Naruto caminaba por las calles de Konoha, en una mano llevaba su bolsa del colegio y en la otra una con víveres para sobrevivir esa semana, por supuesto que mayormente se trataban de ramen instantáneo, comida enlatada y pastas. No era un amante de la cocina y mientras más sencillo fuera de preparar el alimento, pues mejor.
Andaba con la cabeza gacha y la mirada perdida, pensando en sabe dios qué. Llegó a su solitario departamento situado en el centro del pueblo y sacó las llaves con estúpida lentitud, como si su cerebro estuviera enviando la orden a su mano sin su permiso debido a su lenta reacción, sin que él se diera cuenta de lo que estaba haciendo.
Estaba tan perdido en sus pensamientos que no se percató en que momento había entrado y había guardado en la estantería todo lo que compró, tampoco le importaba mucho, él solo quería estar a solas para poder hablar con Kurama.
No podía hacerlo en público ya que la gente lo tomaría por loco y es que ahí estaba el problema, él era el único que podía escuchar a Kurama ya que dicho personaje se encontraba en su céntrico. Si, por muy surrealista que eso pudiera sonar, Naruto tenía un demonio en su interior y no solo eso, era una bestia muy vieja, podría tener fácilmente más de mil años.
Sabía de todo y conocía acerca de todo, era su confidente y cómplice en la mayoría de sus pensamientos macabros y sus más traviesas maldades, confiaba en él como en nadie y era precisamente por eso que no le avergonzaba preguntarle sobre cualquier cosa, justo como haría en este momento.
_ ¿Estás despierto?- preguntó a la nada mientras entraba a su habitación y se sentaba en la orilla de la cama.
_ ¿Qué quieres mocoso?- preguntó cortante una voz en su cabeza.
_ Tan cariñoso como siempre- rio con sarcasmo y se recostó bocarriba con los brazos detrás de la cabeza- necesito hablar contigo.
_ ¿Qué pasa?
_ Sasuke no me recuerda, y no solo a mi persona, no recuerda absolutamente nada.
_ Eso es extraño ¿Intentaste hablar con él?
_Si... pero, no es como él, está diferente- cerró los ojos por un momento para recordar mejor, el rostro de Sasuke apareció tras sus párpados y esta imagen le causó tanto dolor que tuvo que volver a abrirlos - más bien... es como cuando no nos conocíamos, frío y cortante, indiferente, prepotente, un verdadero dolor en el trasero.
_ Jajajaja- una risa invadió la conversación y el rubio no pudo evitar el tic de su ceja y la vena irritada de su frente.
_ ¿Se puede saber de qué te ríes?- preguntó algo, muy, molesto.
_ Mocoso, lo divertido es que fue todo eso lo que te llamó la atención de él. ¿No lo recuerdas o eres tú el que tiene amnesia ahora?- se burló sin recato ese maldito zorro que tenía por amigo. Él, deprimido, buscando consejo y consuelo y su queridísimo compañero le regala una carcajada. Si no fuera tan grande le daría una patada.
_ Ya lo sé- contestó todavía molesto- ¿pero tienes idea de lo difícil que fue conquistar a ese maldito? Me tomó una eternidad... y la vida- lo último lo soltó con un aire de depresión que Kurama no pasó por alto.
_ ¿Estás seguro que no recuerda nada? Es posible que solo esté fingiendo.
_No lo creo. Primeramente no ganaría nada con engañarme y segundo, no parecía estarme mintiendo- se quedó pensativo por un momento y luego continuó- es posible que algo haya salido mal.
_ Es posible, pero insisto en que es algo sospechoso. ¿Cómo fue su reacción cuando le hablaste de los viejos tiempos?
_ No le hablé de nada, yo solo le pregunté si se acordaba de mi... ¡Pero bueno Kurama! ¿No se supone que tú también estabas ahí? Deja de preguntar lo que ya sabes.
_... Estaba dormido, tus clases son aburridas- remató como si fuera lógica su respuesta.
Naruto suspiró con hastío y se recostó de lado, Kurama era más inútil de lo que pensaba, no lo diría, si lo decía en voz alta ese maldito zorro sería capaz de fastidiarlo toda la noche y no dejarlo dormir, podía ser muy pesado si se lo proponía.
_ Debo hacer algo al respecto, ¿qué me recomiendas?- estaba cansado y sus ojos se estaban cerrando con lentitud por lo que la última frase la había soltado en un suspiro, sin embargo Kurama fue capaz de escucharlo. Aunque tenía sueño no dormiría, esperaría la respuesta de su compañero.
_ Creo que debes intentar hacerlo recordar a través de pistas. Es posible que su memoria esté bloqueada, si le muestras cosas que marcaron su pasado tal vez lo recuerde todo- explicó como todo un profesor, era en esos momentos que se le notaba la experiencia a ese viejo y astuto zorro.
Naruto dio un salto y se espabiló de golpe. La idea de Kurama era estupenda, lo iba a intentar. Haría que Sasuke lo recordara todo y por fin le cobraría todo lo que le había hecho pasar. Agradeció a su zorruno compañero y se volvió recostar en la cama, se enroscó entre las sábanas y alcanzó rápidamente el sueño. Mañana sería un día complicado y ajetreado así que debía reunir todas las fuerzas posibles, por ahora solo descansaría.
La noche pasó corriendo como si la persiguiera la peor de las desgracias y el sol anunció su llegada con sus primeros rayos, entrando con timidez en la habitación de cierto rubio, admirando su cabello esparcido en la almohada como si fuera su hermanito menor.
Naruto pestañeó por la molesta luz, que descaradamente traspasaba sus párpados cerrados e hizo que perdiera de golpe todo el sueño que le había regalado la resbaladiza noche que iba de la mano con Morfeo.
Dio algunos manotazos al aire y se levantó con pesadez, le llevó algunos segundos estar completamente consiente de que ya se había levantado, miró de derecha a izquierda algo desconcertado y se rascó la panza mientras se levantaba de ese nido blanco que se empeñaba en llamar cama.
Se metió en el baño y abrió el grifo del lavamanos, se salpicó la cara con un poco de agua fría para terminar de despertar y agarró su cepillo de dientes, lo llenó de pasta y se lo metió en la boca con extrema paciencia y lentitud. Cepilló rítmicamente adelante y atrás, de derecha a izquierda sin dejar de mirarse en el espejo con la mirada perdida. Sinceramente le costaba trabajo perder el sueño.
Se enjuagó y salió con una toalla en la cara, cuando la bajó de su rostro por fin estaba lo suficientemente despierto como para recordar la conversación que había tenido con Kurama la noche anterior, se sobresaltó un poco y sacó con torpe rapidez un cuaderno de una de las gavetas de su mesa de estudio y un lapicero, garabateó en el papel unas cuantas cosas y luego guardó todo en su bolsa del colegio.
Después de estar completamente vestido y arreglado salió corriendo del departamento sin siquiera desayunar, la noche anterior tampoco había cenado, no le importó, comería algo después, ahora lo importante era hacer que su querido moreno recuperara los recuerdos perdidos, esa historia que no dejaría que quedara en el pasado olvidada, después de todo era "su" historia, la de ambos, la salvaría.
Llegó después de un par de minutos de carrera y se acomodó en el asiento que había escogido el día anterior. Sacó el mismo cuaderno que había garabateado con quién sabe qué en su habitación y leyó detenidamente el contenido. Era una lista de cosas que debía hacer, planes que debía realizar, todo era dedicado para que Sasuke recordara.
El pelinegro también entró en el salón y ocupó su puesto de siempre, con la única diferencia de que ahora estaba invadido por un rubio atrevido que lo hacía padecer de arritmia y dolores de cabeza la mayor parte del tiempo.
_Hola- soltó sin más mientras se sentaba en su asiento.
_Hola- respondió Naruto con el mismo tono.
Sasuke lo ignoró y sacó su teléfono móvil para leer algunos de los E-Books que tenía guardados en la memoria. Naruto lo miró de reojo y luego guardó su inseguridad dentro de sus párpados, se mantuvo con los ojos cerrados un par de segundos, era el tiempo que necesitaba para reunir valor. Los abrió de repente y se dirigió al moreno con el ceño fruncido, mirándolo fijamente haciendo que el mencionado se sintiera incómodo por la intensa observación y sin poderlo evitar también comenzó a mirar a su compañero.
_ ¿Se te ofrece algo?- preguntó sin parpadear.
Naruto le sostuvo la mirada, un silencio los invadió y Sasuke comenzaba y enfadarse por la actitud del rubio. Estaba a punto de reclamarle cuando Naruto se dignó a responder su pregunta- Seguro que puedo aguantar más tiempo que tú sin pestañear.
Sasuke lo miró incrédulo y entonces entendió. Naruto lo estaba retando, eso era completamente inaceptable, su mejor amigo, su orgullo, le impidió pestañear y aceptó el reto sin expresarlo en palabras, solo siguió sosteniendo la mirada.
Los demás estudiantes comenzaron a entrar al salón y a incorporarse en sus respectivos sitios. Todos se dieron cuenta, sin embargo nadie dijo nada. Era demasiado extraño para ellos como para entender qué demonios estaban haciendo esos dos, solo se miraban fijamente y no decían nada. Algunas chicas empezaron a rodearlos cuando descubrieron que se debía a una especie de duelo de miradas, unas apoyando a Naruto y la gran mayoría apoyando a Sasuke.
El rubio no pudo evitar sonreír de medio lado, definitivamente le gustaba ser el centro de atención. Se acercó a su contrincante con la intención de intimidarlo un poco, pero Sasuke no retrocedió, su orgullo se lo impedía, se mantuvo firme en el lugar. Era inevitable lo que sucedió después... una chica se había exaltado tanto por la impertinencia de Naruto que lo empujó con malicia con tal de alejarlo de su dios encarnado de cabellos negros, lástima que separarlos fue precisamente lo que no consiguió, sino todo lo contrario.
A causa del empujón Naruto calló de lleno encima de Sasuke y sus labios chocaron por el impacto, los ojos de ambos pestañearon a la vez, perdiendo en el mismo tiempo su tonta competencia y luego fueron abiertos como platos por la impresión, principalmente Sasuke que sintió los bellos de su nuca levantarse a causa de la electricidad producida por el beso.
Esto no estaba en los planes- pensó Naruto. Aun así no se separó del beso, esperaría a ver la reacción de Sasuke, apretó los ojos, casi podía ver el golpe venir, los segundos pasaron y el golpe no llegó. Abrió despacio los ojos y se encontró con un par de ojos bien cerrados y un semblante tranquilo. Sasuke obviamente estaba disfrutando el momento. Se sorprendió un poco, pero no hizo nada, solo correspondió a esos labios carnosos y anhelantes.
El salón se había quedado en silencio, invadido por la afonía. La escena era desconcertante y todos quedaron en shock. Repentinamente las voces comenzaron a entremezclarse y el volumen fue subiendo hasta casi ser un escándalo. Las chicas no podían creer lo que sus ojos le enseñaban, Naruto se separó de su "compañero" cuando sintió el aura asesina a sus espaldas y tembló en el lugar.
Para sorpresa de Sasuke el también sintió lo mismo, nunca pensó ver una mirada de psicópata dirigida hacia él y el problema estaba en que Naruto tenía sus propias fanes y no les gustó nada lo que hizo.
Ambos palidecieron y luego se sonrojaron a la vez cuando recordaron por qué estaban en esa situación. Naruto se puso de pie y agarró a Sasuke del brazo arrastrándolo nuevamente a su antojo.
Corrieron por el corredor a pesar de las quejas que venían del aula, no les importó, solo siguieron corriendo. No supieron cómo pero llegaron al techo de la escuela, cerraron la puerta de un portazo y se dejaron caer resbalando con la espalda pegada a esta y dejando libre un suspiro de puro alivio.
Lo más gracioso de todo fue su cómica reacción cuando se dieron cuenta que aún tenían las manos entrelazadas, se soltaron como su la mano ajena quemara y desviaron la mirada al lado contrario, una estupidez, como si eso fuese a alejar la vergüenza que sentían en ese momento.
Permanecieron en silencio unos minutos hasta que Sasuke decidió romper el silencio.
_Olvida lo que pasó- tajante y cortante.
_No lo haré- le respondió recostando la cabeza hacia atrás en un gesto cansado y cerrando los ojos.
_ ¿Qué? ¿Por qué no lo harás?- era un hecho, su rubio compañero siempre se las arreglaba para irritarlo
_Porque no quiero olvidarlo- así de simple.
Sasuke resopló con fastidio, no estaba acostumbrado a que se le enfrentaran o le llevaran la contraria- olvídalo- ordenó nuevamente.
_No lo haré.
_Tch- chasqueó la lengua y peinó su cabello hacia atrás- más te vale hacerlo.
_A mí no me das órdenes- respondió aún sin moverse de su cómoda posición, se podría decir que hasta se estaba quedando dormido.
La gota que desbordó la copa, Sasuke se abalanzó sobre Naruto todo enojado y cuando la espalda del rubio tocó el suelo se colocó encima de él a horcajadas y le agarró las solapas de la camisa- Deja de fastidiarme- gritó- ¿Por qué no quieres olvidarlo y ya? ¿Es que quieres chantajearme?
Ahora sí era el colmo. Naruto podía llegar a ser paciente en algunas ocasiones y valla que lo había intentado en ésta, pero Sasuke logró que sus esfuerzos por calmarse se fueran al garete.
Con un rápido movimiento invirtió posiciones y se puso encima del moreno, puso una mano en cada hombro presionándolo contra el suelo para inmovilizarlo y lo fulminó con la mirada hasta dejarlo intimidado debajo de su cuerpo.
_ ¿En serio me crees capaz de algo así?- realmente estaba molesto y Sasuke no tardó en notarlo en esos ojos azules y chispeantes.
_No tengo la menor idea, no te conozco. Apenas llegaste ayer y ya mi mundo está de cabeza, ¿cómo te las arreglas?
_Así que no me conoces- dejó el agarre y se echó para atrás dejando libre al pelinegro, se apoyó en las rodillas y sus brazos cayeron en peso a sus costados, aún le costaba aceptar que Sasuke no lo recordara- ¿estás seguro de eso?
_ ¡Ya deja de aturdirme! Desde ayer estás con eso de que nos conocemos, pero es imposible, no te recuerdo.- Sasuke también se sentó y lo encaró, pero al hacerlo sus rostros quedaron muy cerca ya que Naruto aún no se había levantado de su regazo- anoche no pude dormir pensando en que tal vez si te había visto, pero no, tu cara es imposible de olvidar- un espasmo, eso sintió el azabache cuando dijo la última frase. Se quedó en silencio por un momento, inmóvil, con los ojos perdidos en los de Naruto.
Los segundos pasaron y Sasuke no se movió, estaba en shock, ni siquiera había pestañeado. El rubio se asustó un poco cuando vio que no respondía a pesar de que osciló su mano frente a esos negros ojos, como si su mente no estuviera allí, y era cierto. Sasuke estaba viendo una visión y sus propias palabras le hacían eco en la cabeza.
Eran nubes negras las que taparon el cielo, una fría y pesada lluvia que le calaba los huesos y una silueta frente a él. No podía ver bien a causa de la presión del agua en su rostro, pero pudo reconocer los cabellos rubios y los ojos azules, era Naruto. Le estaba diciendo algo que no pudo escuchar y el solo le respondió con esa misma frase, "eres imposible de olvidar", y luego echó a reír.
Unos empujones en sus hombros lo hicieron salir del sueño y después de pestañear un par de veces se ubicó de nuevo en el techo de la escuela con Naruto encima de él. Sacudió la cabeza para salir del aturdimiento y el rubio se sintió aliviado porque al fin reaccionó.
_ ¿Estás bien?- no pudo evitar preguntar, el repentino shock de Sasuke no era normal, era como si se hubiera quedado en pause.
_Si, ya puedes quitarte de encima- respondió mientras se sujetaba el puente de la nariz. De repente le dolía la cabeza.
Naruto hizo caso y se puso de pie, le tendió la mano al azabache para ayudarlo pero el muy desgraciado lo ignoró levantándose por su cuenta y pasando de largo, dejándolo con la mano sostenida en el aire.
Cerró el puño con fuerza y se volteó listo para golpear a ese imbécil, pero al verlo recostado en la pared con el ceño fruncido, se percató que no estaba bien, algo lo estaba molestando y eso lo preocupó, porque a pesar de todo no le gustaba verlo sufrir. Destensó los hombros resignado y se acercó nuevamente pero esta vez en son de paz.
Sasuke lo notó y frunció más el ceño, tenerlo cerca lo irritaba e inquietaba y no sabía por qué, mejor que lo dejara solo de una buena vez- Déjame en paz.
_Solo quiero ayudar.
_Tú eres mi dolor de cabeza, ¡vete!- gritó.
_No lo haré, ya te dije que no me das órdenes.
_Quiero estar solo.
_Pues aguántame- respondió enojado.
_No tengo por qué hacerlo- diciendo esto hizo un intento por abrir la puerta y salir de allí pero Naruto la cerró de golpe. Cuando se volteó para decirle algo sintió un golpe que pensó era para él pero el puño del blondo solo chocó con la madera de la puerta que estaba a sus espaldas.
Sasuke se sobresaltó por el estruendo y cerró los ojos, cuando los volvió a abrir se vio acorralado entre dos bronceados brazos, una puerta y un cuerpo que se estaba acercando peligrosamente.
Naruto deslizó lentamente una de sus extremidades,la que estaba apoyada en la manivela y pasó el seguro para que nadie molestara. Luego levantó su mano haciéndole una caricia a la pálida mejilla.
Nuevamente el azabache se quedó quieto, pero esta vez era por el tacto de esa mano, un cosquilleo eléctrico lo hizo jadear pero no le importó, se acercó más a ese tacto, cerrando los ojos, justo como hacen los gatitos y de repente sintió una tibia respiración en su cuello, el rubio estaba recogiendo su esencia, como hacen los perros.
Naruto se siguió acercando a ese níveo cuerpo acorralado y puso su pierna entre los muslos de Sasuke para separarlos, todo muy lento, despacio, con excesiva sensualidad.
Sasuke volvió a jadear por el acto y Naruto aprovechó ese momento para invadir su boca. No se contuvo en lo absoluto, saboreó aquella cavidad como si fuera el dulce más fino. Delineó con su lengua el labio inferior, como pidiendo permiso, Sasuke se lo concedió y abrió más la boca, dándole paso a la traviesa lengua del blondo, tan tibia, tan húmeda y a la vez tan adictiva.
¿Qué le estaba pasando? Él nunca había sido así de arrojado.
¿Qué tenía Naruto que podía hacerlo perder el raciocinio en tan solo un segundo?
Realmente no le importaba la respuesta, su cerebro tampoco estaba en condiciones de pensar, en ese momento solo quería disfrutar de ese beso tan invasor. Él también quería probar el interior de la boca de Naruto, así que comenzó a mover su lengua buscando un espacio para entrar, este hecho solo provocó una lucha con las dos lenguas donde ninguno de los dos sería ganador o perdedor, solo quedaría la satisfacción y el deseo de querer más del otro.
Una lástima que el maldito oxígeno se les estuviera escapando. Sasuke maldijo mentalmente cuando tuvo la necesidad de separarse para tomar aire, sin embargo su enojo y fastidio no duró mucho cuando Naruto lamió sus labios semiabiertos, como si estuviera marcando un terreno prohibido.
Sonrió un poco, solo un poco para que su orgullo no le reprochara, aun así Naruto notó su tímida felicidad y decidió aventurar sus manos a la delgada espalda, provocando más cercanía en los dos cuerpos.
_ ¿Ya me recuerdas?
_No, pero dudo que después de esto pueda olvidarte- enrolló sus brazos alrededor del cuello bronceado y acarició los cabellos rubios.
Se sintió un poco deprimido porque a pesar de todo Sasuke aún no lo recordaba; sonrió, estaba triste pero definitivamente disfrutaría del momento, volvió a besar los labios del azabache, que ya estaban hinchados por la insistencia de los suyos, acarició su espalda y deslizó las manos hasta el virgen trasero.
Sasuke jadeó por el apretón en sus nalgas y de paso para tomar un poco de aire, pero su boca fue nuevamente profanada y no tuvo tiempo ni para protestar. Naruto solo sonrió dentro del beso y siguió con lo suyo.
El pelinegro sentía sus piernas débiles, ya no podían sostener su peso y tuvo que apoyarse un poco en los hombros de Naruto. Estaba excitado y su hombría comenzaba a despertar. Cuando sintió que iba a desfallecer, el blondo se separó dando un paso atrás.
_ ¿Aún quieres que olvide todo esto?- sin terminar de preguntar ya había abierto la puerta y miró por encima del hombro antes de salir dejando a Sasuke con la quijada desencajada.
_ Usuratonkachi- metió sus manos en los bolsillos y el techo quedó vacío, solo con la compañía del viento que no paraba de soplar.
Ese día no logró recuperar las memorias perdidas, ni logró traer de vuelta la sombra del pasado, pero logró sembrar algo en el corazón de Sasuke y ésta vez se encargaría que no fuera borrado, su historia juntos renacería y esa era una promesa que iba a cumplir a cualquier costo.
Continuará...