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Me perteneces por XXIIIYamikoXIII

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Notas del capitulo:

Les traigo otro capítulo de este raro BaeRi(? lol

Antes que nada, hay una parte en la que pueden escuchar este acústico e imaginarse la voz de Taeyang ^^ (si quieren, es para darle emoción xD)

 

No tengo nada más que decir, solo ¡a leer! ~

 

 

 

 

Eran las ocho de la mañana y la alarma no dejaba de sonar sobre la mesita de luz.

Seungri luego de tener una lucha con su mente toda la noche debido a que no dejaba de pensar en YoungBae, logró dormirse dos horas antes que la alarma sonara. Debido a eso, su sueño era muy pesado como para despertar y apagar dicho aparato.

Pero como el sonido era demasiado molesto escuchándose por toda su gran habitación, logró despertarlo. Aún con los ojos cerrados y un gruñido saliendo de su boca, estiró su brazo para lograr apagar la alarma.

Iba a acomodarse nuevamente para seguir durmiendo pero recordó algo importante.

 

-¡Debo hacerme cargo de la madre de Bae!- se sentó en la cama y tomó su celular para llamar a su contacto de confianza.

Una vez que logró comunicarse y detallarle dónde se encontraba la señora, el hombre le confió que haría todo lo posible para tratarla.

 

Luego de la llamada, el rubio se levantó de la cama estirando su cuerpo. Realmente deseaba seguir durmiendo, pero aún debía organizarse para que trajeran las cosas del moreno y acomodarlas. Suspiró ante la pereza del momento.

-Después me recompensaré con ese sexy cuerpo- sonríe de lado recordando lo atractivo que era Bae.

Con una sonrisa de satisfacción, se desnudó para ir a tomar una ducha fugaz y estar más despierto.

Una vez dentro, enjabonó con suavidad su cuerpo y cuando sintió la tibia agua recorrer desde su cabello hasta su pecho, cerró sus ojos comenzando a recordar en lo poco que había disfrutado del moreno en la noche anterior.

Su mano derecha acarició su pecho, bajando hacia su miembro y masajearlo con suavidad.

-Mmh Bae- jadea debajo de la ducha, masturbándose lentamente.

Los movimientos iban en aumento a medida que imaginaba al moreno completamente desnudo a su merced con las piernas abiertas, tocándose para él.

Para el rubio, Bae debería de ser completamente delicioso a la hora del sexo. Lo presentía. El poco contacto que tuvo con él y en su felina mirada, pudo notar que si el moreno practicara, le daría el mejor placer de su vida.

Mordió su labio inferior al sentir la punta de su miembro largar líquido pre-seminal mezclándose con las gotas del agua de la ducha. Imaginar al mayor en ese estado, lo excitaba demasiado.

Cerró sus ojos y con su mano libre, se apoyó contra los azulejos mientras se masturbaba rápido para poder correrse.

No sabía si su mente estaba a su favor o en contra, ya que pasó de imaginar a YoungBae lascivo a su merced, a imaginar al moreno completamente dulce y sonriente.

Esta preciosa sonrisa que reflejaba lo amable y puro que era…

-Mmh aah- gimió al sentir una fuerte punzada en su pecho mientras que su esencia se esparcía contra los azulejos pero rápidamente se mezclaba con el agua, yéndose por la rejilla de la ducha.

 

Una vez calmado su excitación, suspiró ya que nunca antes necesitó masturbarse. Muchos menos pensando en alguien. Siempre que quería sexo, iba al club, pagaba por una compañía femenina, saciaba sus ganas y regresaba a su departamento. Pero ahora que no hacía ni doce horas que conoció al moreno, su situación era completamente distinta.

Optó por no pensar en ello e ignorar los fuertes latidos de su corazón. Terminó de ducharse, secó su cuerpo saliendo del baño con una toalla rodeada en su cintura.

Caminó hacia su cama cuando notó una sombra en ella.

 

-Buenos días-

 

-¡Ay por todos los cielos, me asustaste!-  dice con la mano en su pecho.

Debido a que el rubio no había corrido las cortinas para iluminar la habitación, no podía divisar quién era si no fuera por su tímida voz.

 

-Lo siento. No quise asustarte-

 

-Te perdono si me das un beso de buenos días- sonríe de lado mientras decide abrir la ventana para iluminar el lugar.

Voltea para ver al mayor y éste no dejaba de mirarlo. Caminando de manera sensual, se sienta al lado del moreno.

-¿Y bien?-

 

YoungBae dudó un momento pero luego suspiró y acortó la corta poca que había entre ellos, depositando un tierno beso en sus labios.

-Buenos días, Seungri- susurra sobre los labios ajenos.

 

-No, eso no es un beso de buenos días- lo mira serio.

 

El castaño no sabía qué hacer, por lo que Seungri atacó sus labios mientras que una de sus manos se dirigía hacia la nuca de Bae, masajeándola para que se relaje.

Esta vez, el moreno abrió un poco su boca y Ri no dudó en meter su lengua para profundizar el beso. Ladeaban sus rostros para amoldarse mejor, aunque los labios de Bae aún se movían con torpeza.

Lamentablemente por falta de aire, tuvieron que separarse.

 

-Eso es un beso de buenos días. Grábatelo en tu mente cuando mañana me despierte, hyung- ronronea y al notar que el mayor sólo asintió, lame sus labios alejándose del moreno.

Se puso de pie y caminó hacia su ropero para buscar qué ponerse. Una vez que encontró una camiseta negra y unos jeans azules, no dudó desnudarse sin vergüenza alguna logrando que el moreno desvíe su mirada.

-Deberías comenzar a perder la vergüenza. Haremos muchas cosas desnudos, Bae- sonríe de lado y al notar que el moreno vuelve a mirarlo, le guiña un ojo.

 

Una vez que terminó de vestirse, no sin antes moverse de manera sensual para incitar al mayor, caminó nuevamente hacia la cama.

-¿A qué has venido a mi habitación, hyung? Dudo que sea para verme desnudo… ¿o sí?- sonríe travieso.

 

-Yo… quería saber si has podido ayudar a mi madre- lo mira preocupado.

 

-Por supuesto. Dije que iba a ayudarte. Cambia esa cara y sonríe para mí, Bae- acaricia el rostro del castaño.

 

-Gracias Seungri, en verdad- sonríe y abraza a un sorprendido rubio.

 

La calidez en ese abrazo logró que el menor se sintiera ¿querido?. No sabía cómo explicarlo pero le agradaba, por lo que decidió abrazarlo también acariciando suavemente su espalda mientras olía el aroma varonil que desprendía el moreno. Le agradaba todo de él.

Luego de que YoungBae diera por terminado el abrazo, besó la mejilla de Seungri logrando que su corazón palpite nuevamente con rapidez y así, sus mejillas se tornaron de un color carmín.

El moreno rió bajito pero Ri lo notó.

 

-¿Qué es gracioso?- frunce el ceño.

 

-Nada. Solo que aparentas ser un hombre rudo pero eres bueno y muy adorable- sonríe amplio logrando que en sus ojos se formen dos lindas medias lunas.

 

-¡Cállate!- desvía su vista ya que no podía con lo hermoso que era Bae. No solamente por su físico, sino por su forma de ser.

 

Bae sólo sonreía mirando lo lindo que se veía el rubio en esa faceta.

 

Seungri suspiró para intentar calmarse y volver a su forma de ser.

-Vamos a desayunar y luego me dirás la dirección para que vayan a buscar tus cosas, hyung- se levanta de su cama.

 

-De acuerdo pero… ¿puedo ir también?-

 

-No-

 

-¿Por qué?- lo mira sin comprender.

 

-Porque a menos de que salgas conmigo, solo no saldrás. Querrás escaparte de mí-

 

El moreno se sorprendió ante la respuesta ya que jamás había pensado en huir. Seung Hyun lo había comprado y debía estar con él. Además, el rubio estaba ayudando a su madre que era lo más preciado que tenía.

 

-No huiré. Sólo quiero ir y traer mis cosas, principalmente lo que considero mi tesoro- se levanta para acercarse al rubio.

 

Seungri lo miraba muy poco convencido y serio.

 

-Vamos juntos- propone Bae.

 

-…-

 

-Te prometo no huir. Además, ¿no es que te pertenezco?- fui lo único que pudo decir para convencer al rubio.

 

-Por supuesto que lo eres. Está bien, iremos- sonríe de lado.

 

Bae iba a agradecerle pero el menor se acercó a él, quedando a escasos centímetros de su boca.

 

-Antes de agradecerme con sólo palabras, hazlo de otra manera- lame los labios del castaño.

 

El mayor comenzaba a adaptarse a Seungri, por lo que no le dio miedo en acortar la poca distancia que había entre ellos  y besar los labios del rubio.

Seungri no atinó a profundizar ya que quería ver hasta dónde llegaría el moreno. Tal fue su sorpresa cuando sintió las cálidas manos de YoungBae capturar su cintura, atrayéndolo hacia él.

Iba a separarse ya que nunca antes lo habían tomado de esa manera, pero Bae comenzó a profundizar el beso logrando que Ri se dejara llevar por esa deliciosa boca.

Una vez que Bae decidiera deshacer el beso, Seungri lo intuyó, por lo que antes de separarse, mordió levemente el labio inferior del castaño estirándolo suavemente.

Al notar la cara de sorpresa del moreno, sonrió travieso.

 

-Ya me estás entendiendo. Eres un buen chico, hyung- ronronea y se separada del mayor.

 

Al escuchar un leve rugido provenir del estómago de Bae, sonríe cuando notó el leve sonrojo del castaño.

-Ahora vamos a desayunar. Muero de hambre y veo que tú también-

 

Bae asintió, no lo iba a negar, moría de hambre. Decidió seguir al rubio quien caminaba hacia la puerta.

 

 

**

 

 

-¿Te ha gustado el desayuno, Bae?- dice irónico al notar que el mayor había comido casi un pastel entero junto a dos tazas de café.

 

-Lo siento pero hacía dos días que no comía- suspira frustrado.

 

-¿Por qué no te alimentabas bien?-

 

-Porque había perdido mi trabajo anterior y el poco dinero que había recaudado para ayudar a mi madre, me lo han robado-

 

-¿Cómo te robaron?-

 

-Aprovecharon que mi departamento no había nadie ya que estaba en el hospital, e ingresaron. Al parecer, sabían que tenía dinero ya que revolvieron todo el lugar hasta encontrarlo. Por eso, estaba desesperado y opté por trabajar para Yang- dice cabizbajo. 

 

-Cuanto lo siento, hyung. Pero desde ahora todo saldrá bien. No te faltará nada y mucho menos a tu madre-

 

-En verdad te lo agradezco mucho, Seungri-

 

-Aunque seguramente me debes de odiar porque te he comprado para tener sexo contigo-

 

Bae pensó un momento y cuando iba a responder, el rubio se adelantó.

 

-Vamos a tu ex departamento por tus cosas. Cuanto antes mejor así una vez que ordenemos tus cosas aquí, practicaremos como anoche pero sin ningún efecto en nuestros organismos-  sonríe de lado al notar lo tenso que Bae se había puesto. Optó por levantarse para ir a buscar las llaves de su auto.

 

Sólo tardó unos minutos y cuando regresó al comedor, ni el moreno, ni las vajillas estaban. Caminó hacia la cocina y pudo ver al mayor terminando de lavar la última taza.

 

-¿Sueles encargarte de los quehaceres del hogar?- lo observa atento apoyado sobre el marco de la puerta admirando la ancha espalda del castaño quien al escucharlo, volteó y sonrió con nostalgia.

 

-Como vivo solo, tuve que aprender a independizarme. Cocino, lavo, limpio y ordeno. Aunque estos últimos días no he podido por el tema que te comenté antes- seca sus manos y camina hacia el rubio.

 

-Oh, eres un hombre multiuso. Serás como mi esposa- bromea guiñándole un ojo.

 

Bae rió y se encogió de hombros mientras que Ri acarició lo acarició suavemente.

 

-Ahora vamos por tus cosas-

 

-De acuerdo- sonríe y para volver a ver la reacción que le comenzaba a agradar del rubio, besó su mejilla logrando que Ri se ruborizara.

 

Para disimular su expresión, giró su cuerpo para caminar hacia la puerta de salida de su departamento seguido del moreno quien sonrió satisfecho.

 

 

**

 

 

-¿Aquí es?- estaciona su vehículo.

 

-Sí- una vez que Seungri terminó de estacionar, abrió la puerta saliendo apresurado.

 

-¡Espérame, Bae! ¿Por qué la prisa?- gruñe, acercándose al mayor quien ya estaba abriendo la puerta.

 

-Lo siento. Es que luego del robo, siento la necesidad de ingresar rápido para corroborar que todo esté bien- suspira y abre la puerta ingresando lentamente.

 

Seungri no dijo nada e ingresó. Observó a su alrededor y el lugar estaba bien decorado. Era simple pero acogedora. No pudo evitar inhalar profundo al sentir el aroma del moreno por toda la habitación.

 

YoungBae se apresuró en ir hacia otra habitación. Su rostro se veía asustado, por lo que el rubio lo siguió.

Al ingresar, pudo notar a lo que se refería el mayor con su “tesoro” ya que Bae se aferró al objeto con una cálida sonrisa.

 

-¿Una guitarra?-

 

-Sí, gracias a este preciado regalo de mi madre, puedo inspirarme y cantar- sonríe con anhelo sentándose en su cama revisando que el instrumento estuviera en condiciones.

 

-¿Puedes tocar para mí?- pregunta el rubio parado a su lado.

 

-Claro que sí- coloca sus manos en posición para que de la guitarra, comenzara a salir un suave sonido mientras cerraba sus ojos para concentrarse.

 

Su canto era hermoso, con sentimiento pero con algo de timidez. Luego de unos segundos, se dejó llegar por la música y cantaba con pasión.

 

Seungri casi no parpadeaba, el escuchar la cálida voz del moreno y el amor que le ponía a la canción, a cada palabra, realmente lo dejó sin habla.

De pronto la habitación comenzó a ser más cálida. El menor podía notar hasta un brillo en YoungBae. ¿Acaso era un ángel?...

 

 

Luego de que Bae terminara de cantar, sonrió. Pero se asustó al notar que el menor tenía sus ojos vidriosos.

 

-¿Seungri?- deja la guitarra a un lado y se pone de pie para acercarse al rubio.

 

-E-Eres increíble. Tu voz es hermosa, tan única que por primera vez me emocionó, hyung- se aleja un poco del moreno y cubre su rostro con sus manos.

Se sentía vulnerable y no quería que nadie lo viera de esa manera. No era su estilo, el Lee Seung Hyun que todos conocían.

 

El moreno sintió ganas de abrazarlo y hacer que Ri se sintiera mejor. Cuando lo quiso intentar, el rubio se alejó caminando hacia la puerta.

 

-Encárgate de que no quede nada tuyo aquí. Iré al living y te ayudaré a guardar lo que no sea frágil para llevarlo a mi vehículo. Regreso en un rato, hyung- lo dijo sin voltear a ver al mayor y salió sin esperar respuesta.

 

-Hombre con sentimientos pero que no quiere que nadie vea su lado sensible- suspira y decidió obedecer lo que Seungri le había dicho.

Tal vez si se animaría, luego le preguntaría más sobre su vida ya que Seung Hyun había llamado su atención pese a que hacía horas que lo conocía. Algo en él lo atraía…

 

 

 

 

Seungri encontró el baño y decidió ingresar a mojar un poco su rostro. Una vez fresco, se sentía más aliviado.

Esa nueva sensación que comenzaba a sentir lo estaba asustando. Suspiró y salió del baño para ver qué podía guardar en cajas y llevarlas a su vehículo.

 

Para su suerte, no había muchos adornos en el lugar, mucho menos frágil. Por lo que su tarea fue fácil y rápida.

Una vez que terminó con su parte, notó que el moreno aún no salía de su habitación.

 

-Veamos en qué andará mi sexy hyung- sonríe de lado volviendo nuevamente a su forma de ser.

 

Abre la puerta de la habitación del mayor sin tocar antes y no pudo evitar morderse su labio inferior al ver el muy bien formado torso de YoungBae.

-¿Estás desnudándote para mí?- lo mira lascivo, acercándose más al moreno quien al escuchar su voz, pegó un pequeño salto en su lugar ante el susto.

 

-Quería cambiarme de ropa porque la que utilicé anoche huele a cigarrillo y es asqueroso- suspira y cuando iba a tomar su camiseta, Seungri lo detuvo.

 

-No te lo pongas aún. ¿Terminaste de empacar?- lo mira atento.

 

-Sí, son sólo cuatro cajas-

 

-De acuerdo, en un rato las llevaremos a mi vehículo y volvemos a mi departamento. Pero antes… ¿qué te parece jugar un poco?-

No le dio tiempo a responder al castaño ya que lo empujó, logrando que Bae cayera sobre su cama.

 

-Hagamos una excitante despedida sobre tu cama, hyung- ronronea y se sienta a un lado del colchón ya que era pequeño, comenzando a acariciar los pectorales del mayor.

 

-Seungri…-

 

-No digas nada. Sólo disfruta- se acerca a los labios del moreno pero sin atacarlos mientras que su mano descendía por debajo del pantalón del mayor para masajear su miembro por encima de su ropa interior.

 

-Mmmh- jadea suave al sentir la cálida mano del rubio tomar su pene, masturbándolo suavemente.

 

-Eso es, siénteme y gózam…-

 

No pudo terminar de hablar ya que YoungBae capturó sus labios en un beso profundo mientras que su mano capturaba la nuca de Ri para apegarlo más a su boca, ya que al principio atinó a separarse ante la repentina acción del moreno.

Entre jadeos, ladeaban sus rostros y sus lenguas danzaban dentro de la boca de Seungri quien ante esa exquisita sensación, masturbaba con más empeño el ahora erecto miembro del mayor.

 

-Mmh Seungri- se separa de la boca del rubio y comenzaba a sentir una gran excitación que se apoderaba de su cuerpo, bajó su mano por la espalda de Seungri hasta llegar a la zona de sus glúteos.

Intentó masajearlos, pero el menor sonrió de lado y le dio una pequeña palmada.

 

-No puedes tocar esa zona a menos que te autorice. Ahora gime y goza ante las caricias del Dios del sexo, Lee Seung Hyun- le guiña un ojo y acomoda su cuerpo para lamer el pecho del moreno mientras que masturbaba con más rapidez el goteante miembro de Bae.

 

El mayor optó por cerrar sus ojos y dejarse llevar por la sensación. A diferencia de la noche anterior que estaba bajo el efecto de la bebida, ahora sentía más placer y menos miedo.

 

Jadeó ronco cuando Seungri succionó uno de sus pezones y decidió capturar la rubia cabellera del menor para que dejara de hacerlo logrando que frunciera el ceño.

Pero al notar que Bae elevaba su pelvis, sonrió de lado y estiró su rostro hacia la zona de su pene, dando pequeñas lamidas por toda la larga y gruesa extensión.

Se lamió sus labios y comenzó a meterse el goteante miembro a la boca, succionando con fuerza para provocar morbosos ruidos por toda la habitación.

Ante esos ruidos y la excitante escena que presenciaba el moreno, no pudo evitar correrse sin avisar.

Seungri tosió un poco pero tragó toda la esencia del mayor y sonrió de lado.

-Te viniste y sin avisar. Eso no fue nada bueno, hyung- con la yema de su dedo, limpia la comisura de sus labios.

 

-L-Lo siento- desvía su vista, avergonzado.

 

-Descuida, en la noche me lo deberás recompensar. Me practicarás sexo or…-

 

De pronto, tocaron a la puerta logrando que el rubio quedara en silencio.

 

-Bae soy Jiyong, ¿estás en casa?-

 

El moreno se tensó y Seungri frunció el ceño.

 

-¿Quién es Ji…-

 

YoungBae tapó su boca para que hiciera silencio.

 

-Tengo la llave, abriré igual si no me respondes-

 

-Estoy ocupado. Espérame un segundo, Ji-

 

Al no obtener respuesta, sabía que Jiyong lo estaría esperando. Miró a un enojado Seungri y se levantó de su cama.

-Espérame aquí. Regresaré rápido- susurra bajo y toma su camiseta, acomoda su ropa y corre hacia la puerta de entrada.

 

-¿Se piensa que lo obedeceré?- gruñe el menor, levantándose de la cama.

 

 

 

 

 

Bae abre la puerta y un sonriente pelirrojo lo saluda abrazándolo con cariño.

 

-Acabo de ver ese vehículo estacionado aquí y pensé que de nuevo habían entrado a robarte- le señala el auto de Seungri y suspira aliviado.

 

-Ah, no. Es el auto de alguien más- sonríe sin dar explicaciones.

 

-Oh, ya veo. ¿Cómo está tu madre?-

 

-Aún no pude comunicarme desde ayer. Pero estaba bien-

 

-Me alegra, bro. ¿Puedo pasar?-

 

-Con gusto te dejaría pero estoy terminando de empacar mis cosas. M-Me mudaré, Ji- responde con cierto nerviosismo.

 

-¿Mudarte? ¿A dónde? ¿Con quién? ¿Por qué?- lo mira sorprendido.

 

Iba a responderle pero sintió unas cálidas manos aferrarse a su cuerpo, desde atrás.

 

-Conmigo, por supuesto- sonríe de lado Seungri.

 

-¿Tú quién eres?- lo mira serio el pelirrojo, desconfiando de que el rubio no fuera algún tipo de secuestrador o algo.

 

-Lee Seung Hyun, dueño de este hombre-

 

El ambiente se tornó tenso y silencioso. Jiyong miraba completamente sin comprender la situación mientras que Bae casi no parpadeaba y Seungri disfrutaba del momento riendo divertido…  

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció? o:

 

Como siempre digo, pido disculpas si hay faltas de ortografía.

 

Espero les haya gustado, ¡gracias por leer! ^^


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