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Twin Uchiha por Kuroyami Mirai

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Notas del capitulo:

Jojojo..aquí está Mirai con una actualización, no sé si esto pegó, pero espero que se sientan mejor!!! Jejejej… Aquí la conti, este capi es un poco más simpático que en el anterior, pero no deja de ser importante. Hay personajes nuevos, secretos revelados y… mejor no hago más spoiler ¬¬… Se lo dedico a mi hermana ShirayukiShinon, este capítulo lo escribí recordando nuestros días de locura… disfrútalo onee-sama>///<. Disclaimer: Bueno, esta parte la conocen, el único que me pertenece es Rasuke. Kishi-chan no quiso darme al teme (puchero) ¡Pero no me rendiré! Haré lo que sea por tenerlo y que haga mucho bcbfcikbnfcñkbck con su hermano muajajajaja… Nos vemos en las notas finales n_n/

El símbolo de la eternidad; el que elimina el sentido del tiempo, destruye el recuerdo de los errores del comienzo y anula el temor de un final…, no es el amor, ésa… es la amistad.

 

_Esto es el colmo- reprochó internamente mientras se dejaba caer de espaldas sobre la cama de su habitación- una semana, una maldita semana- se pasó la mano por los cabellos rubios mientras meditaba la inmadurez que reinaba en su cabeza.

Llevaba una semana sin ir al colegio; sabía que esa reacción era bastante patética, pero no sabía cómo enfrentar a Rasuke después de haberlo golpeado de esa forma, ni a Sasuke por gritarle improperios cuando lo encontró llorando en el patio y quiso ayudarlo. Después de casi soltar un alarido de miedo cuando se acercó, le chilló y lo maldijo como si tuviera la culpa. Él no tenía por qué saber sobre los innumerables traumas que cargaba y aun así… Se había portado como un imbécil con las primeras personas que lograron hacerlo reír desde hacía mucho tiempo.

Ciertamente los acababa de conocer, pero no podía dejar de especular que aquel parde morenos se habían convertido en la prioridad de sus pensamientos. Odiaba admitirlo, pero podía jurar que sabía cómo se sentían las princesas en los cuentos cuando saben que un príncipe las espera…, por muy cursi que pudiera parecerle.

Tenía que dejar de ser un cobarde, si quería que su vida cambiara a mejor, también él debía cambiar, para mejor. Dejar su timidez de lado y su baja autoestima, afrontar a las dificultades con la frente en alto y defender sus derechos. Se había equivocado y justo como se prometió a sí mismo, tenía que enfrentarse a sus errores para poder avanzar.

Dio un salto de la cama y se paró frente al espejo de cuerpo completo que tenía junto a la puerta del baño. Ciertamente la habitación no era tan grande, ocho tatamis a lo mucho; pero para él seguía siendo más que suficiente, porque era su propio espacio, susocho tatamis de libertad.

El pijama le quedaba holgado, como cuando un niño se pone la ropa de papá para parecer más grande; sus cabellos enmarañados eran una caricia tiernaa su rostro de ángel; y sus ojos, ojos tan azules y profundos como el mar, somnolientos por la falta de un buen dormir, le dio el toque de inocencia que nunca perdió aún después de crecer y dejar de ser un infante.

A pesar de esto, su expresión era seria; dio dos vueltecitas de lado, se balanceó sobre los talones y se apretó los carrillos haciendo caras graciosas a su propio reflejo, esperando que el contrario riera.

_No lo entiendo- se quitó la camisa de mangas largas a juego con su pantalón, ambos de algodón; apreció su torso sin nada que lo cubriese, su semblante se tornó más serio aún- ¿por qué me buscan?- levantó un brazo, luego el otro…, nada del otro mundo. Se puso ambas manos en las caderas y suspiró-Si no tengo nada especial…

Estuvo un rato así, buscando lo que sea que tuviese que le llamaba tanto la atención a los barones, pero solo podía encontrar lo mismo que los demás donceles de su edad. Un tronco, extremidades, un par de ojos, una nariz…, no había nada que destacara por encima de la media.

Dejó escapar un bufido por lo bajo, resignándose a la idea de que nada llamaba la atención en su cuerpo…, y a que debía volver a la escuela. Si seguía faltando tan irresponsablemente, siendo nuevo además, estaba seguro que no lograría pasar el año. Se metió en la ducha para después preparar frente al espejo del baño su discurso de disculpa hacia los gemelos Uchiha. A Rasuke por golpearlo sin darle explicación siquiera y a Sasuke por soltarle toda su frustración como si tuviera la culpa.

Tiritó un poco cuando quedó completamente desnudo, la temperatura en Japón no era la misma que en Australia y el invierno se estaba acercando. Se hizo una nota mental de comprar ropa un poco más abrigadora y buscar un trabajo de medio tiempo, puesto que su mensualidad era para los estudios y comer.

_ ¡Ja!- soltó un quejido cuando el agua fría le cayó en la espalda- idiota- se dijo mientras daba un paso fuera del chorro y esperaba que el agua cogiera temperatura. Sintió desde la habitación como su celular sonaba, pero ya su cuerpo estaba mojado y no quería ensuciar el suelo. Si era importante la persona insistiría más tarde. Además, tampoco era que estuviera desesperado por una llamada, su número solo lo tenían los profesores con los que implantó clases; habían prometido llamarlo para dejarle algunos ejercicios para que se acostumbrara al programa…, nada importante.

Aunque… podía ser su amigo, recuerda que había logrado hacer un amigo en el primer día, incluso intercambiaron números. Se sintió tan feliz, por primera vez alguien lo aceptaba, había una persona que lo apoyaba y no esperaba algo a cambio.

Salió de la ducha dando tropezones y agarró el celular, la llamada ya se había desconectado, pero casi de forma inmediata le entró un mensaje…, era de él.

<<No sé por qué no coges el jodido teléfono. Naruto, te quiero en la escuela HOY. Faltas un día más y te arrastro por los cabellos hasta el salón. Joder, prometiste no dejarme solo. Así que ven inmediatamente si no quieres desatar mi ira>>

Una sonrisa se escapó de sus labios, así era él. Su amigo era malhablado y algo violento, por eso no tenía más amigos que Naruto, pero era un buen chico y se preocupaba de corazón. Le escribió una efímera respuesta y después se volvió a meter en el baño.

<<No te preocupes, estaré ahí. Perdóname por ser tan irresponsable>>

Volvió a la ducha, su semblante había cambiado; ahora reía como tonto mientras se restregaba el jabón por el cuerpo. Tener un amigo que se preocupe por ti es genial; pensaba y su sonrisa se amplió, era un sentimiento gratificante…, reconfortante, saberse querido por alguien especial era la mejor emoción del mundo.

Hundió los dedos entre los cabellos, restregando el champú mientras tarareaba una canción. No recordaba cual, solo la melodía y llevaba días con ella pegada. Tomó el jabón pero se le resbaló de las manos y rodó lejos- perfecto- musitó con fastidio. Se dio la vuelta para tomarlo, pero lo pisó accidentalmente y cayó al suelo, dándose un fuerte golpe en la cabeza.

¿Podía tener más mala suerte, o ya se la había gastado toda? Se puso de pie sobándose la frente, mala señal…, estaba sangrando.

No. Al parecer aún le quedaba un poco para el resto del día… - Estupendo.

 

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_ ¿Vas a dejar de mirarme tan fijamente?- se quejó con el ceño fruncido mientras se acomodaba la corbata del uniforme. Rasuke se había pasado toda la mañana en el comedor, vigilándolo como si fuera un criminal en potencia. De cierta forma sabía a qué se debía su comportamiento…, estaba celoso. Desde el día en que se enteró que tuvo contacto con Naruto, aunque haya sido muy leve, eso había sido suficiente para que no lo dejara en paz.

_No- respondió escueto; estaba sentado en la silla con los brazos apoyados en el respaldar y la cabeza sobre éstos. No miraba nada en especial, su afán solo era molestar un rato. Los primeros días no se pudo controlar adecuadamente, pero cogió algo de práctica en el camino y aprendió a usar la Póker Face de su hermano Itachi. Eso fastidiaba más a Sasuke que cualquier golpe que hubiera podido atinarle.

Sasuke chasqueó la lengua, su mellizo llevaba así sietedías y no lo dejaba en paz. Las discusiones cada vez eran más seguidas y subidas de tono, no habían llegado a los golpes aún porque la llamada de su padre desde Alemania los interrumpía mágicamente, casi como si Fugaku pudiera verlos en la distancia o algo así. Agradecía a los cielos que aquello haya quedado en el pasado.

_No estoy de humor para tus tonterías, me voy a la escuela- agarró la chaqueta y las llaves de su auto, no sin antes mirar a su gemelo por encima del hombro- ¿vienes, o te vas en metro?

Rasuke se puso de pie sin decir nada, se colocó ambas manos en los bolsillos y salió por la puerta, ignorando el ofrecimiento de su hermano. Sasuke lo siguió sin entender por qué no hablaba – era algo bastante raro en él – y entendió al momento de ver un hermoso deportivo azul junto a uno negro.

_Ya no necesito tu caridad- subió al auto y le soltó una risita burlona antes de encender el motor con un estrambótico rugido cuando pisó el acelerador- mi bebé ha vuelto- su sonrisa se amplió cuando notó como Sasuke apretaba los puños.

Llevaban todos esos días en una extraña rutina en la que  peleaban para luego reconciliarse y tener un silencioso recorrido hasta la escuela dónde ambos se ignoraban magistralmente. Sasuke sentía un deje de superioridad durante ese tiempo porque Rasuke dependía de su auto para llegar al colegio; sin embargo eso había acabado y se sentía un poco molesto…, solo un poco.

_Bien por ti- sin decir nada más se subió en su propio deportivo y encendió el motor, pero sin tanto escándalo.

Ambos autos se deslizaron por el pavimento como si compitieran, cuando uno se ponía frente al otro, el de atrás no podía evitar querer pasarlo. Aceleraban cada vez más, hasta el punto de llegar al límite de velocidad. No perderé, al menos no con ese payaso; pesaban ambos como si sus mentes estuvieran conectadas.

Pararon en un semáforo en rojo y se buscaron a través de las ventanillas abiertas del contrario. Se enviaron miradas retadoras junto con risitas de medio lado. Cuando la luz se puso en verde las gomas rechinaron y ambos salieron disparados como proyectil. Incluso estuvieron a punto de atropellar a una ancianita que cruzaba la calle, pero ni así se detuvieron.

_ ¡Ja! ¡Esto es como Rápido y Furioso!- exclamaba el mayor de los gemelos con una sonrisa divertida- seré el primero.

_ ¡Di lo que quieras, pero tu chatarra no pasará de la esquina!- le respondió el menor.

_ ¡¿Chatarra!? ¿Y qué hay de ti? Lubricas tanto las farolas que el plástico está desgastado, ¡friki de la limpieza!- cada vez tenían que elevar más la voz, pues el ruido de las gomas sobre el asfalto era ensordecedor.

_ ¡¡No están desgastadas!! Solo están relucientes, a diferencia de las tuyas que parecen excremento de buey.

_ ¿Excremento de buey? ¡Hahahah…! ¿no se te pudo ocurrir nada mejor, hermanito? Estás perdiendo facultades a la hora de insultarme- aceleró un poco, Sasuke también y casi chocan el uno con el otro.

_Oh, lo siento. ¡Debería escribir un libro en cuanto me gradúe!“¿Cómo insultar a Rasuke? Sinónimos y semejantes”. Sería todo un éxito. No te preocupes, te daré crédito por ser la base de mi inspiración.

_ ¡Me siento alabado, su majestad!- hizo una reverencia hacia la ventanilla para que su hermano pudiera verlo, pero como no prestó atención al camino se desvió y tuvo que forcejear con el timón para volver a la pista, suspiró cuando ya todo estaba en orden- Un súbdito como yo, teniendo crédito por usted…, sería demasiado para mí.

_ ¡Qué bueno que estés consiente de tu lugar, porque lo que escribiré será un diccionario de insultos! No… espera- se corrigió con un golpecito- Se me había olvidado que naciste al revés, entonces para ti serían como halagos.

_ ¡Tal vez nací al revés, pero fui el primero, por lo tanto hermanito!- enfatizócon burla- deberías dirigirte a mí con más respeto. ¡Soy el mayor después de todo!

_Eso no tiene sentido, solo fueron ochenta y cuatro segundos de diferencia.

_ ¡Ochenta y cuatro segundos que marcan la diferencia!- corrigió con orgullo.

Sasuke chasqueó la boca y pisó más fuerte el acelerador- ¡púdrete!- escupió el insulto con un fuerte apretón de sus manos en el timón.

_ ¡Ah, no!- Rasuke cambió la velocidad en la palanca de cambio y también aceleró- ¡no me dejarás atrás!

Ambos autos pasaron a la vez por las amplias puertas del parking de la escuela,al final no hubo un ganador en particular a la tonta carrera;  lucharon hasta el último momento hasta que estacionaron uno al lado del otroy salieron de sus coches con semblantes serios y miradas asesinas.

Sasuke de repente cambió su rostro a uno de mofa- Perdedor- exclamó con una sonrisa a medias.

_Esa es mi línea- Rasuke también sonrió- yo llegué primero.

_Je, solo en tus sueños.

_Te corrijo- levantó un dedo con indignación- serían pesadillas. Sales tú, es suficiente para que quiera vomitar.

_Entonces debes soñar bastante conmigo, Rasuke; porque hasta dónde recuerdo, mojabas la cama hasta los…

_ ¡Waaaa!- gritó levantando ambas manos para detenerlo- ¿Qué clase de cosas dices en público?- miró enérgicamente a su alrededor; suspiró, no había nadie cerca. A excepción de una ardilla que se quedó mirando muy fijamente, soltó una risita y después se fue. Rasuke no la vio.

_ ¿Qué? ¿Te avergüenza que las personas sepan lo cobarde que eres?

Rasuke se puso serio- Si lo dices por Chucky el muñeco diabólico…

_Lloraste como nena y te escondiste detrás de mamá cuando la vimos con nii-san y su amigo- cruzó los brazos de forma expectante y enarcó una ceja- ¿lo recuerdas?

_Joder Sasuke, tenía siete años,  casualmente teníamos un muñeco idéntico. Es para asustarse.

_Yo no me asusté- aclaró con soberbia.

_Es que eres una aberración. Desde pequeño te gustaban las películas de terror y te reías a carcajadas cuando mataban a alguien.

Levantó los hombros- Era divertido ver como gritaban los idiotas.

_Yo en cambio, era un niño inocente- su tono de voz era teatral, como si fuera una víctima en la ecuación.

_ ¿Inocente?- rió con gracia- eras cualquier cosa menos inocente. A los cinco años hundiste tu rostro en la delantera de la maestra de música.

_Es que se veía muy suave y acolchonado. En mi defensa digo que a esa edad no sabía lo que hacía- levantó una mano y la otra la puso en el corazón como si estuviera haciendo un juramento.

_Te gustaba levantar faldas y acosar a los donceles.

_Era un simple juego.

_Le robaste su primer beso a nuestra prima y ella salió corriendo pensando que la habías embarazado.

_Era muy paranoica. La culpa es de la tía por criarla como si fuera de cristal.

_Le diste dulces a todas las chicas y a todos los donceles el día blanco. Eso fue un gran problema- se golpeó la sien, le dolía la cabeza de solo recordarlo- la mitad del  colegio creía que era tu pareja.

_ ¡No fue mi intención!- se defendió con desespero- solo estaba siendo amable. Todos me habían dado chocolate en San Valentín.

_Los hubieras rechazado como yo.

_No me compares con un amargado como tú; a mí sí me gustan los dulces.

_Ojalá engordes o te enfermes de diabetes.

_ ¿En serio? No creí escuchar esas palabras de ti, hermanito. Eres tan amable.

_Tsk- le dio la espalda y caminó con largas zancadas hasta el edificio.

_ ¡No me ignores, desgraciado!- Rasuke corrió para alcanzarlo, pero Sasuke apuró el paso.

_ ¡Deja de seguirme!

_No te estoy siguiendo, mi salón está por allá.

_Coge otro camino.

_No quiero, éste es un atajo.

Sasuke volvió a chasquear y se apresuró más aún. Rasuke hizo lo mismo y ya los gemelos estaban casi corriendo por los pasillos. Varios estudiantes se hicieron  a un lado, sabiendo de antemano que solo era otra de sus peleas mañaneras…, estaban bastante a acostumbrados a tal espectáculo. Sasuke se detuvo frente a su salón y su hermano le susurró algo en el oído antes de pasarle de largo.

_Solo una cosa más- Sasuke lo miró de soslayo- Naruto no tardará en volver…, no te acerques a él de nuevo.

_Yo. Hago. Lo. Que. Se. Me. Antoje- masticó las palabras entre dientes y después entró al salón, ignorando la posible respuesta de su hermano, lacual seguramente era un insulto.

Rasuke siguió por el pasillo hasta su propio salón- Maldito- masculló por lo bajo antes de perderse dentro.

 

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_ ¡Naruto!- exclamaba un chico pelinegro,de ojos color perla y tamaño pequeño, de la misma altura que el rubio; oscilaba una mano sobre su cabeza de forma enérgica- ven aquí- lo agarró en una llave y le frotó el puño en los enmarañados cabellos dorados.

_Hahaha- reía el rubio- Hinata suéltame, me haces daño.

_No quiero- espetó el pelinegro- me dejaste solo durante una semana, tengo que castigarte- y seguía frotando hasta hacer estática y dejar todas las hebras en punta.

Hinata era un chico con problemas de conducta que se ganó el odio de sus compañeros desde el primer día de clases; todos menos Naruto. El blondo se acercó al verlo tan concentrado en su asiento mientras dibujaba. Quedó maravillado antes las habilidades tan excelentes que tenía con el carboncillo y no pudo evitar elogiarlo. Al final, solo por unas pocas palabras, Naruto pudo hacer un amigo.

Naruto era el primer amigo de Hinata y Hinata era el primer amigo de Naruto. Eran especiales; un par de donceles que habían estado solos toda su vida, en cambio ahora se tenían el uno al otro. Hinata pintaba bestias voladoras, con colmillos y escamas; le gustaban los dragones. Y Naruto lo elogiaba con cada una de sus obras…, así nació su amistad.

_En serio, ya- se removió un poco- me duele la cabeza.

Hinata lo soltó al instante y lo observó con seriedad durante un segundo- ¿Qué fue lo que te pasó?- deslizó su dedo delicadamente por la frente de Naruto, justo en la parte donde ocultaba una delgada venda con su flequillo.

_Un accidente en la ducha- se sobó la nuca con vergüenza- no es grave pero duele cuando lo toco.

_Lo siento, no había visto tu herida.

_Tranquilo, no pasa nada- le dio un toquecito en la nariz y Hinata rió de lado.

_Ahora me explicarás por qué faltaste una semana… y no me digas que por ese golpecito.

_En realidad esto fue hoy en la mañana- dijo señalándose la herida.

_ ¿Entonces?- enarcó una ceja.

_Estaba… ¿confundido?- sonrió con nerviosismo y levantó los hombros- Tal vez solo deprimido… extraño un poco Australia.

Hinata cruzó los brazos y su ceja se elevó más- Voy a decir que te creo- cogió aire y soltó en una exhalación- te creo.

_Hinata- le dio un empujoncito en el hombro.

_ ¿Qué? Sabes que me gusta mentir, es divertido.

_Bueno, seré honesto- suspiró con resignación. Hinata siempre se salía con la suya. A penas estaban empezando a ser amigos y ya sentía como si lo conociera de toda la vida- Tenía miedo- confesó.

El pelinegro cambió su semblante a uno de enojo y completa desaprobación- ¿Alguien te está molestando? Si es así avísame y yo…- se remangó las mangas de la camisa como si se preparara para pelear, pero Naruto lo detuvo antes de que empezara a gritar insultos a los cuatro vientos.

_Tranquilo, no es eso.

_ ¿Entonces por qué tenías miedo?

_Es una larga historia. Prometo contarte, pero en otro momento, ¿está bien?

Hinata bufó con inconformidad- Está bien- respiró tres veces y agarró las manos de Naruto en un desaire- también tengo que decirte algo, es importante.

Naruto sonrió- te escucharé- Hinata también sonrió- ahora entremos, el profesor está a punto de llegar.

 

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Haruno Sakura era una chica que lo tenía absolutamente todo. Tenía mucho dinero, su apellido era famoso, los profesores y los estudiantes la respetaban, era hermosa – o eso creía ella – y tenía muchos pretendientes. Pero. Siempre había un pero en su vida. El chico que le gustaba, su senpai, nunca le prestaba atención.

No entendía cómo eso era posible. Si contaba con todo lo que una chica envidiaría, lo que un doncel querría y lo que un chico desearía, ¿por qué era ignorada? Uchiha  no se dejaba impresionar tan fácilmente, lo sabía muy bien. Aun así, su orgullo estaba herido por la indiferencia de Uchiha Sasuke para con su persona.

Chistó con sus dientes cuando un doncel le pasó por al lado en el pasillo y le chocó el hombro. El pequeño chico tuvo que hacer varias reverencias cuando la vio fruncir el ceño hasta que ella asintió sin remedio y lo dejó ir. Era oficial, Sakura los odiaba a muerte.

Desde pequeña fue criada con la enseñanza de que ellos eran una aberración, un error de la naturaleza. No era normal, aunque el mundo entero pensara lo contrario, para ella los donceles no tenían espacio en su mundo. La población debería estar dividida entre hombres y mujeres, cualquier cosa que no entrara en esas dos categorías eran simplemente monstruos.

_Uzumaki Naruto- dijo en voz baja, de forma recta, casi como autómata. Por  orden de la directora, el Consejo Estudiantil debía hacerse cargo de él hasta que estuviera acostumbrado al programa por completo. Lo había visto un par de veces en los primeros días de curso, pero no le dio mucha importancia a su existencia; sin embargo prefería encargarse ella misma de él que dejarle el trabajo a su senpai. Haría cualquier cosa con tal de que Sasuke no se mezclara con esa clase de… gente.

La última semana lo había visto muy raro, se irritaba con facilidad – más de lo normal – y no dejaba de mirar por la ventana del salón hacia la entrada del colegio, como si estuviera esperando por alguien. Deseaba con todas sus fuerzas que aquel cambio en el Uchiha no haya sido lo que ella estaba pensando, porque sino, correría sangre en esa escuela.

Se detuvo frente a una puerta y suspiró antes de dejar suaves toques. Un doncel de piel bronceada y ojos de chocolate le abrió con una sonrisa- Haruno-san- saludó el profesor- ¿deseas algo?

Sakura contuvo una mueca y la escondió detrás de una falsa sonrisa, por mucho que los odiara, Iruka seguía siendo un profesor- vengo por un recado de Tsunade-sama.

_Oh, entonces pasa.

Sakura asintió, hizo una reverencia cuando pasó por el marco de la puerta y entró en el aula. Todos los estudiantes estaban reunidos en grupos, conversando sobre trivialidades mientras disfrutaban del descanso. Buscó al chico rubio con la mirada, pero no lo encontró. Se giró hacia el maestro con las comisuras de los labios hacia abajo.

_Iruka-sensei- llamó- ¿dónde está Uzumaki Naruto?

Iruka se llevó una mano a la barbilla para meditarlo un segundo- Creo que salió al patio con Hinata-kun… ¿por qué lo buscas?

Sakura hizo una rápida reverencia- gracias- salió corriendo del salón sin responder a la pregunta del doncel. Iruka solo suspiró y volvió a una silla para leer un rato hasta que terminara el descanso.

 

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_Entonces… ¿de qué querías hablar?- Naruto se sentó en el pasto con los pies largados y el cuerpo apoyado sobre sus antebrazos mientras observaba el cielo.

Hinata se sentó a su lado con los pies abiertos, encogidos hasta el pecho  y apoyó los brazos sobre las rodillas- Eres tú el que debería hablar, me debes una explicación.

Naruto bufó, no estaba acostumbrado a abrirse tan fácilmente- ¿podemos discutirlo?

_No- simple y llanamente.

_Está bien- se acomodó para quedar a la altura de su compañero- te contaré.- Hizo una pausa para respirar y buscar las palabras, los ojos perlados de Hinata seguían todos sus movimientos, como si fuera un felino a la expectativa de su presa- Me porté mal con dos chicos- soltó de sopetón- ellos han sido buenos conmigo y aun así los defraudé.

_ ¿Qué fue lo que pasó?- si, Hinata era muy curioso.

_Uno de ellos me besó y yo lo golpeé, pero luego escapé sin darle explicaciones.

_Eso no es tu culpa. Si lo hizo en contra de tu voluntad, entonces hiciste bien. Él fue quien sobrepasó los límites; solo te defendiste.

_Tal vez; pero no puedo dejar de sentirme mal. No me di cuenta en el momento, pero… recuerdo su cara confundida cuando salí corriendo.

_No te entiendo, Naruto- se dejó caer hasta quedar acostado sobre el césped y colocó los brazos detrás de la cabeza- yo en tu lugar lo había castrado y luego le escupiría en la cara. ¿Por qué te castigas de esa forma?

_Eres algo sádico, ¿lo sabías?

_Lo sé, siempre he sido así- el viento le despeinó los cortos cabellos.El pelo de Hinata era corto y puntiagudo en la parte trasera de la cabeza, pero su flequillo era largo hasta los hombros; uno de los oscuros mechones se le enredó en las espesas pestañas. Naruto notó en ese instante que el rostro de Hinata era bastante hermoso, su piel era nívea y muy blanca, sus ojos grandes y sus fracciones finas, como esculpidas a mano; entonces creyó que si tuviera una personalidad menos volátil, tendría un millón de pretendientes- ¿Qué es lo que miras tanto? ¿Tengo salsa de tomate en la cara?- definitivamente su personalidad no combinaba con su rostro.

_Nada, solo estaba pensando.

_Apuesto quinientos yen a que pensabas en que mi cara no combina conmigo- su sonrisa era maliciosa, como si la maldad lo estuviera poseyendo.

_No… yo…- desvió la vista, odiaba admitirlo, pero Hinata tenía razón.

_No nos desviemos del tema- cerró los ojos como si estuviera listo para tomar una siesta, señal de que no le tomaba tanta importancia al asunto- ¿qué pasa con el otro chico?- preguntó con curiosidad.

_Bueno… cuando escapé, él me encontró y al verme llorando intentó consolarme, pero exploté y le grité como si él tuviera la culpa. No lo merecía.

Hinata resopló- eres un pasota.

_ ¿Pasota? ¿Qué es eso?

Chasqueó, casi se le había olvidado que Naruto erade Australia- Que eres un menso, un flojo, un inseguro. Joder Naruto, te estás aplastando el cerebro por una estupidez.

_ ¿Estupidez?

_Si, una estupidez. Pareces una nena de telenovela- se sentó de golpe y agarró las solapas de la camisa del rubio, tiró con fuerza de ellas y le plantó un efímero beso; fue rápido, pero lo suficientemente firme como para que lo notara- ¿qué harás ahora?- preguntó al separarse, dejando al blondo muy perplejo- ¿me golpearás y saldrás huyendo? ¿Faltarás otra semana al colegio? ¿Te vas a deprimir por no saber cómo disculparte conmigo? ¡Madura ya, joder!

Naruto se quedó en shock. Menudo carácter se cargaba el enano- Yo…

_ ¡Deja de tartamudear!

_Lo siento- dijo con la cabeza gacha, esperando otro sermón con los hombros encogidos.

_No te disculpes- ya no rugía el ojiperla, su voz era más calmada- no me malinterpretes, idiota. Solo quiero que aprendas a defenderte y hacerte valer. Si sigues siendo así de débil la vida te aplastará- su voz era fraternal, como cuando un hermano te da consejos cuando te sientes perdido. Naruto supo por su forma de hablar, que Hinata hablaba por experiencia propia.

_Hinata…

_Te contaré un secreto- interrumpió y una sonrisa divertida surcó sus labios- es un secreto que no le he contado a nadie y solo pocas personas de mi familia lo saben.

Naruto tragó saliva, aquello prometía ser fuerte- ¿Qué es?

_Verás. Yo…, soy una chica- Naruto cayó de espaldas de la impresión.

_ ¡¿QUÉ?!

_jejeje- reía divertida- como lo oyes.

_ ¿Una chica? Yo creí que solo eras…

_Un doncel con problemas de carácter- interrumpió como si se supiera la línea de memoria- lo sé, todo el mundo piensa igual.

_Pero, incluso hablas como chico.

_Digamos que me hice la costumbre. Si todo el mundo lo cree, pues entonces me esforzaré y me meteré en el personaje- se encogió de hombros para restarle importancia- creo que es divertido.

_ ¿Por eso tu cabello es corto y usas el uniforme para los donceles?

_ Ouimessiée- respondió con diversión- también oculto mi pecho con vendas. ¿Quieres ver?- se acercó al rubio con intenciones de desabrocharse la camisa.

_ ¡No! No te molestes… gracias- respondió con nerviosismo.

_Hahahaha… es la clásica reacción- se sostuvo el vientre para detener las carcajadas, se estaba divirtiendo como nunca.

_No te burles- hizo un puchero.

_No me estoy burlando… es solo que…- aún aguantaba la risa,incluso tuvo que secarse una lagrimita- eres tan ingenuo, Naruto.Hasta te has puesto rojo.

_No es para menos- cruzó los brazos- eres un peligro para mi cordura, Hinata.

_Es divertido enloquecer a las personas- admitió con seriedad.

_Reitero lo dicho. Eres una sádica.

_Vamos…- enrolló un brazo alrededor de su cuello y lo acercó hasta su pecho- no te enfades. Solo estaba jugando… aunque es cierto que soy una chica.

_ ¿Por qué lo mantienes en secreto? Quiero decir… ¿es porque te confundían con un doncel?

La expresión de Hinata cambió a sombría, como si un repentino recuerdo de su pasado le hubiera venido a la mente; algo que seguro no quería recordar. Naruto se arrepintió de haber preguntado.

_Digamos que…- hizo una pausa y soltó al chico para que se incorporara- en mi familia son muy estrictos. Desde pequeña me enseñaron como debía portarse una señorita, pero yo siempre lo detesté; odiaba que controlaran mi vida. “Usa falda. Cierra las piernas. Saca el pecho. Habla en voz baja. No corras.”- imitó varias voces y hacía gestos con las manos como burlándose de las reglas que le repetían en su infancia- aborrecía todo eso, con todo mi ser. Descubrí que había una forma de liberarme y era haciendo las cosas que quería y como quería. Me corté el cabello y me volví… ¿cómo decirlo?

_ ¿Maleducada?- sugirió con una ceja enarcada y una media sonrisa.

Hinata sonrió en respuesta- Eso mismo, textualmente lo opuesto a lo que ellos querían. Nunca me mostraron a la sociedad porque fui muy desobediente, el corte de mi cabello fue la gota del vaso. Al final decidieron decirle a sus amigos de sociedad que era así de insolente por ser doncel…, a diferencia de mi hermana que era toda una señorita.

_Fue tu familia la que…

_Exactamente. La que decidió convertirme en un chico para el resto del mundo. Lo acepté bastante bien, puesto que era la única forma de que me dejaran en paz.

Naruto estiró su mano hacia los cabellos azulados de la chica y estiró unas pocas hebras- me gusta tu cabello- admitió- me gusta tu corte rebelde- Hinata sonrió con ternura y Naruto siguió enumerando- me gusta tu personalidad sádica y volátil, me gusta… que seas mi amiga.

Hinata lo abrazó de repente- awwww- restregaba su mejilla contra la de Naruto- que tierno, mi rubio doncelito.

_ ¡Hinata!- se alejó con brusquedad y los carrillos sonrojados- dije todo eso, pero eso no quiere decir que dejes de ser una chica.

_No hay nada de malo. Los donceles y las chicas son casi lo mismo, además- frunció el ceño y levantó su puño como si estuviera a punto de golpearlo- no vuelvas a decir que soy una chica. Te conté mi secreto, pero es solo eso, un secreto. Yo sigo siendo Hinata, el doncel con problemas de carácter, ¿entendido?

Naruto tembló y asintió enérgicamente- entiendo.

_Soy un chico, así que debes tratarme como tal. Me gusta como soy ahora y no pienso cambiar por nadie.

_Está bien, seguiremos igual que siempre- sonrió- de hecho me siento más cómodo ahora.

_Bueno- juntó las palmas para dar fin a la conversación- ahora que nos conocemos mejor…- movió los dedos de forma cómica y se acercó al rubio con una sonrisa siniestra- ¡cosquillas!

_ ¡No! Hinata… detente hahahahaha… por favor para…

_No lo haré- le levantó la camisa y comenzó a atacar su vientre con los dedos- eres todo mío, doncelito.

_Detente ahahahha- Naruto no podía parar de reir, Hinata lo atacaba por todos lados.

_No lo haré. Te haré chillar hasta que no puedas más- reía de forma malévola y seguía atacando a Naruto- vamos, ríe rubio, ríe.

_Hahahahaha.

_Ehem- una voz desconocida carraspeó ante la circunstancia. Ambos amigos se detuvieron como si le hubieras puesto pause a una grabación. Sakura levantó una ceja con los brazos cruzados ante aquella escena tan… escandalosa- ¿Uzumaki Naruto?

_ ¡Aquí estoy, señor… quiero decir, señora!- sin saber por qué, Naruto se puso de pie en una pose de firme, solo le faltó saludar como soldado.

Hinata también se levantó, pero muy despacio, limpiándose lospantalones y sacudiendo sus palmas. La presencia de Sakura le importaba lo mismo que el piojo de un mono… o sea, nada.

La pelirosa extendió una mano presuntuosa a forma de saludo hacia el blondo- Soy Haruno Sakura, vicepresidenta del Consejo Estudiantil, capitana del equipo de voleibol y del equipo de porristas de la escuela- Hinata bufó, Sakura la miró con el ceño fruncido- ¿algún problema?- preguntó a la ojiperla.

_Para nada- puso ambas manos en las caderas y levantó la barbilla con orgullo- es solo que… para que odies tanto a los donceles, tus presentaciones son bien detalladas. Eres bastante considerada, que honor- exactamente, el pasatiempo favorito de Hinata, además de romper narices y dibujar dragones, era fastidiar a laorgullosa capitana de las porristas.

_Al menos yo si tengo educación- soltó la mano de Naruto y cruzó los brazos- a diferencia de algunos.

_Perdone su majestad- hizo una reverencia y la imagen de Rasuke invadió la mente de Naruto- los plebeyos no sabemos ser tan estirados. ¿Sería tan amable de darnos unas clases?

_Tsk- fue su clara respuesta antes de voltearse a Naruto- dejando de lado a las personas no gratas- Naruto frunció el ceño, no le gustaba que se refiriera así a su primera amiga… amigo… lo que fuera. Hinata en cambio solo se encogió de hombros, le importaba un pepino si era grata o no para esa zorra- Naruto-kun, según Tsunade-sama, estuviste ausente una semana. Tampoco te has inscrito en ningún club sabiendo que es obligatorio. ¿Tienes alguna excusa?

_Ninguna- respondió escueto.

_Debes unirte a uno o quedarás suspendido de las actividades extracurriculares- sentenció.

Naruto lo meditó un segundo- ¿Qué hay del club de Literatura?

Sakura abrió los ojosdesmesuradamente, con rabia contenida- ¡No puedes!

El chico dio un brinquito del susto- ¿Por qué no?

_Porque…- lo pensó un segundo, Hinata la observaba con seriedad- está lleno, no se aceptan más inscripciones.

_Pero…- no sabía qué hacer. Leer era lo que más le gustaba hacer; además, estuvo cuidando de ese club durante las vacaciones, le había cogido cariño.

_Habla con el presidente del club, Naruto. Tal vez quede alguna vacante para ti. No creo que el club de Literatura se haya hecho tan popular de repente- miró a Sakura de soslayo. La chica tenía la mandíbula apretada para contener un alarido.

_No pierdas tu tiempo, ni me hagas perder el mío- dijo la pelirosa- si te digo que está lleno, es porque lo está. Piensa en otro para inscribirte- Sakura quería evitar sobre todos los medios que aquel doncel se uniera, era un instinto el que se lo advertía. Antes quiso entrar con tal de ver a su senpai a diario, pero él descubrió fácilmente sus intenciones y sentenció que en el club solo entrarían los que en verdad amaran los libros, algo que ella no hacía, por supuesto. Si ella no pudo entrar, ese doncel con cara de cordero degollado tampoco.

_Supongo que… ¿en el de música?- Hinata y Sakura enarcaron una ceja, no se veía muy seguro- Es que también me gusta tocar.

_Hay varios club de música, tienes que ser más específico.

Naruto no sabía cómo responder, apenas conocía el funcionamiento de la escuela y no recordaba la gran lista de clubes que le enseñó Sasuke el día del recorrido- Está el de música moderna- le respondió Hinata para sacarlo de la duda- Música tradicional folklórica- enumeró- Música de Orígenes Occidentalesy Música clásica de concierto.

Naruto lo meditó un segundo hasta que por fin se decidió- Me inscribiré en el de Música clásica de concierto.

_ ¿Estás seguro?- le preguntó la ojiperla.

_ ¿Por qué lo preguntas?

_No sé, cómo eres extranjero, pensé que escogerías el de Orígenes Occidentales.

Naruto sonrió con un poco de vergüenza y se sobó la parte trasera de la cabeza- Soy un fan de lo clásico. Lo único que quiero es tocar el piano.

Sakura suspiró, por ahora el rubito estaba controlado; se acercó y le tendió un papel- aquí está la inscripción, escribe tus datos y ve al club antes de que terminen las clases. Los senpai seguro te harán una prueba y si logras entrar, lleva este papel al Consejo Estudiantil con la firma del presidente del club y tus datos para que podamos archivarlo en tu expediente.

_Está bien- tomó el papel y lo guardó en el bolsillo del pantalón.

_Si no pasas la prueba, notifícalo y prueba en otro club- el chico asintió- bien, mi trabajo aquí terminó- le dirigió una mueca de fastidio a Hinata y después se fue con un porte muy erguido.

_ “Bien, mi trabajo aquí terminó”- repitió la ojiperla, imitando el tono distinguido de la pelirosa con muecas cómicas.

Naruto rió por lo bajo, esas dos no podían ni verse, de eso estaba seguro- ¿Por qué nos odia tanto?- le preguntó a su amiga.

_Tal vez tenga un trauma. Un doncel mató a su perro rosa llamado Pinki y desde entonces juró venganza- se puso las manos en los bolsillos del pantalón y pateó una piedrita- o tal vez fue a su gato llamado Mr. Pink.

Naruto volvió a reír- eres muy graciosa.

Hinata le echó un porrazo en la cabeza- soy muy gracioso- repitió- a ver, dilo conmigo… gra-cio-so- dijo partiendo en sílabas, como hacen las maestras del kínder para enseñar a hablar a los pequeños.

_Ya entendí, ya entendí- se sobó la zona golpeada- joder, Hinata, recuerda que estoy herido.

_Perdona, tal vez mi golpe te volvió más idiota.

_ ¡Oye!- le dio un golpecito en el brazo.

_ ¿Qué? Me gusta ser honesto.

_Y sarcástica- la ojiperla frunció el ceño- quiero decir… sarcástico- corrigió. Cielos, Hinata daba miedo cuando se enojaba.

 

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Rasuke corría por los pasillos en busca del doncelito rubio que le tenía la cabeza al revés. No lo había vuelto a ver desde el día en que lo besó. Se sentía estúpido por ello. Naruto no era como los demás, por lo tanto no podía tratarlo igual. Se dio cuarenta mil patadas mentales por ser tan impulsivo, y es que…, en el momento en que lo vio llorar, temblar asustado, huir entre lágrimas; se dio cuenta de que algo iba mal.

Ciertamente, Naruto era tímido y bastante sumiso, incluso algo débil. Pero su carácter escondía una faceta más fuerte de la que él creía, por lo tanto esa no era la reacción que esperaba recibir. Tal vez el golpe sí, pero luego le gritaría los mil y un insultos y se iría diciendo maldiciones, no llorando.

Era una bestia, un asno, como diría su hermano, debía admitirlo. Sin embargo no podía dejar de pensar en él, en su cuerpecito tan pequeño y delicado, en sus grandes ojos azules con rasgos felinos pero aniñados. Naruto era hermoso, y la palabra hermoso se quedaba pequeña.

Sabía que ya había vuelto al colegio, pero no podía encontrarlo por ninguna parte. No estaba en el salón durante el descanso, y después que sonara la campana no volvió a clases. Según su profesor de turno, había pedido permiso para inscribirse en un club, puesto que tenía que entregar el formulario antes de que acabara el día. La cuestión era… ¿qué club?

La bendita escuela tenía un promedio de setenta clubes de todo tipo. No sabía cuáles eran los gustos de Naruto, o sus pasatiempos, o las cosas que le disgustaban…, no sabía nada de él salvo su primer nombre y que era australiano; por lo tanto no tenía ni la menor idea de en qué tipo de club se inscribiría.

Sopesó la idea de preguntarle a su hermano, después de todo había hecho el recorrido con Naruto y fue él quien le mostró los salones. Existía la posibilidad de que Naruto le haya mencionado algo sobre el tema.

Se arrepintió al instante de pensar en pedirle ayuda a ese imbécil. Lo más seguro era que no le diría nada y buscaría él mismo a Naruto cuando supiera que ya estaba de vuelta. No. No le regalaría esa oportunidad. Oficialmente le había declarado la guerra.

Aún estaba teniendo ese debate interno cuando escuchó una hechizante melodía desde el lado norte, le era familiar, pero no podía reconocerla porque solo era la versión para piano. Era una sensación encantadora y relajante la de esas notas al entrar como ondas en sus oídos. Refrescante, seductora…, hermosa. Caminó despacio, siendo hipnotizado por la sinfonía y aquellas majestuosas manos que le estaban dando vida.

Sus pies casi flotaron hasta el corredor de Música dónde estaban los clubes de ese contenido. Sus ojos viajaron veloces por cada una de las puertas de cristal, buscando al artista que estaba interpretando aquella obra de arte. Entonces lo encontró, allí….había un ángel.

Naruto estaba sentado en el banquillo, sus manos se deslizaban con naturalidad por las teclas del piano como si siempre hubieran pertenecido ahí. La luz vespertina que se filtraba por la ventana se enredaba en sus cabellos y su piel, creando la ilusión perfecta, haciéndolo parecer de oro, haciéndolo brillar. Tenía los ojos cerrados, tocando de memoria hasta que la canción llegó a su final.

Tocó los últimos acordes y suspiró mientras acariciaba la última nota. Se sobresaltó cuando sintió unos aplausos desde la entrada del salón, era Rasuke quien se acercaba con una luminosa sonrisa.

_Eso fue… maravilloso. No sabía que podías tocar así de bien.

Naruto se puso rápidamente de pie y estuvo a punto de marcharse, pero Rasuke lo tomó del brazo y lo detuvo- Déjame- pidió en un susurro inaudible.

_No te haré nada, lo prometo- Naruto vaciló, el semblante de Rasuke era una súplica silenciosa…, solo quería una oportunidad.

Agachó la cabeza y se volvió a sentar frente al piano con las manos en el regazo- ¿Qué quieres?

_Yo… quería ofrecerte una disculpa. Por mi comportamiento tan estúpido, mi falta de consideración y de respeto…, por hacerte llorar.

Naruto abrió los ojos con sorpresa, pensó que Rasuke iría a reprocharle por haberlo golpeado, no a disculparse- Perdón por abofetearte esa vez. Estaba algo asustado- admitió.

_Me lo merecía- se sobó la nuca sin saber que más decir, Naruto parecía estar incómodo, ni siquiera lo estaba mirando, sus ojos estaban clavados en el piano de cola- tú…- no sabía si preguntar o guardarse la duda, pero es que esa pregunta lo estaba carcomiendo desde hacía una semana, tenía que soltarlo- Naruto… ¿alguien abusó de ti?- soltó rápidamente, ya se arrepentiría después.

El chico dio un brinco de sorpresa, no se esperó eso- ¡Por supuesto que no!- estaba serio, no entendía por qué Rasuke le preguntaba esa estupidez- si es una forma indirecta de saber si soy virgen, pues te tengo una noticia de última hora: Lo soy.

Rasuke se volvió a patear mentalmente, era un imbécil con todas las letras y además en mayúsculas. Ya se estaba arrepintiendo…, eso había sido jodidamente rápido- Lo siento, no me malinterpretes. Es que tu reacción esa vez fue…

_Sé que soy retraído y no estoy acostumbrado a socializar- su ceño estaba fruncido con fuerza, odiaba hablar de sus debilidades; Hinata era una excepción, tal vez porque lo comprendió desde el inicio- tengo traumas, es cierto; pero nadie me ha tocado.

_Yo no quería decir que… quiero decir… yo… ¡Agh!- se jaló los cabellos con desespero- me vuelves loco, no sé qué decir. ¡Esto nunca me había pasado antes! Siempre tengo una respuesta para todo, incluso para los insultos de mi hermano… pero tú… contigo… ¡agh!- gritó exasperado- no sé qué me pasa contigo. Es como si me vieras sin nada.

_ ¿Hablas de verte desnudo?- enarcó una ceja, aunque sus mejillas se colorearon un poco al imaginar a aquel semental sin ropa.

_ ¡No! Hablo de sin tapaderas, sin máscaras. Es como si pudieras ver dentro de mí, o yo no pudiera tapar lo que hay dentro de mi… ¡Ni siquiera sé lo que digo! Por dios… ¿Qué estoy diciendo? Estoy hablando como idiota.

Naruto levantó las manos en señal de paz- Rasuke, cálmate.

Rasuke respiró varias veces para relajarse- olvida lo que dije, ¿si?- Naruto asintió, aunque no sabía muy bien qué debía olvidar. El monólogo de Rasuke no tenía mucho sentido- ¿Qué era lo que tocabas?- preguntó en un afán por cambiar de tema.

_My heart will go on, de Céline Dion. Es mi canción favorita. Pertenece a la banda sonora de la película Titanic (1997). Se hizo muy popular en Australia y la escucho desde pequeño. Fue la primera pieza de piano que aprendía tocar.

_Wow, sabes mucho sobre ella- dijo algo asombrado- además, se nota que te gusta.

_ ¿A qué te refieres?

_Es que…- pasó su mano sobre el piano en una caricia, como si estuviera recordando la melodía con el tacto- cuando la tocas, se pueden sentir tus sentimientos a través de la música. Parece como si la cantaras, pero con tus manos.

Naruto se sonrojó- gracias- agachó la cabeza, le ardían hasta las orejas.

_Digo… bueno… es que el piano no se me da muy bien. Lo mío son los golpes y las cuerdas.

_ ¿Eh? ¿Y eso que quiere decir?

Rasuke hizo un movimiento con las manos como si estuviera tamborileando con baquetas- La batería- aclaró, después cambió al movimiento a un abrazo en el aire y movió su mano derecha de arriba hacia abajo- y la guitarra.

_Oh, es cool- admitió.

_Aunque también el violín- agregó a lo último como si lo acabara de recordar- pero hace años no toco uno, debería practicar.

_Eso no esmuy… de ti- le dijo con extrañeza, por alguna razón no podía imaginarse a Rasuke vestido de traje y tocando delicadamente una pieza de violín.

_Lo sé, me lo han dicho seguido. Sin embargo, cuando era niño declararon que era un genio porque se me daba muy bien. A los siete ya podía interpretar a Mozart.

_Eso es increíble, ¿a los siete?

_Si- respondió muy campante- pero me sigue gustando más la guitarra.

_Supongo que eso es más como tú.

_Dime una cosa, Naruto- el rubio lo miró expectante- ¿por qué estabas aquí tocando tú solo?

_Es que estaba practicando para una prueba. En el próximo descanso un senpai del club me hará un examen para comprobar si estoy capacitado…, solo quería estar preparado.

_Bueno, pues estás más que preparado. Tocas muy bien; estoy seguro de que te van a aceptar.

_Eso espero. Perdí la oportunidad de ingresar al club de Literatura, al menos quiero entrar en el de Música.

Rasuke arrugó el entrecejo- ¿Querías entrar en el club de Literatura?- Naruto asintió sin saber a qué se debía la repentina seriedad- ¿Por qué? ¿Porque Sasuke estará ahí?

_ ¿Qué?- ahora sí que no entendía nada el pobre- No sabía que…

_Oh por favor, no me vengas con el cuento de que no sabías que Sasuke era el presidente, toda la escuela lo sabe.

_Puespara tu información, Uchiha Rasuke, yo no soy toda la escuela- apretó los puños con furia- no lo sabía; y aunque lo supiera, no me metería en el club por tu hermano, no soy así de superficial, si es lo que estás insinuando. Me gusta leer y punto, Sasuke no tiene nada que ver, ni tú ni tu hermano son tan importantes- cada vez elevaba más la voz- No sois el centro del universo…, el centro de universo- corrigió- si vas a ir por ahí diciendo que estoy… ¡¿humn!?

Rasuke lo cayó – literalmente – con un beso.

Lo abrazó por la cintura para que no pudiera escapar y elevó su mano hasta la nuca para que no se apartara. Naruto luchó dando golpes en el pecho del moreno, se removió bastante al comienzo, pero su forcejeo iba perdiendo fuerza y sus manos se cerraron en un puño en la camisa de Rasuke. Daba leves empujones, pero no soltaba la camisa; como si no pudiera decidirse entre dejarse hacer o luchar por huir del acto.

No era la primera vez que lo besaban, ni la segunda, pero santo cielo, que bien besaba el moreno. No estaba asustado como la vez pasada, porque esta vez, Rasuke estaba hiendo más despacio, de forma sensual, lenta y acogedora. Si pudiera resumir aquel beso en una palabra sería <<dulce>>.

Sus manos subieron hasta el cuello del azabache y sus pies dejaron de tocar el suelo cuando Rasuke se irguió hacia atrás, llevándolo consigo. Lo cargó hasta el piano y lo sentó sobre las teclas, haciéndolas sonar con fuerza, aun así ninguno de los dos se detuvo. La temperatura se elevó unos cuantos grados, las respiraciones se sofocaron y la pasión los bañaba como una cascada caliente sobre sus cuerpos.

El azabache recorrió la espalda de Naruto en una caricia tierna hasta las caderas, le abrió las piernas con las rodillas y se metió entre ellas para pegar su cuerpo por completo. No quería distancia, deseaba fundirse con él y amarlo descontroladamente. Naruto lo estaba volviendo loco.

_ ¿Se puede saber qué están haciendo?- una voz; una voz que era jodidamente familiar los interrumpió. Naruto dio un saltito y se bajó del piano. Rasuke chasqueó la lengua, él, otra vez él le estaba jodiendo la existencia con su grata presencia.

_ ¿No te enseñaron a llamar antes de entrar… hermanito?

_ ¿No te enseñaron a hacer esas cosas en una habitación… fenómeno?

Naruto miró a ambos morenos alternadamente, idénticos, eso eran. Era increíble lo parecido y loopuesto que eran, a partes iguales.

Sasuke estaba recostado en el alfeizar de la entrada, con los brazos cruzados y un semblante de burla, sin embargo, al igual que siempre, su ceño estaba fruncido, muy fruncido, y su ceja izquierda temblaba levemente con una especie de tic.

Rasuke imitó el gesto, cruzó los brazos con indignación; los gemelos se mataron con la mirada, había una especie de fricción en el ambiente, sus miradas hacían un corto circuito y Naruto deseó salir de allí con todas sus fuerzas, pero su vía de escape estaba bloqueada.

¿Qué podía hacer en esa situación?

 

Continuará…

Notas finales:

Notas finales:

JEjejejeje… Me gustó este capítulo, debo admitirlo. Principalmente por la aparición de Hinata. La canon no me cae muy bien por ser tan inútil, pero como se podrán dar cuenta, esta versión OOC es la caña. Me gusta que sea como un chico y que defienda al rubio. En un futuro no muy lejano se volverá bastante importante en la trama y espero que lleguen a quererla tanto como yo n_n.

¿Qué pasará ahora con los gemelos y el dobe? ¿Habrá pelea? ¿Correrá sangre? ¿Naruto se desmayará por estar entre dos sementales? ¿Hinata golpeará a Sakura? ¡¿Quién es Mr. Pink?! No se pierda el próximo capítulo de Twin Uchiha… ~

Hahaha… déjenme algún rw para saber qué les pareció. Necesito saber mis esfuerzos surten frutos y si les estoy dando una buena historia, si no es así, prometo esforzarme más… ¡Ese es mi camino del ninja dattebayo! Ahora voy corriendo a subir ¿Hasta dónde llega la inocencia? Jejeje… nos leemos la próxima semana ^_^///


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