Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amándote desde tus zapatos. por darkness la reyna siniestra

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis lectores hermosos pido disculpas por subir este cap hasta hoy es que no tengo mi computadora y me ha tocado escribirlo en mi celular y subirlo desde aquí también. Si hay faltas pido disculpas es que mi celular no tiene algunas palabras en el diccionario jeje bueno. Esta corto pero espero me comprendan y les guste. :)

Los cuatro Santos que recién empezaban a subir las escaleras a Aries, llegaban sintiéndose complacidos de al fin estar en casa; excepto dos de ellos que estaban condenadamente nerviosos al no saber que hacer, pues el francés sabía que debía quedarse en el cuarto templo, y no podría hacer nada porque seguramente Milo llevaría a Dita hasta la doceava casa y él no podría escapar.
Death no estaba mejor cabe decir, no quería dejar al otro en su casa merodeando. No le daba confianza el de Acuario para dejar su templo en esas manos que si bien eran suyas, no tendrían el mismo tacto para sus cosas, y aquello lo frustraba porque para acabar de rematar, él tendría que subir las escaleras sin fin al undécimo templo cosa que de solo imaginarselo, ya le hacía sentirse agotado.
 
-Oye. -inicio el Aguador susurrando para que los otros dos no escucharán.
 
-¿Que?
 
-Estamos subiendo por los templos, muy pronto llegaremos a Cáncer no sé tu pero yo no quiero quedarme ahí. -le dijo con voz temblorosa.
 
-Creme nevera, yo tampoco quiero que te quedes ahí pero ¿Como nos separamos de estos dos?
 
-Algo se nos tendrá que ocurrir. Además debemos ponernos de acuerdo en los términos de cada casa, que no y se puede hacer o decir y como debemos comportarnos.
 
El más bajo asintió concordando con el peli corto.
 
-Me alegra que Camus y Death ya estén de regreso. -comentó el sueco alegre. Milo le miro y sonrió al ver al otro de buen ánimo.
 
-Es verdad, hacían falta con sus riñas absurdas. -río. -Ahora tendremos con que entretenernos.
 
-No seas malo, creo que ambos necesitan conocerse mejor, tal vez algún día hasta nos den la noticia de que están juntos.
 
Milo negó con una sonrisa.
 
-Creo que es más sencillo que Mu se vuelva un villano sanguinario a que eso suceda Dita. -colocó su mano derecha en el hombro izquierdo del sueco, haciéndolo sonrojar. -Aunque te diré que... Me gusta el optimismo que tienes. 
 
Luego de aquellas palabras alegres, el griego dejo un suave beso en la ahora caliente mejilla del de cabellos celestes. El moreno se alejó y sonriendo le insisto a seguir caminando.
 
Antes de encontrar a sus compañeros, el Escorpión le había dicho al pez que lo ayudaría llevando sus compras hasta su templo par evitar que se cansara. Dita amablemente había alegado que no era necesario, aunque se lo agradecia pero que no quería ser una molestia par el otro. A lo que Milo respondió con una sonrisa sincera y un no hay problema, lo hago con gusto, que el otro no tuvo valor de denegar.
 
Por ello, ahora, Milo llevaba la gran mayoría de las compras del de Piscis, acompañandole en el trayecto hasta su casa, tras los que habían vuelto de misionar.
 
-¡Hey Mask! -llamó Milo.
 
Por puro reflejo, el que volteó a ver quien lo llamaba fue "Camus" pero al darse cuenta de que no era a él, si no al que tenía su cuerpo. Dio un leve codazo que hizo saltar al más alto.
 
-Contestale al bicho. -le dijo bajito.
 
"Death" se giró par ver al otro peli azul unos escalones más abajo.
 
-Dime.
 
-Quiero hablar contigo de lo de la última ocacion ¿Puedo venir a tu templo entrada la noche?
 
-Claro, yo te espero.
 
-Genial.
 
-¿Cam?
 
Ahora el turno para voltear y responder era del italiano.
 
-¿Si, Dita?
 
-Quería saber si... ¿Puedes venir a mi templo más tarde? Es necesito que me des tu opinión sobre algo. -hablo con emoción el pisciano.
 
-Esta bien, Dita, yo llegó. -confirmó.
 
-¡Bien! -exclamó efusivamente.
 
Todos caminaron por los templos, saludaron a Mu quien estaba leyendo en la estancia. Luego a Alde, Géminis estaba vacío, y fue hasta que llegaron a Cáncer que "Camus" hablo llamando la atención de los otros tres.
 
-Amigos. -inicio el italiano. -Death y yo, estamos un poco exhaustos. Creo que lo mejor es que descansemos un poco antes de ir con Shion. -miro al más alto, esperando por su colaboración, que fue dada de inmediato. Si querían ganar tiempo, necesitaban sacarse a esos tortolos de encima primero.
 
-Oh, tienes razón Cam, necesitan recuperar sus fuerzas. -les apoyo el sueco acercándose a su francés amigo. -¿Te quedarás con Masky en Cáncer un rato?
 
-Si el mafioso me deja. -suspiro mirando al "susodicho" 
 
-No será fácil tenerte en mi templo sin la intención de matarte hielera andante. -Camus imitó perfectamente el tono jocoso y la mueca burlona de la sonrisa con la que le miraba a él mismo el de Italia a la hora de hostigarlo, tanto así, que hasta el mismo DeathMask se quedo impresionado; claro estaba que no se quedaría atrás.
 
-Tu que me pones una mano encima crustáceo del averno, y te congeló de una, para luego ponerte como espantapájaros en medio de algún campo de siembra de Rodorio. -Masky también imitó con éxito el tono gélido y siniestro que Camus usaba para amenazarle, y eso sumándole la mirada que congelaria hasta al mismo sol que el francés le hacía, sin duda no daba lugar para que los otros se enteraran de su precaria situación actual.
 
Los improperios y amenazas que iban y venían entres sus dos amigos hicieron que el bicho comenzara a reírse a carcajada limpia. No obstante, Afrodita los miraba a los tres con desaprobación; a Milo por verle lo gracioso a algo que para él no lo era, y a los otros dos, por no comportarse como el par de hombres hechos y derechos que eran.
 
-Milo deja de reírte. -intervino. -Y ustedes dos, ni se les ocurra atentar contra el otro... -suspiro, Dita odiaba que sus amigos se pelearan así, aunque aveces pensaba que era una simple riña que pasaría pero lo que esos dos tenían era mucho más que eso, llegando a preocuparlo por momentos. Y este era uno de esos momentos. -Ambos son mis amigos y los apreció mucho... No me gustaría que Camus te hiciera daño Masky, ni que tu se lo hagas a él.
 
El sueco los miraba con los ojos un tanto tristes y suplicantes, sonriendo melancólico. No quería tener que reñir con alguno de ellos por un daño al contrario... no quería perderlos porque aunque no lo dijera con soltura él... les quería, con sus caracteres y locuras, con todo eso los quería.
 
-Disculpame Dita. -dijo el italiano. -Te prometo que... trataré de llevarme mejor con Mask. -terminó diciéndole.
 
El de Piscis sonrió agradecido a su peli turquesa amigo, para después mirar al de cabellos cortos azules.
Este suspiro, sonrió y asintió.
 
-Te lo prometemos, Dita. -concedió.
 
Afrodita más que feliz, se abalanzó a ambos, rodeandolos por los hombros en un abrazo, que no le importo el hecho de que sus amigos llevaban las hombreras de sus armaduras.
 
-Gracias, amigos no saben lo feliz que me hacen... se que no es fácil para ustedes lo que les estoy pidiendo, pero estoy muy complacido de que al menos lo quieran intentar.
 
El caballero de Piscis era sincero en su fraterno sentimiento por ellos dos. Por ende, sentían la necesidad de hacer que el sueco no se viera en el papel de madre sólo porque ellos se comportaban tan inmaduramente -aunque ni siquiera dejarán de mirarse mal el uno al otro. - querían aunque sea disimular frente a Dita su odio, pero claro que Roma no se hizo en un sólo día y si ellos debían llevarse bien en alguna parte de su vida. Bueno, eso sólo el tiempo lo diría.
 
 
 
®©®©®©®
 
 
-Ya están aquí. 
 
Shion había ingresado a la biblioteca del templo, donde sabía que estaría la diosa peli morada leyendo más sobre el conjuro del que había hecho víctimas a dos de sus Santos Dorados.
 
-Justo estaba por llamarte Shion. -dejó de hojear el libro para ver con atención al mayor frente a ella. -Los he sentido desde Aries.
-Es verdad, aunque no vienen solos. Milo y Afrodita vienen con ellos.
 
-Quizás salieron a recibirlos en la entrada del Santuario.
 
-¿Que cree usted que pase ahora? Es decir, ellos no querrán que nadie se entere de lo que les está ocurriendo.
 
Saori se levantó de su lugar con una gran sonrisa y un grueso libro marrón en brazos yendo hasta un confundido Shion que le miraba expectante.
 
-Yo diría... -comenzó la virginiana ya a su lado con el libro abierto. -Que la única solución que les queda es amarse.
 
-¿Porque habrían de hacerlo? -alzó una marca a modo de ceja.
 
-Mira, lee... este es el antídoto para que cada quien vuelva a la normalidad.
 
El sumo Pontífice tomó el libro y leyó.
 
-"Para que el alma de el o los afectados vuelva a su lugar propio de descanso. Bastará una unión de pasiones, pudiendo ser esta: un beso profundo o la unión completa de la mente, el cuerpo y el alma. Para que esto funcione, los individuos deberán haber albergado sentimientos puros y buenos por el otro; de lo contrario, mantendrán el estado actual hasta el fin de los tiempos." -concluyó de decir el oji rosa. Por algún extraño motivo a Shion le recorrió un escalofrío por todo el cuerpo.
 
-Ahora ya sabes lo que esos dos tienen que hacer.
 
-Si, yo lo se pero... Pero ellos no, y ¿Si esto no funciona y tengan que quedarse así para siempre? -preguntó realmente preocupado.
 
-Es imposible que dos personas se pasen la vida entera odiandose. Además como dicen por ahí: "del odio al amor, sólo hay un paso de división." 
 
Sin decir más palabra, Saori tomó el libro de las manos ajenas para acto seguido, perderse de la vista del mayor entre los múltiples estantes repletos de libros y manuscritos que habitan en ese enorme salón. Shion sólo atinó a traga grueso y rogar en silencio que tanto Death como Camus, terminarán amandose o su vida estaría arruinada.
 
 
~~~~~~~~~~~~~~~~~~
 
 
Ya ambos estaban en el interior del cuarto templo. Milo y Dita se habían ido hace poco a Piscis para dejarles descansar. Pero en la sala de estar, descansar era lo último que hacían.
 
-Bien copo y ahora ¿Que hacemos? -Death se había acostado en uno de los sofás, dejando que el largo cabello del que ahora era dueño cayera por el filo del mueble hasta desperdigarse por el suelo.
 
Camus por otro lado, se había quitado el casco de la cabeza. Le parecía un poco incómodo y esos picos a cada lado de la cara le parecían sumamente peligrosos. Mentalmente se preguntaba como el otro no se había sacado los ojos al ponérselo.
 
-No lo se... -confesó. -... Quizás podamos hablar ahora de las condiciones de cada quien sobre su templo, ya que como sabrás, yo tendré que quedarme aquí... -comenzó a hurgar en el lugar de arriba a abajo con la mirada algo temerosa.
 
-Me parece buena idea. -se levantó hasta quedar bien sentado sobre el sofá. -Bueno, verás mi molesto copo. Ya que te quedarás en mi casa debes saber sobre algunas cosas. -inicio con voz y mirada prepotente.
 
-Habla de una buena vez. -apuro harto.
 
-Primero que nada, sería raro que me vean durmiendo en la sala por las noches si tengo mi habitación y mi cama. Así que puedes dormir ahí ¡Ah! Pero eso sí. Sólo entrarás para dormir y nada más, no toques nada más que la cama y el armario, -tenía que vestirse después de todo... -
 
-Ni que me causarás tanta curiosidad para revisar todas tus miserias DeathMask. -le refuto molesto. -¿Algo más?
-Que riegues mis plantas todas las mañanas y a las tres de la tarde.
 
Ante esto último, el francés arqueo una poblada y azulina ceja.
-¿Que...? ¿Tienes plantas? ¿Tú? ¿Enserio? -lo señaló con su dedo índice.
 
Masky entrecerro los ojos con cara sumamente sería y respondió con ronca voz.
 
-Si...
 
-Vale, vale... esta bien... ¿Sólo eso?
 
El italiano suspiro.
 
-Si, eso es todo y tú ¿Tienes algo que aclararme?
 
-... Quizás casi lo mismo. No toques mis pertenencias personales, excepto ropa y objetos de higiene personal. Por ningún motivo se te ocurra tocar alguno de mis libros o lo que hay en mi habitación ni en las demás. Mantén el aseo en mi templo, yo por mi parte haré lo mismo aquí.
 
-Esta bien, eso será fácil.
 
-¡Ah! Lo olvidaba. En mi cocina hay una amplia variedad de los mejores vinos de Francia. Por ninguna razón los vayas a tocar o entonces si que te mato DeathMask de Cáncer. -advirtió y el más bajo parpadeo sorprendido.
 
-Ahhg -gruñó. -¡Tu si que eres aguafiestas!
 
-¡Oye! ¡No me han salido baratos! Y ¡que ahora vengas tú, bien campante a tomaremos no sería justo!
 
-Ya, ya calmate, esta bien, no los voy a tocar. Bien podrían estar envenenados, con eso que te pertenecemos a ti. -río con soltura enojando más al galo.
 
-¡¡¡Cállate!!! Y mejor has algo productivo, y muestrame este sitio o me voy a perder. -ordenó, el otro dejo de partirse de la risa y aceptó aquello.
 
-Vale niñita, vamos entonces, aunque no te niego que sería divertido saberte perdido y asustado en mi templo.
 
-Ha-ha-ha si, mira como me río... aunque, lo realmente divertido sería que "el gran guardián de Cáncer" se perdiera de dentro de su propio templo -esta vez quien comenzó a reír pero de forma moderada fue el Aguador al imaginarse lo que los demás dijeran ante ese hecho.
 
A Masky se le fue la diversión del rostro y con syeriedad comenzó a caminar a lo que sin voltea ni e tenerse, ordenó al otro con voz fría y molesta.
 
-Muévete o tendrás que aprender tu sólo los caminos.
 
Camus dejo de reír y avanzó hasta donde iba el dueño del lugar, aunque ahora, él tendría que ser el cuarto guardián y el cangrejo sería el onceavo.
 
Ningún de los dos sabía como resultarían las cosas. Pero lo que si era seguro, es que sería un tiempo difícil y muy largo para ambos...arían las cosas. Pero lo que si era seguro, es que sería un tiempo difícil y muy largo para ambos...
 
 
 
 
Notas finales:

Gracias por leer y de nuevo disculpen mi tardanza y uno que otro error ortográfico y gramatical por ahí p.d. extraño mi computadora TnT


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).