Ansío verte conmigo, tus labios de placer. Quiero recorrerlos suavemente mientras te acaricio, quiero acariciarte mientras te beso…, quiero besarte mientras te hago el amor.
_ ¿Naruto?- Hinata no estaba muy consciente de lo que sucedía. Ella solo había ido a buscar a su amigo para pasar el descanso juntos. Sabía la razón por la que se ausentó a clases, ahora debería de estar haciendo la prueba en el club de música. Decidió buscarlo, era mejor eso que quedarse esperando en el salón. Fue en ese mismo instante en el que divagaba en su cabeza, que notó un fuerte jalón en su brazo que la hizo voltearse con el ceño fruncido. Odiaba que algunos quisieran propasarse sabiendo que era un “doncel”.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente al encontrarse con el sujeto que la había agarrado. En un primer segundo, pensó que se trataba de su rubio amigo, el parecido era inmenso, sin embargo diferían en puntos extrañamente relevantes. El color del cabello por ejemplo, aquel chico lo tenía negro y un poco más largo, sus ojos eran severos, más estrechos, rasgados en las comisuras como si se tratara de una especie de licántropo y más con los llamativos caninos que resaltaron cuando separó los labios para hablar.
_Necesito preguntarte algo- le dijo el insólito chico con el ceño arrugado, afianzando el agarre en el brazo de la ojiperla.
_Lo siento, pero me enseñaron a no hablar con extraños- su voz salió sarcástica, la burla inundó su semblante, sin embargo aquellohabía salido de su boca sin necesidad de pensarlo con anterioridad; era su propio método de defensa ante lo desconocido. En realidad, la mirada escarlata de aquel chico la hizo estremecer de pies a cabeza, la cual se aseveró con la respuesta sardónica de la chica.
Sus dientes crujieron de rabia,los caninos se hicieron notar por el tic de control en su mandíbula; tiró del pequeño doncel ojiperla que se hinchaba de ego por su afilada lengua. Remolcó de su brazo hasta meterlo en un pequeño almacén dónde se guardaban los utensilios de limpieza. Hinata soltó un quejido cuando su espalda se empotró contra la pared. Su cuerpo quedó acorralado entre los brazos del chico cuando colocó una extremidad a cada lado de su cabeza.
_Respóndeme algo- acercó su rostro al del bello doncel hasta que sus narices se rozaron. Si no fuera por su mirada hostil, y su comportamiento de Pitbull, Hinata hubiera pensado que estaba por darle un beso- ¿dónde puedo encontrar a Uzumaki Naruto?
El ceño delachica se frunció con molestia. A pesar del claro parentesco, aquel chico no le inspiraba ninguna confianza. Apretó los puños, dejándose llevar por el enfado, pero sonrió, desencajando al muchacho en un escaso segundo. Esa sonrisa, por muy tierna que pudiera parecerle a una tercera persona, para Menma había sido como un insulto silencioso o una maldición contenida. Era sádica, malvada, cargada de sorna…, le gustó.
_Quien sabe. Hay muchos estudiantes en esta escuela- se encogió de hombros con indiferencia. Menma se encorvó un poco para dejar su rostro a la altura de la del doncel. Rubíes y perlas; los dos pares de ojos se observaron de cerca, muy de cerca. Su sonrisa también hizo acto de presencia, la cual provocó en Hinata un ligero temblor en las rodillas. Si la suya era sádica, malvada y cargada de sorna…, la de Menma era mucho peor, casi sobrenatural.
_Sé que lo conoces- acusó mientras paseaba con aparente delicadeza la punta de su nariz por la mandíbula de Hinata, después pasó los nudillos por su garganta, logrando que la chica acelerara su respiración y comenzara a aspirar por la boca.
No estaba segura si era miedo, deseo, o un subidón de adrenalina, pero tanto la presencia como los actos de ese chico logaron que su sangre hirviera de tanto calor, y sus rodillas temblaran de frío. ¿Qué era eso? Real o no, Menma había logrado lo que ningún chico había logrado antes…, perturbar la mente calculadora de Hinata.
_Puede que sepa quién es, pero…- tartamudeó un poco al hablar, tragó duro el nudo que se le formó en la garganta antes de poder continuar- ¿por qué debería decírtelo?
Menma amplió la sonrisa y deslizó la yema de sus dedos por el cuello de Hinata hasta el pecho, acariciando con ellas el lugar que supuestamente debería estar plano- Me lo dirás- le susurró en el oído, logrando que la ojiperla hiperventilara- estoy seguro.
_ ¿Por qué estás tan seguro?- trató de sonar confiada, ocultando su perturbación tras una máscara de enfado.
_Porque diré por favor- le respondió rosando sus labios con el lóbulo de la chica, logrando que jadeara cuando mordisqueó la zona.
Hinata estaba confundida. No sabía qué hacer. Por un lado estaba Naruto, su tierno amigo que no lograba relacionarse con nadie a parte de ella. Por otro estaba el macho semental que la estaba torturando en ese momento. Por lo parecido, desde un comienzo asumió que eran familia, pero el joven no le inspiraba confianza a pesar de todo. Podía ser familia de Naruto pero su mismo proceder había sido el causante de su vacilación.
Si estuviera buscando a Naruto para algo serio y sin inconvenientes, habría preguntado por él de forma educada y correcta, revelando su identidad desde el primer momento. En cambio aquel joven, la arrastró hasta un lugar aislado dónde nadiepudiera verlos para poder interrogarla. La forma en que lo hizo también, tratando de que vacilara usando las artes bajas. A pesar de que le gustó en su momento, ahora se encontraba colérica, porque aquel semental trataba de usarla a su antojo.
Apretó los puños, cerró los ojos y bajó la cabeza. Tuvo que morderse el labio para controlar un alarido de reproche que habría dejado escapar de no ser por el estrecho lugar. Menma pestañeó desconcertado al no encontrar una respuesta, quiso sujetar la barbilla de Hinata para que lo mirara a los ojos, pero ella le dio un manotazo apartando el gesto para después mirarlo a los ojos por su propia cuenta.
_ ¿Sabes qué?- las perlas de sus ojos brillaron en un centello de furia que desencajó al chico por completo. Su boca era una línea recta apretada, el flequillo ensombreció su semblante y las uñas se clavaron en sus palmas de tan fuerte que apretó los puños.- No me caes bien. Eres un niño confiado que cree que puede obtener lo que quiera con su “encanto”. Tu falsa preocupación por Naruto no me convence, por lo tanto…- hizo una pausa y colocó una mano en el pecho de Menma para darle un firme empujón- sal de mi camino.
Menma trastabilló hacia atrás por el gesto de la chica, que además le pasó de largo como si solo fuera un obstáculo a su paso. Volteó rápidamente, apenas atinando a agarrar su brazo para que no se marchara.
_No puedes irte- sentenció, haciendo cada vez más presión en el brazo de Hinata- tengo que encontrar a mi hermano.
La ojiperla lo observó de soslayo, componiendo un mohín en su faz de porcelana- Supuse que eran hermanos, el parecido es impresionante- admitió sin dejar de fruncir el ceño- pero sigues sin inspirarme confianza.
El pelinegro tiró del brazo una vez más. Hinata saltó con sorpresa cuando sus labios fueron apresados. Sintió un brazo enroscarse en su cintura, su cuerpo quedó encerrado dentro de un abrazo demasiado fuerte. Forcejeó sin remedio por liberarse de un sentimiento reconfortante y a la vez molesto, aquel maldito insolente la había besado. ¿Quién se creía que era?, lo mataría al muy maldito…, sin embrago no pudo decir nada, se dejó llevar por las sensaciones de confort y el morbo que le provocaba todo aquello.
Era increíble, como su lengua se movía sola, sin siquiera pedirle permiso se enroscó con la del chico, probando cada rincón con fervor y entusiasmo. Le gustaba, no quería admitirlo, pero joder le estaba gustando el bendito beso. Menma se separó de sus labios para poderla observar a los ojos y apreciar con una sonrisa como los pómulos del “doncel” se había teñido de carmín; Hinata bufó con fastidio, la tenía donde quería… mierda.
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Naruto miró alternadamente a los morenos, dispuesto a marcharse en el primer espacio que encontrara. La fricción era palpable, demasiado. Se odiaban, de eso estaba seguro. No quería ser el causante de una pelea entre hermanos. Él mejor que nadie sabía lo terrible que era eso- Yo… mejor me voy- intentó salir, pero Rasuke extendió un brazo, impidiendo con el gesto que se moviera de su lugar.
Sasuke ladeó una sonrisa- ¿Interrumpo algo?
Rasuke gruñó por lo bajo, casi como un perro a punto de morder a otro, un rival en la conquista de una pareja, eso era Sasuke para él.- Sí, interrumpes- espetó con rabia.
Sasuke se irguió, separándose del alfeizar para acercarse a Naruto. Rasuke se puso en medio con el ceño fruncido y los puños dispuestos a estampar unos cuantos golpes. Sasuke lo ignoró magistralmente y lo rodeó para llegar el rubio doncel. Naruto dio un paso atrás por la cercanía del otro…, puro reflejo.
_ ¿Qué quieres?- levantó los puños como si estuviera a punto de pelear, lo cual era estúpido porque Sasuke solo le estaba extendiendo un papel, sin intención alguna de hacerle daño.- ¿Qué es esto?- preguntó mientras tomaba el papelucho.
_Según la directora, no te has inscrito en ningún club. Es obligatorio- su tono de voz era monótono, sin emociones; aun así, se estaba divirtiendo en demasía, riendo por dentro al ver el rostro mosqueado de su hermano. Sabiendo que estaba ahí por asuntos escolares, no podía hacer nada para alejarlo de Naruto.
_Lo sé. Estoy aquí para inscribirme en el club de música…
_No es necesario- Naruto le dedicó una mirada dubitativa, él en cambio se encogió de hombros con indiferencia- si pones tus datos en ese papel, te inscribiré en el de Literatura- explicóusando el mismo tono monótono.
_ ¿De veras?- el rubio se emocionó, pero las palabras de cierta pelirosa resonaron en su cabeza, logrando que frunciera el ceño- Pero… según la vicepresidenta, el club estaba lleno.
Sasuke enarcó una ceja- ¿Lleno?- su cerebro trabajó rápidamente, en un pestañeo ya había sacado sus conclusiones, llegando a la seria resolución de un insulto hacia su vicepresidenta entrometida…, maldita zorra.- Naruto- le puso una mano en el hombro para captar su atención- no sé por qué Sakura te habrá dicho eso- mentía, sabía perfectamente cuál era la razón- pero solo somos cuatro miembros en el club, puedes entrar sin problemas.
_Eres un manipulador de mierda- la voz de Rasuke resonó en el salón. Había permanecido en silencio, esperando a que el estúpido intento de su hermano por acercarse a su pequeñín terminara de una vez, pero ya no podía aguantar. Ese cabrón quería tenerlo también en las actividades extra-clases…, ni soñando.
Sasuke observó por encima de su hombro como su hermano lo mataba con la mirada. Los nervios de sus manos lo hacían abrir y cerrar los puños con fuerza, tratando de controlar su desmedida furia. El aludido solo bufó en respuesta y volvió a centrar su atención en Naruto, ignorando el desplante de su hermano.
_Sobre el club de Literatura…
_Lo siento- el blondo lo interrumpió haciendo una fugaz reverencia mientras le extendía el papel- creo que entraré en el de Música después de todo.
_ ¿Qué? ¿Por qué?- Sasuke estaba desconcertado, si había algo a lo que en verdad no estaba acostumbrado, era que lo rechazaran. Eso era imposible, descartado al instante por su subconsciente como un afán del doncel por querer hacerse rogar.- Escucha- resopló un poco antes de lograr hablar con serenidad, se sobó el puente de la nariz con sus dedos, optando una pose “comprensiva”- tal vez te sientes algo intimidado por lo que pasó la otra vez, pero…
_No es eso- se apresuró a aclarar, su sonrojo se hizo notar cuando recordó lo sucedido una semana atrás- quiero intentarlo en el club de Música, eso es todo. Además…- metió una mano en el bolsillo trasero de su pantalón y extrajo un pequeño objeto metálico para mostrárselo al moreno- …esto.
Sasuke imitó el gesto y sacó de su bolsillo un objeto similar, lo juntó al de Naruto para compararlos, eran exactos- Así que tú también tienes una llave- dijo mientras guardaba la suya una vez más- ¿quién te la dio?
_Iruka-sensei; fue durante las vacaciones de verano.
_Ya veo- eso lo explicaba todo- entonces te dio permiso para ir cuando quieras- suspiró y guardó el papel de la inscripción- Está bien, entonces espero verte seguido por allí- hizo una reverencia algo elegante y tomó la mano del rubio para besarle el dorso- hasta pronto- ladeó una sonrisa de mofa cuando pasó de largo a su hermano, quien tenía una mirada asesina en el rostro.
Naruto se puso mucho más rojo cuando Rasuke lo miró fijamente, analizando el comportamiento del pequeño.- Así que…-hizo una pausa, aseverando la mirada al pensar que su hermano había logrado hacer algo con su pequeñín, lo mataría seguro, Naruto era solo suyo- …algo pasó entre ustedes hace una semana- continuó, pensando en la firme idea de eliminar a la competencia, su jodida copia… Sasuke.
Naruto negó con la cabeza- solo fue un malentendido- respondió en un murmullo.
_Entiendo- Se acercó hasta el chico y le arrebató la llave de la mano; Naruto se sobresaltó por el gesto y empezó a dar saltitos para alcanzar la llave. Rasuke estiraba su mano hacia arriba, a sabiendas de que el diminuto tamaño del doncel no le permitiría alcanzarla por mucho que saltara.
_Dámela- pedía mientras seguía saltando sin lograr nada. Rasuke mantenía un semblante inexpresivo con su mano alzada en alto, esquivando los intentos del blondo para recuperar su llave- por favor- rogó, pero ni su carita de cordero logró que Rasuke le devolviera el pequeño objeto.
_ ¿Sabes una cosa?- Naruto dejó de saltar cuando Rasuke lo miró a los ojos para hacerle la pregunta. Agrandó sus cachos de mar cuando le robó otro beso, pero fue mucho más rápido que el anterior, rígido, frío, sin emoción…, era un beso sin sentimientos, solo para reafirmar su convicción- Eres mío, pequeñín. Ni mi hermano podrá interponerse- se metió la llave en la boca sin dejar de mirar al pequeño a los ojos- eso te lo puedo asegurar.
_ ¡Yo no soy un objeto!- gritó con notable enfado, estrujando la nariz como solía hacer cuando se molestaba y acertando un pisotón en el suelo para hacerse notar.
Por toda respuesta, Rasuke le sacó la lengua para mostrarle la llave que reposaba en ella, luego se puso las manos en los bolsillos y se marchó del salón, dejando al doncel completamente solo y sin entender el gesto.
_ ¿Y eso qué quiere decir?
Silencio, Rasuke ya se había ido y él se quedó sin su llave, perfecto. ¿Ahora cómo lograría estudiar los kanjis para los exámenes? Aún no se le daban muy bien. Ciertamente podía ir a la biblioteca y pedir algunos libros, pero estaba algo cohibido en ese lugar.
La SdK (Secundaria de Konoha) era una prestigiosa escuela dónde solo asistían niños ricos y unos pocos que lograban ganarse una beca por sus buenas calificaciones. En cambio él, era un extraño chico extranjero que inevitablemente llamaba la atención. Más de una vez hizo el intento de entrar, pero las penetrantes miradas sobre él siempre lo intimidaban y trataba de huir de ellas por todos los medios. Por eso el club de Literatura se convirtió en su santuario, un lugar dónde leer y estar solo… era perfecto.
Desanimado, se sentó en el banquillo junto al piano. Deslizó los dedos por las pálidas piezas con el semblante meditabundo. Solo había una cosa que podía relajarlo en ese momento, además de leer un buen libro, y era tocar. Su índice presionó una de las teclas, luego otra y otra, indiferente ante el sonido que salía de los patrones de sus manos. Ni siquiera estaba pensando en tocar algo concreto, solo estaba presionando aquí y allá, nada más.
Irremediablemente, la música llenó el salón y el corredor. Do, Re, luego Mi, una pausa, repetía Mi, después La, Sol y de nuevo La. Las notas fueron cobrando vida como un manantial que caía de sus dedos. Cerró los ojos, ambos brazos se movían sin su consentimiento, componiendo una canción, creándola por vez primera, solo le vino a la mente y sus falanges le dieron un alma. Era bella, algo triste, afligida, una melodía cargada de dolor desconocido, tal vez por la muerte de sus padres, la separación de su hermano, su tierra natal estando lejos… todo se mezcló en su cabeza y aquella hermosa sinfonía era la vida que nació de eso; la cual quedó en seco, detenida en el aire cuando Naruto dejó de tocar.
Alguien lo estaba observando meticulosamente desde la puerta. ¿Por qué todo el mundo hacía lo mismo? ¿No podían entrar y ya? Tal vez avisando de su presencia con un simple “con permiso”.
Junto al alfeizar se encontraba un chico pelirrojo con unos hermosos ojos de colorcárdeno. Su mirada era seria, pensativa, los brazos cruzados en el pecho y las comisuras de sus labios hacia abajo, parecía molesto, pero Naruto no estabamuy seguro de ello. Demasiado inexpresivo para su gusto, incluso le ganaba a Sasuke.
_ ¿Tú eras el que tocaba?- le preguntó el pelirrojo mientras se encaminaba en su dirección.
_Si- respondió cabizbajo. Sin saber si había hecho algo malo o no.
_Imagino que eres Naruto, el chico al que debo hacer una prueba- se recargó en el piano y observó de soslayo como el tímido rubio se hacía bolita en su asiento.
_ ¿Eres el presidente del club?
_Akasuna no Sasori- respondió mientras extendía su mano como saludo.
El chico la tomó y levantó la vista para verlo a los ojos- Naruto- respondió al saludo, escueto igual que siempre.
Sasori lo observó de forma inquisidora, pero no dijo nada. Se encogió de hombros y tomó la partitura que estaba en el piano. La ojeó un poco, sorprendiéndose al instante por un relevante detalle. La pieza que tocó el chico, no coincidía con la partitura… ¿la habrá tocado de memoria?
_ ¿Qué tocabas?- preguntó mientras dejaba el libreto en su lugar.
Naruto lo miró a los ojos una vez más- no lo sé- respondió muy convencido- solo toqué.
_ ¿No lo sabes?- Sasori dio una vuelta alrededor del gran instrumento y se sentó junto a Naruto. Sus dedos teclearon monótonamente, de forma muy rítmica y practicada. Reprodujo en unos segundos la melodía creada por el blondo- ¿Era esto verdad?
Naruto asintió con la cabeza, sin entender a dónde quería llegar el muchacho.
_ ¿La has escuchado antes en otro sitio?
_No. Ya te lo dije, solo toqué y eso salió, así de simple.- enfatizó con un señalamiento hacia el piano.
_Entonces la inventaste. La compusiste justo ahora.
_Tal vez, en realidad no estaba pensando en componer… no estaba pensando en nada para variar.
Sasori se puso de pie con un resoplido. Se despeinó los enmarañados cabellos escarlatas con una sobada de su mano sobre su cabeza. Naruto no lo perdió de vista. ¿Le haría la prueba o no? Su mirada denotaba duda y confusión por igual. Sasori en cambio tenía ojos aburridos, sin deseos de hacer ningún examen. Quería irse con sus amigos y jugar un poco en la consola. El chico estaba más que capacitado para entrar al club.
Sencillamente no entendía los nerviosismos de algunos de sus compañeros cuando fueron a hacer la misma prueba. Santo cielo, ni que fuera el encargado para las audiciones de una obra en Broadway; solo era una prueba de capacitación, no un concurso de talento.
Se encogió de hombros otra vez y le sacudió los cabellos al chico antes de voltear y marcharse por donde había venido.Naruto saltó de improvisto y le sujetó la manga de la camisa con la punta de los dedos- Espera- pidió en un susurro, sus ojos suplicaban cual cachorro, los de Sasori rodaron con hastío.
_ ¿Qué pasa?
_La prueba…
_Estás aprobado- respondió con prontitud. El agarre en su camisa se hizo débil. Naruto miró el suelo, después lo miró a él, de nuevo el suelo, luego hacia la puerta. ¿Qué le pasa? Se preguntaba el de los ojos violáceos.
_Es…- hizo una pausa; soltó la camisa del pelirrojo y entrecruzó sus dedos frente a su regazo; una de las tantas manías que conservaba por su baja autoestima.- Es… en serio, ¿verdad?
Sasori frunció el ceño- Claro que es verdad. ¿Para qué he de mentirte?
_No lo sé.
_Ni yo tampoco… ¡oh!- Naruto agachó la cabeza. Sasori reaccionó por su idiotez y se dio un golpe en la frente para auto-recriminarse. Sacó una lapicero de su bolsillo y le extendió al chico su palma- Dame el papel.
Naruto se emocionó. Era cierto después de todo, solo se le había olvidado la firma. Le tendió al pelirrojo la planilla con sus datos, el joven garabateó muy rápido y se la devolvió- Gracias- musitó con una sonrisa.
_Ya eres oficialmente un miembro. Ahora, ¿me dejarás ir? No me gusta hacer esperar a las personas.
_Claro… por favor cuide de mí de ahora en adelante…, senpai.
Sasori le respondió con asentimiento y se perdió en la infinidad del pasillo, haciendo uso de sus largas piernas para dar grandes zancadas hacia la salida del corredor. Naruto corrió en sentido contrario con el papel abrazado al pecho, buscando entre las placas de las puertas una en especial. La encontró al cabo de un par de minutos y dio varios toques suaves. Suspiró. Siempre pasaba lo mismo. Repitió el gesto pero un poco más fuerte. Una cabellera rosa salió a la luz de repente, abriendo la puerta de un tirón fastidiado.
_ ¿Qué quieres?- preguntó Sakura con cara de pequinés mosqueado.
_Ya estoy en un club- le tendió el papel a la chica. Ella lo tomó sin nada de delicadeza y lo leyó con detalle. Naruto creyó por un momento que sacaría unos finísimos lentes de bibliotecaria para leer, después lo miraría por encima de los cristales y le haría algún señalamiento de maestra vieja…, pero no lo hizo, solo se lo imaginó.
_Está todo en orden- admitió. No sabía la razón, pero creyó firmemente que el chico no lograría pasar el examen. Parecía algo torpe y Sasori era más estricto de lo que él mismo pudiera admitir.
Tenía pinta de flojo e irresponsable, pero solo era la apariencia. En realidad era bastante exigente y pocos pudieron pasar la prueba que, dichas por palabras de él, no tenía sentido realizar, y a pesar de eso se lo tomaba muy en serio. Que el rubito estuviera ahí con esa radiante sonrisa solo podía significar una cosa…, tenía talento.
Naruto asintió con la cabeza y se dio la vuelta. Recordó el malentendido respecto al club de Literatura y quiso pedirle algunas explicaciones a la pelirosa, pero la puerta se cerró de un portazo en cuanto se volteó, era un claro “lárgate ya” por parte de la jodida estirada.
Volvió sobre sus pasos con una expresión más que molesta. No entendía por qué la capitana del equipo de porristas lo odiaba tanto. Él no le había hecho nada y sin embargo ella pareciera querer matarlo y enterrarlo en una fosa para tapar el crimen. Entendía mejor que nunca los arranques de furia que tenía Hinata cuando ella estaba cerca… y hablando de Hinata, ¿dónde demonios se había metido?
La buscó en el salón, pero ya no había nadie, la mayoría de los estudiantes ya retornaron a sus casas. Tal vez se fue también. Agarró sus cosas, su bolsa con los libros y los lapiceros para marcharse.
El patio estaba desolado. La luz naranja del atardecer le dio un toque artístico a la elaborada estructura del colegio, que por más que lo mirara de diferentes ángulos le seguía pareciendo impresionante. La temperatura en Japón descendía algunos grados en la tarde, aún no se acostumbraba, después de todo siempre vivió en una pequeña casa cerca de la playa, dónde el sol calentaba durante todo el día y el olor a mar entraba en su habitación cuando caía la noche.Extrañaba Australia, quería volver y a la vez no hacerlo. Japón era hermoso, un lugar sin dudas inolvidable, pero difería tanto de su hogar que la nostalgia lo perseguía a diario.
_Mira quién está ahí.
Naruto se sobresaltó con aquella voz que lo señalaba de forma reprobatoria. Una chica de largo cabello rubio y ojos azul pastel se acercaba junto con otros dos chicos. Uno de ellos se le hizo inmensamente familiar. Su cabello era oscuro y largo, amarrado en la punta con una liga. Sus ojos, eran idénticos a los de Hinata. Tan extraños y tan pálidos cómo los de su amigo… amiga…, lo que fuera Hinata. Debían ser familia, no había otra explicación.
El otro era el típico chico buscapleitos. No del tipo de Rasuke. El moreno por muy insolente que fuera, era incapaz de lastimar a alguien. En cambio el chico que venía hacia él junto a la rubia y el ojiperla, exudaba la palabra “maleante” desde todos los poros. Incluso tenía unos extraños tatuajes con forma de colmillos en las mejillas, le recordaba a… se acarició sus propias mejillas, recordando sus marcas…, sacudió la cabeza, de nada servía recordar eso ahora, lo importante era enfrentar a aquel trío.
_ ¿Qué quieren?- preguntó con notable predisposición, seguro de que no traerían nada bueno con su presencia.
_Eres lindo, enano- Admitió el chico de los tatuajes con una sonrisa maliciosa.
La rubia le dio un codazo a su compañero- Kiba- regañó con el semblante irritado por el descarado elogio.
_ ¿Qué? Es la verdad- clavó su rasgada mirada en el blondo y se relamió los labios, provocando que sus hombros temblaran. El tal Kiba le recordaba a su hermano, casi podía ver el reflejo de Menma sonreírle desde el iris del joven.
_Termina de una vez, Ino- el ojiperla se mantenía callado, hasta ese momento. Tenía los brazos cruzados y trataba de ignorar el circo frente a él de forma magistral. No le interesaba, eso era todo.
La rubia suspiró agotada, no entendía por qué habían ido con ella en primer lugar. Aquel par no tenía remedio.- Escucha- dijo refiriéndose a Naruto- Según una fuente confiable, estás rondando demasiado aTwin Uchiha. ¿Quién te crees que eres?
Naruto abrió mucho los ojos, completamente perdido ante la acusación- ¿Twin Uchiha?
_Si- respondió Ino- los gemelos, Rasuke y Sasuke- enfatizó en los nombres para que el chico con cara de idiota – según ella – reaccionara por fin.
_Ah- ya entendía todo. Al parecer los morenos tenían un club de fan o algo así. En ese caso solo debía alejarse y ya. Solo eso y lo dejarían en paz… ¿verdad?- No te preocupes, me alejaré de ellos y punto- los otros tres chicos abrieron los ojos a la vez, las bocas desencajadas, los brazos pesados por la impresión. ¿En serio se rendiría así de fácil? Normalmente había una resistencia, pero este rubio era, o muy cobarde, o muy astuto.
_Espera- Ino no estaba conforme, algo andaba mal con ese doncel- Sé cuál será tu plan. Te harás la víctima frente a los Uchiha cuando estemos cerca, ¿verdad? ¿Qué piensas que es esto, mocoso? ¿Cenicienta?
_Escucha- era oficial. Uzumaki Naruto estaba molesto. Las venas de su frente palpitaban con cada desplante de la rubia. Él no era nada de eso, ni siquiera buscó alos “Twin Uchiha” o como se llamen esos dos. Ellos fueron los que lo buscaron, ¿por qué debía pagar entonces? ¡Joder con los gemelos!, aun estando ausentes le traían problemas y más problemas.- Me alejaré de ellos, lo prometo. Déjame en paz y todo arreglado- giró sobre sus talones con la disposición de marcharse, pero su hombro fue sujetado con firmeza, haciéndolo girar otra vez.
_Ella no ha terminado- dijo el de los colmillos con una sonrisa sarcástica. No estaba allí por ayudar a Ino, solo fue porque le parecía divertido y valla que se estaba divirtiendo. El doncel rubito era todo un reto, ya tenía ganas de cogerlo ahí mismo.
_Suéltame- exclamó con seriedad. Normalmente se mostraba tímido y hacía lo que le dijeran, pero ese trío lo había sacado tanto de quicio que su timidez quedó ignorada completamente. Solo quería volver a casa, cenar, leer un poco y dormir. ¿Era tanto pedir?
_Kiba, deja al chico y vámonos- el ojiperla se mostraba enojado, más fastidiado. No pensó que el capricho de Ino por “mostrarle al chico quien manda” se volvería algo tan tedioso.
_Eres la persona más aburrida que conozco, Neji. Mira que lindo es. ¿No te dan ganas de…?
_No- contestó rápidamente- recuerda que mi primo también es doncel. Ellos no me provocan nada.
_Tsk. Aburrido- a pesar del regaño no soltó el agarre en el hombro de Naruto, al contrario, se hizo más fuerte. Ino cruzó los brazos y miró a otro lado, se sentía ignorada. Kiba puso su otra mano en la muñeca del rubio para sujetarlo mejor, tiró de él y pegó su cuerpo, dispuesto a tocarlo más de la cuenta.
Naruto lo golpeó en el pecho, el abdomen y los hombros para alejarlo. Como única respuesta recibió carcajadas, el muy maldito estaba haciendo parecer que le estaba provocando cosquillas con los golpes. Se removió como pudo, tratando de escapar. No sabía la razón, pero por nada del mundo quería que ese chico canino lo tocara. ¿Cómo es que siempre se las arreglaba para que lo acosaran? Era igual que en su otra escuela, ¿por qué?
Kiba hizo un sutil movimiento con su mano y torció el brazo de Naruto hasta dejarlo en su espalda, dejándolo inmovilizado y a su merced. Naruto le gritó un montón de improperios y advertencias, pero el chico lo ignoraba.Le acarició la espalda con lascivia, atorando sus dedos en la cinturilla del pantalón, sonriendo cuando una fugaz idea pasó por su mente.
_ ¡Kiba!- el alarido de sus amigos a sus espaldas lo hizo voltear, aun sonriendo como idiota.
_Tranquilos, no pensaba violarlo, era una broma- era la mentira más grande que había hecho en toda su vida. Ni siquiera recordaba que estaba en el exterior y a la vista de cualquiera hasta que sus amigos gritaron su nombre.
_Es bueno saberlo- respondió una voz masculina y ultratumba, un momento… esa no era la voz de Neji.
_ Ugh…- un quejido salió de sus labios cuando un poderoso puñetazo se estampó en su estómago. Automáticamente soltó a Naruto y calló al suelo abrazándose el vientre. Eso no fue todo, una patada en su espalda lo hizo elevarse del suelo y caer con brusquedad, luego otra y otra. Las solapas de su camisa fueron estiradas hacia arriba, un derechazo en su mejilla y tuvo que escupir la sangre que se acumuló, le estaban dando la paliza de su vida.
_Esto solo es una advertencia- la voz sonó más severa, más profunda- a la próxima será la verdadera golpiza lo que recibirás.
Naruto pestañeó varias veces al observar a su salvador. Situación parecida, mismo proceder, un poco más de violencia en este caso, pero… era lo mismo. ¿Es que hasta en eso eran parecidos los gemelos?
_Sasuke-kun- el llamado de la rubia provocó que el pelinegro la fulminara con ojos encolerizados, si las miradas mataran…
_Fuera de aquí- dijo en un murmullo, enterrando su vista en el suelo.
_Pero…
_ ¡Fuera!- rugió exasperado.
Ino tembló y corrió lejos, Neji se acercó a su apaleado amigo, lo recargó en el hombro y se alejó despacio, casi como si él no tuviera nada que ver con el asunto. Una vez estuvieron lejos, Sasuke resopló dejando que el aire caliente que tenía atorado en la garganta saliera de golpe.
_Sasuke- …era muy diferente. La reacción de Sasuke cuando Ino lo llamó por su nombre provocó que su furia se elevara, sin embargo, su nombre en los labios de Naruto logró relajarlo y hasta hacerlo sonreír.
_ ¿Te hizo daño?- preguntó mientras se acercaba al rubio que permanecía sentado en el suelo; se había quedado en shock por la repentina pelea, más bien paliza.
Negó con la cabeza, Kiba solo le había hecho una llave para inmovilizarlo, nada grave.
_Que bien- le tendió su mano al chico para ayudarlo a levantarse. Naruto aceptó el gesto y se puso de pie.
Se sentía contrariado, agradecido, pero muy confundido. No entendía esa desmedida rabia del moreno. Por lo que sabía de él, Sasuke era sereno, calmado, indiferente a todo lo que sucedía a su alrededor. Entonces, ¿por qué lo ayudó?
_ ¿Tú estás bien?- Sasuke pestañeó confundido, no entendía la pregunta. Naruto tomó sus manos y reveló el dorso ensangrentado- tus nudillos están sangrando.
Sasuke le arrebató la mano de un tirón- No es nada. La mayor parte de la sangre es de ese maldito- sacó un pañuelo y se limpió la suciedad, cuando terminó le mostró sus nudillos lisos y perfectos, sin heridas, solo estaban algo enrojecidos- ¿lo ves?
Naruto frunció el ceño- ¿por qué lo hiciste?
_Se me antojó- simple y llanamente.
_ ¿Se te antojo?- la sorpresa era un factor protagonista en su rostro. Esa era la escusa más tonta que había escuchado en toda su vida
_Más importante que eso- intervino el moreno de repente, cambiando el tema de la nada- quiero que vengas conmigo.
Naruto levantó una ceja- ¿contigo? ¿A dónde?
Sasuke no respondió, solo lo tomó del brazo y lo arrastró dentro de la escuela. Subieron los escalones a trote limpio, Naruto dando saltitos en vez de correr, no podía comparar sus zancadas con las de Sasuke. Protestó y tironeó de su brazo, pero el pelinegro lo ignoró y siguió remolcando. ¡Esto era el colmo! Pensaba con fastidio. Todo el mundo hacía con él lo que se les daba la gana. No era ningún muñeco, joder.
_ ¿A dónde vamos?- reiteró la pregunta, el pasillo se extendió a sus ojos, mostrando y sin fin de salones, salones que conocía muy bien.-Esto es…- se sorprendió por el lugar al que lo había arrastrado Sasuke. El club de Literatura. La puerta estaba abierta, tal vez con toda intención del moreno. En el interior no había nadie, solo la compañía de los libros y las pálidas cortinas que se mecían con la brisa vespertina.
_No estoy conforme.- ¿A qué rayos se refería ahora? No entendía por qué Sasuke lo había llevado allí. Su brazo por fin fue soltado y su enojada mirada le exigió una explicación al mayor.- ¿Por qué siempre prefieres a Rasuke?
_ ¿Qué?- definitivamente ya estaba perdido. Que él escogía a Rasuke… eso no tenía sentido. ¿Lo escogía para qué?
Sasuke se acercó con pasos lentos- Yo soy mejor que él- seguía hablando, su ceño fruncido, sus puños cerrados… estaba molesto. Había llevado allí al doncel para hablar con él, que le explicara el porqué de su preferencia por su hermano. No podía aguantar ni un minuto más, quería al chico para él. Con cada paso que daba, Naruto retrocedía en la misma cantidad, asustado por el comportamiento del Uchiha.
_ ¡Ja!- se quejó cuando su espalda chocó con la pared. Ojeó a su alrededor, buscando por todos lados una vía de escape, nada. Sasuke no se inmutó, se siguió acercando hasta que solo había un palmo entre Naruto y él. Pegó los antebrazos a la pared con los puños aún muy cerrados. Se mordió el labio, conteniendo el alarido de goce que le generaba la cercanía con el doncelito. ¿Por qué debía contenerse? Rasuke no lo hacía. Estaba cansado de ser un caballero, no estaba avanzando y eso lo frustraba.
_Naruto…- su aliento chocó contra la boca del blondo, una caricia cálida que provocó que un par de párpados se cerraran para disfrutar del toque abstracto, su lengua salió a la luz con descaro y delineó la apertura entre los labios fuertemente apretados de Naruto.
El rubio se sorprendió, esperaba solo un beso, no una lamida tan lasciva, tan caliente, tan invasora. Jadeó cuando sus caderas fueron sujetadas en un firme agarre, agarre de pasión, un arranque de adrenalina entre ambos, una bocanada del aliento contrario. Ya nada dividía su cuerpo del de Sasuke, estaban muy pegados, rozando sus sexos a través de la ropa, sintiendo la excitación subir, elevarse sin derecho a descender.
_Sasuke…-gimió su nombre, algo tan simple como eso y ya el moreno se encontraba en el límite. Naruto lo estaba llamando, solo a él. El blondo se estremeció en regocijo cuando su cavidad quedó invadida por la lengua del contrario.
El azabache le sujetó el mentón con el dedo índice y pulgar para que dejara la boca abierta, para tener todo el lienzo por donde pintar con su saliva.Quería más, más de Naruto. De su beso, de su lengua, de sus gemidos ahogados, de sus sonrojos, lo quería todo.
Sasuke dejó de sujetar con su mano izquierda las caderas de Naruto para pasarle el brazo a la espalda, despacio, muy lento bajó su palma en una caricia hasta el hueco de la cintura, hasta dónde la espalda deja su nombre, apretólos globos con fuerza, arrancando un gemido de los labios carnosos que ahora mordía con lujuria.
Su dedo medio se deslizó por el espacio entre las nalgas, delineando el contorno dónde estaba la castidad que quería romper. La ropa estorbaba, pero el momento era pleno, era único. Su mano izquierda no dejó de acariciar, apretary sobar hasta que el rubio jadeó una vez más dentro del beso. Su mano derecha soltó el mentón para deslizarse por la garganta, desabotonando la camisa por el camino de sus dedos.
Desabrocha su pantalón y el de Naruto, ambos molestan, están en el medio de la pasión de los dos. Sasuke lo desea, está dispuesto a llegar hasta el final. No piensa detenerse, no hay nada en el mundo que lo haga detenerse…, a excepción de esa temblorosa mano acanelada que le da un tenue empujoncito desde el pecho. Naruto lo está deteniendo.
_ ¿Qué pasa?- no entiende, no hay forma de que pueda entenderlo. ¿Cuántas veces lo va a rechazar el jodido rubio hasta estar feliz? Quería tirárselo, su rostroaniñado, sus ojos azules y la timidez que intenta mantener bajo control lo ponen, y mucho.
_Yo…- llora, de nuevo deja caer sus lágrimas en frente de alguien que no es su hermano. Lo detesta, detesta ese sentimiento de debilidad. Quiere y no puede; puede y no quiere; no está seguro, solo confundido. Se observa a sí mismo, está semidesnudo, frente a un chico que también está semidesnudo, le aterra lo que estaban a punto de hacer si no se hubiera detenido, en el colegio además. ¿En qué estaba pensando? Obviamente en nada,solo en el calor y la excitación que le provocaron los besos y las caricias de Sasuke.
_No te entiendo, Naruto- claramente estaba enojado, su tono de voz lo delataba- la escuela entera me desea, ¡la jodida escuela!- ruge con desespero- ¿sabes que hay hasta barones que darían lo que fuera por una noche conmigo? ¿Por qué tú eres diferente?
Naruto dejó de llorar de golpe, clavó sus cachos de mar en los ojos de Sasuke con una seriedad desconcertante- ¿quieres que sea como el resto?- se secó las lágrimas con su antebrazo. Estaba harto de llorar, con eso solo conseguía verse más débil. Hinata tenía razón, debía cambiar- lamento decepcionarte, Uchiha-san.- Sasuke reaccionó, lo había llamado por su apellido y además con un honorífico, ese fue el peor de todos los rechazos- No seré como el resto, soy como soy y no cambiaré ni por ti ni por nadie- se arregló la ropa en un parpadeo y empujó al moreno para que le diera espacio- si me disculpas, tengo que irme.
Sasuke quedó completamente solo en la habitación, con una segunda cabeza ante el cambio tan repentino en la actitud del rubio. No estaba enojado después de todo, solo frustrado y con un dolor en el bajo-vientre por la dura erección que lo castigaba en ese momento.
Definitivamente Naruto era diferente, excepcional, alguien capaz de sorprenderlo en cualquier momento. El chico era una caja de sorpresas y eso elevó más su interés. Lo quería para él, tenerlo solo para él y lo lograría…, solo debía eliminar a la competencia… Rasuke.
Continuará…