_ ¿En serio? ¿No se te ocurrió nada mejor? - preguntó Kurama rodando los ojos.
_ ¿Qué? Así fue como todo empezó- explicó Naruto mientras se servía en un plato hondo su ramen instantáneo- La primera vez que sentí algo por Sasuke fue en ese duelo de miradas que tuvimos de niños- rió bajito y le dio un sorbo al tazón.
_ ¿Ahora por qué ríes? ¿Terminaste de volverte loco?
_Claro que no, maldito zorro- chasqueó la lengua- me río porque recordé que aquella vez tuvimos un accidente parecido.
_ Ohhh, el mismo accidente. Debe ser el destino- nótese el sarcasmo- Por cierto, ¿de qué accidente hablas?
_ ¡Pero si también estabas ahí! ¿No lo recuerdas?
_ Ya te dije que siempre me quedo dormido durante tus clases. Es como si ese tal Iruka fuera un sedante con pies.
Naruto resopló poniendo una mano en su frente- Nunca cambiarás.
_ ¿Acaso quieres que cambie?
_ No, así eres perfecto- terminó su comida y llevó el plato sucio al fregadero- de otra forma serías aburrido.
_Ya veo, de todas formas no iba a cambiar. Vas a tener que aguantarme como soy.- Naruto soltó otro resoplido e hizo una mueca cómica con la boca. Kurama rió un poco y entonces se acordó...- Mocoso, aún no me has dicho cuál fue el accidente.
_Oh, es cierto, se me olvidaba. Fue un beso, exactamente como el de aquella vez- caminó hasta su habitación y se sentó en la orilla de la cama con los brazos descansando en sus rodillas.
_Hump, si a pesar de eso no te recuerda entonces no sé qué podrías hacer.- Naruto se quedó pensativo unos minutos mientras ponía sus dedos entrelazados apoyados en el mentón- ¿Y por qué mejor no investigas la causa de su pérdida de memoria en lugar de intentar hacerlo recordar? Es posible que encuentres una "cura" para la amnesia de tu amada media naranja.
_A pesar de tu mala costumbre por los sarcasmos, logras pensar mejor que yo, estoy de acuerdo con tu idea, eres un maldito astuto- se puso de pie y se zafó la camisa entrando al baño, necesitaba relajarse debajo de la presión del agua caliente y pensar en cómo demonios investigaría todo.
_ Claro que sí, maldito mocoso. Tengo más años que tú y los de todos tus amigos sumados.
_ Lo sé, lo sé, no te enojes cariño- burló con una sonrisa de medio lado, sabía que Kurama odiaba que le llamara así.
Efectivamente su zorro compañero echó un bufido y no dijo nada más. Ya se había aburrido de tanta charla así que cruzó las patas delanteras y apoyó encima la cabeza, cerró los ojos y se relajó con un pesado suspiro. Ok, ya estaba todo listo para echar una siesta e ignorar cualquier cosa que le dijera Naruto, lo castigaría con la ley del hielo.
Naruto salió del baño con una toalla en la cintura y otra alrededor del cuello mientras aguantaba cada punta de ésta con una mano. Se secó el pelo con movimientos desordenados y después se puso el pijama, sólo el pantalón ya que la noche era calurosa. Tomó impulso y de un salto calló en su mullida cama, se envolvió en las sábanas como un ovillo y durmió, estaba orgulloso de su habilidad para conciliar el sueño rápidamente.
Hablaría con Kurama cuando amaneciera para que le aconseje por donde debía empezar su búsqueda. Por esa noche no diría nada más, sabía que ese maldito zorro le aplicaría la ley del hielo si intentaba decir algo.
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La noche comenzaba su reino y Naruto roncaba como nunca, dormía como tronco y nada perturbaba su sueño. Por otro lado Sasuke no estaba en las mismas condiciones. Rodaba en la cama y apretaba los párpados. Le había costado trabajo dormirse y ahora que lo había conseguido estaba teniendo una pesadilla.
Corría por unas ensangrentadas calles, una luna llena que lo miraba con lástima y unos pasos a sus espaldas. Tropezó en medio de su carrera y cayó al suelo. Sus pies eran más pequeños de lo normal al igual que su tamaño, era un crío en aquel espantoso sueño. No veía la cara de su perseguidor pero podía sentirlo acercarse. Se puso de pie entre jadeos y volvió a tomar su carrera entre lágrimas y sollozos de niño pequeño.
De repente el escenario a su alrededor cambió y ya no era tan pequeño, sin embargo su altura aún no era la correcta. Vio una figura en el suelo y sintió frío, estaba rodeado de una espesa niebla que no le permitía ver nada, pero notó heridas en su cuerpo y en el de la figura. Sin saber por qué, se acercó con demasiada velocidad a ese bulto inconsciente y al estar más cerca notó el cabello dorado y un abrigo naranja.
Sintió un dolor punzante en todo su cuerpo y el bulto naranja se levantó del suelo, definitivamente era Naruto, le gritaba cosas que no entendía ya que todo se escuchaba lejano, sin embargo, como si de repente le hubieras arreglado la señal a la radio, todo se escuchó mejor y una pregunta de Naruto lo hizo despertar de su sueño:
¿Por qué lo hiciste, Sasuke?
Se levantó entre sudores y jadeos, respiraba con trabajo y su mente estaba algo aturdida. Ni siquiera se había dado cuenta que respondió a la pregunta de Naruto aún después de haber despertado:
"Como si lo supiera, dobe, mi cuerpo se movió solo".
Se dio un rápido baño para limpiarse el sudor de la noche y después se volvió a acostar, esperaba no tener más pesadillas, al menos por esa noche.
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Las horas pasaron con rapidez y el Sol salió anunciando su llegada con los primeros rayos mañaneros- Maldición- maldijo bajito mientras tomaba la almohada y se tapaba la cara. No pasaron ni dos segundos cuando la retiró de un tirón y la aventó contra la pared. Era un chico responsable y se jactaba de ello, no podía llegar tarde al colegio solo porque tuvo un mal sueño y no había podido dormir.
Se preparó con pesadez y desayunó en cámara lenta, solo un par de tostadas y un vaso de leche antes de salir. No le molestaba comer solo, estaba acostumbrado ya que sus padres siempre estaban de viaje y su hermano mayor estudiaba en el extranjero, sin embargo no podía evitar sentirse vacío la mayor parte del tiempo.
Caminó con una mano en la cinta de su mochila y la otra en su teléfono, lo miraba distraído por el camino, parecía leer algo interesante pero en verdad su mente divagaba sobre una inmensidad de cosas. Primeramente, ¿por qué demonios había soñado con el dobe? Así acostumbró llamarlo y ni siquiera sabía por qué. Y segundo, ¿por qué se sintió tan triste y asustado cuando despertó?
Todo en su cabeza era un caos, un rompecabezas incompleto, un acertijo sin pregunta, nada tenía sentido. De lo único que estaba seguro era de ese notable sentimiento que crecía a cada segundo dentro de su pecho.
Llegó a la escuela y Naruto ya lo estaba esperando en su asiento, desde su posición parecía brillar, pero solo era por el reflejo de la luz de la mañana sobre su pelo rubio y su piel tostadita.
Eran tan diferentes, tan opuestos que era imposible que llegaran a llevarse bien. Naruto tan alegre, radiante, su desbordante felicidad era contagiosa. Por otro lado Sasuke era demasiado serio, oscuro, indiferente y solitario por decisión propia. Demasiado alejados uno del otro, como si fueran de mundos diferentes.
Sasuke lo sabía, se lo repetía a diario, pero no podía evitar sentirse atraído por ese rubio tan exasperante, irritante. Por supuesto que no lo diría en voz alta, pero su mente ya estaba consciente y lo aceptó desde el momento en que sus labios tocaron los suyos.
Suficiente, necesitaba distraerse para no pensar en el sexy perfil que Naruto le regalaba mientras miraba con atención el pizarrón. Atender a la clase no era una opción, le aburría y ese contenido ya se lo había estudiado. Pensó un poco en algo que hacer y entonces se acordó de su sueño, de lo espantoso que fue. Un escalofrío lo hizo temblar y sacó un papel de su mochila.
Seguiría el consejo que le dio su madre cuando era pequeño y tenía este tipo de sueños. Lo escribiría o lo contaría. Como no confiaba en nadie lo suficiente como para contarle la pesadilla, decidió ir por la otra vía, escribirlo.
Según Mikoto, su madre, hacer este tipo de cosas lo ayudaría a superarlo y perderle el miedo. No es que se sintiera como un crío que necesitaba ser apapachado por un simple mal sueño, pero tenía que superarlo o no podría dormir esa noche, lo necesitaba, debía descansar o no podría estudiar.
Empezó describiendo los lugares, los objetos que notó y que milagrosamente, como detalles insignificantes, no los había olvidado. Después redactó sobre cómo se había sentido, las sensaciones que lo invadieron: miedo, desconcierto, frío, dolor, paz. Una cadena de sentimientos incoherentes, pero bueno, después de todo era un sueño así que era normal que no tuviera mucho sentido.
Naruto observaba su labor de reojo, hacía tiempo que ya no atendía a la clase para ver qué era lo que tenía a Sasuke tan concentrado. Sus ojos se abrieron demasiado cuando vio en aquel papel lo que el moreno había escrito: "el imbécil que se sienta a mi lado", era como un intento por evitar el nombre, sin embargo Naruto sabía que era con él.
La campana sonó y Sasuke salió para ir a su lugar preferido, el techo de la escuela. Naruto aprovechó que se quedó solo para buscar el papel, lo leyó y sus ojos terminaron de botarse. Lo que el pelinegro escribió no era para nada un sueño, eran recuerdos. Todo lo que había escrito había pasado de verdad, sólo que no allí, en ese lugar tan pacífico. Todo eso sucedió en un lugar mucho más lejano, distante, tanto que es imposible volver a él.
Apretó el papel en su puño y salió del salón casi corriendo. Sabía dónde estaba Sasuke y fue allí directamente. Abrió la puerta de un tirón y el azabache casi cae del borde de la cerca por el susto.
_ ¿Qué quieres?
_ ¿Qué es esto?- dijo mostrando el papel.
Sasuke frunció el ceño, estaba bastante enojado- Es mío, imbécil. No es de tu incumbencia lo que sea.
_ Si lo es- se acercó y puso una mano en esa reja que los estaba separando, puesto que Sasuke estaba del otro lado. Dio un ágil salto y calló junto al moreno que lo miraba expectante- me incumbe y mucho.
_Déjame en paz de una buena vez- dio un paso al frente para encarar al rubio- dame eso- se estiró para tomar el papel pero Naruto retiró la mano a tiempo.
_No quiero- respondió con solo dos palabras los dos mandatos que le había dado Sasuke- explícame por qué escribiste esto.
_ Te dije que no era asunto tuyo.
_ Y yo te dije que sí lo es. Sé que la persona que describes aquí soy yo, y eso no es todo, yo sí puedo recordar lo que pasó después.
Sasuke sorprendido dio un paso atrás y se apoyó en la reja. ¿Cómo es que Naruto sabía la continuación si solo había sido un sueño?
_ ¿Es que estás empezando a recordar?- preguntó acercándose y acunando ese rostro níveo entre sus manos.
_ Solo fue un estúpido sueño, nada más- se alejó de la caricia y se peinó el pelo hacia atrás. Aún no podía creerlo.
_Ya veo, entonces es verdad, no me incumbe- le dejó en la mano el papel y trepó por la cerca nuevamente, volvió a saltar y calló al otro lado, otra vez separado del moreno por esa pared tan fina.
Caminó cabizbajo y en silencio hasta la puerta, una última mirada por encima de su hombro y entonces salió de aquel lugar. No quería seguir confundiendo a su compañero, esperaría, buscaría otra forma y por fin lo haría recordar, pero por ahora sería paciente.
Sasuke quedó boquiabierto y aturdido. Naruto le había dicho que conocía la continuación de la historia, ¿sería verdad? No entendía nada, tampoco podía hacerlo ya que su mente y sus memorias estaban bloqueadas por algo que él mismo provocó y ni siquiera lo recordaba.
La campana sonó anunciando el fin del descanso y Sasuke logró salir del trance. Debía ir a clases así que caminó al salón, su corazón no pudo evitar dar un salto cuando se encontró con Naruto peleando con uno de sus compañeros, Kiba. No parecía ser solo una riña, Naruto se notaba muy enojado y Kiba le gruñía mostrando los colmillos como el canino que aparentaba ser.
_Usuratonkachi suéltalo- gritó mientras sujetaba al rubio desde la espalda y lo apartaba. Pensó que iba a necesitar mucha fuerza para calmarlo pero se sorprendió al notar que el cuerpo de Naruto se relajó con rapidez.
_Ésta me la pagas estúpido- rugía Kiba.
_Te daré un ultimátum- amenazó- si vuelves a decir el nombre de Sasuke con esa boca sucia, juro que te la rompo para que no la vuelvas a usar.
Sasuke abrió los ojos ante lo dicho, Naruto se peleaba por defenderlo, no podía creerlo. Soltó el agarre y fulminó al chico perro con esos ojos negros que por momentos parecían tener un fogoso brillo rojo. En respuesta Kiba chasqueó la lengua y salió del salón dando tumbos.
Naruto respiraba pesado, como si estuviera luchando por conservar la calma- ¿Qué fue lo que pasó?- le preguntó el moreno mientras le ponía una mano en el hombro.
Naruto al instante logró relajarse por completo, le molestaba que lo tocaran sin su consentimiento pero con Sasuke era diferente, su tacto lo tranquilizaba y lo reconfortaba- Olvídalo, no pasó nada.
_Esa no me la creo, ¿qué fue lo que dijo Kiba?
_ ¡Ya te dije que no fue nada!- levantó un poco la voz y al notarlo se arrepintió rápidamente. Desvió la mirada ocultándola debajo de su rubio flequillo y salió sin decir nada más.
Sasuke estaba a punto de ir detrás de él pero sintió un jalón en su brazo que lo hizo detenerse de golpe- Déjalo solo por ahora- le decía Neji con una mirada neutral.
_Sólo si me dicen que fue lo que pasó- retiró con brusquedad el brazo deshaciéndose del agarre y encaró al ojiperla para poder recibir su respuesta.
Neji suspiró con desgano y cruzó los brazos sobre su pecho- Kiba se fue de lengua y Naruto se molestó- Sasuke enarcó una ceja y Neji entendió que esa respuesta no era suficiente para él, volvió a suspirar pero esta vez de agotamiento y procedió a explicar- Cuando Naruto entró al salón, encontró que Kiba se estaba burlando diciendo que eras un tipo frío que nunca tendría amigos, que estarías solo el resto de tu vida. Naruto lo amenazó exigiéndole que se retractara pero Kiba no quiso y al final se pelearon.
_Ya veo- dio media vuelta sin siquiera agradecer y también salió pasando de largo por el profesor que estaba entrando en ese momento, ignorándolo completamente.
Iruka al verlo salir y después notar el vacío en su clase se dio cuenta que había perdido el respeto de la mayoría de sus estudiantes, incluyendo el nuevo que era uno de los que faltaban. Dejó salir el aire de los pulmones y escribió en la parte superior del pizarrón la frase del día:
"Es tan corto el amor y tan largo el olvido, que los corazones sufren por las adversidades, aunque, si el amor fue verdadero, siempre les deja un camino angosto pero seguro, que los llevará al esperado reencuentro..."
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Sasuke caminaba a paso apresurado, buscando con la mirada una melena rubia, no lo encontraba en ningún lado y aunque no quisiera admitirlo se estaba preocupando de sobremanera.
No le quedaba ningún sitio donde buscar a excepción del techo, corrió por las escaleras y abrió la puerta como mismo lo hubiera hecho Naruto, con un fuerte estruendo.
_ ¡Usuratonkachi!- gritó llamándolo al momento de salir al exterior con un toque de esperanza en su pecho que se desinfló desilusionado cuando no vio nada, o al menos eso que estaba buscando.
_ ¿Podrías por favor no llamarme así? Me trae malos recuerdos.- Dijo una voz a sus espaldas, se volteó en cámara lenta y pudo ver sobre el techito de la entrada, justo donde se encontraba un enorme tanque de agua, una melena rubia que se movía al compás del viento.
Subió a la pequeña plataforma para confirmar su placentera sospecha y encontró a Naruto acostado bocarriba con las manos detrás de la cabeza haciéndole función de almohada, tenía los ojos perdidos en el cielo, esos ojos tan azules que parecían ser los hijos de ese enorme y amplio techo celeste.
_ ¿En que estabas pensando, dobe? ¿Cómo se te ocurre pelearte por eso?- dijo sentándose a su lado y dirigiendo su negra mirada en la misma dirección.
_ Tampoco me llames así, causa el mismo efecto.
_Responde mi pregunta.
_No estaba pensando, mi cuerpo se movió solo- rió ante lo dicho y Sasuke quedó petrificado de nuevo, fue lo mismo que dijo él, ¿pero cómo era que Naruto lo sabía?- Además, una vez juré que siempre te protegería... yo siempre cumplo mis promesas.
Waw, esa no la vio venir, incluso podría decir que se sentía seguro con Naruto y sólo por haber escuchado esas palabras. Movió la cabeza bruscamente en señal de negación, él podía cuidarse solo, llevaba años haciéndolo, no necesitaba que nadie lo protegiera, aun así no pudo evitar sentirse feliz, pero no lo demostraría, divagaría un poco.
_ ¿Ahora vas a robarme el lugar?- preguntó en el intento de hacerlo.
_No sabía que tenía tu nombre, bueno, no importa, podemos decir que es nuestro lugar secreto.
_Lo que tú digas- rodó los ojos con aburrimiento y también se acostó a observar el cielo.
Quedaron así en silencio un largo rato, el único ruido que se podía escuchar era el del viento y sus respiraciones, que inconscientemente se estaban volviendo más agitadas y erráticas, a lo mejor, y solo a lo mejor, por la corta distancia que los separaba, sus pulmones reaccionaban por la excitación, sencillamente no podían evitarlo.
_Sasuke- al fin alguien rompió la afonía- necesito decirte algo.
_Si es para decir que nos conocemos desde hace tiempo y que no lo recuerdo, entonces no digas nada, estoy harto de eso.
_Es en serio, Sasuke.
_Yo también hablo en serio.
_Pero sé que has tenido recuerdos, aunque han sido escasos comparados con los míos.
_ ¿Qué quieres decir?
_Empecé a acordarme de ti y de nuestros momentos juntos cuando tenía doce años, desde entonces no he dejado de pensar en ello.
_Explícate- dijo con un tono de seriedad.
_Nos conocimos de niños y al comienzo no nos llevábamos bien pero luego nos hicimos amigos e incluso...- tragó saliva, algo no le permitía continuar.
_Esto es irritante- chasqueó la lengua y se sentó para mirar al rubio a los ojos- habla de una vez.
Naruto también se sentó y se acercó, demasiado, al rostro del azabache, usó los nudillos para acariciar esas pálidas y un poco sonrosadas mejillas para después, despacio muy despacio unir sus labios en un lento, tortuoso, pero placentero beso. Un pequeño movimiento de bocas y de cabezas permitió una mayor duración, se succionaban, se saboreaban, se robaban el aliento y ambos parecían disfrutarlo- incluso nos hicimos amantes- dejó salir Naruto en un suspiro dentro de ese juego de labios y lenguas.
Sasuke se separó de golpe con un empujón en el pecho del blondo y le sostuvo una fría mirada- No me jodas- gruñó enojado- no es posible que nos hallamos hecho amantes, eso nunca lo olvidaría, ¿por quién me tomas?
_Sasuke, cálmate- intentó tranquilizarlo pero el moreno se rehusaba a aceptarlo.
_Eso es mentira, estás intentando tomarme el pelo.
Naruto frunció el ceño enojado y apretó los puños- ¡No te miento! Si fuese mentira entonces, ¿cómo explicas esa química, esa atracción que no puedes evitar sentir?
El moreno lo entendía, sabía de lo que estaba hablando. En ningún momento pudo evitar sentir esa electricidad en su cuerpo cada vez que Naruto lo tocaba. Sus cuerpos eran como los imanes, tan opuestos que inevitablemente se atraían- Dijiste que empezaste a recordarme cuando tenías doce años- Naruto se relajó y entendió lo que quería decir Sasuke.
_Si, ya que tú y yo nos separamos inevitablemente mucho tiempo antes.
_ ¿Estás intentando decirme que nos hicimos amantes de niños? Eso es absurdo.
_Claro que no teme, ni que fuéramos precoces.
_Me estás volviendo loco, ¿entonces cuando fue que...?
_En otra vida- interrumpió poniendo una mirada seria, penetrante y sincera causando que por un segundo Sasuke se sintiera aturdido y desnudo ante su presencia.
Continuará...