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Dios maldiga a los rubios por niky-cham

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Notas del capitulo:

Bueno amores, se que una vez mas, tarde mas (valga la redundancia), de lo prometido, pasaron muchas cosas en mi vida, incluyendo la perdida de un familiar cercano, que alejo mis dedos y pensamiento de lo que siempre escribo. Hoy me encuentro bien, tranquila y con esperanzas de que esa persona este descansando como lo merecia. Y es por eso que ya puedo volver a escribir y concentrarme una vez mas en esto que gusta tanto hacer.

Muchas gracias a todos por sus comentarios, ya los he contestado todos, y espero que puedan leer sus respuestas.

Yo no les dare mas la larga, me imagino que ya quieren leer el nuevo capitulo :)

Capítulo 26: Ayúdame a deshacer la cama.

Durante los últimos días el frio se había hecho casi insoportable. Ellos terminaban de trabajar entre las seis y las siete de la tarde, horario en el que casi todos los días encontraban lluvia, o un frio glaciar que calaba los huesos. Sasuke no había sido sincero, solo había insistido en llevar y traer a Naruto del instituto, cosa que al rubio le pareció casi irracional, pero cedió a medida que el auto de Sasuke era, varias veces, mas acogedor que esperar locomoción en el paradero a una calle de su lugar de estudios.

—¡Lo lamento! Me quede dormido. —Esa noche, en especial, Sasuke se había retrasado un poco. Y para ser sincero Naruto estuvo un tanto preocupado, ya que no era común en el azabache llegar tarde, aunque al parecer solo se había tomado una siesta.

—No te preocupes, no espere tanto, —sonrió Naruto, restándole importancia al asunto. Sasuke no cambio su expresión de culpa, solo le subió a la calefacción y condujo rápido de regreso a su hogar. Naruto tenía la nariz roja y los labios violáceos, claramente había esperado un largo rato. —Has trabajado mucho últimamente, podrías haberme dicho que regresara solo a casa si querías descansar, —externo Naruto.

—No quería que fueras solo a casa, tampoco quería hacerte esperar. Fue un descuido, en realidad no estoy tan cansado. —Naruto sonrió. —No alcance a comprar nada de cenar, ¿te parece si llevamos algo ahora? —

—¡Ramen! —Exclamo el rubio sin una pizca de duda.

—¿Los fideos no son malos para tu diabetes? —Pico el moreno.

—No seas aguafiestas Sasuke. Un poco, de vez en cuando, no hace mal, —contesto Naruto. De hecho, el llevaba años comiendo ramen y aun no le hacía daño.

—¿Ichiraku? —

—¿Conoces otro? —

Sasuke sonrió, claro que conocían otros, pero el Ichiraku era la tienda de ramen favorita de Naruto, él sabía eso de sobra, solo preguntaba por jorobar.

El ramen no era la comida predilecta del mayor, de hecho, se atrevería a decir, que, de no estar Naruto con él, seguro no hubiese elegido aquello para cenar. Una crema de tomates hecha sopa, o un buen trozo de carne habrían sido su menú a elección, pero las cosas eran muy diferentes en su vida desde que llegara su hiperactivo rubio a invadirla.

Después de casi veinte minutos, entre el pedir la comida, y conducir a casa, Sasuke abrió por fin la puerta de su hogar.

—¿Puedo tomar un baño antes de comer? —Pregunto Naruto, a medida que ingresaba apresurado. Tenia sus brazos cruzados y le castañeaban los dientes.

—Ve, yo serviré la comida mientras. ¿Prefieres comer en la habitación? —Naruto no volteo a responder, pero levanto el pulgar en señal de aprobación. Sasuke por su parte se limito a suspirar, esperaba que Naruto no resfriara después de haber esperado durante tanto tiempo al frio.

 Preparo dos bandejas e instalo las mismas en los burós de la habitación. Naruto salió de su baño, segundos después de que Sasuke comenzara a comer.

—¡No me has esperado! —Exclamo con fingida indignación al ver como el moreno sorbia unos fideos.

Sus ojos negros se posaron sobre el cuerpo acanelado del doncel. Trago con esfuerzo los fideos que acababa de echarse en la boca. Ver a Naruto así, siempre era un reto difícil de superar. Solo con una toalla blanca atada a la cintura, pegada a sus glúteos por lo húmedo de su cuerpo, los cabellos alaciados, dejando caer cristalinas gotas que, traviesas, se deslizaban por los dulces pectorales del menor.

—¿Sasuke? —Llamo su atención el rubio, al verlo casi perdido en el espacio.

Apresurado Sasuke quito la bandeja de entre sus piernas, dejándola de regreso en el buró.

—Lo siento. Ya vengo, —aseguro, dejando una estela tras de él, luego de ingresar al baño.

Naruto no fue capaz de decir mucho, solo observo como su novio se metía en el servicio, sin mediar muchas explicaciones. Él se encogió de hombros y continuo su labor de vestirse, ignorando por completo el difícil trabajo que estaba soportando Sasuke.

Había pasado ya tiempo desde la ultima vez que tuviera sexo, incluso desde la ultima vez que se complaciera si mismo. Por supuesto, había sido su decisión el esperar a Naruto todo el tiempo que fuera necesario, pero a veces se preguntaba, “¿Cuándo acabaría toda esa tortura?”.

Suspiro observando su despierto miembro en busca de atención, que claramente en no le daría, apresurado se quito la ropa, solo había una solución para aquellas situaciones, y aunque casi era una tortura para esos fríos tiempos, no pudo evitar su triste desenlace. Tembloroso ingreso a la ducha y, sin tiempo para arrepentimiento, abrió el grifo dejando caer el agua helada, casi soltando una maldición. No paso mas de un minuto cuando toda su excitación se fue al tacho de la basura, y el recuerdo de Naruto recién salido de la ducha, fue remplazado por un iceberg, del que él se sentía parte.

—¿También te hacía falta un baño? —Pregunto Naruto al verle salir del baño. —¡Tu estas loco! ¿Te has bañado con agua fría? —Consulto ante lo obvio, Sasuke venia más pálido de lo acostumbrado, tembloroso y frio. —¿En que estabas pensando? —

—Solo ignórame y come tu ramen, —corto tan rápido como pudo. Realmente no sabia como explicar esa situación a su novio.

Naruto podía no ser el mas obediente, y sin duda que en otra situación hubiera insistido en molestar a Sasuke, pero luego de ver el afligido rostro del pelinegro, reconoció que no era el mejor momento para ser el fastidioso de siempre. Se encogió de hombros y volvió a llevarse un bocado de fideos a la boca. Sasuke se vistió rápidamente, metiéndose apresurado entre las frazadas y cogió su tazón de ramen ya tibio, devorando en pocos minutos la reconfortante sopa.

Llevaban ya un tiempo viviendo “juntos”, Naruto solo pasaba uno que otro día en su departamento, y la mayoría de sus semanas en casa de Sasuke. No es que lo hubieran planeado, la cosa se fue dando de a poco, una película, noche de videojuegos, cena. Dia tras día, comenzó a quedarse en la morada del mayor, hasta que, sin siquiera notarlo, sus cosas estaban instaladas en la casa del pelinegro, al igual que él.

—Yo llevare los platos a la cocina. Puedes pagar la luz si quieres, ya es tarde. —El rubio tomo ambas bandejas y abandono la habitación.

La verdad es que, si era tarde, y efectivamente él estaba muy cansado, por lo que decidió hacer caso a las palabras de Naruto y apagar las luces, dejando solo su pequeña lampara de noche encendida. Llevaba unos días trabajando extra, aunque no era mero fanatismo, aun no hablaba nada con Naruto, pero sabia que las vacaciones de invierno estaban a pocos días, y él no se había tomado unas buenas vacaciones desde que su hermano planeara casarse, hace ya poco mas de un año. Dichos motivos le habían impulsado a adelantar un poco de trabajo, y planear una rápida escapada con su rubio a unas termas cercanas, que, con el frio que estaba haciendo, no venían nada mal.

Solo pasaron un par de días, cuando vio que sus pendientes mermaban después de tanto intenso trabajo. Fue entonces que decidió hablar con Naruto, y preguntar de una vez por todas su opinión sobre unas acotadas vacaciones en pleno invierno.

—Naruto, estuve pensando. Tú vas a tener un tiempo de descanso con el instituto, y a mí también me gustaría tomarme unos días libres después de tanto trabajo. —El rubio le observaba atento, pero comprendiendo solo a medias las intenciones del moreno. —¿Qué opinas de ir a unas termas la próxima semana? —

El rubio se vio rápidamente sorprendido, pero en realidad que Sasuke se tomaría unos días de descanso, tal vez que le propusiera quedarse en casa con él, pero no que le invitaría tan imprevistamente a unas vacaciones.

—Pero Sasuke, no hemos planificado nada, —

—¿Y que debemos planificar? —Consulto el azabache de regreso. —Yo vi unas termas a una hora en auto desde aquí, solo debemos armar unos bolsos y viajar. Me gustaría que me acompañaras, a ambos nos hacen falta unos días de relajo. —

Naruto en realidad se sentía inseguro, no tenía muy buenos ahorros para acompañar a Sasuke en ese viaje, sabia, por supuesto, que era el moreno quien le estaba invitando, y que correría con todos los gatos si él no reñía mucho, pero en verdad no quería ser una sanguijuela.

—Por favor. —Sasuke insistió, con carita de borrego observo a Naruto, quien estuvo a punto de decirle que no había puchero en el mundo que le hiciera cambiar de opinión. Sin embargo, callo, y eso debido a que realmente nunca había ido a unas termas, y hace años que no se tomaba unas vacaciones, claro si mojarse con el agua de las piletas en verano, eran consideradas vacaciones, él no lo hacia desde sus tiempos en el orfanato.

—¿Cuántos días dices que estaremos por allá? —

—Solo el fin de semana, tres o cuatro días seria ideal. Aunque tenía pensada tomarme una semana, el resto de los días podríamos descansar aquí en casa. —Sasuke sonrió, y Naruto regreso el gesto.

—Bien, supongo que unas vacaciones no están mal. Veré si la abuela puede adelantarme algunas dosis, si no me falla el cálculo, se me estarían agotando las municiones justo a mitad de viaje. —

—Seguro que no habrá problemas. —

Y así fue. Tsunade había preparado rápidamente una bolsita con todo lo que pudiese necesitar, incluso algunos medicamentos en caso de que se presentara alguna emergencia. Naruto considero dicha acción exagerada, pero en realidad la médica solo tenía buenas intenciones.

—¿Ya tienes todo preparado? —Dijo el moreno. Naruto asintió en respuesta. —¿Municiones listas? —

—Pues claro, ¿Quién te crees que soy? —Soltó el rubio. Sasuke simplemente rio.

—Entonces, es hora de irnos. —

El viaje fue relativamente corto, y bastante ameno, Sasuke tenía música aceptable para los dos, y Naruto llevaba entre sus manos un libro que el azabache le había prestado, conversaban a ratos, se concentraban en sus labores también, y en menos de lo que esperaban ya habían llegado a su destino.

El lugar, mucho mas que lujoso, se veía acogedor, era un pueblo, no muy grande, no muy pequeño. La gente se veía amigable, y el lugar donde ellos iban a alojar era agradable a la vista. Sasuke bajo ambos bolsos y Naruto camino tras de él, riñendo para llevar su propio equipaje.

—Bienvenidos, ¿tienen reservación? —Una muchacha de no más que veinticinco años, les recibió amablemente.

—Si, Hice una reservación la semana pasada, a nombre de Sasuke Uchiha, —comento, e inmediatamente la mujer busco el nombre en un ordenador.

—Señor Uchiha, habitación 25, Queda en el primer piso, es la ultima puerta del pasillo, —indico la joven, al tiempo que extendía la llave correspondiente. —Espero que disfruten mucho su estadía. —

—Muchas gracias, seguramente así será, —comento Sasuke, y ambos marcharon por el camino indicado.

A pesar de que el lugar se veía amplio, nunca espero que su habitación fuera tan espaciosa. Sus ojos azules y curiosos recorrieron cada rincón del lugar. Estaba decorado con un aspecto rustico, que era perfecto considerando el pueblo en el que estaban. Se dividía en dos sectores, uno donde se encontraba la imponente cama matrimonial, y otro sector con fregadero, algunos utensilios de cocina, y una pequeña mesa para dos de madera sólida.

—Que mas hay por aquí, —canturreo Naruto, abriendo la primera puerta frente a la cama, era un baño, no muy grande, pero si bonito, las baldosas no perdían el aspecto rustico, pero eso no les hacia menos elegante. —Y por acá, —prosiguió con la siguiente puerta, que vaya, fue una sorpresa. —¡Sasuke! ¡¿Viste esto? —Exclamo el rubio con gran impacto.

El moreno se asomó detrás de su hombro, conforme con lo que le ofrecía su vista.

—Se ve mejor que en fotos. —Admitió el moreno. —

—¿Bromeas? ¿Sabias de esto? —Consulto. —Debe haberte costado una fortuna. —

—Claro que no, fue bastante económico. Además, así es mejor. Quiero relajarme, y para eso prefiero la privacidad. —

Lo que tenían en frente era una peña terma, daba al aire libre y estaba construida con piedras y piletas artificiales, una que otra rama verde salía por entre las rendijas, y aunque estaba claro que el ambiente no era cien porcientos naturales, vaya que parecía obra de la madre tierra. Por lo fácil debía medir unos dos metros y medio, quizás un poco más.

—¿No te gusto? —Soltó Sasuke. Naruto aún estaba anonadado.

—No es eso, es bonito, solo no lo esperaba. —

—No tienes que esperar nada, solo disfrutarlo, —externo sereno, al tiempo que se acercaba al borde de la cama y comenzaba a quitarse las ropas. —¿Quieres probarlo? —

Naruto trago sus palabras, pero luego de ver a Sasuke hundirse en las vaporosas aguas, no le quedo de otra, más que apresurarse y entrar con él.

—Hace frio, —dijo, cubriéndose los brazos.

—Entra rápido, el agua esta perfecta. —

Sasuke estaba apoyado en una de las rocas, tenia sus cabellos negros húmedos y peinados hacia atrás, con es postura relajada, donde sus músculos no hacían mas que verse tonificados, sobre todo sus pectorales, y esa línea que se armaba en medio de sus abdominales, que llevaban hacia lo desconocido, escondido entre las vaporosas aguas.

El rubio contuvo un jadeo y se metió rápidamente en la terma, antes de coger un resfriado, o permitir que Sasuke viera lo despierto que estaba en su zona inferior.

—¿Por qué tan lejos? —Consulto el moreno.

—Aquí estoy bien, —balbuceo Naruto. Pero el azabache renegó con la cabeza, y en dos movimientos se instalo mucho mas cerca de lo que Naruto hubiera deseado.

—Que relajante, —suspiro.

—Aja, —

—Naruto, estas rojo como un camarón, —carcajeo Sasuke —¿Qué sucede? —

—¡Na-nada! —Exclamo, medio alterado, pegando un salto lejos de Sasuke. Movimiento que permitió al moreno, saber exactamente lo que estaba ocurriendo.

—Ven acá, —musito suave. A punta de esfuerzo había aprendido algunas técnicas para controlar al rubio. Voz serena, movimientos lentos, siempre hacían que el rubio bajase su guardia. Sasuke tiro a Naruto de una muñeca, y con paciencia le sentó entre su regazo. —No debes avergonzarte conmigo, soy tu novio, ¿recuerdas? —Ronroneo, y por puro impulso Naruto soltó un contenido jadeo.

Una de sus manos recorrió el terso pecho del doncel, la otra había entrelazado sus dedos con los de Naruto, apoyando ambas palmas contra la roca. Sus labios de apoco dejaban un húmedo camino de besos en el cuello del menor, quien no dudo en girar el rosto y recibir uno de los tantos ósculos en sus labios.

—Sasuke, —balbuceo jadeante. El mencionado no hizo mas que pellizcar uno de los rosados botones, logrando esta vez un agudo gemido que Naruto deseo callar.

—¿Quieres más? —Naruto tenso su cuerpo. ¿Aun tenia miedos? No, claro que no. Él quería entregarse, su cuerpo se lo pedía casi a gritos.

—Quiero más, —admitió el osado rubio. Sasuke sonrió, a pesar de que había notado la tensión del blondo, este había aceptado continuar.

La mano, que hasta hace poco, mantenía entrelazados sus dedos, se ubico en el despierto miembro del menor. Con destreza propia comenzó a masajear el erguido miembro. Naruto disfrutaba ese toque, era bastante claro. Algunos dedos se instalaron sobre el tierno agujero, ninguno se introdujo en él, pero una simple caricia erzo la virginal zona. Inesperadamente Naruto eyaculo.

El moreno sonrió complacido, nunca había sentido tanto placer con solo tocar a una persona, pero Naruto sabia llevarle a esos extremos.

—¿Ves? No debes tener miedos, yo esperare tanto como tu desees. —Beso la tierna nariz del blondo, suponiendo que Naruto temía llegar al final. —

—Ahora, —soltó el menor, aun jadeante.

—¿Qué?

—No debes esperar mas Sasuke. Quiero que nos pertenezcamos, justo ahora. —Le costo comprender las palabras del rubio, pero tan pronto lo hizo, beso los húmedos labios del menor con gran euforia.

—Vamos Naruto, ayúdame a deshacer la cama. —

Notas finales:

Muchas gracias por llegar hasta aqui.

Espero realmente que el capitulo si les haya gustado, a pesar de que lo corto en un momento importante, les quiero decir que esto es solo un adelanto de lo que sucederá, necesito preparar estos deditos para lo que viene, asi que ustedes tambien preparen sus ojitos para leerlo :)

Prometo volver pronto, y espero que ustedes sigan apoyando este fic :)
Nos leemos en breve~


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