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A Night To Forget por Daydream duet

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Notas del fanfic:

Bien este cap va dedicado especialmente a Natalia, una de las ganadoras del cast de Living a Lie, que reclamo su premio con esta extraña petición...

Este cap formara parte de la serie Lies, si ya nos conocian bien pues este es algo asi como una capitulo perdido de la historia, quienes no, pueden pasarse a leer la serie, comenzando por Living a Lie.

Notas del capitulo:

Escribir este cap fue realmente una tortura para mi, el pez muere por su boca, yo prometi un premio y aqui estoy cumpliendo jeje,

Bueno Nat, espero que disfrutes tanto como yo sufrí.

 

El día había sido realmente pesado, había acordado reunirse con Leonardo en un club para festejar su reencuentro, realmente hacia semanas que se había encontrado por primera vez desde su infancia pero las cosas habían resultado extrañamente desagradables, el maldito secretarucho con complejo de guardaespaldas que llevaba su hermano como perro faldero a todos lados le había dado buena batalla.

El idiota de Frank como lo había presentado su hermano posteriormente le había confundido con un agresor cuando el solo demostraba (tal vez de manera extraña) su amor fraternal…

-no debes quejarte…- Le había dicho Leonardo. –le has devuelto cada golpe multiplicado.

Y no se arrepentía de ello, aunque tal vez hubiera sido mejor no alterarse tanto, así no hubiera pasado por tantos problemas callando a la prensa y sobornando a los doctores del hospital para tratar las heridas de Frank y las suyas propias en silencio.

Ahora que el otro rubio había salido del hospital con todos sus huesos soldados en su lugar, el pelinegro había sugerido un borrón y cuenta nueva por lo que se reunirían esa noche para beber y pasarlo bien.

Le había roto el corazón dejar a Dilan malhumorado en la mansión Biavane, el castaño había insistido en salir con él, en acompañarle como regularmente lo hacía, pero explicar la existencia de un hermano y su extraña relación familiar no era algo que deseara por lo que simplemente actuó como un verdadero idiota y le había dejado saliendo a escondidas para que Margarethe no le pillara y le pidiera explicaciones de nada.

 

La verdad es que no le apetecía nada tener que ver de nuevo al estúpido de Frank pero siendo insistencia de su hermanito no había podido negarse, eso no ayudaba a su humor y cuando entro en el lugar y los encontró sentados en un reservado con el rubio sonriente que cabio su expresión a una extremadamente hostil en cuanto lo vio le dieron ganas de mandarlos a la mierda y regresar a jugar video jugos con Dilan.

Con expresión de fastidio se acercó a la mesa, saludando con un abrazo a su hermano y dirigiendo una mirada de odio a Frank.

Las botellas comenzaron a llegar y con ellas el ambiente pareció comenzar a relajarse, al inicio Leo había intentado encontrar un tema en común donde pudieran integrarse los tres pero había perdido las esperanzas al poco tiempo, Frank se dedicaba a escanear el lugar y se limitaba a asentir o a proferir monosílabos cuando era inevitable, Max estaba ignorando al otro rubio por completo y se centró en ponerse al día con su hermano.

Leonardo había recibido una llamada repentina, estaba en proceso de candidatura y no había manera a que se negara a una petición del representante del partido, volvió donde los dos rubios dispuesto a disculparse con Max e irse con Frank pero al llegar y notar el mal estado de su hermano y conociendo en ese momento la situación en su casa de acogida y el hecho de que había salido sin permiso se lo pensó y termino dando la orden a Frank para llevarle a casa.

Así había comenzado un verdadero desastre.

 ***

Frank termino de despedir a su jefe, le entrego las llaves del auto y le prometió hacerse cargo se su hermano, Maximilian no era de su particular agrado pero si era una orden de su jefe no tenia más que hacer que obedecer, y lo haría, regreso dentro del club para convencer a Max que era hora de irse a casa pero al llegar al reservado no había nadie ahí, escaneando el lugar con la mirada lo encontró sentado en la barra, rodeado de un grupo de chicas y chicos que le incitaban a seguir bebiendo, para cuando alcanzo la barra, sobre esta se encontraban mas de 6 vasos vacíos de diferentes bebidas, observo interrogativo al rubio pero este solo le dirigió una mirada de desprecio antes de seguir el juego con sus nuevos amigos, para cuando termino la ronda de 9 cocteles el chico que competía con Maximilian prácticamente dormitaba contra la barra, si algo podía reconocerle Frank a Max era que además de fuerza bruta parecía tener buena resistencia al alcohol.

El ojigris le pesco mirándole de más a lo que Frank reaccionó sonrojándose un poco, Max había notado la mirada insistente de Frank sobre él y después de que pasara la sorpresa inicial y con una mirada de maldad comenzó a presentar a Frank con sus nuevos amigos y como si no hubiera sido el quien iniciara con la idea todos comenzaron a instar a Frank para que compitiera con Max.

Max admitía que en ese momento estaba siendo demasiado infantil pero le no le dio importancia, quería demostrar su superioridad con respecto a ese rubio prepotente que se las daba demasiado creído para ser nada mas que un secretarucho de cuarta.

-Vamos Frank, me dirás que te asusta el alcohol, será que no tienes buena resistencia o será tal vez que tu amo te prohíbe divertirte??

No era la primera vez que Max le llamaba perro, ni que hacia alusión sobre ello, Frank no era un hombre visceral, su trabajo le exigía mantener su mente fría para tomar las mejores decisiones, su lógica le decía que no debía acceder a aquel ridículo juego y la mirada de Max le corroboraba que no resultaría nada bueno pero ese ultimo comentario acompañado de los gritos y ánimos de los chicos que le acompañaban y que parecían haberse multiplicado en los últimos minutos le picaba en el orgullo Y Frank tenia demasiado de eso.

Aprovecharía la situación para poner en su lugar al engreído ojigris y tal vez solo tal vez podría cobrarse algunas de tantas d las que en el corto tiempo de conocerse le había hecho Max.

Accedió acallando a la pequeña multitud a su alrededor y tomando asiento en el banco continuo a Max donde alguien ya se había encargado de retirar al contendiente anterior.

-Eso… ya decía yo que no podías ser un simple perro faldero que se limita a obedecer ordenes.

-Cállate Maximilian y empecemos.

-Que ansioso… jeje, esta bien pero hagámoslo mas interesante, todos aquí estarán de acuerdo en que llevo una desventaja por mi partida anterior, no te pediré que iguales mi consumo pero que tal si para hacerlo un poco mas parejo te tomas 4 antes de iniciar.

La aprobación de los ahí reunidos y del mismo bar-tender no le dejaron más opción, uno tras otro Frank vació los cuatro vasos que el muchacho de la barra puso frente a él y cuando el publico pareció satisfecho y por una insistencia del ojigris a hacerlo mas entretenido que la partida anterior, en lugar de 9, les fueron servidas 12 bebidas a cada uno.

Las doce bebidas mas fuertes de lugar comenzando por la de menor concentración alcohólica hasta la llamada mata dioses, supuestamente a lo que contaba el bar-tender nadie sobrevivía a la 12, el ganador se determinaba por la cantidad de pasos que lograba dar el individuo después de haberla ingerido, el record eran 3 pasos, por lo que el que avanzara más sería el ganador y tal vez con mucha suerte romperían el record del lugar.

Tan proclamada hazaña había logrado atraer la atención de la mitad de las personas en el lugar por lo que el dueño quien de alguna manera se había enterado decidió convertirlos en el espectáculo de la noche, despejando la pista frente a ellos y logrando que todos tuvieran su atención en ellos.

Maximilian parecía estar complacido por la atención y a Frank le agrado la idea de dejar a ese arrogante rubio humillado frente a todas aquellas personas.

***

Los primeros 3 tragos pasaron sin ser percibidos, los siguientes cuatro dejaron un estado de letargo en ellos, los tres siguientes, ya les tenían inevitablemente mariados, no solo era lo que estaban bebiendo (que era lo mas fuerte del menú) antes de eso Max ya había tenido una competencia bebiéndose 9 tragos que Frank compenso con 4, pero mas temprano aún cuando habían estado con Leonardo habían, entre los 3, vaciado dos botellas de whisky, todo eso junto pasa factura aunque fuesen gladiadores de la bebida como se consideraban a si mismos, el onceavo trago les había aletargado y cuando el 12avo estuvo frente a ellos, la gente comenzó a vitorear y a ponerse como locos, ese era el decisivo y recordar la motivación de humillar públicamente al otro les dio la fuerza para tomar de golpe la ultima bebida, cuando los vasos resonaron vacíos contra la barra, el lugar quedo en completo mutismo, parecía que incluso la música se había puesto de acuerdo por el cambio en la canción había sumergido el lugar en silencio total.

Mirándose desafiantes se habían puesto en pie y con la atención de todos comenzaron a caminar rumbo a la pista…

Un paso…

Dos…

Tres…

Cuatro…

Habían rompido el record del lugar, pero cada uno estaba tan concentrado en no caer y se mantenían en pie por pura fuerza de voluntad que cuando los observadores rompieron en gritos de emoción fueron arrastrados con vértigo de regreso a la realidad, ambos rubios sonrieron ante la misma idea, habían ganado, pero giraron sus rostros para toparse con la verdad, ambos estaban de pie y habían recorrido la misma distancia… la testosterona les alentó a seguir el recorrido y cuando ambos habían atravesado la pista que obvio que ninguno perdería, todos estaban sorprendidos y los vitorearon por igual, innegables héroes del alcoholismo pero ninguno pudo disfrutarlo.

Frustrados por el resultado se dejaron caer en el reservado, pidieron una nueva botella y olvidándose por un momento de su rivalidad simplemente bebieron por puro despecho.

***

Todo estaba pasando demasiado rápido, Max a penas y era consiente de ciertos flashazos de lucidez, de un momento a otro habían abandonado el club y ahora se encontraban en la residencia privada de alguno de los sujetos que habían conocido en el club, dentro de aquel amplio departamento todo se veía a través de humos de colores, a esas alturas puede que indirectamente ya hubiera consumido mas de un par de diferentes psicotrópicos fumables, a lo lejos entre un par de chicas que ya le tenían con la camisa completamente abierta y que parecían disfrutar de su piel como si fuese un bocadillo, estaba Frank, que parecía estar disfrutando bastante de las atenciones de aquellas féminas, el rose en su entrepierna y el latigazo de placer que este le produjo lo llevo a darse cuenta de su propia situación, un muchacho mayor que él le observaba con lujuria mientras su mano seguía provocándole oleadas de placer, definitivamente no estaba en sus cabales, ya no podía pensar, solo sentir, fumo del cigarrillo que el extraño le ofreció y se dejo llevar por las sensaciones.

El siguiente flashazo vino de manera forzada cuando fue bruscamente jaloneado por alguien y perdió el calor del cuerpo ajeno, sacudió la cabeza en un intento por ordenar sus ideas y capto el desorden a su alrededor, en seguida el dolor del agarre el su brazo lo hizo notar que quien le sujetaba no era otro que el rubio perro faldero de su hermano, llevaba el cabello revuelto, las pupilas dilatadas y respiraba agitadamente, volteo en dirección al sitio que había estado ocupando momentos atrás y sobre el sofá una maza de varios cuerpos se revolcaban en una clara orgia, el calor subió a su mejilla pero se tranquilizo un poco al notar que aunque abiertos, sus pantalones seguían en su lugar, su mirada volvió hacia Frank.

Frank había semi-reaccionado al sentir el hielo que una de las chicas que tenia encima paseaba sobre uno de sus pezones, tenia una dolorosa erección siendo atendida por los carnosos labios y la húmeda boca de una morena entre sus piernas mientras la otra seguía paseando el hielo sobre la piel de su torso y abdomen, le gustaba, estaba disfrutando bastante y entonces lo vio, mas adelante en medio del nudo humano en el sofá una cabellera rubia de un tono más claro que la suya, de repente recordó al hermano mayor de su jefe, a quien se suponía tenia que cuidar y llevar a casa, aunque quería no podía recordar donde estaban o como habían llegado ahí pero la escena frente a él era tan explicita… se obligo a pelear contra la excitación que esta le provocaba, se puso en pie alejando a las mujeres que aunque mostraron una mueca de disgusto se pegaron entre ellas dejándolo fuera del juego con mucha facilidad, se acomodo la ropa interior y los pantalones y comino tambaleante hasta que pudo distinguir al sujeto que debía de cuidar, seguramente que a su jefe no le gustaría enterarse que en lugar de su cama Frank le había llevado hasta una orgia, con un impulso de racionalidad pescó el brazo del ojigris y logro sacarlo de debajo del cuerpo de otro hombre.

 

Al observar a Max se dio cuenta de que este probablemente estaba peor que él, ninguno de los dos estaba en condiciones de pensar con claridad para poder marcharse a casa o siquiera a un hotel, pero permanecer en ese lugar donde el olor combinado de mariguana y crack  en el aire era prácticamente visible no era tampoco una opción, con un acopio de fuerza se obligo a avanzar a través del lugar, abrió la primera puerta que encontró y dentro de la habitación se desarrollaba otra orgia, Maximilian dio un paso dentro como metal atraído por un imán y Frank le jalo con más fuerza arrastrándolo por el pasillo, la siguiente puerta era de un baño, el lugar mas desagradable que Frank hubiera visto en toda su vida, la ultima puerta estaba fuertemente cerrada, tenia que ser una habitación importante, Frank rogó por que fuera un dormitorio, con un golpe sordo de todo su peso contra la puerta esta cedió, efectivamente era una habitación, la cama con dorcel le daban la impresión de que era la recamara principal, Max caminó por si solo dejándose caer sobre el colchón mientras reía como loco maniático, Frank no sabia por que pero se había contagiado de la risa y su pensamiento se estaba volviendo a nublar por la cantidad de porquería que había consumido esa noche, con los últimos rastros de su conciencia atino a tomar la cilla de madera que descansaba en la esquina de la estancia y atorar con ella la puerta cuya cerradura se la había cargado en la arremetida para abrirla.

Se sentía mareado, y eufórico, probablemente los cocteles servidos al llegar al departamento contenían algo mas que simple alcohol y agua de colores, se tiro del otro lado de la cama, aún riendo como idiotas, aquello era desesperantemente inevitable, se giro para ver al ojigris, este se encontraba paseando sus manos sobre su propio cuerpo y mezclando suspiros y jadeos junto con la risa, Frank se sintió por un momento atraído, la nublazón en su cabeza se apoderaba de todos sus pensamientos dejándolo únicamente con las sensaciones.

Todo pensamiento racional había desaparecido de sus cabezas, Max quedo atrapado en los ojos azules de Frank, un impulso salido de sus meros instintos carnales lo llevo a alejar la mano de su pecho para llevarla a tocar el abdomen marcado del hombre frente a él, el contacto provoco una descarga de placer en Frank, repentinamente recordó su excitación y la doliente erección en sus pantalones.

Repentinamente todo a su alrededor desapareció, no eran ellos, no había nada, simplemente se entregaron a las sensaciones mientras las manos tocaban cuanto podían del cuerpo ajeno.

Primero las caricias se concentraron en la piel expuesta, simplemente complaciéndose mutuamente, pero después la urgencia de más urgencia los llevo a profundizar con sus deseos tal vez no era su intención pero ninguno podía evitarlo.

Max paseo sus dedos recorriendo desde la marcada clavícula hasta pasando por el firme pecho rozando un pezón duro y excitado, bajando por la línea marcada entre los abdominales hasta alcanzar la cinturilla de los pantalones, el jadeo que profirió Frank cuando sus dedos jugaron con el borde inspiraron a Max a jugar con  el botón y el cierre hasta tenerlos abiertos, el miembro duro y palpitante del ojiazul luchaba contra la resistencia de la tela de los calzoncillos.

-Eso debe doler…- Max no reconocía su propia voz, era extraño y el mundo se mecía a su alrededor y el estupor en que se encontraba era reconocido en su subconsciente, pero el desgraciado estaba bastante perdido y confundido debido al alcohol y las drogas.

-Puedes jurar a que sí.-

Después de aquello si alguno dijo algo más el otro no lo escucho, el cuarto giraba en torno a la cama pero ellos se sentían en el ojo del huracán, no importaba si todo era un error o un desastre simplemente se entregaron al placer.

Se habían tocado, mutua y completamente, la ropa que llevaban había desaparecido hecha nudos en algún lugar de la cama o el suelo, los jadeos y gruñidos se multiplicaban con cada segundo pero ninguno había alcanzado el orgasmo, era claro que algo faltaba, los ojos de Max se posaron sobre los de Frank y ambos entendieron que era lo que faltaba, una alarma interna en el cerebro de ambos gritaba que aquello seria el error mas catastrófico de sus vidas pero mandaron esa vocecita a perderse en lo mas profundo de sus mentes y la ahogaron en la calentura que sentían en aquel momento.

Sus rostros se acercaron con cautela, las respiraciones entrecortadas, cerraron los ojos y se perdieron, el primer contacto fue tímido, como dos adolescentes dando su primer beso pero después el calor, la urgencia, la excitación y las sensaciones los envolvieron, aquella era una batalla de voluntades, ambos querían dominar sobre el otro.

Frank llevo su mano al miembro del rubio, acariciando y luego apretándolo, Max jadeo dándole la oportunidad a Frank de meter su lengua en la cavidad del ojigris y haciéndose con el control de aquel intercambio de saliva.

Frank aprovecho la oportunidad y el disparo de testosterona para subirse sobre el cuerpo de Max quedando con sus rodillas a ambos lados de las piernas del otro, Max intento cambiar posiciones comenzando a forcejear, allí en la cama una extraña batalla se llevaba a cabo, entre besos, caricias, empujones y movimientos de lucha cada rose les excitaba mas.

 

Un movimiento clave de Max los dejo a ambos en el suelo, tambaleantes, agitados, excitados se pusieron en pie, una arremetida brusca de Frank los dejo contra la pared, la espalda del ojigris chocaba contra la fría textura de la pared, el caliente abdomen del ojiazul presionaba contra el suyo, Frank era de su propia estatura, tal vez uno o dos centímetros más, Max intento golpearlo en la mandíbula mientras los movimientos para liberarse solo lograban más fricción entre sus cuerpos, su ataque no llego a su objetivo, Frank intersecto su puño antes de que alcanzara su cara y con fuerza bruta lo estampo contra la pared por encima de la cabellera más clara.

-No pienses que volverás a golpearme… aprendo rápido, no volveré a subestimarte solo por tu cara bonita.- Un nuevo movimiento del ojigris con su mano libre y exactamente el mismo resultado.

Jadeante Maximilian dejo de resistirse por un momento, relajo los músculos y sopeso la situación, sus manos sobre su cabeza firmemente sujetas por las de Frank, la presión del cuerpo de este sobre el suyo, sus esfuerzos vanos por liberarse haciendo estragos en su excitación… y hablando de excitación, su mirada bajo a través de la columna del cuello, el firme pecho y el abdomen marcado hasta llegar a su entrepierna, tan erguida y dura como la de él mismo, volvió su mirada a los ojos contrarios por el mismo recorrido de aquella bronceada piel, casi morena por efecto del sol.

-Has admitido qué soy bonito… será qué te gustó.- Max usó un tono ronco y sugerente, sus ojos con una chispa de picardía y  remató con sus dientes apresando su labio inferior.

-No te hagas creencias que no son… me gustan las mujeres.- Una sonrisa coqueta asomando en sus labios.

-Estas bastante excitado conmigo como para que te molen solo las chicas.

-No te emociones fue el trabajo de un par de nenas allá afuera.- Con un movimiento de cabeza había indicado la puerta de la habitación.

-Yo podría hacerte correr si quisiera.

-qué? Menearías el trasero como una zorra para mi? Quisiera ver eso?

-Me estas retando?

-Eres un pervertido de mierda, estoy seguro que no lo lograrías y terminarías corriéndote primero como una zorra barata.

La expresión prepotente de Frank fue suficiente, el de ojos azules había bajado la guardia al notar más calmado al otro y Max  se provecho de ello en ese momento para zafar hábilmente una de sus manos, pasarla por el cuello del contrario, enredar sus largos dedos en la cabellera rubia y atraer con fuerza la cabeza de Frank hacía la suya hasta que sus labios estuvieron lo suficientemente cerca como para devorarlos, esa era su respuesta.

 

La acción tomo completamente desprevenido a Frank quien por un momento simplemente se dejo hacer sin saber como reaccionar, Max estaba restregando su cuerpo contra el suyo mientras volvía el beso cada segundo más demandante, su erección rozaba dolorosamente contra el abdomen y la propia entrepierna del otro, sus pensamientos eran nublados por una cortina de profundo placer y los instintos más caníbales se apoderaron de todo su ser… lo necesitaba, necesitaba correrse y solo había una manera de que lo lograra.

Con fuerza y bestialidad tomo a Max por los hombros y sin romper aquella batalla de labios, lenguas y saliva lo dirigió hasta que sus piernas chocaron con la orilla de la cama, se separo observando el mismo deseo en los ojos ajenos y sin un toque de delicadeza empujo al ojigris para que quedara tendido sobre el desorden de sabanas.

Max era lo suficientemente fuerte y hábil para sacarse a Frank de encima cuando este volvió a rodear su cadera con sus piernas y se posiciono de a cuatro sobre su cuerpo, pero no lo hizo, el también lo quería, iba a ganar ese reto como fuera y de paso se haría un favor atendiendo a su propia excitación.

Frank se dejo caer aplastándolo con todo su peso mientras las manos grandes recorrían sus costados y la boca demandante pasaba por su boca, bajando a su cuello, mordiendo y chupando, bajó mas hasta alcanzar uno de los pezones y presionarlo entre sus dientes, la mezcla de dolor y extremado placer provocaron que Max profiriera un ronco y gutural gruñido, Frank sonrió complacido e hizo lo mismo con el otro pezón.

Cuando dejó ambos completamente excitados se tomo un minuto para observar a su adversario en aquella extraña batalla, Max estaba con los labios entreabiertos, respirando pesadamente, tardó un momento en abrir sus ojos, en ellos una mirada traviesa, haciendo uso de su fuerza y torpe coordinación, que solo fue efectiva debido a que Frank estaba tan atolondrado como él, invirtió sus posiciones capturando las manos de este entre la cuenca de sus rodillas, luego con lenta determinación devolvió lo que acababa de obtener.

Poco a poco a la fuerza y brutalidad fue bajando, los golpes se convirtieron en caricias, y los besos perdieron el dominio para llenarse de pura pasión, Frank paseo sus manos desde la nuca hasta el trasero de Max estrujándolo con fuerza, Max chupo el lóbulo de su oreja y luego lo mordió con cuidado, eso fue la gota que derramo el baso en Frank, invirtió posiciones, separo las piernas del ojigris y se posiciono entre ellas, por un momento se miraron a lo ojos y Frank condujo su miembro a la entrada de Max.

-Eres bruto? O qué mierda te pasa?- Max había gritado y se había removido hasta liberarse por completo.

-Pero qué…?

-Estas loco si tu…

-No habías dicho que lograrías que me corriera..?- La mirada de triunfo en los ojos azules causo estragos en el orgullo de Max, aquello no podía estarle pasando a él… bueno es como si fuera virgen y además estaba su orgullo en riesgo.

-Tienes que prepararme imbécil- Dijo derrotado.

Frank tomo un momento para entender y luego dirigió una mirada interrogativa a Max, este le fue dando indicaciones paso a paso y Frank las siguió con desesperación, prolongar el deseo durante tanto tiempo les estaba resultando demasiado doloroso a ambos.

Cuando Frank termino la preparación y estaba nuevamente en su posición entre las piernas de Max preguntó…

-Estas seguro?, podrías simplemente darme la victoria ahora…

-Jamás me retracto y yo nunca pierdo.- Fueron las únicas palabras de Max, Frank busco duda en sus ojos pero lo que había en ellos era pura y absoluta maldad rodeada de lujuria.

Frank no dudo más, ambos se entregaron al placer, algo en sus cuerpos les exigía y los impulsaba, todo aquel día había un efecto domino de un error tras otro pero suspirando y gruñendo en aquel momento ninguno lo sabía.

Al día siguiente la situación sería diferente.

***

El extremo dolor de cabeza, los mareos, el vértigo y esa angustiante sensación de vomito le arrancaron el sueño de golpe, necesitaba llegar al baño antes de hacer un desastre en su habitación , se incorporó como pudo y recorrió el lugar con los ojos cerrados hasta que impactó con algo solido, abrió los ojos ahora mas adolorido que antes para descubrir que aquella no era su habitación, la incertidumbre lo abordo por un momento pero desapareció casi al instante debido a las constantes nauseas, busco con la mirada hasta dar con la puerta que creyó llevaba al baño y prácticamente corrió para desplomarse de rodillas frente al retrete y comenzar a devolver todo lo que había en su estomago…

Fue hasta jaló la palanca y escucho un gruñido proveniente de la ducha que las alarmas sonaron en su cabeza, desorientado dirigió su vista a la regadera y poco tiempo después la figura de Frank recorrió la puerta dejándose ver con solo una toalla rodeando su cintura.

-Pero qué?

-Deberías bañarte también, supongo que la ropa de Leonardo debería quedarte, te la traeré en un momento.

Con la duda en todo su esplendor Frank salió cerrando la puerta del baño tras él y dejándole solo, Max bajo la tapa del inodoro y se dejo car sentado sobre él, en el momento un dolor punzante recorrió su espalda baja.

 Fue hasta entonces qué noto que se encontraba completamente desnudo Aquello era una mala comedia de qué paso ayer?

Se apresuro a ducharse cuando todos sus intentos por recordar o que había sucedido la noche anterior fueron infructuosos.

***

Frank había despertado temprano, con el dolor de cabeza y esa inconfundible sintomatología de resaca, después de abrir los ojos y escanear la habitación y sobre todo la otra figura en la cama y las circunstancias que la rodeaban decidió que no había que ser un genio para imaginar lo que había pasado incluso si no podía recordar nada después de ese maldito y endemoniado duodécimo trago, buscó su ropa en la habitación encontrando solo los pantalones, se los puso y camino hacia la puerta que se encontraba solo trabada por una silla de madera, la abrió y  las locaciones continuas le confirmaron que no estaban en ningún lugar conocido, el sitio era aun u mayor desastre que la habitación, cuerpos desparramados y dormidos por todo el lugar, escaneo con la mirada entre los cuerpos desnudos o semi-vestidos, recorrió por completo todo el departamento hasta dar con su saco y camisa, los tomo y buscó su teléfono en el bolsillo interior del saco, luego contacto con el antro-bar en el que habían estado la noche anterior, los encargados fueron muy amables al darle detalles de lo que habpian presenciado la noche anterior, y con cada nuevo conocimiento Frank estaba seguro que no quería saber más, se dirigió a un ventanal y corroboro la vista, luego esculcó un par de cajones hasta encontrar un documento con la dirección del lugar y mando traer su auto, la noche anterior Leonardo se había llevado el auto de Max dejándoles solo el de ellos, en el traía siempre una maleta con un cambio de ropa.

Mientras esperaba por su auto, Frank siguió analizando el lugar, los cigarrillos y el fondo del contenido de las copas, si ellos se habían estado divirtiendo en aquel lugar ahora entendía el por qué del desastroso final… no solo el gran consumo de alcohol, sino que mariguana, coca, éxtasis, crack … había de todo en aquella habitación era normal que no recordaran nada y probablemente la gente ahí tirada pudieran despertar hasta bien entrada la tarde.

Después de que le entregaran su coche regreso a la habitación donde había dormido, la imagen del cuerpo desnudo sobre la cama le atormento y afecto de sobre manera, sacudió su cabeza tratando de librarse de los pensamientos eh ideas que le venían, logrando empeorar su resaca, el chico que le trajera el auto le había entregado en las manos además de las llaves la maleta con ropa, se dirigió al baño a tomar una ducha, un tiempo después escucho las arcadas fuera de la ducha y luego el jalón a la palanca y el agua calentándose de más quemando su cuerpo.

Al mal tiempo darle prisa.

Frank se enredo la toalla en la cintura y salió para confrontar a Max, sin embargo al verle y escucharle se percato que posiblemente el rubio tampoco tenia ni la menor idea de lo que había ocurrido la noche anterior, tal vez así era mejor, le indicó que se bañara y salió lo más rápido que pudo del baño, aquel pequeño y enredado espacio con dos hombres dentro y prácticamente desnudos le causo nauseas, aunque tal vez fuera solo efecto de la resaca.

Cuando ambos estuvieron cambiados y medianamente decentes, salieron del lugar apresuradamente, cuando Max trato de preguntar sobre lo ocurrido, teniedo claramente sus propias teorías Frank lo callo y simplemente se excusaron con estar completamente drogados.

Ninguno quería confirmar sus sospechas, seria mejor dejarlo así.

Era algo que ambos preferían ignorar y así lo harían, allí no había ocurrido nada, esa noche jamás había pasado, nunca fue, no existía.

 

Notas finales:

Sufri... esto nunca debio pasar jeje...

igual como siempre, dudas y comenarios pueden dejar su review,

les adelanto que como premio y peticion de otra de nuestras ganadores del cast estamos trabando en la version sin mentiras de la historia, es realmente interesante como se desarrolla en esta nueva version las cosas..

Daydream Duet


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