Dolía, y dolía bastante. Verlo sonreír al lado de otro chico que no era yo, verlo besarse con otro, verlo feliz con otro me estaba matando. Recordaba nuestros momentos de novios, donde todo era tan hermoso y no estaba preocupado de que algo como esto me sucedería.
Muchas veces tuve que aguantarme el echarme a llorar y poner una sonrisa falsa para evitar preguntas que no quería responder. Las preguntas de las niñas sólo lo hicieron peor, ¿Cómo diablos le explicaba a unas niñas de 7 años que su padre tenía otra familia? Era doloroso verlas triste porque su padre llamaba hijo a otro niño y le daba mimos. Sabía que ellas también querían que su padre las abrazara y les digiera lo mucho que las quería, pero eso jamás pasaría.
Me estaba convenciendo de que si era un masoquista, porque en vez de concentrarme en otra cosa, estaba ahí, escuchando como Kris le decía a Lay lo mucho que lo amaba a él y a su hijo. Escuchando lo poco que faltaba para que ellos se casaran y lo felices que estaban por eso. Sí, llámenme masoquista, porque dolía y mucho, pero ahí estaba sin moverme.
Sehun fue de mucha ayuda, me sacaba pequeñas sonrisas cuando veía que estaba muy mal y se lo agradecía un montón. Como era de esperarse él y Kris no se llevaron bien y cada vez que podían se estaban mirando con el ceño fruncido. Debido a los comentarios hirientes, pero disimulados de Kris, muchas veces estuve sosteniendo la mano de Sehun ya que de esa manera me sentía apoyado y no sentía solo.
Ahora estaba junto a Lay conversando sobre los niños, muy tranquilo ya que únicamente estábamos los dos. En verdad él era muy adorable y simpático, y me di cuenta que aunque quisiera no podría tenerle rencor a alguien como él.
-Deberíamos juntarnos más seguido.
-Por mí no hay problemas, pero creo que a tu pareja no le agrado.
-¿A Kris? No te preocupes por él, es así con todas las personas que recién conoce, pero en realidad es alguien muy dulce y atento.
-Ya veo…- si supieras que yo lo conozco hace bastante tiempo.
-Disculpa si te molesta mi pregunta, pero… ¿Tu pareja está enojado? Desde que llego que lo veo serio.
-¿Sehun? Él es así, su cara natural es muy seria que uno creería que está enojado, pero no lo está. Al contrario es muy amable y al menos conmigo es muy tierno.
-Ambos tenemos parejas que dan una mala impresión.- me sonrió y su hoyuelo automáticamente se marcó haciéndolo ver muy tierno.
-Tienes una linda sonrisa, me gusta tu hoyuelo.- esta vez fue mi turno de sonreír.
-Tú también tienes una sonrisa muy linda, tus ojos brillosos se vuelven medias lunas haciéndote ver muy hermoso.
Seguimos conversando de cosas triviales, como el clima, mi trabajo, y cosas como esas hasta que sentimos una nueva presencia con nosotros.
-Amor, ¿Te importaría quedarte un momento solo?
-¿Por qué? Estoy conversando con Luhan.
-Es que la pareja de Luhan me pidió que fuera a comprar con él, no quiere que algo le pase.
-De acuerdo, los espero acá.- me quede en estado de shock, ni siquiera me afecto que se besaran frente mío y solo reaccione cuando Kris tomo mi brazo para comenzar a jalarme a la parte de los árboles de aquella plaza.
-Me estas lastimando.- trate de decírselo de la manera más tranquila posible ya que no quería armar algún alboroto aquí, pero fui ignorado.- Yifan, me lastimas.
Siguió avanzando mientras apretaba fuertemente mi brazo con su mano, y se detuvo unos cuantos arboles más allá para recién soltarme, o más bien empujarme.
-Te dije que te alejaras de Yixing.
-Él me pidió que nos juntáramos, yo solamente acepte.
-Entiéndelo, no te quiero cerca de él.
-¿Qué me dices a mí? Si tanto te molesta que me junte con él, ve y dile que no me llame más.- me dio una bofetada y lo mire con los ojos llorosos, ¿Por qué tenía que ser así conmigo?
-Tú y tus hijas son un verdadero estorbo.
-No te metas con mis niñas, te dije la otra vez que no dejaría que ellas sufrieran por tu culpa.
-¿Esa vez que te atreviste a golpearme? No dije nada que no fuese cierto, tú eres el que le está dando falsas esperanzas a esas niñas.
-¡Son tus hijas! ¿¡Cómo puedes tratarlas como un objeto!? ¿¡No ves que las estas lastimando!?
-¡Tú te embarazaste! ¡Yo nunca las quise!
-¡No lo hice solo! ¡Si no querías que me embarazara hubieras ocupado un puto condón!- lo empuje con rabia, pero él me tomo de las muñecas.- ¡Suéltame! ¡Eres un imbécil, un bastardo sin corazón con tus propias hijas!
-¡Cállate!- me dio otra bofetada mandándome al suelo, pero me levante.- además, si mal no recuerdo tu parejita dijo que él era el padre de esas niñas.
-¿Quieres que le diga a Yixing que tú eres el padre de ellas? Y no sólo eso, si no también que estuvimos casados ¡Por muchos malditos años! ¡Decirle lo mucho que me lastimaste tanto física como psicológicamente! ¿Crees que Yixing seguiría contigo si sabe todo eso?
-Atrévete a hacerlo y veras verdaderamente de lo que soy capaz.- me sostuvo del brazo para acercarme a él, ambos estábamos con él ceño fruncido y yo solamente esperaba que mi ataque de valentía me durara un poco más.
-¿Qué más puedes hacerme? Nada de lo que hagas será nuevo para mí.
-Donde más te duele, tu punto débil, esas niñas.- tenía razón, de solo pensar que algo les pudiera pasar a mis hijas comencé a entrar en pánico.
-No le harás nada a mis hijas, no si estoy yo para evitarlo.
-Ya lo he hecho, ¿Acaso no recuerdas el día en que se fueron?
-Yifan, no te metas con mis niñas, sabes perfectamente que no soy el mismo cuando se meten con mis hijas.
-No te acerques a mi familia y yo no me acercare a tus hijas.
-Por las mías no lo haré, pero si Lay me llama para reunir a nuestros hijos no me negare.- solté mi brazo y pase por su costado. Estaba muy nervioso, pero me las ingenie para caminar rápido y buscar a Sehun.
Lo encontré viendo a las niñas jugar con la arena y me acerque a él para abrazarlo con fuerza, de verdad necesitaba un abrazo y aunque él se sorprendió, me correspondió.
-¿Sucedió algo?
-Vayámonos por favor.
-¿Por qué? ¿Qué tienes?- me alejo para mirarme y yo estaba con los ojos llorosos.- ¿Por qué tienes la mejilla roja?
-Después te cuento, pero vayámonos.
-De acuerdo, espérame acá, yo iré a buscar a las niñas.
Lo espere como me dijo hasta que llego con las niñas. Nos despedimos de los demás y fuimos al auto para irnos.
-¿Los llevo a su casa o vamos a la mía?
-¿Te molestaría si nos llevas a la tuya?
-Claro que no.- el viaje fue silencioso, únicamente se escuchaba la música de la radio pero ninguno hablaba. Antes de llegar a su departamento Sehun paso por una tienda para comprarles unos pijamas a las niñas para que pudieran pasar la noche.
Al llegar tome a Bebey en brazos ya que se había dormido y las gemelas caminaron a mi costado. Entramos a su departamento y tuve que despertar a Bebey o no dormiría en la noche.
Con autorización de Sehun fui al baño a preparar el la tina para que las niñas se bañaran ya que estaban cubiertas de tierra. Me puse en cuclillas, tocando el agua de vez en cuando para regularla. Por un lado me sentía bien por atreverme a decirle a Kris cosas que antes no me atrevía, pero por otro lado me sentía asustado de lo que él pudiera hacer.
Lo menos que quería era que él lastimara a las niñas, pero yo lo había provocado para que me amenazara con eso, era mi culpa. Mis ojos se llenaron de lágrimas por la impotencia que sentía, fue tanto así que rápidamente comencé a llorar. Siempre lo mismo, era lo único que podía hacer porque no podía enfrentarme a Kris ya que la altura y la fuerza que él tenía eran superiores a las mías, además, el miedo que le sentía también me jugaba en contra.
-¿Por qué estas llorando?- di un pequeño salto, pero no lo mire.- Luhan, ¿Qué sucedió allá?- cerro la llave del agua y me ayudo a levantarme.- no me dijiste por qué tienes la mejilla roja.
-Fue Kris, él me abofeteo. Me llevo a la parte de los árboles para decirme que no me acercara a Lay y yo le dije que envés de decirme a mí le dijera a su pareja, pero me golpeo. Comenzamos a discutir y volvió a golpearme, también me amenazo, dijo que si no me alejaba de su familia le haría algo a las niñas, estoy asustado.
-Que bastardo…- me rodeo con sus brazos y acaricio mi espalda y cabeza.- te prometo que él no le hará nada a las niñas, yo también las voy a protegeré. Tampoco dejare que te vuelva a poner una mano encima, ya no estás solo Luhan.
Me ayudo a regular el agua de la tina y me entrego tres toallas para las niñas. Lleve a las tres al baño y me entretuve con ellas mientras las bañaba, le hacía peinados locos y ellas ocupaban la espuma como barba, fue muy divertido. Cuando termine, una a una las lleve a la habitación de invitados que era donde ellas habían dormido el día de ayer y les puse el pijama para poder secarles el cabello y así evitar que se resfriaran.
-Mamá, ¿Por qué papá ya no nos quiere?
-¿No volverá?- apague el secador dejándolo a un lado y las mire, quizás sí debería decirles la verdad.
-¿Recuerdan que una vez les dije que su padre había tomado otras decisiones? Bueno, esa decisión fue formar otra familia. Yo me separe de su padre por lo que él no volverá con nosotros, pero no deben estar tristes ya que me tienen a mí.
-¿Para ti también somos un estorbo?- ver esa expresión triste hizo que mi corazón se partiera en muchos pedazos.
-Por supuesto que no, jamás serán un estorbo, ustedes son mis pequeñas monstruitos y yo las amo mucho. No quiero que vuelvan a pensar que son un estorbo ¿De acuerdo?
-Sí, mamá.- seque completamente sus cabellos y las niñas me ayudaron a llevar a Bebey a la cocina caminando, y al entrar en ella pudimos ver como Sehun botaba algo que parecía estar quemado.- ¿Qué haces?
-Me pregunto lo mismo, intente hacer algo para que comieran, pero me descuide un segundo y se quemó, así que pedí pizza.
-¿Quieres dejarme en bancarrota? Te dije que te devolvería lo que gastaras en nosotros, pero no creo que me alcance.
-Yo no te lo pedí, tú pusiste esa condición.- me sonrió tomando a Bebey en brazos para salir de la cocina hacia el sofá. Con las niñas lo seguimos para sentarnos a su lado mientras esperábamos la comida.
-Es la primera vez que la veo tan apegada a alguien que no sea yo.
-¿Celoso?
-Un poco, me estas robando la atención de mi bebe.
-Madre leona no seas exagerado, ella te adora.
-¿Por qué leona?
-¿No has visto como cuidan a sus cachorros? Siempre que te veo con tus hijas me acuerdo de una madre leona, es tierno.
La pizza llego a los 10 minutos y todos nos sentamos en la mesa para comer cómodamente. Cuando terminamos de comer lleve las niñas para que se acostaran y todas rápidamente se quedaron dormidas.
Regrese para ayudar a Sehun con todo el desastre que habíamos dejado, y mientras el lavaba los platos yo limpiaba la mesa.
-Luhan… quiero preguntarte algo sobre Kris.- deje de hacer lo que hacía para mirarlo y darle a entender que lo estaba escuchando.- ¿Hoy fue la primera vez que te levanto la mano o ya lo ha hecho antes?
-¿Por qué quieres saber eso?
-Es una duda que tengo hace bastante tiempo.
-Desde que nacieron las gemelas es que comenzaron sus agresiones, al principio fueron verbales, pero unos años más tarde comenzaron a ser físicos.
-Eso explica muchas cosas… ¿Por qué no lo dejaste?
-Todos me preguntan lo mismo. No lo hice porque lo amaba, además tenía a las niñas muy pequeñas para irme.
-Bueno, no hablemos más de ese tema por ahora, vamos a buscarte un pijama.- fuimos a su habitación, pero yo le dije que ocuparía lo mismo que tenía puesto en la mañana así que solo saco algo para él y salió.
Cuando termine de vestirme tome la ropa mía y la de las niñas para ponerlas en la lavadora junto a la ropa de Sehun. Lo vi acomodarse en el sofá y me sentí mal por haberle quitado la cama así que me acerque a él.
-Ve a tu habitación, yo dormiré acá.
-No, tú eres mi invitado, no te puedo hacer dormir en el sofá.
-Entonces… duerme conmigo en tu habitación.
-No es necesario Luhan, estoy bien aquí.
-No quiero que duermas aquí por mí, por favor ¿Me acompañarías?- estire mi mano frente a él y al ver que no funcionaba hice un puchero.
-No quiero incomodarte.
-No lo harás.- se dio por vencido tomando mi mano y yo sonreí.
Fuimos a la habitación y nos acostamos en la cama, mentiría si dijera que no estaba un poco nervioso por la cercanía, pero cuando el cansancio fue mayor ese nerviosismo se esfumo. Nos miramos un momento en silencio, pero luego ambos caímos dormidos.