24.-Hermanos.
Nunca lo había visto de esa manera tan agonizante. Intentó recobrar el piso, para mirarme a mí de reojo y después ver al niño que se encontraba a un lado de mí.
—Él es… —Yuichi se le quedo viendo de forma extraña, para girar su rostro con el mío, y algo temeroso apartarse de Haitani.
—Es mi sobrino. Se llama Yuichi Usami. —Le dije, mientras las pequeñas manos del menor apretaban la tela de mi ropa.
— ¿Tú sobrino? …—Lo expreso de manera dudosa, No me había creído que lo fuera. Apenas agarro la punta de la gorra para subirla un poco, cuándo Akihiko se posó detrás de mí. Con una terrible aura. Jaló rápidamente a Yuichi para decirle que fuera a su recamara. Él obedeció. Mientras mi invitado sostenía una sonrisa demasiado irritante.
— ¿Qué haces aquí? Te di dinero suficiente para no volver a verte. —Repuso molesto. Sabía que en el pasado ellos dos habían hecho ese estúpido trato para humillarme. Pero eso era lo mínimo que me molestaba justo ahora.
—Y por si recuerdo bien, yo te lo devolví. —Lo miró desafiante, de manera burlona. —Estoy aquí por tu hermano.
—No tienes por qué verlo, ya te dije no tienes nada que hacer aquí. —Más que enojado, parecía desesperado porque se fuera. Nunca reaccionaba de esa manera por algo que no se tratara de Takahashi.
—Por qué mejor no le dices la verdad a Haruhiko de una buena vez, ¿No crees que se lo merece?
—Y tú no crees que debes de respetar las residencias ajenas y largarte. —Le gritó, lo único que faltaba para que esta noche fuera perfecta.
—Oh, entiendo…—Fue hasta él, y le dijo en un hilo de voz. No logré escuchar lo que le susurraba, pero esto hizo que Akihiko cambiara de aspecto y luciera su cara asustada.
— ¡No te atreverías a hacerlo!
—Pruébame. —Estaba muy confundido. ¿De que hablaba? Quería saber toda la verdad, tenía ese derecho.
— ¿De qué diablos hablas Haitani?—Le pregunte, exigiendo una respuesta. Cada que aparecía este tipo ponía mi mundo de cabeza. Ya no soportaba que mi piso tambaleara de esta forma.
—Tú mismo lo descubrirás Haruhiko. —Me sonrió antes de dar media vuelta, y marcharse. Su mano se subió hasta la altura de su hombro y cordialmente la movió para decirme “Adiós.”
— ¿HUH? …—Llegaba este tipo a enloquecerme ¿Por qué no era directo?. Al entrar a la casa, Akihiko me miró como un padre y disimulo la extrañez de enojo que sentía.
—No lo volverás a ver. Él no es buen tipo para ti…— Soltó un suspiro mientras agarro su enorme taza de café y comenzó a beber. Ambos estabamos sentados en la mesa. Acostumbraba a escuchar solamente los cubiertos pero esta vez no fue así.
—Eso no será necesario, no tenía pensado volverlo a ver. —Me senté y de igual manera ordene un té a la sirvienta. Esto me traía vagos recuerdos. —Escuche que mi padre volverá en unas dos semanas.
—Lamentablemente el viaje culmino. ¿Te irás a vivir a otro lugar? Yuichi no estará contento con eso.
—Él podría visitarme. Mi casa no está lejos. —La simple idea de abandonar a mi pequeño sobrino me entristecía. No quería dejarlo por nada del mundo. Lo quería. —Incluso en las vacaciones él podría quedarse. Yo lo cuidaría bien.
—Siempre lo haz cuidado bien, él te visitará cada que quiera. —Me sonrió, por primera vez sosteníamos una “plática amable” y no peleábamos por cosas tontas. —Él te quiere como si fueras su madre Haruhiko, después de tu aborto lo cuidaste tanto—Su mirada se profundizo, trataba de decir algo más.
—Me tengo que ir. —No quería llegar a profundizar más el tema. Lo mejor sería que me fuera a dormir.
—Espera, quiero hablar contigo. —Repuso con total seriedad mientras volvía a beber para aclarar su garganta. Me detuve, y volví al mismo sitio. Esperando a que hablara nuevamente. — Perdón.
Quedé plasmado en la palabra. ¿Se estaba disculpando? ¿Conmigo? No lo podía creer. Tampoco es que fuera necesario, pero le estaba costando tanto decirlo.
—Mi único error fue enamorarme de Misaki, y si pudiera volvería a hacerlo. No justifica todo el daño que te hice pero esa es la única verdad, él me dijo que tú habías abusado de él. No sabes cuánto te odie Haruhiko. Quería que te humillaran de la misma manera. Y la cosa más degradante era que te violara un prostituto. Saboreaba tu cara de repulsión cada que te imaginaba. Encontrarlo no fue fácil pero lo hice. Haitani era el amante de un ex compañero mío—Capté con total atención sus palabras. Llenándome de una sensación agobiante. —Le conté lo que pasaba, y le ofrecí mucho dinero para que se acostara contigo. Después de unos meses él regreso con la misma cantidad de dinero y me la devolvió. Diciendo que estaba enamorado.
—Nunca abuse de Takahashi, él siempre se entregó a mí por voluntad propia. —Susurre, él puso los ojos en blanco. Había cometido un grave error desde un principio. Ya no me quedaban ganas de odiar a Takahashi, pero tampoco lo podía querer. El color de mi piel se alteró por su declaración. ¿Él había devuelto el dinero? La voz de Akihiko era firme. No me mentiría con algo así.
—Yo…no lo sabía.
—No pensé que te disculparías. Tampoco era necesario, yo ya te perdone. —Se sorprendió con mi respuesta, seguramente no pensó que le contestaría eso. —Agradezco que me hayas contado la verdad.
No dijimos ninguna otra palabra, pero ambos sabíamos que todo estaba arreglado entre nosotros.