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NUNCA DIGAS NUNCA. por solokik

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Notas del capitulo:

Lean.

Luhan estaba enloqueciendo, además de sentir una tensión infernal. Y dos emociones tan intensas y furiosas, ocurriendo al mismo tiempo no era una buena combinación. Su polla estaba tan dura después de asistir a la pequeña exhibición de Sehun que estaba seguro de que podía perforar un agujero en la  pared y enseguida joderlo.

Al ver bailar a Sehun fue como si la música hubiese ganado vida delante de sus ojos. Cada movimiento sensual de su cuerpo hablaba con Luhan de una forma tan profunda e intensa que parecía tocarle el alma, tanto que temía investigar más a fondo sobre sus sentimientos. Había quedado intrigado por Sehun desde el inicio, pero era el hermano del Beta y él no tenía intención de llevar su interés adelante sabiendo que no había una maldita oportunidad de tener lo que quería. Conocía las reglas: él era un guerrero y sus músculos traían a la manada seguridad extra.

No era digno de quedarse con alguien que estaba en una posición muy superior a la suya dentro de la manada. Y la posición de Sehun era tan noble cuanto podría ser. No era el Alfa o el Beta, pero estaba cerca. Era parte del círculo interno. Todavía no había descubierto cuál era el papel de Sehun en el círculo, pero, eso no era de su interés, de cualquier manera no necesitaba saber. A él le bastaba con que perteneciera al círculo interno. Eso volvía a Sehun prácticamente intocable. Agregar la rabia que veía brillando en los ojos del Alfa Baekhyun y el beta Kris direccionada a él, por no mencionar a la hermana de Sehun y el propio hermano de Luhan. Todo eso servía únicamente para alimentar su decisión de que debía dejar de lado cualquier fantasía oscura que tenía sobre romper las reglas y tomarlo como su compañero. Eso jamás pasaría. No importa cuánto lo quisiera, Sehun nunca podría ser suyo.

Y eso hizo que la pequeña exhibición de Sehun fuera más dolorosa de ver. Había sido hecho para bailar, para acompañar el ritmo de la música, fuera real o imaginaria, lo mostraba en cada vibración sensual de sus caderas. Debería estar en el escenario de algún lugar, compartiendo su don con el universo. Probablemente podría traer la paz mundial con solo un baile. Todo el mundo quedaría hipnotizado mirándolo y quedarían tan entretenidos que se olvidarían de cualquier disputa. Era lo que pasaba con él.

Y era ahí que sus problemas comenzaban y terminaban. Estaba tan fascinando por Sehun que eso estaba comenzando a interferir en su deberes. Ya había sido atrapado soñando con el hombre sexy en dos ocasiones distintas. Entonces… eso no podía pasar nuevamente, de ninguna manera.

Tenía que descubrir una forma de parar de pensar en el cuerpo perfecto de Sehun, la manera en que movía su cabeza hacia atrás y reía cuando veía algo divertido y el brillo en sus ojos color chocolate cuando la alegría de la vida se derramaba sobre ellos. Tenía que hacer lo imposible. Tenía que olvidar a Sehun.

Gimió y golpeó su cabeza contra la pared donde estaba apoyado. Se estremeció con el dolor que irradió por su cráneo, pero necesitaba hacer algo para limpiar su mente. Olvidar a Sehun sería como cortarse el brazo. Podía hacer eso, pero siempre sentiría como si una parte le estuviera faltando y el lobo de Luhan luchaba contra la posibilidad de no tener a Sehun en sus vidas. Podía sentirlo arañando para salir, rasgando sus entrañas hasta que sintió ganas de vomitar. Nunca tuvo que luchar tan arduamente para mantener a su lobo bajo control. Y eso lo preocupaba. El lobo de Luhan estaba más presente, su ligación más fuerte de lo que en la mayoría de los cambiaformas. Contaba con su lobo para darle la ventaja extra que necesitaba para ser aquel luchador feroz en el que se había convertido a través de los años.

Su forma humana no era tan grande pero aun así intentaba controlarse lo máximo para no parecer un monstruo. Su lobo era feroz y le daba fuerza para luchar cuando no necesitaba ser gentil. Sin él, estaba seguro que estaba lo suficientemente cerca de ser un omega. Y eso era algo que nunca admitiría a sus hermanos o a cualquier otra persona mientras su corazón latiera en su pecho. Necesitaba mantener esa apariencia. Esa fachada. Él era grande, enorme, una farsa musculosa. Y le gustaba ser un ejecutor, tener el poder y la fuerza para proteger a su familia y a su manada. Pero quería las cosas más suaves de la vida que muchas veces le fueron negadas porque parecía malo. Dormía con una lámpara encendida y fingía que necesitaba de eso para encontrar sus armas en medio de la noche. Admitir que tenía miedo de cosas que podrían surgir en medio de la noche no era una posibilidad.

Muy malo.

Él era de una casta de guerreros. Su hermano ya estaba enojado con él por fallar en sus funciones. Si encima se volvía motivo de burla, estaba seguro que Suho lo desterraría. Su hermano era muy serio sobre el deber y la honra, probablemente más que cualquiera que conociera. Suho vivía y respiraba la maldita cosa de cumplir sus funciones. Si la honra tuviera forma sólida, dormiría con ella. Él estaba obsesionado.

Desafortunadamente, su obsesión significaba que no había perdón para quien cometiera un error. Y al esquivar sus responsabilidades para soñar con Sehun, Luhan manchó su honra. Llevaría años para ganar el perdón de Suho.

Suspiro y se deslizó por la pared hasta sentarse en el piso, juntando las rodillas hasta el pecho descansando los brazos sobre ellas. Estaba tan jodido, no importaba lo que hiciera. Si se quedara con la honra y desistiera de Sehun, sería infeliz. Si se quedara con Sehun, estaría esquivando su deber y Suho lo desterraría, y sería infeliz. Por cualquier lado que mirara su situación, sería infeliz. Y si eso no era una mierda, no sabía lo que era.

—Luhan, es hora de nuestra patrulla.

Cerró los puños cuando se levantó, enseguida, siguió a sus hermanos descendiendo las escaleras en dirección al bosque. Así llegaron al límite de los árboles, tiró sus ropas, cuidadosamente doblándolas y deslizándolas en medio de los arbustos. De esta forma era más fácil para él vestirse cuando terminara la patrulla. Había algo sobre estar desnudo enfrente de todos que no le hacia sentir a gusto.

A él no le importaba si cada maldito lobo cambiaforma en el mundo se sentía a gusto al quedarse desnudo y transformarse enfrente de otro. A él no le gustaba. Prefería cambiar en privado. Temblores sacudieron su cuerpo, sus sentidos se intensificaron, y sus huesos se realinearon. El pelo dorado creció a lo largo de cada centímetro de su cuerpo, sustituyendo su piel.

Se agachó en el bosque, su respiración agitada debido al rápido deslocamiento. Su habilidad de cambiar de forma humana a su forma de lobo tan rápidamente era uno de los motivos que volvió a Luhan un luchador tan eficaz. Se transformaba mucho más rápido que cualquier persona que conocía, hasta sus hermanos. Era un tanto chocante. Una vez que su transformación estuvo completa, esperó a que sus hermanos terminaran sus propias transformaciones, para enseguida, seguir hacia el bosque. Nunca tomaban el mismo camino dos veces, alternando entre diferentes áreas del territorio del alfa Baekhyun. Seguir el mismo camino volvía a las personas distraídas y las distracciones llevaban a la muerte. Suho odiaba a las distracciones. Luhan tuvo que enfrentar su ira en más de una ocasión. Había aprendido desde de siempre que hacer lo mejor era lo aceptable. Cualquier cosa menos que eso era pusilánime

Trotó al lado de sus hermanos, observando cuidadosamente, atento cualquier indicio de que algo estaba mal. El olfato no era su habilidad más fuerte. Ese era el talento de Suho que podía sentir el aroma de un ratón a dos kilómetros de distancia. La audición era el punto fuerte de Kyungsoo. Suho podía sentir el aroma, Kyungsoo podía oír. El talento de Luhan era su fuerza.

Podía sentir el aroma y oír mejor de lo que lo hacía un lobo común, pero no tanto como sus hermanos. Normalmente sólo esperaba a que ellos dieran indicación de que podría haber algo mal y enseguida él entraba en el campo de batalla. Con todo y eso, escucho y sintió a alguien en el bosque al mismo tiempo que sus hermanos. El fuerte olor que los rodeaba les decía que  quien quiera que fuera, el que estaba en el bosque no pertenecía la manada, pero era un cambiaforma lobo con certeza y no estaba solo. Luhan podía percibir por lo menos, cinco olores diferentes.

Los pelos de su lomo se erizaron y un gruñido comenzó a formarse en su garganta. La cabeza de Suho se movió a su alrededor, un gruñido bajo, gutural emanaba del lobo. Luhan engulló su propio gruñido bajo sabiendo que su hermano quería que él se quedara quieto hasta que descubrieran a quien se estaba escondiendo en el bosque. Cuando Suho avanzó, Luhan siguió atrás de él, teniendo cuidado donde pisaba.

Las hojas habían comenzado a caer, formando un tapete en el piso con ricos tonos de dorado y marrón. Era lindo de ver, pero un verdadero infierno si pretendías moverte furtivamente. Siguió atrás de Suho y Kyungsoo por algunos minutos, hasta que un leve movimiento a su izquierda llamó su atención.

Volteó a tiempo de ver a un gran lobo cenizo surgir de entre los árboles y venir en su dirección. Gruño una advertencia a sus hermanos y enseguida viró para enfrentar al enemigo, dientes expuestos, garras cavando en la tierra para darle estabilidad para el combate que se aproximaba. En aquel momento, él era un predador, peligroso y poderoso.

El lobo gris chocó contra él, bajando la cabeza avanzó en la pata delantera de Luhan. Habiendo sido un luchador por mucho más tiempo de lo que le habría gustado, estaba listo para ese movimiento. Esperó al último segundo posible, entonces movió la pata, atacando el hocico del lobo. Sintió dientes raspando su pata, pero ignoró el dolor y rápidamente se giro y clavó los dientes en la cadera peluda del lobo, tan fuerte, que llegó hasta el hueso. Los ojos de Luhan brillaron de alegría feroz cuando el lobo gritó alto e intentó alejarse como fuera, en aquel momento se estaba dando cuenta que enfrentaba a un lobo mucho más fuerte. Apretó su mandíbula hasta que el lobo gimió y paró de luchar para huir. Estaba algo decepcionado por la rapidez con que la batalla había terminado. Tenía un montón de agresividad para desparramar en aquel momento y una buena lucha era la mejor forma de hacerlo. Sin embargo, atacar a alguien en desventaja iba en contra de todo lo que su hermano le había enseñado acerca de la honra y Luhan presionó su ventaja una última vez antes de liberar al lobo y puso atención en la dirección que el lobo había venido.

No sabía quién era, pero sabía que no estaba solo. Suho y Kyungsoo habían ido hacia adelante. Sabía que ellos estaban cazando a los otros invasores y corrió para alcanzarlos, rastreando con la nariz y orejas de la mejor forma que podía. Cuando escuchó los sonidos de gruñidos y lucha por todo el bosque. Siguiendo el sonido, se giro y corrió más rápido. Entró en un pequeño claro a tiempo de ver a Kyungsoo descender sobre dos atacantes.

Gruño para dejar a su hermano saber que estaba allí, pero principalmente para ahuyentar a los otros lobos. Corrió tan rápido como podía, directo hacia los lobos que estaban cerca de su hermano. Sintió las garras afiladas clavarse en su flanco cuando sometió a uno de los lobos, cayendo encima de él. Estaba sangrando y sabía eso, pero se rehusó a desistir. Moriría antes de rendirse. Mostró los dientes y gruñó, golpeando la barbilla, alertando al lobo de su muerte inminente si no retrocedía. Podía desistir o morir. La elección era de él. Cuando el lobo gruñó de vuelta, la decisión fue tomada.

Sintió una puntada de arrepentimiento cuando el lobo envistió contra él. Sabía que era inevitable, pero a Luhan no le gustaba matar otros lobos. Ese era su deber, pero no significaba que lo hacía con placer o satisfacción. Era necesario. Alguien tenía que hacerlo, y como un lobo grande y poderoso, era su deber, no importaba cuánto lo odiase. El sabor a cobre de la sangre, le saturó la boca cuando rasgó la garganta del lobo y vio la vida desaparecer de sus ojos. Intentó no tragar cuando volteó para enfrentar al otro lobo. Su corazón se aceleró cuando vio que solo él, el lobo muerto y Kyungsoo inconsciente en su forma de lobo permanecían en el pequeño claro.

El otro lobo huyó. Y no tenía idea de dónde estaba Suho. Levantó el hocico al aire y aulló tan alto como podía, rápidamente inclinó la cabeza a un lado, intentando oír cualquier sonido que le diera la localización de Suho. Escuchó un aullido en respuesta, pero el sonido no pertenecía a su hermano. El aullido del lobo de Suho era mucho más profundo, más fuerte. Pero reconocía al lobo que le estaba respondiendo.

Aulló nuevamente y nuevamente hasta que tres lobos surgieron por entre los árboles y corrieron en su dirección. Evitando recordar el hecho que estaba desnudo en presencia de aquellos lobos, cambio cuando llegaron, esperando hasta que los tres lobos pararon enfrente suyo y retomaron su forma humana también. Quedó momentáneamente distraído por el hecho de que uno de los lobos frente suyo era Sehun. Había una regla tácita de que un cambiaforma no encaraba a otro desnudo. Era considerado una grosería. Ellos medio que fingían que no estaban desnudos.

No consiguió evitarlo, perdió el aliento cuando vio lo tentador, atrayente y masculino que era Sehun. Decir que era guapo sería un eufemismo. Era increíblemente atractivo, su forma elegante, delgado, alto pero no mucho. Su piel brillaba con un bronceado saludable, que deliciosamente esculpía sobre los definidos músculos. Comenzó a jadear suavemente, su polla endureciendo, visiones de lo que podría hacer con cada pulgada deliciosa de aquel cuerpo comenzaron a llenar su mente tan rápido que no conseguía concentrarse en nada.

La presencia de Sehun robó la atención de Luhan y un silbido profundo lo despertó de su transe. Rápidamente desvió los ojos y se giro hacia su alfa, sintiéndose mortificado por haber sido atrapado admirando a Sehun, especialmente en tales circunstancias. Rezó para que los otros ignorasen su polla dura proyectándose y se concentró en la tarea en sus manos.

—Alfa Baekhyun.— asintió con la cabeza en dirección al lobo muerto en el suelo. —Descubrimos cinco lobos en el área. Atacaron antes que pudiéramos preguntar. Durante la batalla Kyungsoo fue...— Empalideció cuando percibió que había olvidado completamente a Kyungsoo.

Corrió al lado de su hermano, cayendo de rodillas cuando extendió la mano para rodarlo de espalda. Había varias marcas de mordida y algunas marcas de garras, pero estaba más preocupado por la hinchazón en la sien de Kyungsoo. Estaba seguro que era por eso que su hermano estaba inconsciente.

 —¿Qué pasó?— Preguntó Baekhyun cuando se arrodilló del otro lado de Kyungsoo.

—Como dije, fuimos atacados antes que pudiéramos interrogar a los lobos. Lastimé uno en el bosque y maté a este de aquí.— Asintió con la cabeza en dirección al lobo muerto a pocos metros de distancia. —El segundo lobo con quien Kyungsoo estaba luchando huyó durante la lucha.

—¿Y Suho?

—No lo sé, Alfa.—Y nunca se perdonaría ese hecho. Debería haber sido más rápido, más agresivo, luchado más. —Encontré a Kyungsoo luchando contra dos lobos cuando llegué aquí. No he visto a Suho desde que nos separamos.

 —Kris, lleva a Sehun busca en el bosque. Luhan y yo llevaremos a Kyungsoo con Taeyeon. Los ojos de Luhan se clavaron en Sehun.

—Oh, pero…— Un estrechamiento de los ojos de Baekhyun reprimió cualquier palabra de resistencia de su parte, pero solo un poco.

Llevó todo su control no exigir que Sehun volviera a la casa alfa. No quería a Sehun en el bosque si hubiera algún peligro. Él no fue hecho para luchar. No le había gustado ni un poco la orden del alfa Baekhyun. El pensamiento de que Sehun fuera herido le heló la sangre.

—Alfa, por favor, permita que acompañe a Kris. Yo soy un luchador entrenado, él podría necesitarme.

—¡No!— Gruño Kris. —Tú vas a acompañar a nuestro alfa de vuelta a la seguridad de la casa.— Apuntó el dedo hacia Luhan, la amenaza vívidamente clara en sus ojos castaños profundos. —Aléjate del Alfa antes de que vuelva y vas a desear haber muerto en manos de esos lobos.

Tragó en seco cuando asintió. Había una razón por la cual Kris era el Beta de la manada Jinyang. El hombre daba a la palabra "sanguinario" un nivel totalmente nuevo, lo cual era una de las razones de Baekhyun para hacerlo su Beta. De cualquier manera, un nudo se formó en su garganta cuando acompañó con su mirada la partida de Sehun. Le llevó cada gramo de autocontrol que poseía y había perfeccionado durante todos aquellos años para no correr atrás de él. Todo dentro de él gritaba para no dejarlo irse.

—Él va a estar bien.— Dijo Baek.

—¿Alfa?— Las cejas de Luhan se movieron lentamente hasta la cabeza cuando se volteó para mirarlo.

 —Kris no dejará que nada le pase a su hermano.

Sabía que Baekhyun tenía razón, pero eso no le impedía preocuparse. Sehun no tenía porqué salir atrás de unos lobos rebeldes.

—¿Cómo nos encontraron?— Preguntó cuando la pregunta de repente le vino a la mente. —Solo comencé a llamar a Suho algunos minutos atrás. Ustedes tenían que estar cerca del camino para llegar a encontrarme tan rápidamente. ¿Acaso alguien descubrió que encontraríamos lobos rebeldes?

—Algo como eso.— Dijo Baekhyun, sin mirarlo a los ojos lo que parecía muy extraño.

Él era un alfa. En su experiencia ellos no tenían miedo de nada. Cuando conoció al alfa Byun Baekhyun supo que era doblemente verdad. Él era uno de los alfas más fuertes y poderosos que existía.

—Si tú agarras los pies, yo me ocupo del tronco.

—Yo puedo llevarlo Alfa.— Sin esfuerzo levantó a su hermano y lo movió para llevarlo en la forma de los bomberos.

El viaje de vuelta a casa demoró un poco más de lo que le habían tomado para ir al bosque. Al momento en que llegaron a los escalones del frente, estaba jadeando un poco.

Las palabras que había dicho a Baekhyun. r13;"Él no es pesado. Es mi hermano"r13; Eran un montón de mierda.

Debería haber aceptado la ayuda del Alfa. Kyungsoo pesaba una tonelada. Lo llevó hacia la casa y subió las escaleras en dirección a los cuartos que les habían asignado a él y sus hermanos cuando decidieron quedarse en la manada. Escuchó al alfa llamar a Taeyeon mientras alcanzaba el cuarto que pertenecía a su hermano. Rápidamente, pero con cuidado, lo colocó en la cama, dando un paso atrás con la misma rapidez cuando Taeyeon entró corriendo al cuarto.

—Díganme lo que pasó.— Ordenó. Luhan sabía que no debía discutir con la mujer. Ella era más aterradora que el alfa cuando estaba enojada.

—Estábamos luchando contra varios lobos rebeldes. No sé exactamente lo que pasó con él. Solo cayó al suelo en el momento en que maté al lobo que lo atacó.

—¿Sabes si se golpeó en la cabeza?— Preguntó Taeyeon mientras lo examinaba cuidadosamente.

—No.— Movió la cabeza. —Cuando llegué al lugar, Kyungsoo estaba luchando contra dos lobos. Yo empecé a luchar con uno de ellos. Pensé que él se estaba enfrentando al otro, pero cuando me volteé hacia él…— Hizo una mueca por la amargura que aquellas palabras le causaban, una oración tan simple resumiendo la vida de alguien. No parecía justo. —Soo estaba en el piso y el otro lobo había huido.

—Creo que solo es una contusión.— Dijo Taeyeon. —Cuando se despierte, lo haremos cambiar y debería estar bien.

—Gracias.— Susurró en un suspiro de alivio. Kyungsoo podía enloquecerlo tanto como Suho, pero amaba a su hermano. Si alguna cosa le pasara, nunca se perdonaría por no haberlo encontrado más rápido. Ahora, solo tenía que preocuparse por Suho... Y Sehun.

Notas finales:

Hasta el Lunes n.n


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