, ya estoy harto de tener que aguantar los insultos de esos ineptos en el instituto, y más encima la crueldad que me hizo Joseph y sus amigos, es mucho ¿no crees?
-Pero, ¿Qué pasaría si te molestan el bastardo con sus amigos?
-No creo que pase eso.
-Eres tan inocente Demian. Sabes el profesor amargo de nuestro curso, me dio este formulario de un traslado a un colegio de alto nivel.
-¿A cuál?
-Stanford.
-Oh, así que te irás a Los Ángeles California, pues te deseo lo mejor, aunque me sentiré sólo sin ti jejeje
-Esta oferta no es para mí, sino para ti.
-¡¿QUÉ?!
-Piénsalo, alejarte de aquí empezar de cero, irte lejos de tu padre y madrastra. Sé que cada día ella te hace la vida imposible, y no me sorprendería si te veo comprometido con un viejo gordo y feo, sólo para que tú te vallas de la casa. Esa mujer manipula a tu padre como ella quiere, desde quedes murió tu madre, mi tío ya no es el mismo. Esa maldita arpía quiere el dinero de tu padre, para darse sus lujitos.
-Eso ni me lo recuerdes, desde que murió mi madre deje de ser el mismo. Me escondo con estas ropas y lentes sólo para que no sientan lástima, enserio que la extraño a cada momento.
-Yo igual. Era tan amable, cariñosa y madura. Siempre que iva a tu casa ella me recibía con los brazos abiertos, y mi tío con esa sonrisa de soñador, que ahora se ha vuelto un amargado.
Yo sólo asentía con mi cabeza -Pero eso no quiere decir que me tenga que ir del país. No lo creo justo dejar a mi padre sólo con mi madrastra.
-Ahí por favor Demian, sabes que él ni te toma en cuenta.
-No me iré, así que no insistas.
-Ok, pero por lo menos piénsalo-Amarme entrega el formulario, mientras tanto yo lo observó
-Está bien, lo pensaré. Ahora ¿nos dormimos?
-Ya
Así pasó la noche al igual que el fin de semana. No quise ir a mi casa, ni loco dejaría que Alicia (mi madrastra) me vea mi estado, aunque mi tía si me interrogó y tuve que contarle algunas cosas, ella no se lo tomo para nada bien, de hecho estaba furiosa, mi prima y yo tuvimos que calmar la.
Llegó día lunes, ya no me dolía mucho el cuerpo. Estaba caminando con Mary a la entrada del instituto, pero siento risas a mí alrededor. Yo confundido seguí caminando sin importarme nada, llegamos a la sala que estaba llena de alumnos, observó hacia el pizarrón y con lo que veo quedó impactado.
-Oh miren a quien tenemos aquí, es la rarita jajaja-decía Joseph. Todos en el salón se empezaron a reír y molestarme, la razón es simple, había un maldito video proyectándose en la pizarra, salía yo en mi con patética declaración de amor hacia Joseph y el momento en el cual me pegaban. No podía más, quería puebla tierra me tragara, y así desaparecer y poder reunirme con mi madre. Mary me sacó de la sala, corrimos por los pasillos, se escuchaban las risas burlescas de todos a mí alrededor. Llegamos a la azotea, caí al suelo y lloré, no sabía qué hacer.
-Ma-Mary... quiero desaparecer- le decía mientras lloraba
-Mi pequeño, yo estoy contigo, siempre lo estaré- ella me abrazaba y me brindaba su apoyo.
Estuvimos todo el día allí, no me importaba asistir a clases. Al tocar la campaña, daba el término de clases, donde todos los alumnos se tenían que ir a sus casas. Demian ya no lloraba, sólo miraba un punto fijo, parecía que no estuviera ahí con su prima. Ella le acariciaba la espalda para calmar lo. Hasta que Demian decidió romper el silencio.
-Sabes, me iré de este instituto para irme a Los Ángeles California. Sé que no estarás sola, tienes amigas, no como yo que soy una rata solitaria.
-No digas eso, que no lo eres. Empieza a quererte y creer en ti, eres la persona más bondadosa y tierna que puede existir, sólo que tú y esos imbéciles no se dan cuenta de lo maravilloso que eres.
-No sé qué aria sin ti. Te quiero demasiado y te extrañará un montón.- le da un beso en la mejilla-Iré a ese colegio, estudiaré en una universidad prestigiosa valiéndome sólo con mis esfuerzos, sin ayuda de mi padre, y cuando llegue no seré el mismo chico tímido y patético que solían conocer.
-¿A qué te refieres?
-Me refiero a que cambiaré mi forma de ser, para que nadie me pisoteen y me respeten como soy.
Ella me sonríe y me dice-Ya era hora que mi primito vuelva a ser el mismo de antes.
Nos fuimos a nuestras casas, yo todo determinado a cumplir lo que quería hacer. Al llegar voy al despacho de mi padre, tocó su puerta y espero un adelante, que no se demoró en llegar.
-Hola padre
-Hola, ¿Qué es lo que quieres?
-Sólo quería decirte que me llegó la oportunidad de ir a un mejor colegio y universidad.
-Así, y ¿de qué se trata?
- De que el colegio Stanford quiere que estudie allí.
-Ósea te iras del país a uno en el cual no conoces, ¿dónde vivirás?
-Tienen un internado, y además ya estoy grande para dar este paso y estudiar en un prestigioso colegio.
-A mí esto me huele a que tú en realidad no quieres irte sólo por estudiar, debes de tener otro motivo, pero en estos momentos estoy ocupado, así que puedes ir, dile a mi secretaria que te ayude con el papeleo.
-Muchas gracias padre-Salí de su despacho y llame a su secretaria para que me ayudará con los trámites.
Pasó una semana, donde ya tenía listo todo, partiría el día viernes que es mañana, en toda esa semana no fui al instituto, no quería ir y aguantar las burlas y abusos de todos ellos. Mi madrastra estaba feliz que me fuera y yo igual, no vería su asquerosa cara.
En la noche en la cena, le practique a mi padre que estaba todo listo y que mañana me iría, y como me lo espere sólo asintió con la cabeza, Alicia con su hipocresía dijo
-Demian mi pequeño, te extrañará demasiado, tienes que cuidarte y llamarnos para saber cómo estarás.
La miro y le contestó igual de hipócrita-Si, los llamaré para no preocupar los. Bueno si me disculpan tengo que descansar, buenas noches.
Salí de ese horrible lugar y me tire a la cama. Miraba la foto de mi madre y pensaba si estaba bien lo que hacía. Con esos pensamientos me quede dormido.
Al día siguiente estaba con mi prima y mi tía despidiéndose de mí. Yo vestí con unos pantalones negros y ajustados, camiseta blanca, un chaleco gris y unas zapatillas convers, no traía puestos mis lentes grandes, ya que los deje en mi habitación. Volveré a como era antes cuando ocupaba lentes de contacto y vestía con ropas que a mí me gustaba, dejaré de esconderme de la sociedad, mostrándole fuerte y decidido.
Se anunció mi vuelo, me despedí de mis dos familiares que tanto quería, me dolió que mi padre no se viniera a despedir, pero no podía hacer nada, aún lo sigo queriendo. Mis dos magdalenas (que eso parecían mi tía y prima) lloraban a mares, al igual que yo, me llenaron de besos y abrazos, casi asfixiándome.
Me adentre a mi avión y me fui a destino Los Ángeles California con sólo un pensamiento en mi mente "llegó el momento de ser feliz y hacer lo que me gusta, sin que nadie me critique".