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Dios maldiga a los rubios por niky-cham

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Notas del capitulo:

Hola :)

Se que me he desaparecido por mucho tiempo, y a a vez, se que no tengo perdon de Dios.

Les dare algunas explicaciones, que espero comprendan, antes de inciar el capitulo. 

Estas prolongada pausa se produjo principalmente por razones universitarias en un comienzo, creo que estuve alejada por casi dos meses de mis fics, y este fue uno que no pude retomar por cosas de que no sabia realmente como hacerlo, mientras mas pasaba el tiempo, menos sabia como continuarlo y todo se fue complicando. Disculpen mi prolongada ausencia, evitare repetirlo.

Muchas gracias todos por comentar, estare respondiendo sus comentarios en este momento. Espero que disfruten el capitulo. Lean por favor las notas finales.

Capítulo 25: El miedo es para los débiles.

Unas escasas semanas habían transcurrido desde su ultimo encuentro con Itachi, y a pesar de que fue difícil, poco a poco la situación comenzó a alivianar su peso. Se podía notar como el mayor de los hermanos Uchiha hacia sus esfuerzos para llevarse bien con la joven pareja, y ellos no negaban la agradable amabilidad del pelinegro.

—¿Vas conmigo a casa? —Esa pregunta se repetía con frecuencia, y es que a pesar de que Sasuke y Naruto no vivieran juntos, aun, estos pasaban la mayoría de sus días en casa del mayor, y de vez en cuando también ocupaban el espacio de Naruto.

—Me he comprometido a pasar por casa de Gaara. ¿Puedo ir luego? —Consulto el rubio, apenas mirando a Sasuke de reojo, sin dejar de teclear en el computador.

—Claro que puedes, ¿te espero para cenar? —Su novio negó con la cabeza en respuesta. Ya imaginaba Sasuke que comería con su amigo. —Esta bien, nos vemos luego. —Antes de retirarse, giro con habilidad la cabeza de su rubio, aprovechando la instancia para besar los carnosos labios a modo de despedida. El menor no dijo absolutamente nada se dejo hacer por Sasuke y luego despidió al mayor con un bobo gesto de mano.

La puerta se cerro tras la espalda de Sasuke. Naruto soltó un lánguido suspiro antes de regresar su vista al ordenador. En realidad, ya no estaba trabajando, mas bien preparaba un informe para su instituto. Al principio había pensado que sería fácil, pero con el pasar de los minutos iba descubriendo que no era tan sencillo como imagino. De hecho, no pudo finalizarlo aquella tarde.

Corrió por los pasillos al saberse atrasado. Su reloj de pulsera marcaba las ocho en punto. Él se encontraba en la empresa, y no en la casa de Gaara, donde realmente debería estar.

Ataviado como solo él podría ir, flanqueo cada curva con sus agiles pies a toda la velocidad que le podía dar. Traía un ojo en el pasillo, y otro en el minutero de su reloj, al mismo tiempo intentaba digitar un mensaje para su amigo, notificándole su minúsculo atraso.

—¡Ten cuidado! —La voz ya conocida por el rubio le detuvo, al mismo tiempo que una mano fría se ceñía a su brazo izquierdo, evitando que chocara con una maseta que estaba en el camino. —¿A dónde tan apurado, Naruto? —Consulto su, oficialmente, cuñado.

El rubio por su parte parpadeo un poco confundido, tardando un par de segundos en descifrar la situación, estuvo a pocos centímetros de tropezar e Itachi había evitado aquel suceso. Además, seguía atrasado.

—Disculpa Itachi. —El mayor negó, restándole importancia. —Estoy atrasado, voy a casa de Gaara, —añadió luego.

—¿Quieres que te lleve? —ofreció de inmediato el mayor. Para Naruto fue difícil dar crédito a las palabras de Itachi, luego negó con la cabeza, no queriendo imaginar lo incomodo del viaje. —Se que no tenemos la mejor de las relaciones, pero estas atrasado, y la casa de Gaara me queda casi de camino. Nos conviene a ambos, ¿no? —Intento convencer. Naruto torció el gesto y acepto casi obligado. Itachi por supuesto noto la incomodidad del rubio, pero el mismo decidió ignorarla, sabia de sobra que no ganaría a la confianza de su cuñado de un día al otro.

En compañía mutua subieron al ascensor, recorriendo en silencio todo el camino hasta el vehículo del mayor. Apenas pudo encender el auto, Itachi puso la radio a moderado volumen, intentado con eso disminuir el intenso mutismo que los envolvía.

—¿Todo va bien con Deidara? Digo, ¿el embarazo va bien? —Balbuceo Naruto, en un vago intento por sostener una conversación racional con Itachi, sin estar, obviamente, Sasuke de por medio.

—El doctor dice que es un bebé saludable. Dei se queja últimamente porque se mueve mucho, pero la verdad es que esta recién comenzando, aun le quedan tres meses más de patadas, —comento con simpatía y naturalidad. Naruto pensó en ese momento, que de no conocer la relación que había existido entre Sasuke e Itachi, seguramente él se había llevado muy bien con su cuñado. Suspiro.

—Verán como tres meses se pasan volando. Prontísimo estarán cambiando pañales, prepárate para que las ojeras te lleguen hasta el suelo, porque sospecho que el hijo de Deidara les quitara el sueño sus padres. De niño Dei era todo un llorón, él dice que me protegía y todo eso, pero la verdad es que Gaara y yo estábamos siempre secándole las lágrimas. —Dejo escapar una nostalgia sonrisa. A pesar de todas sus carencias de niñez, esos días, sin duda alguna, fueron muy felices para él.

—Deidara es muy apasionado, —externo Itachi, coincidiendo con la opinión de Naruto, aunque de una manera mucho más sutil. —Es aquí a la izquierda, ¿cierto? —Naruto asintió, comenzando a recoger sus cosas y quitándose el cinturón de seguridad. Después de todo, el viaje había sido mucho mas ameno de lo que esperaba.

—Muchas gracias a Itachi. Nos vemos en el trabajo. —

—No hay de qué. Dale mis saludos de Gaara. —Naruto asintió, y pronto dio media vuelta hacia el edificio de su amigo, un bonito apartamento en el centro de la ciudad.

Hace algunos días había sido el cumpleaños de su pelirrojo amigo. Naruto en dicha ocasión, no había conseguido zafarse del instituto, siendo incapaz de asistir a la celebración, pero prometiéndole una cena para compensar.

—¡Que bueno que llegas! Ya pensaba yo que huirías de nuevo. —

—No hui la ultima vez. Sabes que tengo que terminar mis estudios, —reprocho Naruto sintiéndose ofendido.

—Tranquilízate, son bromas, nada más. ¿Cómo has estado? —Consulto el pelirrojo, buscando cambiar el tema.

—No me quejo —Se encogió de hombros. —Me va mejor que nunca. —

—Me alegra oír eso. Ven a la mesa, ya tengo todo servido. — Guio a su amigo hasta el comedor.

—Espera, déjame darte tu regalo. —Naruto extendió un obsequio envuelto en papel celeste con un moño azul marino. Gaara cogió el objeto con entusiasmo, desato el moño, soltando luego el papel de regalo. —¡Esta precioso! Me encantan los relojes de arena. ¿Dónde lo conseguiste? —Pregunto observando los detalles del objeto.

—En una tienda del centro, venden libros de segunda mano y otras chucherías. ¿Recuerdas donde siempre nos juntábamos con Deidara a tomar café? —Gaara sintió. —Al frente, —indico con gusto.

Desde que eran muy niño Gaara tenía un extraño gusto por los relojes de arena. Recordaba muy bien que había iniciado una pequeña colección con sus propias manos, agarraba el plástico transparente que cubría las cajas de muñecos y con un poco de cartón, construía sus relojes, restándole partes al arenero de un parque que quedaba de camino al orfanato. Ahora su colección era mucho mas refinada, y superaba los cien relojes de arena, de múltiples formas, colores y tamaños.

—¿Todavía conservas los que hacías a mano? —Pregunto, tomando asiento.

—Solo unos pocos. Mis hermanos se deshicieron de la mayoría cuando dejamos el orfanato, y el resto los he ido olvidando en los diferentes viajes que hecho con Sai, —aclaro con cierta nostalgia.

—Ahora que lo mencionas, ¿y Sai? —

—Él no va a cenar con nosotros. Esta fuera de la cuidad, en una exposición de obras de arte. —

—¿No fuiste con él? —Naruto ya sabía la respuesta, después de todo tenia a su amigo en frente, ese era un claro indicio de que no había viajado junto a su pareja.

—Yo también estoy un poco atareado últimamente. Me gusta acompañar a Sai en todas sus locuras, pero en esta ocasión simplemente no se pudo. —Encogió sus hombros. —Mejor cuéntame, ¿Cómo vas con Sasuke? —Su amigo sonrió con picardía, Naruto sabía lo que Gaara esperaba escuchar, pero él no podía darle ninguna respuesta que le hiciera feliz.

—Estamos bien. Tenemos genios muy parecidos, y nos pasamos siempre peleando, pero nada de gravedad, solo competencias de ego. Nos llevamos bien, —explico.

—Me alegra oírlo. Cualquiera diría que Sasuke es demasiado serio para ese tipo de jugarretas, me sorprende oír que pelean como en jardín de niños, —Soltó una carcajada, llevándose un bocado de arroz luego. —Dime al menos que es lo único en lo que se comportan como niños. —

—No se a que te refieres. —Negó el rubio, llevándose también un trozo de comida a la boca.

—¡Vamos Naruto! —Exclamo. —Sabes a lo que me refiero, o es que, ¿aún no sucede nada entre ustedes? —Naruto Casi se atora con las palabras de su amigo, una intensa tos le ataco al instante. Gaara desvió su atención, parándose de su asiento para darle palmadas en la espalda a su amigo, a la vez que este intentaba beber un poco de agua. Apenas la tos se fue, Naruto levanto su mirada llena de lágrimas y negó con la cabeza.

—No ha pasado nada, —confirmo apenado. Los aguamarina del pelirrojo se dilataron a mas no poder, parecía que en cosa de nada se le caería la mandíbula, y mientras más pasaba el tiempo, mas escondía Naruto su rostro.

—Amigo, no lo puedo creer, ¿Cuánto tiempo llevas ya con Sasuke? —

Naruto omitió el tiempo que habían estado separado, e incluyendo toda su previa amistad con ciertas ventajas, respondió:

—Cinco meses. —

—¡Madre mía! Cariño, eso está bien para noviazgos de secundaria, no para mayores de veinte. ¿Qué sucede con ustedes dos? —Pregunto sorprendido. —Solo los primerizos se hacen tanto de rogar, —añadió.

—Eso es, —musito suavecito Naruto, sin levantar la vista para observar a su amigo.

—¿Qué cosa? —Gaara medio desconcertado observo a su amigo no tendiendo la frase. —No me digas, Sasuke aún no… —

—¡Claro que no, tonto! —Corrigió Naruto de inmediato. —Soy yo, él solo esta respetando mi decisión.

—¿Tú? Pero Naruto, tú no… —las palabras murieron lentamente en su boca. Lentamente hizo memoria sobre todas las historias que había compartido con su amigo, ciertamente hasta ahora no recordaba novios, y mucho menos relaciones, entre los muchos relatos que Naruto le había dado. —¡No lo puedo creer! ¡Naruto eres virgen! —Exclamo de pronto.

Los colores de su rubio amigo habían tomado posesión rápidamente de sus mejillas. Naruto había desviado su mirada avergonzado. Era difícil ver al irreverente Uzumaki, mostrando tales gestos de pena.

—Oye, esta bien. No tienes que apenar, —soltó con voz calma, intentando recuperar la serenidad de la conversación. —Pero, explícame algo, ¿Por qué aun nada? —

—Si han pasado algunas cosas, solo o hemos llegado hasta el final, —confeso Naruto un poco más calmado.

—¿Tienes miedo? —Pregunto. Su amigo asintió con la cabeza baja. —¿Es por Sasuke? ¿No quieres que él tenga tu primera vez? —

—No es eso, —corrigió el rubio. —Me da miedo eso es todo. Ya sabes, Sasuke ha tenido un par de parejas, y yo, —hizo una pausa, —yo soy un inexperto, nada más, —musito. —

—Entonces es eso, temes no poder satisfacerle. Escucha Naruto, si Sasuke te quiere, será el hombre mas dichoso de esta tierra con solo saber que tú le estas otorgando tu primera vez. —

—Dicen que duele como el infierno, —agrego Naruto con voz baja. —

—Naruto Uzumaki, deja de buscar excusas. Sasuke es un hombre experimentado, sabrá como tratarte. Ya deja de ser un cobarde, el miedo es para los débiles, y tú, Naruto, eres la persona mas fuerte que yo he conocido. —Gaara había visto a Naruto sobreponerse ante muchas adversidades. De pequeño, cuando todos los niños lloraban por una simple vacunación, Naruto recibía jeringas a diario sin soltar una sola lagrima. Por su condición los adultos nunca habían querido adoptarlo, y entre los niños también era aislado, ya que algunos pensaban que lo de Naruto era contagioso, no querían acercarse a él. Mas grande comenzó a vivir solo, absolutamente por su cuenta, construyo su vida de cero. Justamente por construir su vida, fue que su amigo se había negado por tantos años a buscar el amor, y justo ahora que le había encontrado, este se negaba a recibirlo solo por miedo. Inaudito.

—Gaara, tú no entiendes, —susurro el rubio.

—¡Oh, claro que entiendo! —Exclamo de regreso. —¿Quieres hacerlo con Sasuke? —La cabeza de Naruto se movió afirmativamente. —Entonces deja de ser una maldita gallina, y hazlo. Tus inseguridades son ridículas. Si ustedes se quieren, no tendrás mucho que pensar. —

Naruto asintió pensativo. Gaara decidió dejar la tortura para otro momento, y cambios drásticamente de tema. Sin embargo, aquella cabecita rubia no dejaba de pensar en todas las palabras que su amigo le había dicho.

Cuando llego al departamento de Sasuke, estaban todas las lucen apagadas excepto por la habitación. El pelinegro ya estaba en la cama, por lo que Naruto saludo bajito y comenzó a cambia sus ropas también. Se deslizo lentamente dentro de la cama, y todo su cuerpo se erizo cuando Sasuke le cogió de la cintura.

—Por fin llegas, —susurro, pegando su cuerpo al más pequeño. —Estas nervioso, ¿qué sucede? —Sasuke noto la tensión en el cuerpo del rubio, quien giro lentamente para verle a los ojos.

—Sasuke, ¿crees que soy cobarde? —El pelinegro no entendió la pregunta, solo negó con la cabeza y revolvió los boldos cabellos.

—Claro que no, eres muy valiente, —contesto convencido.

—Yo, en realidad tengo muchos miedos, pero hay creo que estoy a punto de superar uno de ellos, ¿esperarías por mí un poco más? —

Sasuke pareció no entender las palabras del rubio, pero supuso que seria algo importante para él. Justo por eso asintió y beso los labios de su amado.

—Claro, esperare todo lo que quieras. —

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capitulo, estuvo un poco escueto y desabrido para mi gusto, pero siento que necesito empezar lento para retomar todo lo que tengo pensado. Juro que el proximo capitulo sera mas picante (candente) y llegara dentro de poco, probablemente de aqui al sabado ;)

Muchas gracias por su inmensa paciencia. Si aun disfrutan de este fan fic, estare publicando tan seguido como pueda (aprovechando mis vacaciones). Muchas gracias por todo.

Nos leemos pronto~


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