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Schizophrenia-Vs-Manic Depression por JennyYiNa

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Notas del fanfic:

Este fanfic esta bajo el genero psiquiatrico por lo cual contendra temas del mismo. No conlleva fines negativos ni nada por el estilo.

Los personajes de Gravity Falls pertenecen a su respectivo creador, la historia y algunos personajes extras son completamente mios. 

Inspirado en la cancion Auditory Hallucinations - Jang Jae In y en el drama Kill me, Hell me.

 

Notas del capitulo:

Hola a tod@s!! Para los que ya me conocen, se que dije que me tomaria vacaciones pero simplemente no pude dejar escapar esta idea, perdonenme n.n. Este es mi primer fic de esta parejita y clasificacion ademas de que tambien es el primero bajo este genero (psiquiátrico), como dicen, si nunca lo intentas no sabras como pudo haber ido xD

Como dicen las notas del fic, esta historia hara mencion de ciertos temas psiquiatricos, pero dont worry, ya hice mis investigaciones y estudios, tampoco nos meteremos a tales extremos como los profesionales xD.

En fin, espero y disfruten este prologo.

Comencemos...

Esquizofrenia: Nombre genérico de un grupo de enfermedades mentales que se caracterizan por alteraciones de la personalidad, alucinaciones y pérdida del contacto con la realidad.


Sin darse cuenta, él se giró y con la jeringa en mano, el paciente ya había huido de ahí. Se regañó porque claramente le dijeron que debía tener cuidado con ese paciente. Guardó la jeringa en su bolsillo y corrió en busca de la persona. Nadie le prestaba atención pues era muy normal ver por ahí a un doctor corriendo.


Ya había corrido casi por todas las áreas del hospital y nada. Empezaba a temer. Siguió corriendo hasta que se topó con algo o alguien. Miró frente a sí y se puso pálido.


-Dipper, ¿Qué sucedió esta vez?-. Preguntó ella mirándolo con una ceja alzada esperando una respuesta razonable.


Tragó antes de contestar. -Bu-Bueno, yo estaba a punto de inyectar a un paciente cuando me volteé por la jeringa y de nuevo él, ya, ya-. Estaba tan nervioso y abrumado que no podía ni siquiera hablar con claridad.


-Bien, bien, ya entendí, estabas con un paciente y te giraste por una jeringa por un segundo y cuando volteaste él ya no estaba y ahora lo andas buscando como loco porque es un paciente del doctor Ford ¿me equivoqué en algo?-. Preguntó la joven doctora ya sabiendo la respuesta del menor.


Dipper asintió y la doctora rodó los ojos. -Yo lo siento, no pensé que realmente se fuera así en un segundo. ¡Por favor Wendy! Ayúdame a encontrarlo antes de que el doctor Ford se entere.


-¡Enterarme de qué!-. Se escuchó por detrás de los dos jóvenes médicos. Una voz ya algo mayor y dura.


Dipper giró lentamente para encontrarse con su superior, su rostro se puso más pálido que antes por el miedo. El doctor Ford lo miró firmemente y a pesar de traer sus gafas se podía notar que no tenía buen ceño. Detrás de él salió un niño que miraba algo asustado a Dipper. El joven médico hizo muecas al ver al chiquillo que le había traído problemas.


-Dipper, te dije claramente que este tipo de pacientes requieren una atención especial y tu suma vista en ellos cuando los trates-. Dijo Ford algo molesto.


-Si lo sé, ¡pero tampoco creí que con sólo voltearme un milisegundo sería suficiente para que él se fuera!


Ford suspiró y Wendy le dio un golpe en la cabeza con su palma, Dipper se quejó pero luego supo porque. Ford tomó de la mano al niño y lo encaminó consigo de vuelta a la habitación. Ya alejados Wendy decidió hablar.


-Idiota, los niños no son muy comunes aquí así que ten más cuidado. Los niños con síndrome de Alicia a veces suelen asustarse.


-Tal vez tengas razón, me miró muy grande y huyó-. Dijo tratando de burlarse de sí mismo.


La pelirroja le dio una palmada de ánimo y se fue a seguir con su trabajo. Dipper, al llegar a la habitación del paciente pudo apreciar como el doctor Ford trataba de tranquilizar al pequeño y medicarlo sin que este se diera cuenta. Pasó un rato y el niño volvió a dormir, Ford salió y se encontró con Dipper esperándolo. Sin aviso le dio un pequeño golpe en el hombro con su carpeta.


-Mocoso, ten más cuidado a la próxima. Tienes suerte que lo haya encontrado de camino para acá. Si hubiera salido a la calle habría problemas-. Algo molesto le regañó al aprendiz.


-Lo siento, usted sabe que no me llevo con los niños, los adultos son más fáciles.


-Sí, pero tienes que entender que debes aprender a atender a cualquier tipo de paciente, ya sea grande o chico. Si no puedes creo que no hay necesidad de que sigas en esta área tan delicada.


Dipper se asustó y caminó detrás de su doctor. -Pero doctor Ford, no quiero irme de esta área.


-¡Entonces aprende! ¿Qué paciente querría tratarse contigo como psiquiatra?


-Debo decirle que mis pacientes han quedado satisfechos con mi trabajo-. Dijo sonriente.


Ford le dio otro golpe con la carpeta. -No te hagas el interesante, tus pacientes sólo son casos menores, fáciles de atender. Debes avanzar a casos más altos, de otra forma nunca saldrás del estanque.


-¿Cómo se supone que lo haga si usted no me deja hacerme cargo de ellos?


El mayor lo miró de reojo, suspiró. -¡Bien! te dejaré hacerte cargo de uno, ¡sólo uno! ¿De acuerdo?


Dipper asintió gustoso, era su oportunidad de avanzar en su carrera como psiquiatra. Ford avanzó hasta su consultorio con Dipper detrás de él. Al llegar buscó entre sus documentos una carpeta con un nombre en ella, se la tendió al chico quien la tomó con cuidado y un poco de nerviosismo.


-Esos son los datos de uno de mis pacientes adolecentes. Como ves, su nombre es Will Cipher. Sufre de depresión desde que cumplió los catorce. Está bajo observación porque tuvo un momento en que quiso suicidarse no más de alrededor de un mes en su escuela. Su depresión ya era avanzada que tuvimos que intervenirlo.


-¿Depresión en ciclo maniaco?-. Preguntó Dipper mientras leía el historial clínico del chico. -Demasiadas citas al psicólogo por tres años-. Susurró lo último.


El mayor negó. -No lo ha sufrido, aún. Tememos por eso, esa fue la razón por la que lo intervenimos cuanto antes. Ha llevado el tratamiento a la perfección pero, en pacientes que ya han convivido con la depresión por mucho tiempo es muy probable que esta regrese.


-Usted teme que vuelva a sufrirla peor llevándolo a otra fase-. Comentó ya sabiendo. Su superior asintió. -¿Qué puedo hacer yo con él?


-Tú eres el médico encargado ahora, tú sabrás como hacerlo sentir mejor. ¿No que querías un reto más alto?


El joven médico cerró la carpeta. -Déjemelo a mí, verá que trataré a ese paciente como un buen amigo-. Decidido se retiró para ir en busca de su nuevo paciente.


-Confío en ti Dipper-. Susurró el mayor recargándose en su silla.



Bajó de su auto deportivo negro, miró el enorme edificio blanco frente a él. Se quitó sus anteojos oscuros dejando ver sus dorados ojos.


-De nuevo aquí-. Susurró y caminó hacia él.


Dipper iba leyendo con atención el archivo clínico, quería saber sobre su paciente para estar listo y no causar mala impresión. De repente sintió un tirón de su cuello hacia atrás. Un brazo lo ahorcaba casi y sabía perfectamente a quien pertenecía ese gesto. Con dificultad habló.


-Ma-Mabel, me estás ahorcando, no respiro.


-¡No seas tan llorón Dipper! Es sólo un súper abrazo-. Aclaró contenta la chica enfermera.


Lo soltó después de unos segundos más. El de bata se sobó su cuello mientras inhalaba aire. -Rayos, a veces me pregunto si esa fuerza de King Kong es aceptada para una enfermera.


Mabel sólo se rió sarcástica ante el comentario de su hermano gemelo. -Yo sé que te gusta que sea tu enfermera. Sin mi, tus pacientes nunca se curarían y tú estarías perdido en los diagnósticos.


-¿Sabes lo que dicen mis pacientes de ti? Molesta, completamente molesta. A veces pienso que cambiarte al área pediátrica o maternal seria la mejor opción, no, espera, maternal no o matarás a los bebés.


Mabel frunció el cejo y le dio una patada en la pierna. -¡Cállate! Acepta que soy muy buena cuidando.


Dipper se burló de su hermana y seguido ella también. Los dos tenían un sueño en común desde pequeños, cuidar de las personas importantes para ellos y de los demás. Que mejor que el mundo de la medicina, Dipper prefirió irse por el medio de la medicina general y psiquiátrica y Mabel prefirió ayudarlo como enfermera en todos sus casos. Pasaban la mayor parte del tiempo juntos en ese enorme hospital.


-Bien, volviendo ¿Quién es tu nuevo paciente?-. Preguntó Mabel tratando de mirar el nombre del paciente en la carpeta.


Dipper miró la carpeta.-Ah, su nombre es Will Cipher. Es un adolescente.


Mabel hizo una mueca, como si tratara de recordar algo. -Creo que lo he escuchado ¿paciente del doctor Ford?


Su hermano asintió, la chica puso su dedo índice en su barbilla mientras recordaba, abrió los ojos completamente.


-¡Ya sé quién es! ¡Es el que se acaba de escapar!


-¡¿Qué?!-. Gritó Dipper asustado.


-¡Si! Ya me acordé porque andaba apurada, varias enfermeras lo estamos buscando porque corre peligro.


Mabel comenzó a correr dejando a su hermano atrás. Dipper no perdió tiempo y también comenzó a correr buscando a su nuevo paciente. Si su superior se enteraba que había perdido de vista a otro lo regañaría de nuevo.


....


Se acercó a la recepción del área de psiquiatría. Miró el lugar con pacientes acompañados de sus doctores, enfermeras, familiares o simplemente solos. Le causaba un poco de tristeza ese lugar.


-Disculpe-. Llamó al acercarse a donde atendía una enfermera.


La trabajadora lo vio y lo saludó con una sonrisa. -Buenas tardes, ¿Qué se le ofrece?


-Yo, venía a ver a un paciente.


-Nombre del paciente por favor-. Pidió ella mirando el monitor esperando la respuesta.


Iba a decir el nombre pero la llegada de un enfermero la interrumpió, al parecer era de los cuidadores de los pacientes. Este le susurró algo a la joven y ella asintió inmediatamente.
Tomó el teléfono del escritorio con intención de llamar a alguien. Se estaba desesperando un poco por que la chica no lo atendía pronto.


-¡Enfermera!-. Llamó Dipper acercándose a la recepción.


-Doctor Dipper, apenas lo iba a llamar-. Dijo ella.


-Sí, si sé porque llamaría. Necesito que preparen la habitación del paciente, quiero que ¡tú!-. Señaló al enfermero. -Quiero que vengas con un compañero y me traigan un sedante enseguida, yo iré a buscarlo.


Los dos enfermeros asintieron y se pusieron en marcha de inmediato. El joven médico miró a quien estaba a su lado. Lo miró rápido pues tenía que ir detrás de su paciente antes de que hiciera una locura.


-Disculpe-. Dijo antes de salir corriendo con enfermeros detrás de él.


Bill se le quedó observando al joven médico hasta que se fue. Al parecer no lo iban a atender después de un rato, prefirió ir a sentarse a esperar hasta que las cosas se calmaran.


-¿Escuchaste? Will escapó de su habitación-. Dijo un paciente a otro mientras jugaban cartas.


Bill se intrigó al escuchar el nombre de Will.


-Es muy joven para sufrir esa enfermedad, no debe pensar de esa manera. Se pone en peligro.


Bill se levantó de su asiento, ahora comprendía porque estaban así de apresurados todos, en especial ese médico. Iría en busca de ese paciente.


....


Dipper caminaba apresurado por los pasillos de todo el hospital, pidió a los enfermeros que se separaran y ayudaran a buscarlo cuanto antes. Su celular sonó, lo sacó leyendo que era una llamada de su hermana Mabel.


-¿Qué sucede Mabel?-. Preguntó un poco apurado.


-Lo encontré.


Sintió como su alma volvía a su cuerpo. Respiró profundo. -¿Dónde está ahora? ¿Está bien?


Ella estaba del otro lado mirando por la puerta que llevaba a la azotea. El chico estaba cerca de la orilla mirando al frente, Mabel temía que hiciera algo inoportuno. Ella no podría sola, necesitaba a un experto.


-Por favor ven rápido a la azotea, tengo miedo de que él quiera hacer algo más que sólo mirar-. Susurró para no ser escuchada.


-De acuerdo, iré enseguida para allá. Tú ve y busca a los cuidadores mientras.


-Está bien.


Colgaron la llamada, por suerte para Dipper, la salida a la azotea no quedaba muy lejos de donde estaba.


Abrió la puerta con cuidado, Mabel ya no estaba en el lugar. Con la vista buscó al paciente, al verlo se asustó ante lo que veía. El chico peli azul estaba parado sobre la barrera de seguridad, debatiéndose entre aventarse o no. Con cuidado se intentó acercar a él. Ya estando a unos cuantos pasos decidió hablar.


-Disculpa, mirar la vista en esa forma es algo peligroso-. Dijo tratando de guardar sus nervios.


El joven volteó y lo miró con algo de molestia. -¿Qué es lo que quiere? ¿Viene a encerrarme de nuevo en una habitación?


-¿Eh? No, no, sólo venía aquí a tomar aire y noté que había alguien más. Pero, ¿Qué tratas de hacer?


-Suicidarme, ¿Qué no lo ve? Para ser médico es un poco idiota-. Will dio un paso hacia enfrente y Dipper alzó su mano para detenerlo.


-¡No lo hagas!-. Gritó tratando de acercarse.


Will lo miró ya fastidiado. -¡Lárguese! ¡No quiero que ningún médico me trate ya!


-Por favor, no hagas algo peligroso ¿Por qué no bajas y hablamos acerca de esto tranquilamente?


Trataba de convencerlo pero no parecía lograrlo.


-Usted no lo entiende, ¡no entiende lo que estoy sufriendo!


-¡No! Tienes razón ¡no sé qué te sucede si no me cuentas!-. Alzó la voz para que lo escuchara. Will se quedó estático mirándolo. Dipper continúo. -Es cierto que no conozco mucho de ti y no sé qué es lo que sufres pero, como médico, estoy atento y abierto a escucharte. Estoy dispuesto a ayudarte.


Will comenzó a llorar mientras se sentaba poco a poco en la barda. Dipper vio la oportunidad de acercarse un poco más hasta quedar casi de frente.


-Yo, realmente me quiero morir. No tengo a nadie, nadie se preocupa por mí, creo que es mejor desaparecer de este mundo porque así todos estarían bien.


-Y tú ¿serias feliz si desapareces? ¿Dejando todo un futuro atrás? ¿A nadie le interesas?-. Will lo miró de reojo calmando un poco su llanto. -Realmente, si a nadie le interesaras en este momento estarías muy mal. Mírame a mí, ¿tú no me interesas? ¿Dime porque estoy aquí ayudándote? ¡Porque realmente me importas y quiero ayudarte!


Esas palabras sorprendieron al chico. Miró al médico tendiéndole su mano. Dudó entre tomarla o no.


-Por eso estamos aquí los médicos, para ayudar a los demás, para ayudar a sus pacientes a salir adelante. Dame la mano y te prometo que te escucharé y seré tu amigo en tu estadía aquí. Te ayudaré a mejorar.


Siguió con la mano tendida. Will la intentó tomar pero dio un movimiento en falso y se fue de espaldas. Dipper se asustó y se apresuró a tomarlo cuanto antes.


-¡No!-. Lo logró sujetar a tiempo de su mano.


Will lo miraba con ojos llorosos, apretó el agarre e intentó subir. -No me, deje caer-. Pidió volviendo a llorar.


Dipper negó. -No lo haré. Sujétate-. Con todas sus fuerzas lo subió. Ya con el chico a salvo lo abrazó para tranquilizarlo. -Está todo bien ahora-. Dijo pasando su mano por la cabeza del menor.


-Nadie me quiere, ¿Por qué nadie me necesita? ¿Por qué nadie ve que aún estoy aquí?-. Continuó llorando.


Bill había escuchado todo, oculto, sin pasar por esa puerta. Decidió irse después de un rato antes de que los enfermeros llegaran.


Dos hombres vestidos de blanco entraron por la puerta acompañados de Mabel y otra enfermera. Dipper les hizo ademán de que le dieran el sedante para dormirlo, se lo inyectó y después de unos minutos Will quedó profundamente dormido para poder llevarlo a su habitación.

Notas finales:

Gracias por leer!! Dejen sus preciados reviews para saber que tal n.n

Las palabras curveadas seran definidas en los sig. caps. para poder entender de lo que hablan :)

Nos vemos!!! Bye bye!! n.n


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