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Torre de Marfil por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola, hola~

Me he retrasado, lo siento, en parte fue por que tuve que viajar, a matricularme en la Universidad, y mi bus se retraso y bueno todo mal, ayer no estaba con animos de nada, pero me di el trabajo de responderles a todos ;)

Muchas gracias por sus cometarios, y por supuesto si quieren saber que les he contestado, pues pasen a ver, no perderan mucho :3

Bueno, yo ya estoy cansada de escribir, asi que les dejo el capi. Disfruten <3

Capítulo 10: Noticias sorpresivas.

-Exactamente. Yo le he dado muchas oportunidades a Paola, nuestra actual cocinera, pero ella insiste en desafiar a Castiel. Yo voy a despedirla este fin de mes. Y me gustaría que alguien como tu fuese su reemplazo. –

La mente de Daniel era un caos. Se suponía que había llegado hasta allí para celebrar el primer año de Theo, el hijo de su mejor amigo, pero en medio de esa celebración había terminado recibiendo una propuesta de trabajo, y no solo eso, sino además la opción de continuar cerca de Castiel y Giulian. Al menos eso por ahora, pues no podía imaginar con  que otras sorpresas se encontrarían.

-¿Va a despedir a la mujer? –Fue lo primero que pregunto. Incomodo, por supuesto, con una situación en la que él se quedaría con el trabajo y el sueldo de otra persona. Reconocía que era la oportunidad de su vida, sin embargo no podía evitar sentirse mal al dejar a alguien en la calle.

-Correcto –Respondió el varón sin un ápice de duda –Independiente de si aceptas o no el empleo. No quiero despedir a Paola por darte un espacio a ti. Por mucho que te aprecie mi pareja, no soy el tipo de persona que hace eso –De alguna manera al escuchar esas palabras, Daniel se sintió significativamente más aliviado –Los problemas con Paola, nuestra actual cocinera, llevan mucho tiempo. Incluso mi hermana ha insistido con que sea yo quien la despida, antes de que ella la eche de aquí, sin nada más que lo puesto. –

-¿Por qué quiere despedirla? –Interrumpió Daniel.

-Ya te lo he dicho. Ella insiste en desafiar a Castiel, la verdad es que no acepto la idea desde un comienzo, la llegada de Castiel y Giulian nunca le vino en gracia, el embarazo le dio igual, porque pensaba que ellos se marcharían pronto, pero las cosas cambiaron y creo que ella no puede, ni se esfuerza si quiera en aceptarlo. Y Castiel, quien más tiempo pasa en este lugar, es quien sufre las consecuencias también. Por supuesto yo lo hable en repetidas ocasiones con Paola, pero  ella se niega a rectificar su comportamiento, y sinceramente ya me he aburrido de la situación. –Explico soltando un largo suspiro.

Daniel era un muchacho inteligente, su pá le había protegido mucho dentro de la sociedad, pero el comprendía que como doncel, era un ser despreciado en muchos lugares, y que de la misma manera Castiel había sufrido discriminaciones desde pequeño. Su triste realidad, sin duda le ayudo a comprender que no eran exageraciones del hombre, sino más bien, la verdad.

-Solo quisiera saber dos cosas más –Externo el doncel, con su vista fija en el varón, quien con simpleza hizo un gesto de: “Adelante”. Que le permitió proseguir con confianza -¿Por qué me ha escogido a mí? ¿Y porque ha esperado que Castiel se fuera para hablar conmigo? –

Muchacho inteligente sin duda alguna. A ratos le sorprendía que ese dulce doncel con rostro de inocencia, fuese el mejor amigo de su tierna pareja. Christopher sonrió de medio lado y se acomodó en el asiento.

-Lo primero –Dijo tranquilo –He pensado en ti desde hace tiempo. Mientras cocines bien, puedes cumplir el trabajo que yo exijo, por lo que eso no es problema. Lo que realmente me ha impulsado a creer que eres perfecto para este puesto es tu amistad con Castiel. No quiero arriesgarme en contratar a otra persona, sin la seguridad de que podrá aceptar a mi doncel y nuestra familia. Puedo confiar en ti y no solo eso, además me parece que sería una estupenda compañía para Castiel, pasa demasiado tiempo solo en este lugar. –Externo, dejando completamente convencido al menor –Y sobre lo segundo. Eso es muy fácil, espere a que Castiel se marchara, porque mi dulce esposo, también es ingenuo como ninguno, y si lo dejaba unirse a esta conversación seguro haría de todo por salvarle el pellejo a Paola, y de todos modos convencerme para que te contrate en alguna otra labor. Sin duda, prefiero dejarlo fuera de esto. Es más fácil si luego se encuentra con la sorpresa y las decisiones tomadas, seguro que me hace un pequeño berrinche y luego  se le olvida. –Sonrió encantado.

Aquel gesto se contagió en el menor, quien con serenidad soltó una pequeña carcajada y dijo encantado:

-Seguro que no encuentro, hombre más enamorado que tú en este planeta. –

-¡Es completamente cierto! –Aseguro Christopher –Tu amigo, me saca de mis casillas con frecuencia. Créeme que a veces no puedo con alguien tan ingenuo como Castiel, pero finalmente, el y nuestro hijo, me tienen comiendo de sus manos –Confeso.

-¿Quién te tiene comiendo de su mano? –Esa era música para sus oídos, apenas llevaba unos minutos sin oír la voz de Castiel y ya comenzaba a extrañarle.

-Tú y Theodore ¿Quiénes más podrían ser? –Admitió Christopher, alzando sus manos para que el menor se acercara –Obediente el doncel, se acercó sin pensarlo más de una vez.

Continuaron durante unos minutos con una amena charla sin sentido. Luego y tras el cansancio de varios dias preparando la fiesta. Los dos anfitriones decidieron marcharse a dormir, aunque claro, antes le mostraron a su invitado, la habitación, donde él pasaría la noche.

-Que tengas buenas noche Daniel –Deseo Castiel antes de salir de la habitación. Encontrándose con Christopher que estaba en el marco de la puerta.

-Buenas noches a ambos –Deseo de la misma manera el joven, sentado al borde de la cama. Su amigo fue el primero en marcharse, mientras que el  empresario tardo un poco más, alcanzando a oír las últimas palabras del menor –Acepto el empleo. –

Christopher asintió, con una sonrisa ladina, estaba a punto de cerrar la puerta cuando en un susurro, apenas audible, soltó:

-Hablaremos de tu contrato mañana –Cerro la puerta y se marchó sin hacer mayores escándalos.

El avanzo hasta su habitación, observo Castiel cambiándose de ropas, y no pudo resistir acercarse a él, alzándolo a unos cuantos centímetros del piso, besándole la espalda, y aprovechando respirar el suave aroma que desprendía su amado.

-Tardaré un poco en venir a dormir –Confeso triste, por no poder meterse con su adorada pareja, en la cama.

-¿De qué hablas? ¿Tienes algo que hacer? –Pregunto deprimido.

-Unos papeles de la empresa –Aclaro. Consciente de que Castiel siempre cedía, si eran cosas del trabajo.

Por supuesto el más pequeño, inflo un poco sus mofletes, en un gesto descontento, se volteo por unos segundos, y luego beso los labios de su hombre, para auto-concederse el beso de las buenas noches.

-¡Anda! Termina pronto tu trabajo y no te excedas mucho. No quiero verte otra vez con una jaqueca como la del otro día –Alarmo el menor.

-Ni lo digas. Terminare ese par de documentos y regresare enseguida –Ánimo, sin querer recordar esos dolores de cabeza, que su médico había catalogado, seriamente, de estrés.

Bajo a la primera planta y se encerró en su oficina. Bien sabía el que no eran asuntos de la empresa, su prioridad en ese momento. Pero aun tenia algunos trámites legales por hacer y quería dejarlos listos lo antes posible. En primer lugar la carta de no renovación para el contrato de Paola en ese año, así como también un dinero para la mujer que había trabajado varios años en su casa. Al mismo tiempo debía hacer un documento ficticio para la contratación de Daniel. Legalmente era imposible contratar a un doncel, sin embargo él, como una persona ordenada, no podría dejar nada al aire, y de la misma forma en que toda su gente tenía un contrato, Daniel también  lo tendría. Esos documentos fueron un caso bastante sencillo, lo complejo venia ahora,  y es que su compromiso con el doncel, iba un poco más allá de un simple trabajo.

A la mañana siguiente, y como todos los dias, Castiel vistió y alimento su nene hermoso, luego de eso, comenzó a despertar a todos en su familia para tomar el desayuno. Sin embargo abandono la mesa a medio comer, para llevarle algo ligero a su hermano, quien había despertado con dolor de cabeza. Y aprovechando que la ausencia del doncel se extendió un poco más de lo esperado. Christopher sonrió y puso una carpeta sobre la mesa.

-Tu y yo sabemos que por el estado del doncel frente a la justicia, no podemos hacer un contrato legal, sin embargo, ayer he preparado este documento, es algo simple, más que nada para estipular nuestras obligaciones, como empleado y empleador.

El papel se extendió frente a Daniel, el con tranquilidad tomo el oficio entre sus manos y comenzó a ojearlo sin apuro, Cocinar, desayuno, almuerzo, cena, y meriendas si hacía falta, incluido el trabajo de limpieza en la cocina y la preparación del lugar de comida. Algo relativamente sencillo, por una suma que le pareció exageradamente alta, aun si era Christopher Owen, quien le estaba contratando.

-¿Bromeas? ¿Esto es lo que recibiré al mes? –Pregunto anonadado.

-¿Te parece poco? Es lo que pago en estos momentos, a mi cocinera, por los mismos servicios. Hoy domingo, ella no se encuentra, es su día libre. Para ti será lo mismo. Aunque debes dejar preparada la comida de los domingos, el día anterior. –

-¡Es exagerado! Prácticamente no  debo hacer nada. –

-Mis trabajadores, todos, reciben buenas sumas por sus servicios, especialmente quienes trabajan en mi casa. –Explico bebiendo un poco de café –Por cierto. No solo es mi compromiso a emplearte y ofrecer una recompensa por ello. Además quiero que sepas que he decidido tomar algunos asuntos en mis manos, y mejorar también tu situación laboral. –

Palabras complejas que en realidad solo significaban el gran cambio que ocurriría en su vida.

-Giulian es el dueño legítimo de las escrituras de tu casa, pero él me ha entregado la escrituras a mí, desde que le comente sobre ti como nuestro cocinero –Un escalofrió le recorrió la espalda ¿Acaso el hombre estaba insinuando que le dejaría sin hogar, otra vez? –En este momento las escrituras son mías, y yo puedo disponer de ellas  a gusto, por lo que la casa está en venta desde ayer por la noche. El sector es complicado por lo que no he contactado a mi corredor de propiedades, la verdad espero simplemente recibir alguna oferta y venderla de inmediato. –

-¡Imposible! Esa propiedad me la dio Castiel, tú no puedes quitármela –Rebatió, intentado tragar el nudo que tenía en su garganta, conteniendo la impotencia, que le causaba esa situación.

-Eres igual a Castiel –Dijo Chris, tras una carcajada burlona –Nunca me dejan terminar de hablar.  Escucha muchacho, tu casa queda a, mínimo, dos horas de aquí, en cualquier transporte público, eso sí es un recorrido directo y tienes suerte de viajar sin contratiempos ni congestión vehicular. Además no hay transporte público que llegue exactamente a esta zona que es privada, por lo que tenía que caminar a pie, mínimo, media hora más. Sin duda estoy descontento y preocupado por la situación. Tú lo sabes, debes presentarte en esta casa temprano, y no te marchas exactamente antes de que se oculte el sol, así que tus traslados serán una tortura –Explico el pelinegro.

-¿Pero que me propones entonces? ¿Quieres que pierda mi hogar y me quede a vivir aquí como empleado? –Pregunto aun impotente. Su casa podía no ser el gran lujo, estaba lejos y lo sabía, en una zona muy complicada. Pero ya era suya, y con esfuerzo la mantenía y cuidaba.

-¡Por supuesto que no! Ninguno de mis empleados vive en mi casa. –Aseguro severo, y hasta un poco aburrido de esa conversación tan enredada. Aunque de alguna manera le recordó esos tiempos en donde hablar con Castiel era como chocar una y otra vez contra un muro –He comprado una propiedad, es un departamento pequeño, en el centro de la ciudad, solo tiene una habitación, baño y cocina, un espacio de living comedor. Está ubicado a diez minutos en transporte colectivo, y luego deberías sumarle la media hora para llegar aquí, es como y será tuyo, de ahora en adelante. –

Tras esas palabras, Daniel, no pudo más que quedarse perplejo.

Por otro lado, aunque no muy lejos de ese lugar. Castiel estaba tardando más de lo esperado, en una conversación que no creyó tener con su hermano, no en ese momento, y mucho menos en ese contexto.

Había llegado hace solo cinco minutos, con una pequeña bandeja de comida, y a Theo pisándole los talones por ver a su tío adorado. Giulian estaba despierto, se había quejado de un pequeño dolor de cabeza, y Castiel insistió en dejarlo en cama todo el día.

-¡Theo subió contigo! –Exclamo el hermano menor, feliz de ver a su sobrino –Anda, ven acá y dame los buenos dias –El nene con  sus pasitos encantadores se acercó a la cama y alzo sus brazos para ser recibido por su tío. Giulian le alzo, pero nuevamente evito darle algún beso, por temor a contagiarle. Aun cuando estaba seguro de ya haberse mejorado – ¿Cómo ha amanecido el niño más grande de la casa? –Pregunto divertido, mientras su sobrinito se retorcía en cosquilla, y carcajeaba con ternura.

-Ya déjalo, se hará pipi y acabo de cambiar sus pañales –Dijo Castiel medio molesto, no es que le molestara cambiar los pañales de su nene, pero no le agradaba la idea de hacerlo otra vez, cuando solo había pasado diez minutos.

Resignado soltó al bebé y recibió la bandeja entre sus manos. Castiel sentado en el borde de la cama, enredo sus dedos con nerviosismo y miro a su hermano. Delatándose instantáneamente.

-Dilo –Soltó Giulian tranquilo.

-¿Qué cosa? –

-Los que sea que quieras decir. Solo enredas tus dedos cuando estas nervioso, y sospecho que esta vez traes algo conmigo –Dijo sereno. Castiel solo pudo soltar un suspiro.

El tiempo se detuvo un momento, mientras que el doncel no sabía si era necesario realmente, meterse en la privacidad de su hermano. Finalmente comprendió, que no podría quedarse tranquilo hasta descubrirlo.

-¿Has peleado con Anastasia? –Dijo bajito y tímido.

Esperaba varias reacciones de parte de su hermano, pero lo que sucedió sin duda le dejo inquieto. Giulian solo soltó los cubiertos y dio un suspiro, negando con la cabeza.

-¿Por qué preguntas eso? –

-No la has invitado a la fiesta. Ella es tu novia, siempre va contigo a todas estas cosas –Argumento el menor –Tu sabes que todos queremos mucho a Anastasia aquí, no pensé que fuera necesario decirte que le invitaras, después de todo, es tu novia –Y Giulian volvió a negar con la cabeza.

-Ya no más. Hemos roto la semana pasada –Admitió cabizbajo.

Notas finales:

¡Wow! ¡Wow! Se supone que quiero acortar el fic, pero no se como, me las he arreglado para desarrollar solo un tema en este capitulo... Definitivamente mal.

Bueno, ignorando lo mala que soy cortando fics. Continuemos.

¿Que les ha parecido? Lo se, un poco tedioso, pues solo me dedique a la contratacion de Daniel. Pero oigan, les he dejado un buen rollo al final ;)

¿Que piensan de esto? Nuestro lindo Giulian a roto con su novia O:

Estare esperando sus comentarios.

Nos leemos pronto~


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