Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El solitario lobo negro por XXIIIYamikoXIII

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola señoritas! ~ les traigo este One Shot GTOP que tengo en la mente hace unos meses y como me golpeé la cabeza, temo perder la memoria y olvidarme esta historia xD lol

Bueno, es algo ¿random? pero espero les agrade.

Sin más que decir, ¡a leer!

 

 

 

 

 

 

Camino por las oscuras y desoladas calles en busca de alguna presa para pasar el rato. Poco me importa el sexo que sea mientras pueda follarla. Y mucho menos, me interesa si es completamente humana o un lobo como yo.

Aunque en toda la población humana, sólo un 3% tenemos la capacidad de convertirnos en lobos. Y de ese porcentaje, uno de cada cien mil lobos somos de raza pura y color negro.

Hay un mito sobre lobos blancos, pero sólo es un dicho por lo que no es 100% creíble.

Se dice que el resto de los lobos son de pelaje gris, comunes pero con buen futuro. Mientras que de nosotros, por ser oscuros, somos malos y solitarios. Que jamás podremos encontrar a nuestra otra mitad para pasar el resto de nuestras vidas y, con mis veintiocho años, comienzo a creerlo.

Estuve años buscando a mi pareja ideal sin buenos resultados. Sólo tengo encuentros casuales del cual la otra persona goza en el momento del sexo pero luego desaparece.

Por eso me he cansado de buscar y sólo me dedico a buscar en la noche, carne fresca para poder saciar mis deseos carnales. Aunque debo admitir que el sexo me está aburriendo…

Suspiro y sigo caminando ahora por un largo pasillo. Ahora que recuerdo, en este lugar jamás he caminado de noche. ¿Cómo llegué aquí?

Inspecciono el lugar olfateando y el olor es neutral, por lo que debe de ser desolado. Dudo que alguien viva por aquí.

Decido encender un cigarrillo y seguir caminando por aquel lugar hasta que pueda encontrar una salida de ese pasillo para retomar una de las calles habituales por las que frecuento recorrer.

De pronto, un aroma dulce inunda mis fosas nasales logrando que en mi vientre, sienta cosquillas que a la vez quemaban mi interior… ¿excitación?

 

-Hola hermoso-

 

Sólo atiné a parpadear que un extraño estaba parado en frente mío. Su voz era seductora y su sonrisa lasciva.

No puedo dejar de mirarlo. Es el ser más hermoso que jamás haya visto antes. Es un hombre un poco más bajo que yo, su cabello corto color platinado, contextura delgada pero su ajustado pantalón de cuero negro, no dejaban a la imaginación sus largas y preciosas piernas.

Lo miro directamente a sus ojos, eran color almendra y con un brillo especial que logró cautivarme aún más y querer saber más de él.

 

-Hola- respondo seco.

Siempre ha sido mi manera de reaccionar ya que lograba seducir a cualquiera con sólo mirarlos con mi penetrante mirada.

 

-Qué arisco eres, cariño. Me excita que seas así. ¿Cuál es tu nombre?-

Se acerca más a mí y su aroma inunda mis fosas nasales aún más. Este hombre no debe de ser humano para excitarme con sólo olerlo.

 

-Cualquiera se excita con solo verme, bebé. Soy Choi Seung Hyun- sonrío de lado y noto que él se muerde su labio inferior.

 

-Qué orgulloso. Tenemos un punto en común, Choi. Yo soy Kwon Ji Yong. Y dime, ¿andas buscando pasar el rato?-

Me observa detenidamente de pies a cabeza y suspira. Aunque ante mis oídos se escuchó como si fuera un gemido.

 

-Así es- lo observo detenidamente al notar que se me acerca a mi oído derecho.

 

-¿Por qué no vamos a mi departamento?-

Susurra logrando que su aliento caliente me erizara los vellos de mis brazos y por instinto, capture su delgada cintura y una risa salió de sus labios.

 

-¿Dónde queda?- le sigo el juego y susurro ronco en su oído. Pude sentir cómo se estremecía en mis manos.

 

-En la próxima calle mmh-

Jadea provocándome a que lo apegara más a mi cuerpo que comenzaba a quemar.

Este hombre si olía exquisito, no quería imaginarme cuando esté entre sus piernas…

 

-Vamos-

 

Jiyong me sonríe dulce, indicándome el camino que obviamente seguí sin separarme de su lado.

Pero por alguna extraña razón, siento que no es como las demás personas con las que he tenido sexo…

 

 

**

 

 

-¡Aah! Seung mmh-

 

Me gime tan tentativamente cuando comencé a atacar su cuello ya que estuvo provocándome el poco recorrido que hicimos hacia su departamento. No pude aguantar a que terminara de cerrar la puerta, que lo arrinconé contra ella y decidí besarlo.

 

Aunque esta situación me confundía ya que jamás me sentía tan excitado como en estos momentos. ¿Acaso estoy en celo? Pero aunque lo estuviera, nunca he reaccionado de esta manera con cualquier humano.

 

Mis manos se dirigieron hacia los glúteos de Jiyong, apretándolos con fuerza. Necesitaba desnudarlo y saborearlo completamente.

 

-Quítate la ropa- ordeno.

 

-Quítamela tú, bonito- sonrojado por la excitación, me provoca con un guiño de ojo.

 

-No podré, te la arrancaré- sonrío de lado y lamo sus labios.

 

-Hazlo entonces-

 

Me desafía y eso es el punto culminante para mi poca paciencia. Le arranco la camisa roja que llevaba puesta logrando ver su torso. Su piel era tan suave al tacto y tan blanca que sentí la necesidad de probarla.

Deslicé mi lengua, saboreando alrededor de sus pezones. Pero era insuficiente, por lo que bajé su ajustado pantalón junto a su ropa interior de un tirón.

Jiyong ayudó a quitárselo completamente y arrojar las prendas lejos.

Estaba completamente desnudo y ¿avergonzado?

Su rostro estaba sonrojado y mordía su labio inferior.

 

-Eres erótico, Jiyong-

 

-G-gracimmmh-

 

No le doy tiempo a responder ya que uní mis labios con los suyos, intenté profundizar para saborearlo mejor pero jadeó separándose de mí.

 

-Aah Seung-

 

Me acerco nuevamente y él esta vez me abraza por el cuello guiándome hacia su cama logrando que caiga sobre ella con Jiyong arriba de mi regazo.

Sus caricias me quemaban, definitivamente este hombre debía ser mío.

 

Ambos estábamos excitados y no supe en qué momento mientras nos dábamos caricias cada vez más íntimas, Jiyong logró quitar todo rastro de mis prendas quedando ahora los dos desnudos.

 

-Eres completamente sexy, puedes ser una perfecta obra de arte Seung- me susurra sobre mis labios mientras frotaba su cadera contra mi pelvis, logrando que mi pene rozara su entrada y el suyo, rebotara por el movimiento, completamente duro y húmedo.

 

Me siento muy excitado y ansioso, necesito entrar en Jiyong. Por lo que rápidamente intercambio posiciones quedando arriba de él.

 

Abro sus piernas y apoyo mi miembro sobre su entrada que comenzaba a palpitar. Aprovecho esa situación para rápidamente colocarme un condón como siempre solía hacerlo.

De pronto, vuelvo a sentir su aroma dulce, es como si me hipnotizara. Por lo que comienzo a entrar en Jiyong. Me costó mucho embestirlo hasta que mi pene entrara completo, su interior era muy apretado.

 

Alzo mi vista y noto su expresión para nada placentera, mordía su brazo con unas lágrimas en sus ojos.

 

-¿Estás bien?- pregunto por miedo a lastimarlo.

Pese a que me he acostado con cualquiera, nunca necesité preocuparme porque era simplemente unos cuantos polvos y regresaba a mi casa pero con Jiyong… era distinto.

 

-S-Sí. Sólo no te m-muevas aún-

 

Su voz era apagada, como reprimiendo el dolor. Lo que me hizo seguir dudando sobre él.

Suspiro para intentar controlarme ya que su interior era demasiado caliente y apretado, incitándome a embestirlo sin parar pero necesitaba que estuviera relajado.

 

Mientras espero, decidí controlar mis ansias de moverme con besos por todo el rostro de Jiyong.

Él antes esas caricias, siento cómo comienza a relajarse y jadeaa suavemente. Sonrío y dirijo mi mano hacia su miembro para masturbarlo con tranquilidad.

 

-Mmh p-puedes moverte aah-

Decido mirarlo a los ojos, sus pupilas estaban dilatadas ante el deseo por lo que sonrío de lado y doy una embestida ruda.

Al notar que lo disfrutaba, comencé con un vaivén lento mientras me concentraba en sus expresiones. Nunca he visto un ser tan sexy como Jiyong.

Y su aroma tan dulce que logra acabar con mi poca paciencia por ser amable.

 

-Aaah más Seung mmmh-

 

La desesperación por la que Jiyong pedía por más me desconcentraba… ¿acaso este hombre humano está en celo? ¿Es eso posible?

Niego para no divagar y comienzo a embestirlo como tanto pedía, rudo y rápido. Podía sentir mi pene llegar hasta lo más profundo de Jiyong y tocar su punto G.

 

-Así mmmh ahí aaah más mmh-

Jala mi cabello logrando que mi lado salvaje saliera con total libertad. Por lo que tomo sus largas y sensuales piernas, las abro lo más que podía, y lo penetro con rudeza.

Tanta era mi fuerza que nuestras pieles  chocando, hacían un morboso sonido dentro de la habitación.

Me sorprendo al sentir la boca de Jiyong atacar la mía en un hambriento beso. Definitivamente el sexo con él era único. Nunca me he sentido tan vivo y animado para follar a alguien.

Sigo su beso hasta que nuestros pulmones reclamaban aire y una vez que nos separamos, capturo su lengua y la succiono entre mis labios logrando un gemido audible por parte de Jiyong quien elevó su pelvis y pude sentir cómo su pene se masturbaba contra mi abdomen.

 

-M-Me vengo aaah mmmh-

Se sujeta sobre la almohada y se viene sobre su abdomen y parte del mío. Esa imagen que acabo de ver, no la borraré jamás de mi mente. Era tan erótico.

Pero su interior apretó mi pene de manera exquisita, por lo que sólo pude embestirlo un par de veces más hasta que me corrí.

Agotado, me acuesto con cuidado arriba de él para recuperar el aliento. Para mi suerte, aún mi estado físico era bueno, por lo que recuperé el aire rápido.

Levanto un poco mi cuerpo para observarlo. Lo miro detenidamente. ¿Acaso son orejas y cola lo que salen de su cuerpo?

 

-Tú eres…-

 

Jiyong mira su cuerpo y nota su cola hacia un lado. Me miró con miedo y tocó sobre sus platinados cabellos encontrándose con sus orejas.

 

-¡Perdón! No debería de sucederme esto. Lo que acabas de ver, olvídalo-

 

Noto que intenta ocultar su mitad lobo que comenzaba a salir, pero era entendible. Cuando un lobo está demasiado excitado y es inexperto, no puede dominar con normalidad su estado por lo que olvida cómo volver a ser humano.

Ahora que lo pienso, ese aroma dulce era su estado de celo…

 

-No podré olvidarlo. ¿Me mostrarías completamente tu forma de lobo?- sonrió pero tranquilo, para que no tema.

 

-¿Por qué debería?-

Me frunce el ceño pero presiento que está enojado consigo mismo por no poder volver a su forma humana.

 

-Porque quiero saber cómo eres. También soy un lobo- salgo de él con tranquilidad mientras un gemido de vacío sale de sus labios.

 

-¿De verdad? ¡Con razón tu olor era tan delicioso y excitante!-

 

Asiento y no pude evitar sonreír orgulloso ante el halago.

 

-Ahora muéstramelo, Jiyong-

 

-M-me da vergüenza- sonrojado baja su mirada haciéndome reír porque parecía un niño.

 

-Hagamos un trato, hagámoslo al mismo tiempo-

 

Al notar que asiente con una sonrisa más confiada, suspiro.

 

-Espero no te asustes de mí-

 

-Dudo asustarme de ti- me sonríe tierno.

 

Lo miro desconfiado ya que las pocas personas que supieron la clase de lobo que era, simplemente me dejaban solo por ser de mala suerte o malvado sin futuro.

 

-De acuerdo, a la cuenta de tres. Uno, dos, tres-

 

Ambos cerramos los ojos para concentrarnos y al abrirlos, me encuentro con un lobo gris pero era un gris que sobresalía del resto de los lobos que he conocido. Muy hermoso, no… bello y único.

Pero recordé la clase de lobo que era, por lo que me tensé y Jiyong me observaba. Mueve su cola como si de un perro se tratara y lame mi hocico volviendo a la normalidad.

 

Ante ese gesto, el muy maldito me hizo sonrojar pero gracias a mi estado de lobo, no logró verlo. Suspiré regresando a mi forma humana y él me miraba atento mientras me acuesto a su lado.

 

-Eres jodidamente perfecto, Seung. Un lobo negro de mirada profunda como la noche, ¡eres perfecto!-

 

-¿No te da miedo?-

 

-¿Por qué debería?-

 

-Ya sabes las supersticiones… un lobo negro es malo, solitario, de mala suerte-

 

-No creo en tontas supersticiones. Si has nacido distinto es porque tienes un don. Un hermoso don que te hace diferente de un lobo común como yo-

 

Me sonríe y no puedo evitar hacerlo también.

 

-¡Hasta tienes una preciosa sonrisa! Definitivamente me enamoraré aún más perdidamente de ti- 

 

Vuelvo a mirarlo al escuchar lo último que dijo. ¿Y si tal vez he encontrado al ser indicado?

Noto que Jiyong acaricia mi pecho y vuelvo a mirarlo.

 

-¿Estás en celo, verdad?-

 

-S-Sí- sonrojado besa mi cuello.

 

-Y ha sido tu primera vez- afirmo y él me mira asombrado.

 

-¿Cómo te diste cuenta?-

 

-Por tus reacciones y tu olor. ¿Por qué me escogiste?- no pude evitar preguntarme, tal vez se saciaría teniendo sexo unas veces más y se iría como los demás.

 

-Porque te he visto varias veces caminando solo cerca de aquí y me he enamorado de ti desde la primera que olí tu aroma tan macho alfa. Por eso, hoy que entré en celo, quería que fueras mi primero. No quería a otro más que a ti-

 

-¿Cuántos años tienes?- no puedo evitar preguntar más allá de las lindas palabras que me ha dicho.

 

-Veintisiete-

 

-¿Es tu primer celo?-

 

-S-Sí- avergonzado desvía su mirada.

 

-Te has tardado en madurar, eh. Yo lo he hecho a mis catorce- sonrío de lado al ver el adorable puchero que me dedicaba.

 

-Perdón por no madurar antes- dice con sarcasmo.

 

-De hecho, me ha gustado ser tu primero. Ahora tengo un problema contigo, Jiyong-

 

-¿Cuál?- me mira con miedo.

 

-Que deseo hacerte mío y te quiero a mi lado para toda la vida-

 

Jiyong se sonrojó a más no poder y me abrazó con una hermosa sonrisa.

 

-Ya soy tuyo y no pienso alejarme de ti, Seung-

 

Sonreímos y acortamos la distancia en un beso tierno que poco a poco, se fue tornando húmedo y necesitado logrando que nuestros cuerpos deseen fusionarse nuevamente.

 

 

**

 

 

-Aaaah sí mmmh-

 

Gime mi ahora novio, al llegar al orgasmo.

 

-Yongie mmh- jadeo ronco corriéndome dentro por tercera vez.

 

Desde que comencé a salir con Jiyong, hemos tenidos citas románticas y luego lujuriosas en este año y medio que llevamos como pareja.

 

Nunca nos hemos peleado, sólo por juego. Nuestra vida sexual ha sido de maravilla y nuestro amor con el tiempo crece cada día más.

No puedo sentirme el ser más feliz de la tierra porque aún siento que falta mi último deseo por cumplir, el formar una familia.

 

Miro a mi agotado novio y decido salir de su interior para acostarme a su lado. Al salir, mi esencia se escabulle entre sus piernas pero Ji poca importancia le dio ya que se acurrucó en mis brazos.

 

-Ha sido exquisito, Hyunnie- susurra besando mi pecho.

 

-¿Crees que estarás bien por no haber usado protección?-

 

-Somos lobos del mismo sexo, no pasará nada. Además, estamos en nuestra forma humana-

Me sonríe, satisfecho.

 

-Pero volviste a entrar en tu etapa de celo- lo miro preocupado.

 

-Estaré bien, no imagines cosas de más mi sexy lobito-

 

Sonreímos y nos dimos un beso tierno.

 

-Te amo- dijimos al unísono y Jiyong se acomoda mejor para dormirse en mi pecho.

 

-¿Cuándo regresas de tu trabajo en Japón?-

Me pregunta con tristeza.

 

-Salgo mañana en la mañana y regresaré en unos meses-

 

-Te extrañaré, Hyunnie- me mira.

 

-Yo también, amor- suspiro ya que no podía ver a mi novio triste pero necesitaba trabajar sí o sí ya que con ese dinero, podía mudarme con él a una casa más grande y poder formar nuestra familia.

 

-No, yo te extrañaré demasiado-  me hace un adorable puchero logrando que lo llene de besos por todo su rostro.

 

-Sólo espérame. Piensa que cuando vuelva, podremos ir a vivir a la casa que hemos visto juntos. Es nuestro seño por cumplir y lo haremos juntos, cuando regrese- sonrío.

Jiyong me abraza con fuerza y besa mis labios.

 

-Te estaré esperando, pero prométeme no enamorarte de nadie más-

 

-Jamás pasará. Estoy cautivado por ti y eso nadie logrará cambiarlo-

 

Sonreímos y nos fundimos en un beso tranquilo, lleno de amor para recordarlo en nuestros momentos de soledad.

Por el cansancio físico, Ji fue el primero en quedarse dormido sobre mi pecho mientras acariciaba su suave espalda.

De a poco fui quedándome dormido al pensar lo que nos espera el futuro para nosotros dos…

 

 

**

 

 

Han pasado seis meses desde que me fui de Corea. Realmente estoy muy preocupado ya que Jiyong sólo estuvo un mes hablándome por videollamada. Luego, de un día para el otro, dejó de hablarme y sólo me mandaba mensajes sólo si yo lo hacía primero.

Es extraño ya que jamás se ha comportado así conmigo… ¿acaso encontró a alguien mejor que yo?

 

Ese pensamiento me invade todos los días en estos solitarios meses en los que estoy lejos de Yongie. Me abruman. El sólo hecho de pensar que me abandonó, me duele porque me he enamorado de él.

Suspiro y termino de armar mi valija. Gracias a mi eficacia en el trabajo, he terminado todo con dos meses de anticipación y finalmente puedo regresar a mi país.

Aunque temo en lo que puedo llegar a encontrarme cuando pise el departamento donde convivo con Jiyong…

Hago la quinta llamada del día y él sigue sin responderme. ¿Y si algo le sucedió?

 

Derrotado, dejo la valija ya armada y el celular sobre la cama para ir al baño a refrescarme un poco. En una hora salía mi vuelvo, por lo que estaba más que listo.

Camino hacia el baño y mientras termino de lavar mi rostro, escucho el sonido de llamada de mi móvil, por lo que corro hacia la habitación y atiendo.

 

-¡Yongie! ¿Cómo estás?-

 

-No soy Jiyong, soy YoungBae-

 

¿El amigo de Ji? Acaso él…

No puedo evitar quedarme en silencio ya que miles de preguntas surgieron en mi mente hasta que la voz masculina volvió a hablar.

 

-No sé cómo explicarte esto pero Ji está en el hospital-

 

-¿Cómo que en el hospital? ¿QUÉ LE HA SUCEDIDO?- me altero, ¿acaso tuvo un accidente?

 

-Tranquilo, Seung. Es algo difícil de explicar ya que sólo yo y mi pareja Seungri lo sabe. Necesitamos que regreses cuando antes porque él te quiere ver-

 

-Mi vuelo sale en menos de una hora. Estaré allí lo más rápido posible. ¿Qué es lo que tiene?-

 

-No podemos decírtelo, es mejor que lo veas por ti mismo. Pero no hay de qué preocuparse-

 

-De acuerdo, llegaré ni bien el avión aterrice. Escríbeme por mensaje el lugar donde Ji está internado- suspiro más aliviado pero no completamente tranquilo.

 

-Enseguida lo hago y Seung… no te alteres. Ellos te están esperando con mucho entusiasmo. Debo cortar, adiós-

 

Y la llamada finalizó. Aunque una gran duda surgió en mi cabeza… ¿quién me está esperando además de Jiyong?...

 

 

**

 

 

Corro a toda prisa hacia la habitación donde Jiyong está. En el largo pasillo, me encuentro con YoungBae que al verme, me detuvo para que me tranquilizara.

 

-¿Dónde está? ¡Quiero verlo!-

 

-Está descansando pero quiero que te tomes tu tiempo para procesar lo que verás a partir de ahora-

Me tranquiliza y lo miro con el ceño fruncido.

 

-Me estás asustando, pero haré lo que me dices-

 

-Suerte-

Me susurra con una cálida sonrisa mientras camino hacia la habitación. Antes de ingresar, a lo lejos pude divisar a Seungri pero primero estaba Jiyong. Por lo que entré a la habitación completamente nervioso.

 

A unos pocos metros, puedo divisar a mi novio descansando. Sonrío al verlo. Pese a unas pequeñas ojeras que se formaban debajo de sus ojos, se veía hermoso.

Me acerco para besar su frente y al mirar a su lado, noto una cuna.

Acaso Jiyong…

 

Camino alrededor de su cama para llegar a la cuna y un pequeño bulto estaba cubierto por una manta amarilla. Mi corazón latía con fuerza.

Destapo su rostro con cuidado y puedo notar un hermoso bebé durmiendo plácidamente. Tenía las mismas facciones que Ji, pero sus cejas eran gruesas y sus pestañas eran largas, como las mías.

Estiro mi mano para acariciarlo y como si fuera un imán, el bebé sujetó mi dedo con su pequeña manito.

No pude evitar sentir en mi corazón desbordar ternura.

 

-Qué lindo bebé- susurro bajo, admirando su belleza.

 

-Se llama Seung Ho-

Volteo a ver al dueño de esa dulce voz y noto que Jiyong estaba despierto con una sonrisa.

 

-¿Cómo estás, amor?- susurro preocupado y, sin separarme del bebé, beso sus labios.

 

-Maldito. Te he esperado seis meses- hace un puchero y se cruza de brazos.

 

-Lo siento, amor. Pero me has preocupado mucho. No contestabas mis videollamadas y no supe más de ti, creí que hasta me cambiaste por otro- miro con tristeza hacia el bebé quien dormía plácidamente.

 

-De hecho, el estar embarazado no fue fácil para mí. Por miedo, me oculté de todos. Sólo Bae y Ri sabían de mi estado. Y no te preocupes, no saben lo que somos-

Lo miro y al sentir que mi dedo era liberado, lo cubro con su manta y camino hacia  mi novio.

 

-Al final, tenías razón. No hace falta ser hembra para quedar en cinta-

Me sonríe nervioso.

 

-Yo sabía sobre esto, pero tú dijiste que no sucedería-

Sonrío besando su frente logrando que un suspiro saliera de sus labios.

-¿Por qué no me has dicho de que estabas esperando un bebé?-

 

-Por miedo. Temía que si te decía la verdad, tú me dejaras-

 

No pude soportarlo más y lo abrazo.

 

-Jamás te dejaría, mucho menos con este hermoso regalo que nos ha dado la vida. Estoy completamente feliz de formar una familia contigo, Yongie- acaricio su mejilla donde una lágrima traicionera recorría aquella zona.

 

-También lo estoy, Hyunnie. En un principio estaba asustado pero al sentirlo crecer en mi interior estos seis meses de gestación de lobo y luego verlo nacer, fue lo más hermoso que he sentido-

 

-Maldigo el haberme perdido esa mágica experiencia contigo, amor- suspiro frustrado.

 

-Pero ya estás aquí y viviremos en una casa donde nuestro precioso hijo pueda tener una vida feliz, rodeado de sus padres que lo amarán siempre-

 

-Tienes razón- beso sus mejillas y luego acortamos la distancia en un dulce y cálido beso.

 

-Te amo, mi sexy lobito-

 

Me sonríe dulce, sabía que me gustaba que él me dijera así.

 

-Te amo mucho más, a ti y a nuestro hijo-

 

Sonreímos hasta que notamos un aura blanca que provenía desde la cuna.

Me levanto para caminar hacia mi bebé, junto a Jiyong quien caminaba despacio por su reciente parto y observamos la cuna.

 

-¿Un cachorro de lobo blanco?-

Me mira asombrado, sin comprender.

 

-El mito era cierto- sonrío y no pude evitar sentir mi corazón latir con fuerza.

 

-¿Pero no debían ser ambos padres blancos?-

 

-El mito decía que un lobo blanco nace sólo si fue engendrado con un padre o madre color blanco. Pero había un segundo mito…-

 

-¿Cuál?-

 

- Significa que fue hecho con amor puro y verdadero. Sólo de esa manera, había altas posibilidades de que naciera un lobo blanco que traería amor y felicidad a la pareja y al resto de las personas que lo rodearan-

 

Ambos sonreímos y nos volvimos a besar. Retomamos nuestras miradas en nuestro hijo quien volvió a su estado humano. Abrió sus ojos con lentitud y nos miró curioso. Sus oscuros ojos eran iguales a los míos y su preciosa sonrisa era idéntica a la de Jiyong.

Definitivamente este niño era la combinación perfecta de nuestro amor.

Miro de nuevo a Jiyong quien rápidamente cargó a nuestro bebé y lo acunaba con dulzura. Nota que lo estoy observando y se sonroja levemente.

 

-¿Q-Qué tengo?-

 

-Gracias-

 

-¿Por qué?- me mira curioso.

 

-Por no temer a este antiguo solitario lobo negro y por amarme ignorando las supersticiones absurdas. Y lo más importante, por haberme dado un perfecto y hermoso hijo-

 

Noto que los ojos de Ji brillaban y con unas lágrimas escabulléndose por sus mejillas, acorta la distancia depositándome un tierno beso que gustoso acepté.

De ahora en adelante, podré ser feliz con la persona que amo. Ignorando las estúpidas supersticiones y formando una bella familia junto a Jiyong y nuestro fruto de amor puro y verdadero Seung Ho…

 

 

 

  

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció? o:

Perdón si hay faltas de ortografía.

 

Espero les haya gustado ^^

 

¡Gracias por leer! ~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).