Carlos.
Algo no cuadraba, ya había pasado más de 30 minutos desde que Demian salió del aula "tengo un mal presentimiento".
Sin pensar más en el asunto me levanto de mi asiento saliendo de la sala de clase sin pedir permiso a nadie, en total esos profesores no me pueden decir nada ya que me tienen miedo. Contacte a mis subordinados para que me dieran alguna explicación de la repentina desaparición de mi pequeño.
Tenía personal de la mafia italiana mezclados dentro del colegio, estos eran de distintos rangos, había hasta sicarios que estaban disfrazados de conserjes. Era un total de 20 mafiosos entre ellos estaba Mateo, siendo este mi mano derecha. Espere sólo 2 minutos para que todos estuvieran al frente mío esperando instrucciones.
-Señor ¿nos mandó a llamar?- pregunto uno de ellos.
-Así es... saben llevo esperando más de 30 minutos para que se aparezca mi pareja en clases, pero aún no llega. Es por eso que...-los miro serio y frío para luego decirles- quiero que lo busquen ¡ahora ya! Y cuando sepan de él me avisan para ir personalmente encargarme del bastardo que le haya tocado un sólo pelo a mi pareja. ¡Ahora muévanse!
Con sólo decir eso, todos desaparecieron dejándome con mi mano derecha. Este sólo observaba y pensaba quien hubiera sido el idiota de secuestrar a mi pequeño oji azul.
-¿Qué harás con los culpables?- me pregunta el peli castaño.
- Simple, querrán morir por el dolor que les causare e sus miserables vidas- le dije serio sin titubeos.
Demian
No paraba de llorar y de forcejear para que dejarán de tocar mi cuerpo, me sentía asqueado con sólo sentir sus manos tocar cada parte de mí. Los muy bastardos me tenían sólo con los bóxer, ya que me destrozaron la ropa con tijeras para dejar expuesto mí cuerpo.
Un sujeto me lamia mi cuello y pecho, mientras que el otro me tocaba mí entre piernas, tratando de animarme siendo inútil, ya que no entraba en calor. Adams sólo me observaba y se tocaba el pene de forma obscena. Me producía nauseas su ser, quiero que pare todo esto.
El capitán de baloncesto se acerca al cuerpo del doncel subiéndose a la cama. Sus amigos se alejan del cuerpo de Demian dedicándose a solo comérselo con la mirada. El rubio toma las tijeras destrozando la última tela de vestir que le quedaba al pobre peli negro.
-¡Basta! No lo hagas, me repugnas-le decía el pequeño que lloraba y lo miraba con odio y asco, en eso le tira saliva a la cara del rubio.
Se limpia la cara y lo mira enojado, propinándole una cachetada en la mejilla del doncel dejándole de inmediato roja-No te resistas, pronto sentirás tanto placer que luego me rogaras por más- le decía malicioso y divertido
-¡Eres un monstruo!- al pobre del oji azul se le agotaban las fuerzas, ya no sabía que más hacer para que se detuviera.
Este suelta una risa macabra sujetando su cara para decirle- Quería ser gentil, pero cambie de parecer. Entraré en ti sin prepararte, estoy tan impaciente por saber cómo se siente estar unido a ti hermoso-le lame su rostro y afirma las piernas para posicionar su glande en la entrada.
Al sentir algo duro frotar su entrada, su desesperación y temor sale a flote -¡NOO! NO LO HAGAS- rogaba para que no lo hiciera, pero su agresor no lo tomaba atención.
Cuando justo iba a ser penetrado, irrumpen la bodega 20 personas, entre ellas estaba Carlos con una furia incontenible. El pelirrojo se acerca al rubio y le da un puñetazo en la mandíbula, tirándolo lejos del cuerpo de Demian.
Los que acompañaban al mafioso golpearon el estómago de los tres agresores y lo apresaron contra el piso. Carlos ya estaba dispuesto a matar a eso hijos de puta, pero una voz rasposa pero angelical llama su atención.
-C-Carlos vi-viniste- lloraba el oji azul.
Se acerca a su cuerpo y lo abraza para re confrontarlo- Ya estoy aquí, nada malo te pasara yo te cuidare.- le besa la frente. En ese momento Demian pierde el conocimiento por el colapso mental que tenía.
Carlos le observa su cuerpo dándose cuenta de lo que le hicieron. El pelirrojo estaba más que furioso, su cólera estaba al límite tenía deseos de matar a cierta persona. Desata las manos y pies para luego tapar su desnudez y levantar el cuerpo de su pequeño a "estilo de princesa".
Mira detalladamente a los que se osaron a tocar lo que le pertenecía. Se da cuenta que el muy bastardo de Adams es el culpable de todo este embrollo.
-Bastardo, parece que no aprendiste la primera vez que te di una advertencia al tratar de meterte conmigo.- habla Carlos viendo como este luchaba para librarse de sus subordinados.
-Suéltenme imbéciles.
-Claro que no. Ahora tú pagarás, por lo que hiciste al igual que tus amiguitos.
Estos al igual que el rubio se asustaron, empezaron temblar del terror que tenían en ese momento.
-N-nosotros no hicimos nada, él nos obligó hacerlo-decían los cobardes, echándole la culpa al rubio.
-Malditos y así se hacían llamar mis amigos- reprochó indignado
Carlos suelta una risa malévola para después transformar su mirada fría sin sentimientos.
-Quiero que los hagan sufrir, que lo violen hasta el cansancio, para luego vender sus cuerpos al mercado negro. Mateo y Sergio se encargarán de desaparecer todo rastro de existencia de estos insectos. Esto es una orden- Me retiré de allí escuchando los gritos de clemencia.
Hotel Royal
Me encontraba en mi departamento depositando a Demian en mi cama después de haberlo aseado y vestirlo con solo ropa interior. Miraba con ternura cada detalle de su rostro dormido plácidamente. En eso siento mi celular vibrar, salgo de la habitación para no despertarle y contestó la llamada.
- ¿Diga?
-Carlos ya está todo en orden Sergio y yo nos encargamos de borrar del mapa a esos bastardos.
-Gracias Mateo.
-De nada amigo, yo también hubiera hecho lo mismo.
-Tienes razón.- me río
-¿Cómo está tu pequeño?- interroga preocupado.
-Está durmiendo en mi habitación tranquilo. Parece un ángel que callo en mi cama por error.
-Lo bueno es que no le paso nada y llegamos a tiempo.
-Si no lo hubiéramos logrado, juro que nadie de se salvaría de mi ira.
-Te entiendo.- suelta un suspiro
-Lo que me preocupa es su estado mental cuando despierte.
-Para eso estarás tu a su lado, para hacerle sentir protegido.
-Esta vez tendré que tener más cuidado, ni loco dejaré que pase lo mismo dos veces.
-Cuidado. Bueno me tengo que ir, antes de irme llama a tu padre, sabes que el tienes oídos por todos lados.
-Ese viejo es un intruso. Adiós gracias por tu ayuda.
-Para eso están los amigos, además soy tu mano derecha. Adiós amigo descansa.
Al terminar la llamada, me quedo unos minutos pensando en que decirle a mi padre sobre lo sucedido. Hasta que al fin tengo pensado las palabras correctas, decido llamarlo.
Marco su número y en el segundo pitido me contesta-Hola hijo, ¿Cómo estás tú y tu novio?-como lo sospechaba, este viejo ya sabe de la existencia de Demian.
- Sólo quería decirte que lo secuestraron y casi lo violan
-¡¿QUÉ?! LES DISTE SU MERECIDO A LOS IMBECILES ¿CIERTO?-Contesta enojado.
-Es por eso que te llamó, los hice pagar por tocar lo que es mío y los vendí al mercado negro.
Suspira aliviado- Así se hace hijo, esos insectos merecen tortura eterna. Por cierto tu madre quiere saber cuándo vendrás a la casa, le gustaría conocer a su yerno al igual que yo.
-Aún no regresaré, Demian quiere terminar de estudiar luego veré si puedo convencerle para regresar, ya que él también es italiano.
-Eso es estupendo. Te tengo que colgar ya que tengo que solucionar un problema de negocios, cuídate hijo
-Gracias tu igual cuídate viejo, mándame saludos a mamá.
-Yo le digo adiós.
Cuando termine de hablar me dirigí a mi habitación, viendo que mi pequeño seguía durmiendo. Comencé a sacarme la ropa quedando sólo con mi ropa interior, al igual que el peli negro. Me dispuse a dormir a su lado abrazándolo posesivamente por la cintura, atrayendo su cuerpo a mi pecho sintiendo su calor corporal. Beso su hombro lechoso y le susurró "Buenas noches amor".