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La Curiosidad ¿Mató al Gato? por Momoka Yuuki

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Notas del fanfic:

La historia se me ocurrió con un famoso dicho que dice: "La curiosidad mató al gato, pero murió sabiendo" de ahí el título.


Planeaba ser un pequeño one-shot pero quedo algo (demasiado) extenso, además que mientras lo escribía más y más ideas surgían de mi pequeña mente :)


Es un Naruto x Sasuke, espero y les guste.

Notas del capitulo:

¡Hola!


Gracias por darle la oportunidad a este fic.


En mi opinión es un capítulo algo tierno, donde se puede ver la inocencia de un niño de once años y como poco a poco va descubriendo nuevos sentimientos.


Espero y les guste. :D


Me disculpo por posibles errores ortográficos.


Los personajes no me pertenecen son propiedad de Masashi Kishimoto sensei.

LA CURIOSIDAD, ¿MAT” AL GATO?

Capítulo 1

Para la familia Uchiha, una de las más reconocidas en  todo Japón, no les era de extrañar salir de viaje junto a sus mejores amigos, la familia Namikaze y dejar al cuidado a su pequeño Sasuke de once años con el heredero de la última familia mencionada, Naruto un joven universitario de veintiún años.

-Naruto, mañana van a venir los Uchiha a dejarte al pequeño Sasuke, pórtate bien con él- dijo una mujer de larga cabellera rojiza y de mirada color purpura, con un tono dulce y maternal mientras acariciaba los mechones rubios que yacían sobre su regazo- sé que la paciencia que tienes ante él es muy limitada pero has tu mejor esfuerzo, es muy lindo cuando lo llegas a conocer bien.

El rubio frunció levemente el ceño, no le agradaba cuidar a ese pequeño señorito mimado y malcriado que obtenía todo lo que quería, no hacia la típica rabieta pero si se lo proponía llegaba a ser un dolor insoportable de cabeza.

-Pero, ¿por qué tengo que cuidarlo por cuatro días?- soltó un suspiro- o ¿por qué su “amado” hermano mayor no lo cuida en momentos como este?- se removió un poco para poder ver el rostro de su madre que le miraba fijamente.

-No cariño, ahorita él está en un viaje y no vuelve dentro de una semana aproximadamente- le tomó la punta de la nariz para después apretarla, el rubio cerro los ojos ante el contacto.

 El primogénito de la familia Uchiha, un joven de veinticinco años que respondía al nombre de Itachi,  se dedicaba junto a su padre a los negocios de la empresa y justo en ese momento se encontraba en un viaje de negocios en Italia, demoraría en llegar una semana después, una vez cerrada todas las transacciones y dar un pequeño tour por la ciudad.

-Entonces no vayan al viaje- miro a su madre con ojitos de cachorro mallugado- ya tenía algunos planes para salir con mi novia y pasarla con mis amigos.

Se escuchó el ligero rechinar de la puerta en la habitación del rubio al ser abierta, las personas que se encontraban sobre la cama miraron como el intruso ingresaba con una bella sonrisa decorando su rostro, se acercó a la dama ahí presente y le otorgó un casto beso.

-Lo lamento hijo, pero este viaje ya había sido planeado algunos meses atrás, al igual que las reservaciones, sería una pena que canceláramos todo cuando todavía se le puede dar una solución- hablo el intruso, que se colocó a un lado de la dama y le tomo una de sus tersas manos para enredar sus dedos sobre los de ella, un hombre rubio y de penetrantes ojos azules.

Naruto se levantó del regazo de su madre para tomar asiento en el borde inferior de la cama y mirar a ambos adultos, sus ojos azules analizaban los pequeños e insignificantes gestos que hacían o pudiesen hacer sus padres, pero no pudo encontrar una brecha de duda o inseguridad en ellos para convencerlos de no ir al viaje, solo veía la cálida mirada de su madre y la sonrisa sincera de su padre.

-Está bien, de acuerdo- agacho la cabeza en señal de derrota- cuidare al pequeño mocoso en lo que ustedes se van a divertir por ahí.

-Muchas gracias cariño- la pelirroja se abalanzo contra el rubio para abrazarlo efusivamente y llenarlo de besos en la cara en señal de agradecimiento- me has hecho muy feliz.

-Kushina, cariño ya deja en paz a Naruto- dijo el rubio mayor sonriendo nerviosamente al  ver como su esposa no dejaba en paz a su pequeño y este pedía ayuda moviendo sus manos hacia arriba- no ves que lo estás asfixiando con tanto amor.

-Minato, ¿qué acabas de decir?- paro de repente las acciones que estaba haciendo sobre su hijo para encarar a su marido, él mayor por reflejo levanto sus manos en señal de derrota, sabía que su mujer daba miedo en algunas ocasiones y no era bueno contrariarla- ven para acá- jalo a su esposo de la muñeca para que cayera a un costado de su hijo, ambos estaban debajo de la pelirroja que los miraba analíticamente, sintieron un escalofrío recorrer por sus cuerpos al ver como la mujer funcia el ceño un poco para después cambiar su expresión- ¡Kyaa!, son tan lindos- los empezó a llenar de besos a ambos en la cara- Minato, no puedes negar que Naruto sea tu hijo- y dicho esto los abrazo fuertemente.

 

Y así llego el día siguiente, eran las siete de la mañana de un sábado, los Namikaze estaban acomodando lo último de sus pertenencias  para tener un viaje tranquilo, en eso el timbre de la puerta de entrada hizo eco en el lugar, haciendo que la pelirroja se dirigiera a abrir.

-¡Muy buenos días!, Mikoto, Fugaku y el pequeño Sasu, adelante- la pelirroja se hizo a un lado para cederle el paso a sus visitas, que se dirigieron directamente hacia el sofá para sentar ahí a su hijo que todavía estaba algo adormilado.

-Veo que ya tienen todo listo para partir- comento Fugaku, un hombre de apariencia intimidante pero dulce para su familia, de cabellera y ojos oscuros rasgos característicos de la familia Uchiha- que esperamos no hay que perder más tiempo.

-¿Dónde está Naru?- pregunto Mikoto, una mujer de larga cabellera negra y de penetrantes ojos negros, madre amorosa y sobreprotectora al igual que Kushina.

-Sigue dormido, no acostumbra a levantarse temprano los fines de semana- suspiro la pelirroja y después tomó una gran bocanada de aire- ¡NAAARUUUTOOO!- grito, haciendo que el pequeño Uchiha se levantara de golpe y un joven rubio saliera a toda velocidad de su habitación con sábanas y todo rodeando su cuerpo.

-¿Qué pasa, mamá?- el rubio miro por todos lados, buscando alguna anomalía en la casa, pero en cuanto bajo un poco su mirada (se encontraba en el segundo piso) pudo divisar a la pareja pelinegra y a su madre sonriéndole de oreja a oreja.

-Ven, baja a saludar- más que un pedido fue una orden.

-Pero, mamá- el blondo miro a su madre suplicándole que el diera un poco de tiempo, ya que estaba solo en bóxer que era como acostumbraba ya a dormir y tener a la señora de la Familia Uchiha mirando sus partecitas le llenaba de vergüenza.

-Baja, que ya nos tenemos que ir- amenazo, el Namikaze menor bajo a toda velocidad, saludando a los presentes lo más cordial que le fue posible, para después sentarse a un costado del pequeño moreno que le miraba discretamente para después entretenerse mirando sus manos.

-Hola Sasu- le revolvió los cabellos y le dedico una grande sonrisa- listo para una semana llena diversión y emoción.

El pequeño solo rodo los ojos y fingió una sonrisa para  después asentir y abrazar el brazo del rubio, dejando a los adultos enternecidos con aquella imagen, Naruto también mantuvo su sonrisa y agradeció internamente que el moreno le ayudará en su falsa de llevarse bien, ya que siempre que se veían terminaban insultándose y quedando el blondo en ridículo por ponerse a  discutir con un infante diez años menor que él.

-Mira, que lindo- chillo un poco Kushina dirigiéndose hacia su amiga Mikoto- esto merece una foto- sacó de su bolsa una cámara y fotografío a ambos, Naruto estallo de la vergüenza rogándole a su madre que eliminara esa foto o que no se la mostrara a nadie, estaba semidesnudo a lado de un menor, que podría pensar la gente.

-Esta va directamente al álbum familiar- dijo Mikoto complacida- Kushina no te olvides de darme una copia.

-¡Cómo crees!- exclamo sorprendida- en cuanto imprima las fotos está será la primera que te daré- sonrió.

Naruto buscaba el apoyo de su padre que se encontraba a un lado de su amigo, Minato solo le dedico una sonrisa resignada, ambos sabían que cuando a la pelirroja y a la morena se les metía algo a la cabeza era casi imposible contradecirlas y hacerlas cambiar de opinión. Fugaku miró hacia donde se encontraba su hijo y vio como el menor se estaba quedando dormido aun abrazado de Naruto.

-Ya me puedo ir más tranquilo- comento Fugaku con una sonrisa, Minato no comprendió el comentario de su amigo.

- ¿A qué te refieres?

-Por lo general Sasuke no confía en nadie, y quedarse dormido al lado de tu hijo hace que me dé cuenta que realmente confía en él- miró el reloj de la estancia- creo que ya es hora de partir.

Los adultos empezaron a tomar sus pertenencias para ponerse en marcha, los Uchiha se despidieron del rubio deseándole suerte con el cuidado del pequeño, además de que le dieron toda una lista de lo que podía y no debía hacer o comer, Naruto prestó atención a medias y solo asentía con una sonrisa dibujada en su rostro.

-Nada de fiestas y salidas con los amigos- habló Kushina dirigiéndose a su revoltoso hijo- los números para que nos contactes están en el refrigerador, no dudes en llamarnos, te amo- le dio un beso en la frente y ambas parejas desaparecieron detrás de la puerta.

Se permitió soltar un largo suspiro, esa semana iba a ser larga, cuidar de un niño que estaba a punto de pasar a la secundaria iba a ser un poco complicado, más aun si este niño era alguien que actuaba como si ya fuera mayor y además de que le gustaba complicarle la vida. Sintió como su brazo derecho empezaba a adormecerse, trato de cambiarlo de posición pero una fuerza le impedía moverlo, recordó que el menor estaba aferrado a él, bajo su vista, lo primero que vio fue la cabellera negra del infante que desprendía una fragancia a jabón y chocolate, ese aroma le gusto y se acercó un poco más para apreciarlo mejor, después bajo aún más su azulina mirada para ver la cara del niño que estaba durmiendo tan plácidamente, el rubio frunció el ceño, iba a remover su brazo de forma brusca para despertarlo pero un pequeño suspiro que escapo del azabache le hizo cambiar de opinión, sacó su brazo poco apoco hasta quedar libre y acomodo al pequeño en el sofá para que siguiera viajando en el mundo de los sueños. Lo miró nuevamente, no podía creer lo que sus ojos veían, la expresión pacifica que mostraba y el suave y acompasado respirar le hicieron pensar <<es tan lindo>> e inconscientemente acarició los suaves cabellos negros para deslizar su mano hacia  el rostro y marcar con sus dedos el contorno de sus cejas, ojos, nariz y por último sus labios, tan suaves, rosados y carnosos, sin percatarse de sus acciones se mordió el labio inferior para después deslizar su lengua sobre sus propios labios, estaba a punto de cometer una acción incorrecta pero el sonido de alarma de su celular lo sacó de sus cavilaciones.

Subió corriendo para después desactivar la alarma y lanzarse sobre su cama, quería dormir un poco más, todavía eran las ocho de la mañana y sus padres no estaban y además el pequeño intruso se encontraba también durmiendo, lo había decidido, iba a dormir otro poco pero cuando quería cubrirse recordó que sus sábanas estaban en el sofá y que esas estaban cubriendo al azabache. Bufó, se levantó todo enfurruñado para después dirigirse al baño y tomar una ducha, ya no tenía caso volver a dormir.

Empezó a percibir una fragancia similar a los girasoles con un toque cítrico, además de que se sentía algo incómodo porque le empezaba a doler el cuello y la espalda, abrió sus ojos viendo que se encontraba lo que parecía ser una sala y él estaba recostado sobre el sillón, miró el reloj que se encontraba ahí colgado, marcaban las nueve con quince minutos, se levantó perezosamente para después estirar sus extremidades, notó que estaba cubierto con las sábanas que el rubio había traído puestas cuando bajo a recibir a su familia, las tomó entre sus manos para después aspirar el aroma que desprendían estas, esa fragancia le gustaba.

-Vaya, hasta que despiertas- se asomó Naruto que se encontraba en la cocina desayunando- ven, vamos a desayunar.

Sasuke de un pequeño salto dejo el sillón para dirigirse a la cocina, cuando llego ahí noto sobre la mesa solamente una caja de cereal con una botella de leche, levantó una de sus finas cejas, se cruzó de brazos y miro fijamente al rubio.

-¿A esto le llamas desayuno?- pregunto el moreno ganándose una mirada retadora del preguntado.

-Discúlpeme su majestad ~- hablo con evidente burla- pero aquí no se acostumbra a tomar un desayuno buffet para complacerlo- y cambio su tono de voz- y es lo único que hay por el momento, así que si quieres adelante y si no, no es mi problema- y continúo devorando su cereal mientras tecleaba en su teléfono.

-Dobe- susurro Sasuke, busco un plato para servirse su cereal junto a una cuchara y luego tomo asiento enfrente del blondo.

Naruto de vez en cuando soltaba ligeras risas sin despegarse del aparato celular, asimismo de que este no dejaba de emitir un pequeño sonido que indicaba la entrada de algún mensaje, al pequeño azabache ya le estaba molestando ese estrepitoso sonido además de que tenía un poco de curiosidad de saber con quién se estaba comunicando el rubio, empezó a comer su cereal con calma y tratar de ignorar la risillas bobas.

El timbre de la puerta volvió hacer eco en la residencia Namikaze, el reloj marcaba ya las dieciséis horas del día, Naruto bajo las escaleras lo más rápido que pudo para dar paso a su visita, mientras que Sasuke estaba entretenido leyendo unos de los libros que tomó prestado de la pequeña biblioteca que poseía el señor Minato.

-Naruto, cariño- chilló una rubia en cuanto la puerta fue abierta- pensé que el día de hoy me ibas a llevar al parque de diversiones.

Cuando Sasuke oyó  la voz de una mujer en cuanto su casero abrió la puerta, perdió todo interés en el libro que estaba leyendo dejándolo sobre el sofá  y como todo niño curioso (solo cuando se trataba del rubio), se dirigió a la puerta para ver quién era la persona que irrumpía la paz de la casa. No fue necesario que llegara hasta la entrada, porque el blondo ya la había hecho pasar y ambos estaban dirigiéndose hacia su dirección que era donde se encontraba la sala, iba a preguntar quién era ella, pero antes de que una palabra saliera de su boca ya se encontraba entre los brazos de esa mujer.

-Pero que niño tan lindo- dijo mientras abrazaba al azabache que trataba de empujarla sin éxito alguno- ¿Quién es él, Naru?- pregunto sin apartarse un segundo del moreno que empezaba asentirse incomodo entre los pechos de la chica y el afecto que le estaba regalando.

-Se llama Sasuke, Uchiha Sasuke y es el hijo menor de los amigos de mis padres- dijo el blondo, quitando de encima a la rubia del moreno ya que pudo ver la cara de fastidio e incomodidad que mostraba el niño, además de que sintió algo raro al verlos a los dos tan juntos- estoy cuidando de él.

-Hola Sasuke-kun, soy Ino, Yamanaka Ino- estiro su mano para que de inmediato el saludo fuera correspondido- y soy la novia de Naruto- le regalo una dulce sonrisa.

Cuando Sasuke escucho aquello, separo rápidamente su mano,  se cruzó de brazos y se dedicó a analizarla detalladamente, una rubia de aparentemente un metro sesenta y cinco centímetros, de complexión delgada y bien distribuida, su cabello largo y amarrado en una coleta y ojos azul cielo, tan claros como el cielo despejado y de tez blanca, en resumen una bella mujer y que aparentemente tenía un carácter alegre y llamativo, no pudo evitar fruncir el ceño ante sus pensamientos e inconscientemente hizo un mohín de disgusto.

-Deja de ver a mi novia de esa manera- dijo el rubio un tanto escandaloso y dándole un coscorrón al moreno, sacándolo de sus pensamientos.

- ¿quién quisiera ver a tu novia?, dobe- le soltó un pisotón en el pie derecho haciendo que el muchacho diera ligeros saltitos-  ni que estuviera interesado en mujeres más viejas que yo- y lo miró desafiante.

-Como te atreves a llamarla vieja, mocoso- refuto ahora el rubio.

-Porque lo es, no- le sonrió con prepotencia.

Y así empezaron una discusión, que consistía en insultos hacia su persona con algunos vagos golpes de por medio, Ino solo se dedicaba a ver entretenida la pelea que estaban llevando acabo los muchachos, sintiendo algo de pena por su novio porque estaba discutiendo con un menor y para acabarla de regar, el pequeño Sasu le estaba ganado en argumentos dejando acorralado al mayor y que este diera respuestas fuera de contexto y quedara aún más en ridículo, así que decidió ayudar a su pareja y dar por terminada su pelea porque daba indicios de no querer acabar nunca.

-¡Ya basta!- jalo al rubio por la oreja hasta sentarlo en el sofá individual, el menor frunció el ceño y bufo para sentarse en el sofá mediano- no te parece ridículo estar discutiendo con un niño de primaria y para colmo estar perdiendo la batalla.

Naruto solo se encogía en el sofá lleno de vergüenza, nunca antes alguien lo había visto actuar de esa manera, sus compañeros y amigos de la escuela sabían que era una persona un tanto hiperactiva pero siempre mostrando respeto y actuando de acuerdo a la situación, pero cuando estaba al lado de aquel pequeño teme (como solía decirle), toda esa educación, modales, momentos y apariencias quedaban en el olvido y solo se concentraba en disfrutar el momento y divertirse, porque aunque no se diera cuenta disfrutaba de la compañía del menor. Sasuke solo rio por lo bajo.

-Tengo hambre- hablo Sasuke ya cuando los tres habían quedado en completo silencio.

-Yo también tengo hambre, iré a ver que tengo en el refrigerador- Naruto se levantó de su lugar siendo seguido por Ino.

Cuando la pareja se hubo retirado hacia la cocina, Sasuke encendió el televisor y se dispuso a ver la programación que esta ofrecía, su estómago volvió a gruñir de hambre, ya habían pasado más de treinta minutos desde que le habían dicho que esperara, sin más se levantó del sillón y fue rumbo a la cocina, cuando asomo la cabeza a través del marco de entrada quedó sorprendido con lo que sus ojos vieron y los colores se le subieron al rostro.

 Naruto e Ino estaban en la cocina besándose apasionadamente, el rubio recorría descaradamente el cuerpo de la fémina y apretaba sus glúteos con sorna, mientras que la rubia hacia casi lo mismo con su pareja pero de vez en cuando su mano apretaba la entrepierna de este, tan entrados estaban en sus cosas que no se dieron cuenta que alguien los había visto, se vieron interrumpidos cuando escucharon una puerta cerrándose con brutal fuerza, Naruto inmediatamente separo a la rubia de sí y se dirigió en dirección de dónde provino aquel estruendoso sonido, Ino se frustro un poco, pero de inmediato se le pasó y empezó a cocinar con los ingredientes que había a su disposición.

Sasuke nunca había presenciado una escena así, no es que fuera ignorante, sabía que entre las parejas de enamorados se besaban pero dulcemente, se tomaban solamente de las manos y no hacían otra cosa, pero hasta ahí. Había visto a sus padres besándose, pero nunca de esa manera, siempre era un beso sobre sus labios y nada más, nunca los había visto comiéndose las bocas literalmente y mucho menos lo otro que vio, y con su hermano mayor, lo había visto con su novia pero tampoco había presenciado ese tipo de escenas, entonces ¿qué era aquello que   había visto?, ¿qué significaba?, si él tenía pareja ¿iban a hacer lo mismo? Entonces a su mente se le vinieron unas imágenes de Naruto besándolo a él y no a la rubia, inconscientemente sus dedos tocaron sus labios imaginándose el contacto que tendrían los labios ajenos y si disfrutaría  de la misma manera que parecía disfrutar aquella mujer. Sus pensamientos pararon en seco al sentir una ligera punzada en su pecho y un sentimiento de tristeza mezclado con coraje e ira, no sabía porque lo sentía, era la primera vez que tenía esa clase de sentimiento y detestaba sentirse así, se quería ir a casa, que su hermano llegara lo antes posible, quería a alguien que le explicara qué era lo que le estaba pasando. Se acostó en la cama y se hizo bolita diciéndose a sí mismo que no había razón para sentirse triste, pero su estómago volvió a gruñir de hambre y se forzó  a levantarse e ir nuevamente a la cocina para ver que se podía echar en la panza, cuando abrió la puerta le sorprendió ver al rubio ahí parado con una cara que denotaba vergüenza y culpabilidad.

El moreno planeaba ignorarlo por el momento, porque cuando lo vio el sentimiento que empezaba a albergarse en su pecho fue más intenso y honestamente no tenía ganas de pelear, Naruto al ver las intenciones del menor lo tomo de la mano y lo devolvió a la habitación sentándolo en la cama. El blondo no comprendía por qué sentía que le debía una explicación al menor, era ¿por qué no quería que les dijera a sus padres? No, no era eso, sentía algo más, pero no sabía descifrarlo.

-Siento lo que viste Sasu- su voz sonaba arrepentida- si quieres acusarme con mamá, estas con toda la libertad de hacerlo- <<pero que estoy diciendo, si le dice algo a mi madre del castigo no me salvo ttebayo >> se reprendió el rubio-si quieres pedirme algo, cualquier cosa con tal de que estés feliz, está bien- y en su rostro se dibujó una cálida sonrisa y sin pensarlo estrujo al morenito entre sus brazos.

Cuando sintió los brazos del rubio rodearle, un agradable calor inundo su pecho aminorando el sentimiento que anteriormente había presenciado, correspondió el abrazo inundando su rostro en el pecho del mayor e inhalando la fragancia natural del rubio que tanto le gustaba, se sentía tan feliz estando así, ya ni cuando sus padres o su querido hermano mayor lo abrazaban había sentido esa clase de felicidad, ambos se separaron un poco para poder así ver sus rostros y contemplarse, sus miradas chocaron, ambos se perdieron en la mirada del uno sobre el otro y sin darse cuenta sus rostros se iban acercando más y más, pero ese cálido ambiente fue disuelto por el grito de la rubia que se encontraba en la planta baja.

-Naruto, Sasu, vengan a comer.

Ambos se separaron de un empujón por parte del azabache, este bajo corriendo las escaleras para sentarse frente a la mesa de inmediato después de lavarse las manos, su cuerpo ya le pedía comida desde hace un buen rato (el cereal de la mañana no fue suficiente), por lo tanto todo lo demás pasaba a segundo plano, mientras tanto Naruto todavía no reaccionaba después del golpe que se dio en la cabeza contra la pared después de ser empujado, su mente era un caos en ese momento, el golpe, lo que dijo y lo que estaba a punto de hacer, se levantó con pereza y se dirigió al comedor donde su bella novia y el pequeño intruso comían tranquilamente unas verduras al vapor acompañadas de un filete de pescado.

Las horas pasaron rápidamente, la pareja se la habían pasado viendo películas de todo tipo, habían ordenado pizza para hacer más ameno el ambiente, el reloj marco las veintiún horas, momento que aprovechó el rubio para despedir a su visita. No es que le desagradara la compañía de Ino, era su novia y por algo era su pareja porque disfrutaba  su presencia, pero con el pequeño teme, sentía que ella no cuadraba en el ambiente que se formaba siempre entre ellos, quería evitar casi todo tipo de contacto que la rubia ejercía sobre su persona y más cuando él moreno estaba sentado al lado de ellos “disfrutando” la función, todavía se sentía incómodo con la mirada que le dirigía el menor y la expresión que adquiría después de que los viera darse algunos besos.

-Creo que ya es hora de que te retires- hablo el blondo levantándose del suelo y ayudando a la chica a incorporarse- ya es tarde y tus padres se van a preocupar por ti si no llegas temprano.

-Y, ¿no puedo pasar esta noche en tu casa?- hablo con una voz provocadora y moviendo su dedo índice en el pecho del joven- les puedo decir a mis padres que pase la noche en casa de Sakura.

-Lo siento, pero mis padres me dieron ordenes claras y esta fue una de esas- le respondió de manera seria y separando la delicadamente la mano de su compañera que le miró molesta- además le prometía a los Uchiha que cuidaría a su hijo.

-Pero si él ya está demasiado grandecito para cuidarse solo- señalo al menor haciendo que este frunciera el ceño- ya es casi un adolecente.

-Tú lo has dicho “casi”, pero no lo es- ya se estaba fastidiando, quería que la rubia ya se marchara- mira te acompaño a la parada, tengo prohibido salir de casa, ya después arreglamos este asunto.

-Y desde cuando sigues las ordenes o reglas que te dan tus padres- levanto la voz algo indignada, se estaba dando cuenta que su novio le estaba dando demasiados pretextos.

-Desde siempre, así que mejor ya márchate, no quiero pelear ni discutir contigo.

Sin más que decir la joven rubia tomo sus cosas para salir hecha una furia de la residencia azotando la puerta de entrada, Naruto soltó un largo suspiro para después mirar al azabache que tenía una expresión neutral para cualquiera que lo viera, pero él sabía que el pequeño estaba entre feliz y confundido por lo que acababa de pasar hace unos instantes.

-No estés tan feliz al presenciar problemas ajenos, teme- le dio un pequeño coscorrón para después revolverle sus suaves cabellos- deberías al menos fingir interés o indiferencia.

-No estoy feliz dobe- se acomodó el cabello que fue ligeramente despeinado- solo que no me gusto que gritara- giro su rostro con una mueca extraña dibujada en este.

Honestamente estaba más que feliz que esa mujer ya se hubiera marchado, en todo el rato que la joven había estado en la casa, las insinuaciones que mostraba ante el rubio le estaban incomodando y también aquellas emociones que había presenciado antes se estaban agolpando en su pecho lenta y tortuosamente, tenía tantas ganas de meterse en el camino de ambos cuando se besaban o se tomaban de las manos o compartían el mismo vaso de refresco, pero su orgullo no se lo permitió, él nunca haría algo así y menos en público.

-Venga, vamos a dormir- hablo el rubio con voz suave al ver como el menor estaba tan enfrascado en sus pensamientos- ya prepare un futón en mi habitación, bueno si quieres dormir en el cuarto de huéspedes no tengo ningún problema.

-Está bien, dormiré contigo- tomó la mano del mayor y se permitió soltar un bostezo- si ya lo preparaste no quiero ser descortés.

Naruto sonrió de medio lado y ambos subieron a la habitación no sin antes asegurarse que todas las puertas y ventanas estuvieran bien aseguradas.

-¿Quieres tomar un baño o prefieres dormir?- preguntó el blondo mientras se quitaba la ropa, Sasuke estaba tan concentrado buscando su pijama en la maleta que en cuanto levanto su vista para responderle al rubio, sintió como su cara ardía.

-Voy… voy al baño- tomo su pijama en cuanto la vio y se dirigió rápidamente al baño, dejando a un rubio confundido ante tal actitud, le restó importancia y siguió con su labor.

Cuando salió del baño, notó que el rubio ya estaba dormido, una pequeña lámpara era la que iluminaba aquella habitación, sin prisa se tumbó en el futón que estaba a un lado de la cama del mayor, se levantó un poco para apagar la lámpara que se encontraba sobre un pequeño buró, en eso Naruto se dio la vuelta quedando su cara a centímetros de la suya, miró detenidamente las facciones que tenía el blondo mientras dormía, tan pacifica, analizo detalladamente el rostro del observado, su mano quería delinear aquellas cejas rubias que estaban ligeramente contraídas, dudo en hacerlo cuando su mano estaba a nada de tocarlas, su corazón latía impetuosamente, sintió como el calor subía a sus mejillas con solo verle dormir, después sus azabaches ojos se posaron en sus labios, quería saber que se sentiría besar aquellos labios, a que sabrían y sobre todo que se sentía. Con un poco de duda acerco sus labios a los del contrario, posando suavemente sus pequeños labios en los del mayor, una corriente eléctrica fluyo por su columna obligándolo a separarse al instante, ese era su primer beso, paso su lengua sobre sus labios y un toque a naranja se coló en sus pupilas gustativas, ese sabor y esa sensación le gustaron, nuevamente se acercó para besar los labios de mayor, movía torpemente sus labios tratando de imitar los movimientos que había visto hace unas horas antes, esa sensación le gustaba, abrió sus ojos al sentir como unos dedos se colaban sobre sus cabellos para después empujarlo y hacer más íntimo el contacto, sintió  como una lengua invadía su cavidad bucal dejándolo sin fuerzas, sin aire y con ganas de más.

 

Notas finales:

Si llegaron hasta aquí es sinónimo de que no les aburrió.

Muchas Gracias por leer.

Me encantaría saber que tal les parecio el capítulo, me animarían mucho con sus bellos comentarios, aunque también acepto sugerencias y críticas constructivas, por el bien de la historia.

Sin más que decir me retiro.

Besitos!!


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