19.-Nuevo comienzo, Posible pareja.
Después de tres años había decidido dejarlo todo. Tuve que ir a terapias para poder arreglar los pedazos que aún quedaban sin romperse. Quite de mi mano el anillo de madera y lo observe por un momento. No quería recordar nada, era demasiado doloroso.
Lo tire por la ventana igual que mi pasado. No me lamentaré más. No tendría por qué aferrarme a un vago recuerdo. Salí de la habitación para encontrarme con un pequeño niño, con una enorme gorra que le cubría la cara. Su sonrisa se hizo enorme al verme.
—Tío Usagi-ani—Corrió para abrazarme. Sus brazos eran tan cortos para rodearme. Lo cargue; divirtiéndolo. Apenas tenía tres años pero pareciera que tenía toda una vida conociéndolo. Desde el aborto no me había sentido tan bien cómo cuándo él estaba a mi lado. Incluso sentía que era cómo mi hijo. —Llévame al parque, Tío Usagi-ani.
—Si terminas tus deberes Yujiro—bese su cabeza. — ¿Y tus padres? Imagine que hoy te llevarían a jugar
— Papi me llevará después de la comida. —Recargo su cabeza en mi hombro. —Pero quería pasar tiempo contigo…—Se puso triste, siempre pasaba eso cuándo no pasaba tiempo con él. Quizás la mala costumbre de cuidarlo de bebé hizo que pensara mal, y ahora siente que soy una figura paterna.
—Dile a tu papi que yo te llevaré. —Le sonreí en complicidad de un pequeño trato. Uno de muchos. —Pero terminarás tus deberes.
—¡¡Sí!!—Grito, despertando a su joven padre. Quien corrió asustando hasta donde estábamos para saber si algo malo pasaba.
—Yujiro-san ¿Estás bien?—Ambos volteamos a ver. Lo baje hasta que sus pequeños pies tocaron el piso. —Usagi-ani no imagine que estuviera despierto. Lamento si Yujiro-san lo despertó, siempre le ha gustado hacer eso. Incluso a Usagi-san le irrita ser despertado por los movimientos bruscos que ocasiona en la cama para despertarlo.
—No me molesta. No tendría porque, él está en una edad donde debe de disfrutar cada momento. —Hice una pausa para seguir. — Aprovechando que estás aquí. Te quiero pedir que me dejes cuidar a Yujiro hoy; Hay una nueva película en el cine y me gustaría llevarlo a verla.
—D-de acuerdo, pero vuelvan pronto. Y no descuides a Yujiro-san.
— Lo haré Takahashi-kun. —Al fin convivíamos “bien” y eso me agradaba. La estabilidad en la casa era satisfactoria para mí.
Yujiro se fue para hacer sus deberes y acabar de desayunar el desayuno a medias. Mantenía la casa de cabeza. Todo era un desorden, pero gracias a él se sentía un aura diferente. Sus juguetes estaban regados sobre el sofá y a un lado se encontraban mis planos de arquitectura. Acaba de terminar un nuevo proyecto, además del trabajo planeaba hacer mi propia casa con mis arreglos personales.
Vi disimuladamente a la “familia” central de esta mansión. El pequeño era regañado con regularidad por jugar con sus alimentos. Me molestaba que hicieran eso. Agarre mis planos y los lleve a mi recamara para salir por mi sobrino.
—Ya es hora Yujiro, vámonos. —Lo llame. —Debemos de irnos ya, la película empieza en una hora.
— ¡Sí!—Fue conmigo para irnos, agarro mi mano con fuerza. Ni siquiera en mis sueños hubiera soñado con vivir esto. — ¿¡Qué película veremos!?
—La película que deseaste ver la semana pasada—Sus ojos se iluminaron de repente y dio un enorme salto.
— ¡No puede ser! Saldría en una semana. Ninguno de mis amigos la ha visto. ¿Cómo le hiciste tío Usagi-ani?
—Tengo contactos, sabía que te gustaría. —Me gustaba tanto verlo — ¿Por qué lloras?
—A veces me gustaría que tú fueras mi papá —Arrugo mi chaqueta molesto. No podía ponerlo en contra ni decirle “yo también”. Porque mi lugar claramente no era ser su padre sino su tío.
—Vámonos. —Nos fuimos rápidamente, faltaba quince minutos para que empezara la película y aún ni sabíamos donde sentarnos. No imagine que Takahashi tuviera que hacer tanto.
Entramos a la sala haciendo mucho ruido por los fuertes gritos de mi escandaloso sobrino. Nos sentamos en la parte trasera para disfrutarla mejor pero sólo se escuchaban ruidos sumamente enfadosos que aturdían los oídos de las personas. Ni siquiera paso la hora para escuchar que tenía sueño.
—Tengo sueño tío Usagi-san—Su mano sobre su ojo para tallárselo. Se recargó sobre mí. La película trascurría pero ya ni siquiera la estaba viendo.
—Duérmete, yo te cuidaré.
—S-sí. —Cerró sus ojos. Bostezo para decirme entre murmullos—Hasta m-mañana.
Al terminar lo lleve cargando hasta el auto, lo puse en el asiento delantero y lo abrigue con mi saco. Subí en el asiento para arrancar e irnos a casa. Bostece, por el sueño que cegaba mis ojos.
Me estacione afuera de mi casa y baje con Yujiro, quien dormía plácidamente sobre mí. Ya era muy tarde. Un sujeto se acercó a mí. Me mantuve cuidadoso. A pesar de estar en una residencia ya no confiaba en las personas
—Debes estar muy cansado ¿Te ayudo?—Dijo con amabilidad. No me convenció y seguí caminando
—No, gracias…Yo puedo solo—Intenté ignorarlo. No tenía ningún interés en volver a hablar con desconocidos y se lo recalcaría en un cercano futuro a Yujiro.
—Vamos, te ayudo—Se paró enfrente de mí para impedirme el paso. Este tipo es más enfadoso que el “otro”. — ¿Es tu hijo?
—No tengo porque responderte eso y será mejor que me des el paso antes de que llame a la policía por acoso. —Arremetí y logre esquivarlo, él se quedó mudo con mis actos pero no me importo mucho.
— ¡Hey! ¿Te gustaría salir conmigo? —Expreso seguro de si mismo. Me molestaba su actitud se parecía a…
—Vete al diablo. —Lo corte para evitar pensar en aquello.
¿Quién era ese tipo? Pedirme una cita cuándo ni siquiera nos conoces es de un lunático. Acosté al pequeño en su cama y lo vi dormir durante un rato. “¿Es tu hijo? No lo era, pero la sensación era la misma. Aún recuerdo el momento donde lo encontré comiéndose las galletas en la cocina y lloraba por eso. Entre dientes pronuncio que le tenía miedo a su padre, por un posible regaño. Definitivamente fue un caos al enterarse Akihiko. No le gustaba que su hijo comiera cosas dulces porque le irritaban el estómago y lo tendrían que llevar al pediatra.
Y para acabarla lo tuvieron que llevar. A pesar que evite que lo regañaran no se salvó de visitar un hospital. Todo me hizo estremecer, me fui tiempo atrás… ¡No! No debo de recordar, no ahora. Ya se acabó.