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Dios maldiga a los rubios por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola amores mios :)

Lamento mucho la eterna demora. Como siempre digo, los que me siguen en facebook ya se saben mas que bien todas mis excusas, todo lo que me ha pasado y las razones de mi casi eterna ausencia. Pero ya estoy de vuelta y espero, de a poco, retomar el antiguo ritmo de mis publicaciones.

Muchas gracias a todos por sus comentarios. Ya los respondi todos, todititos. Pasen a echarles un ojito :)

No les voy a dar mucha lata. Pasen a leer, que para esto han esperado tanto :)

Capítulo 24: Cuenta nueva, sin borrón.

La cita se había concertado para el fin de semana próximo. Por el momento se resignaron a ignorarse, procurando mantener las apariencias en el trabajo. De ese modo habían pasado varios días, y aquel fin de semana lejano, se veía cada vez más cerca. Dos días para ser exactos.

—¿Vas conmigo? –Consulto el moreno.

Naruto dio un respingo, tenía su pequeña nariz enterrada en el ordenador, misma razón por la que se llevó a una gran sorpresa cuando oyó la voz de Sasuke. Rodo sus ojos azules con una mezcla de molestia y cariño, observando al pelinegro. Tenía el borde derecho de su cuerpo apoyado en el marco de la puerta, estaba de brazos cruzados, sonriéndole con su característica arrogancia. Sasuke parecía divertido por haberle dado un susto.

—No creo que pueda. –Respondió con pesar. –No entiendo que ha sucedido, pero he perdido una carpeta en el ordenador, tenía el balance del mes pasado, que expondrán mañana en la reunión con los directivos. No puedo irme a casa sin encontrarlo. –Explico desanimado.

—Es un problema. –Musito el moreno, al tiempo que revolvía sus azabaches cabellos. –¿No tienes copias? –Naruto negó con pesar, luego volvió a hundir su rostro en la computadora. Revisaría cada uno de los archivos de ser necesario.

—Terminaste tu trabajo, solo déjame las llaves y yo cierro la oficina. Si tengo suerte podre irme directo al instituto desde aquí. –

—No, creo que me quedare a esperarte. –Los ojos de Naruto se despegaron de la pantalla. Sasuke ya comenzaba a acercar una silla a su escritorio.

—No seas estúpido Sasuke, este es mi problema. Lo resolveré y luego iré a clases. –Soltó el rubio, asumiendo sus errores por supuesto.

—Te equivocas, este problema es tan tuyo como mío, la presentación de mañana es importante, necesitaremos ese portafolio. –

Lo sabía, ciertamente Naruto sabía que tan importante era ese portafolio. Y la verdad es que la información no se hallaba del todo perdida. El aún conservaba en su ordenador las múltiples copias que habían llegado desde diversos sectores, y las cuales el mismo Sasuke había aceptado desde el suyo propio. Sin embargo, habían sido horas reunir todo y ponerlo en una misma carpeta, junto con la presentación en sí. Se suponía que imprimiría una copia para cada asistente a la reunión, dejaría todo sobre el escritorio de Sasuke y se marcharía a casa, pero cuando fue a buscar la dichosa carpeta, esta había desaparecido.

—Quizás debas ordenar todo otra vez. –Soltó el Uchiha en tono calmo.

—Espero que no, tú no sabes lo mucho que trabaje para ordenar todo y ponerlo en una sola carpeta. Tenía tantas versiones del mismo archivo, que tuve que abrir una por una para saber cuál era la corrección final. –Suspiro.

—Vamos, no tienes por qué desanimarte, si no encuentras la carpeta, yo te ayudare a ordenarla nuevamente. –Propuso, intentando alegrar a su compañero. Naruto no respondió nada. Sasuke beso el borde superior de su oreja.

—¡No has eso! –Exclamo el rubio alterado. –¿No ves que intento concentrarme? –

—No te irrites Naru. Todo está bien, es solo una carpeta, te dije que podríamos hacerla de nuevo. –Tranquilizo Sasuke.

Naruto se volvió con un gesto lastimero, claramente se sentía culpable de haber perdido el archivo. Había puesto mucho esfuerzo en terminar, y ahora ya no estaba. Sasuke comprendía ese sentimiento. Frustración.

—Ya cariño, no te mortifiques por esto. –Susurro, beso la frente del revoltoso rubio, y corrió con un poco de fuerza la silla donde él mismo está sentado. –Voy a buscarlo ¿Esta bien? Déjame un rato a mí. –

Naruto no quería dejarlo, odiaba que alguien se hiciera cargo de sus errores, mucho más odiaba que ese “alguien” fuese el mismísimo Sasuke. De verdad no le gustaba cargarle sus cosas a su pareja. Pero se dejó, y estuvo quince minutos esperando, a un costado del escritorio, y sin desviar la vista de pelinegro adorado.

—Balance ejecutivo. Marzo. ¿Es este? –Consulto el moreno apenas volteándose. No necesito la respuesta de Naruto, sus ojos brillantes lo dijeron todo.

—¡¿Dónde estaba?! –Exclamo, apenas creyéndose que Sasuke había dado con la escurridiza carpeta en tan solo quince minutos.

—Aquí –Explico apuntando a la pantalla. –Se coló con los documentos del año pasado. Había dos “Marzo”, así que tuve que abrir ambos para saber cuál era. –Comento el Uchiha, con mal disimulado orgullo, por haber resuelto el problema. –

—¡Yo había revisado ahí! –Exclamo entre furioso y aliviado. Sasuke solo se encogió de hombros soltando una corta frasecilla: “Tengo el don”. Naruto le corrió de la silla, molesto, aunque después de imprimir las copias, observo a Sasuke con bastante agradecimiento.

Como ya era costumbre para ellos, bajaron juntos al estacionamiento, encontrándose una vez más con Itachi. El moreno se estaba subiendo a su auto, e ignoro a ambos campalmente. Solo arranco el motor y se marchó rápido.

—No sé para qué quiere que nos reunamos el fin de semana, ni siquiera nos saluda. –Refunfuño el rubio, hundiéndose en el asiento.

—No lo sabremos, si no vamos. –Respondió el mayor, encogiéndose de hombros.

—Solo espero que no empiece otra vez con sus estupideces, porque esta vez si que le voy a romper la cara, veremos que dice Deidara cuando llegue con el ojo morado a casa.

—Se va a enojar contigo por golpearlo. –Aseguro el Uchiha.

—No si le digo la verdad de todo. –Aclaro Naruto.

-Recuerda que prometiste respetar el embarazo de tu amigo. –Le hizo memoria Sasuke. Sinceramente ya no estaba interesado en cubrir a Itachi, había arriesgado su propia felicidad con Naruto al decir la verdad, Itachi podría hacer lo mismo si quiere un matrimonio sincero. Sin embargo, lo de su sobrino es harina de otro costal, realmente no quería arriesgar a su pequeño sobrino, solo por darle un mal rato a Deidara.

—Cierto. –Suspiro el rubio con resignación. –De igual manera le romperé la cara. –Finalizo encogiéndose de hombros.

Sasuke carcajeo un poco, su rubio era irremediable, y justo por eso le encantaba.

El recorrido hasta el instituto de Naruto era relativamente corto, pero Sasuke disfrutaba llevarlo hasta ese lugar diariamente. Luego de ver al rubio cruzar las puertas de la institución el aceleraba su coche para regresar a casa, obviamente resignado a no ver a su blondo hasta el día siguiente.

El viernes transcurrió con inesperada tranquilidad, la hora de salida llego mucho antes de lo esperado. Naruto se había retirado incluso antes, porque tenía que pasar a retirar sus medicamentos en el hospital, por lo que cuando subió a su carro, enfrentándose a la mirada de su hermano, no tuvo al animado rubio para hacerle compañía.

 —¿No viene Naruto contigo hoy? –Hace ya un tiempo que no se hablan más que por trabajo. Sasuke se volteó sorprendido, y tuvo que carraspear un poco antes de hablar.

—Tuvo que ir al hospital por sus medicamentos. –Comento el pelinegro con cierta incomodidad.

—¿Está todo bien? –Sasuke se descoloco aún más tras esa pregunta, sus orbes negros se encontraron con las de su hermano, en busca de una respuesta a tanta cordialidad, pero no hallo nada más que una profunda oscuridad en ellos.

—Bien, sí. Ha estado siguiendo las indicaciones de su médico, le ajustaron algunas dosis y desde entonces su cuerpo se ha compensado bastante. –Explico Sasuke. En un principio no había querido explayarse tanto, solo surgió.

—Eso es bueno. –Soltó Itachi con sequedad. –¿Nos veremos mañana en el bufet de comida china? –Deslizo de pronto y con mucha suavidad. Sasuke supo entonces, a que venía tanta cordialidad. Suspiro un poco decepcionado, y afirmo con la cabeza.

—Naruto y yo. –Confirmo el menor de los Uchihas. –Bueno, ya me voy. Nos vemos mañana. –Soltó por despedida, luego monto a su auto sin cruzar más palabras con su hermano menor.

Ciertamente Itachi llevaba semanas siendo el peor de los cretinos, y en efecto él ya había perdido todo sentimiento no fraternal hacia el Uchiha primogénito. Sin embargo, el cariño de hermano es algo difícil de borrar. Sasuke ya no soportaba eso de conservar las apariencias, Quería a su hermano de regreso, el estúpido y desagradable Itachi con el que había compartido toda su vida, y no el imbécil, arrogante que era ahora.

El sábado fue un día de amargo comienzo, los meses cálidos pronto habían comenzado a atenuarse, y justo esta mañana había despuntado nublada y penosa.

Llamo a Naruto cerca del medio-día, confirmando que en poco más de una hora pasaría por él.

“Aquí te espero”. Había dicho el rubio antes de despedirse.

El pelinegro toco dos veces la bocina del vehículo, se había atrasado bastante, un pequeño choque había retrasado todo su camino, por lo que supo, no había víctimas fatales, de hecho, solo existieron un par de heridos, sin embargo, la calle estaba cerrada y todas las vías alternativas se encontraban atochadas.

Naruto se asomó por la puerta confirmando que fuese Sasuke quien haca tanto ruido, y una vez lo supo, cerró la puerta de su humilde departamento y bajo los escalones con velocidad.

—Pensé que ya no venias. –Comento el rubio a modo de burla. Sabía perfectamente que el moreno había quedado atascado en una congestión.

—No es gracioso. –Quejo el moreno.

—Aguafiestas. –Le dijo el rubio con burla.

Gracias al cielo, su camino al bufet fue mucho más expedito que el primer viaje, incluso llegaron con cinco minutos de antelación. Por su puesto, Itachi había llegado con diez, y les esperaba sentado en una pequeña mesa para cuatro.

El primer encuentro fue incomodo, los saludos iban y venían con poca fluidez. Itachi comenzó diciendo algo como: “No se preocupen por nada, hoy yo invito”. Naruto y Sasuke intercambiaron miradas en silencio, nada más.

Con el tiempo se disolvió un poco de la tensa atmosfera. Cada uno se había servido un plato a gusto, y comían tranquilos en un incómodo, pero no guerrillero, silencio.

Naruto apenas llevaba la mitad de su plato, cuando Itachi tomo la copa de vino y carraspeo bastante después de beber un largo sorbo. Se estaba dando valentía, sin duda, eso era. Dejo la copa sobre la mesa, estaba prácticamente vacía, pero no se molestó por rellenarla, observo el pobre contenido de ellas y bajo un poco el rostro en señal de arrepentimiento.

—Siento mucho como los he estado tratando chicos. No es algo que ustedes merecieran. Me sentí acorralado, y traicionado. Sé que actué de forma imperdonable, y comprenderé también si no desean perdonarme. Yo solo quería decirles eso. –Confeso apenado.

A poco estuvo de dejar caer su tenedor sobre la comida. Observo a Itachi con notable sorpresa, el pelinegro simplemente mantenía la vista gacha, mientras Sasuke y Naruto le observaban anonadados.

—Yo –musito con la cabeza baja, –he cometido muchas idioteces. Estar con Sasuke, fue la peor de todas. Solo me recuerdo borracho y estúpido, tomé a mi hermano, aun conociendo sus sentimientos, y después de eso solo me hundí y me hundí. Sinceramente yo no hubiese terminado nada de lo que tenía contigo de no ser por Deidara. –Admitió. –Yo de verdad no quería desilusionarte, nunca quise desilusionar a ninguno de los dos. Me comporte como un cobarde. –

Y esa era su verdad, en una muy mala noche termino por tomar a su hermano de la forma más infame posible, espero que Sasuke le odiara después de eso, pero contrario a todo, su pequeño hermanito se había comportado emocionado por recibir una oportunidad.

Itachi lo era todo para Sasuke, desde muy pequeño el segundo Uchiha, había seguido a su hermano con admiración casi enfermiza, y eso solo abundo más y más con los años. En un intento por opacar sus oscuros sentimientos, Sasuke construyo una coraza de chico maduro y arisco. Alejo a un sinfín de mujeres con esta estampa arrogante, cuando la realidad estaba muy alejada de eso, la mayoría del mundo pensaba que el Uchiha se creía mucho mejor que todo, y por eso que nunca le daba la oportunidad a nadie, cuando la verdad era que solo tenía ojos para una persona, y este “amor” no podía ser revelado a nadie.

—De verdad siento mucho todo los que te hice. –Admitió Itachi, quien tuvo que interrumpirse para pasar forzosamente un trago de amarga saliva. –Fue mucho el daño que te cause. De verdad yo no quería.

Luego de que Sasuke no le rechazara esa mañana en el hotel, Itachi supo que os sentimientos de su hermano menor eran mucho más fuertes de lo que él mismo esperaba. Con el tiempo los esporádicos encuentros se fueron multiplicando, y ellos, él perdía cada vez más, las esperanzas de frenar esa enfermiza relación. Temía dañar los sentimientos de su adorado hermanito, y prefirió callar. Esa fue su primera cobardía.

La soga comenzó a asfixiarle en el momento que conoció a Deidara, al principio creyendo que sería solo uno más de su lista, pero con el tiempo comprobando que Deidara era su mundo, el único que ocupaba su mente y corazón. No paso mucho tiempo para que Itachi notara que Deidara debía ser el único en su vida, por eso fue cortando poco a poco los lazos poco fraternales que tenía con Sasuke. Comenzó con excusas tontas, dilatando cada vez más sus encuentros, así hasta el día de su compromiso. Mismo día en que decidió dejar a Sasuke de la peor manera.

—Sé que tu no me amabas, creíste que era así. Pero ahora que te veo con Naruto, puedo decir firmemente que nunca estuviste enamorado de mí. –Soltó Itachi, subiendo el rostro por primera vez. Tenía sus ojos irritados y la frente perlada de sudor. Había sido realmente difícil enfrentarse a Naruto y Sasuke, después de saber cómo había sido de cretino.

Cuando tuvo que “romper” con Sasuke, lo hizo de la peor forma posible. Se las dio de hermano despreocupado, ateniéndose a las reglas que ellos mismos habían establecido en un comienzo, y afrontando que ya no podía seguir engañando a Deidara. La única verdad en todo ese embrollo. Aquella noche en que corto con su hermano, había estado profundamente preocupado por él, no podía dejar de pensar en los sentimientos de Sasuke, y cuánto daño le podría estar haciendo. Sin embargo, decidió ser un idiota insensible, quizás con el único objetivo de que su hermano le odiara. Pero una vez más, Sasuke no le odio. Acepto su compromiso y apoyo a Deidara tanto como sus celos lo permitían. Estuvo con ellos en todo momento, incluso fue, irónicamente, el padrino de su boda.

—He actuado como un resentido todo este tiempo. Sé que dije muchas cosas hirientes, pero la verdad es que no pienso de esa manera, no creo que te hayas dado fácil Naruto, ni tampoco pienso que Sasuke haya sido un traicionero. Estaba herido, y los culpe a ustedes por mis malas decisiones, pero la verdad es que, en el fondo de mi ser, estaba muy feliz de verlos juntos. Desde que Deidara me hablo sobre Naruto, yo siempre quise que fuera él quien sanara las heridas que, yo mismo, deje en mi hermano. Al final no tuve que intervenir en nada, ustedes parecían estar destinados. –Sonrió viéndolos de frente. –Naruto, tú has hecho algo de lo que estaré profundamente agradecido toda mi vida, tu borraste todas las marcas que deje en Sasuke, tú has conseguido entregarle a Sasu en estos pocos meses, mucho más de todo lo que yo le he dado en su vida. Gracias. –

El ambiente se volvió silencioso. Naruto permanecía con la mandíbula desencajada, Sasuke por su parte, intentaba procesar todo lo que había dicho su hermano. Itachi había vuelto a bajar la cabeza, y parecía no querer enfrentarles la vista.

—Ya levántate, este no eres tú. –Soltó Sasuke agarrándole por el mentón. –Naruto está en su completo derecho a negarse. Así como yo estoy en mi completo derecho a aceptar tus disculpas. –Soltó decidido.

La vista de Itachi se aguo observando a su hermano, esta es la tercera vez que Sasuke se lo demostraba. Sin importar que tan maldito fuera. Su hermano no podía odiarle.

—Gracias. –Gimió el mayor secando sus contenidas lágrimas.

Naruto observo todo, sintiéndose ajeno en esa escena. Miraba a los Uchihas de hito en hito. Había esperado cualquier cosa de Itachi en ese, menos justamente lo que hizo.

La reconciliación de los Uchiha, duro lo mismo que la determinación de Naruto. El joven rubio carraspeo llamando la atención de los hermanos.

—Quiero aclarar que yo no te he hecho ningún favor Itachi. Si estoy con Sasuke es porque quiero, no se trata de caridad, ni de curar heridas, nosotros somos felices juntos, y eso es lo que nos mantiene unidos. –Aclaro serio. –También quiero decirte que valoro mucho la sinceridad que Sasuke tuvo conmigo, y a pesar de que yo mismo he decidido no volver a meterme en relaciones ajenas, también valoraría mucho que hablaras con Deidara, y le dijeras a mi amigo toda la verdad. –Hizo una pausa, que sumió todo en el silencio. –Estoy muy molesto contigo, y sé que esto es algo que no se me quitara de un día para otro. Sin embargo, Sasuke es a quien más daño le has hecho, y él te ha perdonado, eso quiere decir que yo no soy quien para negar tus disculpas. –Asevero el rubio con toda seguridad.

—¿Hablas en serio? –Pregunto Sasuke emocionado. Nunca creyó que Naruto fuese a aceptar las disculpas de su hermano.

—Muy en serio Sasuke. –Sonrió. –Solo espero que aprendas la lección e intentes no volver a comportarte como un idiota. –Advirtió el rubio.

—¡He aprendido! –Exclamo animado. –Les juro que he aprendido. Yo mismo hablare con Deidara después de que nazca nuestro bebé. –

 

Notas finales:

Bueno eso fue todo. Ya vieron que el tonto de Itachi ya esta tomando con mas seriedad todas sus cosas.

Quiero, antes de retirarme hacer dos aclaraciones:

1. El titulo lo expresa todo: "cuenta nueva, sin borron", esto quiere decir que a pesar de que lo han perdonado, no todo termina aqui, no han olvidado lo estupido que Itachi a sido, y deveran dejar pasar el tiempo y ver el verdadero comportamiento del Uchiha mayor, para que todo sea como antes.

Yo siempre intento poner pequeños detallitos de la serie en mis fics, y este ha sido un fic con muchas referncias. Siento de verdad que Sasuke nunca odio tanto a Itachi en la ser,e y que una vez supo todo de su hermano, lo perdono, porque en el fondo Sasuke siempre ha querido y admirado mucho a su hermano mayor.

2. Como ya les he dicho a muchos, Itachi realmente no es tan malo, solo idiota, desde un principio no quiso hacerle daño a nadie, se puso a mentir descaradamente, para hacer feliz a todos, pero lo unico que consiguio fue dañar mas. No justifico su estupidez, y su forma de ser. Si se ha comportado como lo hizo fue por mero rencor. Mi villano, no es tan villano, solo es idiota :)

Espero que les haya gustado el capitulo, nos leemos en una nueva entrega. Que espero sea muy pronto.

Les amo un monton.

Espero sus comentarios, asi que nos leemos pronto :)


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