Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Almohada para abrazar~ por ShiroBlasphemy

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

— Antes que nada, quería decir; Gracias por animarme a hacer esto aunque seguramente no es lo que esperaban, espero les entretenga un poco, pronto tendré "love Neko" que constará de 4 capitulos y uno mas al que aun no pongo un titulo.
En fin, ¡que disfruten! muchas gracias por leer. ^^

Pd: La historia, los personajes, NO son míos, solamente hice la adaptación.

—POV-Kai—

Y era ahora cuando me preguntaba ¿Hasta qué extremo llegar para no sentirte solitario? ¿hasta dónde era capaz de llegar la humanidad? Era verdad, puedes estar solo, sea por trabajo, por el colegio, etc, pero…

— Ah…¿Una almohada para abrazar? —Allí me encontraba, observando aquel cartel con cierta ironía y a la vez curiosidad mientras que a su vez escuchaba el discurso de aquel mercader, creo que tanto tiempo solo había afectado mi mentalidad y mi pensamiento racional, porque ¿no era normal eso, verdad?

— Por favor, siéntase libre de probar nuestra muestra de almohada para abrazar—Aquel castaño lo decía de forma tan animada que, siendo sinceros era imposible no sentir empatía con él, “Uruha” como decía su gafete.

—¿De veras? —cuestioné.

» Si usa esto, despertará descansado sin ningún rastro de tensión… Todos inclusive tipos muy ansiosos consiguen dormir perfectamente, ¡es bastante impresionante! ¿No lo cree? —preguntó con sumos ánimos. — ¿Qué le parece? ¿Le gustaría probarlo realmente?

—Bueno una ojeada no le hará mal a nadie…


— ¡Bienvenido cliente!~

…¡Esto ya es enfermizo! ¡Esperaba encontrarme con una almohada, y no un chiquillo con un trozo de tela atravesando su rostro!, pero deja de mirarlo ya, Yutaka, eres un enfermo. Me reprochaba mi voz interior, aunque por supuesto estaba más ocupado examinando el cuerpo de aquel chiquillo.

Ojos color ceniza oscura, un cabello rubio “amarillo pollito”, delgado y de espalda ancha, además de unos labios finos, omitiendo aquel trozo de tela que cubría parte de sus mejillas y nariz, causándome más curiosidad de la que ya tenía, Maldito defecto me reproché.

— Fin POV-Kai—

Perdona, debió ocurrir un errorRespondió avergonzado el cliente intentando regresar por donde había llegado.

— ¡Por favor, espere… usted no se ha equivocado! —Explicó con vergüenza el muchachito— Soy yo… Yo soy el nuevo tipo de almohada para abrazar.

—… Vaya así que esto es Murmuró el mayor, el rostro del producto pareció iluminarse.Buena suerte con esto— Respondió causando que el rostro del chiquillo se llenara de desesperación.

¡No, por favor Espere! —Respondió este levantándose y aferrándose al brazo de su cliente—¡No se vaya!

—¡Ey!, niño suéltame. Esto es una locura, es un error…—Intentó zafarse Kai del agarre del pequeñito que calculaba no tenía más que unos 17 años.

Por favor pruébeme, una vez, ¡Entonces estoy seguro que verá cuan bueno soy! —Habían cierto tonos de desesperanza en cada palabra, sentí su diminuto cuerpo tensarte al nada mas oír una voz a nuestras espaldas.

¡He venido de nuevo a ver a mi linda y pequeña almohada-Kun!~

— Lo siento mucho, pero ahora mismo estoy atendiendo a otro cliente. —refutó receloso, este niño…

¿¡eh?! ¿¡Cómo?! ¿Tengo que esperar en cola?... He venido aquí solo para verle a él y ¿ahora tengo que esperar? Debes estar de broma ¿verdad?

— Hey, que ocurre, tú tienes a otro cliente —susurró…

— Odio a ese tipo… el viene todos los días y tarda mucho tiempo… se supone que soy una almohada, pero el me usa para cosas realmente extrañas y.. —un pequeño estremecimiento del cuerpo de aquel joven rubio, causó que Kai sintiera un nudo en el estómago—… Yo no quiero que ese tipo me compre.

El moreno iba a decir algo sin embargo le fue imposible, puesto a que el sonido de la puerta abrirse nuevamente, se lo impidió.

Perdóneme pero ¿ha terminado ya?, hay una cola afuera… Sabe usted…

— Ah no… yo no estoy realmente intere…

¿En verdad? Pues entonces dese prisa y salga rápido…¡Almohada-kun!~ he venido a verte de nuevo, ¡No podía esperar más! ¡Hoy tengo muchas cosas que probar contigo! — Hablaba animado aquel hombre, Kai noto como aquel pequeño cuerpo se estremecía y sus ojos reflejaban suplica, aquello le encogió el corazón.

— Tú eres realmente lindo ¿eh?...

… ¿Qué ocurrirá? Pues si calculo, yo podría comprarte hoy ¿¡no es magnífico?!


Los puños de Kai hirvieron, no lo entendía pero le molestaba aquello, ni el se entendía, lo cierto era que el corazón se le encogía al ver aquellos pequeños y oscuros orbes, húmedos, reteniendo lágrimas, tensándose ante cada caricia que aquel moreno a quien este decía odiar, brindaba caricias a su mejilla, se notaba a kilómetros que era un enfermizo y un idiota; por ello no se llegó a pensar dos veces lo que diría.


— Es mío…

¿Qué demonios…? ¿Tú? ¿Aun estás aquí?

Yutaka, Frunció el ceño  y presionando más el hombro de aquel pelinegro donde momentos antes había puesto su mano en un intento de llamar la atención de este.

—Tú no tienes más negocios aquí hoy, así que ¡piérdete ya! Acabo de comprarle…—Mintió, tomando de un brazo a almohada antes de atraerle contra su cuerpo y sujetarle con posesión, prosiguió hablando—  ¡NO toque propiedad de los demás sin permiso!

¿Qué? —bisbiseó el más joven al tiempo en que alzaba la vista para ver a aquel de facciones gentiles, que hace poco ¿no había dicho que no estaba interesado? Eso le confundió.

¿AH? ¡ESO NO PUEDE SER CIERTO!, QUE HAS DI.. —Su monologo de frustración no pudo ser completado debido a un empujón de Uruha, que logró derribarle.

— ¡Muchas gracias por su compra! Acabas de comprar una de las nuevas almohadas, muchísimas gracias por su adquisición; son 892, 500 yenes. —Explicó el vendedor con una sonrisa que no le cabía en el rostro y no era para menos, era una compra con un sumo valor.

— Me iré a la Ruina —Respondió Kai sintiendo un golpe directo a su cartera.






Almohada no dudó en irse con su ahora amo, al que sería su nuevo hogar, pronto en cuestión de minutos se vio a si mismo haciendo una reverencia a este bastante educada, al tiempo en que agradecía por decima vez.


¡Gracias por comprarme! Cuide de mí de ahora en adelante, por favor. —Repetía el rubio, esperando esta vez una respuesta, la cual no obtuvo nuevamente, abultó ligeramente los labios, disgustado.

— ¿Cómo pude comprar algo tan caro? Y encima te compré por impulso… por cierto como ¿Cómo te llamas? —repetía por décima vez El Yutaka.

¡pero yo soy de algo rendimiento! Por favor amo, ¡úseme muchas veces y compruébelo por usted mismo!... y me llamo almohada, amo, es lo que soy.

— No hay posibilidad de que pueda usarte —Respondió masajeándose las sienes, definitivamente no; se repetía mentalmente como si de un mantra se tratara.


» Tú eres como un niño… piensas que podría dormir abrazado a algo parecido a un niño pequeño, ¡tengo 29, por amor a buda!—Respondió suspirando fijando su vista en aquel pequeño rubio que le veía ¿decepcionado?, efectivamente, estaba decepcionado. — No puedes llamarte almohada, en ese caso, te diré eh, ¿Reita te gusta? —le vio asentir cabizbajo— Entonces serás Reita.

Pero…— Iba a replicar, sin embargo Kai prosiguió hablando..


— Y deja de llamarme “amo” Todo el rato y ponte algo de ropa ¿quieres? —Reprochó el Yutaka, seguido de negar algo cansado.

No quiero…—espetó Reita luego frunció sus finos labios.

— ¿Cómo que no quieres? —le reprochó su amo.

porque TÚ eres mi amo voy a llamarte así y… Soy una almohada no un… Es mas ¿Qué es un Reita?, así que yo no llevo ropa —Respondió frunciendo el ceño, luego se levantó— Estaré en la habitación, por favor, amo. Úseme cuando quiera.

Luego de decir eso no volvió a salir de aquella habitación, Kai por otra parte tenía que dar clases en turno de la tarde en la universidad, por lo que no pudo concentrarse en la mayoría de las lecciones, e inclusive los propios alumnos llegaron a corregirle en varias ocasiones.

— Estúpida almohada para abrazar, mira que haciendo que me preocupe —Mascullaba Yutaka, dejando el computador portátil de lado y las notas que trasladaba a la misma, chasqueó la lengua disgustado, dejó por igual las gafas que facilitaban su visión— Él no contesta al teléfono ¿sabrá usarlo? Es imposible que él esté aun encerrado arriba en esa habitación mientras estoy fuera. ¿Habrá comido algo?, en caso de que no, ¿estará bien sin comer nada?, ¿Estará bien?  ¡Mierda! —Se dio por vencido, frunció ligeramente el ceño, ¿por qué se preocupaba por Reita si ni el mismo rubio se preocupaba por si mismo? — Será mejor que me de prisa en volver para ver como está.. —Resolvió antes de volver a su trabajo, no sabía por qué pero ese rubiose había instalado en su mente con tan solo algunas horas.


Horas más tarde, el maestro llegaba a su hogar, notando las luces apagadas y su hogar en penumbras, siendo ese indicio de lo que pensaba en horas de clase, suspiró inevitablemente preocupado

— Las luces están apagadas, significa que… no, no ha podido quedarse allí todo el día ¿no es así? —Cuestionó más para sí mismo, seguido de resoplar ligeramente, negó sin poder evitarlo con la cabeza, dirigiéndose a la habitación, una vez que llegó su habitación, notó al pequeño Reita abrazándose de las rodillas, eso logró partirle el corazón en mil pedazos y molestarle a su vez— ¡¡Ey!!

¿Ah? ¡Bienvenido a casa Yutaka san!..

— No me digas “bienvenido a casa” —Respondió un tanto molesto y preocupado el mayor. — ¿¡Qué haces aquí con todas las luces apagadas!? —Reprochó, suspiró sentándose a un lado de este en la cama— ¿Haz comido algo, Reita? He dejado mi billetera en la mesa para ti ¿cierto?

Yo no como…y no abandoné la habitación, Kai-san —Respondió Reita por lo bajo, sintiéndose algo cohibido por la presencia de Yutaka tan cercana  a él.


 — ¡Tú deberías… salir fuera, por supuesto! Esto es totalmente extraño, ¿Verdad?

Estoy aquí solo para su uso, después de todo, lo que puedo hacer es esperar…

¿Entonces tú piensas estar en esta habitación siempre? —Cuestionó Kai incrédulo

¿No piensa que es extraño, nosotros en esta casa juntos? —Reita suspiró y le observó con sus mejillas ligeramente encendidas— Soy una almohada, me gusta estar solo aquí, cuando quiera usarme solo dígalo, Amo, hasta entonces me quedaré aquí en espera.

Incluso pensando en que me compró por un impulso, Estoy muy alegre de que fuese usted quien me comprase, amo. —Añadió Reita mientras que en un impulso se había aferrado al cuerpo de Yutaka, el cual se mantenía ligeramente rígido. El rubio de la bandita prosiguió hablando— Si no quiere usarme, usted puede tirarme a la basura, no me importa… pero antes de eso, solo por una pequeña vez quiero serle útil, Aunque sea por solo una vez, por favor úseme, ¡¡Por favor!! —pidió suplicante, Kai sintió su alma desplomarse ante sus pies una vez que pudo observar aquellos ojos tan profundos y a su vez gentiles llenos de lágrimas que luchaban por escapar, un nudo se apoderó de su garganta.

— ¿Quién va a tirarte? Yo nunca dije eso —Susurró y luego negó, Yutaka acarició aquellos Rubios cabellos con delicadeza, suspirando.

¿Entonces?... ¿eh? ¿Amo? —Cuestionó el menor bastante extrañado ante el comportamiento de Kai, sorprendido de hallarse entre los brazos de este, siendo acogido entre estos de forma cálida.

— Si solo te uso una vez, seguirás diciendo cosas tristes —Bisbiseó Yutaka, al tiempo en que sus brazos rodeaban con fuerza al cuerpo del otro. — Así que… desde hoy te usaré…

¿De veras? —Cuestionó mientras le veía con ojos brillantes y emocionados, recibiendo un “Si” por respuesta, Sonrió con amplitud— ¡de acuerdo! Por cierto tengo hambre —comentó sobándose la pancita ligeramente la cual hacía ruido.

— ¿No y que no comías? —Cuestionó mientras le veía con una ceja en alto, se sentía engañado de eso no cabía ninguna duda.

Hm —Negó el rubio de la bandita, seguido de dejar escapar una corta risa— no como, pero tampoco me gusta cuando mi saco de comida hace ruidos —Se explicó.

— ¿Saco de comida? El estómago querrás decir, esos “ruidos” se llama “hambre”—Aclaró el de hermosa sonrisa, seguido de negar entre ligeros movimientos de cabeza.

¿Qué es “Estomago”?—Cuestionó frunciendo el ceño ¿Y si era un insulto? Su piel completa se erizó, observándole con enfado— ¿EH!? ¿Por qué me insultas? ¡Estomago tú!

— ¿Qué? —Cuestionó notoriamente confundido, luego negó y con ambas manos hizo un gesto— ahí llega la comida —explicó Kai.

Ah, El saco de comida—Respondió con simpleza Reita, desinteresado.

— Estomago —le riñó nuevamente, el rubio le miró con un ligero tic nervioso en el ojo.

¡Estomago usted, Kai-san! —Le señaló con su dedo índice de forma acusadora.

— Vale, sinceramente creo que tardaremos más en enseñarte como es cada cosa que desconozcas, para empezar, “estomago” es el “saco de comida” así se llama…


Pasaron horas que el moreno aprovechó en su máximo para explicarle cada duda a Reita, pese a todo y que este creyera que le insultara, se le hacía bastante cómico, Pasaron aquellas horas, tantas que sin poder evitarlo, el cansancio había ganado a ambos, Ya a la mañana siguiente el batero despertó e incorporándose, notó a  penas una cabellera descansando sobre su cuerpo, extrañamente se sentía bastante despejado  y sin duda de un muy buen humor, fue cuando se dio cuenta de que había abrazado al menor durante su sueño.

— Vaya que es efectivo… me siento liviano y con energías —murmuró Kai para sí mismo, sin embargo volteó.

Buenos días, amo. —Susurró Reita al tiempo en que con un puño, se frotaba ligeramente los ojos, luego se incorporó y tomó ilusionado la mano de Kai— ¿Qué tal fue?

— Oh, Ah, fue muy bien—comentó mientras asentía un par de veces, se llevó una mano a la frente apoyando así sus dedos medio, índice y anular—ahora entiendo por qué costaste tanto dinero, es como que, cuando puse mis brazos alrededor tuyo, me dormí rápidamente….—Es muy efectivo para ser almohada, Pensó. — Eres muy bueno, Reita-kun —Halagó, algo pensativo después.

—  Le dije que era muy bueno—Respondió con orgullo el de la bandita. Aunque notó algo pensativo a su amo, le movió del hombro, recibiendo una mirada sobre su cuerpo que parecía examinarle; aunque pese a ello, su inocencia no le dejaba siquiera ponerse incómodo.

— Si aunque, por amor a Buda ¡¿quieres ponerte ropa ya!? Me crispas los nervios…

Que soy una almohada, ¡mierda! Las almohadas no usamos ropa—Se quejó infantilmente Reita al tiempo en que negaba y  cruzaba los brazos.

— ¡por favor! ¡Póntela, Reita! —Semi-gritó Kai, consiguiendo solo que este le abrazara más contra sí. — siendo tan cómodo…pero en otra mano… eso quiere decir que no estaré lo bastante despierto para hacerle algo mas—susurró eso ultimo más para sí, por ello sonrió; En algún momento se podrá, después de todo… quiere que le use siempre que quiera. Fue lo que pensó, aunque, quien diría que con el pasar del tiempo, terminaría creciendo una calidez que desconocía en su pecho, a penas recién comenzaba su historia.

Notas finales:

Ya que están aqui, dejen un review para saber si les ha gustado, si creen que debería mejorar en algo, toda clase de Review será bien recibido para mejorar en esto y aquello, besitos y una vez mas, ¡gracias por leer! ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).