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Lo recuerdo todo, ¿cómo fui capaz de olvidarlo? Naruto…
Desde pequeño fui un niño solitario, no confiaba en nadie que no fuera del clan y me aparté del mundo, siempre fue así. Solo existía una persona que entró a mi universo impenetrable y no me importó, ese eras tú.
Después que mi hermano asesinara nuestra familia, sentía un dolor indescriptible, una rabia creciente y una soledad aplastante.No quería que se interpusieran en mi camino, que me desviaran de mi objetivo, porque la venganza lo era todo para mí.Solo eso me mantenía en pie y entrené como loco para crecer.
Sin embargo tú estabas ahí, me soportaste y quisiste salvarme. Caímos en el mismo equipo y la sombra de mi familia siempre estuvo presente en ustedes, me dolía.
Crecimos juntos, nos hicimos fuertes siguiendo una metaen común, superar al otro. Éramos rivales, amigos y eso, eso era el mundo, era la vida y la venganza quedaba atrás.
Siempre te había visto solo, siendo repudiado por los aldeanos y queriendo destacar. Cada vez que veía como te maltrataban y cómo después sonreías como bobo diciendo que querías ser Hokage, me hacía daño, porque tu sufrimiento y tu dolor yo lo sentía como mío.
En esa misión del país de la ola, me di cuenta de muchas cosas. En ese entrenamiento de escalar árboles, sentía que quería estar delante de ti, para que confiaras en mí y supieras que podía protegerte. Llegamos a la cima y me sentía tan cerca de ti que mi corazón olvidó el odio.
Casi mueres, en ese puente donde pusimos la vida en el límite. Me asusté, perdiste la conciencia y las agujas se acercaban a ti, debía hacer algo, sin importar lo que me pasara, al menos tú, mi nueva familia, debías estar bien. Me usé de escudo y logré salvarte, no pude resistir mucho más y después de que despertaras… caí, sin poder hacer nada más por ayudarte con ese chico de hielo.
Después me enteré por Sakura que me salvaste y mi corazón se oscureció. Se supone que debía ser yo el que lo hiciera, se supone que yo era el más fuerte y el que podía mantener a mis personas preciadas a salvo, pero no fue así.
Intenté hacer todo lo que pude en el examen a chuunin, en ese bosque de muerte. Sin embargo el miedo me llenó, en ese encuentro con Orochimaru, no pude evitar temer por mi vida, sé muy bien lo patético que fui y hoy en día aún me arrepiento por eso.
Una vez más estuviste ahí, me hiciste reaccionar diciéndome entre gritos lo mucho que te había decepcionado. Terminaste herido, nuevamente por mi culpa. Traté de enmendar mi error y lo único que conseguí fue que me dejaran esa maldita marca en el hombro y mi cuerpo y mi mente se volvieron inútiles.
En las preliminares, quise demostrarte lo que valía, quería enseñarte un camino donde podíamos ir tomados de la mano, pero como siempre, nada es como esperaba y en vez de eso… te mostré un camino que iba en dirección opuesta al mío.
La rabia me carcomía; mi familia, el equipo 7, la venganza, todo estaba mezclado en mi cabeza, todo y nada era demasiado y al final, al final tú pagaste por mis actos, tú fuiste el que salió lastimado.
Decidí irme con Orochimaru, quería ser fuerte, quería matar a Itachi y ya ni siquiera era merecedor de llamarme tu amigo, así que no había nada que me atara a la aldea.
¿Por qué, Naruto?
Me seguiste, intentaste detenerme, me hiciste dudar. Peleamos y ciertamente me dolía lastimarte, pero ya la decisión estaba tomada.
Nuestros puños chocaron, nuestras mentes temblaron y la soledad nos abrazó. Vencí, ciertamente no es un pensamiento satisfactorio para mí, recordar esa victoria sobre tu cuerpo es como como si me arrancaran las costillas una a una.
La lluvia limpió mis lágrimas y tu rostro me seguía rogando a pesar de que estabas inconsciente. Tal vez no lo sepas, de hecho estoy seguro que no lo sabes, pero en ese momento te besé, nuestro besode despedida. Fue solo un roce de labios, una efímera humedad entre ellos que no era la de la lluvia, un calor imperceptible, un sentimiento congelado, un latido no recíproco, pero seguía siendo nuestro.
Con ese último recuerdo decidí marcharme de una vez por todas, estaba decidido a olvidarte, y concentrarme en mi objetivo durante esos dos años que no nos vimos.Pero tu sombra siempre estuvo ahí, junto a la de mi familia, diciéndome entre susurros que solo tú y yo éramos capaces de sentir, que volviera a tu lado, que no me alejara más.
Siempre te escuché, y tus preguntas si fueron contestadas, solo que nunca te respondí en voz alta.Y a pesar de que traté por todos los medios de sacarte de mi cabeza, nunca pude hacerlo, por eso una vez más, te digo la razón por la que estoy aquí, por qué me arrepentí y aún me arrepiento de todo lo que hice, por qué pude volver a tu lado…
…porque eres inolvidable.
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Habitación de Naruto, 11:30 pm…
_ ¿Sasuke estás seguro de esto?
_Si me lo vuelves a preguntar juro que te castro.
_No creo que sea necesario ir tan lejos- rió nervioso levantando los brazos en señal de rendición, no quería que Sasuke la arrancara su amiguito.
_Entonces asume la responsabilidad de tus actos- se acercó casi ronroneando y estiró su mano hasta la nuca de Naruto para acercarlo, lo haló sin consideración y le plasmó un fogoso beso- termina lo que empezaste, Dobe.
_Después no te quejes- desabotonó la camisa blanca con extrema lentitud, cada botón era acariciado y torturado- uno, dos, tres...- los fue enumerando en voz alta a medida que se desabrochaban, cada número resonaba en el oído de Sasuke y lo desesperaba, lo excitaba, lo torturaba.
_Termina de una vez- ordenó algo enojado por la lenta maniobra.
_Paciencia, así es más divertido- rió en su oído y lo sopló provocando un escalofrío en la espina del moreno. Deslizó la tela por los pálidos hombros, dejándolos desprotegidos del frío, usó sus manos abiertas para hacerla bajar por la espalda mientras acariciaba cada centímetro de ésta a su paso.
Sasuke sentía que su cuerpo, a pesar de estar sentado en el regazo de Naruto, se desequilibraba con cada toque y buscando una base de apoyo colocó sus manos en los hombros del blondo- Ah...- gimió cuando Naruto terminó de quitarle la camisa y puso sus manos acaneladas en su trasero aún vestido.
El rubio rió y continuó con su trabajo. Usó su mano derecha para desabrochar el pantalón del azabache y con la otra lo siguió torturando- waw, eres más sensible de lo que pensaba.
_Tsk- chasqueó molesto- ¿no sé por qué siento que lo estás disfrutando? Usuratonkachi.
_Je, se supone que esa es la idea.
_ ¿Avergonzarme hasta morir?
_ También, pero lo esencial es disfrutar, ¿no?
_... Dobe.
_Suficiente charla- pasó su brazo por la espalda y con el otro le sostuvo la cadera, un pequeño movimiento y Sasuke estaba acostado bocarriba con las piernas levantadas- concéntrate.
De un tirón se deshizo de la prenda que aprisionaba la tímida erección del pelinegro y con otro se deshizo de las suyas- ¿No se supone que era divertido hacerlo lento?- mofó.
_No creo que pueda aguantar mucho más- gateó por la cama hasta estar encima de Sasuke y puso una mano a cada lado de su cabeza. Lo observó detenidamente, era tan perfecto y tan bello que no pudo evitar sonreír.
Sasuke hizo lo mismo; cada vez que Naruto se le quedaba mirando de esa forma sentía que su corazón explotaría de la fuerza por el bombeo, además de que no podía evitar hipnotizarse con esos océanos que tenía por ojos, tan hermosos.
Agachando la cabeza, Naruto logró devorar esos labios carnosos y seductores, quería probarlos, comerlos, poseerlos, no sólo eso, lo necesitaba, los labios de Sasuke se habían vuelto una adicción, su droga, su afrodisíaco personal.
Introdujo su lengua en esa sabrosa y apetitosa cavidad, saboreó cada rincón, lo marcaba con su ponzoña y lo hacía suyo, solo suyo. Sasuke no se quedó detrás, la lengua de Naruto era demasiado rica y adictiva, necesitaba más de ella. Abrió más la boca para darle a su rubio más accesibilidad y Naruto respondió a su silencioso pedido casi instantáneamente, se hundió más en ese lugar.
Sasuke era atrevido, era arrogante, era altanero y mandón, eran rasgos de su personalidad que le exigían de vez en cuando querer llevar el control de la situación. Entrecerró un poco los labios,aprisionando esa traviesa lengua y empezó a hacer succión obligando a Naruto a jadear, aprovechó ese desliz y penetró su lengua en la cavidad ajena, también quería probar ese lugar que sólo le pertenecía a él.
El aire comenzó a faltar y los pulmones empezaron a trabajar más rápido provocando que cuando se separaron estuvieran un rato jadeando sin aliento, sin embargo no dejaron de mirarse y se sonreían con complicidad.
Naruto no tardó mucho tiempo en actuar de nuevo y devoró con deseo ese níveo cuello que se lo ofrecía en compensación. Lo lamió, lo besó, lo mordió, lo chupó, hizo de todo y de todo fue permitido. Sasuke solo respondía con gemidos ahogados en su antebrazo y un sensual movimiento de pelvis.
Era una indirecta bastante directa, Naruto entendió y sin dejar su trabajo de succión en uno de los pezones, metió dos dedos en la boca del moreno, el cual los lamió como si fueran una paleta y los chupó sin recato.
Naruto tuvo que levantar la mirada para observar con detenimiento lo que hacía Sasuke. Estaba lamiendo y penetrando el espacio entre sus dos dedos juntos, con su lengua, rítmicamente, como simulando otro tipo de penetración. Era demasiado sexy, esa visión de su pelinegro le provocó un dolor en su miembro que lo hizo gruñir.
El azabache lo notó y se levantó sentándose frente al rubio, le dedicó una deseosa mirada y después se agachó para quedar frente a esa erección que rogaba por atención.
_ ¿Qué haces?- preguntó algo asustado cuando vio el rostro de Sasuke demasiado cerca de su zona privada.
_Shh- siseó para indicar silencio y el airecito que salió de sus labios chocó con el falo de Naruto, provocándole un espasmo. Deslizó su lengua por todo lo largo, la enrolló y estiró humedeciendo toda la zona. Rodeó con ella la punta y dejó una suave mordidita.
_ ¡AH!- gimió Naruto cuando los blancos dientes de Sasuke rozaron gentilmente todo su glande cuando se lo metió de lleno en la boca.
Se lo enterró hasta donde pudo y lo saboreó con gusto, succionaba, lamía, subía y bajaba y con sus dedos hacía caricias en la parte que no había podido tragar.Todo era una tortura placentera para el pobre rubio.
Pensó en poner su mano sobre la cabeza de Sasuke para marcarle el ritmo, pero lo vio tan concentrado que decidió dejarlo ser, sin embargo se le ocurrió algo mejor mientras disfrutaba de esa gloriosa felación.
_ ¡AH!- esta vez fue Sasuke quien gimió dejando de lado su obra, Naruto le había metido los dedos humedecidos y los movía circularmente en sus entrañas. Cuando se acostumbró a la intromisión de esos dos atrevidos falanges, siguió con su trabajo dejado a medias.
Empezó a sentir corrientes de placer que subían por su columna y bajaban por su pelvis, el rubio lo notó y empezó a abrir y cerrar los dedos con formaciones de tipo tijeretas para dilatar el esfínter del moreno.
Sasuke volvió a jadear y tuvo que enterrar su cara entre los muslos de Naruto para ocultar su rubor, el blondo había introducido un tercer dedo y descubrió ese punto mágico del azabache. Siguió acariciándolo ahí con el dedo del medio y con el índice y el anular seguía haciendo las tijeretas.
Sasuke movió el trasero hacia donde estaban esos dedos, quería más contacto, quería más placer, pero esos dedos no eran suficientes- Sasuke...¿estás...?
_Hazlo ya- ordenó interrumpiendo la entrecortada pregunta del blondo- te quiero a ti ahí dentro... dobe.
Entendiendo un mensaje que era más que claro, Naruto sacó los dedos, agarró las caderas de Sasuke y lo levantó a la altura de su rostro. El moreno ayudó un poco usando sus piernas y las rodillas para sostener su peso mientras se ponía en la posición que le indicaba Naruto- Puede que duela, pero estarás bien, confía en mí.
_Solo hazlo de una vez.
Doblando despacio las rodillas se fue sentando sobre la erección dispuesta, cuando la punta comenzó a abrir su esfínter no pudo evitar jadear sonoramente en el oído del rubio- Ahhh... joder esto duele.
_No te muevas, será peor- le dijo un preocupado Naruto que se había quedado de piedra sin saber que hacer- estás un poco delicado, debemos tener cuidado para que no te lastimes.
Sasuke fulminó a Naruto con la mirada, fue una mirada asesina, daba miedo. Joder, podía ser que fuera el pasivo pero seguía siendo un hombre.No era nada delicado, no quería que lo tomaran por un débil, su orgullo lo estaba reprochando sin cansancio y enojado, muy enojado, colocó una mano en cada hombro del blondo y usándolo de apoyo se enterró de golpe provocando que ambos jadearan con fuerza.
Permanecieron sin moverse un rato, respirando fuerte y acostumbrándose el uno al otro. Sasuke se sentía lleno, Naruto no era nada pequeño y aún le dolía el trasero.Mientras que Naruto enterró su cara en su hombro, para él también fue doloroso sin embargo empezó a reír descaradamente y su aliento caliente chocó con la yugular del azabache provocándole otro espasmo.
_ ¿De qué te ríes, dobe?
_Je, esto es genial- pasó una mano a cada lado del torso del moreno y lo apretó contra su cuerpo, fuerte y fornido, no se movió, solo lamió ese alvino cuello trazando un húmedo camino salivoso hasta el pómulo del oído- está apretado.... pero caliente- susurró cerca de ese sabroso pedazo de piel.
_ Ahh- jadeó dulce por el acto y pasó sus manos por la ancha y bien formado espalda- no digas cosas perturbadoras- siseó bajito, casi inaudible.
Se apretaron más y respiraban sonoramente, con un ritmo constante y se acompasaron a la vez. Sasuke empezó a mover las caderas disimuladamente, Naruto bajó sus manos hasta las estrechas caderas de su moreno, lo levantó en peso hasta casi salir de él y lo enterró despacio.
Lo hizo de nuevo, siempre muy lento y suave.Al ver que Sasuke no gritaba de dolor sino de placer, decidió moverse más rápido, más fuerte. El azabache lo ayudaba moviéndose con sus rodillas, fue tomando el control poco a poco y ya Naruto no necesitaba sostenerlo, Sasuke lo estaba montando como todo un experto. Arriba y abajo, también un poco hacia los lados, el ángulo variaba, todo era demasiado excitante.
Sintiéndose cegado por la lujuria pero algo inútil, Naruto decidió hacer un cambio de posiciones y tumbó a Sasuke sobre las sábanas sin salirse de él. La posición era más fácil de llevar que la anterior, pero seguía siendo difícil, aun así no dejaron nunca el acto. Para lograr más profundidad, Naruto tomó las piernas de Sasuke y las puso sobre sus hombros, así podía moverse mejor y llegar hasta ese punto que hacía que el moreno se volviera loco de pasión.
Sasuke rodeó sus brazos alrededor de ese acanelado cuello y besó esos labios tan anhelantes y divinos. Naruto pasó sus manos por la pálida espalda y las deslizó hasta los muslos, cargó a Sasuke y se levantó de la cama, el moreno rápidamente rodeó la cintura del blondo con sus piernas y éste aprovechó para sostenerlo desde las nalgas. Caminó hasta una pared cercana y se apoyó en ella para seguir con las penetraciones, Sasuke saltaba,enterrándose en esa ingle cada vez con más fuerza, su espalda rozando la pared, sus entrañas gozaban y lloraban de placer.Más rápido, más fuerte, quería más de todo y seguía besando esa boca que sabía a cerezas, uvas y a hombre joven.
_ahh… Naruto… más fuerte- gemía sin vergüenza, él solo quería ser atravesado una y otra vez.
_Quiero probar otra cosa- Caminó de nuevo hasta la cama, salió de ese anillo calentito y libidinoso y Sasuke gruñó molesto. Naruto lo tomó por la cintura haciéndolo girar de forma que se apoyara sobre sus rodillas y sus codos- así está mejor.
Observó detenidamente ese traserito respingón con las paredes enrojecidas e hinchadas, se podía ver como latía necesitado y Sasuke casi tiene que suplicar, le faltaba a Naruto ahí. Entró en su interior de una sola estocada- Ah- gimió, pero sonrió satisfecho, estaba lleno otra vez.
El poderoso vaivén continuó en un baile sexual que era sólo de ellos, dos bailarines, dos espectadores, ellos eran el acto y eran el público, no había nada más placentero. Chocaban, se movían, se vaciaban y se llenaban, eran todo.Eran amargura, felicidad, enojo, emoción, eran cariño, amor y sexo.
Sasuke colocó su mano en su erección y empezó a masturbarse siguiendo el ritmo de las penetraciones, de repente sintió una mano que no era la suya, lo acarició y decidió dejarle el trabajo. Naruto aumentó el ritmo de las embestidas, aumentó el ritmo de la masturbación, gemía fuerte en esa espalda de porcelana y le dejó un beso de recuerdo, un beso que después se convirtió en un chupetón, un chupetón que después se convirtió en una mordida. Quería marcarlo, poseerlo, tenerlo siempre para él.
_Ah... Sasuke, estoy cerca- jadeó y dejó una lamida en esa piel que era solo suya.
_Yo... ah... también- arqueó la espalda tras un espasmo y apretó sus paredes cuando su orgasmo llegó dejando caer toda su lujuria sobre las sábanas.
Naruto penetró unas tres veces más, no le quedaba mucho, y menos después de que su glande quedara todo estrujado cuando Sasuke se corrió- Sa-su-ke.
_Dentro... Naruto córrete dentro- y no tuvo que esperar más. Naruto respondió dejando toda su semilla invadir el interior del moreno. Era caliente, espesa, y demasiado invasora.
_ ¿Estás bien?- preguntó aun jadeando por el reciente clímax.
_Si… pero me costará recomponerme, me siento algo pusilánime.
_Ya veo- Naruto le dejó otro beso en la espalda y salió de ese agujerito tan apetecible.
Sasuke calló de lado, respirando fuerte, con las piernas juntas, y la esperma chorreó entre sus muslos.Sin embargo aún sentía su interior lleno, palpitante y caliente. Naruto lo observó con una mirada de apetito y gateó en el colchón sobre el cuerpo inerte del moreno.
_ ¿Naruto…?- Sasuke intentó girarse pero una poderosa mano lo dejó quietecito sobre el colchón- Ahh- gritó adolorido cuando el rubio volvió a entrar en él- Dobe… ¡Ah! ¿Qué haces? Yo ya no me puedo mover.
_No tienes que moverte…
_ ¿Qué? Ahhh… Usuratonkachi… ah, ahh- Naruto se empezó a mover sin escuchar las protestas de su azabache.
_Tú quédate quieto, que del movimiento me encargo yo- le dejó otro beso en la espalda, luego otro en la nuca,una lamida en el pómulo de la oreja y Sasuke ya tenía otra erección.
_Ahhh… espera, ah…- ni dios iba a detener a ese rubio, llevaba mucho tiempo esperando su reencuentro con el pelinegro y digamos que tenía muchas ganas acumuladas. Sasuke sabía que al final todo esto era su culpa, así que solo se dejó llevar entre protestas vacías que estaban cargadas de placer y un rostro sonrojado por la vergüenza.Nunca pensó que Naruto fuera a ser tan… activo.
Las horas pasaban y el calor empañaba los cristales, la cama gemía de dolor entre cada embiste,entre cada azote contra la pared, las sombras se fundían y las manos se enlazaban. Estaban juntos de nuevo y eso, eso era lo que en verdad importaba.
Fin