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~El pago por tu fe~ por AnonimoHarui

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Notas del capitulo:

HoooOoolaaaa mis amad@s lectores!! Aqui he renacido yo!!!

Primero que nada lamento mucho mi tardanza, estaba en un momento en mi vida llena de obligaciones y responsabilidades que me venian todas juntas y me ocupaban hasta dejarme en extremo cansada!! Enserio, llegaba a casa, tocaba cama y bam, ya dormia. A veces ya sabiendo esto me costaba tomar un baño ya que me moria de sueño pero lo hacia jajaja xD 

En fin eso ustedes no quieren saber, ustedes quieres saber, que paso con Naru? Mito es malo? Los amigos de Naruto que onda? Y Sasuke? Pues lo sabran ahora 

Otra cosa RESPONDI A TODOS SUS COMENTARIOS!! Asi que pasen a leerlos que quieren jejeje ^w^ como siempre los respondo con amor y entuciasmo sean buenos, malos, terribles y horrorozos jajajaja xD

Bueno ya no molesto mas, A LEER SE HA DICHO!!

Nos vemos abajo!! :3

Capítulo 4. Una sonrisa que se borra.

 

 

 

- Naruto – Dijo Shikamaru y soltó una sonrisa - ¿Dónde has estado vago? – Quiso acercarse pero Naruto retrocedió. Shika se extraño.

- Tú…. ¿No estabas de viaje con tu padre? ¿Cuándo volviste? – El Nara arqueó la ceja.

- Ayer a la mañana. Pero no vine a la escuela porque me quede a desempacar – Apunto a los demás – Luego los otros me cayeron de sorpresa y… - Procesando algo – Espera… ¿Qué pasa Naruto? – Al verlo alterado.

- ¿Por qué no me avisaron? – El rostro del rubio estaba desconsolado.

- Naruto… - Ino quería decir algo pero simplemente no salió – Bueno es que… pensamos que tal vez no te sentirías bien, digo, fuimos al cine y eso… la gente… - Cada vez sentía que lo empeoraba.

- Lo que Ino quiere decir es que pensamos que te sentirías mal y culpable si la gente comenzaba a verte mal o vernos y…

- No me invitaron – Dijo Naru con la voz rasposa y molesta.

- ¿No te…invitaron? – Susurro el Nara algo confundido e impresionado.

- No… No es eso… no es…

- Déjenlo – Y sin más Naruto salió del aula al ver que ya la gente se quería acercar a fisgonear.

¡¿Qué idiota?! ¡¿Por qué no lo noto antes?!

“- Lo siento Naru, pero hoy debemos irnos a hacer algunos trámites – Dijo Shino llevándose a Kiba.

- Me gustaría ir, pero hoy debo llegar a casa temprano – Chouji rascándose la nuca se disculpo.

- Hoy no puedo ir contigo Naru, tengo club de cocina, perdona – Hinata desviando la mirada en todo momento con el puño cerca de su rostro.

- Ey, bueno, hoy no puedo. Otro día será – Sasuke, siempre diciendo eso, pero nunca llegaba el otro día.

- Naru yo… hoy debo hacer algo, pero te prometo que mañana te acompaño, ve con Mito, no vayas solo – Ino se apresuro a irse sin siguiera mirarlo bien.”

Cada día, cada condenado día ellos se alejaban mas y mas y él lo dejaba pasar porque pensaba que en verdad tenían que hacer cosas, que tenían obligaciones como cualquier persona normal ¡Porque ellos tenían aun a sus padres y necesitaban obedecer las reglas de casa! El siempre vio por eso y jamás los molestaba con minorías como sus sentimientos, pero justo ahora cuando sentía que necesitaba un poquito de comprensión, hoy que se sentía más aislado que nunca, hoy que lo rechazaron agresivamente, hoy que peleo con su mejor amigo y le dijera esas cosas, hoy que necesitaba…un poquito de cariño, es que se daba cuenta que sus amigos se distanciaban… a propósito.

Corrió hasta que llego a una esquina escondida del instituto donde derramo lagrimas y ahogaba su llanto para que no lo oyeran, no quería darle el gusto a nadie de verlo miserable, de verlo como todo el mundo quería verlo… solo. Pero al parecer no tuvo tan buena suerte.

- Mira, aquí se esconden las ratas – Dijo un estudiante que parecía de segundo año.

- Me enferma que llore, hay que hacerlo llorar más – Dijo otro.

- No… Hay que darle una verdadera razón para llorar – Dijo otro de cabellos erizados agarrando un palo. Naru con los ojos desorbitados quiso rogarles que no le hicieran nada, pero el golpe seco en la cabeza no le dio tiempo a nada cuando siguieron los demás.

 

Camino por el pasillo o mejor dicho se arrastraba, le dolía todo el cuerpo y sentía que quebraría en llanto otra vez. Pero se sentía seco en ese momento. Camino hasta la enfermería pero esta estaba cerrado. Muy triste decidió que era mejor irse, ya que las clases habían acabado y estaba atardeciendo. Llego hasta su aula. Ahí miro sus cosas, las cuales estaban desgarradas y escritas. Con ojos vacios y aguantando las lagrimas, sintiendo un nudo en la garganta comenzó a guardar sus cosas con mucha tranquilidad, una por una, pero al tomar su estuche de lapiceras noto que esta tenia gusanos velludos y la soltó esperando que su mano no ardiera ahora que le dolía todo, pero no tuvo suerte otra vez, esas orugas amarillas que ahora salían de su cartuchera con lentitud como burlándose de él. Naru sintió una lagrima escaparse, por lo cual solo espero a que estas salieran para tomar su estuche, sacudirlo un poco y así terminar por irse. Su mano comenzaba a arderle.

Salió del instituto notando como el sol anaranjado cubría, alumbraba y sombreaba su cuerpo a sus colores. Pensó que… tal vez sus amigos lo esperaban a la salida para disculparse, para excusarse, para volver a empezar. Naru no necesitaba nada de eso, solo quería que vinieran y se disculparan y el no pediría nada más que eso para perdonarlos, porque quería verlos, se sentía ese día tan agobiado y tan solo sin mencionar que su cuerpo adolorido y su cabeza que se partía de dolor, necesitaban un consuelo. El necesitaba algo de consuelo. Espero un poco, pero nadie apareció, nadie vino y nadie que pasaba cerca de él lo miro, no se preocuparon por su estado apaleado, ni su labio roto, ni su ojo morado, nada… simplemente, a nadie le importaba. Reteniendo sus ojos temblorosos y aguantando el nudo más grande, comenzó a caminar.

- ¿Naruto? – Un moreno que caminaba por el pasillo noto a través de la ventana al rubio, pensó haber visto mal, ya que era tarde y lo veía… ¿Herido?

- ¿Pasa algo Iruka-sensei? – Hiruzen Sarutobi en ese momento apareció caminando tranquilamente con las manos en la espalda.

- Crei… ver a Naruto… - Susurro no apartando la mirada de la ventana.

- Pues si lo imagino, y le preocupa  ¿No es mejor verificarlo? – Le sonrió el hombre mayor. Iruka miro al director y apretó los dientes.

- Si, discúlpeme –Entregándole las carpetas ya que le estaba ayudando a hacer unos trabajos.

- Apúrese – Sonrió el anciano. Iruka asintió y salió disparado para ir a buscar al chico sin importarles si dejaba sus cosas en la sala de maestros.

 

Mientras Naru solo caminaba por la calle, no podía hablar a Mito para que lo buscara, los chicos esos le habían roto su celular, lo habían pisado una y otra vez y luego se lo arrojaron en la cara y tal vez fue una verdadera suerte que la batería justo explotara cuando se alejo de aquel aparato, sino… tal vez ahora se verían los huesos de su cara. Pensó que sería bueno que antes de ir a casa se hiciera atender en un centro de salud. Pensó que sería arriesgado ir a su hospital designado, quedaba lejos a pie y temía por la gente de la calle. Se las apaño para llegar sin ser muy visto a una guardia. Al entrar muchos lo ignoraban pero al empezar a reconocerlo no apartaban sus miradas de él, llenas de juicio, de rebajes, de odio infundido, rencor sin fundamentos y mal llevaderos. Con pena y tragando, si es que podía con el dolor en su garganta y su corazón oprimido, comenzó a hacer la fila. La gente se alejaba de él y murmuraban cosas de su muy bien merecido estado físico. Al llegar a la ventanilla la joven ahí frunció el ceño.

- ¿Se le ofrece algo? – Mas que por interés fue por obligación que pregunto.

- Yo, vengo a tratarme los golpes – La chica tecleo algo.

- Espera por allá y te llamaran – Naru sintió que había algo que no estaba bien en eso, fue relativamente muy vaga la atención y pensaba que faltaba algo. Aun así se fue a sentar lejos de todos y todos se alejaron de él.

Empezaron a pasar los minutos hasta llegar a las dos horas. Naru sentía que no iban a atenderlo pero aun así espero, le dolía todo y solo quería curarse e irse a casa. Pero seguía sin ser atendido. Vio a la muchacha que le atendió en la ventana salir del cuarto ya vestida normalmente, se estaba retirando a su casa, vio a su alrededor, todos lo que estaban cuando vino ya fueron atendidos y los nuevos eran atendidos antes que él. Sentía que podía quebrar pero se aventuro a volver a la ventanilla. Esta vez una señora robusta y con cara de amargada le atendió y le miro despectivo.

- Vete – El rubio se mostro confundido.

- No, pero… yo estoy esperando mi turno de ser…

- No, vete de aquí – Dijo la mujer más alto. La gente ahí miraba la situación con gozo y malicia y muy pocos con algo de lastima pero no la suficiente.

-Pero yo…

- ¡Aquí no atendemos a criminales, largo de aquí! – Grito la mujer asustando al rubio y destrozando su moral.

- Si, que se valla.

- Creí que era un establecimiento decente.

- ¡Vete de aquí!

- ¿Por qué no se va?

- ¿Mami por qué lo echan?

- Por hacer algo muy malo.

Naru escuchando y ensordeciéndose por tantas palabras a su persona quedo en blanco, reacciono solo cuando una lata le cayó en la cabeza. Luego bolas de papel, envoltorios, botellas de plástico, salió corriendo aguantando las lágrimas. En la calle no fue mejor, la gente le empezó a gritar y le seguían tirando cosas. Unos chicos que habían ahí con risa comenzaron a jugar a lanzarles piedras y una alcanzo a rosar su parpado por lo cual comenzó a sangrar. Entre gritos, empujones y demás Naru salió corriendo buscando una salida, un escondite. Lo hallo. Se escondió en una caja en un callejón y comenzó a llorar. Lloro con la voz contenida por lo que acababa de pasar y llamaba a sus padres en cada lamento, se sentía solo…. Escucho pisadas y se abrazo a sí mismo “No más, por favor, ya no mas, seré un niño bueno, soy un niño bueno, por favor…” rogaba llorando y apretando los dientes. La caja se abrió y Naru asustado quiso cubrirse, pero sus ojos enfocaron muy confusos y desorbitados sobre…

- Iruka… sensei – Murmuro. El moreno con horror vio el estado del chico y lo atrajo hacia si con delicadeza y cariño.

- Ya no pasa nada, ya estoy aquí Naruto – Acariciando sus cabellos – Shh, todo está bien, nada pasa, tranquilo – Lo mecía cuando sintió que el rubio lloró un poco más aferrándose al maestro.

Cuando el rubio se calmo le conto un poco de porque su estado, y su idea y demás. Iruka muy triste oía conteniendo el mismo las lágrimas, debía ser fuerte por Naruto. Seguía abrazando al chico y acariciaba sus heridas de vez en cuando, estaba muy preocupado. Las cosas se salían de control y el único inocente, era Naru.

- Ya veo… - Apoyo su cabeza en la del menor – Siento no haber estado justo ahí Naruto – Se lamento, era maestro, tenía que estar presente en disputas así, cada vez se manchaba mas el buen nombre de la escuela… y todo por culpa… de los estudiantes mal intencionados. Obvio que Naru no tenía la culpa de nada, el era un buen chico. No podía dejar que un chico tan vivaz como lo era se apagara. – Por lo pronto creo que es mejor ir a que te vean esas heridas.

- Pero…  - Los ojos de Naruto detonaron miedo.

- Yo estaré contigo – Le sonrió.

- ¡No! Si lo haces la gente…

- No me importa. – Parándose y ayudando a levantar al rubio – Ahora vamos – Dijo para conducirlo hacia fuera del callejón e irse a otro lugar.

 Llegaron al Hospital central Mitzulote sin problemas, solo malas miradas. Naru se afligió por el sitio, lugar donde se dio de alta y perdió a sus padres… ¿Habría sido una buena idea venir a este lugar? También estaba el hecho que se le hacía tarde y le dolía todo. Al entrar fue lo mismo, la gente, la atención. Pero había una diferencia… Iruka.

- ¿Qué es esa forma de atender? ¿Es usted enserio una clínica? Porque déjame decirte que en verdad esta como para empezar a desvalorar a todos los centros de salud – Frunciendo el ceño, la mujer trato de refutar pero Iru no lo dejo – Mas encima ve que hay un chico lesionado y solo finge teclear sin preguntarle nada y dice que espere ¿Esta bromeando? Que negligencia hay en la atención.

- Señor, voy a pedirle que se vaya o llamare a seguri…

-  ¿Pasa algo Kata? – La voz fría y densa de un joven se oyó.

- Doctor Tukusama, no-o, es solo que…

- No estás haciendo tu trabajo Kata ¿Cómo crees que deba yo reportar esto?

- No, por favor yo…

- Luego lo hablamos – Miro serio a Iruka, este continuaba con el ceño fruncido a la defensiva y Naru estaba escondido atrás, mejor dicho Iru lo mantenía alejado aunque el rubio quería ver a su doctor. – Ustedes acompáñenme – Y sin más se fueron de la vista de todos y entraron al consultorio del rubio. Una vez ahí dentro, antes siguiera que alguno de los dos dijera algo el rubio mayor abrazo con fuerza a Naruto. El corazón del doctor estaba acongojado, ver a Naruto así, fue un golpe al ver sus peores temores cumplirse.

- Doctor…

- Naruto – Su mano se hundió en sus cabellos y ahí permaneció apretando sutilmente para acercarlo más a él – Lo siento, no debí dejar que salieras aun sabiendo que la gente…

- No es su culpa-ttebayo – Sintiendo sus ojos aguarse. Correspondió el abrazo y apoyo su mejilla en el hombro del mayor. Iru se mantenía al margen, noto que el doctor no era ningún peligro así que solo sonrió aliviado por la escena.

- Aun así – Se separo y toco los moretones y heridas del menor con una delicadeza tan gentil que el corazón de Naruto latió anhelante, era un contacto reconfortante, uno que necesitaba mucho. – Vamos a curarte – Sin más lo sentó en la camilla y saco los implementos de curación y se puso los guantes. Con unas pinzas tomo un algodón y lo mojo en desinfectante, previamente le pidió al rubio que se lavara la cara en el cuarto de baño de su despacho, y comenzó a pasarlo por cada herida, cambiando de algodón y siendo meticuloso y suave en su trato. Luego de eso utilizo una pomada para aplicar en las zonas rojizas e inflamadas para reducir la irritación de estas y en las menos densas como los raspones uso una crema. Mientras el rubio se dejaba hacer, en su rostro, en sus brazos, en sus piernas y parte de su pecho y espalda, llegando a las últimas comenzó a comer una manzana a pedido de Iruka al ver que era tarde y Naru no comió nada. – Creo que con eso ya esta – Colocando el ultimo parche en la mejilla del rubio – Espero que no se haga rutina – Temió porque pensaran que si ya lo hicieron una vez, pueden hacerlo otra.

- No se preocupen, pondré un alto – Iruka leyó el pensamiento de aquel joven que podría tener su edad o menos – Mi nombre es Umino Iruka – Sonrió extendiendo su mano – Profesor de Biología en el instituto de Naruto – Sonrió ampliamente. Dei al verlo sonrió viendo que no era un mal sujeto mal intencionado, el ya sabía cómo identificarlos, a los falsos y a los buenos.

- Deidara Tukusama – Acepto gustoso la mano – Medico… ¿General? La verdad estudie clínico y cardiovascular… pero siempre estoy haciendo muchas cosas jeje – Sonrió al ver que ni el sabia donde estaba parado en su trabajo – Tengo 27 si me pregunta. – Iru se sorprendió.

- Eres muy joven, incluso aparentas mas – Ladeando la cabeza.

- Tú debes tener mi edad por lo menos. – Sonrió.

- 28 jeje, aun así soy mayor – Devolviendo la sonrisa.

- Pues no se nota – Ambos rieron.

- No quiero interrumpir la charla de la juventud, pero… aun tengo hambre-ttebayo – Dijo desganado ya que estaba cansado.

- No te preocupes Naru-chan, ya es tarde así que te llevare a casa…. Aunque vives lejos y tengo mucho trabajo acumulado… mmm ¿Quieres venir a mi casa? – Sonrió Iruka. Los ojos de Naru brillaron pero lo pensó detenidamente.

- No le he avisado a Mito, debe estar muy preocupado – Bajando el rostro.

- ¡DEMASIADO PREOCUPADO! – Entro de la nada un joven moreno alterado y agitadísimo - ¡Naruto! – Se acerco al rubio luego de cerrar la puerta con fuerza y comenzó a escanearlo y cada vez fruncía más el ceño – Naruto…

- Estoy bien, no es nada Mito, enserio – Tratando de apaciguar la densa aura que se formaba alrededor.

- Sabes que con eso no me convences – Dijo serio, Naru negó.

- Lo siento Naru, olvide que lo llame, Mito-san me dio su número hace unos días por si las dudas – Sonrió Iruka. Y mientras Mito regañaba al aire a los chicos que le hicieron eso a su precioso joven amo e Iruka trataba de calmar, Deidara miraba detenidamente embobado a ese joven que le paralizo el corazón, literalmente ya que al entrar así lo asusto. Pero también que le había llamado mucho la atención. La conversación ajena finalizo y los ojos verdes del joven se posaron en los celestes de Dei quien respingo y trataba de que sus mejillas no se tornaran rojas ¡¿Por qué reaccionaba así?! Mito se erguió y se acerco a él medico quien agacho un poquito la cabeza tratando de calmarse y ser profesional.

- Mucho gusto, mi nombre es Mito Heiyo, trabajo para Naruto y soy su amigo – Dijo al último a ver la cara molesta del menor. Dei acepto  la mano que le fue ofrecida y cuando lo toco su cuerpo vibro al igual que hubo un ligero estremecimiento de parte del moreno, los dos ajenos a eso miraban sin comprender.

- Ah, perdón. Mi nombre es Deidara Tukusama – Sonrió con nerviosismo el rubio. Mito le devolvió una sonrisa muy amigable.

- Muchas gracias por cuidar a mi… - Vio la mirada mala de Naru – Cuidar de Naruto – Se corrigió con un goterón en la cabeza.

- No hay porque, es mi deber y le tengo aprecio a Naruto – Dijo aun algo nervioso, por lo cual lo dijo rápido. Mito parpadeo y luego contuvo una risa que salió en un “pfff”, Dei se sentía avergonzado.

- Me alegra mucho oír eso, gracias – Le dijo con sinceridad. Dei sonrió aliviado y algo feliz. – Naru, ya es muy tarde, así que despídete para que vayamos a casa – El rubio asintió y fue a abrazar al mayor. Se dijeron algunas palabras de aliento y confort y fue con Iruka.

- Iruka-sensei, le acercaremos a su casa-ttebayo – Dijo feliz el trigueño y Iru sonrió aceptando – Nos vemos-ttebayo – Y sin más salieron del consultorio. Dei se sentía feliz que Naru tuviera unos pocos de su lado, se sonrojo al pensar en el joven ese Heiyo.

- ¿Sera…? No, no lo creo – Restándole importancia volvió a su trabajo.

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Ya habían dejado a Iruka a su hogar, un sitio que parecía, aunque pequeño, muy cálido. Naruto cada vez se sentía más encantado con el profesor de biología, era tan bueno. Mito le miraba de reojo y sonrió. Era bueno que Naruto tuviera más gente a su favor. Su sonrisa desapareció al pensar lo que le había pasado esta mañana, no quería meter a su joven amo en eso, aun era muy joven y el dolor lo tenía presente, si fue muy duro enterrar a sus padres ¿Cómo se tomaría esto? No quería pensar que fuera una nueva carga… pero como todo un profesional… debía hacerle saber… mañana.

Pensó de nuevo en ese joven Deidara, pensar que alguien tan joven trabajaba en ese Hospital central, ciertamente era el que atendía muchas emergencias al día y la noche, pero era un hospital viejo y destartalado. Donde gente pandillera, sujetos bravos de todo pasaba. Ciertamente para trabajar ahí, o debes estar desesperado por trabajo o tener un fuerte estomago para enfrentar todo lo que puede pasar en ese lugar. No hace poco se entero que porque una niña falleció por razones factibles ahí los familiares de tal niña apalearon a la médica. Que horrible, solo esperaba que a ese doctor no le pasara nada. Negó con la cabeza, ese hospital era una jungla del caos. Aunque muchos salían bien de ahí. Sonrió pensando que debe ser por doctores excelentes como ese rubio, amantes a su trabajo. Recordó la sensación que tuvo al sentir su mano, su corazón latió acelerado por algunos segundos pero pudo controlarse. Volvió a negar y se concentro en el camino, ya estaban por llegar. Pero nada más al estar frente a la residencia de mansiones había un auto, frunció el ceño.

- ¿Eh? – Naru reconoció el auto y apretó sus labios – Shikamaru – Bajo la vista.

- ¿Quieres que solo entremos ignorándolo? – Mirando al rubio con una sonrisa burlona. El rubio negó, quería oír la versión que le soltaría su… su compañero. – Bien, como quieras Naru – Acariciando sus cabellos detuvo el auto y Naru salió. Del auto en frente suyo salió Shika y este abrió los ojos al ver el estado del rubio.

- ¡Naruto! ¡¿Qué te…?!

- Por favor, solo dime lo que me quieras decir-ttebayo – El moreno solo le miro afligido y suspiro.

- No es lo que piensas – El rubio le miro. – Veras, yo no sabía nada de eso que no te invitaron, pensé que si pero creo que yo debía llamarte, en fin – Guardando sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón – No es como parece, ellos ahora están bajo vigilancia y estrés – Naru le miro sin entender. – Seguro no lo notaste… pero Hinata tenía un golpe en la mejilla – Los ojos azules del más bajo se abrieron de la sorpresa – Su padre lo hizo, dijo que no permitiría que ella se juntaran con gente que ensuciara el nombre de los Hyuga – Negando – Ino no estoy seguro, ella no me quiere decir, pero sé que está bajo vigilancia. Kiba… Kiba me dijo que trata la manera de explicarte pero es como si siempre sus padres le llamaran en el momento que quiere acercarse, como si leyeran sus movimientos – Suspiro –Shino es alguien muy de incognito, pero tiene sus presiones, y a los demás no puedo defender, pero si se que Chouji no haría eso por nada, además siempre me habla de ti – Sonrió. Naru le miro con duda pero también esperanza de creerle. – Yo jamás te mentiría, si me mintieron no sé, investigare eso si te sientes mejor, pero… - Tomo el rostro de Naruto y le susurro cerca con una sonrisa – Sabes que eres importante para mí, eres mi gran amigo – Le dijo con verdadera sinceridad. Naru le brilló los ojos pero sonrió y llevo sus manos a las manos de Shika sonriendo con cariño.

- Okey – Dijo Naru se separaron.

- Bueno, luego lo hablaremos mejor, investigare eso, así que no pienses mal – Acariciando sus cabellos. – Nos vemos mañana en la escuela, ya sabes, a mí y a mis padres les da igual jaja – Y sin más subió a su auto y se fue. Naruto se sentía de repente mucho mejor.

Mito sonrió y sin más le dijo a Naru que subiera para ir ya a casa. Esperaba poder decirle a Naruto aquello.

- Ahrg – Eso alarmo al mayor – No-o sé porque… pero de repente me duele el estomago-ttebayo – Pareciendo que quería vomitar.

- Naruto – Deteniendo el auto - ¿Has comido algo aparte de lo que yo te di? – Mirándolo preocupado retomo el camino ahora más rápido.

- U-Una-a  man-manzana que-e  me dio I-Iruka – Le costaba hablar y la saliva se acumulaba, parecía que iba a vomitar. Al llegar Mito bajo del auto y cargo al menor.

- ¿Eso es todo? ¿No hay nada más? – Abriendo y subiendo directamente al cuarto del rubio.

- Si… no-o… también… una sopa…

- ¿Sopa? – Acostándolo en la cama.

- Si… una que me… me-e ¡Mmm! – Cubriéndose la boca. Mito rápidamente fue al baño y cogió un balde y se lo llevo al Uzumaki donde devolvió el estomago – Me-e, me siento muy mal – Se lamento mientras lagrimas le bajaban y volvía a vomitar. Mito arrugo el entrecejo y salió a prisa de ahí para llegar a su recamara donde saco de un escondite en el piso algunas píldoras, las cuales con rapidez las machaco en un tarrito de madera y busco un vaso de agua y vertió el polvo de las diversas pastillas en el hasta que se disolvió por completo. Corrió de nuevo ala habitación y Naru parecía muy débil y pálido, al parecer había dejado de arrojar. – Mi-Mito…

- Por favor, bebe esto Naru, te hará bien – Dijo con preocupación extrema el moreno. Naru negó, no quería nada, solo que se le pasara el terrible dolor que ahora le explotaba la cabeza - ¡Naruto, tomate esto! ¡¡AHORA!! – Dijo enojado, el rubio se impacto por el grito de Mito y su cara de enojo total, con miedo y débil bebió el liquido – Todo, bébelo todo – Derramando lagrimas por el mal sabor, el dolor y la actitud del moreno, bebió todo pensando que vomitaría otra vez. – Espera aquí iré por mas agua – Salió y volvió en unos minutos ofreciéndole a Naru esta vez agua. Naru no queriendo que Mito volviera a gritarle lo bebió hasta que su estomago se hincho. Pasaron los minutos, largos, hasta que llego a hacerse media hora. Naru ahora estaba muy relajado y cansado, sus ojos se querían cerrar, Mito le acariciaba los cabellos hasta que el menor se durmió. Afligido el Heiyo beso los cabellos dorados y se quedo con él un momento.

 

Despertó más o menos una hora después. Se sentía pesado pero completamente mucho mejor que antes ¿Qué paso de repente? Estaba bien y al segundo estaba mal. Con la cabeza aun sensible se fue levantando de a poco de la cama para ir al baño a lavarse la cara. Se sentía pesado y le ataco un poco el hambre, así que empezó a bajar escaleras para irse a la cocina. A medida que llegaba oía voces, parecían discutir, apaciguo sus pasos y con ese sigilo se acerco al lugar de donde provenía el ruido, la cocina. Como la puerta era doble móvil, solo inclino un poquito una de estas y vio a sus pocos empleados con los ceños fruncidos y vociferando quejas.

- ¡No puedes estar hablando en serio! – Dijo el que era chef.

- Pues he hablado y es mi última palabra – Se oyó una voz que Naruto no veía a su portador pero ya sabía quién era.

- Mito, creo que estas precipitando las cosas, nosotros no hemos hecho nada – Dijo uno que era jardinero.

- No estás en posición de decir eso, yo sé muy bien lo que haces, lo que TODOS hacen – Dijo resaltando el todos.

- Mito, no te hagas un pan santo, que no lo eres – Dijo una mucama. Aunque Naru no lo viera Mito la miro sin inmutarse – Te he visto, cada qué vez que llevas comida o algo a… Naruto, la tiras y le das otra cosa, cosas a las que les hechas algo – Dijo una sonrisa maliciosa - ¿Envenenando a tu amo, Mito? Que bajo has caído, y mas encima culpándonos a nosotros – Mito seguía sin inmutarse pero Naruto detrás de la puerta se cubría la boca y sus ojos estaban desorbitados. Mito ¿Le estaba haciendo eso? ¿El estaba en…envenenándolo? Sus ojos se cubrían por las lágrimas  y solo quería salir corriendo de ahí, pero… quería quedarse y oír una negativa de parte del joven.

- Es verdad, he tirado todo lo que le llevaba a Naruto-sama – Dijo tranquilo – Absolutamente todo lo reemplazaba, como dices – Mirando a la mujer que no dejaba de sonreír. Naruto estaba en shock.

- Si sabes lo que te conviene nos dejaras en paz y te irás, has demostrado que eres una basura peor que nosotros y los demás de afuera. Vete. – Dijo siendo secundada por los demás quienes sonreían victoriosos.

- Me temo que eso no va a pasar – Negó – Los que se irán son ustedes – Se oyó un golpe sordo, como si algo chocara contra la mesa – Aquí… tengo grabaciones de ustedes, echándole polvos, líquidos, de todo a las comidas del señorito. También como esconden su celular, dejan espinas en su ropa y más que nada, como roban – Gruño enojado. Hubo silencio.

- Eso no es verdad ¡Seguro que es una edición tuya! – Acuso un empleado.

- Pueden decir todo lo que quieran, pero estas cámaras están conectadas a la estación y ellos pueden recibir los videos directamente – Dijo como si nada. Los empleados estaban enojados.

- ¡También te condenaras! Tú eres…

- ¿Por qué creen que Naruto-sama no está mal? – Todos se callaron – Exacto, sabotee cada uno de sus intentos, tuve que prevenirme por si las dudas y le daba antídotos para que no le pasara nada, temía que le hayan dado refrigerante de auto, y por eso le sacaba sangre pasa asegurarme de que nada le pasara, prevenía cada paso que podían hacer – Su voz se oía cada vez mas enojada – Pero hoy se pasaron, mi señor, Naruto estaba mal  ¡Me lo hicieron enfermar e hicieron que le gritara! – Rugió, hasta Naru tembló pero sus lagrimas eran del más puro alivio doloroso – Pueden investigarme, pero todos mis pasos fueron legales y verdaderos, no como ustedes ¡¡Váyanse!! – Golpeo la mesa - ¡¡Me encargare que sus archivos y expedientes les impida hallar trabajo!! ¡¡Largo!! – Grito. Todos enojadísimos y las chicas llorando de impotencia salieron de la cocina por la puerta trasera para irse del lugar. Mito quedo ahí y chasqueo la lengua. Quería gritar ¿Qué le diría al señorito ahora?

- Mito – Y como si fuese una pesadilla ahí apareció Naruto con sus ojos llorosos y muy triste.

- Yo… lo siento señor – Bajo la cabeza aun pensando que le hizo daño al ocultarle eso.

- ¡Mito! – Naru corrió a abrazarle. A pesar de todo, dolido por la traición de esa gente, se sentía tan feliz que no resultara Mito ser el malo. – Te quiero Mito – Le dijo para sorpresa del mayor quien arrugo en ceño lastimoso y conmovido. Abrazo a Naru y apoyo el mentón en sus cabellos. Consolándolo con palabras y caricias en la espalda.

- Yo igual… - Aunque aun no reunía fuerzas para decirle que también lo quería.

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Ya era otro día. Naruto guardo muchas esperanzas, viendo el lado que debían pasar sus amigos confió en las palabras de Shikamaru. Pero aun ninguno se había acercado, también esperaba poder hablar con Sasuke para disculparse y poder arreglar las cosas. Una vez que llego a la escuela solo se desvió, la gente ya le ignoraba, pero había uno que otro que le lanzaba algo o le hacía zancadilla. Llego a sus clases y dejo sus cosas para comenzar la jornada. No sabía porque, pero tenía un mal presentimiento, y ya se alarmaba viendo lo que paso la última vez. Las clases comenzaron, Iru le sonrió y le ofreció parte de su almuerzo, Mito ahora tenía que ver como ocupar el puesto de varios. Caminando vio a sus amigos. Sonrió, ahí estaban Kiba y Shino hablando junto con Hinata, pero esta parecía más pálida de lo normal.

- Hola – Saludo, los ojos de los tres se posaron en el. Se sintió escaneado de mala forma. Hina quiso decir algo pero solo desvió la mirada  y se fue. Naru se sintió morir.

- Naruto… - Kiba parecía querer decir algo – Lo siento, pero… lo siento – Y también se fue. Naru quería llorar pero lo retenía. Miro a Shino.

- Lo lamento Naruto, pero están bajo presión en este momento -  Saco un foto – La tome cuando ella estaba distraída, lo siento – Se la dio y se fue. Naru con pesar vio como en la foto Hinata tenía la espalda marcada por moretones. Sus ojos se agrandaron y quiso llorar. Salió corriendo al ver que muchos lo veían. Pero se choco con alguien.

- ¡Dios no me toques! – Fue empujado hasta caer y lastimarse en brazo. Era Sakura.

- Lo siento…

- Aunque te disculpes, mereces morir – Le dijo de la manera más fría del mundo - ¡Asesino! – Naru vio que todos comenzaron a murmurar y lo apuntaban, todo se volvía obscuro y sin más salió corriendo. Volvió a chocarse.

- Naruto – Shikamaru le miro con una sonrisa que se borro al verlo así de mal - ¿Qué…? – El ojiazul no lo dejo seguir y salió disparo otra vez. Lejos oía a la Haruno decir “Que asco, me toco” y sus amigas le decían “Ya, no es para tanto”. Shikamaru se dio cuenta que poco a poco la gente en la escuela dejaba de estar molesta, pero… ¿Y los adultos de afuera?

Mientras nuestro Naru corría triste y dolido. La gente sufría por su culpa ¡¿Por qué?! Corrió hasta llegar a la parte trasera de la escuela donde vio algo que no debía… Sasuke… besándose… con una chica. Su corazón se quebró definitivamente, tanto que ya no sentía nada. Sasuke se separo de la chica y suspiro, vio que sus labios se movían diciendo algo y la chica asintió para irse. Cuando volteo… se llevo la sorpresa de que… Naruto estaba ahí.

- Naruto… - Murmuro. El ojiazul procesaba rápidamente todo, ya estaba muy jodido las cosas con Sasuke, que escapar, o escupirle algo en la cara seria peor. Así que con los ojos muertos sin que el moreno se diera cuenta por la distancia hablo.

- Veo que… por fin has echado novia, teme – Bajando el rostro.

-…No fue hace mucho… fue… más o menos… - No sabía cómo terminarlo, pero Naruto se hacía a la idea, fue cuando estaba internado.

- ¿Es por eso que no podías nunca verme? – Sasuke desvió la mirada.

- No solo eso… ella no quería que me relacionara con un asesino… – Dijo sin pensar, solo repitió lo que le dijo la retrasada aquella con la que justo acababa de terminar, pero fue tarde cuando se dio cuenta de lo que dijo.  Vio anonadado el rostro compungido e impactado de Naruto, quien sus lagrimas comenzaron a caer sin que este se diera cuenta - ¡No, no es lo que…! ¡¡NARUTO!! – Pero el rubio echo a correr siendo seguido por el azabache.

Llego a su salón por sus cosas pero freno de golpe a ver su escritorio lleno de marcas, rasguños, escritos, dibujos obscenos diciendo “Muérete” “No necesitamos a un puto como tú” “Suicídate y dale alivio a los que perdieron a sus familiares”, no quiso leer más, ya no quiso saber nada más. Dejo sus cosas ahí y volvió a salir disparado, en el camino empujo a Sasuke que lo quiso retener del brazo pero Naru lo golpeo.

- ¡Por dios, Sasuke-kun! – Sakura y otros estaban por ahí - ¡¿Qué crees que le haces maldito enfermo?! – Grito esta, y algunas otras le siguieron “Discúlpate” “Arrodíllate y pide perdón” “Desgraciado”. Naru aun peor solo siguió su camino corriendo y saliendo del instituto ignorando a todos, empujando a todos quienes le decían algo o lo reconocían y querían agredirlo, pero Naru no les daba oportunidad, solo seguía corriendo. – Sasuke-kun ¿Estás bien…?

- ¡¡No me toques!! – Dijo ante la cara de asombro de muchos - ¡¿Qué mierda tienes en la cabeza?! ¡¿Por qué le dijiste eso?! – Sakura no pudo ni responder ya que Sasuke no la dejaba - ¡¡No vuelvas a hablarme!! ¡¡Naruto era tu amigo y tú y los demás lo tratan como mierda!! ¡¡ÉL NO HIZO NADA MALO, ÉL PERDIO A SUS PADRES!! – Grito con toda la frustración del mundo ante todos que quedaron mudos – Y ustedes son las únicas personas asquerosas que le hacen daño… - Miro un collar que tenia y se mordió los labios – Incluso yo, por preferir mi estatus – Salió disparado para buscar a Naruto.

- ¡Sasuke-kun, espera, Sasuke-kun! – Grito la Haruno.

- ¡Naruto es siempre mi prioridad número uno Sakura! – Le dijo serio, la chica se detuvo congelada – Tu siempre lo supiste y eso, jamás cambiara – Y sin más se fue. Sakura solo cayó de rodillas asimilando lo que dijo, era cierto, ella siempre lo supo, ella siempre supo que su Sasuke siempre… hacia Naruto… Las lágrimas salieron tristemente… ni una oportunidad tenia… jamás…

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Lloraba, lloraba aferrado a Mito quien le miraba triste y sentía un odio en su interior. Había fallado de nuevo… Naruto lloraba. Sasuke fue a su casa pero no lo dejo pasar.

- Mito… - Decía quebrado – Por favor, nunca me dejes – Aferrándose a él – Ya-a… ya no-o  me queda-a nada – Mito entrecerró los ojos afligido y apretó mas a Naruto.

- Jamás… lo dejare solo. Siempre estaré cuidándote. Naru – Naru en los brazos del moreno lloro, lloro mucho hasta quedarse dormido,  esperando que el dolor en su corazón sanara algún día.

Algún día tenía que sanar. Mientras tuviera a Mito. Sabía que sanaría.

 

Despertó abruptamente por ruidos ensordecedores. Cosas rompiéndose y olor a… Noto con horror el color de su habitación y rápidamente despavorido fue hasta la puerta, pero apenas al tomar el pomo se quemo. Con dolor miro su mano la cual ahora portaba una fuerte quemadura y hasta parecía derretirse. Se acerco a la ventana con la mano apretando su otra que estaba herida. Vio con horror como una multitud presenciaban su casa siendo quemada ¡¿Por qué?! ¡¿Cómo paso?!

- ¡¡Naruto-sama!! – La puerta de su habitación se abrió en pedazos por un hacha dejando ver a Mito. - ¡¡Naruto-sama, deprisa, hay que salir!! – Naruto aun en shock acato la orden pero antes tomo el rosario de su cama y se lo coloco en el cuello.

- ¡¡Mito!! ¡¿Qué sucede?! ¡¡La casa, por qué…!!

- ¡Lo siento Naruto-sama, es mi culpa! – Viendo la mano del menor. Rasgo su camisa y la vendo  - Hace días vinieron unos sujetos diciendo que la empresa fue a banca rota – Naru quedo anonado – Lo sé, es imposible, Kakashi fue a investigar eso ¡Pero no ha llegado a nada! Esos sujetos me dijeron que querían hablar con usted para solucionar un posible acuerdo. Me negué, es extraño – Sin más tomo a Naru de la otra mano y comenzaron a correr evitando las llamas y algunas cosas que se caían. – Junto a Kakashi… - Esquivando una puerta que cayó – Queríamos buscar un posible fraude, pero al parecer hicieron su movimiento – Deteniéndose y parando a Naruto para darle paso a una lámpara de techo que cayó. La rodearon y siguieron por los pasillos para ir por las escaleras principales y salir directamente. – Despidieron a todos ¡Y te echaron la culpa! – Dijo con rabia – Ahora al parecer estos locos quieren desquitarse quemando la casa – Con el hacha partió un cuadro mediano de pared que se les atravesó. - ¡¡Malditos hijos de puta!! – Viendo como tuvo que partir un cuadro de la familia Namikaze por la atrocidad de gente estúpida. Naru quedo abrumado con lo que oía. – Perdóneme señor. Esto se pudo evitar si hubiera cedido al engaño y dejarle hablar con ellos – Se detuvo para mirarle con remordimiento y culpa.

- ¡¡No es tu culpa, pero hay que salir de aquí!!

- Ustedes no se van – Ambos miraron hacia atrás. Un hombre vestido de negro hasta los lentes, ocultando su cara con un paño les apunto con un arma. Naruto y Mito quedaron congelados sin saber qué hacer. – Demos fin a esto – Pero antes de que jalara del gatillo una piedra atravesó la ventana, por la gente que tiraba cosas, y le dio al hombre, Mito vio la oportunidad y comenzó a batallar con este, Naru estaba que no creía nada de lo que pasaba. De la nada, el piso tembló, los cimientos al parecer se debilitaron. El hombre de negro vio un descuido y apunto a Naruto.

- ¡Naruto-sama! – Mito corrió hasta el Namikaze y lo cubrió con su cuerpo. Se oyó el disparo y también como el piso cayo.

Naruto tosía con fuerza. Las llamas los rodeaban, tenía a Mito encima de él. No había rastros de ese hombre.

-  ¡Mito, Mito, debemos salir de aquí, Mito! – Con horror noto como su mano y el vendaje se llenaban de sangre – No… ¡No Mito, tu no! – Lo quiso voltear con cuidado - ¡Resiste, hay que salir! – Mito con golpes y un hilo de sangre en la boca sonrió.

- Naru… debes irte tu de aquí – Los ojos de Naruto lloraban a mares por la idioteces que decía el moreno.

- ¡¡No, nos iremos juntos, así que aguanta!! – Esta vez él cortando parte de su remera para hacer un vendaje, pero la herida era profunda – Mito, resiste, Mito – Se quebraba angustiado. – Vámonos, Mito, tu puedes – Tomo su brazo para levantarlo, pero era peso muerto.

- Naru… e-escapa, no-o hay tiempo para mí – Le dificultaba hablar y le brotaba más sangre de la boca ahogándolo.

- ¡¡Escupe!! – Viendo que se le dificultaba respirar - ¡Vámonos Mito, no me iré sin ti! – Llorando rodeo sus hombros y trataba de levantarlo por la espalda pero era inútil, Naru también estaba débil. El dolor, su quemadura, su cuerpo que batallaba con diferentes medicamentos y venenos. El aire negro. Todo se dificultaba – Vamos… Vamos, coopera conmigo – Decía llorando pero sin desistir.

- Naru… Mírame – El blondo lo miro desconsolado – Yo-o… desde que vine aquí… me hizo ilusión estar al lado-o  de-e una buena familia-a como la tuya Naru… tú eras alegre… eras un lindo niño lleno de sueños que me brindo su amistad… su cariño sin pedirme nada mas… que estar a su lado, yo-o era feliz por eso… y lo que más quiero… es que lo sigas siendo – Con toda la fuerza de voluntad que tenia pudo con dificultar elevar su mano y posarla en la mejilla de Naruto, quien le miraba sin parpadear llorando – Quiero que vivas Naru… quiero que seas feliz… yo solo quería hacerte feliz – Su voz se hacía más fina por el esfuerzo y el cansancio – Debes ir-irte… lamento… no poder… cumplir… mi-i… promesa… pero… - Tosió, sus ojos cada vez estaban más cansados y se esforzaba por no cerrarlos - …Yo siempre… te cuidaré… siempre – Su mano fue atrás de la cabeza de Naru y lo acercó a la suya para besarle los labios con ternura y suavidad y luego en la frente. Lo alejo y le brindo la más sincera cara de cariño del mundo. Naru le miraba sorprendido y dolido, aunque su corazón latiera entre dos sentimientos…  -  Te quiero Naruto – Por fin lo dijo en un suspiro que le costó todo su aire. Naru se asusto – Calma… Todo va a estar muy bien – Su mano cayo con lentitud al piso –…Nunca…. Olvides… quien eres…Naruto - Dijo y por fin dejo de temblar. Dejo de moverse… dejo de respirar.

- ¡¡NOOOOOOOOO!! – Grito encolerizado Naruto - ¡¡NOO MITO, NO MITO, TU NO!! ¡NO ME DEJES, NO ME DEJES! ¡ME MORIRÍA SIN TI! – Abrazo a Mito sollozando en su cuello lleno de dolor, lleno de incertidumbre ¿Por qué? ¿Por qué estaba pasando esto? ¿Qué había hecho mal? ¡¿En que se equivoco para pagar con todo esto?! – No Mito… Ahh, - Balbuceaba dolidamente sin soltarlo. De pronto oyó a la gente afuera, es cierto que estaban ya en la planta baja, veía las sobras fuera de las ventanas que ardían. Todo eso se le impregno en el pecho ¿Por qué él? ¿Por qué Mito? ¡¡¿Por qué?!! Algo nació en su interior. Odio, su pecho se lleno de verdadero odio. – Los odio… - Dijo en un murmullo a el mismo – Los odio – Dijo más fuerte. Sus ojos desorbitados miraron con rabia la cruz en su cuello la cual arranco  - ¡Los odio a todos ustedes! – Apretando aquella cosa con rabia y lanzándola al fuego - ¡¡ME VENGARE, JURO QUE ME VENGARE!! – Abrazo a Mito y miro con ojos sedientos de sangre afuera de la ventana una vez más – ¡¡JURO QUE LOS CASTIGARE Y HARE QUE ARDAN EN EL FUEGO INFERNAL CONMIGO!! ¡¡LO PAGARAN CUESTE LO QUE ME CUESTE!! – Y no puedo decir más, las llamas le llegaron. Consumiendo toda su casa.

Negro, era un negro en su totalidad. Y en ese mundo negro… se oyó una voz.

- ¿Es eso lo que quieres?......................Entonces……Tenemos un contrato…

Y una risilla se oyó

 

Continuará…

 

 

 

 

Notas finales:

A mi Naru me lo maltratan mas que nunca y el Teme ese idiota hace algo que le termina por romper el kokoro!! Al menos los amigos de Naru pese a todo quiere relacionarse con el pero estan bajo vigilancia u_u pero todo es cuestion de tiempo, verdad?

Dei es tan tierno!! :3 ya le hecho el ojo a Mito ¬w¬ jajaja no lo culpo es tan aksjsjaajdls, y Mito es un amor,  mira que venir asi por su precioso amo jajaja, vemos que lo quiere asi que no debe ser malo, verdad? <:)

Iruka es otro, taaan genial, jajaj eso, ponle los puntos a esas disques profesionales de mier** y que aprendan su leccion!!

Bueno, hay que reconocer que Sasuke sabe que esta haciendo, al parecer, mas cuando declaro que Naru es su prioridad numero uno, eso fue lindo, y Sakura, maldita envidiosa ella lo sabe. En fin, que hijos de ajhamssksks Mi naru no merece eso!! >:'v Donde esta el director ahi?!!

D: 

Woooow!!!! Nooooooo!!! D: Por que?!!! Maldita sea esto es horrible TmT Nooo!!! Mi Mito!!! Mi Naru!! Que mal!! >m<

Bueno, pero dejando de lado todo el cap, quien es ese ultimo quien hablaba? O.o Sera.... el demonio?!! *---*

Muy pequeños ya sabemos que en el siguiente cap tendremos a nuestro demonio jejeje. Espero que le hallan gustado este cap que estuvo muy retrazon, esperemos que no vuelva a pasar y mas llegando aqui jejeje

Como siempre espero sus comentarios, ya sean buenos, malos y eso jeje lo recibo con amor. :3

Un gran abrazo y espero leerlos en la proxima

Nos vemos n_n/


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