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DONCEL (KIBANARU) por Jessie Inuzuka

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Kiba trabajaba arduamente en misiones, cubría el doble de misiones trabajando con dos equipos, la principal causa de aquello era que quería tener mejores ingresos, para prepararse para lo que venía, la llegada de un hijo no es barata. Aquello le molestaba un poco ya que tenía que dejar a su novio largos periodos de tiempo y eso no le agradaba.

Estaba totalmente desquiciado, entre las misiones, su relación y su familia, apenas si tenía tiempo de respirar, la idea de un pequeño rubio con los triángulos del clan Inuzuka le daba las fuerzas necesarias para seguir adelante.

-Ese es el reporte Tsunade-Sama- El moreno recién regresaba de una misión de espionaje.

-Buen trabajo, Kiba estos son tus honorarios-

El castaño tomo la hoja de historial de pago era más de lo que había pensado, estos meses habían sido muy fructíferos.

-Gracias por entregármelos personalmente-  El chico seguía viendo la suma acumulada.

-Una cosa más, tomaras unos días de descanso-

-Pero señora hay mucho trabajo, yo no podría-

-Es una maldita orden- La rubia grito, no le agradaba que la contradijeran.

-Si señora, a la orden- Kiba se asustó y al ver que ya no era requerido, pasó a retirarse. 

-Es muy gentil Tsnade-sama-  shizune estaba al tanto de que Tsunade  había duplicado el sueldo del castaño.

-Debo admitir que ese tonto es un gran tipo, en verdad se está esforzando, esos son mis ninjas- La mujer miraba por la ventana como Kiba caminaba por la calle.

-pronto llegara el día-

-Así es, el equipo anbu, ya vigila a Naruto??-

-Si señora- 

Kiba caminaba por la calle, se topó con un local, que se especializaba en artículos de bebes, aunque no era su fuerte se decidió a entrar y comprar algunas cosas.

Paso horas completas comprando objetos y juguetes, sonajas, baberos, biberones, chupones todo lo que su instinto de padre le decía que necesitaría su hijo.

Tomaba aquellos objetos y su mente se echaba a volar imaginando al pequeño jugar con ellos, aquello llenaba de felicidad su corazón, ¿es esto lo que llaman amor de padre?, se preguntaba el moreno.  

Salió de aquel lugar con las enormes bolsas, se dirigió directamente al departamento del rubio, este dormía plácidamente. Kiba se acercó y deposito un beso en los labios del rubio y posteriormente en su abdomen ya crecido.

Aquello despertó a Naruto, quien pensó que estaba soñando, hacia días que no veía a Kiba.

-Hola guapo- El rubio sonrió.  

-Hola gordito-

-Es solo temporal- Naruto se avergonzó.

-Así te miras  muy tierno-  Kiba reía.

Naruto se levantó de su cama para dar un abrazo al moreno, la verdad extrañaba mucho el contacto como el de antes.

-Vayamos a la sala necesito que veas algo- Kiba saco tomado de la mano al rubio.

Naruto no esperaba aquello, miro como el moreno sacaba de las bolsas infinidad de artículos de bebe, pero sobre todo lo que más lo cautivo, fue el ver como Kiba estaba disfrutando aquello, su gran sonrisa cuando le mostraba cada objeto, como reía de felicidad y en sus ojos se miraba la emoción.

-Y esto será para que no se ensucie tanto- Le mostraba un babero con un perrito dibujado en él, casualmente los dibujos de perro predominaban en los juguetes.  

Naruto solto una lagrima, no lo podía creer en verdad estaba pasando.

-Qué te pasa Naruto, ¿no te ha gustado lo que traje?- Se levantó rápidamente dejando a un lado las bolsas para abrazar al rubio.

-No es eso, es solo que-

-¿Tu querías comprar todo esto?, perdón pero no pude resistir hacerlo yo-

-Eso es lo que hace que llore de felicidad, Gracias Kiba, te extrañe tanto-

Es verdad se había ausentado varios días, una idea vino rápidamente, esta noche abría un festival, así que llevara a Naruto a pasear un rato.

-Esta noche saldremos a pasear, al festival- 

-En serio??- pareciera que el rubio tenía mucho sin salir.

-Si lo haremos-

La noche llego, Kiba dejo de diseñar lo que sería la habitación de su hijo para dirigirse con Naruto al festival, ya con sus vestimentas tradicionales salieron del departamento.

Kiba vestía una yukata azul y Naruto una anaranjada, El estómago del rubio ya era bastante notorio, ya llevaba 7 meses así que ya estaba gordo.

Caminaban por la calle tomados de las manos, Kiba miraba cualquier cosa que pudiera interferir con el paso del rubio o chocar con el, no dejaría que nadie tocara al rubio, afortunadamente su tarea era facilitada por la escolta anbu que los seguía sin que se dieran cuenta. 

Llegaron al festival, hay se toparon a todos sus amigos, todo mundo tocaba el estómago del rubio, después de pasar por la prueba ocular de Kiba.

Decidieron sentarse en una banca a observar los fuegos artificiales, pero repentinamente Naruto comenzó con antojos, los cuales cumplia Kiba sin reparos.

-Se me antojo un halado- Kiba salió disparado a buscarlo.

-Quisiera un algodón de azúcar-  El moreno corrió una larga distancia para traérselo a Naruto.

-Que ganas de un tazón de ramen-  

Terminado los fuegos artificiales, Kiba llevo al rubio a su restaurante de ramen favorito, el chico comió algunos platos.

-Lo lamento Kiba, has tenido qe ir a muchos lugares, por mis antojos-

-No hay ningún problema, es mide ver Naruto-

Estaban a punto de darse un beso, pero fueron interrumpidos por Sai y Shikamaru, quiñes entraron al restaurante.

-No me extraña que estés aquí Naruto-

-Hola Sai-

-Kiba escuche que has tenido muchas misiones- Shikamaru interrogo.

-Así es, pero tendré unos días libres-

Los cuatro chicos salieron del restaurante, para salir a mirar el desfile que pasaba por esa calle Naruto era abrazado por Kiba quien lo sujetaba con sus manos juntas sobre su abdomen, después de un rato Sai y Shikamaru decidieron tomarse de la mano.

Aquella escena era observada por Sakura he Ino, quienes hacían bromas.

-Tendremos que salir de la aldea para conseguir novio Sakura- Ino reía por lo bajo, no se podía creer lo de Sai.   

-Y que lo digas, los chicos guapos se juntan con chicos guapos.-

El desfile termino los cuatro chicos se despidieron yéndose las respectivas parejas por su lado.

En la mañana siguiente, Kiba despertó muy temprano, fue y compro madera, lo que estaba punto de hacer espera y saliera bien.

Pasó primero por su mente como debía diseñar aquel objeto, una vez que tuvo la idea perfecta puso un par de clavos en su boca tomo el martillo y comenzó. En medio de martillazos y golpes propinados por no tener demasiada experiencia con la carpintería Kiba termino lo que será la cuan de su hijo.

-Un último golpe y listos- su ojos se volvieron blancos por el dolor, rápidamente llevo su dedo pulgar a la boca como cual niño, se había atinado un martillazo

Había colocado el último de los barrotes, comprobó que el barandal principal bajara y subiera adecuadamente, que el seguro fuera funcionable, no podía permitir que su hijo corriera ningún tipo de peligro.

-Esto se mira muy bien, Hijo tendrás que esforzarte para hacerle daño a esta cuna-  Desde luego imaginaba que al ser el hijo de los dos ninjas más escandalosos de toda la aldea, su hijo ere redaría aquellos genes con seguridad.

Con su enorme sonrisa de satisfacción, tomo la brocha y  comenzó a pasarla por todo el mueble esparciendo la pintura, se aseguró de dejar finos detalles con el acabado de pintura, al final termino con la cara toda llena de pintura, en medio de manchas de pintura y machucones termino su trabajo. Aquella cuna le había quedado bastante bien, mejor que las que había visto en venta,

Instalo en carrusel el cual tenía figuras de perritos en lugar de caballos. Pasadas muchas horas fue a buscar al rubio, como un niño feliz que quiere mostrar su pintura llevo con los ojos tapados al rubio hasta lo que había hecho.

-Ya casi, ya casi llegamos, y bien listo, puedes mirar- El castaño retiro sus palmas de los ojos de Naruto.

Ese puedo apreciar lo que había dejado así mal pero contento a Kiba, una cuna para bebe rectangular, con finos barrotes, un espacio para que la persona que mirara al bebe pudiera sentarse, un carrusel con perritos, era de color café.

-Tú la has hecho Kiba-El rubio estaba incrédulo.

-Así es, es para nuestro bebe- Mostraba su sonrisa de satisfacción.

Naruto se voltio  hacia él y le dio un beso en manera de agradecimiento, debía admitirlo, Kiba se estaba esforzando mucho, más de lo que creía posible. 

Continuo con la remodelación de la habitación de su hijo, la pinto con tonalidades neutras de tal manera que no afectara si fuera niña o niño, pinto en las paredes caricaturas de perros, trato de dibujar lo que parecía ser Akamaru en la pared principal, dibujo huellas de perro por toda la habitación, figuras de huesos y el gran final coloco un poster de la caricatura de un perro jugando con un bebe.

Coloco la cuna en el centro de la habitación de tal manera que por cualquier lado se pudran acercar, puso los otros muebles en las orillas y acomodo todo lo que había comprado, el toque final fue el peluche de un perro que coloco sobre la cuna.

Pero aún faltaba algo más, salio del departamento sin que el rubio se diera cuenta busco por toda la aldea un fotógrafo que fuera hasta la casa a tomar la foto que tenía en mente, cuando finalmente encontró alguno, compró el marco del tamaño que deseaba aquella imagen un marco lo suficientemente adecuado como para colocarlo en un mueble pero que resaltara mucho en aquella habitación.

Llego con aquel fotógrafo a el departamento, busco a Naruto quien para su suerte se encontraba en la sala principal.

-Kiba ¿quién es él?-

-Es un fotógrafo, nos tomaremos una foto de familia, antes de que nazca él bebe, así podrá ver lo gordo que estas-

-Ya te dije que es temporal- El rubio se avergonzaba por la presencia de la otra persona.

Kiba coloco al rubio en el sofá, él se fue hasta la espalda de sofá, puso su mentón en el hombro del rubio, y coloco sus manos sobre el abdomen del rubio mostro su mejor sonrisa indicándole el fotógrafo que estaba listo.

-Digan familia- El fotógrafo advirtió que tomaría la foto.

-FAMILIA- dijeron los dos chicos al unisón

No había foto más tierna en toda Konoha, la coloco en su respectivo marco, y junto con su novio se dirigieron a la habitación en la que había estado trabajando, los dos juntos colocaron aquella foto sobre el ropero, para que al bebe pudiera verla.

-Woww Kiba, esto es hermoso, es la habitación más linda que he mirado- el rubio contemplaba todos los detalles.

-A que si.-

-¿Ese es akamaru? Señalo el dibujo en la pared principal.

-Si lo es, Akamaru será el protector de nuestro hijo-

-Veo que le fascinaran los perros como a ti-

-Por su puesto como todo un Inuzuka tendrá un gran compañero a su lado-

-Se verá igual de lindo que su padre con estos adorables triángulos- El rubio depósito un beso en uno de aquellos triángulos en la mejilla de Kiba.

Notas finales:

Ni siquiera yo que escribo la historia, me imagino Kiba tan tierno :J

Su comentarios son muy importantes para mi gracias por leer!!


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