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Gracefully por WhisperingPrincess

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Notas del capitulo:

Muy buenas a tod@s!


Antes que nada, queremos ofrecerles una gran disculpa por atrasarnos un día, nos fue imposible actualizar, perdón:(


Pero, ¡eh!, que jamás nos olvidamos de nuestros hermosos Kanzel y Lure, y aquí les dejamos el capítulo 5, esperamos que lo disfruten tanto como nosotras al crear esta bella historia:') 


Sin nada más que agregar, disfruten de la lectura<3

Después de tres días de encarcelamiento forzado, salir y respirar el aire fresco de la ciudad le parecía uno de los mayores placeres de la vida. Se sentía dichoso, nada lo ponía de peor humor que quedarse en su casa y no había habido peor momento para quedarse encerrado sin hacer nada que ese. Después de haber regresado de la fiesta de los Adashyna y de haberse reencontrado con Lure no podía tener su mente en paz.


La mayor parte de esos días se los había pasado entrenando sin descanso, quería mantenerse ocupado para no tener que pensar y así no darle cabida a esos pensamientos que solo lo tenían confundido. Pero a pesar de lo cansado que terminara, de lo mucho que intentaba ocuparse, no lograba caer rendido en la cama. Las noches se convertían en lo más pesado, sus pensamientos iban de aquí a allá, de Lure y él, a Lure y los Adashyna y… básicamente se lo pasaba pensando en Lure. ¿Qué haría si se lo volvía a encontrar? Ignorarlo era lo primero que se le venía a la mente, pero de solo imaginarlo aparecía una opresión en su pecho. No. Ignorarlo no podía ser una buena opción. ¿Entonces qué?, ¿hablar?... no se veía teniendo una conversación trivial con él, simplemente lo trivial y Lure no encajaban. Y así pasaba sus noches, imaginando posibles conversaciones, posibles encuentros, hasta que en algún punto terminaba por perder la consciencia y a la mañana siguiente repetía el mismo programa.


Ahora que estaba fuera y veía las pintorescas casitas, los mercadillos, los animales y elfos aquí y allá, algunos con sus carretas vendiendo las frutas más exóticas y deliciosas de toda Gracefully, otros recolectando las bellas flores de la temporada y todos disfrutando su tranquila vida cotidiana, sus preocupaciones parecieron desaparecer. Nada lo relajaba más que ver a toda aquella gente viviendo en armonía. Quizás por ser un guerrero, el ver tanta paz lo hacía sentirse bien consigo mismo, sabía que haría cualquier cosa por mantenerla intacta.


-Heeeeeey, Kanzel, esperaaa.


Saliendo de sus ensoñaciones Kanzel se detuvo en seco, puso los ojos en blanco.


-¿Es que no piensas dejarme nunca en paz?


Desde el momento en que su primo lo había visto con Lure Adashyna no había dejado de molestarle, parecía su sombra y no paraba de preguntarle una y otra vez sobre lo que habían hablado, a pesar de que ya le había dicho una y otra vez que no habían hablado de nada, que solamente habían intercambiado saludos… y eso no era del todo mentira, básicamente eso había sido todo el encuentro, aunque en el fondo quizás hubiera algo más.


Parecía no creerle en lo absoluto porque lo seguía a donde fuera y estaba empezando a irritarlo de verdad, no se sorprendería si un día de estos le soltaba un putazo.


-¿Qué?, ¿nuevamente estabas en tu mundo de ensueño?


-Déjame en paz, ¿quieres? Nos hemos visto durante tres días seguidos, dame un respiro.


-Ahora que está aquí ese chico Adashyna no me confío de dejarte solo por las calles, si lo encuentras por ahí debo asegurarme que todo vaya en paz.


-¿A qué te refieres con eso?, ¿por qué crees que yo haría algo contra él?


Görkem resopló.


-¿Qué? -preguntó Kanzel confundido.


-Bromeas, ¿cierto?


-Te juro que no sé de qué estás hablando.


Se le quedó mirando como si no le creyera y al ver que realmente no entendía a lo que se refería se echó a reír.


-¡Oh, vamos! Deja de reírte como burro y explícame- exclamó enfadado Kanzel.


-Vaya, tú sí que eres imposible. Esa noche parecía que te ibas a abalanzar contra él; todos tus músculos tensos, tu mandíbula apretada, sé muy bien cuando te preparas para luchar y en ese momento parecías estar conteniéndote al máximo. -le dio una significativa mirada- Realmente no sé qué hubiera pasado si no hubiera llegado a tiempo, el chico Adashyna se veía completamente indefenso contra ti.


Kanzel se quedó sin habla, estaba realmente sorprendido. Es cierto que había estado tenso, muchos sentimientos encontrados se habían apoderado de él en aquel momento: se había reencontrado con su mejor amigo de la infancia y primer amor, y no solo eso, había descubierto que pertenecía a la familia con la que la suya llevaba una gran rivalidad desde hacía generaciones. No era para menos.


Pero en ningún momento quiso agredirlo, era verdad que se había molestado, pero era más bien con él mismo por no saber muy bien qué hacer, hasta eso, lo único que había querido era estrechar a Lure entre sus brazos, lo había deseado tanto que había hecho su mayor esfuerzo para contenerse. Entonces se sonrojó. Su primo había acertado en parte, se había estado conteniendo, es cierto, pero no para agredir a Lure sino para todo lo contrario. Nunca imaginó que se había visto tan amenazante.


Empezó a preocuparse, ¿habría asustado a Lure con su actitud? ¿Y si, así como había pensado Görkem, también pensaba que lo había querido agredir físicamente? Unas irrefrenables ganas de verlo se arraigaron en su interior, no quería que Lure pensara mal de él. Debía verlo y explicarle que en ningún momento había querido golpearlo, que es cierto que pertenecían a familias rivales pero que eso no implicaba que lo quisiera golpear, en lo absoluto, sería incapaz de ponerle un dedo encima.


-Me veía… ¿me veía tan amenazante?


-Por supuesto. Por eso no me puedo creer que solamente hubieran intercambiado saludos, ¿no te insultó o algo?


-¡Por supuesto que no!


Görkem pareció sorprendido ante su arrebato.


-Es decir, -comenzó intentando controlarse- de verdad no lo hizo. Hasta eso, fue muy amable conmigo… demasiado amable. Creo que el único grosero fui yo. -dijo recordando cómo le había echado en cara su apellido.


-Quizás tengas razón. Ahora que lo mencionas, nunca nos delató.


-Cierto.


-A todo esto, ¿a dónde vamos?


-Yo -contestó recalcando el “yo”- voy a ver a una vieja amiga, tú no sé.


-Yo también iré a visitar a una vieja amiga, de hecho creo que iré contigo a visitar a esa vieja amiga.


-Deberías dejar a Sun en paz, pobrecilla.


-Tú eres el menos indicado para hablarme a mí sobre cómo comportarme con mis ex novias.


Siguieron manteniendo su discusión hasta que llegaron a un pequeño localito adornado con las flores más bonitas: orquídeas, lirios, hortensias, margaritas y demás. En vez de paredes de piedra, la mayor parte era cristal y se podía ver un cálido interior con mesitas de piedra caliza y sillas de madera. Había unos cuantos comensales, en su mayoría bebiendo infusiones o comiendo algún postre. Yendo y viniendo entre las mesas se veía a una joven elfa con un delantal puesto sobre su vestido azul. Era bonita: cabello lavanda, ojos miel, complexión delgada y estética.


Kanzel y Görkem entraron con confianza, al abrir la puerta de madera sonó una campanita anunciando la llegada de un nuevo cliente. La mesera alzó la mirada ya que estaba atendiendo a uno de los comensales, en cuanto los vio les regaló una enorme sonrisa. Eso era algo que a Kanzel le gustaba de Sun, siempre sonreía aunque las cosas estuvieran mal. Todavía le parecía una pena que ella y Görkem hubieran terminado, ya hacía varios años de eso, pero aún le parecía una pena y él en el fondo sabía que ella todavía albergaba sentimientos por su primo, aunque el muy bruto no se diera cuenta, o quizás sí pero lo ignoraba.


-Pasen chicos, -les dijo amablemente mientras terminaba de hablar con el cliente- en un segundo les atiendo.


-Sin problema, Sun. -contestó Görkem y se sentaron en una de las mesas que había hasta el fondo.


-*-*-*-*-*-


-¡Vamos Lure! Aún hay mucho que mostrarte.


-Lotto, hemos recorrido media ciudad toda la mañana. Dame un respiro.


-Por eso date prisa, hay un lugar de ensueño donde venden unas infusiones riquísimas. Lo mejor de todo Groys.


Lure lanzó un suspiro de derrota. Su hermana lo había traído de un lado para otro en su intento por mostrarle la ciudad y ponerlo al corriente de lo mucho que había cambiado en su larga ausencia. Lo que más le impresionaba era lo verde que era Groys. Podía jurar que era el segundo lugar de todo el mundo mágico donde podía encontrar tal belleza natural (obviamente el primero era la capital del mundo de las hadas); árboles altísimos llenos de flores exóticas o frutas de temporada adornaban cada calle, verdes arbustos bien cuidados hacían compañía a las pequeñas casas de madera o piedra, que de igual forma eran embellecidas con enredaderas con florecillas aquí y allá. La magia de la capital se respiraba a cada paso.


Caminaron por la gran plaza y volvió la vista para admirar la fuente del guerrero Denshtel. Verlo le produjo un gran sentimiento de añoranza; moría de ganas por ver a Kanzel, desde aquel reencuentro en su casa no había podido dejar de pensar en él ni un minuto y eso le frustraba.


-Bien, ya llegamos. -anunció Lotto.


Debía admitirlo, el lugar era realmente encantador. “Polvo de Estrella” se leía pintado en un cartelito de madera colgado en el ventanal de enfrente.


Cruzaron por una bella puerta de madera ornamentada y en el acto sonó una campanita anunciando su llegada.


-¡Suuuuuun! He llegado.


Una joven elfa de quizás más o menos su edad que estaba detrás de la barra alzó la vista y se les quedó mirando sorprendida. Parecía nerviosa o angustiada, Lure no supo descifrar muy bien su expresión. Entonces cayó en la cuenta de que todos los comensales que estaban en el lugar se les había quedado mirando de esa forma. Barrió cada una de las mesas con la mirada y fue en ese momento que comprendió el porqué de aquella reacción. Allí, en una de las mesas del fondo del establecimiento se hallaba Kanzel con el mismo joven con el que había ido a su fiesta hacía tres días, el Kanzel que tanto había deseado ver, el Kanzel que parecía igual de sorprendido que él de encontrarse en aquel lugar. El contacto visual duró apenas unos segundos porque éste se levantó de donde se encontraba, fue directo hacia Lure y tomándolo por el codo lo sacó del lugar sin decirle palabra. Todos quedaron estupefactos, incluido el aludido.

Notas finales:

Vaya Kanzel, todo un aventado...

No olviden dejar cualquier duda, opinión o comentario, nos alegra muchísimo leer sus reviews:')

Buen inicio de semana, hasta pronto!


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