Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dios maldiga a los rubios por niky-cham

[Reviews - 378]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bien, ya tenemos capitulo. Para los que no lo sabian, me tarde un poco debido a que no tuve mi computador el fin de semana, ayer lo recupere, pero no tuve tiempo de escribir. Hace una o dos horas, (dos horas, definitivamente) empece a escribir el capi, y ya lo tengo listo. Lamento mucho la larga espera.

Gracias a todos por comentar. Les he contestado, asi que lean sus respuestas :) Ustedes saben que siempre me hace feliz recibir comenatrios, y estoy colocando mi maximo esfuerzo en responderles a todos.

Ya no les doy mas lata. Aqui el capitulo.

Capítulo 15: Consciencia.

Sus manos eran hábiles, y le recorrían de pies a cabeza. Él tendía a soltar un gemido tras otros, y en su esfuerzo por no ser menos en la cama, estiraba también sus dedos, y recorría con las manos frías, aquella fibrosa espalda. El contrario tendía a crisparse cuando pasaba sus yemas por encima de las zonas más sensibles de su piel.

Los tres dígitos insertos en su entrada se movían furiosos, ambos se habían dado cuenta de que no hacía falta más, y entonces con un movimiento de caderas le indico al mayor que cortara el juego. La sonrisa socarrona en el rostro del contrario le hizo fruncir el ceño, y con poco esfuerzo consiguió que su acompañante le diera lo que estaba buscando.

-Sasuke –Gimieron en su oído. La mente nublada por el placer apenas era capaz de reconocer la voz que le llamaba. –Eres increíble, Sasuke. Sasuke. –

-¡Sasuke! –Y ese fue el llamado que le despertó. – ¿Qué sucede? ¡¿Hasta el gran Sasuke Uchiha tiene pesadillas?! –Desorientado, el pelinegro recorrió su habitación con la vista, y poco a poco fue tomando consciencia de la realidad.

-Deja de burlarte, Naruto. –Se quejó el mayor, frotando con intensidad sus sienes. El rubio callo sus sonoras carcajadas, y de a poco fue tomándole seriedad al asunto.

-¿Fue una pesadilla muy fea? –Pregunto el rubio. Con una de sus manos, quito el rastro de sudor frio en la frente del moreno, y repartió una suave caricia, que a Sasuke le supo a gloria.

-De las peores. –Respondió el mayor casi sin aliento.

Las manos de Itachi aún estaban vividas sobre su piel, completamente erizada. El sueño había sido tan real, que incluso podría jurar que tenía una erección, pero no fue así, porque estaba simplemente aterrado. Hacía unos meses habría matado por soñar un encuentro más con Itachi, tenerle en su cama, al menos en sueños era como un milagro para el Uchiha menor. Sin embargo en esta ocasión comprendía lo errado que estaba, y también comprendía, que nunca amo a Itachi como el mismo se había convencido de hacerlo.

Sasuke se mantuvo largo rato en sus cavilaciones. Intentando en vano quitar el rastro que dejo Itachi sobre su piel. En tanto Naruto le miraba preocupado, nunca había visto al Uchiha tan frágil como en ese momento.

-¿Quieres tome desayuno aquí contigo? –Pregunto el rubio con notable preocupación. No fue hasta ese momento que Sasuke noto como Naruto ya estaba vestido, y tenía todas sus cosas preparadas para marcharse.

-¿Ya te ibas? –Consulto sin tomar atención al desayuno. El menor asintió.

-No traje insulina suficiente, así que estaba pensando en irme rápido a casa. –Explico el rubio. –No quería despertarte, pero te veías muy inquieto, incluso comenzaste a sudar. –Agrego luego.

-Gracias por despertarme. –Sonrió el Uchiha. –Solo espérame un segundo. Te iré a dejar a casa, prefiero que no tomemos desayuno, si no tienes tus medicamentos aquí. -Aseguro. Sabía que a Naruto ese tiempo de actitudes le molestaban, pero realmente no quería pasar otra mañana, con el rubio internado en el hospital.

-Está bien, puedo irme solo. –Externo Naruto, desviando su mirada. –No hace falta que te levantes. –

-Si hace falta. –Respondió el moreno saliendo de la cama. –Yo te invite a esta cita, y quiero terminarla bien. –Sonrió, y Naruto no pudo decir más. Con su rostro sonrojado, se cubrió las mejillas, y balbuceo algo como: “Te espero en la sala”.

El Uchiha tardo poco en estar listo, y al salir de su habitación se encontró con Naruto, tal y como lo había dicho, esperaba muy paciente en la sala.

Internamente hubiese deseado que el viaje a casa fuera eterno, y sin embargo se le hizo más corto que nunca. Naruto mencionaba repetidas veces como le había ganado un par de partidas la noche anterior, Sasuke ofuscado, se defendía, aludiendo que el también había ganado unas tantas. Y así se le llevaban, o así fue hasta que notaron que el viaje había terminado.

-Supongo que eso fue todo. –Susurro Sasuke sin ganas de dejarlo ir.

-Sí, supongo. –Respondió Naruto un tanto más nervioso.

-Gracias por acompañarme. –

-Gracias por invitarme. –

Ninguno de los dos podría describir que era más incómodo, el silencio, o las frases absurdas que soltaban para no dejarse ir.

-Sasuke. –Llamo el rubio de pronto, en medio del silencio.

-¿Qué? –El moreno levanto el rostro esperanzado. Fue entonces cuando los labios dulces y mullidos de Naruto besaron por primera vez a los contarios. Sasuke se sintió en la gloria, esta vez no estaba siendo correspondido, él estaba correspondiendo, y eso le encantaba.

Cuando finalmente pudieron separarse, la vergüenza era tal que Naruto salió corriendo sin decir nada, y Sasuke se quedó de una pieza en el auto, saboreando el efímero beso que Naruto le había regalado. Se despidieron con una mirada cómplice, y el moreno no arranco el auto sino hasta tres minutos después de que el rubio cerrara su puerta.

Oficialmente eran solo amigos, y seguían siéndolo. Las cosas en la empresa mejoraron mucho después de aquella cita, aun eran tímidos, no podían negar aquello, sin embargo Naruto había regreso a su oficina, con galletas y café, que compartían todas las tarde entre charlas amenas, o clases particulares que el rubio necesitaba para aprobar todas sus materias.

Ninguno decía nada, y las semanas se volvían meses, y los meses pudieron volverse años. Pero no fue así.

-Itachi me ha dicho que llegan esta semana de su luna de miel. Deidara está loco por vernos, así que han preparado un almuerzo para este fin de semana. ¿Iras? –Pregunto, fingiendo desinterés, mientras firmaba unos documentos, que el propio Naruto acababa de llevarle.

-Aún no ha hablado conmigo. Pero yo creo que si iré, después de todo, aun no les felicito por el bebé, y apenas pude hablar con ellos en la boda. –Externo el rubio.

-Tienes razón, yo tampoco he tenido muchas oportunidades de hablar con mi hermano, lo felicite y todo, pero creo que sería bueno llevarles un regalo, o algo parecido. ¡Van a ser padres, eso es algo importante! –Exclamo. –Y a final de cuentas, yo soy el tío de la criatura. –Soltó un largo suspiro. Naruto carcajeo un poco por el gesto.

-¿No te gustan los niños? –Consulto observando al moreno.

-Si algún día tengo, espero que me gusten los míos. Porque los del resto, no me agradan mucho. –

-Pobres tus hijos, tener un padre tan amargado como tú. –Burlo el menor.

-¿Me dices amargado a mí? ¡Tú no eres más dulces que yo, Naruto! –Rebatió el moreno. – ¿A ti te gustan los niños? –

-¡Para nada! Crecí rodeado de pequeños engendros. Al cumplir la mayoría de edad, lo único que quería, era deshacerme de todos esos demonios. Espero no tener hijos hasta los cuarenta. –Asevero.

-¿Y crees que tendrás fertilidad para esos entonces? –Burlo el moreno.

-Podría adoptar. –Soltó el rubio encogiéndose de hombros. –Cuando creces en un orfanato, comprendes en primera persona, lo mucho que esos niños desean una familia. –Soltó nostálgico. Y aquellas palabras, dejaron completamente mudo al Uchiha mayor.

Durante ese día y los subsiguientes no se habló más del tema.

El fin de semana llego más rápido de lo esperado. Sasuke había recurrido a Naruto el día anterior, en busca de un poco de orientación en cosas de “engendros del demonio”. Cosa en la que el joven rubio había demostrado tener más maestría de la que demostraba. Así, con una que otra recomendación del rubio, había terminado comprando un pequeño trajecito en colores neutros y con diseños unisex, en compañía de una cosa llamada mudador, algo así como un bolso, lleno de bolsillos y con una pequeña manta impermeable, que por lo explicado por Naruto, servía para cambiarles los pañales al bebé.

-¡Oh Sasuke, me encanta! ¡Muchas gracias! –Los ojos soñadores del rubio, apretaron el trajecito con emoción. Luego se acercó a él y le envolvió en un cálido y maternal abrazo, que lejos de sentirse dulce, le dejo la boca amarga como la culpa.

A Deidara le estaba sentado bien el embarazo. Se habían ido un mes de luna de miel y había sido maravilloso, por palabras del propio rubio. Estaba radiante, feliz con su matrimonio, con su embarazo, y con su perfecta vida familiar. El estúpido de su hermano se veía igual de contento, y Naruto había compartido esa felicidad con la joven pareja. Él, en tanto, no podía evitar sentirse culpable y traicionero.

Su vista se posó sobre su blondo, pequeñito y sonriente. Naruto también se veía radiante y feliz, cosa que obligaba a Sasuke a comparar a ambos rubios. Ver a Naruto así de alegre le hacía feliz, pero no a costa de un horrible mentira.

El almuerzo había sido a medio día, pero entre conversa, e historias de la luna de miel. Sasuke y Naruto terminaron marchándose cerca de las nueve de la noche.

-Vayan con cuidado. –Les encargo Deidara, en el marco de la puerta.

-No te preocupes, yo le llevo a su casa, y después me voy al departamento. –Aseguro el Uchiha menor. Itachi y Deidara, quedaron conformes con aquella respuesta. Esperando en la puerta hasta que los menores se subieran al auto y desaparecieran de su vista.

-Se han vuelto cercanos. –Comento el doncel, una vez cerrada la puerta.

-Y es un alivio. –Confeso el varón. –Yo pensé que mi hermano nunca haría amigos. –

-¡Ni me lo digas! Si yo no persiguiera a Naru, como lo hago, estoy seguro de que vivirá como un ermitaño. –Soltó Deidara, y ambos se carcajearon un poco ante dicho comentario.

Naruto había encendido la radio del vehículo, a un volumen bajo, sonaba un tonada en inglés, que se le hacía difícil de pronunciar, Sasuke en cambio corregía sus palabras a la perfección, y aunque comúnmente ese tipo de actitudes se le hacían molestas. En ese preciso momento, gozaba al oír la voz grave del Uchiha, soltando partes de la canción. Descubriéndose a ratos, pronunciando mal algunas palabras, solo con el objetivo de oír al Uchiha una vez más.

-Tu hermano parecía feliz. –Comento al terminar la tonada.

-Deidara también. –Respondió el moreno.

-Si. Me dan un poco de envidia. –Soltó a modo de broma.

-Supongo –Murmuro el pelinegro después de un  rato en silencio.

El auto se estaciono en el mismo lugar de siempre. Los ojos azules de Naruto, buscaron con intensidad aquellas perlas negras que poseía su Uchiha favorito. Sin embargo Sasuke tenía la mirada gacha, y ratos se notaba su labio inferior temblar.

-Sasuke. –Llamo el menor en un intento por revivir la pasión que les había rodeado el último mes.

Pero el moreno no podía, se sentía incapaz de  seguir con toda esa farsa, incapaz de amar de la misma forma en que Itachi lo hacía.

“¿Una mentira que te haga feliz, o una verdad que te amargue la vida?”

-Sasuke. –Esta vez Naruto puso sus palmas en las mejillas del aludido, obligándole a levantar su arrepentida vista, y enfrentarse a los ojos azules del ser que más había amado en su vida. Porque si, Sasuke amaba a Naruto, más de lo que nunca había imaginado. Y eso le obligaba a ser blando, y eso le estaba arrastrando a cometer el peor error de su vida.

Naruto sonrió un poco, dándole ánimos al moreno. Con suavidad fue acercando su rostro, hasta quedar a centímetros del contrario. Sin embargo cuando quiso besar los labios de su hombre, Sasuke desvió la mirada, quebró el corazón del dulce doncel.

-¿Qué sucede? –Cuestiono dolido el menor.

-Te amo. –Admitió el Moreno. Consiguiendo que ese par de palabras, hiciera temblar el suelo bajo los pies de Naruto. –Te amo tanto, que no puedo mentirte. –

El aire se tensó en ese preciso momento, Naruto no dijo nada, aunque quisiera hacerlo no podría. Su garganta apretaba, impidiendo incluso que pasara el oxígeno.

-Naruto. Hay algo que debo contarte. –

Notas finales:

CHAN, CHAN, CHAN.
Me costo, he de decir que me costo tomar esta decision, de supone que esto debia pasar, pero nunca supe bien cuanto me tardaria en escribirlo. Ustedes ya saben lo que viene. Pero no quiero generar spoiler. Solo quiero decirles, para los que puedan creer que esto es apresurado. Yo decidi hacerlo ahora. Antes de que los sentimientos crezcan. Mas adelante, cuando muchas cosas se esclarezcan, volvere a hablar de esto, con mas detalle. Por ahora, les pido que confien en mi.

¿Comentarios? ¿Alguien dijo yo?
Si les gusto, o no les gusto, o tienen alguna idea que quieran dejarme. Por favor, escriban un comentario aqui abajito, no tarda mucho, y les aseguro que estare encantada de leer todas sus opiniones.

Bueno, esto queda hasta aqui, para subir pronto el capitulo.
Espero que les haya encantado ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).