Narra Shikamaru:
¿Una palabra para describir como me siento en este momento?, inutil, así me siento.
Caminaba sin rumbo fijo por las calles de Konoha sin poder apartar mi mirada de las nubes que se movían pacíficas, sin tener que preocuparse de nada, eran libres, cuanto daría por ser como ellas.
Mi vida era una gran problemática y mi más grande problema asta ahora era la muerte repentina de mi maestro, Asuma- sensei.
Todo había sido una locura. Dos asesinos rango S pertenecientes a la organización criminalista Akatsuki,se había infiltrado en la aldea. Por suerte fueron detectados a tiempo y la hokage envió al Equipo 10 como escuadrón de refuerzos.
Al llegar a la zona nos topamos con dos renegados. Uno de ellos era un hombre alto de edad ya algo avanzada, piel morena, ojos de un inusual color verde y su cara era tapada con una capucha, a este individuo lo catalogamos como Kakuzu un renegado de Takigukure, el segundo era un hombre joven y muy musculoso, mirada sensual color púrpura, piel blancuzca, y cabello alvino semi largo peinado hacia atrás, a este sujeto lo catalogamos como a Hidan un renegado de Yugakure . Un hombre muy guapo e impactante a decir verdad pero no me podía dejar llevar por mis hormonas este tipo era un asesino de los más buscados y mi deber era capturarle para que luego este fuese sometido a un proceso de interrogación, sacar la información necesaria y luego buscar la forma de deshacerse de él.
Luchamos y fue algo complicado y es que aquellos hombres eran más fuertes de lo que se decía.
Jamás pensé que en aquel día se me fastidiara a la vida para siempre.
Sin darme cuenta mi maestro estaba tendido en su lecho de muerte diciendo sus últimas palabras. Sentía la rabia e impotencia recorrer cada rincón de mi cuerpo, me sentía inutil, ¡un estorbo!, no había podido hacer nada y eso era lo que más me daba rabia, mis compañeros de equipo me habían comentado que no me lo tomara tan apecho que no había sido mi culpa, pero ellos no lo entiendan, ¡si era mi culpa!, ¡yo tuve que haberlo evitado!, si sólo me hubiese esforzado más mi maestro no estuviera muerto, pero no fue así y he me aquí, llorando como un imbécil.
Corria por las calles de Konoha con desespero, tenía que salir de allí, aquel lugar me traía recuerdos demasiados doloros con mi mentor. Finalmente, para cuando alze la vista me encontraba en medio del bosque.
Camine por algunos cuantos minutos asta escuchar el relajante sonido del agua chocar contra las rocas no muy lejos de mi ubicación así que adelante el paso con el plan en mente de darme un chapuzón.
En cuanto llegue me tope con una majestuosa cascada y me quede anonado, no exactamente anonado por ver la cascada sino al ver quien estaba en ella. No era nada más ni nada menos que Hidan, ¡el asesino de mi maestro!, quien tomaba un baño de lo más relajado en las cristalinas aguas dejando a la vista su bien formado pecho y yo estaba que babeaba al verle. No lo negaría, reconocía a un hombre guapo cuando lo veía y este hombre estaba como quería, tenía un vocabulario algo vulgar pero eso era lo de menos, era sexi y eso era algo irrefutable.
Me escabullí tras un arbusto para poder apreciarle mejor y que él no se diera cuenta, sin embargo de un momento a otro lo perdí de vista y una voz ronca a mi atrás me hizo pegar un brinco del susto.
-¿ Piensas quedarte hay mirando todo el día o vas a tomar un baño?.- preguntó él alzando una ceja interrogante.
Yo me quede estático en mi lugar. Jamás en mi vida había tenido a un asesino tan cerca de mi y eso no era lo que me afectaba en realidad sino que era un asesino escandalosamente guapo.
Nos quedamos viendo unos segundos y nuestras miradas chocaron por un instante, parpadee un par de veces sonrojado tratando de asimilar la situación y finalmente caí en cuenta de que... ¡Estaba a menos de un metro de distancia de un asesino rango S!,Con rapidez salte sobre un árbol lanzando unos cuantos shurikens que a él más que una amenaza le pareció un chiste.
- Jajajaja, enserio que eres gracioso y asta cierto punto tierno, no te lo tomes a mal pero quitate la ropa y metete a bañar el agua esta tibia.- dijo él con una sonrisa sin embargo yo me sonroje por su comentario.
¿Tierno?, ¿quitarme la ropa?, ¿bañarme? ,¿Frente a él?, pensaba muy apenado,de seguro parecía una colegiala enamorada y aquello me avergonzaba.
- ¡No Shikamaru controlate!, no pienses en esas cosas,este tipo es un asesino, el asesino que mató a tu maestro.- me decía mentalmente.- cierto él mató a mi maestro.- dije en un susurro y la rabia me invadió. Saque un kunai de mi bolsillo y me lanze enojado contra aquel hombre el cual me tomo con rapidez del brazo estampándole contra un árbol y poniendo mi propia kunai en mi garganta.
- Eres lento, ¿crees que puedes venir a buscar venganza tú solo y salir victorioso?.- dijo él riendo.- estas muy equivocado bombomcito.- susurro Hidan contra mi oído y yo me estremecí. Pronto caí en cuenta de que él estaba completamente desnudo,yo de espaldas a él y por así decirlo a su merced. No pude evitar no pensar cosas sucias con él y me sonroje.
- Sabes, últimamente te sonrojada mucho ,¿no será que te gusto?.- preguntó el restregandoce contra mi.
- Maldito.- masculle dando me vuelta con rapidez tratando de pegarle un puñetazo sin embargo él tomó mis manos dejándome de espaldas contra el árbol.
- ¿Qué harás ahora lindura?.- preguntó él con diversión.
- ¡mierda!.- susurré al sentir sus tibios labios en mi cuello.
- no te retengas, yo sé que tú lo deseas tanto como yo.- dijo él lamiendo el lóbulo de mi oreja y yo no pude evitar no gemir.
Finalmente yo me deje hacer complacido por que sí en algo él tenía razón era que yo deseaba aquello.
Él colaba sus manos en mis ropas acariciando mis pezones pilliscandolos con suavidad haciéndome gemir. Tomó mi miembro entres sus dedos acariciándo la punta con suavidad, para luego empezar a masturbarme con rapidez dejando mi pene de lado cuando sintió que ya me venía.
Me sacó toda la ropa entre besos y caricias y cuando ya estuve completamente desnudo me cargo y yo sólo enrede mis piernas en su cadera. Me alzó un poco y yo ya sabía lo que venía, aunque hubiese preferido que me hubiera dilatado antes, sabía que él era un tanto sadico y si eso le excitaba pues mi deber era complacerle bien.
Se hundió en mi virginal entrada sacándole un grito de de dolor. Era un ninja,había pasado por cosas peores, estaba adaptado al dolor, lo sabía, pero aquello era algo espantoso.
Él empezó a moverse dentro de mi y yo sólo podía abrazarme a su pecho y esperar que el dolor pasase.
- ¡ahhh!.- gemí entre el dolor y el placer. Aquello empezaba a sentirse cada vez más bien.
Hidan cada vez me penetraba con mayor fuerza y mis gemidos eran cada vez más sonoros y múltiples.
- ¡ah!, si joder que bien se siente esto.- gimió Hidan con voz ronca.
- ahhh, si Hidan, quiero más, dame más fuerte
.- pedía con desespero y él sólo hacia lo que yo pedía.
Tras un largo rato en el cual pensé moriría de placer, termine por correrme y Hidan hizo lo mismo minutos después dentro de mi.
Él callo en el suelo cansando conmigo encima tratando de recuperar la respiración. Tras estabilizarla salió con suavidad de mi y yo sólo gemí al sentir aquello. No pasó ni un minuto cuando mis ojos se cerraron y caí rendido.
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Habían pasado dos meses desde aquello y aún sentía la desilusión de a ver despertado sólo aquella mañana, pero era algo de esperarse, él era un asesino y yo un shinobi,eramos enemigos, era imposible que pudiésemos estar juntos. Además, aquello que paso entre nosotros dos sólo fue sexo vacío y amargo, no existía ningún sentimiento de por medio o al menos de su parte por que yo si lo amaba. Él había matado a mi maestro pero yo lo había perdonado .Eso fue cosa del pasado.
Caminaba por las calles de la aldea sin mucho ánimo, chocaba con las personas que iban y venían las cuales se quejaban más yo los ignoraba.
Mi mirada iba pegada al suelo. Desde que vi aquellos resultados en los exámenes que me hice mi mente era un caos total.
Desde niño guardaba un secreto. Mi más grande secreto, yo no era un chico normal como los demás, no, yo era un caso especial. Mi cuerpo tenía los requisitos necesarios para albergan en mi cuerpo a un nuevo ser por un plazo de tiempo de unos nueve meses y medio. Yo era un doncel.
Obviamente yo no era el único joven con esta singular cualidad, había visto muchos hombres embarazados en mi vida y aparentemente era algo hermoso, si claro, era algo hermoso que otros dieran a luz, que otros estuvieran embarazados, ¡no yo!.
Pero claro esta que la culpa no era de nadie más sino mía. Yo tuve que haber pensado antes de actuar, se supone que los ninjas anticipan las cosas antes de que estas sucedan pero ese no era mi caso y he me aquí con dos meses de embarazo.
Lo que realmente me preocupaba no era el estar embarazado, sino el de quien lo estaba.
Sabía claramente quien era el padre de mi bebé,Hidan, y eso era lo más me aterraba. Había cometido un delito al embarazarme de un asesino y en cuanto las autoridades se dieran cuenta de mi estado y quien era el padre del niño se encargarían de obligarme a deshacerme de él y de paso de matarme y eso era algo que no me podía permitir.
Corría a pasó rápido por el bosque con la idea en mente de abandonar la aldea. No permitiría que me quitaran a mi hijo, el era inocente no había hecho nada malo, no podía ser castigado por lo crímenes cometidos por su padre.
Estaba apuntó de cruzar la frontera cuando una voz a mi atrás me detuvo.
- ¿Adónde crees que vas?.-preguntó Hidan acercándose a mi con el ceño frucido.
- Eso no es de tu incumbencia, ¡ahora dejame!.- grite enojado. Yo consideraba a Hidan como una clara amenaza para mi y para mi bebe. Él no tenía pinta de querer formar una familia, resaltando que era un asesino muy buscado. A lo mejor si se enteraba me mataba.
- ¡Claro que si es de mi incumbencia!.- grito él también enojado.-¿crees que he venido asta aquí para escuchar como me gritas?, ahora explicate, ¡¿qué mierdas crees que estas haciendo?!
Aquello me sorprendió mucho, ¿acaso se estaba preocupando por mi?.
- ¿Qué haces aquí y que es lo que quiere?.- pregunte serio.
- he venido a verte.- soltó él sin más como si fuera algo obvio.
- ¿Averme?, no tengo nada que ofrecerte, ¡ahora vete!.- le ordene ya cansado.
- ¿me estas tomando el pelo?, Mira no soy un hombre que se anda con cursilerías, esto va enserio y seré directo.- dijo él con claridad.- quiero que seas mi novio por que me gustas.- soltó como si nada y yo no pude evitar reírme.
- ¿Es enserio?, Mira no tengo tiempo para esto, tengo que irme.- dije dándome la vuelta con decisión.
- ¡Espera!.- grito él cabreado.- ¡te estoy hablando enserio joder!, además, ¿A dónde piensas ir y por que?.- preguntó el serio y aquello no me lo espere.
Me quede callado unos minutos y no pude evitar no llorar.
- ¿por que me haces esto?, ¿por que no te vas y ya?.- pregunte llorando sentado en la rama de un árbol.
- No me voy por que te amo y me preocupas.- dijo él de forma sincera y me sorprendió.- te he estado vigilando y tu comportamiento no es normal, ¿que tienes?, ¿que te pasa?.- dijo él con evidente preocupación acercándose a mi y sentándose a mi lado.
Yo me quede callado por unos minutos sin saber que decir pero finalmente me armé de valor,después de todo él era el padre de mi bebe y tenía que saberlo.
- Es que... Ah, estoy embarazado y tú eres el padre.- dije en tono bajito para que él no lo escuchara mientras ponía sus mano en mi abultado vientre.
Él se quedo callado sin siquiera cambiar de posición. Yo me pare dispuesto a irme al sentir que ya no podría retener las lágrimas, cuando de repente sentí como él tomaba con delicadeza mi mano atrayendome hacia él obligándome a sentarme en su piernas planteándome un apasionado beso. Yo me deje llevar y enrede mis manos en su cuello mientras él me tomaba con firmeza de la cadera.
- ¿Estas seguro?.- preguntó él refiriéndose a lo de mi embarazo cuando nos separamos.
- si, ya me hize lo estudios.- conteste a un llorando y él sonrió acariciando mi vientre.
- Sólo esperó que no sea llorón como tú.- dijo él riendo.
- No seas fastidioso.- conteste yo también riendo para luego callar de golpe.- ¿Hidan?.- dije tratando de llamar su atención.
- Dime.- dijo él sin para de de acariciar mi vientre.
- ¿Tú deberás me amas?.- le solté y él se sorprendió.
- ¡Claro que te amo!, desde que te vi me pareciste un chico muy lindo e interesante, me atrajo tu forma desinteresada de ser, me parecías algo divertido, pero la verdad me daba miedo decirtelo, por que yo soy un ninja renegado resaltando que asesine a tu maestro, y lo siento mucho. Yo deberás te amo y ahora que me vas a dar un hijo ¡mucho más!, entonces que dices ¿me perdonas y me aceptas como tu pareja?.- preguntó él con sinceridad.
- Hidan.- dije llorando de la felicidad.- Te perdone hace mucho tiempo y ¡claro que te aceptó como a mi pareja!.- dije muy feliz besándole.- Pero... ¿qué haremos?, no puedo quedarme aquí en la aldea, me matarían.- comente con tristeza.
- Olvidate de ellos, iremos a cualquier lugar.- dijo él parándose y tomandome de la mano.- pero debes estar conciente de que en cuanto cruces la frontera serás un ninja desertor, ¿cierto?.- preguntó él acariciando mi mejilla.
- No importa, siempre y que este contigo todo estará bien.- dije abrazandome a él.
- Bien,entonces vámonos.- dijo él cargándome pero antes de hacerlo le eche una mirada a la aldea la cual se veía tan lejana y ajena a mis sentimientos. No le guardaba resentimiento, mpero debían comprender que tenía que alejarme de ella para vivir mi vida.
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Finalmemnte habíamos decidido quedarnos a vivir en Yugakure, al principio Hidan no quería quedarse a vivir en su aldea natal, sin embargo también esta consiente de que era el mejor lugar para criar a nuestro hijo ya que Yugakure era una aldea pacífica la cual se dedicaba al turismo.
Al llegar a esta las personas se alborotaron al ver a Hidan,sin embargo los viejos del consejo de ancianos junto al kage de la aldea decidieron dejar que nos quedáramos perdonando lo crímenes de Hidan al ver mi estado. Desde ese entonces teníamos un lugar en la sociedad y podíamos vivir como una pareja normal.
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Los meses había pasado más rápido de lo esperado y finalmente llegó el día de mi parto el cual atendió mi antigua compañera de equipo Yamanaka Ino.
Resulta ser que Ino y Chōji emprendieron mi búsqueda cuando en la aldea se esparció la noticia de que yo había abandonado Konoha y ellos habían venido en búsqueda de un explicación. Cuando les comente lo de mi situación se alegraron mucho sin embargo no aceptaban mi relación con Hidan pero luego al ver que yo le quería mucho además de que era el padre de mi bebé decidieron darle una oportunidad.
Finalmente di a luz y resultó ser una niña pelinegra de ojos púrpuras a quien decidimos llamar, Shikanari.
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Habían pasado cinco años desde entonces y nuestra familia seguía creciendo. Teníamos un pequeño varón de tres años muy parecido a Hidan físicamente sin embargo tenía mi mismo carácter, todo le parecía un fastidio, su nombre es Shun, mientras que yo tenía una panza de cinco meses de embarazo y este sería un pequeño doncel igual que yo.
Shikanari era una pequeña niña con sus cinco años. Era muy inteligente pero para nada femenina, odiaba las muñecas y todo lo relacionado con lo que ella decía ser "cursilerías". Era un rollo de niña pero supongo que se parece más a su padre.
En cuanta a Hidan. Después de algunas cuantas cachetadas de mi parte y algunos cuantos puñetazos cortesía de Ino se le había quitado un poco la manía que tenía de decir palabras descompuestas. Había aprendido que sí iba a ser padre y quería estar conmigo tenía que dejar algunas de sus mañas y las había dejado a base de palos y sartenazos. Finalmente y con esfuerzo se había convertido en el kage de Yugakure, de esta forma le daríamos un buen futuro a nuestros hijos.
Hoy nos encontrábamos en el parque, estábamos de picnic. Habíamos decidido tener un momento familiar y de paso aprovechábamos para que los niños jugarán, y se relacionarán con el ambiente.
Los niños jugaban, y correteaban por todo el lugar compartiendo con otros niños posibles compañeros de la escuela.
Por el parque transitaban cientos de personas, familias conviviendo, amigos compartiendo, las viejas chismorreando, los viejos hablando de política, y algo que nunca podía faltar en un parque, los típicos enamorados.
Pude ver como Shikanari observaba con curiosidad a una pareja de jóvenes que se besaban en una banca. Su hermano al verla paro de jugar con su pelota para acercarse a mirar a la pareja de enamorados y así pasaron un buen rato asta que la pareja se separó.
Shikanari se acercó a mi sonrojada seguida de su hermano quien sólo rodaba los ojos con aburrimiento.
- ¿Papi?.- dijo ella buscando llamar mi atención consiguiéndola al instante.- Qué es el amor exactamente?.- preguntó ella apenada haciéndome reír.
- Pues bien el amor es algo complicado, ¡umm a ver!.- dije yo pensando.- al principio te sientes raro, sientes mariposas en el estómago cuando ves a la persona que te gusta, te avergüenza estar cerca de esa persona, también pude que trates de evadir lo que sientes, puede que en cierta forma el saber que el amor esta tocando a tú puerta te aterre pero a la vez es un sentimiento muy hermoso que hace que tu corazón se llene de alegría.- dije con una hermosa sonrisa.
- El amor es complicado.- dijo mi hija con cierto tono cansino.
- Quizás lo sea, pero luego de que permites que el amor entre a tu corazón y tienes a la persona indicada a tu lado para compartirlo todo parece ser más sencillo.- dijo Hidan quien se encontraba escuchando nuestra conversación desde hace rato y nos dedicaba una sonrisa mientras me abrazaba.
- Corrección.- dijo Shun .- querrán decir, El amor es un Fastidio.- término por decir con aburrimiento y yo no me pude evitar reír y es que puede que estuviera en lo cierto, el amor es un fastidio pero luego de que superas los obstáculos podías darte cuenta de cuán hermoso era el estar enamorado.
Fin