Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Hero? por MiRoApril

[Reviews - 47]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Estaba realmente loco,  así se sentía luego de una noche llena de ¿Pasión?, junto al moreno. Sus ojos recorrían la piel de este, su rostro, ojos y labios al verle descansar; le traía tanta tranquilidad tenerlo a su lado. Las horas habían pasado y Yunho estaba durmiendo junto a él, claro que al ser un vampiro sus fuerzas jamás abandonaron su cuerpo, este a los segundos de tener su ultimo orgasmo, tras esas sensaciones de placer en las que se inundó su cuerpo, poco a poco obtuvo una vez más su fuerza inagotable de vampiro. Mientras. Yunho estuvo agotado abrazando su cuerpo, con los a medio cerras por un largo tiempo, solo miradas entre ellos donde los pensamientos estaban de más, ni siquiera hizo el intento por leerlos, quería dejarse llevar como este lo había pedido.

 

 

 

Y ahí estaba, viéndolo a su lado dormir, descansar de la larga noche. El aroma a humano había aparecido hace ya horas atrás, seguramente sus vampiros ya habían sentido la presencia de él en el castillo, por otra parte, tenía un par de humanos elegidos que aquel día debían conocer Ypsilon como recorrido de otros vampiros del clan, seguramente confundirían la presencia humana con la de sus elegidos, sus vampiros no tenían tanta experiencia para tener deducciones tan acertadas.

 

 

 

Elevo apenas su diestra con delicadeza hasta el rostro ajeno el cual acaricio con la yema de sus dedos. Escuchaba el corazón humano latir, como la respiración de este  tan relajado por sus sueños tan pacíficos. Por un momento creyó sentir sus labios acomodarse en una ¿Sonrisa?, llevo de inmediato sus dedos hasta su boca acariciando las comisuras de sus propios labios, ¿Estaba sonriendo?, ¡Sonrió! Quizás fueron unos segundos, pero esa sonrisa había aparecido en sus labios, una sonrisa idiota, seguramente de uno muy enamorado, ilógico, pues estaba analizando una sonrisa sin saber perfectamente que era el sentimiento, más Yunho le enseño que era amar…

 

 

 

La forma en la que su corazón latía a mil por hora, como incluso siendo vampiro no podía controlar esos movimientos del órgano, de esa forma en la que luego de sentir el placer apoderarse de su cuerpo, sus labios gimieron el nombre ajeno, como tras negarse comenzó a sentir más y más deseos, y a pedir por ellos. Se sentía ¿Avergonzado?, la noche anterior había dejado atrás todo su pasado, sus dolencias en la vida, su experiencia como vampiro y vivió una noche como una persona más, un ser capaz de sentir, querer y amar, paso su noche sintiéndose finalmente amado por alguien.

 

 

 

Solo pensarlo traía a su cuerpo esas sensaciones tan inexplicables, los nervios llenar su cuerpo por no saber reaccionar ante el despertar del moreno. Su orgullo no caería tan fácilmente, ¿Cómo después de negarse tantas veces, debía dar a conocer sus sentimientos?, ¿Eran sentimientos, no? Ya no podía confundirse, sabía que esas sensaciones no podían ser por nada, pero le agradaban bastante, al punto en el que resistirse a ellas y evitarlas, ¿Para qué?, si le hacía un bien ¿Por qué pensar que era malo?

 

 

 

Se recostó boca arriba mirando el techo, mientras las mantas estaban cubriendo nada más su parte baja, dejando medio torso desnudo, al igual que en Yunho, pero a este le cubría el cuerpo desde sus oblicuos, podía ver su marcado cuerpo para ser un humano, pero si recorría más su cuerpo con su mirada, este seguro despertaba. El sexto sentido humano jamás fallaba ante los ojos ajenos, era una de las pocas habilidades que tenían los humanos, unos que ni siquiera sabían utilizarlo y otros que lo tomaban como una lógica del cuerpo, quizás el cerebro. Pero no, los humanos eran una raza básica de criatura, pero a la vez tan inútiles que para ellos eran un ganado. Su forma tan inútil y errónea de pensar, los llevo a tener una lógica de lo sobrenatural creyéndola como fantasía. Eso los había llevado a ser la raza más débil.

 

 

El sol amenazaba con aparecer entre las cortinas, los rayos de este se asomaban por la ventana siendo ya una molestia para sus ojos. Dos de sus dedos se movieron en orden a los objetos inanimados, obligándose a cerrarse frente a la ventana, dándole una oscuridad que al mismo tiempo era iluminada por el ojo de la tela siendo traspasado por el sol. Movió su cuerpo para finalmente levantarse, despertar al moreno no era le mejor idea, la situación se desenvolvió en su cabeza, lo despertaba y este querría mantenerlo a su lado, cuando tenia trabajo que hacer y claramente pasar más tiempo a su lado no tenía caso.

 

 

Su seriedad volvió al traer a sus pensamientos una vez más la lección que habían realizado los lideres, Yunho sería un Lycan y no podía detener el cambio. Tenía cerca de una semana para evitar su transformación, hasta ahora era la mejor opción, pues de negarse a ser un lycan, le sería ofrecido ser un demonio, pero terceras opciones no daba la híbrida más poderosa. ¿Cómo conseguiría alejar a Yunho de las manos de la mujer?, ¿De Taec?, ¿De Joon?. Todos tenían razón, el humano estaba hecho para ser uno de ellos, su cuerpo probablemente tomaría una increíble habilidad con la transformación. Hacer de él un hibrido, también estaba considerado, Mitad lycan, mitad demonio, pero ahí estaba el problema… El cuerpo de Yunho sería llamado por la mitad lobuna más que por satanás. Sería la misma decisión que ser uno completo.

 

 

 

¿Por qué todo debía ser tan complicado?

 

 

 

 

Había dejado a Yunho descansando en un castillo prácticamente repleto de vampiros, quizás su intensión de seguridad no fue la mejor, pero sabía que este no se movería de ahí aunque despertara, esperar por el un par de horas sería lo suficiente para volver antes de que el moreno comenzara su búsqueda. Bien arreglado, tampoco tan elegante, fue directamente hasta la academia, si quería terminar con todo aquello que pensaba, todos sus problemas resueltos, era tratar con la causante de todo, de todos sus problemas, aquella quien dicto las reglas peor que el consejo de criaturas, MinAh.

 

 

—Buen día, MinAh. — Dijo apareciéndose por la ventana de la oficina, como le era de costumbre.

 

 

 

Se mantuvo de pie en el alfeizar de la ventana, con la espalda apoyada en el marco de esta. Sus ojos ocultos tras las gafas oscuras.

 

 

 

—Buen día Hero. ¿Qué te trae por aquí?. —Dijo la mujer bastante amable girando su cuerpo en la silla.

 

 

 

—Necesito hablar unos temas contigo, ¿Tienes tiempo? —

 

 

 

—Tenemos la eternidad. —Pronunció tras una risa leve.

 

 

 

—Estas de buen humor hoy, creó que acerté en venir. —Bajo de la ventana. — Es sobre los elegidos…

 

 

 

—¿Hay algún problema con ellos? —

 

 

 

—No lo llamaría problema. —Dijo tranquilo encaminándose por la oficina. — Quiero a Yunho para ser parte de mi clan.

 

 

 

Tener que desviar la mirada de la híbrida para evitar que esta leyera sus ojos era bastante evidente, acostumbraba a verla a los ojos cuando hablaban, y no a distraerse viendo libros de sus estantes. Había bloqueado sus pensamientos, aunque era algo que siempre hacía, no le agradaba que alguien escuchara los propios, gracioso, pues el siempre escuchaba los ajenos sin permiso alguno.

 

 

 

—Creó haber dejado claro en la batalla que Yunho sería un Lycan. — Escucho a la mujer tomar unas hojas y acomodarlas. — Taec lo pidió mucho antes.. Hace.. Dos o tres meses.

 

 

 

—Lo se. Pero creo ser más cercano a Yunho que él. — Tomo una pausa girando su mirada a la híbrida. — Piénsalo.. Podría explotar su potencial..

 

 

 

—Taec ni tu me han decepcionado las criaturas que han formado. Hará un buen trabajo con Yunho. ¿Por qué te opones JaeJoong? La verdadera razón…—

 

 

 

¿La verdadera razón? ¿Es que ya lo sabía?. Sintió los nervios apoderarse de su cuerpo, quizás era mala idea que Yunho trajera a su cuerpo nuevamente todas las emociones, sentimientos y todo ese tipo de cosas, ahora no podía evitarlas.

 

 

 

—No hay otra razón más que buscar la estabilidad de mi raza. MinAh. —Pronunció más serio.

 

 

 

—Tu raza va bastante bien. Has formado vampiros por varios años… Dentro de un par tendrás sangrepuras. —

 

 

 

—No quiero a Yunho de Lycan. — Admitió.

 

 

 

—No he escuchado quejas de él, ¿Por qué te quejas tu?. —La voz tan suave y fina de la mujer estaba siendo una real molestia, desesperante, nadie podía actuar con tanta naturalidad. — El cuerpo de Yunho es perfecto para ser un Lycan y lo sabes… Resistiría la transformación y tendría posiblemente más fuerza que cualquier cachorro, incluso más que un nivel bajo.

 

 

—MinAh. Te lo estoy pidiendo… Nos conocemos desde que asumiste ser la directora de Black Rose. Dame este favor.. ¿Si? —

 

 

 

—¿Por qué?... Te importa demasiado Yunho. Lo noté en su batalla. —La mujer finalmente se puso de pie acercándose hasta él. — Nunca antes te habías preocupado por alguien… ¿Qué relación tienes con Yunho?

 

 

 

—Solo… Se volvió cercano para mi. Es todo.. —Trago en seco. Aunque no mentía, igualmente no decía toda la verdad.

 

 

 

—La naturaleza no les impedirá ser amigos JaeJoong—Escucho en una suave risa de la mujer. — Se llevarán como lo haces con Taec… Una amistad complicada ¿No?

 

 

 

—¿Qué parte de no quiero que Yunho sea un lycan no entiendes? —

 

 

 

Su enojo estaba apareciendo. Realmente le molestaba que la mayor hablara de esa forma de las razas, como si esta estuviera completamente informada de cada uno de los detalles de las criaturas, que fuera la más poderosa no le permitía sentir por otras criaturas. El era un vampiro, sabía su naturaleza, ella en cambio era una híbrida, ¿Qué sabía de su raza? ¡Nada!

 

 

 

—Deja de hablar así. Tu no sabes lo que es para un vampiro estar con un lycan cerca. ¡No lo sabes!. —Gritó de furia.

 

 

 

La mujer quedo sorprendida, de tantas peleas que habían tenido, no eran más que discusiones entre palabras serias, donde la elevación de voz no existía. Pero no pudo evitar dejar salir en una furiosa voz un grito como ese. La mujer solo era el pilar que tenía la academia, si alguien se interponía la restauración de las razas, ellas intervendría en una batalla, protegía tanto a los humanos como las criaturas, de aquellos que intentaban volverse superiores. Enemigos existían, en realidad, dos quimeras buscaban ser la última raza existente, ya existió en el pasado una batalla en su contra, aquellos fueron la primera razón de extinción de las razas.

 

 

 

La academia se llamaba Black Rose, rosa negra, en memoria al acontecimiento sucedido años atrás. Tal y como Minah sembraba rosas blancas en los jardines, cultivos medicinales, existían aquellos benignos, las rosas negras. ¿Por qué en la actualidad no existían?, claro, las extinguieron hasta la última luego de que estas acabaran por extinguir la mitad de las razas entre las criaturas, todo porque aquellas quimeras las sembraron de tal forma en la que florecieran para matar.

 

 

 

Desde aquellos días MinAh tomo la iniciativa de restaurar las razas, con su ayuda y asi sumándose los demás, solo por tener la iniciativa, se convirtió en la directora, tomo un rango que en ese momento estaba odiando. El tiempo le dio poder, y los doscientos años de diferencia en experiencia, eran notables el uno del otro.

 

 

 

Dejo a la mujer sola en la oficina luego de una salida un tanto dramática por la puerta principal, tal cual humano. Bajo las escaleras y ahí encontró a todos los humanos quienes una vez más le hicieron espacio para pasar en los pasillos. Los pensamientos de todos estos inundaban su cabeza, preguntando sobre aquella expresión de furia en su rostro, como si fuera a matar a alguien, aunque podría hacerlo, de hecho, eso haría de no ser porque beber la sangre humana ya no le traía ninguna exquisitez de no ser la sangre de Yunho.

 

 

 

Su día iba de mal en peor. Entre tantas molestias que podía encontrar en el día a día, en medio del bosque se encontró con quien menos deseaba verle la cara. Taecyeon. Sus risas le detuvieron y obligaron a soltar un suspiro pesado, se quedó quieto observando como este se acercaba poco a poco. Tal parecía que este venía de un entrenamiento matutino, su torso estaba desnudo, tan solo acompañado de unos pantalones.

 

 

 

—¡Hey Hero!... —Escuchó al animoso perro a lo lejos.

 

 

 

—No necesitas gritar, puedo oírte a kilómetros. — Respondió. — ¿Qué quieres?

 

 

 

—¿Fuiste a la academia? ¿Has visto a Yunho?.. —

 

 

 

—¿Eh?.. ¿Qué tiene que ver Yunho conmigo? —Intento parecer desinteresado.

 

 

 

—Parecías muy preocupado por el en la batalla, pensé que era amigo tuyo. —Se acomodó el lycan contra el tronco de un árbol.

 

 

 

—Pues no, solo.. Nos conocimos hace unos meses.. —Dijo apretando sus labios. Ese enojo, no se iba con nada. — ¿Por qué me preguntas por él?

 

 

 

—No fue ayer a sus clases. Tampoco estaba en el castillo de la luna. Los demás lo han olfateado por Ypsilon y pensé que sabias algo de él. —

 

 

 

Sus planes estaban perdidos, no pensó que Taec buscara al moreno por la mañana, menos que enviara a los demás en su búsqueda. Su enojo se vio interrumpido por el miedo, los nervios, ¿Lo descubrieron?, si veían a Yunho en Ypsilon romperían… Ambos… Una de las tantas reglas.

 

 

 

—¿Por qué lo buscas? —

 

 

 

—Los demás estaban emocionados de tenerlo en la manada, y esperaban hacerle una iniciación. Además creo que lo transformaré antes, tengo la curiosidad de ver su transformación completa…—Rió con emoción.

 

 

 

¿Transformarlo?, ¿Antes?... ¿Por qué se enteraba de esto ahora? ¿Qué podía hacer para evitarlo?. Apretó sus manos en un puño resistiendo sus impulsos por golpear al perro frente a él, ¿Por qué se sentía así estar enamorado? Era una mezcla de desesperación y miedo por perder al moreno como enojo y rabia por no poder hacer nada al respecto. Solo eran años de diferencia, la maldita experiencia de MinAh, aunque nada podría impedirle hacer el intento por batallar contra ella, el era el mas poderoso de los vampiros, el único de los ojos dorados, era posible acabar con la híbrida, ¿Por qué no lo intentaba?

 

 

 

—Taec… —Tomo aire soltando un suspiro pesado. — No quiero que Yunho sea un lycan.

 

 

 

—¿Por qué te opones?... Aun así, no lo liberaré. Vamos Hero.. Yunho sería un perfecto lycan y lo sabes. No perderé la oportunidad de darle un buen miembro a mi manada. No dejaré que sea un chupasangre… Sanguijuela. —

 

 

 

Vio al lycan sentirse victorioso, estirando sus músculos, su cuerpo, brazos, sintiéndose relajado. Estaba molesto, ¿Por qué nadie comprendía? ¿Qué debía hacer? ¿Decirle al mundo que estaba enamorado? Primeramente… ¿Cómo aceptarían la atracción por otro hombre?, aun siendo criaturas, eran como animales, seguían a las hembras para la reproducción de las razas, era igualmente difícil de entender como para cualquier humano.

 

 

 

Sus ojos tras sus gafas oscuras se tornaron rojos, la furia consumía su cuerpo, sus uñas estaban clavadas a sus palmas, dejando caer un par de gotas de su sangre al suelo, pero no le importaba, eran heridas que pronto cicatrizarían. Sintió la mano del perro sobre la propia intentando abrir su puño, pero estaba tan perdido en si que solo leyó sus labios con un “Hero, ¿Qué te pasa?”… No respondió a palabras, sino a golpes. El primero directamente en el rostro ajeno, en la mejilla de este obligando al cuerpo del lycan dar contra el tronco de un árbol y tirando a ambos al suelo.

 

 

 

El contrario no le dio el tiempo de reaccionar, se tiro sobre su cuerpo con aquella forma de bestia, una de dos metros, dos metros y medio. Sus hombros resonaron contra el suelo por el agarre de este, hundiéndolo contra la tierra, más solo saco un quejido de sus labios antes de sacarlo sobre su cuerpo. Con sus pies empujo el cuerpo del lycan hasta tirarlo una vez más, lejos. Con dificultad logro salir de aquel entierro bajo la tierra, limpio sus hombros y acomodo sus gafas evitando que la luz solar  dañará sus ojos.

 

 

 

Estaba siendo un idiota al ponerse a batallar en un momento como ese, más por un simple enojo, aunque no podía llamarlo simple, no era nada simple, estaba muy molesto, ¿Tan malo era ser una criatura?, justo al momento en el que todo iba perfectamente, cuando al fin había sentido una diferencia en él, sentimientos que jamás sintió, ni siquiera amor a su familia había tenido, nada, absolutamente nada en tantos años de vida, y llega un humano de la nada a dar vuelta su mundo, a traer ficciones a la realidad, tantas cosas que creyó inciertas en el pasado, hirió a tantos por su pensamiento… Era el karma seguramente, un vampiro como el estaba destinado a la soledad.

 

 

 

Sus manos se prendieron en llamas, contraatacando  al animal frente a él. Sabía que Taec se estaba vengando, en el pasado había pasado sobre el muchas veces, llevándose elegidos que este siempre deseo en su manada, tenían tanto potencial para muchas razas, que no perdió la oportunidad de llevar con el a más de un elegido. Por eso este no cedería ante Yunho, un humano con un porcentaje al cien por ciento de tener un cuerpo lycan, la transformación seria perfecta, incluso el lo admitía. Era inútil tener a Yunho como vampiro… ¿Por qué peleaba?  Sería el perdedor de todas formas… Pero necesitaba desahogo..

 

 

—Deja de actuar como un niño. — Escucho en los pensamientos del lycan. — ¡Reacciona Hero!

 

 

—¡Deja a Yunho! —

 

 

—¿Por qué tanto alboroto por ese tipo? ¡Estas exagerando todo JaeJoong! ¿¡Qué?! ¿Vas a decirme que te gusta el humano?.... ¡No bromees! ¡Deja los juegos! —

 

 

Guardo silencio ante sus palabras. Respuesta no tenia para dar.

 

 

—¡Tienes suficientes vampiros! ¡Deja obtener un buen lycan!... Lo cuidaré por ti. A tu amiguito no le sucederá nada… Más que perder el cuello…—

 

 

Los golpes iban y venían, más rasguños no se notaban en su cuerpo ni rostro, en comparación al lycan. La debilidad de los perros era la mordida de un vampiro, como la de los vampiros era una mordida de lycan, ¿Por qué?, sus colmillos tenían distintos genes, un ADN de sangre pura, parecido a un veneno de serpiente, pero ellos asi lograban las transformaciones. Una mordida, y estarían clavándole al otro un veneno que podría matarlos, más aun siendo sangre pura.

 

 

Fueron los gritos de Taec que le llevaron a molestarle más, gritos amenazantes, con un pasado devuelto a la vida por el maldito perro, pensamientos de este a gritos que solo él podía escuchar. Fue tanto el enojo que olvido la crucial regla, y clavo sus dientes en una de las patas delanteras el animal, apenas logrando rozar la piel de este. El cuerpo del líder lycan tomo forma humana inmediatamente, era eso lo que conseguían sus mordidas en la raza ajena, otra razón por la que Yunho no podía ser uno de ellos, ¿Qué tal si le clavaba los dientes?, el moreno seguiría teniendo la misma exquisitez de sangre… ¿Cómo lo evitaría?

 

 

Se acercó victorioso hasta el cuerpo del lycan, su mirada aun protegida por los lentes pese a todo el movimiento que hizo, bastantes entrenamientos y años de experiencia luchando bajo el sol. Aun así, el líder lycan no se quedaba atrás con la astucia. Su fuerza era mayor que la propia, todo por ser un perro, mientras el tenia la velocidad, los cachorros poseían más fuerza.

 

 

De un solo arrebato, le quito las gafas, abriendo sus parpados al sol causando la peor de las heridas a un vampiro. Sus ojos dorados habían sido quemados. Entre gritos de dolor de ambos, comenzó a marearse, la debilidad una vez más consumió su cuerpo. Sintió el suelo dar contra su cabeza mientras su visión estaba en negro. No por tener sus ojos cerrados… Los tal cual oro… Estaban quemados.

 

 

Su vista… Se perdió. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).