-Esp.. Ah! N-no p-para Ah- jadeaba constantemente sin poder articular alguna palabra.
-Sé que te gusta, no tienes por qué negarlo- con esa voz ronca y burlesca me mira mi cuerpo sin dejar de acariciarlo.
"En donde me toca siento un placer inigualable que me estremece todo mi cuerpo"
-Se siente bien ¿cierto?- me susurra en mi oído de forma seductora.
Muerdo mi labio inferior y miro a otra parte. “No quiero decirle que me gusta lo que hace, si se lo digo le estaría dando el gusto de jugar conmigo”
Se acerca a mi rostro dándome un corto beso para luego lamer mis tetillas, empezando a tocar mi entre pierna. "Estoy demasiado excitado. Aunque este desnudo de la parte de arriba, su pecho y su abdomen me tientan a tocarle y a probar cada centímetro de su piel"
-Mira como estas, sólo te toque y ya estás así de duro y votando pre-seme
-C-Carlos... deja de ah burl-larte
-Ya quiero estar dentro de ti pequeño, me tientas a corromper tu cuerpo- empieza a acariciar mi muslo, para luego dirigir su mano a mi entrada. Me levanta mi cadera, colocando su cabeza al frente de mi trasero.
-Como lo supuse, esta rosado. Que hermosa vista
-D-deja de mirarme
-¿Por qué debería de hacerlo? Te tengo en mi cama desnudo, a mi disposición y excitado. Quiero conocer cada centímetro de tu cuerpo y probarlo-No podía estar más sonrojado y avergonzado.
Cuando le iba a contestar ciento el sonido de un celular, que poco a poco todo lo que estaba a mí alrededor desaparece, sólo sigo escuchando el insistente sonido obligándome abrir mis ojos "todo...fue un sueño".
Sonrojado contestó la llamada sin fijarme de quien se trata.
-¿Bueno, con quien hablo?
-Soy yo primito, ¿te desperté?- lo dice fingiendo inocencia.
-Oh no, claro que no. Sólo estaba en mi cama pensando las mil formas de matarte, es muy divertido- Le contesté sarcástico.
-Y eso ¿por qué?, si yo soy un amor de persona, sé que me quieres y no me mientas.
-Hay algunas veces que me gustaría matarte querida Mary.
Ella se ríe y me dice -Como sea, te llame para informarte que en el próximo fin de semana estaré allí, en Los Ángeles California de visita.
-¿Cómo lo conseguiste?
-Chiquito, que no se te olvide que trabajó de medio tiempo en un café. Tengo ahorrado dinero y le pedí permiso a mi madre, aunque lo último me costó convencerla, al final igual accedió.
"Que astuta es esta mujer" -Con gusto te recibiré, bueno me tengo que levantar hoy me toca ir a clases, adiós cuídate.
-Igual Demian, te quiero.
Al terminar de hablar me levanté y me dirijo a la cama que está al lado mío, despertando al dormilón de Dylan. Cuando se despertó nos arreglamos para irnos a clases así empezando con la semana escolar. "Como odio los lunes"
En la hora de almuerzo~
Me encontraba debajo de un árbol sentado con el peli castaño, reposando después de haber comido nuestros almuerzos.
-Es idea mía que Carlos este más atento- me mira fijo esperando mi respuesta.
-Estas imaginando cosas, además lo mismo puedo decir de Mateo hacia ti. Dime ¿qué pasó él y tú en la discoteca?- veo que se sonroja y evita mi contacto visual.
-Pues... n-nada
-No me digas- le digo sarcástico- no soy idiota para no darme cuenta de que algo paso entre ustedes en ese lugar.
-Entonces yo también te haré la misma pregunta. ¿Qué pasó con Carlos y tú en la disco?
-No te diré, porque tú evadiste mi pregunta.
-Está bien, te diré lo que pasó, pero después me dices que te pasó a ti, ¿es un trato?
-Si lo es, ya cuenta.
-Bueno paso algo así...
Dylan
Cuando Mateo me saco de la pista de baile, me llevó a un callejón acorralándome en la pared. Este me miraba serio haciéndome pensar que hice algo malo.
-Dylan se puede saber ¿qué haces en este lugar, y además bailando alrededor de esa gente?
-Porque te tengo que dar explicaciones a ti, si nosotros ya terminamos. No se me olvidará que me engañaste con la arpía de Tamara. Si tanto te gustan los pechos porque no me dejas tranquilo, ve y revuélcate con ella.
-En primer lugar nunca te engañe, soy de una persona y eso tú deberías de saberlo. Creí que habías terminado conmigo porque querías espacio. El que me gusta eres tú no Tamara, no sé de donde sacas esas absurdas ideas.
-Ella me lo dijo, de hecho tenías una marca de beso que ella te dejo en el cuello. Acaso me mentiras que tuviste sexo con ella.
-Espera un momento, aquí hay un gran malentendido. Si estás hablando del chupón de mi cuello, para que lo sepas ella no me lo hizo, con sólo recordar al culpable me da escalofríos.
Verás estábamos en el departamento de Niall con Luis, Marcos, Carlos y yo. Luis se le ocurrió la brillante idea de llamar algunas chicas, que entre ellas estaba Tamara. Empezamos a jugar a las penitencias, y el primero en perder fue Niall. Su penitencia consistía en dejarme una marca de beso, cuando lo hizo todos se reían de nosotros, fue algo trauman te. Luego de eso yo me fui con Carlos a su departamento, ya que quedaba más cerca que el mío, quedé a dormir allí en unas de las habitaciones de huéspedes.
En la mañana tú me llamaste para que nos juntáramos, te note extraño ese día, me mirabas con tristeza y decepción, pensaba que te estaba ahogando mi forma de ser. Cuando me pediste terminar lo acepte, pero sólo por un tiempo porque de nuevo te buscaría.
En ese momento estaba llorando, por la maldita culpa de esa p*** me aleje de mi hermoso Teo.
-Ya, no llores. No me gusta verte llorar bebé-Mateo me abrasa sobreprotectoramente acariciando mi espalda para poder calmarme.
-P-pero si no fuera por esa maldita, tú y yo estaríamos juntos.
-Podemos estarlo nuevamente. ¿Qué te parece? ¿Quieres ser otra vez mi pareja?
-S-si-le contestó en un susurro
-Te amo bebé- me da un beso delicado, pero expresando todo el sentimiento que me tiene. "Como amo a este hombre"
-Después decidimos volver, él se fue a buscar a Carlos y yo me fui con los chicos.
-Es por eso que te vi embobado con esa sonrisa soñadora jajaja. No me esperaba que fueras novio de Mateo.
-Es muy guapo, con su suave cabello castaño oscuro, sus ojos verdes que me muestra un paisaje verdoso, su formado cuerpo tan fuerte, que cuando me sostiene me siento protegido en sus brazos.
- Sí que lo amas.
-Bastante, pero esta esa maldita que me quiero vengar y lo haré juro que lo haré, y tú me ayudarás en mi venganza- me apunta con su dedo índice.
-¿Yo?
-Sí, tú- Me mira serio.
-Está bien, pero hay una persona que es buena en temas de venganza. Ella nos ayudará- “además de que se divertirá”-. Este fin de semana la conocerás.
-Me agrada la idea- lo dice con una sonrisa malvada- ahora te toca contar a ti.
-Creí que se había olvidado.
-Pues fíjate que no. Dale cuéntame
Y así fue como tuve que contarle lo que me pasó con Carlos y en la fiesta. El oji café me miraba entre sorprendido y sonriendo divertidamente.
-Así que le gustas a Carlos. Desde que estoy en este colegio, nunca le he visto emparejado a una mujer o doncel. Si se te confesó eso quiere decir que él va enserio. Deberías darle una oportunidad
-No lo sé
-Estas inseguro ¿cierto?- afirmó con la cabeza- No deberías de estarlo, ya que sé que te gusta, se te nota en tus ojos azules. No tengas miedo de que él pueda ser un canalla como ese tipo que se llamaba em…¿Juan?.
-Es Joseph.
-Ese mismo. Carlos aunque sea atemorizante y es de la mafia, es un buen tipo con las personas que quiere y aprecia.
-Me consideró como si fuera de su propiedad- digo molesto
-Eso porque es del tipo posesivo, cuida mucho a la persona que ama. Déjate amar por Carlos, él te quiere al igual te tú- Me quedo callado pensando en las palabras que Dylan me dijo.
Nos adentramos a las clases que nos faltaban. No tomaba atención en lo que decían los profesores, sólo tenía un pensamiento que era Carlos, y que en este momento no está él ni Mateo en el aula.
Carlos
Estaba en la azotea con Mateo acostado mirando el cielo. Nos saltamos las clases porque quisimos.
-¿Arreglaste las cosas con Dylan?-le pregunto
-Sí, fue todo por un malentendido y por la culpa de Tamara.
-Esa chica te trae muchos problemas, está obsesionada contigo.
-Así es, pero aunque sea atractiva no es de mi tipo. Dylan es puro, hermoso, tierno y adorable. Cada vez que me sonríe ciento que estoy en el paraíso, es- le interrumpo
-Ya entendí lo que quieres decir.
-Perdón jejeje. Y ¿cómo te va con Demian? ¿Has hecho algún avance?
-No quiero agobiarlo, quiero darle tiempo para que piense las cosas calmadamente.
-Eso está bien, pero pensará que sólo estabas bromeando con él si lo ignoras. Deberías de acercarte, pero sin presionarle.
-Es buena idea- doy un suspiro- nunca creí que enamoraría de él. Me gustaba molestarle, ver su cara enojada, y que se me enfrentara sin titubear. Su valentía, su belleza y amabilidad me atrajo, a tal punto que llegaba a soñar con ese pequeño.
-¿Primera vez que te enamoras?
-Así parece.
-Lo bueno es que no está con nadie, aunque algunos chicos que lo miran de forma lujuriosa
-No me recuerdes eso, con sólo pensarlo me dan ganas de matar a esas personas.
Mateo se hecho una carcajada-Tendrás que cuidarlo, acuérdate que somos mafiosos. Vine contigo a este país por ti, y gracias a eso conocí a Dylan.
-Sólo vine a este colegio por mi padre, que insistió que aquí encontraría lo que buscaba.
-Y sí que lo encontraste.
-Ya me estaba dando por vencido.
-Se repite la misma historia de tu padre y tu madre cuando los dos se conocieron aquí, se enamoraron y luego se casaron.
Estuvimos un largo rato charlando hasta que tocan el timbre, dando por terminada las clases. Me fui a buscar a Demian al igual que Mateo se fue en busca de Dylan. Lo encontré caminando solo con la mirada en el suelo. Me acerco sigilosamente y le abrazo por la cintura arrastrándolo detrás del gimnasio. Al llegar lo acorralado contra la pared y me alejo para mirarle viendo que abre su boquita para decirme algo.
-Se te está haciendo una costumbre en secuestrarme.
-Eso es porque estas con la guardia baja.
-No me digas- noto su sarcasmo-Y ¿de qué quieres hablar?
-Quería saber ¿cómo te sentías?
-Em... bueno... pues creo que bien, gracias.
-Me alegro-se supone que debería de irme, pero no podía. Estar cerca de él me da ganas de besarle y corromper su cuerpo. Mis pensamientos fueron interrumpidos por su voz
-¿Porque estas distante conmigo?-esa pregunta me sorprendió
Me alejó un poco de su cuerpo dándole espacio-No es que este distante, es sólo que no quería presionarte con lo que te dije en la noche del sábado- lo observó y veo que sonríe de lado.
-Eso no me lo esperaba, ya que tú eres del tipo en conseguir lo que quiere.
-Tienes razón, pero no me gustaría que te sintieras en bajo presión, quería que pensarás calmadamente
-Valla que lo pensé; gracias a que me dieron un consejo pude darme cuenta de lo que siento por ti.
Primera vez que me siento inquieto, quiero saber ahora ya su respuesta- me gustaría saber cuál es tu respuesta- trate de decirlo tranquilo para no colocarle nervioso.
Dylan
Creo que mi corazón se saldrá de mi garganta en cualquier momento. Estoy nervioso, pero si no lo digo sé que después me arrepentiré.
-Bu-bueno... eh... esto es difícil.
-Deberías de decirlo de una vez, así te aliviaras.
-Está bien-respire profundo y se lo dice-Carlosmegustas.
-¿Qué? Repítelo por favor, lo dijiste tan rápido que no te entendí nada.
-No me hagas repetirlo- le digo cohibido.
-Relájate, respira y dilo calmadamente.
Y eso fue lo que hice; cuando ya reuní todo mi valor se lo dije- C-Carlos tú me gustas- me sonrojo, al fin se lo dije.
No sé en qué momento el peli rojo me abraza fuerte sin lastimarme, dándome un apasionado beso que me dejó aturdido y dejándome llevar. Me pide permiso para entrar a mi boca, a lo que yo se lo concedo, empezamos a entrelazar nuestras lenguas en una batalla en cuál de los dos tenía el control, aunque era obvio que Carlos lo tenía.
Cuando se terminó el beso por falta de aire un hilo de saliva nos unía, mi corazón palpitaba rápidamente, observo al peli rojo y me doy cuenta que este me mira con ternura y cariño para luego decirme.
-Te amo Demian.