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¿¡QUE DEMONIOS!? por Minos Hanari 56

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Notas del capitulo:

¡¡Hola!! espero les guste. Para el próximo capitulo ya sebrá quien es el personaje desconocido. Habrá temas más fuertes adelante. Desde un principio pensé sobre este fanfic. Sigo agradeciendo a todas las personas que lo han seguido y las que comentan. Adoro sus comentarios. El otro día leí uno que estaba muy acertado a quien podría ser el personaje misterioso :DD mis felicitaciones Anónimo. 

5.- Drogas y sexo.


Tome una ducha caliente para relajar mi cuerpo. La inflamación había bajado rápidamente. Lo agradecía con todo mí ser. Estar en el diminuto departamento me hizo sentirme cómodo por primera vez desde que llegue. Los pasillos, cuartos y puertas ahora formaban parte de mi rutina.


Me hundí en el agua disfrutando la sensación. Mis lentes estaban en el lavamanos por lo que mi visión no era tan buena. Cerré los ojos para dejarme llevar. Me preguntaba qué era lo que quería aquel sujeto de mí. No sabía que era rico, eso anulaba la posibilidad de un interés económico. Tampoco estaba enamorado de mí sin embargo yo si quería algo de él. Tenía que recuperar el video a toda costa. Aún guardaba resentimiento por la manera tan vulgar en la que me encontré hace un mes. Y por si fuera poco resulte con una infección de trasmisión sexual. Leve pero eso no cambia el malestar y la humillación.


Aunque también no habíamos tenido intimidad desde ese día. Lo que evitaba la opción que me deseara. Entonces ¿Qué quería de mí? Si yo no significaba nada que le pudiera ser de valor. La música proveniente de afuera me distrajo y decidí salir para averiguar de dónde provenía.


Lo vi recostado sobre el sofá relajándose  de la misma manera en la que lo había hecho yo. Recordé el video religioso de la otra semana, contando con los otros tres que había visto a escondidas. Nunca hice nada mal, ni un tropezón en mi vida y ahora parecía un adolescente junto con él. ¿Y si lograba quitarle ese hábito por acostarse con otra gente? Quite la escaza ropa que tenía para subirme en él, quedando mis piernas cada una a un lado de su pelvis. Abrió los ojos sorprendido y cuándo iba contestar le robe un beso.


Desabroché con desesperó su pantalón. Bajándolo hasta sus rodillas  por suerte no llevaba ropa interior ¿Qué hacía? Me repetía una y otra vez. Tratando de detenerme. Esté no es Haruhiko Usami el famoso empresario. Accionista e hijo del dueño de las compañías Usami. Sin embargo él. Un completo desconocido había sacado una faceta que comenzaba a florecer. Acaricié su miembro sin descaró, mientras las imágenes en mi mente no se hicieron esperar. ¿Qué se sentirá hacerlo sin amor? ¿Lo disfrutaré tanto como él? O simplemente me quedaré vació. Al ver el crecimiento en su hombría decidí levantarme un poco para separar mis glúteos y comenzarlo a introducir…


—Mnh…debes dilatarte primero. —Soltó un sonoro gemido. Tratando de controlar a su desesperado aprendiz. —T-te dolerá así.


—Ahhh… —dolía demasiado, tanto que pensé en detenerme y dejar toda está tontería. Pero una vez que estuvo adentró sentí esa descarga eléctrica. Pudiendo olvidar el dolor. —Sólo c-cállate…ahhh…—él tomo mis caderas para ayudarme a subirlas y bajarlas de manera pausada. Yo sólo había visto eso en las  películas y tampoco había llegado hacer el pasivo con mis anteriores parejas. Pero él no era una pareja amorosa. No buscaba un romance duradero ni un final feliz. Yo tampoco.


—Muévete más rápido—ordenó. Obedecí a sus mandatos con un leve sonrojo. Incluso me daba vergüenza admitir que me excitaba la manera en lo hacía. Este tipo de verdad me irrita…—Así… ahhh chico listo, eres la gloria.


—Mmm…—comencé a gemir más fuerte por lo preciso que era al embestir. —


Me excitaba más la idea del “no compromiso” lo que evitaba un corazón roto, y así una decepción. Sus ojos no perdieron de vista los míos, me seguían con los movimientos bruscos. Mi corazón tambaleo por un momento comenzando a acelerarse. Nuestros cuerpos estaban completamente sudorosos. Diablos me tendría que volver a duchar. Baje lentamente mi cabeza para besar su torso hasta llegar a sus labios y marcarlos cómo míos. El juego de nuestras lenguas sólo nos deleitaba. Con sus manos acarició mi espalda y susurró en mí oído.


—Estoy por correrme chico listo— pidió mi aprobación para continuar. Pensé muy bien antes de contestar. Si lo hacia cabía una gran posibilidad de sentir nuevamente la hinchazón  y ardor pero valdría la pena si lo intentaba por segunda vez.


—Hazlo…—dije totalmente seguro. La sensación que antes me dio nauseas ahora me hacía sentir completo, quería más… más. Tenía razón, esto fue sensacional. Lo disfrute demasiado. Mis piernas aún temblaban del placer.


Caí cansado sobre él, respirando con dificultad. Me rodeo con sus brazos para estar más juntos. Trate de levantarme.


—Quédate un rato más conmigo…—suspiró agotado y escondió su cabeza en mí cuello. —Sólo un rato más.


—Pareces un niño… pero me quedaré. —hice pequeños círculos sobre su pecho, jugando a no ser yo por primera vez.


—Deberías quitarte tus lentes más seguido…tienes unos ojos realmente hermosos—su sonrisa se expandió aún con los ojos cerrados. —Sigo pensando que tu ex prometido es un idiota.


—Yo pienso que tú eres un idiota.


—Que halagador—empezó a reír—Eres todo un caso chico listo eh? Dime te dio curiosidad tener relaciones sexuales conmigo.


—N-no digas tonterías. —mi cara adquirió un tonó rojizo afirmando su comentario.


—No eres el primero ni el último que quiere sólo eso de mí… pero eres el único con el que me he abrazado al terminar de tener sexo.


— ¿Y eso cómo lo tomo?


—Tómalo cómo un cumplido…


Me quedé completamente dormido, al despertar estaba solo cubierto por una enorme cobija. Di un gran bostezo y me levante con pereza de ahí, para dirigirme al cuarto. Debía vestirme, no me gustaba estar desnudo. Entré al cuarto para agarrar algo cómodo y vestirme, mis caderas aún dolían. En el tocador se encontraban mis lentes, se tomó la molestia de traérmelos hasta aquí. Vi la pequeña nota pegada en el espejo. Dándome un aviso de que no podría venir. Agarre mi maleta y comencé a buscar mi teléfono. ¿Dónde lo dejé? Estaba seguro que lo había puesto en la bolsa principal pero no estaba. No se me pudo haber perdido, yo suelo cuidar demasiado ese tipo de cosas.


Vi algo que me llamo la atención, sobre el torso de madera del tocador, se encontraba una línea de polvo blanco. Pase mi dedo por ella para agarra algo de este, y llevármelo a la boca para probarlo. Era droga. Nunca se me vino a la mente que él se drogara. Estaba decepcionado. Su imagen era la de un chico apuesto y seguro estaba dolido pero poco a poco estaba echando su vida al drenaje… Tsk me molesta preocuparme por él. ¡Que se joda! Él me metió en esto. Reí con mis pensamientos, necesitaba un trago.


Cuatro horas más tarde estaba sentado para comer algo ligero. Miré los pequeños bordes de la cortina rota. Imagine arreglando eso y cambiarla por un color mejor. Incluso pensé en una mejor forma para la cocina. Empecé a construir imaginariamente un par de ventanas. Había olvidado lo mucho que me gustaba hacer eso pero por mi padre deje la carrera de arquitectura y me dedique a algo más sabio. Más bien aburrido.


—Pensé que llegarías más tar…—cuándo abrí la puerta vi a un hombre desconocido y recordé que ya había sido avisado que tenía visitas irregulares. —¿Quién eres tú?


—Me llamo Tsumori—me sonrió de una manera muy hipócrita.—¿Dime chico lindo él está?


—Tsk…no soy lindo y no él salió—me molestó que me diera un halago. Yo no recibiría nada —Si tanto lo quieres ve a buscarlo al bar.


—Uy que carácter, pero viéndote bien no estas nada mal—su acciones se volvieron más oscuras— ¿Por qué no nos divertimos un rato?


—Yo no soy alguien que complace a terceros—lo empujé, se cayó al piso por la fuerza bruta de mis manos.


—Ya veo porque te tiene así. Eres un hombre diferente—se levantó y en un descuido que tuve no venir el fuerte golpe en la cara. Proporcionándome un gran dolor. —Tengo tantas ganas de follar está noche y tú eres el indicado para eso.—se recostó sobre mí tratando de desnudarme.


—¡¡DEJAME!! —grité angustiado. Esto no me podía estar pasando.


—Déjalo ahora Tsumori—Ya no sentí el peso sobre mí. Él lo había quitado y ahora los fuertes ruidos. Se estaban peleando por mí.


Intenté separarlos pero fue nulo mi intento, regresando vagamente a la puerta y amenazando con llamar a la policía si no detenían. Un fuerte ruido basto para saber que Tsumori había caído por las enormes escaleras que encaminaban al departamento. Su risa se volvió más malévola y en un susurro dijo.


—¿Así que la perra tiene nueva pareja? Debes aprender de dónde vienes. El chico parece muy refinado para ti. ¿Qué harás cuándo te pida fidelidad y tú no se la des? Date cuenta que él no está en su sitio.


—Sólo te lo advertiré una vez y espero te quedé claro… si llegas a tocarlo, te arrepentirás toda tu vida—se veía demasiado furioso, agarro con brusquedad mi brazo  y me metió adentro.


Note la mancha blanca debajo de su nariz y lo confundido que estaba. Me soltó y fue a la cocina para servirse un vaso de licor


—No podré defenderte siempre chico listo, este no es lugar para ti. —me miro de reojo simulando una mueca de molestia. —No me perdonaría si algo malo te pasará.


— ¿Qué tratas decir?—me asuste al ver cómo sangraba de su labio—Oye ¿Estás bien?


—Que si estás conmigo. Sólo tendrás problemas—me acerque a él para curarlo, pasándole un algodón por el labio partido.


—Huh? Yo sé que estando aquí es un gran problema. Pero estoy aquí porque quiero y afrontaré cualquier cosa que venga. —Era muy seguro de mí mismo cosa que empezaba a asustarme.

Notas finales:

Espero les haya gustado ;) 

Hasta la próxima, tengan un buen fin de semana.


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