Lussuria llevaba una hora en su paraíso personal y dejaba en claro que no quería irse, a su alrededor correteaban cuatro pequeños que a primera vista asemejaban tener no mas de cinco años.
Dos de ellos se perseguían mientras uno le arrojaba palillos de dientes diciendo que decían eran filosos cuchillos.
— Moooo Bel chan no deberías ser tan malo con Fran, mejor ven y deja que mami te peine un rato.
— Shishishi jamas dejaría que tocaras mi cabello — mientras hablaba no había dejado ni un segundo de atormentar a su "hermano"
— No deberías ser tan malo con tu madre, bueno pero por algo eres mi pequeño princeso... ¡Hey!, Leviathan perro malo deja de lamer los zapatos de mi pequeño boss.
Así es, un pequeño Xanxus estaba sentado en un trono de juguete mientras en una copa de plástico bebía jugo de uva, su ceño fruncido sólo era más notable cuando un perro largo peludo y misteriosamente con bigote se acercaba con la intención de jugar o bien simplemente respirar el mismo aire que aquel niño.
— Voooooi, Ese tonto simplemente quiere atención por eso deja que esa cosa se acerque.
— Squ chan, no deberías decirle tonto a nuestro pequeño jefe.
El albino no pudo ni quejarse por que sintió impactar en su cabeza un objeto bastante duro y algo liquido se derramaba.
— Cuida tu vocabulario basura, y ahora trae me mas jugo, estoy muriendo de sed.
— ¡Eres un verdadero demonio! Recién iba saliendo del baño, dos copas de jugo en mi cabeza es demasiado.
Lussuria se había percatado desde que despertó en aquel misterioso lugar que ese par sólo intercambiaban insultos, pero la verdad no era sorpresa para él, conocía muy bien a esos, sin embargo aun cuando era la mamá de sus cuatro retoños y dueño de un perro demasiado feo, sentía que le faltaba algo y sabía bien que era.
Bel chan y Fran chan eran sumamente adorables y podía molestarlos y regañarlos, pero les hacia falta ser mas descarados, mas irreverentes.
A su mini jefe y Squ chan les faltaban esos cachondos momentos donde a escondidas de los aludidos, Lussuria se había dado cuenta de aquellos encuentros carnales que compartían los dos lideres.
El guardián del sol había sido testigo de cuando hicieron oficial su relación, le faltaba aquellos secretismos que se tenía con el guardián de la lluvia, aun si vivía en un sueño, no cambiara en nada a su vida cotidiana en Varia, con gritos, quejas, sonidos de objetos rompiéndose, gemidos de vez en cuando y mucho más.
Al igual que a los demás miembros su mirada se hizo lentamente borrosa y cuando la enfocó se encontró con el caro sofá donde estuvo sentado, en la habitación sólo seguía Levi que movía sus piernas y brazos como si fuera un galgo directo a su libertad.
— Mooo...creo que comprar esa botella no fue tan buena idea, de acuerdo a lo que Verde había dicho sería como lo mas profundo de nuestros deseos, hubiera sido divertido ver que soñaron los después...
— Hijo de puta...¡Vooooi! Así que fuiste tú
— Espero una buena respuesta... Basura
— Kyaaaaa.... Jefe, no es lo que cree..yo... Yo... ayuda!!!!