Capítulo 02: “Incluso cuando la música se haya ido”.
La gente se había quedado inmóvil, sin saber qué era lo que estaba pasando con su ciudad, o incluso, con el mundo entero. Solo se tenía la certeza del miedo y el peligro que se hacía notar en el ambiente.
– ¿Qué rayos está pasando? – Susurró Genos, contrariado por todo aquello y también, preocupado. Desde que él había sido convertido en Cyborg sus sistemas jamás habían mostrado semejante sensación como la que le recorría en esos momentos.
Saitama sintió una pequeña emoción nueva después de todo este podía ser el reto que tanto había estado buscando, pero también había algo que no le convencía del todo. Había cierta inquietud en su pecho, algo que no había sentido desde hacía demasiado tiempo.
Sonic por su parte también sentía cierto nerviosismo por aquello que reflejaba el ambiente, pero simplemente se limitaba a mirar alrededor. Tratando de entender de encontrar el lugar del cual venía la presencia sin ningún resultado.
Un halo de luz apareció frente a ellos, en él se encontraba la figura de una chica que fue volviéndose más nítida mientras la luz desaparecía. La mujer que estaba enfrente tenía una altura similar a la de Saitama, junto con una espesa melena de cabello negro, todos los rasgos de s cuerpo eran delicados haciendo que resaltaran dos detalles en ella: Sus ojos, completamente negros.
Había una enorme gema de color negra en la mitad de su pecho. Su cuerpo era cubierto por una especie de vestido de color blanco, una sonrisa se dibujó en sus labios.
– Te encontré – Susurró observando atentamente en dirección al One Punch – ¿Quién eres? – Preguntó Genos, apuntándole con uno de los cañones de sus manos, no sabía porque se sentía tan nervioso. Pero aparte de eso había algo más, que se sentía como una roca colocada en su pecho, seguramente a eso se referían con mal presentimiento.
– Este asunto no es con ninguno de ustedes – Dijo, como si apenas estuviera notando la presencia de los otros dos.
– ¡No has respondido!
– Se corre el rumor que eres un guerrero invencible – Continuo en dirección al único que le importaba en esa conversación – ¿Eres fuerte?
– Lo soy – Respondió con el tonó neutral de siempre
– Pelea contra mí
Una extraña sensación de frío recorrió la espalda de Genos y de Sonic ante esas palabras.
– Vale, pero no aquí – Agregó poniéndose un poco serio. Podía sentir una fuerza descomunal desprender de aquella creatura y sabía que si combatían, podrían haber muchos herido
-- Será como quieras, Saitama
Aquello le había causado una tremenda incomodidad al Cyborg, no sabía la razón, pero escuchar la voz de esa mujer diciendo el nombre de su sensei le había provocado una sensación amarga y antes de que se diera cuenta había disparado una de sus armas contra ella.
Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver que el ataque se había detenido a unos centímetros se su rostro – Te dije que esto no es asunto tuyo – Esta vez, en aquella voz se escuchó un poco de molestia
El ataque estaba volviendo a Genos, por lo que el rubio se cubrió con sus brazos y cerró los ojos en espera del daño. No llegó a sentir nada por lo que abrió los ojos y se encontró con la espalda de Saitama quien estaba cubriéndole
– Si este es un asunto entre nosotros, no tienes por qué inmiscuir a nadie más
– Muy por el contrario, no quiero que nadie se meta en nuestra batalla y siento que hay molestas presencias de otras personas venir, así que – Unas extrañas criaturas de color negro con forma apenas humanoide aparecieron del piso – Pongamos una distracción para los odiosos invitados. Estaré esperándote en aquel punto – Señalo una de las montañas – Si no vienes, acabaré con el planeta en media hora – Y dicho esto, ella desapareció
– Sensei… – Genos estaba por decir algo, cuando un grito se escuchó, una de esas criaturas había atrapado a un niño. Saitama se había movido rápidamente y lo había terminado con un golpe, como siempre
– Vete de aquí pequeño, es peligroso – Dijo otorgando una pequeña sonrisa
– ¡Sensei! – Exclamó para atraer la atención del otro, quien se giró a mirarlo – No está planeando ir hacía allá, ¿verdad? – La preocupación era notoria
– Sí. Pero antes iré por mi traje – Respondió honesto
Genos bajo un poco la mirada, aquello que se alojaba en su pecho se había hecho más fuerte y más odioso, como una roca ardiendo – Entonces déjeme ir con usted
– Genos, tú y Sonic deben cuidar la cuidad
– ¡¿Ah?! – Exclamaron ambos al unísono, obviamente la idea no les agradaba ni si quiera un poco
– ¿Quién te crees para darme ordenes, calvo?
– ¿Y quién te crees tú para hablarle así al sensei?
Un temblor más fuerte que los anterio. es se hicieron presentes en aquel lugar por lo que Saitama simplemente se giró a ver al rubio
– Te lo encargo, Genos
– ¡Con cuidado, Sensei! – Respondió un poco más nervioso, aquella sensación no abandonaba su pecho y lo hacía sentir cada vez más mal…. Algo no andaba bien.
Por: Sora Jigoku