Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secreto a Voces por vitalife

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

¡Hola! Les traigo cap nuevo ;D

Primero que nada, muchas gracias a todas las personas que dejaron review, ¡¡Me animaron bastante!! *-* así que les traigo el inicio de la nueva saga como me pidieron n.n la verdad, siendo sincera, soy muy sensible en cuanto los reviews, si recivo pocos la inspiración huye xD pero ésta vez fueron más de lo que esperaba, les agradezco a:

 

mariangel

Zandra

nee chan

Ivelitce

UzuhaRen

Aniya

Ktika

gotentrunks55

c.c.b

naruf

Anonimo

Hikari

hilary_21fuhsl

 

Gracias, gracias :3

 

Bueno, dejando de lado mi felicidad xD este capitulo contará con la posible última participación directa de Shikamaru y Sakura, ¿Porqué? ya lo veran, ya lo verán... 

Me enfoqué más en describir que sentían en su separación estos dos, la frustración desde cada punto de vista, así como una "batalla final", disculpen si no describo bien las peleas xD

Sin más, el fic n.n

 

 

 

El hospital Konoha, majestuoso lugar que no sólo se enfocaba en albergar médicos y enfermos, sino también a desarrollar nuevas técnicas de recuperación, medicamentos, etc. Se dividía en varas secciones que partían desde emergencias, sala de parto, tanatología, cuidados intensivos, hasta experimentación fármaco-biológica, detección, tratamiento y rehabilitación de venenos y técnicas oscuras, así como un ejército de ninjas médico que eran reclutados al igual que puestos a prueba en el mismo sitio, en diferentes departamentos, claro.  

Algunas misiones eran asignadas en secreto, se llevaba un seguimiento de las mismas, actualmente el Hokage (Kakashi), estaba interesado en el desarrollo   de tratamientos rápidos y efectivos en caso de emergencias sin ningún precio costoso para la vida del paciente, puesto que en la anterior guerra muchos de los shinobi al igual que civiles, fueron bajas por falta de tratamiento y ninjas médico capacitados, cosa que dejó a cargo de la mejor en ésta rama después de la mismísima Tsunade, Haruno Sakura, por ello, como era costumbre, uno de sus subordinados de confianza le entregaba un pergamino confidencial para intercambiar información.

Tres golpes se escucharon en la puerta del laboratorio, la pelirrosa capturaba información recolectada para un informe en una rudimentaria computadora, por lo cual no se percató de la intromisión de un joven de coleta con una carpeta que hacía descansar sobre su hombro.

 

 

-Oi, Sakura –interpuso lo que traía en la mano frente al ordenador.

-¡Oh! –exclamó sorprendida, subió su rostro- Shikamaru.

-Toma –le ofrece la carpeta- es una petición de Kakashi.

-Claro –lo tomó dándole una ojeada.

-¿Tienes tiempo libre? –preguntó indagando.

-No del todo ¿Sucedió algo? –le miró.

-Seré directo ¿Pasó algo entre ellos?

-¿Te refieres a Naruto y Sasuke-kun? –el otro asintió, ella atinó a suspirar- será mejor que lo hablemos en otro lugar, llamaré a una de mis asistentes a que termine con esto –se levantó del escritorio.

 

 

*.*.*

 

 

En una de las bancas del enorme patio del hospital, una especialmente alejada de las personas, casi escondida, ambos se sentaban con una bebida en las manos, el Nara le veía expectante pues ella parecía que en cualquier momento soltaría una mala noticia, la de ojos verdes estiró su cuerpo, dando un largo suspiro, observó la lata de jugo de naranja como lo más interesante del planeta.

 

 

-Creo que fue mi culpa, pero era necesario.

-¿Entonces?

-Saliendo del bar, la última vez que fueron juntos, los vi en un callejón… ahí comprendí muchas cosas de las que me contaste aquella vez –le vio con una sonrisa difícil de descifrar.

-Entiendo… -imitó su gesto.

-Al final me vieron, en realidad fue Sasuke-kun y tuve una discusión con él, soltó que sólo estaba con Naruto por Sexo, pero Naruto no lo tomó bien, era obvio –su gesto decayó.

-No creí que llegarían tan lejos en tan poco tiempo, aunque recordando un poco atrás, no lo dudaría… -suspiró con desagrado.

-No es todo, Naruto está muy deprimido, él se abrió conmigo, me contó todo lo que sentía por Sasuke-kun –sus ojos se posaron en la lejanía, su voz se matizó con tristeza- me partió el corazón…

-Parece que no es el único… -un bufido salió de sus labios- Sasuke está insoportable en la oficina, su aura negativa impregna un piso entero, incluso Kakashi ha pensado en darle vacaciones, parece que Naruto lo tiene a raya, no estoy muy seguro…

-¿Es así? –preguntó, captando su atención- Naruto decidió tomar distancia por un tiempo, él me ha estado frecuentando, yo le he aconsejado que hable con él y aclare las cosas, está un poco terco con el tema.

-Terco eh, tengo una idea –le sonrió.

 

 

*.*.*

 

 

Un chico de no más de diecisiete años temblaba, frente a tres personas en una larga mesa, acababa de regresar de una misión, por lo que daba una informe oral de la misma, su preocupación no era si en algo había fallado, sino de un amenazante chakra que era acompañado de una penetrante mirada, incluso llegó a pensar que aquel sujeto podría leerle la mente, ¡¿Qué tenía de malo?! ¡¿Tenía algo en la cara?! Pues claro, el pobre adolecente no sabía que el shinobi frente a él tenía una extraña manía con los ojos azules.

A pesar de sus intentos por refutar la información del más joven, al final éste salió airoso y pudo retirarse en paz, los compañeros de Sasuke le veían con recelo, desde hacía un par de semanas se volvió más estricto de lo que normalmente, además de intimidar a los demás con genjutsus de bajo nivel, las quejas de su comportamiento llegaron hasta los oídos del Hokage, cosa que le trajo algunos problemas, incluso ese mismo día era citado a la oficina del susodicho.  Abrió la puerta topándose con aquel hombre de pelo plateado ojear uno de sus ya tan conocidos libros, un tic se apoderó de su ojo, es que ¿Nunca pensaba cambiar? ¡Era Hokage!

 

 

-Io, Sasuke –levantó la mano a manera de saludo, sonriendo con sus ojos cerrados.

-¿Qué quieres? –se llevó las manos a los bolsillos.

-“¿A que me ha citado? Hokage-sama” –le picó.

-No es necesario hablarte con formalidades, ni siquiera te dije sensei alguna vez –bufó.

-Cierto, pero ahora es diferente… -su rostro tomó ligera seriedad- Sé que no eres un encanto de persona, pero creo que estás estresado por algún motivo –sobó su nuca con cansancio.

-¿A qué quieres llegar? –alzó una ceja, sintiéndose a la defensiva.

-Estás estropeando el trabajo de tus compañeros –su gesto endureció, descansó sus manos en el escritorio, entrelazando los dedos- no me importan los motivos, pero incluso haz usado jutsus para molestar a los demás, tendré que sancionarte.

-¡¿Qué?! –le vio incrédulo.

-No hay espacio para replicas, estas suspendido una semana –soltó- puedes tomarlo como unas vacaciones –sonrió bajo su máscara de forma divertida, no importaban los años, le gustaba fastidiarlo.

-Tks –chasqueó su lengua con desagrado, sabía que no podría hacer nada- me largo entonces –se dio media vuelta, tomó el pomo de la puerta.

-Cierto… -llamó la atención del otro- ¡Me saludas a Naruto! –dijo burlón.

-… -rechinó los dientes, ya bastante molesto- ¡Púdrete, Kakashi! –azotó la puerta tras de sí.

-Haa.. –suspiró, su rostro volvió a la seriedad- lo sabía… -vio el retrato de su equipo en su época gennin, a un lado de este se encontraba la del equipo siete- no cambian… -aun así se le veía preocupado.

 

 

*.*.*

 

 

 

Grandes campos de hortalizas se hacían notar desde metros próximos en camino de tierra hasta perderse en la lejanía, es la zona agrícola de la aldea de la hoja. Los campesinos trabajaban arduamente para llegar al día de la cosecha, pero últimamente la siembra se había visto atacada por una extraña criatura, cosa que les trajo grandes problemas, causando pérdidas monetarias, así como riñas entre agricultores y comerciantes. Para calmar esta situación, el Hokage decidió mandar a un grupo de gennin para terminar con el inconveniente, siendo así Naruto-sensei el jounnin asignado como supervisor de los mismos.

 

 

-Es inútil –se quejó un chico castaño de cabellera alborotada y pecas en las mejillas.

-Tómalo con más seriedad, Takumi –le reprendió la chica peliazul.

-Sólo actúas madura por Naruto-sensei –se burló enseñándole el meñique, la jovencita se sonrojó furiosa.

-¡Estúpido, Takumi! –le persiguió por el camino.

-Sensei… -habló el más calmado del equipo, un adolecente de cabello negro y largo que ataba a una coleta baja- sensei… ¡Sensei!

-¿Eh? ¿Hotaru? –apenas se percató del otro.

-Aoki y Takumi se perdieron de vista… -anunció.

-Haa… -suspiró cansado, agudizó sus sentidos unos segundos- están a unos cien metros –comenzó a saltar en dirección de sus alumnos.

 

 

No es que no le importaran o les odiara, realmente no tenía ánimos de estar ahí en ese momento, en realidad, no quería estar en ningún lugar, tan sólo de ver a Sasuke en el pasillo cuando fueron a recoger su misión, le causó que su estómago se revolviera de la ansiedad, quería actuar natural con él, pero verlo ya de por sí era difícil, ahora con el chakra alterado del otro, seguramente terminarían peleando, un rasengan contra chidori, ahora de seguro se quedarían sin brazo permanentemente, pero con el Uchiha no había de otra, no entendía sino era con puños y técnicas a lo salvaje, sabía que razonar con él no era opción, aunque mucha culpa tuvo por rechazarle e ignorarle esas dos semanas, tantos años que le había tomado retomar su confianza para echarlo por la borda, no sabía qué hacer. Por la tarde tendría una cita con Sakura, nada romántico, cabe aclarar, ella era una gran amiga, le apoyó, le escuchó, no le juzgó, incluso por el hecho que ella en el pasado iba a por Sasuke, le comprendió, eso estrechó más sus lazos con la pelirrosa, hoy pensaría en su plan de acción con el teme, aunque no estaba seguro.

 

 

-¡Naruto-sensei! ¡¡Cuidado!! –gritó la chica del equipo, mientras que la sombra que perseguían se abalanzaba contra el de ojos azules.

 

 

 

La misión terminó con tres adolescentes y un adulto siendo atacados por un gallo ninja, si, así es, existían los gallos ninja, el rubio nunca escuchó de eso, resultó que se había escapado de casa y subsistía comiéndose las hortalizas, fue capturado y regresado a su dueño. Todos terminaron con rasguños en el cuerpo, plumas en el cabello y ropa.

 

 

*.*.*

 

 

 

-Pffff… -se aguantaba la risa al ver a su amigo mientras le curaba las heridas, el kyuubi después de la guerra había entrado en hibernación, por lo que su tiempo de sanación era sólo un poco más rápida que el promedio- no puedo creerlo... –intentaba guardar la compostura pero la sonrisa le delataba.

-Búrlate, Sakura-chan, búrlate… ¡Auch! –se quejó por el antiséptico en su mejilla.

-Lo siento, lo siento... jajajaja –no se pudo aguantar al final- no puedo creer…. Jajaja… que les atacara una gallina jajajaja

-¡Era un gallo! ¡Un gallo ninja! –se excusó indignado.

-Eso nos… jajajaja… nos pasaba cuando niños… jajajaja… ¿En qué estabas pensando? –intentó tranquilizarse, sonrió- eres un jounnin ya.

-Todo es culpa del bastardo de Sasuke… -bufó- no puedo ni concentrarme en una misión tan sencilla…

-¿Otra vez con Sasuke-kun? –dijo ya más calmada, cubriendo la herida del otro con una gasa.

-Hmm… -se quejó.

-De verdad, deberías dejar esa terquedad… -tomó los utensilios que tenía en una charola descansando en la mesa- Sabes que Sasuke-kun no es bueno para expresar sus sentimientos, aunque yo también me molesté mucho con él… -dejó aquello que cargaba sobre un fregadero especial donde solía desinfectarlos- supe que también lo está pasando mal…

-¿A qué te refieres? –le vio atento.

-Parece que después de que insistieras en rechazarlo, ha estado fallando en su trabajo –se acercó y tomó asiento a un lado de su invitado- trae muy mal genio…

-Él es así siempre… -intentó no darle importancia.

-¿Sabes? Hay algo que me gustaría que supieras… -esperó encontrar una mirada interesada, entonces prosiguió- pienso que Sasuke-kun quizás si sienta algo por ti.

-¿Qué? –su asombro era genuino.

-Sasuke-kun te mira diferente al resto, sólo a ti dedica esa mirada, he sido testigo de ella…

-¿Cómo? –sus ojos se llenaron de luz, emocionado internamente por aquella confesión.

-Verás….

 

 

Haruno prosiguió detallando lo que vio aquel día cuando discutieron, le aseguraba con insistencia que no era mentira, que lo había meditado todo este tiempo, pero que callarlo parecía lastimar más de lo que ayudaba, no quería lastimar a sus amigos, así que le proponía ir a dialogar con el Uchiha, muy a pesar de su metida de pata, él había intentado volver a acercarse al ojiazul, pero sólo terminó rudamente rechazado, éste, arisco como un gato, seguramente le guardaba algo de rencor por despreciarle, pues Naruto nunca tuvo un “no” para cualquier cosa que se le ofreciera, sumando el hecho de cuanto le costaba al dueño del Sharingan expresarse adecuadamente, más si esto involucraba sentimientos del mismo.  

 

 

*.*.*

 

 

Blanco. Su mirada se perdía en el techo de la habitación, tenía muchas cosas que pensar ¿Amaba a Sasuke? A estas alturas la pregunta sonaría un tanto idiota, pero meditaba mucho en ello, la verdad, aun con su mal genio, le adoraba, nadie como él se daría cuenta de la timidez del ojos oscuros, era sutil, elegante, casi desapercibido para los demás, se esforzaba  por no mostrar su verdadera amabilidad, lo que le hacía ver tan frágil para sus pupilas. También ayudaba mucho el hecho de que se reflejaba en el otro, pero al contrario de su persona, el bastardo no se esforzaba por encajar, al contrario, parecía que le molestaba ser el centro de atención en general, exceptuando en cuanto poder y técnicas le adularan. Aquella sonrisa sincera que era dedicada sólo a él, le extasiaba, aceleraba su corazón, sentir como le brindaba su total confianza, como demostraba ser el único ganador de ese galardón, no se limitaba al combate, sino a expresar su punto de vista de muchos temas, cosa que no compartía con el resto, receloso cual gato, pero que sólo su dueño tenía permitido tocarle.

Sus largas pestañas negras a juego con su lacio cabello, tersa piel blanca, suaves y delgados labios, clavícula marcada, músculos tonificados, piernas fuertes, glúteos redondeados, lunares en la pelvis, escaso vello (incluso el púbico), miembro rosado, cicatrices en los brazos y torso, espalda sensible, vertebras ligeramente visibles, manos traviesas, ojos inquietantes, voz gruesa. Realmente le ponía mucho. Eso no podía ser negado, de sólo recordarlo gemir ya se ponía duro. ¿Podría seguir aguantando esto que sentía? ¿Podría ignorarlo por siempre? ¿Podría entonces dejar de desearlo tanto? ¿Al costo de perderlo? Tenía que aclararle todo lo que su corazón guardaba, no importaba si terminaban discutiendo e intercambiando puños, ese bastardo debía saberlo, debía escucharlo, deseaba ser correspondido.

Se levantó de la cama, vio su mesita conde solía mirar la televisión, dio unos pasos hacia ella, tomó su bolsillo de armas ninja, la ató a su cadera, fue al baño, se lavó el rostro y refrescó su cabeza, contempló su reflejo en el espejo, sus ojos brillaron con decisión, era ahora o no nunca, pero lo conseguiría, de eso estaba convencido.

 

 

*.*.*

 

 

Nuevamente el atardecer le traía un extraño deja-bu, como si en cualquier momento su puerta fuera a ser tocada, eso no sería más, ya no iba a las reuniones de generación, ya no era víctima de unos profundos zafiros, aun así, su mirada no pudo evitar toparse con aquel colgante adornado con una piedra verdosa, descansaba en su tocador, si es que así podía llamarle, parecía más una cómoda, ni siquiera tenía un espejo, así como un portarretratos bocabajo. Por más que se negara a verlo, aparecía en su mente, le perseguía como en los viejos tiempos, pero esta vez de forma psicológica, cada maldita cosa se lo recordaba, incluso su camino de regreso a casa había cambiado con tal de no pasar por el Ichiraku, no podía ver gennin cerca porque inconscientemente buscaba una cabellara rubia, ir al supermercado evitando el pasillo de sopas y comidas instantáneas, ver con recelo las cervezas, odiar las plantas que adornaban las casas, pues Naruto tenía varias en su balcón, los zorros en los escaparates o pinturas, ¡¡Todo!! Estaba harto, como si no fuera poco, se sentía miserablemente solo, le odiaba… le extrañaba.

Tapó su rostro con la almohada, ahogando un grito de frustración, sí sólo fuera el recuerdo, pero no, ni siquiera podía masturbarse normalmente, ahora incluso tocaba sus tetillas al hacerlo, metía sus dedos en su agujero, lo peor es que ni siquiera quedaba satisfecho, al final terminaba con un mal sabor de boca al correrse  pensando en Naruto… ¡¡Maldito Naruto!! Otra queja se amortiguó en aquel mullido objeto. Percibió en la lejanía como la puerta principal era tocada con insistencia, se incorporó al creer que su oído fallaba, su corazón dio un vuelco, apretó sus labios, si era ese desgraciado ¡Le escucharía! Con pesadas pisadas se encaminó al recibidor, sin tomar antes su porta shuriken, por si acaso.

 

 

*.*.*

 

 

Se paró frente aquella puerta, recargó su frente en la madera intentando darse valor, no había vuelta atrás, se repetía, ahora o nunca. Con timidez tocó, pero no había respuesta, insistió unas cuantas veces, siendo víctima de la ansiedad que se descargaba en su puño, sonaba más fuerte con cada golpe, al final fue atendido, el sonido del cerrojo de la perilla se oyó con claridad, sus latidos ya de por sí acelerados aumentaron, intentando salir de su pecho.

Sus ojos se toparon con unos celestes, sorprendido por segundos, no se dejó abatir por ellos, endureció su semblante, casi con molestia, sus sentimientos eran un caos, alegría, emoción, rencor, tristeza. Sacó a flote su lado pedante y altivo, no se presentaría como el agredido, sino al contrario, si era necesario le haría ver quien mandaba.

 

 

-¿Qué quieres? –soltó con desprecio.

-Lo siento… -atinó a decir, su cuerpo temblaba.

-… -Alzó una ceja sin saber cómo interpretar aquello.

-Tengo algo importante que decirte… ¿Podríamos… ir a otro lugar? –mirada con un deje de súplica, se notaba dispuesta a todo.

-Tks… -hizo un ruido con molestia- que sea rápido –presionó.

 

 

Se encaminaron completamente en silencio, con un paso tan solemne que parecía una marcha fúnebre, exagerado, pero para ese par, esa batalla significaba mucho, después de todo, el tema de sus lazos siempre resulta en una polémica entre los dos. Terminaron en un llano de entrenamiento un tanto abandonado, tomaron una distancia de unos cuatro metros enfrente del otro, el rubio esperaba los movimientos del otro para empezar, el sonido del metal rechinando se hizo notar, el de pelo oscuro enseñaba las shuriken en sus nudillos.

 

 

-Entonces ¿Así son las cosas? Sasuke…  -dijo serio.

-Tú eres el que siempre malgasta mi paciencia… -le respondió.

-Bien… -cerró sus ojos sonriendo- ¡Ven! – alzó su brazo derecho, moviendo su mano, provocándole.

-Tch… -bufó, abalanzándose sobre el otro.

 

 

Con maestría propia de su clan, lanzó los shuriken en complicados ángulos, siendo interceptados en el aire por el kunai que empuñaba el otro, sería raro no conocerse ya, por lo que prácticamente comenzaron una lucha con taijutsu. Una patada lo suficiente fuerte lanzó al rubio algunos cuantos metros, aun a pesar de cubrir con sus brazos, fue arrastrado haciendo un ligero surco con sus pies en la tierra.

 

 

-Cargas con mucha ira –dijo irónico.

-¿Quién crees que sea el culpable? ¡¿Eh?! Traidor –sus palabras sonaban venenosas.

-¿Traidor? –Eso no se lo esperaba.

-¡Sí! ¡Tú! ¡Idiota! –siguió golpeándolo.

-Disculpa… -le esquivó- soy muy idiota para anotarlo… -le regresó una patada- ¿Qué hice?

-Descarado… -se apartó dejando una distancia considerable entre ambos- ¿Fue divertido usarme como reemplazo?

-¿Qué? –no entendía.

-Claro, quizás no llegó ni a eso, supongo que te entretenía humillarme…

-¿Qué carajo? Sasuke

-¡Ni bien me usaste, te fuiste con la estúpida de Sakura! –despertó el Sharingan.

-Espera, espera… -hizo un movimiento con sus manos al frente- ¿Crees que pasa algo entre Sakura y yo?

-“Katon… -hizo sellos con las manos- gokakyou no jutsu” –una gran bola de fuego salió de sus labios.

-¡Sasuke idiota! –huyó fuera del alcance de la técnica, junto sus dedos- “Kage bunshin no jutsu” –tres copias aparecieron tras él, corrieron en diferentes direcciones para llegar al Uchiha- ¡Tú fuiste el que quería ser follado! ¡Dijiste: “sólo sexo”!

-Claro –aseguró- pero no te da derecho a simplemente botarme –destruyó un clon tras otro.

-¡Ni siquiera éramos pareja! –se molestó- ¡Sakura es nuestra amiga!

-¡¡Pareja o no, teníamos un trato!! –le dio un duro golpe en la mejilla.

-Phu… -escupió- ¡¿Trato?! ¡Era sólo tu muñeco sexual!

-¡¿Qué más querías?! ¡¡Te di exclusividad!! ¡¡Te di mí…!! –enrojeció de la vergüenza, sin ser capaz de pronunciarlo.

-¡¿Ah?! ¡Disculpe! ¡¡Oh, gran Sasuke Uchiha!! –le dio un fuerte puñetazo en el estómago.

-¡Tú! –se palpó el abdomen con dolor, tomó al Uzumaki de la camisa, acorralándolo contra un árbol, iba a contratacar pero se detuvo al ver la expresión del otro.

-Fui un iluso ¿Verdad? –le vio a los ojos- nunca sentirás lo mismo por mi… -sus ojos brillaban por el cumulo de lágrimas que se contenían de salir- yo… yo que te… que siempre te he amado tanto… -sonrió con amargura.

-… -sus ojos se abrieron de golpe, el chakra que acumulaba en su mano izquierda se disipó, así como el agarre de la otra, le soltó.

 

 

Retrocedió impactado, sabía la connotación en la que iba, el sonido de un candado abrirse en su mente le aturdió,  así como si una bomba de aire caliente le explotara en la cara, se enrojeció, su ritmo cardiaco alcanzó niveles nunca antes vistos, las emociones afloraban una tras otra, turbándolo completamente.

 

 

-¿Sasuke? –preguntó preocupado, nunca había visto esa expresión en el otro ¿Estaba enojado?

-T-tú… -apenas podía articular palabra- esto es una broma… -intentaba calmarse.

-Es verdad… -se acercó un paso, mismo que el otro retrocedió- nunca tuve el valor de decirte antes… ¿No creías que era raro que aceptara acostarme contigo?

-N-no puedes… -dijo casi en un suspiro, cuando el otro estaba a pocos centímetros, en un impulso le empujó- yo… -se tomó de la cabeza, intentando procesar- no sé… no sé qué me pasa… -sentía su lengua hecha un nudo, como si algo en lo profundo de su garganta luchara por salir, pero los nervios le jugaban una mala pasada, vio los ojos azules unos instantes, le miró intranquilo, su corazón punzó, desvió su vista- tks… -el cuerpo se le contrajo, huyó de él, de aquel que había provocado tal intensidad de sentimientos, de su cuerpo, su mente, de su vida.

 

 

Naruto quedó desolado viéndole partir, creyéndose completamente rechazado, pero en su interior clamaba aquella insistencia por desnudar los sentimientos del otro, el valor se apoderó de él, no le dejaría escapar, esa reacción no era de alguien que sintiera desprecio o asco, parecía bastante confuso, aquellos ojos negros se inundaban de luz, del choque de sentimientos, así como las mejillas saturadas de sangre aglomerándose, le había visto tiritar por unos momentos al pronunciar su nombre. Lo cazaría, no por nada le apodaban “el que no se daba por vencido nunca”, no le había perseguido por casi cinco años en vano en el pasado ¿Qué más daba un poco más?

Sonrió para sus adentros, casi maquiavélico, no descansaría, siempre y cuando Sasuke no dijera lo que sentía por él, le conquistaría, incluso si eso significara hacerle el amor cada noche. 

 

 

 

Notas finales:

 

Espero les haya gustado n.n

Comencé ésta nueva saga con mucha ilusión, diganme que piensan del nuevo giro de acontecimientos en los reviews n.n

Spoiler

Aquí comienza el acoso sexual a nuestro pobre Uchiha, tengo muchas ideas al respecto, pero si alguna/o de ustedes guarda en su interior una profunda fantasía, una retorcida idea de como hacerle sufrir o frustrarlo sexualemnte, adelante n.n también se aceptan ideas romanticas, no crean que sólo es perversión en este fic... bueno, un poco...

Espero sus reviews para así seguir adelante con esta saga n.n

Nos leemos pronto

 

Cha nee~ ;)

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).