Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dios maldiga a los rubios por niky-cham

[Reviews - 378]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Un mes D: ¡Llevo un mes desaparecida! Lo siento tanto u.u Antes yo no demoraba esto, de verdad me siento muy avergonzada D: Primero son los fics que tengo acumulado, la universidad que no me ha dado respiro :C Despues la pagina fue hackeada, y mi permanencia aqui se vio bastante amenazada. 

Con respecto a lo ultimo dicho, de una vez por todas he decidido tomar en serio mi cuenta en Wattpad, seguire publicando aqui, y en mundoyaoi, pero me gustaria tener una tercera cuenta como respaldo extra y creo que Wattpad es el lugar elegido. Tan pronto como me sea posible estare subiendo alli los capitulos.

Muchas gracias a todos por sus comentarios, siempre me hacen feliz. Espero que aun con mis demoras sigan animados a dejarme algo.

Capítulo 23: Como siempre.

Despertar junto a aquel ángel rubio fue una de las mejores experiencias a su haber. Sus perlas negras observaron a Naruto sin perder detalle. Tenía el cabello alborotado, y la boca medio abierta, parecía estar a punto de babear, pero a Sasuke le parecía hermoso.

Tentado por la acanelada piel, acerco sus manos tímidamente y recorrió la mejilla contraria, primero con miedo, luego con un poco más de confianza. Naruto no parecía querer despertar.

-Ya es de mañana. –Susurro Sasuke en el oído del menor. –Abre los ojos, holgazán. –

-¿A quién le dices holgazán? –Balbuceo en respuesta, sin siquiera abrir sus ojos.

-A ti. –Soltó un tanto risueño el Uchiha.

-Ya verás. –Soltó desganado. No abrió los ojos, solo calculo el lugar donde reposaba Sasuke y lanzo descuidadamente su brazo, logrando golpear al pelinegro en su hombro y parte de la cabeza.

-¡¿Esta es tu forma de saludar a tu príncipe azul por las mañanas?! –Se quejó luego de recibir el golpe.

-¡¿Tu?! ¡¿Un príncipe azul?! ¡Ja! –Exclamo Naruto, por fin abriendo sus ojos, lanzo una pequeña carcajada y se dejó caer una vez más sobre las almohadas. –Pensé que despertar a tu lado sería un poco más romántico, pero ya veo que tuve expectativas muy altas, tratándose de ti, Uchiha-bastardo. –Comento.

-¡Digo exactamente lo mismo! –Contrataco el moreno.

Naruto giro su rostro al instante, noche y día, se encontraron en un intenso choque de miradas. Su silencio solo fue perturbado por el ruido externo de la ciudad. La tensión se palpo en el aire, y todo se detuvo cuando el moreno decidió atacar los labios contrarios, Naruto se dejó. Poco a poco quedaron recostados sobre las almohadas, con los ojos cerrados, y la respiración agitada.

-Sasuke. –Exhalo el rubio.

-Naruto. –Sonrió el moreno.

Los mimos no duraron demasiado, el hambre fue más poderosa, y en cuestión de minutos, terminaron sentados en la pequeña mesa que Sasuke tenía dentro de la cocina.

-¿En serio vas a cocinar para mi Uchiha? –Consulto Naruto.

-¡Claro que sí! No podría confiar en que tu comida sea comestible. –Pico Sasuke, gozando el gesto de indignación de Naruto.

De alguna manera se sentían a gusto. Su relación no era la típica “mimitos todo el tiempo”, y quizás eso era justo lo que les acomodaba. Amigos, rivales y amantes. La cercanía y confianza les hacía feliz, y no había nada mejor que saberse igual que antes, nada había cambiado entre ellos.

Sasuke Hizo Hot-cackes, sin azúcar, los suyos estaban acompañados con miel, mientras que Naruto debería comer mermelada  de frutas natural.

-Vengo enseguida. –Aviso el rubio, cogiendo entre sus manos el pequeño estuche que contenía sus medicamentos.

-¿No puedes hacerlo aquí? –Pregunto Sasuke, al tiempo que trozaba un pedazo de su desayuno.

-Pensé que te incomodaría. –Musito.

-No seas ridículo. Cuando supe que quería estar contigo, lo quise con todo y diabetes. Si vamos a estar juntos, deseo ser parte de estas rutinas tuyas, y que las hagas con naturalidad. Yo debo acostumbrarme y tú también. ¿Opinas diferente? –El rubio negó.

-Simplemente llevo mucho tiempo lidiando con esto yo solo. Los demás, por lo general se incomodan, de…ya sabes, ver a alguien inyectarse mientras comen. Por eso siempre lo hago en el baño, o en algún lugar donde no puedan verme. –Confeso.

-Yo no soy como el resto. –Asevero Sasuke. –Y por eso mismo, no deberías comportarte igual conmigo, que como lo haces con los demás. ¿Me dirás que en tu casa te inyectas escondido en el baño? –Pregunto Sasuke. Naruto negó. –entonces no lo hagas aquí tampoco. –

En silencio abrió su estuche, preparo todo ignorando la escrutadora mirada de su acompañante. Levanto apenas un poco su camiseta e inyecto a unos centímetros de su ombligo.

-Ni mueca haces. ¿No duele? –Consulto el moreno curioso. Naruto se encogió de hombros.

-Estoy acostumbrado. –Aseguro. –Estos de aquí, molestan un poco más. –Comento al tiempo que levantaba otro espacio de su camiseta y apuntaba unos morados se dos o tres centímetros. –A veces pasa que al inyectarme hago hematomas pequeños y los detesto, aun no me acostumbro a ellos porque son feos y detestables. –Admitió Naruto.  Sasuke rio.

-¿Vas a comer tu desayuno? –

-¡Por supuesto! ¿Quedo bueno? –Su acompañante asintió y Naruto comenzó a comer con muchos ánimos.

Nunca había querido involucrar a nadie en el asunto de su diabetes- al contrario era muy reservado con el tema, y odiaba que el resto se metiera con sus asuntos. Pero de alguna manera se sintió hacer su rutina frente a Sasuke, y saber que al moreno no le molestaba, ni le compadecía.

Terminaron su desayuno con una charla trivial y mucho más civilizada. Naruto se había comido todos los hot-cackes, aunque se negó a admitir frente a Sasuke que estaban deliciosos, antes muerto que subirle más el ego a ese Uchiha-bastardo.

-¡Bien! Ya es momento de que vaya a casa. –Soltó rubio comenzando a juntar sus cosas.

-¿Por qué no te quedas a almorzar? –

-Tengo cosas que hacer Sasuke, al contrario de ti, que tienes la vida asegurada, yo tengo varios exámenes la otra semana, y debo estudiar si quiero asegurar mi vida igual que tú. ¡Ah, esta vida es muy injusta, a algunos se le dan las cosas muy fáciles! –Ironizo el rubio. Estaba claro con que Sasuke lo había tenido todo fácil, sin embargo también era consciente de que fue el mismo moreno quien se aferró a sus oportunidades con esfuerzo y trabajo duro.

-Envidioso. –Dijo seco el pelinegro. En otra oportunidad le hubiese aclarado a Naruto lo mucho que tenía que hacer para mantener la empresa de su familia a flote, pero sabía que dichas explicaciones estaban demás, Naruto, como su secretario, sabía perfectamente todo el trabajo que se cargaba diariamente.

-¿Envidioso de ti? ¡Jamás! –Se hizo el desentendido. Colgó su bolso al hombro y se dispuso llegar a la salida. –Ya me voy. –

-¿No me darás un beso de despedida? –

-¡Que?! ¿Somos una pareja de recién casados? –Consulto el rubio en son de broma.

-Podríamos serlo. –Respondió Sasuke con mucha más seriedad de la deseada.

-No me asustes Uchiha. –Advirtió el rubio.

-Bien, solo un beso y te dejare ir. –Tranzo el contrario.

Enfurruñado acerco su rostro al del moreno, unió sus labios con algo de tensión, pero falto poco para hacerle relajar, y dejarse ir por los besos expertos del ojinegro.

-Nos vemos pronto. –

-Sí, nos vemos. –Musito el rubio medio embobado. Dio vuelta hacia el ascensor, y no volvió a mirar al Uchiha, si lo veía un segundo más, terminaría quedándose junto a él toda la tarde. -¿Qué te pasa Uzumaki? ¡Este no eres tú! –Se regañó a sí mismo una vez subido al cubículo.

El fin de semana se hizo más corto de lo esperado. Y su lunes llego con muy pocas ganas. Perezoso se levantó de la cama, animándose a darse una larga ducha de agua fría para despertar de una vez por todas. Los alborotados cabellos, salieron lacios y húmedos, mientras que él temblaba de pies a cabeza. Tomo la ropa de día, vistió, y comió, cuando estuvo todo listo, solo cerró la puerta con llave y se alejó de su hogar.

Las cosas con Sasuke fueron más normales que de costumbre. Al parecer el Uchiha llevaba varias horas en la oficina. Habían tenido un problema el día domingo, y por lo visto el Uchiha menor había alcanzado si quiera a dormir un par de horas.

-¿Quieres un café? –Pregunto a media tarde, cuando ya veía al pobre Sasuke desfallecer.

-Si puedes tráeme la cafetera completa. Estoy muriendo de sueño. Y aun no puedo resolver esta estupidez. –Quejo el Uchiha, no es que quisiera utilizar al rubio como saco de descargas, pero llegado el punto de colapso, no se sabe con quién uno se queja.

Naruto se retiró sin hacer comentarios, en cierta forma comprendía a Sasuke, resolviendo los errores de otros, perdiendo su fin de semana y sus horas de descanso. Estaba agotado física y psicológicamente, se notaba a leguas.

No le llevo la cafetera completa, aunque si sirvió en un tazón más grande de lo usual. Sabía que Sasuke adoraba la forma en que preparaba el café, por lo que esta vez se había esforzado el doble en hacerlo bien. Si esa era su única forma de reconfortar al moreno, quería hacerlo de la mejor manera.

-Café servido –Añadió unas galletas al costado. El había tomado su hora de almuerzo afuera, sin embargo cuando volvió, Sasuke estaba en la misma postura que cuando se había ido, probablemente se saltó el almuerzo.

-Gracias, lamento haberte gritado recién, solo estoy… –

-Lo se. –Interrumpió. –No te disculpes, y llama si necesitas ayuda. –Naruto estaba por marcharse, cuando Sasuke tomo su muñeca, y jalo de él hasta tenerlo tan cerca como quería. Deposito un beso en sus labios, cosa que el rubio correspondió.

Como casi todos los besos de Sasuke, partió lento, suave, poco a poco fue profundizando, sin dejar de ser amoroso. Con una de sus manos rodeo la nuca de su pareja y apego un poco más sus bocas, estaba a punto de introducir su lengua cuando…

-Sasuke tienes la… Vaya, ya están juntos otra vez. –Estaba apresurado, no vio a Naruto afuera, por lo que simplemente abrió la puerta sin pensar en golpear. Su sorpresa fue grande cuando se encontró a esos dos unidos en, lo que para él era, un apasionado beso. –Saben, esto es una oficina, si van a hacer este tipo de cosas, que sea fuera del trabajo. Especialmente ahora que estamos muy atareados. –Hablo tenso el hermano mayor.

Naruto se levantó molesto, listo para corregir a Itachi en sus suposiciones. Sasuke y el habían estado trabajando muy duro. Estuvo a punto de abrir su boca cuando Sasuke le tomo de la mano y negó con la cabeza.

-Naruto déjame con Itachi. –Externo Sasuke en tono calmo, consiguiendo serenar a Naruto, quien suspiro y salió de la oficina con un escueto:

-Llámenme si necesitan algo. –

Ambos Uchihas observaron cuando el rubio abandono la habitación. Sasuke supero una vez que su amante estuvo afuera, mientras que Itachi se volteo para verle un tanto reprochador.

-Estas en el trabajo. –

-Lo se Itachi, no eres mi padre. Solo fue un beso. –Resto importancia, no quería enfrascarse en otra discusión con su hermano, no justamente ahora que estaban copados de trabajo.

-Ya, solo venía a preguntarte por la llave de la bodega, necesito revisar unos archivos –Sasuke oyó en silencio, abrió su cajón y saco de allí un juego de llaves, se las dio a Itachi sin decir nada. El mayor las recibió, dando media vuelta para marcharse. No sin antes mencionar –Que fraude el de Naruto, creí que era más difícil, de todos modos felicidades. Te ganaste un novio, pero arruinaras mi matrimonio a mi familia. –no lo podía evitar, ver a su hermano feliz junto Naruto era como un puñetazo en el rostro. Se sentía traicionado.

Espero quieto hasta ver a Itachi salir, y tan pronto le vio desaparecer, se levantó de su asiento y busco a Sasuke en su oficina.

-¿Qué quería? –Pregunto curioso, asomándose por el umbral de la puerta. Sasuke sonrió divertido por la actitud de su rubio.

-Las llaves de la bodega. –Confeso encogiéndose de hombros.

-¿Y no te dijo nada? –

-Parece que está molesto por vernos juntos. –Comento sonreído.

-¡Ja, envidioso! –Exclamo el rubio desviando la vista.

-Deja a Itachi con sus peleas, ya se le va a pasar. Yo sé que a pesar de todo mi hermano no es mala gente, y aunque tú no lo creas, de verdad ama a Deidara, y seguro ya debe estar sufriendo por haber peleado conmigo, nunca antes nos habíamos peleado por algo. –Explico el moreno.

-Te creo –Admitió el rubio. –Sé que tu hermano es un patán, pero también sé que ese idiota si quiere a mi amigo, y se además que te quiere mucho a ti. –Suspiro.

-Bueno, no quiero seguir hablando de mi hermano. –Externo Sasuke recostándose sobre su silla. –Este café esta delicioso, te esmeraste. –

-¿Esmerarme? ¡Para nada, esta como siempre! –Exclamo Naruto, haciendo una gran salida, sin observar a Sasuke.

No volvió a asomarse en esa oficina, sino hasta que tuvo que informar que ya se marchaba.

-Yo ya me voy. ¿Terminaste? –Cuestiono, al ver que Sasuke estaba arreglando también todas sus cosas.

-Si, al fin puedo ir a casa, esta noche dormiré muy bien. –Externo dejándose caer sobre la silla. – ¿Vas al instituto? –Naruto asintió con la cabeza, Sasuke sonrió para sí mismo. – ¡Bien, te llevo! –Exclamo emocionado.

-¿No quería ir a casa? –

-Me quedas de camino. –Respondió rápido encogiéndose de hombros. Termino de acomodar algunos oficios y luego sonrió hacia Naruto y camino a su lado. – ¿Vamos? –Consulto. Su rubio asintió.

Bajaron en el ascensor, iban bromeando entre codazos, ya estaban a un paso de subir al lujoso vehículo, cuando una voz conocida irrumpió sus oídos.

-¡Naruto, Sasuke! –Exclamo desde lejos, moviendo sus brazos y manos a modo de saludo. El rubio comenzó a caminar hacia ellos.

-Dei, ¿Cómo has estado? –Saludo Naruto, fingiendo que no estaba incómodo. No era por su amigo, era la mirada de Itachi a lo lejos lo que le tensaba por completo.

-Hemos estado muy bien. –Hablo en plural. Naruto y Sasuke sonrieron. – ¿Y ustedes como han estado? Hace mucho que no los veo.

-Bien, hemos estado atareados con el trabajo, ¿Cierto Naruto? –

-Sí, ha sido cansador –Externo Naruto.

-Pero estas bien ¿Cierto? ¿No ha pasado nada con “tú ya sabes que”? –

-No Dei, no ha pasado nada con “yo ya sé que” –soltó hastiado. –Se cuidarme Dei. –

-Lo se cariño, solo estoy preocupado por ti.

-¡Despreocúpate! Tienes cosas más importantes de las que ocuparte ¿No? ¿Cómo cuidas a mi sobrino? –Soltó Sasuke, logrando cambiar de tema.

-¡Claro que lo cuido de maravillas! Tienes un sobrino muy saludable y lindo. No puedo esperar para. –

-¡Dei, ya debemos irnos! –Exclamaron desde lejos. El rubio se giró observando a Itachi, y no tardo en despedirse de ambos –Ya me voy chicos, tenemos cita con el obstetra. –Comunico emocionado.

Observaron a Deidara marcharse por el mismo camino recorrido antes, y se miraron nerviosos.

-Es extraño. –Soltó Naruto.

-Lo sé. –Acordó Sasuke.

Subieron al auto, el moreno acababa de encender el motor, cuando un mensaje llego a su teléfono:

“Quiero hablar con ustedes dos.” –Itachi.

Notas finales:

Bien, eso fue todo. Se que fue poco, pero debia parara aqui. Como ven, Itachi tiene algo que decir :D Pero dejare la espectacion para el proximo capitulo.

Esya navidad me tiene complicada, ahora tengo evaluacion miercoles, jueves y viernes, luego el lunes, por lo que recien podre escribir un poco, pasado el lunes 19 de diciembre, aunque no lo crean mis semanas son asi siempre, y tengo clases hasta el 20 de enero. Deseenme suerte y no se desanimen, si hay algo seguro es que no abandonare el fic <3

Muchas gracias por leer ~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).