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DONCEL (KIBANARU) por Jessie Inuzuka

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El castaño llego sin demoras al hospital, tan pronto averiguo donde estaba su novio se dirigió hasta aquella habitación, buscaba con desesperación mientras corría por el pasillo el número de habitación que le habían indicado. Por fin había logrado encontrarla, se paró frente a la puerta tomo la cerradura de la puerta y entro decidió.

Kiba no estaba preparado para escuchar aquella noticia, si tan solo hubiera sabido antes que al entrar a la habitación del hospital donde se encontraba Naruto, recibiría una de las noticias más alegres de su vida pero a la vez mas inesperada.

Naruto seguía tan sumergido en sus pensamientos, seguía buscando las palabras adecuadas, era tanto aquella labor, que no noto que alguien había entrado a ese lugar.

El calor y la sensación del tacto de unas manos que tomaban las suyas lo saco de aquel transe, inmediatamente antes de mirar aquella persona sabia de quien se trataba, había tomado de la mano tanto aquella persona, aquellas manos habían recorrido tantas veces su cuerpo que conocía cada milímetro de ellas.

Tomo un bocanada de aire y se dispuso a mirar a los ojos aquella persona, esperando lo mejor, dispuesto aceptar lo que tuviera que pasar aquella noche.

 

-Llegaste- El rubio miro a su novio, quien mantenía una cara de preocupación al ver a su amado recostado en la cama de un hospital.

-Vine tan pronto supe- Se acercó hasta los labios de su novio para darle un cálido beso.

Aquel contacto izo que Naruto se percatara del tallón que su novio portaba en su mejilla izquierda, aquello era lo que parecía un golpe.

-Veo que ya hablaste con la abuela- Vieja loca pensó para si el rubio.

-Así es parece que no te sorprende- El castaño tocaba su mejilla, aun le dolía, después de todo aquel golpe se lo había dado la mismísima Hokage, pero aquello no importaba lo más importante para él era Naruto.

-Kiba, yo-  El rubio paro, la verdad no lo que estaba a punto de decir no tenía sentido, rallaba en la locura, como decir aquello.

-Que pasa Naru- Kiba recargo su cabeza sobre el pello del rubio su voz se escucha bastante triste.

-Estoy embarazado- El rubio no busco más y simplemente lo sintió, pudo sentir como su novio aun en su pecho, comenzaba a soltar ligeras risas.

Naruto comenzó a explicarle todo lo que Tsunade la había dicho, le explico que era un doncel y los más importante que él era uno de ellos.

Kiba escuchaba las palabras del rubio, trataba de analizarlas, pero aquello era una locura, su cara era la de un total incrédulo.

-Naruto, mírame a los ojos y repítemelo. Kiba miro directo a los ojos a su novio, su tono era serio.

-Estoy embarazado, seremos padres- Naruto cumplió lo que el castaño le había pedido.

Un silencio incómodo y profundo se apodero de la habitación, aquello asusto al rubio. Por su parte el castaño se dio cuanta por los ojos de Naruto que aquello era verdad.

-Comprenderé si tu no,,,,- La horacion de Naruto fue interrumpida por los gritos del castaño.

-Voy a ser padre, voy a ser padre, SIIIIII- Kiba comenzó a gritar y a saltar no lo podía creer, una fuerte descarga de felicidad se apodero de su cuerpo.

Naruto sonrió al ver a su novio gritar y saltar de la alegría, por un segundo temió lo peor, pero eso ahora estaba descartado.    

No lo puedo creer Naruto, en verdad es genial-

-Si es algo inesperado-

-Es decir sabía que era todo un semental, pero soy tan bueno que puedo hacer hasta lo imposible- El castaño soltó aquella broma.

-Y que lo digas eres todo macho alfa en la cama- el rubio reía por la broma de su novio.

Kiba llevo su mano hasta el estómago del rubio, la acaricio y le dio un largo y apasionado al chico.

-Gracias Naruto, por hacerme el hombre más feliz del mundo- Loa sonrisa de Kiba le decía todo al rubio.

-Soy yo quien está agradecido, gracias a ti y este bebe nunca más volveré a estar solo-   Puso la alama de su mano sobre la mano de Kiba quien a su vez aun la tenía en el estómago de Naruto.

Estaban a punto de iniciar una sesión de besos, per una enfermera interrumpió, diciendo que Kiba debía retirarse.

-Mañana vendré a verte- Aprovecho el poco tiempo que quedaba para darle un último y fugas beso.

-Gracias Kiba-

El rubio miro salir a su novio por la puerta de la habitación. Ahora estaba más calmado, se dispuso a dormir estaba agotado, después de todo que te digan que estas embarazo no es para menos. Una enorme sonrisa lo acompaño en sus sueños.

El castaño brincaba por los techos de Konoha, su energía era más de la habitual, estaba demasiado contento, las cosas no podían ser mejor la persona que más amaba en este mundo le daría un hijo, con toda esa felicidad siguió impulsándose bajo la luz de la enorme luna, hasta su casa.

Esa noche no pudo dormir, era tana su emoción que simplemente no pudo hacerlo, se sentó en el marco de su ventana a mirar la luna he imaginar una vida con Naruto y su hijo.

Ala mañana siguiente durante el almuerzo con su madre y su hermana, Kiba les explico el por qué estaba Naruto en el hospital, las mujeres lo escuchaban atentas, no entendían a qué quería llegar.

-Así que por tal motivo, Seré padre- Lo próximo que el castaño miro fue el puño de su madre que se estrellaba contra su cara, callo rendido por el golpe hasta le suelo.

-Mocoso, creí que tus reuniones con Naruto eran platicar toda la noche- La medre de Kiba estaba cabreada.

-Platicas muy interesantes- El castaño se incorporó con el pensamiento de por qué todas lo golpeaban solamente a él.

Hana simplemente reía, la idea de ser tía le agradaba mucho, aunque el método fuera poco ortodoxo.  

-Bien hecho hermano- La chica seguía con su burla.

-Tirándose de Naruto, bien por mí- Su madre añadió mientras voltea su vista hacia otro lado.

-En serio, gracias madre-

-Solo te advertiré, que cuides de Naruto de y de mi nieto-

-Así será-

Salió de su casa, paso a la florería de Ino y compro un enorme ramo de rosas, se dirigió al hospital con una sonrisa enorme, entro a la habitación de su novio.

-Hola Naru, esto es para ti y esto para ti – Le entrego las rosas a Naruto y después dio en beso al estómago del chico.

-Gracias Kiba, son preciosas, no me darás un beso ama también- sin demoras, su demanda fue cumplida.

Tsunade entro a la habitación, se acercó a la camilla, hizo un puño con su mano derecha, lo que ahuyento al moreno al otro lado de la camilla, no se arriesgaría a más golpes.

-Abuela porque golpeaste al padre mi hijo- Reclamo el rubio.

-Se merece so y más- La mayor reía.

Kiba sudaba enfrió, escuchar aquellas palabras de la hokage era amenazante.

-Lamento mucho lo de ayer Kiba, es solo que me preocupo mucho por Naruto-La mayor se disculpó.

-Gracias Tsunade-Sama_ Kiba reverencio.

-Vine a decirles que ya puedes salir de hospital Naruto-

Kiba esperaba fuera de la habitación, por fin la puerta se abrió y su novio rubio salió con su ropa puesta.

Llevo al rubio hasta su departamento, Kiba inmediatamente puso pies arriba todo el lugar, ordeno de manera impecable todo, la habitación de Naruto el dejo de tal manera que el rubio pudiera moverse, saco algunos pocos muebles.

Ya una vez terminado cayo rendido en el sofá en que su novio simplemente lo veía a lo lejos con una enorme gota de sudor en su frente, era la primera vez que veía así a Kiba, pero le agradaba ver como el castaño se preocupaba por la comida del rubio.

-Ufffffff por lo que veo hace mucho que no limpiabas este lugar verdad-

-Perdóname, no estoy acostumbrado a estar mucho tiempo aquí-  

-Ahora lo aras- El castaño recostó su cabeza sobre los pies de Naruto para estirara sus pernas y quedar recostado.

La noche callo sobre Konoha. De haber sido diferente la situación, esa noche se habría convertido en una llena de diversión, lo más probable es que el castaño no habría de poderse de  contener y Naruto en estos momentos estaría en alguna extraña nueva posición que el castaño decidiera experimentar, pero no era el  caso por ahora.

Tsunade había sido muy firme con las instrucciones médicas que le dio al rubio entre ellas que no haría misiones y que el sexo estaba totalmente prohibido ya que el a ser algo inusual el embrazo del rubio era peligroso. Para asegurarse de que aquello se aria amenazo a los dos adolescentes con sus puños, los cuales chocaba uno con otro, aquello le había quitado a KIba las ganas de sexo por un tiempo.

La puerta del departamento sonó, Kiba se incorporó para abrir la puerta, apenas si había visto a la otra persona y miro lo que al perecer seria recurrente a partir de ahora. El puño de la pelirosa se estrelló contra el pecho de Kiba, no logro derribarlo pero si sofocarlo. Debía admitirlo Sakura se había vuelto muy fuerte.

-Eso es por hacerle esto al inocente de Naruto- Sakura reía.

-Porque todas me pegan a mí, sabes, esto fue trabajo de dos- Decía aquello con un tono de voz apenas audible el aire aun no entraba a su pecho por completo.

El siguiente en entrar fue Sai, seguido de Shikamaru, al parecer los chicos se habían organizado para visitar al rubio.

-Hola chicos que sorpresa verlos- El rubio estaba feliz no acostumbraba tener visitas.

-Hola Naruto- Sai mostros sus típica sonrisa.

-Bayana Naruto parece que estas en problemas- Shikamaru argumento serio.

-También debería golpearte a ti pero no podre hacer eso ahora, guardare tu golpe hasta en unos meses-

-No cabe duda que eres alumna de la quinta- Kiba había regresado en si.

-Entonces es verdad- Pregunto el chico de la coleta, los otros dos miraban a Naruto.

-Si, es verdad Kiba y yo seamos padres- Tomo la mano del castaño.

La mandíbula de todos los presentes termino en el suelo por la impresión, seguida de una unísona sonrisa.

-Yo que creía que la quinta se había vuelto loca por leer tantas novelas yaoi- Agrego Sai, todos se burlaron de aquella broma.

Naruto platicaba con Sakura y Kiba con los otros dos chicos.

-Y pensar que en la academia estabas enamorada de mí, que tiempos Naruto-

-Sera mejor que Kiba no te escuche- El rubio reía, pues su novio era bastante celoso.

Al otro lado de la sala.

-Quien lo diría Kiba, tú serás el primero en formar una familia, que fastidioso, pero te felicito por tu reciente hazaña-

-As es Kiba-Kun felicidades, debes estar orgulloso-

-Por supuesto, muchas gracias chicos- Kiba mostraba su gran sonrisa de superioridad y orgullo, aquello había sido su obra maestra.

-Aún recuerdo aquella misión, en la que le declaraste tu amor a Naruto-

-Estabas más pálido que Sai- Aquella broma le recordó algo a Kiba.

-Si mal no recuerdo fue también en aquella misión que tú también te ligaste a Sai, como van con su relación-   

Los dos chicos se sonrojaron el chico pálido, dirigió su mirada a Shikamaru, en busca de una respuesta facial.

-Pues sí, somos novios desde aquella vez- Shikamaru confirmo sin rodeos.

-Solo que somos un poco más discretos que ustedes Kiba-kun- Una sonrisa genuina se formó en el rostro de Sai, no lo podía creer, lego de meses de relación ahora su novio comenzaba a compartirlo en público.

-Ya veo, ya veo, me alegro por ustedes, deberíamos tener una cita doble algún día- El castaño mostro sus anormalmente largos colmillos.

Los dos aludíos rieron, no sería una mala idea, así podrían mostrarle a Konoha lo felices a su modo que podían llegar a ser.

La visita termino, Sakura  se despidió de Naruto, después de amenazar a Kiba, Los otros dos chicos se despierno con un ultimo abrazo de felicitación a Kiba y Naruto y salieron del apartamento en dirección contraria a la de Sakura.

-Que visita tan agradable- El castaño decía aquello sobando su pecho.

-Kiba te quedaras esta noche- La sonrisa de Naruto era la de emoción, si bien el chico había pasado muchas noches con el ahora eran diferentes.

-Claro que si- El castaño paso sus manos por las piernas y espalda de Naruto lo levanto en sus brazos del sofá y lo llevo hasta su habitación.

-Kiba puedo caminar- El rubio aspiraba la embriante esencia de su novio.

-No mientras yo este aquí- Siguió su andar, hasta depositar a su amada en la cama.

Kiba saco una de las muchas pijamas del rubio para ponérsela, comenzó a  desvestirse y cuando solo quedo en calzoncillos, los cuales eran apretados de color azul.

Naruto tenía todo un degusta miento ocular, aquella vista era simplemente era perfecta podía mirar la fornida espalda de Kiba y su trasero que lo hipnotizo, rápidamente vino a su mente la noche anterior que había pasado con Kiba, mientras una línea de sangre caía de su nariz.

-Y todas dicen que yo soy el pervertido en esta relación-  Kiba reía había descubierto al rubio.

-Pues porque lo eres- El rubio trataba de limpiar aquella sangre con sus mejillas ardiendo.

-Yo no estoy sangrando, pero te comprendo después de todo, como resistirse a mi- Pasaba una mano por su pecho de manera sensual.

Naruto estaba a punto de estallar, el castaño se reía a carcajadas por ver a su rubio en ese estado, así que decidió ayudar al rubio antes de que desmayara de excitación.

-Hasta mañana mi amor- Dio un beso al rubio y lo coloco en un abrazo de cuchara, pasó sus manos por el estómago del rubio y así formo aquel abrazo en la cama.

-Kiba- El rubio comenzó a cerrar sus ojos para quedar dormido, en los brazos y protección del moreno.

Sai y Shikamaru caminaban por el bosque encontraron un árbol con una vista increíble, subieron hasta él y Shikamaru se sentó abriendo espacio ente sus piernas para que la espalda del pálido quedara sobre su pecho.   

-Son muy afortunados, verdad!!- Sai fue el primero en hablar, lamentaba o no poder darle las mismas noticias a su novio.

-Si, lo son pero yo soy más afortunado en tenerte a ti a mi lado- Pudo deducir lo que pasaba por la mente de Sai.

Paso sus manos por el pecho del chico pálido las unieron y concreto el abrazo, Sai estaba sonrojado, volteo su mirada hacia la del otro chico, busco sus labios y lo beso.

-Te amo- Fueron sus palabras al separase por falta de oxígeno.

-Y yo a ti, gracias por estar a mi lado- Shikamaru mostraba una sonrisa en su rostro.  

Notas finales:

Que lindo es Kiba, hace sentir envidia de Naru!! 

Sus comentarios y opiniones son muy importantes para mi, Gracias por leer!!


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